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SEMINARIO REFORMADO LATINOAMERICANO

JOSUE JIMENEZ GALARZA

SERMÓN DE NEOMATOLOGÍA

MEDELLIN, 14 DE AGOSTO DEL 2018


Andamos conforme al Espíritu
Romanos 8:1-4
1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no
andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y
de la muerte.
3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios,
enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al
pecado en la carne;
4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la
carne, sino conforme al Espíritu.

BOSQUEJO
I. Una declaración sublime. V1
II. Primera razón para dicha declaración. V2
III. Segunda razón para dicha declaración. V3-4

INTRODUCION
El apóstol Pablo ya del capítulo 1 a 3 ha estado dando un análisis detallado de la
condición depravada del hombre, dejando pues a todos sin escusa, aún dice en el
versículo 9 del capítulo 3, ¿Qué pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? Su respuesta
a esta pregunta es, un ni siquiera lo pienses en ninguna manera, que nosotros seamos la
excepción en ser los mejores, en tener una condición justa delante de Dios, hemos
acusado a judíos a gentiles, que todos están bajo pecado, esto encierra a todo ser
humana, y por las obras de la ley ningún ser humano será justificado. De acuerdo a
esto en el versículo 21 del capítulo tres Pablo presenta la fe en Cristo como la justicia de
Dios, de tal manera que la Justicia de Dios es gratuita por su gracia. Él es el que
justifica, y al que tiene fe en Cristo Jesús su fe le es contada por justicia; en el Salmo 31
en sus dos primeros versículos David nos habla de lo bienaventurado que es el hombre a
quien Dios le atribuye justicia sin obras, pero también debemos de decir que no solo son
bienaventurados, sino que justificados pues por la fe tenemos paz para con Dios, por eso
uno puede ser y sentirse bienaventurado, por que Cristo a su tiempo murió por nosotros,
Dios muestra su amor para con nosotros, siendo enemigos fuimos reconciliados con
Dios por la muerte de su Hijo, y ahora hemos sido libertados del pecado y de la muerte
que era nuestra condenación segura, pero más ahora libres de esa condenación somos y
siervos de Dios que andan conforme a su Espíritu.
El capítulo 8 trata de esto mismo de que el cristiano ya no tiene más una vida de
condenación, por causa del pecado, sino una vida libre, sin condenación en virtud de la
obra redentora de Cristo, aplicada por el Espíritu Santo. Del capítulo 8 se ha dicho que
es el clímax del argumento del apóstol Pablo en cuanto a la santificación del cristiano,
así como fue el capítulo 5 el clímax en cuanto a la justificación del pecador, pero no
solo eso sino que empieza sin condenación por Dios y termina sin separación de Dios.
Y nuestro texto a estudiar abarca los primeros cuatro versículos de este hermoso
capítulo. Y el apóstol Pablo arranca con

I. Una declaración sublime. V1


1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no
andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Este versículo tiene la declaración más importante, y sublime que alguna vez el hombre
pueda escuchar “ninguna condenación hay”, todo hombre urge que sea declarada sobre
el “ninguna condenación hay” para ti, y esto es así por cuanto todos pecaron y están
destituidos de la gloria de Dios, el juicio de Dios vino por causa de un solo pecado para
condenación, estos pasajes de Romanos 3 nos dicen que todos están bajo pecado y que
por tanto todos están en condenación, están bajo el castigo como resultado de una
sentencia judicial, y horrenda cosa es caer en las manos de un Dios vivo, nos dice
Hebreos 10:31, aunque todo hombre necesita ser librado de la condenación, no todos
reciben tal bendición sublime, y los que reciben tal bendición no lo reciben porque lo
mereciera si no por gracia por los méritos de Cristo quien llevo nuestros pecados, por
los que merecíamos ser condenados, cundo Pablo está diciendo ninguna condenación,
en otras palabras lo que está diciendo es que los que están en Cristo son declarados
justos y esto para todos aquellos que están en Cristo Jesús y solo para estos es que no
hay ninguna condenación. Hermanos el apóstol Pablo está siendo muy claro aquí de que
la no condenación, o el ser declarados justos, es única y exclusivamente en el la persona
de Cristo, fuera de Cristo no hay, ausencia de la realidad de una condena. Y es la única
manera de que alguna vez puedes ser libre de la condenación del pecado. A los que
estamos en Cristo Pablo nos describe como los que no andan conforme a la carne,
porque ya no vivimos más en la carne, sino conforme al Espíritu, esto nos aclara
versículos más adelante, en el versículo 13 dice que, porque si vivimos de manera
continua conforme a la carne moriremos, y si esto es así entonces esto es un indicativo
de que no estamos en Cristo y por tanto permanecemos en condena.
Conforme avanzamos el apóstol Pablo nos da la primera razón para decir ninguna
condenación hay para los que están en Cristo esto lo vemos en el versículo 2 veamos
entonces nuestro segundo encabezado.

II. Primera razón para dicha declaración. V2


2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y
de la muerte.
Pablo en el capítulo 7 dice de sí mismo “porque no hago el bien que quiero si no el mal
que no quiero, eso hago” y casi al final en el versículo 24 exclama diciendo “miserable
de mi ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?” aún después de esto él puede decir
“ninguna condenación hay para los que están en Cristo” como ya lo hemos visto en el
primer encabezado, ahora nos dice, el porqué, y la razón es que la ley del Espíritu de
vida en Cristo Jesús me ha librado de aquello que me tenía bajo condenación la ley del
pecado y la muerte.
En cuanto a la ley del Espíritu de viada que menciona Pablo, Hendriksen dice al
respecto “La ley del Espíritu de vida es la operación poderosa y efectiva del Espíritu
Santo en los corazones y vidas de los hijos de Dios” (HENDRIKSEN 2006)
Veremos más adelante como nuestro último encabezado que pablo nos da una segunda
razón para decir “ninguna condenación hay para los que están en Cristo” y
describiremos la obra de redención que Cristo hace, pero lo que pablo está diciendo en
el versículo dos es crucial porque la obra redentora hecha por Cristo es aplicada por el
Espíritu santo en el creyente; y básicamente esto es lo que podemos notar en este
versículo. Dios el Padre y Cristo, no nos dejaron ahí solo con un cumplimiento como un
hecho histórico la obra de redención, lo que Cristo vino a reconciliarnos con el Padre,
librarnos de la condena que merecían nuestros pecados y a librarnos de la esclavitud de
nuestros pecados, sino que el Espíritu Santo o como Pablo lo llama el Espíritu de vida
proveniente tanto del Padre como del Hijo hizo que sea una realidad en nuestras vidas,
John Piper dice referente a esto de que “La muerte de Cristo no aleja la ira de Dios de
todas las personas. Para poder beneficiarnos del trabajo que Dios ha hecho fuera de
nosotros, ahora debemos experimentar el trabajo que él hace dentro de nosotros por
medio del Espíritu Santo.” (Piper 1980)
El Espíritu Santo dice que nos ha librado de la ley del pecado y de la muerte Juan
Calvino dice que la ley del pecado y de la muerte “se refiere al dominio de la carne y a
la tiranía de la muerte que la sucede” (Calvino 2005), entonces el apóstol Pablo lo que
está diciendo es que nos liberto, nos sacó del dominio del pecado, dentro este dominio
nos encontrábamos completamente inútiles incapaces de cambiar nuestra realidad,
éramos incapaces de zafarnos del pecado, éramos débiles en la carne en nada podíamos
cooperar, solo el Espíritu de vida, vino con poder y autoridad y nos liberto y de esa
manera como dice, el versículo 5 del capítulo 5 es que el amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. Así que dice
Esproul “el Espíritu Santo nos regenera y nos aviva a la vida espiritual, esta acción da
como resultado el despertar del alma a la fe salvadora.” (Sproul 1990)

III. Segunda razón para dicha declaración. V3-4


3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios,
enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al
pecado en la carne;
4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la
carne, sino conforme al Espíritu.
Con la segunda razón nos dice el apóstol Pablo que lo que era imposible para la ley, por
cuanto era débil por la carne, Dios lo hizo posible, ¿pero que era imposible apara la ley?
Lo que es imposible para la ley es librar de la condena, la ley puede ser el hayo, puede
ser el maestro, y enseñarnos que es el pecado, la ley es santa, justa y buena, puede
ordenar, pero la carne no le obedecerá, porque no está sujeta ella, por eso era imposible
para ley producir personas justas delante de Dios por cuanto trataba y aun trata con
personas caídas, notemos que no es que hay algo malo en la ley, es más el apóstol Pablo
mismo dice en el capítulo 7:12 la ley a la verdad es santa y el mandamiento es justo y
bueno, entonces el problema no está en la ley si no en la carne, el hombre, que está en
enemistad con Dios, pero en lo que la ley era ineficaz, Dios hizo eficaz y posible una
vida santa para los que andan conforme a su espíritu.
¿Pero como fue Posible lo imposible para Dios? continua diciendo el versículo tres que
Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado,
condenó al pecado en la carne; así es como Dios hizo posible, dice respecto a esto
Guillermo R. Newell que, “el propósito de Dios, según se revela en este pasaje, era
llegar al pecado en su relación con la carne humana y tratarla en la cruz por medio de
una justa condenación, para que el pecado ya no tuviera derechos en el cuerpo humano”
(Newell 1949)
Dios envió a Cristo, Dios no escatimo ni a su propio hijo si no que lo entrego por todos
nosotros, esto es sorprendente, ¿Quieres sorprenderte? ¿Quieres algo magnifico?,
¿quieres observar algo grande?, mira lo que Dios ha hecho y sorpréndete, esto es
magnífico. Cristo se humillo hasta lo sumo esto, en semejanza de carne de pecado esto
quiere decir que la vida santa y pura sin pecado de nuestro señor Jesucristo fue hecha
ofrenda por el pecado por esto dice el apóstol Pablo y a causa del pecado, condenó al
pecado en la carne, v4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, toda esta
obra de redención de Cristo podemos sentirla y experimentarla en nuestras vidas solo
en virtud de la obra del Espíritu de vida que aplica todo esto del v3 que es una obra
externa a nosotros. Sin el Espíritu Santo no nos libertara como dice el v2, o sino hiciera
su obra regeneradora aplicando la obra redentora hecha por Cristo seria inerte. Pero
Dios hizo lo imposible para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros que
andamos no conforme a la carne si no conforme al Espíritu, a razón de nuestra posición
en Cristo, lo que se evidencia en el cristiano que ha sido justificado o sea sin condena es
que anda no conforme a la carne si no conforme al Espíritu.
Quiero concluir con estas palabras, solo hay dos grupos donde puedes estar, pero si
estas en lo uno no puedes estar en lo otro, no puedes no estar en uno de estos grupos, y
uno de los grupos es de aquellos que están sin ninguna condenación, el otro grupo es de
aquellos que están en condenación en este están todos en cuanto nacen, y si cada falta
que hicieres, ante los hombres, y ante Dios, se registrara cuan larga seria esa lista, si
pidiéramos a las personas que te conocen y a tus padres que entregaran unas hojas de las
faltas que cometiste y si las paredes de tu casa y aun los de tu habitación personal
pudieran hablar y escribir ¿Cuántas faltas? ¿Cuántas perversidades, cuantos pecados que
te condenan estarían registrados? Si tu conciencia tuviera manos te acusaría, por esto y
por todo lo que hiciste y aun el hecho de que hayas nacido en este mundo naces ya
dentro el grupo de aquellos que están en condenación, y si no hay en ti un andar en el
espíritu conforme a la palabra de Dios, tu necesidad mayor es no satisfacer los deseos de
tu carne, sino que lo imposible ya hecho por Cristo sea aplicada a ti por medio del
Espíritu Santo para que seas librado del pecado y de la muerte eterna, ruega al señor que
tenga misericordia de ti.
Y para ustedes que ya mora el Espíritu de Cristo, debemos de andar como hijos de luz,
andando en el Espíritu, andemos como libres del pecado no entrando en tentaciones y
pecados de las cuales ya el Espíritu Santo nos libró en Cristo Jesús, si aún luchamos con
nuestra carne queriendo pecar recuerda que Cristo ya ha vencido al pecado y a la
muerte, por cuanto ha sido condenado el pecado en su muerte mismo, y como el Padre
lo resucito, y lo llevo a su presencia triunfante sobre el mal, y nosotros por el Espíritu
que mora en nosotros y por medio del Espíritu, Cristo en nosotros, al final de los días
seremos llevados a la presencia de Dios triunfantes sobre el mal así como nuestro señor
y salvador Jesucristo.
Bibliografía
Calvino, Juan. Comentario a la Epistola a los Romanos. EE.UU: Libros Desafío , 2005.

Hendriksen, William. Comentario Al Nuevo Testamento Romanos . Ee.Uu: Libros


Desfío, 2006.

Newell, Guillermo R. Romanos . Moody, 1949.

Piper, John. «La ley liberadora del Espíritu de la vida .» 1980.

Sproul, R.C. El Misterio del Espíritu Santo . Miami, 1990.

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