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mujeres por la libertad

Sanjuana Martínez

Trata de blancas
Entrevista con Marcela Loaiza
La trata de blancas y la esclavitud sexual son una realidad lacerante
de nuestros días. Pocas son las mujeres que logran escapar de las mafias
que las explotan y menos aún las que se atreven a contar su experiencia.
Presentamos el testimonio de Marcela Loaiza, una de esas heroínas.
n
Marcela Loaiza sabe que es guapa, pero nunca Hispanas con sede en Miami considera a Japón
imaginó que esa belleza le ocasionaría tantos un paraíso sexual y calcula que cada año cerca ¿Por qué esperar diez años para romper el
problemas. El más grave, convertirse en víc- de tres mil mexicanas son explotadas sexual- silencio?
tima de trata. mente en ese país, hasta donde llegan engaña- Dejé pasar diez años porque desafortu-
Además de su hermosura influyeron otros das con ofertas de trabajo para cuidar ancianos nadamente no tuve apoyo psicológico
factores: el azar, las necesidades económicas y y niños o bailar en centros nocturnos. de nadie. No tuve apoyo gubernamental
la inocencia. Tenía sólo veintiún años cuando Marcela también fue engañada, vendida de Colombia, ni jurídico. El gobierno
decidió irse a Japón a trabajar con un con- y explotada durante dieciocho meses. Padeció no cumplió su promesa de ayudarme.
trato verbal de bailarina. Muchas mujeres la esclavitud sexual en muy distintas formas. No tuve a nadie más que a mi familia.
de la zona cafetalera, como ella, se iban a Estuvo a punto de morir a consecuencia de Necesité armarme de fuerzas, de bases,
Tokio para desempeñar diversos oficios, pero una paliza propinada por un yakuza. Escapó de información sobre el tráfico de per-
su belleza fue el factor que determinó su futuro. a base de coraje y determinación. Ahora vive sonas para poder contar mi verdad.
Fue elegida por la red de trata que funciona en Estados Unidos, donde ha podido rehacer
entre Japón y Colombia para abastecer pros- su vida. Ha esperado diez años para romper ¿Y qué la hizo decidirse a escribir un libro
titutas a la mafia yakuza, un grupo criminal su silencio. contando su historia?
cuyos orígenes se remontan al siglo xvii y que Camina por las calles bulliciosas del Al ver que el problema sigue creciendo,
controla el negocio del tráfico de mujeres con centro de Coconut Grove. Aún le cuesta tra- que la demanda de mujeres latinoame-
fines de explotación sexual. La mafia reclu- bajo recordar lo que vivió. Es de noche y ricanas a Japón sigue aumentando y que
ta sólo extranjeras para consumo nacional, las luces de neón que adornan la terraza del nadie denuncia, que nadie pone rostro
particularmente latinoamericanas porque las bar resplandecen en su cabellera rubia. Se a este flagelo, pensé: “Algo tengo que
considera “las más calientes”. sienta en un sillón de terciopelo rojo y pide hacer al respecto, no puedo permitirlo,
El nombre yakuza proviene de un juego de un daiquiri de mango. Es menuda, tiene ojos tengo que alertar a otras generaciones
cartas. La peor mano es 8 (ya), 9 (ku) y 3 (za). color miel y piel blanca. Cuando empieza a de mujeres.” Me decidí a alzar la voz,
Es una de las mafias más poderosas del mundo ordenar sus recuerdos, sus ojos se humede- a contar públicamente lo que me pasó.
y está dividida en tres mil clanes con aproxima- cen. Japón, dice, es un tatuaje gravado en el “Aquí está mi rostro. Aquí está mi nom-
damente cien mil miembros radicados en Japón alma con mucho dolor. Su historia es la de bre. Fui víctima de trata.”
con el cuerpo tatuado como sello distintivo. La muchas, la de cientos o miles de mujeres. La
Organización de Estados Americanos señala cadena Telemundo pretende convertirla en ¿Usted se fue a Japón pensando que iba a
que anualmente dos mil mujeres latinoamerica- una telenovela. Editorial Planeta publicó un trabajar de bailarina?
nas son llevadas a ese país, engañadas, para ser libro bajo el título Atrapada por la mafia Nací en Armenia [capital del Quindío
explotadas sexualmente, pero hay organizacio- yakuza / Historia de una joven víctima colombiano], pero vivía en Pereira. Me
nes no gubernamentales que elevan las cifras del tráfico de personas. Esta es la primera subí a ese avión con el sueño de salir
considerablemente. La Asociación de Mujeres vez que habla para un medio mexicano. adelante. Tenía que pagar la deuda del

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hospital de mi hija de tres años. Quería Japón con tu pasaporte colombiano.” A un grupo de mujeres. Les fui pregun-
ayudar a mi mamá y a mis hermanos. partir de ese momento pasé a llamarme tando de dónde eran. Había quince
Margaretta Troff. colombianas, cinco mexicanas, dos
¿Buscaba el sueño japonés? brasileñas, tres venezolanas. Las de
Esa niña que subió al avión rumbo a ¿Qué supo después de la proxeneta? Colombia decían que eran de la zona
Japón, esa niña inocente, ilusionada, Era de Medellín, tenía en esa época cafetalera sin serlo; unas eran de Bogotá,
nunca más volvió a Colombia. La ase- como 35 años, estaba casada con un de Cali y otras ciudades, pero la mayoría
sinó Japón. El sueño se convirtió en japonés y vivía con su hijo de ocho decían que eran de Pereira, Armenia o
pesadilla. Ese sueño se fue desmoro- años. Al principio me llevó a su casa. Medellín. Después supe que las de la
nando cuando aterricé y me encontré Así lo hacía con todas las mujeres que zona cafetalera somos consideradas por
a Carolina, la proxeneta que me había compraba mientras nos hacía lavado los japoneses como las más calientes de
comprado. cerebral. Constantemente me amena- las latinoamericanas calientes.
zaba: “Voy a asesinar a tu familia”, me
¿Cómo fue que la compró? decía. Pipo le pasó toda la información ¿Cómo fue su primera noche?
Es una cadena. Una red completa. Yo sobre mí. Sabía dónde vivía, qué hacían Una de las chicas, Patricia, se hizo mi
nunca supe quién es quién. Sólo cono- mi mamá y mis hermanos, mi hija. Yo le amiga. Me dijo: “Los japoneses son
cí al amigo del amigo del amigo y así dije: “¿Qué pasa si me escapo?” Y ella polvo de gallo. La tienen pequeña y
llegué a Japón. me contestó: “No sé si llegue a tiempo casi no duele.” Atendí al primer cliente.
al entierro de su hijita.” Me fui a un hotel de la zona. Yo lloraba
¿Quién fue el enganchador? mientras él se movía encima de mí sin
Me dijo que se llamaba Pipo. Me citó en ¿Qué pasó entonces? decir una sola palabra. Duró seis o siete
un restaurante en Pereira y me entrevis- Me dijo que había pagado “mucho minutos y eyaculó. Fue horrible. Pero
tó. Yo le conté mi situación económica, dinero” por mí, que ahora era de su lo peor estaba por venir. Debía trabajar
y él aprovechó las circunstancias. Yo le propiedad y que si me portaba mal me de 10 de la noche a 5:30 de la mañana.
dije que me quería ir para pagar una vendería a la mafia yakuza. Me dijo: “Así Caminaba junto a Patricia y escucha-
deuda, y él me ofreció un millón de es la vida. Le tocó a usted. A partir de mos un estruendo de motos y gritos: “Es
pesos y me dijo: “Yo te doy el dinero ahora me debe cinco millones de yenes la mafia china, escóndete”, me dijo. Nos
pero tú te vas conmigo a cumplir un (doscientos millones de pesos colombia- ocultamos detrás de un contenedor de
contrato de trabajo en Japón de bailari- nos) y deberá pagarme veinte mil yenes basura. En ese momento pude ver cómo
na.” Nunca me hablo de otra cosa. diarios. Es su deuda por los trámites un grupo de hombres con cadenas des-
de documentos, pasajes y su manuten- cendieron de sus motos y empezaron a
¿Ni de table-dance? ción. Le pagará a la mafia Yakuza cada golpear a una de las prostitutas. Vi cómo
Nada de eso. Dijo que sólo iba a ser baila- día diez mil yenes para poder trabajar. la mataron, cómo acabaron con ella a
rina, como en Pereira, donde yo bailaba Tiene que ser bien puta. Siéntase orgu- golpes. No pude ayudarla. Fue una de
amenizando fiestas. Hacíamos eventos llosa y deje el drama para luego. Ahora las peores experiencias de mi vida.
para las familias. Hacíamos coreografías se llama Kelly.” Lloré. Intenté explicarle
y enseñábamos a bailar a la gente. que todo era un error. Le dije que fui Además de la mafia yakuza, ¿también hay
contratada como bailarina. Me siguió mafia china?
¿Viajó sola hasta Japón? amenazando y le dije: “Hago lo que Sí, los de la mafia china odian a las prosti-
Me fui de un día para otro. Pipo me pidió me pida, pero no toque a mi familia.” tutas y las matan impunemente. Entre la
que no le dijera a nadie adónde iba, ni Me vestí con una minifalda, zapatos mafia china y la yacuza no hay pleitos, se
siquiera a mi mamá. Preparé mi viaje en de tacón y plataforma y una blusa con respetan mutuamente. Cuando la mafia
secreto. Recuerdo que cuando subí a su escote. Me llevó a “putear” a la calle china llega a cazar prostitutas, la mafia ya-
coche para irnos a Bogotá me dijo: “No Ikebukuro en Tokio. Esa misma noche cuza se va. Yo quería morirme. Prefería
llores, Marcela. No te vas a morir, sólo te empezó mi pesadilla. Me dejó tirada en morirme que seguir viviendo así. Pero
vas a trabajar unos años. Con tu belleza la calle y alcancé a gritarle: “¿Cómo me uno no se muere cuando quiere, aunque
vas a volverte millonaria.” Estuvimos regreso?” Madame contestó: “Ya se lo una vez me golpearon y casi me matan.
dos días en Bogotá y me dio dos mil dije: comiendo mierda y puteando.”
dólares de viáticos. Me explicó que me ¿Quién la golpeó?
iba a ir por Holanda a Narita, Japón, y ¿La calle Ikebukuro está controlada por la Sucedió a los pocos meses de llegar a
me dio un pasaporte holandés perfecta- mafia yakuza? la calle Ikebukuro. En la habitación
mente falsificado. Yo me sorprendí, pero Sí. Es la calle de las prostitutas. Yo no del Hotel Rosado supe lo que era un
él me aclaró: “Nunca te dejarían entrar a sabía qué hacer. Caminé un poco y vi a yakuza. Llevaba todo el cuerpo tatuado.

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Sanjuana Martínez

Sentí mucho miedo. Me pidió sexo de Los pinkos son salas de masajes, pero en que tendría el apoyo del gobierno, de
mil maneras. Me penetraba violenta- realidad se trata de prostíbulos disfraza- organizaciones no gubernamentales,
mente. Cuando me pidió sexo anal me dos. ¿Me imagino que conoció todo tipo que se haría justicia, que me darían
negué. Fue entonces que me empezó a de hombres? ayuda psicológica. Que si interponía
golpear tan fuerte que finalmente acce- Hay cosas que viví que nunca voy a una denuncia tendría escolta policiaca.
dí. Sentí tanto dolor que perdí prácti- contar. Hay hombres muy locos, pero Un trabajo.
camente el conocimiento. Terminó. Me en general la mayoría sólo quiere sexo
volteó y siguió golpeándome la cara. y ya. Diez, quince o veinte minutos y ¿La repatriaron inmediatamente?
Me dejó desfigurada, con varias costi- adiós. Van a lo que van. Su momen- Mi familia me estaba esperando en el
llas rotas. Estuve hospitalizada catorce to de placer y chao. Eran pocos los aeropuerto de Pereira. Luego hice las
días, inconsciente varios días. Cuando clientes japoneses que maltrataban a denuncias y el gobierno nunca cum-
desperté tenía los ojos tan hinchados las mujeres. plió sus promesas. Me cansé de tocar
que no podía ver, tampoco hablar puertas. Jamás recibí protección poli-
porque no podía mover los labios. Aunque usted sufrió un nuevo ataque de otro cial, ni siquiera apoyo psicológico, algo
japonés... que necesitaba urgentemente. Nunca
¿Qué hizo el yakuza que la dejó media muerta? Fue del jefe del pinkos donde trabajaba. detuvieron a Carolina la proxeneta ni a
Para que no me volviera a golpear, mi Él me contó que habría una redada de Pipo el enganchador.
manilla (proxeneta) decidió cambiarme la policía de inmigración. Yo avisé a
de lugar. Me llevó a los pinkos, a las mis compañeras para que escaparan. ¿Por qué cree que no se hizo justicia?
salas de masaje. Me trasladó a Kisarazu, Y él me castigó. Me apretó el cuello La proxeneta me dijo que podía com-
un pueblo ubicado a dos horas en tren muy fuerte dejándome sin respiración. prar a la policía, a los fiscales y jueces.
desde Tokio. Mi “toka” (deuda) era de Me tiró contra un clóset. Me violó. No
cinco millones de yenes y tardaría en usó condón. ¿Cómo fue su vuelta a Pereira?
pagarla aproximadamente dos años. Muy difícil. Mi familia me apoyó, pero
Aunque el trabajo era un poco más ¿Y la policía japonesa? ¿Por qué no acudir a socialmente fue otra cosa. Me han juz-
tranquilo, jamás tuve paz en Japón, denunciar lo que le pasaba? gado. De víctima he pasado a ser seña-
pues tenía el temor de que si cometía Ellos saben que la mafia yakuza se de- lada e insultada. La mayoría de la gente
un error me venderían a la mafia yakuza dica a la trata de mujeres. De hecho, no entiende lo que quiero hacer.
o simplemente matarían a mi hija o a yo trabajé en una calle donde había
alguien más de mi familia. una estación de policía móvil y ellos ¿Cuáles son sus proyectos?
pasaban y nos veían. Sabían lo que es- Quiero ayudar. Quiero fundar una aso-
¿Qué características tiene la mafia yakuza? tábamos haciendo allí, sabían que está- ciación. Dar talleres sobre trata. Con
Ellos son el poder mayor. La mafia bamos en contra de nuestra voluntad, la mafia yakuza no me quiero meter.
yakuza manda en Japón. No pude secuestradas... Todos en Japón saben: ¿De qué serviría? Son tan poderosos.
saber mucho. Tienen chimpiras, es la policía, el gobierno, los jueces... El Durante mucho tiempo pensé que no
decir, escoltas que nos amenazaban negocio es así. habría manera de combatirla, pero he
todo el tiempo con bates de beisbol encontrado una: previniendo, denun-
de aluminio. Nunca supe quién era el ¿La deuda iba a aumentando? ciando, alzando la voz para que otras
jefe mayor. El negocio de la mafia es la Mi deuda era de cuatro millones de mujeres no caigan en el engaño. No
prostitución; de hecho, ellos no están yenes. No tuve intereses. En otros casos, me lo estoy inventando. Es una historia
de acuerdo con las drogas. No permiten cuando las niñas se ponían rebeldes, las real. Aquí está mi nombre y mi rostro:
extranjeros, las prostitutas latinas son vendían a la mafia yakuza. Y la mafia soy yo, lo viví y lo padecí por dieciocho
sólo para japoneses. te vende dos o tres veces por cuatro o meses. Si mi historia no las conmueve,
cinco millones de yenes. Trabajas y tra- que por lo menos piensen dos veces
¿No hay prostitutas japonesas? bajas y te siguen vendiendo. Te cambian antes de irse a trabajar a Japón. Y las
Existen japonesas pero en los prostíbu- de sector, ciudad y zona para seguirte que ahora sean víctimas de trata que
los cerrados; en la calle sólo hay extran- explotando. sepan que es posible regresar y reha-
jeras. Los japoneses tienen diferentes cer su vida. Curar el alma como yo.
niveles de prostitución: las geishas, que ¿Cómo logró escapar? Ahora estoy felizmente casada. Tengo
son de alto nivel, y la prostitución más Fui a la embajada colombiana de Tokio. dos hijas y un trabajo. No voy a parar
popular en lugares nocturnos como Pedí ayuda. Ellos me dijeron que me hasta conseguir mi objetivo. Esta es la
night clubs o pinkos. iban a apoyar a mi regreso a Colombia, nueva causa de mi vida. ~

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