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IGLESIA DE SAN BLAS

Es la parroquia más antigua del Cusco. Edificada en el antiguo barrio inca de "T'oqokachi" en el
año de 1563, la cualidad más saltante de este recinto turístico es que contiene un espectacular
púlpito tallado en madera de cedro, que es la más sorprendente obra de carpintería artística
de estilo churrigueresco español. Su elaboración es atribuida a manos indígenas.

La iglesia fue construida sobre un Santuario inca consagrado al culto del "Illapa" (Dios del
trueno, relámpago y rayo). Posiblemente se abrió por primera vez en 1544, durante el periodo
del segundo Obispo del Cusco, Juan Solano. Aunque algunas otras versiones dicen que fue
abierto después de 1559 por el virrey Andrés Hurtado de Mendoza.

Su estructura era simple: un plano de suelo rectangular y paredes de adobe, pero después del
terremoto de 1650 se reforzó parcialmente con paredes de piedra. Tiene una puerta y dos
columnas y una torre de piedra para la campanilla.

La iglesia de San Blas se yergue sobre la cuesta del mismo nombre, en medio de un barrio
célebre por sus tradiciones artesanales. Fue fundada como parroquia indígena en 1572 por
iniciativa del corregidor Juan Polo de Ondegardo, quien eligió la zona de Tococache, donde se
hallaban las huacas de los incas Huiracocha, Túpac Yupanqui y Huayna Cápac.

El templo actual fue totalmente reconstruido tras el terremoto de 1650, aunque conserva la
fisonomía típica de las parroquias de indios fundadas en tiempos del virrey Toledo. Es toda de
adobe, con techos a dos aguas, y posee una modesta portada carente de ornamentación. De
su exterior -despojado del balcón que servía de capilla abierta- sólo llama la atención el
campanario de cal y canto coronado por una espadaña de tres cuerpos.

Interiores
Toda la riqueza artística y ornamental de San Blas se concentra en su interior. Compuesto por
una sola nave recubierta sencillamente de madera, su moblaje litúrgico fue patrocinado por el
obispo Mollinedo, en cuyo gobierno eclesiástico se labraron los retablos y platería e incluso el
célebre púlpito, que constituye su mayor tesoro.

En 1676, el párroco Juan Bravo de Dávila y Cartagena solicitó la confección de varios cuadros
sobre la vida del obispo San Blas, que todavía adornan los muros laterales. Son notables
composiciones barrocas cuyo autor anónimo se vio influido por el estilo de Diego Quispe Tito.

De esa misma época data el final de la construcción del altar mayor y del retablo de la Virgen
del Buen Suceso, que ostentan columnas salomónicas de recargada labor. Ambos fueron
dorados por el maestro indígena Juan Tomás Tuiru Túpac. También son admirables sus
frontales de plata, sobre todo el de la Virgen del Buen Suceso, obra maestra de la platería
cusqueña en la era Mollinedo.

Las imágenes
Entre las imágenes religiosas más notables cabe mencionar a los dos arcángeles de ampuloso
movimiento, en maguey y tela encolada. Son obras típicas de la imaginería cusqueña del siglo
XVIII y nos recuerdan la ancestral habilidad de los artesanos de San Blas.
Hay columnas barrocas e imágenes esculpidas de los cuatro evangelistas: San Mateo, San Juan,
San Marcos y San Lucas. En la parte central está la escultura de la "Inmaculada Concepción".
En el tórax del púlpito está la efigie del Santo Patrocinador de la parroquia: San Blas; con ropa
obispal. Sobre esta imagen se encuentra el escudo de armas del obispo Mollinedo y Angulo.

También están las esculturas de los doctores de la iglesia, San Bonaventure, Santo Tomás de
Aquino, San Agustín, San Gregorio, San Jerónimo, San Bernardo y San Francisco. Finalmente,
coronando el púlpito y apoyado por cinco arcángeles, está la escultura de San Paul de Tarsus
(un autor cusqueño afirma que es Santo Tomás, y algunos otros que es Jesús) con un crucifijo
en su mano; antes de los pies de San Paul hay un cráneo que se supone que pertenece al autor
del púlpito.

El magnífico púlpito barroco


Pero es el púlpito, de insuperable talla barroca, la obra que cautiva la atención del visitante.
Terminado hacia 1692, representa la realización más alta de un género que ocupó a los
mejores talaldores de la región. Su composición incluye una serie de alegorías sacras
triunfalistas, claramente inspiradas por la ideología de la Contrarreforma.

Siempre ha despertado polémica la autoría de esta pieza, atribuida sin mayores fundamentos a
Juan Tomás Tuyro Túpac, Diego Martínez de Oviedo y fray Luis Montes. La tradición oral
también tiene una versión, recogida por Ángel Carreño en sus "Tradiciones Cusqueñas".

Según esta tradición el autor del púlpito es Esteban Orcasitas, pero en el libro aparece como
Juan Tomás Tuyro Tupaq, que era quechua y cusqueño, mas en esta versión tradicional él es
un leproso de Huamanga (Ayacucho). La historia dice que él tuvo un sueño en el que la "Virgen
Santa del Acontecimiento Bueno" le dijo que si quería sanarse de la lepra tenía que buscarla en
la plaza pequeña de Arrayanpata en la Ciudad del Cuzco.

Luego de una jornada larga la pintó en una pared y apenas terminó de cubrirla con el "Lirpuy-
Phaqcha" la capilla se desplomó, entonces la invocó llorando y encontró unos pétalos de rosa
con los que frotó su cuerpo entero y sanó de su enfermedad. La pintura quedó intacta sobre
un pedazo de pared, la misma que se movió hacia la iglesia de San Blas. Los pobladores
acordaron construir un retablo y un púlpito para la Virgen.

El costo del púlpito se estimó en 1400 pesos, mas los quechuas agradecidos se
comprometieron a construirlo sin cobrar por el trabajo. Fueron cuatro años de laborioso
tallado en madera de cedro, pero cuando finalizó el trabajo un quechua faltó a su juramento
cuando pidió al cura de la iglesia 70 pesos para un agasajo y después de atar encima del
púlpito la estatua de San Pablo le cayó una tabla quitándole la vida. Su cadáver se enterró bajo
éste y luego se sacó su cráneo y se puso ante los pies del San Pablo, escultura dónde se ve
hoy.

Hasta aquí la tradición oral; sin embargo, existe una profusión de pruebas que afirman que el
tallado se concretó gracias al financiamiento del obispo Manuel Mollinedo y Angulo, gran
protector de las artes, cuyo período llegó hasta fines del siglo XVII.
Como cualquier otro púlpito normal, el de San Blas tiene un balcón (cubeta), un tórax (cuerpo
principal), una tabla sonora (cupola), y una galería (entrada). La cubeta es esférica y está
apoyada por una estructura de bronce que contiene ocho bustos humanos que representan a
los herejes del catolicismo, éstos son:

 Martin Lutero, creador del Luteranismo y jefe de la reforma religiosa en Alemania.

 Juan Calvino, fundador del Calvinismo en Francia y Suiza.

 Ulrich Zwingli, amigo y seguidor de Calvino.

 Enrique VIII, el rey de Inglaterra que negó la autoridad del Papa y creo el Anglicanismo.

 Elizabeth de Inglaterra, hija y seguidora de Enrique VIII.

 Arius, nativo de Alejandría y fundador del Arianismo.

 Phocion que, junto con Arius, hizo el gran cisma griego ortodoxo o el cisma oriental.

 Catalina de Bora, la esposa de Lutero.

Altar principal
Igualmente, el altar principal de la iglesia está tallado en madera de cedro y dorado con
hojuelas de oro, con un estilo mixto al estilo barroco. Fue posiblemente tallado por Juan
Tomás Tuyro Tupaq y su equipo de quechuas.

En la pared oriental hay otro retablo perteneciente a la "Virgen del Acontecimiento Bueno",
construido en 1678. Este sí, atribuido a Tuyro Tupaq y su hijo Mateo. Hay algunos otros
retablos que pertenecen a San Blas, San José y al Jesús moreno, conocido como el "Señor de la
Agonía". Este último tiene brazos y cabeza movibles. Su color moreno se debe a que está
cubierto con un pergamino hecho del cuero de la llama.

Sobre las paredes laterales cuelgan ocho cuadros anónimos con marcos dorados
impresionantes. Ellos representan el martirio de San Blas. Y dentro del baptisterio
encontramos una pintura de Jesús.

Dirección: Plazoleta de San Blas.


Horario de visitas: L-S 14:00-17:30

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San Blas es hoy un barrio céntrico de la ciudad conocido como el "Barrio de los Artistas", con
callejuelas estrechas y retorcidas, muchas de ellas empinadas; en el Inkario fue uno de los más
importantes de la ciudad y su nombre era "T'oqo-kachi" ("t'oqo": hueco, "kachi": sal); barrio
como los demás habitado por la nobleza Quechua. Al parecer la iglesia fue erigida sobre un
santuario Inkásico dedicado al culto del dios "Illapa" que está compuesto por el Rayo, Trueno y
Relámpago. Posiblemente la iglesia haya sido estrenada en 1544 por el segundo Obispo de la
Ciudad el dominico Juan Solano, aunque según otras versiones debió ser después de 1559
como consecuencia de la provisión de virrey Andrés Hurtado de Mendoza por la cual los
"indios" debían construir iglesias para su adoctrinamiento en los barrios donde vivían. Su
estructura era simple, con planta rectangular y paredes de adobe, mas luego de los terremotos
en 1650 y 1950 la estructura ha sido parcialmente reforzada con paredes de piedra. Cuenta
con una sola nave y dos puertas delante de las cuales hay sendas plazas, y un campanario de
piedra edificado luego del sismo de 1950 en lugar del original de adobes.

En el interior de la iglesia se halla una de las más grandes joyas del arte colonial en el
continente: el Púlpito de San Blas; que es filigrana hecha en cedro por manos expertas en el
manejo de la gubia. No se conoce con certeza quien o quienes lo ejecutaron, cuanto tiempo
tomó el trabajo, ni muchos otros detalles del mismo; sin embargo, el púlpito está allí como
mudo testigo de una gran devoción y trabajo dedicado. Existen pruebas suficientes para
afirmar que fue mandado a hacer con el peculio del Obispo mecenas Manuel Mollinedo y
Angulo por lo tanto fue hacia finales del siglo del siglo XVII; hay serias discrepancias en cuanto
a la identidad del artista ejecutante.

Muchos aducen que fue obra del más famoso tallista y ensamblador Quechua Juan Tomás
Tuyro Tupaq, coetáneo y protegido de Mollinedo y Angulo, quien le encargó la ejecución de
numerosas obras; pudo también ser obra de otros artistas contemporáneos de Mollinedo
como Martín de Torres, Diego Martínez de Oviedo que hizo el monumental Altar Mayor de la
Compañía de Jesús, o el franciscano Luis Montes que hizo el coro de San Francisco; la tradición
oral tiene su versión recogida por Ángel Carreño que en los manuscritos de sus "Tradiciones
Cusqueñas" tenía consignado el nombre de Esteban Orcasitas como el autor del púlpito; pero,
para la 1a. edición de su libro el nombre fue cambiado por el de Juan Tomás Tuirutupa, quien
como es conocido fue Quechua y cusqueño pero que de acuerdo a esa versión tradicional fue
un tallador leproso de Huamanga (Ayacucho), que en cierta ocasión tuvo en sus sueños la
revelación de la "Santísima Virgen del Buen Suceso" quien le dijo que si quería curarse de su
lepra debía buscarla en la plazuela de Arrayanpata en la ciudad del Qosqo; luego de un largo
periplo y muchas desgracias, un día la encontró pintada en un muro al haberse desplomado el
techo de la capilla de "Lirpuy-phaqcha" cayendo de rodillas y bañado en lágrimas la invocó,
convirtiéndose el rosario de la virgen en pétalos de rosas con las que se restregó el cuerpo
quedando completamente curado; la facción de la pared conteniendo la imagen fue cortada y
trasladada al templo de San Blas, acordándose construir un altar y un púlpito para la virgen; el
tallador Quechua en gratitud al milagro recibido se comprometió y juró hacer el púlpito sin
cobrar un centavo por el trabajo presupuestado en 1400 pesos; obra que le llevó 4 años de
ardua labor con madera que fue cortada en la plaza de Kusipata (hoy Regocijo) de un enorme
árbol de cedro. Mas, al terminar la obra el tallista faltó a su juramento al pedirle al cura 70
pesos para agasajar a una mestiza cusqueña, y luego de asegurar la imagen superior de San
Pablo en el tornavoz del púlpito, dio un paso en falso y cayó falleciendo poco después; sus
restos fueron enterrados debajo del púlpito pero tiempo después sacados y su cráneo
colocado debajo de la imagen de San Pablo, donde hoy se puede apreciar.

Al igual que cualquier púlpito normal, el de San Blas, tiene una base (pedestal), un antepecho
(tórax o taza), un respaldo, un dosel (tornavoz), y un corredor (entrada). La Base es esférica y
está sostenida por una estructura de bronce, contiene ocho bustos humanos que representan
a los herejes del catolicismo y son: Martín Lutero, creador del luteranismo y jefe de la reforma
religiosa en Alemania; Juan Calvino, fundador del calvinismo en Francia y Suiza; Ulrico Zwinglio,
amigo y seguidor de Calvino; Enrique VIII, Rey de Inglaterra negó la autoridad del Papa y creó el
Anglicanismo; Isabel de Inglaterra, fue hija y seguidora de Enrique VIII; Arrio, originario de
Alejandría y fundador del arrianismo; Focio, junto a Arrio dio lugar al gran cisma de los griegos
ortodoxos o cisma de Oriente; Catalina de Bora, esposa de Lutero. Encima, en la Taza se hallan
columnas barrocas entre las que se encuentran la imágenes talladas de los cuatro evangelistas,
San Mateo, San Juan, San Marcos y San Lucas; y en la porción central la imagen de la
"Inmaculada Concepción María Santísima del Buen Suceso". En el Respaldo está grabada en
alto relieve la efigie de San Blas, Patrón de la Parroquia, con vestido pontifical; encima de esa
imagen está el escudo del obispo Mollinedo y Angulo. En el Tornavoz (amplifica la voz de quien
da el sermón) que es bastante exornado se hallan esculturas de los doctores de la iglesia, San
Buenaventura, Santo Tomás de Aquino, San Agustín de Hipona, San Gregorio Magno, San
Jerónimo, San Bernardo y San Francisco de Sales. Finalmente coronando el púlpito, sostenido
por cinco arcángeles aparece la escultura de San Pablo de Tarso (Carreño cree que es Santo
Tomás y otros que es Cristo) con un crucifijo en la mano; a los pies de San Pablo se encuentra
el cráneo que según se aduce pertenece al autor del púlpito.

El Altar Mayor de la iglesia, es igualmente imponente; tallado en cedro y dorado con hojas de
oro, tiene un estilo mixto donde dominan las columnas salomónicas (retorcidas) propias del
barroco; fue dorada y posiblemente también ejecutada por Juan Tomás Tuyro Tupaq y su
equipo de tallistas, en su porción central se halla la Virgen de la Inmaculada Concepción y
encima la imagen de San Blas. Sobre el muro oriental existe otro retablo obra de Tuyro Tupaq y
su hijo Mateo hacia 1678, corresponde al de la "Virgen del Buen Suceso". Hay otros retablos
que corresponden a San Blas, San José y un Cristo moreno conocido como el "Señor de la
Agonía" que posee brazos y cabeza articulados (se pueden mover), su color oscuro es porque
está recubierto con pergamino de llama. Sobre las paredes laterales se observan 8 lienzos
anónimos con impresionantes marcos dorados, representan el martirio de San Blas, Obispo de
Tucumán. Dentro del baptisterio existe un lienzo de un Cristo con evidente cuerpo femenino;
hacia la derecha de la entrada una cruz torcida de una sola pieza de madera de Chachacomo
(un árbol nativo de los andes). La iglesia ostenta además, un coro alto con balaustradas de
cedro dorado

https://es.scribd.com/document/340081786/Historia-Del-Barrio-de-San-Blas

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