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Alex Loayza
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All content following this page was uploaded by Alex Loayza on 17 July 2018.
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La memoria y el discurso o cial sobre la Independencia, que de nieron las estas cívicas, los Suscribir
símbolos y las guras heroicas, siempre han sido objeto de controversias y con ictos producto
de, en un primer momento, las diferentes memorias individuales y sociales sobre la guerra, y, en
Publicaciones
un segundo momento, de las particularidades del discurso nacional que cada gobierno quería Relacionadas
constituir acorde a sus proyectos políticos. Este breve artículo tiene por objeto re exionar sobre
Metáfora y realidad de la
cómo se ha representado la Independencia peruana entre los siglos XIX y XX dentro del discurso
independencia en el Perú,
nacional a partir de los conceptos de memoria social y política de la historia. de Heraclio Bonilla
Daniel Morán.
El primero se re ere a cómo una sociedad interpreta y se apropia de su pasado. Esta memoria
es producto de las experiencias individuales en determinado contexto social, el cual además Mesa Verde: Metáfora y
realidad de la
está inmerso en determinados patrones de representación del pasado. El segundo concepto, de Independencia en el Perú
otra parte, es “un campo de acción en el cual actores políticos luchan por la interpretación Heraclio Bonilla.
pública de la historia”. Es decir, cómo determinados temas históricos cobran actualidad política y
Las memorias de
se ven involucrados en disputas por el poder y su legitimidad. Ambos conceptos están construcción del
interrelacionados dado que los actores políticos necesitan de una memoria social de apoyo que liderazgo en María Elena
Moyano en su
les permita establecer determinado discurso histórico o cial. No se puede de manera arbitraria confrontación contra el
“inventar tradiciones”, más aún si tenemos en cuenta la existencia de testimonios y de una PCP-SL
comunidad de historiadores que avalan determinados hechos históricos. 1 En lo que sigue, Alonso Galvan Ferril.
analizaremos con estos conceptos dos temas que articulan las controversias sobre la América Latina, la
representación de la Independencia: el protagonismo de Lima y los libertadores, y su carácter independencia y la actual
política Argentina.
revolucionario.
Conversación entre Tulio
Harperin, Carlos
Siglo XIX: memoria social y política de la historia Contreras y Martín
Tanaka
La Independencia peruana fue una guerra civil. Como tal, estuvo cruzada por una serie de Martín Tanaka.
con ictos sociales, donde las lealtades fueron cambiantes y la línea entre la traición y la acción
Prensa y opinión pública
patriótica fue difusa. Si bien estas a rmaciones se pueden extender al proceso de entre la revolución de
independencia de los demás países hispanoamericanos, en el caso peruano su situación se independencia y el
bicentenario
complica aún más por la presencia de ejércitos extranjeros cuya prioridad política era asegurar
Daniel Morán.
su propia independencia y estabilidad futura más que la del Perú. La Independencia fue una
coyuntura de violencia política que no empezó con su proclamación en Lima el 28 de julio de
1821, ni mucho menos terminó con la batalla de Ayacucho en 1824. La memoria sobre los Artículos Destacados
con ictos de esta guerra, sin embargo, parecía haberse olvidado debido a que el bando
Las variaciones del amor
vencedor se encargó de difundir una versión del con icto libre de ambigüedades y de hechos romántico a través de
que podrían manchar su gloria. Tinder
Luciana Reátegui.
L b li l id d á i
Las rebeliones contra la autoridad monárquica
en el Perú se pueden rastrear desde la década
Las rebeliones contra la La captura de Abimael, 25
años después.
de 1810, pero con la llegada de José de San autoridad monárquica en el Perú Comentarios a Abimael:
Martín (1821) y Simón Bolívar (1823), su se pueden rastrear desde la década el sendero del terror, La
hora nal y La Guerra
memoria fue apartada del discurso o cial. En el de 1810, pero con la llegada de José Senderista
afán de prevalecer sus acciones, establecieron de San Martín (1821) y Simón Bolívar Rolando Rojas.
un calendario cívico donde además de (1823), su memoria fue apartada del La evaluación de la
conmemorar sus propias guras heroicas se política pública de la
discurso o cial.
celebró las fechas relativas a las efemérides consulta previa
nacionales de Río de la Plata, Chile y la Gran Colombia, cuyos ejércitos estaban en suelo Iván Lanegra.
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peruano. En contraposición a este discurso, pronto surgieron voces críticas, como la del Entrevista a Tania
bisemanario La Abeja Republicana (1822-1823), que no solo cuestionaban la política de San Pariona: los desafíos
persistentes hacia
Martín, sino que a rmaban que el verdadero día de la Independencia debía ser el 20 de políticas interculturales
septiembre, cuando se estableció el Congreso Constituyente de 1822, es decir, cuando se dio efectivas
inicio a un gobierno dirigido por peruanos. Asimismo, ubicaban en la rebelión de Túpac Amaru II Tania Pariona.
el inicio de las acciones contra el despotismo español. 2 Pero no hubo éxito en cambiar la
versión o cial, más aún por los con ictos políticos entre los libertadores y algunos líderes
criollos como José de la Riva Agüero y el Marqués de Torre Tagle, quienes fueron considerados
traidores, acabando literalmente desterrados de la memoria de la gesta patriótica. Tras el
gobierno de Bolívar, se reconoció el 28 de julio de 1821 como la fecha de la esta nacional,
estimulando, como menciona Pablo Ortemberg, el centralismo simbólico limeño, al desplazar a
un lugar secundario el recuerdo de la batalla de Ayacucho de 1824. 3 En términos generales, ello
fue continuado por los siguientes gobiernos, presididos algunos de ellos por exmilitares
realistas que se pasaron al bando de San Martín a último momento (p. e. José de la Mar, Agustín
Gamarra y Andrés de Santa Cruz).
Si bien esta memoria o cial se mantuvo en Lima, otra fue la realidad fuera de esta ciudad. Por
ejemplo, Francisco de Zela, el líder de la rebelión de Tacna de 1811, fue mantenido en la
memoria de su familia y luego de su ciudad, convirtiéndose en parte importante de su identidad
regional, mientras en el discurso o cial nacional no tenía presencia.
A mediados del siglo XIX, se encuentra en la Independencia la explicación de los problemas del
Perú. En la catedral de Lima, el 28 de julio de 1846, el sacerdote Bartolomé Herrera dio un
sermón en el que explicaba los males del Perú como consecuencia de que la Independencia fue
entendida como una revolución liberal hecha por el hombre y no como un proceso de
emancipación nacional establecido por Dios. Para subsanar ese error y conseguir estabilidad y
progreso, era necesario volver a la senda del orden y los valores hispano católicos, base de la
nación peruana. A Herrera, diputado y ministro entre 1849 y 1860, la Independencia le sirve
para fundamentar su proyecto político conservador.
La historiografía del siglo XIX, básicamente limeña, en términos generales, fortaleció el discurso
o cial y liberal sobre la Independencia. Mariano Felipe Paz Soldán, en su Historia del Perú
independiente (1868-1873), no solo dio mayor importancia a las acciones de los ejércitos
extranjeros, sino que además construyó la imagen positiva del libertador San Martín, que aún se
mantienen en el discurso histórico. Francisco Javier Mariátegui, integrante del primer Congreso
Constituyente y opositor a San Martín y Bolívar, en sus Anotaciones a la historia del Perú
independiente de don Mariano Felipe Paz Soldán (1869), le criticará la poca atención prestada a la
acción patriótica criolla e indígena antes de 1820 y de sobrevalorar políticamente a San Martín,
quien además de gobernar de espaldas a la población y establecer un régimen represivo, dio un
ejemplo pernicioso para los posteriores gobiernos peruanos. Pese a esta discrepancia entre la
historia y la memoria, prevalecerá la visión de Paz Soldán, y será la que se difunda en textos
escolares y en la celebración de los cincuenta años de la Independencia peruana. 5 Para cerrar
este periodo, es necesario mencionar que la guerra con Chile (1879-1883) marcará
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El siglo XX está marcado por el establecimiento de un discurso histórico nacional que busca
peruanizar la Independencia sin cuestionar el protagonismo de los libertadores. La historiografía
en ese sentido dio importancia a la gura de los precursores ideológicos del siglo XVIII, aunque
básicamente vecinos de Lima, evidenciaban el surgimiento de una conciencia nacional que hizo
posible la Independencia. La historiografía hispanista retomará las ideas de Herrera y a rmará
que la base de esa conciencia nacional mestiza (unión de lo hispano e indígena) se creó en el
virreinato, por lo que la Independencia no fue una ruptura o revolución, sino parte de un
proceso de maduración nacional. En contraparte, el bicentenario del nacimiento de Túpac
Amaru II en 1942 fue motivo para que los indigenistas cuzqueños lo convirtieran en una gura
precursora que demostraba la participación activa de la población indígena en la gesta patriota
revolucionaria no solo con acciones directas, sino además con la gestación de una conciencia
nacional inca.
Augusto B. Leguía, quien apartó a la oligarquía civilista de la política con un golpe de Estado en
1919 y propuso medidas modernizadoras y reformas sociales bajo el lema de la “Patria Nueva”,
en la celebración del Centenario de la Independencia llevó a cabo grandes festividades, en el
contexto de las cuales diversas colonias extranjeras donaron monumentos conmemorativos.
Pero era evidente que había un problema para gurar la Independencia con referentes
peruanos en la escultura urbana limeña. El centro de la celebración eran los libertadores: se
inauguraron la plaza San Martín y el Museo Bolivariano, además de circular sus retratos en
billetes y estampillas. La estatua de Manco Cápac, donada por la colonia japonesa por
sugerencia del alcalde de Lima y vicepresidente de la república Federico Elguera, estaba más
vinculada con el indigenismo de la “Patria Nueva” que con la Independencia. Lo cual lleva a otro
punto: se buscaba resaltar la gura de Leguía. En las estampillas y billetes dedicados a los
p g g p y
libertadores aparece el retrato del presidente. Si había algún héroe peruano de la
independencia, este parecía ser Leguía.
Algo diferente sucedía en otras capitales de provincia, donde el Centenario fue una ocasión para
ensalzar a los héroes locales (p. e. Mariano Melgar en Arequipa y María Parado de Bellido en
Ayacucho). No obstante, el primer intento por confeccionar un repertorio de héroes se concretó
en 1924, en la celebración del centenario de la batalla de Ayacucho, cuando se inauguró en Lima
el Panteón de los Próceres. Con todo, dentro de la jerarquía “heroica” se dio prioridad a estatuas
con personajes extranjeros (Jorge Guise, Guillermo Miller, Simón Rodríguez) o, en el caso de ser
peruanos, poco conocidos (Francisco Vidal, Pascual Saco Oliveros). Como menciona Carlota
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Casalino, muchos de los héroes peruanos tenían comunidades de culto restringidas (abogados,
médicos). 6
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Túpac Amaru II, de otra parte, es una imagen sospechosa, al punto de que en julio de 2010 el
colocar una bandera peruana con su imagen en un departamento mira orino llevó a que un
publicista fuera detenido bajo el delito de “apología al terrorismo”. En el actual contexto limeño,
políticamente conservador y autoritario, la crítica liberal del himno al dominio hispano parece
ser muy radical, y peor aún la presencia de un rebelde indígena. De seguir esta tendencia, en
2021 se continuará festejando los viejos mitos nacionalistas sin ninguna re exión y además en
tono conservador, y una vez más en las conmemoraciones se usara el pasado para celebrar al
poder político de turno.
1. Sobre estos conceptos, sigo las re exiones de Scheuzger 2013: 9-23. La cita corresponde a la página 19.
↩
2. Quiroz 2012: 220-221. ↩
3. Ortemberg 2014: caps. 4 y 5. ↩
4. Ambas versiones se pueden ver en Tissera 2013: 11-12. Sobre los intentos de suprimir la primera
estrofa, ver Villanueva 2014. ↩
5. Quiroz 2012: 340-342. ↩
6. Martuccelli 2006, Martin 2010, Casalino 2008: caps. V y VI. ↩
7. Villanueva 2014: 183-185. ↩
8. Me re ero al concurso “Narra la Independencia desde tu pueblo”, coordinado por Cecilia Méndez, y que
terminó con el coloquio “Las Independencias antes de la Independencia” (2014). ↩
9. Villanueva 2014: 183-184. ↩
Casalino, Carlota (2008). Los héroes patrios y la construcción del Estado-nación en el Perú (siglos XIX y XX). Tesis
doctoral, Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Martuccelli, Elio (2006). “Lima, capital de la Patria Nueva: el doble Centenario de la Independencia en el Perú”.
Revista Apuntes, vol. 19, n.º 2: 256-273.
Ortemberg, Pablo (2014). Rituales del poder en Lima (1735-1828). De la monarquía a la república. Lima: Fondo
Editorial PUCP.
Q iro Francisco (2012) De la patria a la nación Historiografía per ana desde Garcilaso hasta la era del g ano
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Quiroz, Francisco (2012). De la patria a la nación. Historiografía peruana desde Garcilaso hasta la era del guano.
Lima: ANR.
Tissera, Anna (2013). San Martín y Bolívar: los himnos nacionales de Perú. Documento de trabajo, 190. Serie
Historia 30. Lima: IEP.
Villanueva, Carmen (2014). “De 1859 a 2010: el debate sobre la discutida estrofa del himno nacional: ‘largo
tiempo…’”. Boletín del Instituto Riva-Agüero, n.º 37: 161-190.
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