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I.

Introducción

Los conocimientos actuales sobre fisiología reproductiva permiten el diseño de técnicas que
separen la actividad sexual de la concepción. Ello ha significado un cambio radical en las costumbres
sexuales y en los patrones de natalidad, incluyendo el cuidado de la salud sexual y reproductiva,
mediante información y servicios de planificación familiar, que la reconozcan no sólo como una
intervención clave para mejorar la calidad de vida, sino también como un derecho humano.

Sobre esta base y reconociendo a la salud reproductiva como un estado de bienestar físico,
mental y social en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo y sus funciones y
procesos, es importante destacar la capacidad de las parejas de disfrutar de una vida sexual
satisfactoria con la libertar de decidir cuándo, con qué frecuencia y sin riesgos de procrear. Estos
derechos se fundamentan, de manera importante, en estrategias de planificación familiar que
proporcionan información accesible y precisa sobre los diversos métodos de anticoncepción.

Se habla de anticoncepción cuando se hace referencia al uso de técnicas específicas, por


parte de individuos o parejas, para controlar su fertilidad en un momento determinado y como una
opción personal. El conocimiento sobre el uso de métodos anticonceptivos permite tomar
decisiones oportunas y adecuadas sobre la reproducción de manera libre, responsable e informada
y contribuye al ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las personas garantizando un
nivel de vida saludable y adecuado. (Calaf, 2005)

En base a lo anterior, en el presente trabajo de investigación se describen los principales


métodos anticonceptivos femeninos y masculinos, con la finalidad de brindar información certera y
precisa acerca de las diversas posibilidades de anticoncepción, sus funciones y nivel de seguridad.
II. Anticonceptivos femeninos y masculinos
Métodos más utilizados

1. Generalidades:

Los métodos anticonceptivos son objetos, sustancias y procedimientos que se utilizan de


manera voluntaria para regular la capacidad reproductiva de una persona o una pareja con la
finalidad de evitar un embarazo no planificado. (Calaf, 2005)

La historia de la anticoncepción indica que fue en la segunda mitad del siglo XX cuando se
generalizó el uso y acceso a los diferentes métodos anticonceptivos modernos. La generalización de
la planificación familiar y la educación sexual favorecen su utilización óptima.

Figura No. 1: Métodos anticonceptivos

2. Métodos anticonceptivos femeninos

Tradicionalmente, los métodos anticonceptivos han sido una cuestión casi en exclusiva
femenina. Si bien, en los últimos años esta circunstancia ha comenzado a cambiar, se pueden
encontrar en el mercado muchos más sistemas de anticoncepción destinados a la mujer.

Si bien, ningún método anticonceptivo puede considerarse mejor que otro ni es totalmente
seguro, cada método tiene sus indicaciones y deberá seleccionarse aquel que sea más idóneo para
cada circunstancia y favorezca a una mejor salud sexual. La efectividad de los distintos métodos
anticonceptivos se mide por el número de embarazos por cada cien mujeres al año que utilizan un
determinado método. En base a lo anterior, los métodos anticonceptivos femeninos se han
clasificado de la siguiente manera:

 Métodos eficaces: hormonales, dispositivo intra-uterino, de barrera y métodos permanentes.


 Métodos poco eficaces: método natural, interrupción de la relación sexual y espermicidas.
 MÉTODOS EFICACES:

a. Métodos hormonales por vía oral, parenteral o transdérmica:

La gran cantidad de preparados anticonceptivos disponibles en la actualidad, permite


escoger el más adecuado para cada situación. Existe unanimidad en que el anticonceptivo ideal
debe contener la menor dosis de estrógeno y progestágeno que sea efectiva, producir un control
aceptable del ciclo, ser bien tolerado y tener el mínimo efecto conocido sobre el metabolismo de los
lípidos, hidratos de carbono y parámetros homeostáticos. (Velásquez, 2009)

Según su composición y forma de administración, pueden clasificarse en anticonceptivos


unitarios, poscoitales y combinados para administración oral, parenteral o transdérmica.

Anticonceptivos unitarios:

Son preparados que contienen solo un progestágeno. Por la ausencia de estrógenos, están
indicados en mujeres en las que se hallan contraindicados los anticonceptivos combinados.

Por vía oral se administran diariamente dosis bajas de un progestágeno (desogestrel, 75 g);
su eficacia es algo menor que la de los combinados. Su acción anticonceptiva se produce por
aumento de la viscosidad del moco cervical, alteración del endometrio e inhibición de la ovulación.
La aparición de irregularidades menstruales es su principal efecto adverso.

Por vía parenteral se utilizan preparados de acción prolongada en inyecciones


intramusculares (medroxiprogesterona, 150 mg cada 3 meses) o los implantes subcutáneos de
anticonceptivos que liberan progestágenos (levonorgestrel y etonogestrel) lentamente durante un
período variable dependiendo del preparado. Su eficacia se mantiene entre 3 y 5 años.

El efecto anticonceptivo de los implantes subcutáneos se debe preferentemente a la


inhibición de la ovulación, por inhibición de la LH. También contribuyen la inhibición del crecimiento
endometrial, el aumento de viscosidad del moco cervical y la inhibición de la migración del esperma.

No hay diferencias significativas entre las reacciones adversas con los distintos preparados
de progestágenos implantados. Las alteraciones de la menstruación, junto con cefaleas, ganancia
de peso y acné, son las principales causas que conducen al abandono del tratamiento. El retorno de
la fertilidad después de eliminar el implante es rápido (76-100% en el primer año). (Velázquez, 2009)
Contraceptivos poscoitales:

También denominados anticonceptivos de urgencia o “del día después”. Se basan en la


administración de estrógenos más progestágenos o bien un progestágeno solo, dentro de las 72
horas posteriores al coito. En ambos casos se impiden la implantación y desarrollo del cigoto.

La administración de dosis de 100g de etinilestradiol (con cualquier progestágeno) con un


intervalo de 12 horas, evita normalmente el embarazo. Dos dosis de 750 g de levonosrgestrel,
separados por intervalo de 12 horas, poseen similar eficacia y menor toxicidad. Las reacciones
adversas más frecuentes son las náuseas y los vómitos. (Velázquez, 2009)

Anticonceptivos hormonales combinados:

Constituyen un método reversible basado en esteroides de síntesis. Están compuestos de


estrógeno y progestágeno, y varían en la dosis hormonal y tipo de progestágeno. En la actualidad,
todos contienen etinilestradiol, un estrógeno sintético aún más potente que el estradiol.

Por vía oral, los progestágenos más utilizados son levonorgestrel, desogestrel, gestodeno y
acetato de cirpterona. La dosis varía según el preparado. Todos ellos se administran durante 21-22
días del ciclo y a continuación se descansa durante 6-7 días; su tasa de fracaso oscila alrededor de
0.1% cuando su administración es correcta. (Velázquez, 2009)

Por vía transdérmica (parches), el progestágeno utilizado es la norelgestromina con


etinilestradiol, los cuales liberan 150 g y 20 g, respectivamente c/ 24 horas. Tienen una duración
de 7 días; se utilizan durante 3 semanas y se descansa 1 semana, en la que se produce el sangrado.
Por vía vaginal se utilizan anillos de silicona que liberan 15 g de etinilestradiol y 120 g de
etonogestrel cada 24 horas durante 3 semanas.

La administración de estrógenos/progestágenos frena la liberación de LH y FSH hipofisiarias


por acción sobre la GnRH, impide el desarrollo folicular y el pico de LH que dispara la ovulación y,
por consiguiente, la suprime. A ello se unen en la acción anticonceptiva los efectos del
progestágeno sobre el moco cervical y el endometrio.

Las reacciones adversas pueden clasificarse en dos tipos: reacciones leves y reacciones
graves, que obligan a considerar su idoneidad en mujeres con factores de riesgo.
 Reacciones leves: nauseas, edema, cefalea, depresión y en menor medida migrañas; aumento
de peso, acné e hirsutismo; sangrados intermenstruales, aumento de producción de enzimas
hepáticas (1% de los casos), colelitiasis o colecistitis.

 Reacciones graves: la mayoría de ellas dependen de la dosis y del tiempo de administración y en


general pueden presentarse: reacciones adversas cardiovasculares y neoplasias.

 Contraindicaciones: aunque la utilización de anticonceptivos combinados orales se considera


segura para la salud de la mujer y puede incluso beneficiarse de algunos de sus efectos no
relacionados con la anticoncepción, existe un grupo de la población en el que está totalmente
contraindicada su utilización incluso los preparados a bajas dosis (Tabla No. 1)

Tabla No. 1: Contraindicaciones de anticonceptivos hormonales combinados.

Fuente: Velázquez, 2009

b. Dispositivo intrauterino (DIU):

El dispositivo intrauterino es un objeto pequeño formado por material plástico, metal


(cobre fundamentalmente) y un pequeño hilo. Habitualmente consta de una rama vertical y unas
ramas horizontales que le dan forma de T o de ancla para ajustarse a la cavidad uterina. Se dispone
también de un DIU que en su rama vertical incorpora un pequeño dispositivo hormonal
(progestágeno) que actúa para evitar sangrados abundantes en la menstruación y es conocido
comúnmente como DIU hormonal. (Calaf, 2005)

¡Cómo funciona?: el DIU actúa de distintas formas: dificultando el paso de los espermatozoides y
produciendo una modificación en el interior del útero que evita el embarazo.
¿Cómo se coloca?: el ginecólogo realizará su colocación preferentemente durante el período
menstrual, pues de esta forma el cuello del útero se encuentra más abierto y se puede descartar
la existencia de un embarazo. El DIU se sitúa en el interior del útero ocasionando momentáneas
molestias. Su duración es de, aproximadamente, cinco años y puede ser retirado en el momento
en el que la persona lo desee. (Calaf, 2005)

Consideraciones generales:
 El DIU tiene una eficacia aproximada del 98%, lo que quiere decir que cada año de uso se
pueden producir dos fallos por cada cien mujeres. El DIU hormonal presenta mayor eficacia.
 No es el método más aconsejable en mujeres que no tengan hijos o practican relaciones
sexuales con varias parejas; en este caso aumenta el riesgo de infección a las trompas.
 Tras la inserción de un DIU se debe comprobar su correcta colocación mediante una
exploración o una ecografía y deben realizarse controles médicos periódicos.
 El DIU de cobre puede producir un aumento de sangrado menstrual y de dolor.
 El DIU hormonal, por el contrario, tiene un efecto beneficioso sobre el sangrado menstrual
abundante, por lo que está especialmente indicado para mujeres con ese síntoma.

Figura No. 2: Dispositivo intrauterino

c. Métodos de barrera:

El diafragma:

Es una especie de casquete de látex muy flexible que se coloca en el fondo de la vagina,
cubriendo completamente el cuello del útero. Su eficacia se calcula entre un 82% y un 96%.

 ¿Cómo funciona?: impide el paso de los espermatozoides al interior del útero, al tapar el
cuello de éste que es el principal punto de paso.

 ¿Cómo se utiliza?: el personal sanitario indicará la talla y especificará la forma de colocación.


El diafragma debe ir acompañado de una crema espermicida. (Calaf, 2005)
El preservativo femenino:

Es una funda muy fina de plástico muy fino pero muy resistente (poliuretano) que se
presenta lubricado con una sustancia a base de silicona. Recubre las paredes de la vagina y la vulva.
Su eficacia oscila entre el 79% y el 95%.

 ¿Cómo funciona?: Impide el paso de los espermatozoides al interior del útero. Es un método
muy eficaz en la prevención de enfermedades de transmisión sexual.

 ¿Cómo se utiliza?: está provisto de dos anillos: uno interior que sirve para su colocación
dentro de la vagina, y otro exterior que permanece plano y cubre los labios durante el coito.
Es un dispositivo de un solo uso. La boca del preservativo debe estar suficientemente
lubricada para evitar que el anillo exterior se introduzca en el interior de la vagina.

Figura No. 3: Preservativo femenino

d. Métodos permanentes o definitivos:

Consisten en interrumpir quirúrgicamente el lugar de paso de los óvulos y/o


espermatozoides. Son métodos permanentes e irreversibles. Su eficacia es cercana al 100%.

Ligadura de trompas de Falopio:

Es una intervención quirúrgica sencilla con los riesgos inherentes a la cirugía y anestesia
general. Durante la intervención se corta y/o ligan las trompas de Falopio, impidiendo de esta
manera el paso del óvulo desde el ovario hasta el útero.

Se puede realizar mediante varios procedimientos aunque el más frecuente es la


laparoscopia: se trata de introducir un tubo de fibra óptica por una incisión de 2 cm. Mediante unas
pequeñas pinzas, las trompas de Falopio se ligan, cauterizan y/o cortan. (Calaf, 2005)
Recientemente se ha desarrollado un nuevo método de obstrucción de las trompas llamado
ESSURE; este método consiste en la introducción de un dispositivo de titanio en el interior de las
trompas por medio de la histeroscopia, que permite el acceso al útero a través del cuello del mismo
con una fibra óptica para poder verlo. Este dispositivo se deja allí y produce en unos 2-3 meses la
obstrucción completa por una reacción de fibrosis. Para insertar estos dispositivos no se precisa
anestesia general ni hospitalización, por lo tanto los riesgos son menores. (Calaf, 2005)

Figura No. 4: Ligadura de trompas de Falpio

 MÉTODOS POCO EFICACES:

En general, estos métodos de anticoncepción involucran la participación de ambos


miembros de la pareja. Aunque poseen poca eficacia, hoy en día son ampliamente aceptados.

a. Métodos Naturales (Abstinencia periódica):

Consisten en no tener relaciones sexuales en los días considerados como fértiles (próximos
a la ovulación). Para el conocimiento de los días considerados “fértiles” existen varios métodos:

Método Ogino-Knaus (Método del rito/calendario):

Es un método natural de regulación de la natalidad. Fue desarrollado en 1924 por el


ginecólogo japonés Kyusaku Ogino, y perfeccionado por el médico Austríaco Hermann Knaus en
1928. Consiste en controlar los ciclos a lo largo de un año para comprobar su regularidad.

Para encontrar la cantidad de días en la fase infértil pre-ovulatoria, se debe registrar


durante 6 meses la duración de los ciclos menstruales, y se procede al cálculo matemático: Como el
día de ovulación es el decimocuarto antes del primer día de menstruación y se dan "4 días de
gracia", se resta 18 al número de días del ciclo más corto. Para encontrar el inicio de la fase infértil
que inicia luego de que haya ovulado, se dan 3 "días de gracia", por lo tanto se resta 11 al número de
días del ciclo más largo. Ese rango es el periodo fértil y no se puede tener relaciones en estos días.
Método Billings (Método del moco cervical):

Basado en la observación diaria del moco cervical, pues teóricamente se pueden determinar
los días fértiles mediante variaciones que sufre el flujo vaginal a lo largo del ciclo. Se distinguen tres
fases según el grado de sequedad o humedad de la vagina, correspondiendo los días de máximo
riesgo a los días en que el moco y la humedad es mayor.

Generalmente la mujer presta atención en la sensación en su vulva, y la apariencia del


descargo vaginal o moco; este conocimiento de los ciclos puede servir para no quedar embarazada
o viceversa, tanto en el ciclo normal, en la lactancia y en la transición a la menopausia.

La Organización BOM (Billings ovulation method organization) describe al Método Billings


como una manera de "Regulación Natural de la Fertilidad"; este método puede ser usado como una
forma de Planificación familiar Natural, o puede ser usado como una manera saludable de
Monitoreo Ginecológico o Autoconocimiento del propio cuerpo.

John Billings, fue un médico católico que desarrolló este método de acuerdo a su fe, sobre
la ética cristiana y la teología del cuerpo como templo de Dios. El Método Billings fue desarrollado
para una planificación familiar consciente sin importar las creencias individuales.

Thomas Hilgers creó tiempo después el Creighton Model Fertility Care System, que es una
variación del Método Billings. (Billings, 2002)

Método de Temperatura Basal:

El método de la temperatura basal consiste en registrar en tablas la temperatura corporal a


lo largo del ciclo menstrual. De este modo se advierte el desnivel de temperatura (de entre 2 y 5
décimas de grado C) producido por la secreción de progesterona en el ovario tras la ovulación. Este
método sólo diagnostica la fase infértil post ovulatoria. (Calaf, 2005)

Figura No. 5: Método Billings y Método de T° basal.


Método sintotérmico:

Este método combina algunos de los métodos anteriormente señalados. Así los cambios en
el moco cervical y el método Ogino-Knaus sirven para delimitar el comienzo del periodo fértil y los
cambios del moco y el método de la temperatura basal para calcular el final de ese periodo.
Mediante ese cálculo de los posibles días fértiles y absteniéndose de practicar el coito durante esos
días se puede prevenir un embarazo no deseado. (Calaf, 2005)

b. Métodos que interrumpen la relación sexual:

Método del coito interrumpido:

Se le conoce popularmente como el método de la marcha atrás. Consiste en retirar el pene


de la vagina antes de que se produzca la eyaculación. Es importante hacer notar que antes de que
se produzca la eyaculación, se expulsan gotas cargadas de espermatozoides que pueden llegar a
producir un embarazo no deseado, por lo que es necesario mantener un control extremo sobre la
excitación sexual. Es un método NO seguro y poco recomendable.

Espermicidas:

Son sustancias químicas que destruyen los espermatozoides en la vagina. El ingrediente


activo más frecuente es el nonoxinol-9 pero también se pueden encontrar realizados a partir de
cloruro de benzalconio, clorhexidina, menfegol, octoxinol-9 y docusato de sodio. Son comunes en
forma de óvulos vaginales y cremas. (OMS, 2009)

 ¿Cómo funciona?: funcionan como un método químico local que por su acción tóxica contra
el espermatozoide impide mecánicamente su movilidad y acorta su vida media.

 ¿Cómo se utiliza?: aproximadamente 10 minutos antes de la penetración, se introduce el


espermicida en la vagina para que, con el calor, se distribuya bien el producto.

 Consideraciones generales:
 Es recomendable utilizarlos junto con otros métodos anticonceptivos (preservativos,
diafragma o DIU), pues individualmente tiene una eficacia bastante reducida.
 Tienen un tiempo limitado de seguridad.
 El componente activo puede producir alergia en algunas personas. (OMS, 2009)
 OTROS MÉTODOS DE MUY POCA EFICACIA:

Son métodos tradicionales que no pueden considerarse “anticonceptivos”. Entre estos se


incluyen la lactancia natural y a los lavados vaginales. (Calaf, 2005)

Incluso cuando no se tengan menstruaciones durante la lactancia se pueden producir


ovulaciones espontáneas por lo que puede correrse el riesgo de quedar embarazada. De igual
forma, cualquier irrigación vaginal después de la eyaculación no impide de ningún modo el ascenso
de los espermatozoides hacia el interior del útero, por lo que se considera un método NO seguro.

3. Métodos anticonceptivos masculinos:


III. Conclusiones generales / Comentario

IV. Referencias Bibliográficas

- Billings, J. (2002). The Quest: leading to the discovery of the Billings Ovulation Method. Bulletin
of Ovulation Method Research and Reference Centre of Australia, 29 (1). Pp. 18-28
- Calaf, J. (2005). Manual básico de anticoncepción. 3ª. Ed. Barcelona: MASSON.
- Organización Mundial de la Salud, -OMS-. (2009). Criterios médicos de elegibilidad del método
anticonceptivo. Recuperado el 4/04/2012 de: http://www.who.int/reproductivehealth/publications/en/
- Velázquez, B. (2009). Farmacología básica y clínica. 18ª. Ed. Buenos Aires, Madrid: Médica
Panamericana. Pp. 668-669.

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