You are on page 1of 12

Epistemografía

Vanessa Vargas Gallego 1

Resumen

La investigación en sí misma requiere el acto lector y escritor, ambos imponen la


necesidad de desarrollar una postura nómada frente al conocimiento y estar en búsqueda
constante de nuevas formas de entender la realidad y transformarla en acciones. La
metodología es una sola, a diferencia de la validez que es heterogénea y cambia con el
sentido espacio-temporal, pero esta a su vez no implica legitimación, sólo se logra
mediante una solidez epistemológica.

Abstract

The investigation in yes same the reading act and writer needs, both impose the need to
develop a nomadic position opposite to the knowledge and to be in constant search of new
ways of understanding the reality and to transform it into actions. The methodology is the
alone one, unlike the validity that is heterogeneous and changes with the sense temporary
space, but this one in turn does not imply legitimization, only it is achieved by m eans of a
solidity epistemology.

Palabras Claves

Lectura, escritura, obra clásica, metodología, epistemología, poder, psicología.

1
Universidad de Manizales, Facultad de psicología, IV Semestre
Epistemografía

Las arenas movedizas de la razón.

Gómez (2008) utiliza la frase “razón carcelaria” para referirse a la fe que se


tenía a nivel investigativo en la teoría como medio por el cual sustentar aquellas
hipótesis que surgieran como soluciones a un problema, incluso considera a éste
como producto de la teoría, produciendo un sesgo difícil de romper a la hora de
hacer análisis, creyendo que toda forma de alejarnos de la teor ía misma implica un
error de validez. Para esto cita a Bacon que incluso en 1620 prevenía a los
teóricos de no caer en la encarcelación teórica 2.

Las arenas movedizas al no tener una base firme en su fondo, suelen


hundir todo aquello que pise su territorio, incluso los seres humanos, pero cuando
se cuenta con algo de donde sostenerse y que permita salir hasta un lugar firme
se corre con la fortuna de pasar sin mayores peligros que el susto mismo; de esa
manera la razón es movediza en la medida que nunca per manece constante,
jamás aunque se logren grandes hallazgos se puede asegurar una verdad
absoluta, pero se corre el peligro de caer hundidos en ella cuando se genera la fe.

La fe no se trata en un sentido religioso, ideológico, o como construcción


social producto de las mitologías y cosmogonías que tanto nos arraigan a nuestros
antepasados, sino que se trata de una fe ciega, una fe que no tolera aquello para
lo cual puede ser desconocida, al contrario se considera como todo aquello por
conocer, dejando abandonado los caminos de la búsqueda y los interrogantes no
resueltos.

2
Bacon en uno de sus discursos decía: pareciera que al alejarnos de las teorías se nos castigará.
¿Qué pasaría, si Freud no se hubiera percatado del inconsciente, o si
Pavlov no hubiera condicionado los perros, o si por el contrario Perls no se hubiera
“dado cuenta” de la figura-fondo, a quiénes estudiaríamos ahora?, ¿acaso nos
hubiéramos visto tan perdidos como sujetos conocedores de sujetos por conocer
que tendríamos necesariamente que haber buscado a un Freud por toda la
facultad de psicología, o a un Skiner?, ¿será que ya los tenemos?. Estas
inquietudes surgen en la medida que las arenas movedizas, en este caso de la
psicología empiezan a sumergir a toda una academia que tal vez sin las teorías de
aquellos a quienes día a día estudiamos en las aulas no se hubiera podido
constituir como disciplina.

Es aquí donde debe encontrarse algo de donde sostenerse, algo que


permita no hundirse en el fondo de las arenas, y que facilite la salida, este algo
después de varias horas de reflexión al fin sale a flote: el nivel analítico, destructor
y constructor, el caos que termina en orden, los paradigmas sin fin de los que
habla Pooper, el escepticismo como estructura de los sofistas, la capacidad de
asombro perdida que quiere recuperar Husserl, la duda metódica de Descartes, la
búsqueda de la piedra filosofal de la cual habla Érica, y un sin fin de elementos
que en sí mismos encierran una sola categoría: la producción intelectual, no vista
desde el saber teórico, sino como la aprehensión mediante la duda, las
confrontaciones y los diálogos establecidos entre el autor y el lector, diálogos que
en sí mismos suelen ser contraproducentes sí no se sabe llevar un movimiento de
roles, cuando se permite que sea el autor quien guíe el encuentro y no el lector
quien medie en ello, es allí cuando se cae inevitablemente en el fondo de las
arenas movedizas o como dice Gómez en la cárcel racional.

Si bien es cierto que deben existir teorías que nos permitan tener ciertas
bases de conocimiento y como bien dice Gómez que promuevan “la práctica activa
de continuar y desarrollar las directrices teóricas de los predecesores
importantes”, para esto se necesita una actitud de constantes movimientos donde
no se encarcele y se limite el conocimiento, o más bien la razón a un solo
planteamiento, sino donde constantemente se transforme, desarrolle y surjan
nuevos paradigmas por abordar.

Los planteamientos y obras clásicas permiten remitirnos no solamente a los


niveles de abstracción pasados como artificialmente se ha creído, sino que
permiten preguntarnos, interrogarnos, son ellos mismos como dice Gómez
quienes nos indagan si realmente comprendimos lo que dicen, o si por el contrario
malinterpretamos sus argumentaciones, si tenemos la capacidad suficiente para
sacar de sus párrafos la totalidad de sus ideas, y si finalmente hemos logrado
encontrar el problema a resolver; pues no siempre es la teoría la que da las
respuestas, quizás es su esencia misma la que nos obliga a generar preguntas
que solamente a través de el análisis propio se pueden resolver.

Al hacer un recorrido histórico del conocimiento emergen obras clásicas


que sea cual fuere su apreciación por quienes tenían la fortuna de escuchar en
persona los grandes discursos de personajes como Platón, Copérnico, Lutero, son
como dice Gómez “una forma significante que nos “lee”. Es la obra clásica quien
nos lee, más de lo que nosotros la leemos, escuchamos o percibimos. No existe
nada de paradójico, y mucho menos de místico, en esta definición. El clásico nos
interroga cada vez que lo abordamos. Desafía nuestros recursos de conciencia e
intelecto, de mente y cuerpo… El clásico nos preguntará: ¿Has comprendido?
¿Has imaginado con serenidad? ¿Estás preparado para abordar las cuestiones,
las potencialidades del ser transformado y enriquecido que he planeado?” que
mejor definición de un clásico que la planteada, sin embargo a esto agregaría la
importancia de leerlo pero desde el autor mismo y no desde un eco de varios
interlocutores del mensaje que finalmente implementan o quitan fundamentos
importantes según las conveniencias. A esto se le agrega el “leer con lápiz en
mano” es decir no limitar la lectura a percepciones visuales sino también
establecer diálogos con la misma indagarla y a la vez enfrentarla con nuestros
argumentos.

Llegado a este punto el discurso mismo que se construye en el dialogo


activo con los clásicos implica la creación de argumentos propios y por lo tanto la
ejecución de la escritura, una escritura propia más no ajena que como decíamos
anteriormente trascienda las rejas carcelarias de la fe ciega y nos dirija a un
verdadero ejercicio escritural del discurso que se asemeja a lo que Gadamer
citado por Gómez dice “la verdadera liberación y realización del lenguaje, porque
bajo la forma de la escritura, todo lo transmitido se da simultáneamente para
cualquier presente”, concluyendo “Esta visibilidad, a su vez contribuye a revelar la
inagotabilidad del objeto” ello no es más que una construcción hermenéutica de lo
teórico y a la vez discursiva de lo propio, lo que finalmente se busca lograr en el
marco teórico.

Institucionalización y legitimación como regentes investigativos

La escritura organizada y significada desde el lenguaje, debe obedecer a


unas normas socialmente construidas que dan cuenta del uso discursivo de la
palabra y la valorización del mismo, esto implica la institucionalización que da
cuenta de unos mínimos establecidos para quienes quieran construir
conocimiento, esta institucionalización se puede visualizar, por ejemplo, en la APA
para psicología; pero, ¿será que la investigación por inquirir una aceptación
institucional se convierte en una búsqueda incesante de legitimación?. Al respecto
Gómez sugiere que la legitimación implica una diferenciación, donde se generan
procesos de identificación de lo propio y ratificación de lo existente; sin embargo
queda el sin sabor de la legitimación no como componente diferenciativo sino
como componente justificativo que pone en tela de juicio toda validez investigativa,
además siendo consecuentes con Sánchez (2009) toda comparación construye
límites que en ocasiones son basados en justificaciones ideológicas.

La Apa en cierta medida limita pues establece diferencias entre quien es


aceptado como psicólogo intelectual bajo las estrictas exigencias de la ciencia de
las instituciones, sin embargo asumiendo un papel autorresponsable del
investigador y tomando una postura de libertad para la investigación y mediante
ella, se debe entender que no son las instituciones quienes limitan al investigador,
sino las búsquedas incesantes por legitimar lo científico e instituciona lizarlo dentro
de parámetros de “científico o no científico”.

La validez como meta final de cualquier investigación es en ocasiones el


gran limitante a la hora de crear conocimiento, pues si esta no existe no se
considera como tal y por ende pierde toda posibilidad de ser sometido a discusión.
Es a través del marco metodológico y el dar cuenta del mismo como se puede
emprender un camino hacia la validez, pero ello implica una construcción
epistemológica bien solidificada que facilite el transitarlo.

Lo que se busca con la validez no es legitimar o justificar argumentos


producto de una ardua investigación, por el contrario lo que pretende es generar
espacios de discusión que permitan permear la teoría y trascenderla en una
construcción de episteme que dé cuenta de lo que creemos saber y que nos lleve
inevitablemente al descubrimiento de un nuevo problema no resuelto y con ello
una reconfiguración, donde el conocimiento es heterogéneo y cambiante.

Esta es precisamente la construcción de la libertad, una libertad basada en


el conocimiento y el libre desarrollo del mismo, para que permita a su vez nuevas
formas de interpretar la realidad y la superación de errores y falencias pasadas y
por supuesto una construcción más consciente de la historia misma, pues como
dice el sabio proverbio “quien no conoce su historia tiende a repetirla”,así como el
investigador que no conoce la historia del conocimiento tiende a repetir lo ya
descubierto.

Metodología o metodologías

La libertad del investigador se encuentra explícita e n la forma misma de su


construcción metodológica, es él y nadie más quien decide los caminos por los
cuales va a transitar para llegar a la cosa. Gadamer citado por Gómez dice que el
verdadero trabajo hermenéutico consiste en ponerse de acuerdo con la cosa; pero
para hacerlo hay que definir por medio de qué lograrlo y que más que la escritura.
“El trabajo de la escritura es un trabajo de aproximación a la cosa, y es en últimas
un proceso de acercamiento a la verdad ontológica del ser” 3.

De esta manera es importante definir los métodos y técnicas que facilitarán


la aproximación a la cosa, pero aquí surge otra discusión: ¿son metodologías o es
una metodología? .

Páramo y Otálvaro (2009) definen los métodos como “lógicas


procedimentales que guían el proceso de construcción del conocimiento”, y las
técnicas sirven “para capturar la información”, allí es importante hacer la
aclaración entre métodos y metodología pues la última tiene que ver con la
construcción epistemológica de los anteriores. A través de la metodología damos
cuenta de la episteme implícita en la investigación, pues es a través de las
suposiciones epistemológicas con las que nos valemos para acercarnos al objeto
y por medio de las técnicas y métodos podemos dar cuenta de ello.

La metodología en diversas investigaciones es erróneamente clasificada en


cualitativa o cuantitativa según las lógicas metódicas que se sigan, sin embargo de
a cuerdo a Sánchez (2009) “todos los datos cuantitativos se basan en juicios
cualitativos, y cualquier dato cualitativo puede describirse y manipularse
matemáticamente” esto implica un replanteamiento de las metodologías en
metodología, donde no se considere como algo homogéneo pues cada
investigador le pone su sello personal, pero si se requiere una visión global y no
resquebrajada en partes sin sentido, pues toda metodología debe tener una
orientación epistemológica estrictamente organizada que guíe el análisis y la
interpretación de los resultados obtenidos que posteriormente se constituirán en
posturas investigativas epistemológicamente y ontológicamente bien
desarrolladas.

De acuerdo a esto Páramo y Otálvaro definen la postura epistemológica


como “un conjunto de suposiciones de carácter filosófico de las que nos valemos

3
Gómez L.(2008). ¿Sirve la teoría?.Universidad Nacional de Colombia: Colombia
para aproximarnos a la búsqueda del conocimiento, al igual que la manera como
asumimos el sujeto estudiado”, existe allí sólo suposiciones filosóficas, ¿por qué
no pueden ser también psicológicas, o sociológicas?, por supuesto todo depende
de las gafas con las que se mire o mejor dicho de las suposiciones que se
asuman.

Ya teniendo clara la postura epistemológica, se puede dar cuenta


públicamente de la metodología investigativa y con ello se puede acceder a una
validez del conocimiento, pero no una validez desde la legitimación, sino desde la
discusión.

La investigación psicológica

Cuando entra un paciente al consultorio, inmediatamente se empieza una


investigación, pues es el objeto desconocido para el psicólogo y es misión del
profesional poder entender el contexto y el intexto en los cuales se desenvuelve,
desarrolla y construye su mundo interior.

El psicólogo deba a su vez, descubrir para poder describir, entender y


comprender las acciones tanto de la psiquis, como sociales y corporales que
constituyen al ser humano, sabiendo que las acciones no so n en sí objetos
materiales o concretos, las acciones al ser simbólicas trascienden lo concreto y no
por ello esto es una limitación para su investigación. Son los empiristas ingenios
quienes creen que solo lo observable puede considerarse como acción y ello es
un error en el que comúnmente caen algunos psicólogos en el diagnóstico y
tratamiento.

Husserl, filosofo existencialista propuso la fenomenología, en la cual uno de


sus aspectos implica encontrar el fenómeno tal como aparece en el mundo de la
vida, es decir no hay que inventarse los problemas de investigación ellos se
encuentran implícitos en la vida cotidiana, lo que hay que hacer es encontrarlos y
escudriñarlos sin modificarlos, respetando su aspecto natural como fenómeno
mismo pero si modificando la forma de entender la realidad desde este.

En la vida cotidiana se encuentran inmersos actores que ayudan a construirla


simbólicamente mediante procesos de interacción, el dialogo constante que el
investigador ejerza con estos es de fundamental importancia en el desarrollo de su
investigación.

La investigación psicológica implica el respeto por la autenticidad del


fenómeno humano, pero implica a su vez la delimitación del mismo para poder
generar nuevas formas de abordarlo y entenderlo y de esta forma construir nuevo
conocimiento de lo que es la esencia humana como creadora y producto de la
construcción simbólica.

El poder de lo investigativo

La investigación implica política en cuanto contiene formas de poder, pero


en esta a diferencia del poder represivo y temerario de la violencia, es un poder
que genera libertad, una libertad a través de la cual convergen diferencias
intelectuales pero que en últimas constituyen un ser humano que en esencia
pertenece a una comunidad de la cual es producto pero a la cual puede aportar
con sus construcciones de conocimiento, modificando por lo tanto la forma de
entender la realidad y construyendo “un saber en acción” 4.

El poder con el que cuentan los investigadores es un poder más poderoso


que el violento, es el poder del conocimiento, este al ser escrito tiene la capacidad
de perdurar en el tiempo, de transformar sociedades y la construcción de realidad
que ellas traen consigo, de generar otras formas de entender lo humano y
finalmente de trascender de la fuerza bruta a la fuerza creadora del saber.

El fin último de la investigación se resume en el planteamiento de Sánchez


(2009) al desnaturalizar las cadenas de poder y al observarlas como algo que no

4
Notas de clase 2009
es natural, se puede destruir y construir otra realidad que al ser criticada, vuelve a
entrar en el proceso de destrucción y construcción.

Finalmente lo que genera la investigación misma es la búsqueda incesante


por obtener respuestas a nuevos problemas planteados, ya sea desde nuestra
realidad y vida cotidiana o desde nuestros estudios académicos y teóricos, por lo
tanto desde diversos actores y autores y la preocupación por reducir complejidad
que puede ser lograda sin importar la disciplina, los títulos, las fronteras y por
consiguiente los diversos puntos de vista y formas de observar la realidad tan
únicas de cada individuo,

Es la investigación pues, una exigencia a inventar y ser creativos, que por


supuesto necesita de unas bases y elementos para llevarse a cabo, pero cada
sujeto decide como abordarlas y en qué cantidad emplearlas, y por consiguiente a
publicar y generar espacios de entendimiento y nuevas formas de comprender la
realidad desde criterios de validez y multidisciplinariedad que permitan como dice
Gómez una escritura y lectura nómada que no se conforme con lo que conoce
sino que busque lo que aún falta por conocer y que jamás será terminado, que
indague lo ya conocido, que analice, interprete y cree a través de el conocimiento
de lo clásico y la construcción de lo novedoso.
Bibliografía

Gómez L.(2008). ¿Sirve la teoría?.Universidad Nacional de Colombia: Colombia

Páramo, Otálvaro.(2009).Investigación alternativa: por una distinción entre


posturas epistemológicas y no entre métodos. Revista de epistemología de
ciencias sociales: cinta de Medio

Sánchez D. (2009). Notas de clase.


CONCEPTO:

Considero excelente el texto anterior por su coherencia, claridad, sencillez y


precisión en lo expuesto. Por el manejo del discurso y del tema.

OFELIA GALLEGO BELTRÄN

Psicóloga

You might also like