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Ética y Deontología
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Paredes Jesús 24.373.316
Pues esta sería el estudio y reflexión de vivencias pasadas que nos marcan,
así mismo la ética establece una conducta a seguir ante los hechos que
cotidianamente se presentan. Al mismo tiempo, la ética es la ciencia de la
conducta humana que estudia la forma de actuar que tenemos todos los hombres
frente a nuestros semejantes y la manera en la que nos desenvolvemos en
nuestras actividades diarias. Se dice que la ética es una ciencia, porque es
una disciplina racional ya que parte de los actos humanos y los transporta hasta
llegar a sus principios. Es un conjunto de conocimientos sistemáticos, metódicos y
racionales basados en la experiencia y fundados en principios.
Este no será capaz de superar la alienación del hombre, sino que será
precisa la transformación de las estructuras materiales que son realmente
culpables de la enajenación de los seres humanos. Las ideas morales o filosóficas
no contribuyen a superar este mundo, más bien lo consagran y lo justifican al no
darse cuenta de su procedencia. Es por ello, que la Ley y la moral son, prejuicios
burgueses derivados de interés burgueses con la única y exclusiva intención de
perpetuar la riqueza en quien la posee. Los valores morales son los portavoces de
los intereses de la clase dominante, para Marx la transformación moral del mundo
es pura mentira sino atiende fundamentalmente a la corrección de
una distribución de la riqueza radicalmente injusta e inmoral.
Cabe destacar que la ética tiene como centro de atención las acciones
humanas y aquellos aspectos de las mismas que se relacionan con el bien, la
virtud, el deber, la felicidad y la vida realizada, por otra parte la importancia del
mito se debe a la explicación de por qué está bien o mal; Como se aprecia la ética
es "La realidad y el saber que se relaciona con el comportamiento responsable
donde entra en juego el concepto del bien o del mal del hombre" Según Vidal.
Como anteriormente se ha mencionado, la ética está orientada al bien, a lo bueno,
no se encuentra recogida en normas ni en códigos deontológicos, está
relacionada con lo que piensa el propio individuo.
Es decir, es la conciencia individual e profesional. Y no es exigible a los
profesionales de un determinado colectivo como los periodistas, médicos o
abogados. No obstante, dentro de todos y cada uno de estos aspectos, aparece
la deontología como teoría de los deberes particulares de cada profesión y
siempre va a ocupar un lugar importante dentro de la realización de la moral, y es
que la misma no solo se aboca al estudio de los deberes y el derecho de los
profesionales, sino que también entraña una serie de virtudes y actitudes que la
sociedad debe activar para hacer posible la moralización de la comunidad.
Si bien es cierto, la deontología está orientada al deber y se encuentra
recogida en normas y códigos deontológicos, esas normas y códigos son mínimos
y aptos por los profesionales de un determinado colectivo profesional y suele estar
integrado por periodistas, médicos o abogados. También lo encontramos ubicado
entre la moral y el derecho Según José María Barrio, profesor titular de la
Universidad Complutense de Madrid: En un sentido vulgar se habla de
deontología en referencia al buen hacer que produce resultados deseables, sobre
todo en el ámbito de las profesiones.
Un buen profesional es alguien que, en primer lugar, posee una destreza
técnica que le permite, en condiciones normales, realizar su tarea con un
aceptable nivel de competencia y calidad. Las reglas del buen hacer perfectum
officium, acción llevada a cabo conforme a los imperativos de la razón instrumental
constituyen, sin duda, deberes profesionales. Y esto no es en modo alguno ajeno
al orden general del deber ético. Aún más: las obligaciones éticas comunes para
cualquier persona son, además, obligaciones profesionales para muchos. (p.03)
Es necesario entonces creer que cualquier profesión requiere y merece no
solo de un periodo de aprendizaje, también requiere de responsabilidad y
compromiso, así como de la fijación de criterios para el ejercicio de la profesión,
de orientaciones éticas fundamentadas en códigos deontológicos sin omitir
la existencia y aplicabilidad de sanciones disciplinarias colegiadas. Ahora bien,
dentro de la deontología profesional es necesario actuar bajo dos requisitos
fundamentales y un tercero que añado a modo personal, el primero de ellos es la
independencia, ya que la misma es fundamental al momento de tomar decisiones.
Cabe resaltar, que es en este punto donde juega un papel idóneo la libertad,
para ejecutar libremente esas decisiones, y un tercero llamado limite, pues no se
debe atropellar ni de los niveles de profesionalidad, ni de la jerarquía, puesto que
la dignificación de cualquier actividad laboral se basa en la humildad, la armonía,
el respeto y sobre todo el equilibrio. Enfocándonos a la relación de la ética y la
deontología profesional, estos dos términos suelen usarse como sinónimos, pero
no lo son.
Es importante destacar las principales diferencias entre ellos; Una de las
diferencias cuando hablamos de ética y deontología, es que la primera hace
directamente referencia a la conciencia personal, mientras que la segunda adopta
una función de modelo de actuación en el área de una colectividad. Por ello, con la
concreción y diseño de códigos deontológicos, además de auto-regular esta
profesión, se invita al seguimiento de un camino muy concreto y a la formación
ética de los comunicadores. Cabe señalar de una forma teórica, que la ética la
podríamos diferenciar en dos grandes grupos, la ética social y la ética individual.
Dentro de la ética individual se diferencia, también, una ética interpersonal
que es la que rige el comportamiento que tenemos en relación a otros individuos.
Aquí se puede asentar la ética profesional ya que rige el comportamiento del
profesional en su actividad laboral. Los principios que rigen la profesión se
obtienen a través de métodos similares a los de la ética general que sería, el
dialógico inductivo y deductivo Por último, la deontología plantea los temas éticos
en términos de normas y deberes, las razones por las que es importante una
reflexión deontológica viene dada por la necesidad de tranquilizar a los usuarios,
por otro lado la regulación de los intrusismos, la necesidad que el profesional
alcance el autogobierno y adquiera plena capacidad de decisión sobre sí mismo,
con el fin que alcance el equilibrio y la integración de su personalidad en el logro
del bien.
También Badillo (1990), sostiene que "el arquetipo del profesional, cuando se
enmarca en la pura técnica, oculta, por principio, un ataque furtivo a la ética". Esto
crea situaciones que se complican en problemas que desmoralizan
la imagen personal y profesional del individuo. Ya que todo profesional tiene o
debe desarrollar una ética profesional que defina la lealtad que le debe a su
trabajo, profesión, empresa y compañeros de labor. Villarini (1994) describe que
"la ética de una profesión es un conjunto de normas, en términos de los cuales
definimos como buenas o malas una práctica y relaciones profesionales.
Este ejemplo sirve para ilustrar la necesidad de que los profesionales reciban
una formación suficiente que abarque no solo la capacitación técnica precisa, sino
también una sólida formación en valores éticos y morales. Sólo de este modo se
podrá ofrecer una práctica profesional adecuada. Las normas éticas y morales se
aprenden por modelado, instigando a la reflexión sobre las aplicaciones técnicas,
confrontando principios, observando la realidad desde diferentes perspectivas etc.,
en definitiva, "estando en el mundo". Pero parece que los temas deontológicos
interesan poco, quizá porque se consideren antiguos y porque tienen poca cabida
en los "tiempos tecnológicos" que corren.