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INTRODUCCIÓN

Un Estado es una organización política forzosa e involuntaria constituida por instituciones


burocráticas y administrativas estables, como la policía, los militares etc. a través de las
cuales ejerce el monopolio del uso legal de la fuerza física -soberanía- aplicada a una
población dentro de unos límites territoriales establecidos, es a la vez la personificación
de la nación ejercida a través del Gobierno; Maquiavelo introdujo la palabra Estado en su
obra El Príncipe; en los Diálogos de Platón, se narra la estructura del Estado ideal, pero
es Maquiavelo quien introdujo la palabra Estado en su célebre obra El Príncipe: usando
el término de la lengua italiana Stato, evolución de la palabra Status del idioma latín;
dentro del Estado están las leyes ¿Qué es una ley? en el Diccionario de la Real Academia
Española se encuentra su definición con varias acepciones, de las cuales se citan dos:
Precepto dictado por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en
consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados. Y en el régimen
constitucional, disposición votada por las Cortes y sancionada por el jefe del Estado.” En
cuanto a educación se refiere, la ley que norma el que hacer educativo es la Ley de
Educación Nacional 12-91.
ESTADO

Forma de organización social, económica, política soberana y coercitiva. No debe


confundirse con país, nación o gobierno.

Un Estado es una organización política forzosa e involuntaria constituida por instituciones


burocráticas y administrativas estables, como la policía, los militares etc. a través de las
cuales ejerce el monopolio del uso legal de la fuerza física (soberanía) aplicada a una
población dentro de unos límites territoriales establecidos. Es a la vez la personificación
de la nación ejercida a través del Gobierno.

La palabra Estado viene del latín status, y este del verbo stare (estar parado). De ahí
pasó a significar a algo parado, detenido, como en status quo (en la situación actual). El
verbo stare se vincula con una raíz indoeuropea *sta-, que está presente en el verbo
griego ίσταμαι (histamai que puede traducirse como: establecer, poner en pie, detener,
estar en pie).

Como término polisémico, designa también a todo aquel país soberano, reconocido como
tal en el orden internacional, así como al conjunto de atribuciones y órganos de gobierno
de dicho país. Todo Estado está dotado de territorio, población y soberanía.

Los hablantes de inglés americano a menudo usan los términos estado y gobierno como
sinónimos, y ambas palabras se refieren a un grupo político organizado que ejerce
autoridad sobre un territorio en particular.

El concepto de Estado difiere según los autores, algunos de ellos definen el Estado como
el conjunto de instituciones que poseen la autoridad y potestad para establecer las
normas que regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y externa sobre un
territorio determinado.

La definición más comúnmente utilizada es la de Max Weber, en 1919, define Estado


moderno como una "asociación de dominación con carácter institucional que ha tratado,
con éxito, de monopolizar dentro de un territorio la violencia física legítima como medio
de dominación y que, con este fin, ha reunido todos los medios materiales en manos de
sus dirigentes y ha expropiado a todos los seres humanos que antes disponían de ellos
por derecho propio, sustituyéndolos con sus propias jerarquías supremas”. Las
categorías generales del Estado son instituciones tales como las fuerzas armadas,
burocracias administrativas, los tribunales y la policía, asumiendo pues el Estado las
funciones de defensa, gobernación, justicia, seguridad y otras, como las relaciones
exteriores.

Probablemente la definición más clásica de Estado, fue la citada por el jurista alemán
Hermann Heller que define al Estado como una "unidad de dominación, independiente
en lo exterior e interior, que actúa de modo continuo, con medios de poder propios, y
claramente delimitado en lo personal y territorial". Además, el autor define que sólo se
puede hablar de Estado como una construcción propia de las monarquías absolutas del
siglo xv, de la Edad Moderna. "No hay Estado en la Edad Antigua", señala el autor.
Asimismo, cómo evolución del concepto se ha desarrollado el "Estado de Derecho" por
el que se incluyen dentro de la organización estatal aquellas resultantes del imperio de la
ley y la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y otras funciones, como la
emisión de moneda propia.

Otra definición comúnmente aceptada del Estado es la que se dio en la Convención de


Montevideo sobre Derechos y Deberes de los Estados en 1933. Definió el Estado como
un espacio que posee lo siguiente: Una población permanente, un territorio definido y un
gobierno que es capaz de mantener control efectivo sobre el territorio correspondiente y
de conducir relaciones internacionales con otros Estados.

Confundiendo el problema de definición es que "Estado" y "gobierno" a menudo se usan


como sinónimos en una conversación común e incluso en algunos discursos académicos.
Según este esquema de definición, los Estados son personas jurídicas de derecho
internacional, los gobiernos son organizaciones de personas. La relación entre un
gobierno y su estado es de representación y agencia autorizada.

Definiciones de los clásicos

Cicerón: Es una multitud de hombres ligados por la comunidad del derecho y de la


utilidad para un bienestar común.
San Agustín: Es una reunión de hombres dotados de razón y enlazados en virtud de la
común participación de las cosas que aman.

J. Bodino: Es un conjunto de familias y sus posesiones comunes gobernadas por un


poder de mando según la razón.

F. C. von Savigny: Es la representación material de un pueblo.

I. Kant: Es una variedad de hombres bajo leyes jurídicas.

F. Oppenheimer: Es la institución social impuesta por el grupo victorioso al derrotado,


con el propósito de regular su dominio y de agruparse contra la rebelión interna y los
ataques del exterior.

F. Lasalle: El Estado es la gran asociación de las clases pobres.

T. Hobbes: Una institución, cuyos actos, por pactos realizados, son asumidos por todos,
al objeto de que pueda utilizarse la fortaleza y medios de la comunidad, como se juzgue
oportuno, para asegurar la paz y la defensa común.

L. Duguit: Es una corporación de servicios públicos controlada y dirigida por los


gobernantes.

Hegel, 1986: El Estado es la realidad de la idea ética; es el espíritu ético en cuanto


voluntad patente, clara por sí misma, sustancial, que se piensa y se conoce, y que se
cumple lo que sabe. En lo ético el Estado tiene su existencia inmediata; y en la conciencia
de sí del individuo, en su conocer y actividad tienen su existencia mediata, y esta
conciencia de sí, por medio de los sentimientos, tiene su libertad sustancial en los fines y
resultados de su actividad.

H. Grocio: La asociación perfecta de hombres libres unidos para gozar de sus derechos
y para la utilidad común. Es la asociación política soberana que dispone de un territorio
propio, con una organización específica y un supremo poder facultado para crear el
derecho positivo.
Karl Marx: El Estado no es el reino de la razón, sino de la fuerza; no es el reino del bien
común, sino del interés parcial; no tiene como fin el bienestar de todos, sino de los que
detentan el poder; no es la salida del estado de naturaleza, sino su continuación bajo otra
forma. Antes al contrario, la salida del estado de naturaleza coincidirá con el fin del
Estado. De aquí la tendencia a considerar todo Estado como una dictadura y a calificar
como relevante solo el problema de quién gobierna (burguesía o proletariado) y no solo
el cómo.

Definiciones de tratadistas modernos

Jellinek: Es una asociación de hombres sedentarios dotada de un poder organizado de


mando originario.

Bluntschli: Es la personificación de un pueblo.

Spengler: El Estado es la historia considerada sin movimiento. La historia es el Estado


pensado en el movimiento de influencia.

Kelsen: El Estado es el ámbito de aplicación del derecho.

El Estado es el derecho como actividad normativa. El derecho es el Estado como una


actividad normada. "En el Estado alcanza su personalidad jurídica."

Carré de Malberg: Es la comunidad política con un territorio propio y que dispone de una
organización. Es la comunidad de hombres sobre un territorio propio y organizado en una
potestad superior de acción y coerción.

Adolfo Posada: Son los grupos sociales territoriales con poder suficiente para
mantenerse independientes.

Herman Heller: El Estado es la conexión de los quehaceres sociales. El poder del Estado
es la unidad de acción organizada en el interior y el exterior. La soberanía es el poder de
ordenación territorial exclusiva y suprema.

Groppali: Es la agrupación de un pueblo que vive permanentemente en un territorio con


un poder de mando supremo representado en el gobierno.
Max Weber: El Estado es la coacción legítima y específica. Es la fuerza bruta legitimada
como "última ratio", que mantiene el monopolio de la violencia.

Origen y evolución del concepto de Estado

Maquiavelo introdujo la palabra «Estado» en su obra El Príncipe. En los Diálogos de


Platón, se narra la estructura del Estado ideal, pero es Maquiavelo quien introdujo la
palabra Estado en su célebre obra El Príncipe: usando el término de la lengua italiana
«Stato», evolución de la palabra «Status» del idioma latín.

Los Estados y soberanías que han tenido y tienen autoridad sobre los hombres, fueron y
son, o repúblicas o principados. Maquiavelo, El Príncipe.

Si bien puede considerarse que el deseo de mandar es innato, el ser humano ha civilizado
el instinto de dominación, transformándolo en la autoridad. Y ha creado el Estado para
legitimarla.

Las sociedades humanas, desde que se tiene noticia, se han organizado políticamente.
Tal organización puede llamarse Estado, en tanto y en cuanto corresponde a la
agregación de personas y territorio en torno a una autoridad, no siendo, sin embargo,
acertado entender la noción de Estado como única y permanente a través de la historia.

De una manera general, entonces, puede definírsele como la organización en la que


confluyen tres elementos, la autoridad, la población y el territorio. Pero, esta noción
ambigua obliga a dejar constancia de que si bien el Estado ha existido desde la
antigüedad, sólo puede ser definido con precisión teniendo en cuenta el momento
histórico.

Del estado de la Antigüedad no es predicable la noción de legitimidad, por cuanto surgía


del hecho de que un determinado jefe (rey, tirano, príncipe) se apoderase de cierto
territorio, muchas veces mal determinado, sin importar el sentimiento de vinculación de
la población, generalmente invocando una investidura divina y contando con la lealtad de
jefes y jefezuelos regionales. Así fueron los imperios de la antigüedad, el egipcio y el
persa, entre ellos.
La civilización griega aportó una nueva noción de Estado. Dado que la forma de
organización política que la caracterizó correspondía a la ciudad, la polis, se acordaba a
la población una participación vinculante, más allá del sentimiento religioso y sin poderes
señoriales intermedios. Además, estando cada ciudad dotada de un pequeño territorio,
su defensa concernía a todos los ciudadanos, que se ocupaban de lo que hoy se llama
el interés nacional.

En el régimen feudal prevalecieron los vínculos de orden personal, desapareciendo tanto


la delimitación estricta del territorio como la noción de interés general. El poder central
era legítimo pero débil y los jefes locales fuertes, al punto que éstos ejercían atributos
propios del príncipe, como administrar justicia, recaudar impuestos, acuñar moneda y
reclutar ejércitos.

Y, finalmente, el Estado moderno incorpora a la legitimidad, heredada del feudal, la


noción de soberanía, un concepto revolucionario, tal como señala Jacques Huntzinger,
quien atribuye el paso histórico de una sociedad desagregada y desmigajada, pero
cimentada en la religión, a una sociedad de Estados organizados e independientes unos
de otros.

Pero, este Estado moderno, surgido de la aspiración de los reyes a desembarazarse de


los lazos feudales y de la jerarquía eclesiástica, el Estado–nación, la unión de un poder
central, un territorio y una población alrededor del concepto revolucionario de la
soberanía, habría de conocer dos formas, dos definiciones diferentes, la primera, el
Estado principesco y la segunda, el Estado democrático.

El Estado principesco, se caracterizó por el poder personal ejercido uniformemente sobre


un territorio estrictamente delimitado. El príncipe era el soberano, con atribuciones
internas y externas. Dentro de su territorio, cobraba impuestos y producía leyes de
carácter general, aplicadas coercitivamente, mediante el monopolio de la fuerza pública.
Internacionalmente, representaba y obligaba a su Estado.

Y el Estado democrático, surgido de las revoluciones inglesa, norteamericana y francesa,


trasladó la soberanía del príncipe a la nación. Sus poderes fueron asumidos por
organismos surgidos de consultas a la población, mediante reglas de juego previa y
claramente definidas. Y al igual que en las polis griegas, el sentimiento patriótico se
desarrolló y con él los de pertenencia, civismo e interés nacional.

Sea que se practique la democracia o sólo se adhiera verbalmente a ella, el proceso


histórico descrito ha llevado a la extensión del estado-nación como forma política. Los
principios desarrollados en Europa y Norteamérica se propagaron con la descolonización
producida durante el siglo XX y así, tal como afirma Huntzinger, se “ha llegado a
universalizar el modelo de Estado–nación de tal modo que el planeta, ahora, se encuentra
poblado de Estados.”

Estado, Nación y Gobierno

No debe confundirse con el concepto de gobierno, que sería sólo la parte generalmente
encargada de llevar a cabo las funciones del Estado delegando en otras instituciones sus
capacidades. El Gobierno también puede ser considerado como el conjunto de
gobernantes que, temporalmente, ejercen cargos durante un período limitado dentro del
conjunto del Estado.

Tampoco equivale totalmente al concepto, de carácter más ideológico, de "Nación",


puesto que se considera posible la existencia de naciones sin Estado y la posibilidad de
que diferentes naciones o nacionalidades se agrupen en torno a un solo Estado.
Comúnmente los Estados forman entes denominados "Estado Nación" que aún en ambos
conceptos, siendo habitual que cada nación posea o reivindique su propio Estado.

Existen distintas formas de organización de un Estado, pudiendo abarcar desde


concepciones "centralistas" a las "federalistas" o las "autonomistas", en las que el Estado
permite a las federaciones, regiones o a otras organizaciones menores al Estado, el
ejercicio de competencias que le son propias pero formando un único Estado.

Funciones del Estado

Las funciones del Estado pueden ser entendidas como poderes del Estado (que en un
Estado Liberal están sujetas al principio de Separación de poderes y en una monarquía
absoluta o en un Estado totalitario se ejercen de forma plena por quien tiene todo el poder
-el gobernante absoluto-), o pueden ser entendidas como las competencias de la
administración pública, que son ejercidas como funciones públicas por distintos tipos de
cargos públicos (distintas magistraturas, cargos electos, funcionarios, etc...)

Desde el punto de vista de la economía liberal clásica o el neoliberalismo, el papel del


Estado debe ser el mínimo posible (para Adam Smith limitarse a proporcionar seguridad
jurídica y seguridad física -orden público- y cumplir subsidiariamente aquellas funciones
incompatibles con los beneficios individuales que se espera de la iniciativa privada);
mientras que para el keynesianismo o la socialdemocracia debe haber algún tipo de
intervencionismo estatal; que es máxima en la economía planificada del comunismo
soviético y tiene distintos grados en el corporativismo fascista

CONCEPTO DE GOBIERNO

El vocablo gobierno hace mención al desarrollo de un poder del Estado y/o a la


conducción dirigencial en general. Según la teoría, se define como gobierno al organismo
que, según reconoce la Constitución, asume las responsabilidades del poder ejecutivo y
concentra el poder político para conducir a una determinada sociedad. Generalmente,
está integrado por un Presidente o Primer Ministro y una cierta cantidad de Ministros,
Secretarios y otros funcionarios.

Gobierno

Es importante destacar que gobierno no significa lo mismo que Estado: un gobierno


consigue llegar al poder (en el caso de la democracia, mediante elecciones libres), ejerce
su tarea y se retira, pero el Estado perdura siempre de la misma manera y es inalterable
frente a los sucesivos gobiernos. En otras palabras, puede decirse que el gobierno es un
grupo donde se nuclean diversos órganos que encaminan a un Estado, por medio del
cual se refleja el poder estatal regido y controlado por el orden jurídico.

La historia señala que los primeros gobiernos se formaron en la tribu, con la intención de
coordinar de manera eficiente los recursos humanos. Con el paso de los años, la función
de gobierno terminaría por segmentarse en tres poderes: el Poder Ejecutivo, que actúa
como ente coordinador; el Poder Legislativo, encargado de generar las leyes y normas
que rigen la vida en un cierto territorio; y el Poder Judicial, cuya tarea es velar por el
cumplimiento de dichas leyes y normas.

Entre las distintas formas de gobierno, puede mencionarse a la democracia (donde, por
medio de mecanismos de participación directa o indirecta, el pueblo elige a sus
representantes) y a la monarquía (donde el cargo supremo de un Estado es vitalicio y
suele ser designado a través de un orden hereditario).

El término también hace alusión al método a través del cual un grupo político dirige a un
pueblo. Para gobernar a una sociedad, dicho grupo se sirve de los órganos estatales,
legítimamente constituidos, para elaborar leyes y ponerlas en práctica.

Las formas en las que un gobierno asume su mandato pueden ser diversas. En el caso
de una república se decide a través del sufragio, todos los ciudadanos votan para escoger
al mejor candidato a ocupar el puesto; en el caso de las monarquías el puesto se consigue
por lazos de sangre o voluntad divina. Si se trata de un gobierno de facto, el puesto es
tomado mediante la fuerza por un grupo que considera que el gobierno vigente no realiza
bien su labor.

Estado y gobierno

Estado y Gobierno son dos conceptos y dos realidades distintas. Nuestros actuales
gobernantes parece que nunca estudiaron estos conceptos y estas realidades. Para ellos
Estado y Gobierno son sinónimos, una misma cosa. Una sola realidad. Hay quienes me
dicen que ellos saben que son dos conceptos y realidades distintas, pero las han hecho
una sola porque al Estado lo quieren convertir en un ente sumiso al gobierno. Por eso no
respetan las atribuciones de la Asamblea Nacional. Es más, le agregan una tercera
realidad, el Partido de gobierno, y pasan a conducirse como si las tres realidades (Estado,
Gobierno y Partido) fueran lo mismo.

De acuerdo a la definición clásica, el Estado es la organización jurídica y política de una


sociedad en un territorio determinado, conducida por un poder temporal. Tres elementos
existenciales se requieren para que exista un Estado: La población, el territorio y el poder
que gobierne. El Estado y la Nación son permanentes, el gobierno es temporal. La
población nos lleva a otro concepto que es la Nación, la gente que vive en un territorio
determinado y ha acumulado costumbres, historias, idioma, religión común que convierte
a esa población en lo que es. El Estado es por tanto un concepto superior y más
importante que el gobierno. Los intereses del gobierno deben estar supeditados a los
grandes intereses del Estado que siempre deben prevalecer porque de él formamos parte
todos. Un gobernante será un estadista en la medida que logre poner por encima del
interés circunstancial de un gobierno, el interés del Estado.

ACUERDOS DE PAZ VINCULANTES

No. Nombre del Acuerdo Lugar y fecha de


suscripción
1. Acuerdo marco sobre democratización para la búsqueda Querétaro (México),
De la paz por medios políticos (Acuerdos de Querétaro) 25 de julio de 1991
2. Acuerdo global sobre derechos humanos México, D.F. (México)

29 de marzo de 1994

3. Acuerdo para el reasentamiento de las poblaciones Oslo (Noruega), 17 de


Desarraigadas por el enfrentamiento armado. Junio de 1994
4. Acuerdo sobre el establecimiento de la Comisión para el Oslo (Noruega), 23 de
Esclarecimiento histórico de las violaciones a los junio de 1994
Derechos humanos y los hechos de violencia que han
Causado sufrimiento a la población guatemalteca.
5. Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos México, D.F. (México)
Indígenas. 31 de marzo de 1995
6. Acuerdo sobre aspectos socioeconómicos y situación México, D.F. (México)
Agraria. 6 de mayo de 1996
7. Acuerdo sobre fortalecimiento del poder civil y función México, D.F. (México)

Del Ejército en una sociedad democrática. 19 de septiembre

de 1996

8. Acuerdo sobre el definitivo cese al fuego Oslo (Noruega), 4 de


Diciembre de 1996
9. Acuerdo sobre reformas constitucionales y régimen Estocolmo (Suecia),
Electoral 7 de diciembre
10. Acuerdo sobre bases para la incorporación de la Unidad Madrid (España), 12
Revolucionaria Nacional Guatemalteca a la legalidad de diciembre de 1996
11. Acuerdo sobre el cronograma para la implementación, Guatemala (Guatemala)
Cumplimiento y verificación de los acuerdos de paz 29 de diciembre de 1996
12. Acuerdo de paz firme y duradera Guatemala (Guatemala)
29 de diciembre de 1996

LEY DE EDUCACIÓN NACIONAL DECRETO LEGISLATIVO NO. 12-91

¿Qué es una ley? En el Diccionario de la Real Academia Española se encuentra su


definición con varias acepciones, de las cuales se citan dos: Precepto dictado por la
autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia y
para el bien de los gobernados. Y en el régimen constitucional, disposición votada por las
Cortes y sancionada por el jefe del Estado.” En cuanto a educación se refiere, la ley que
norma el que hacer educativo es la Ley de Educación Nacional 12-91.

Contiene ciento seis artículos; definen las instancias ministeriales, describen cómo es su
funcionamiento, y detalla minuciosamente que son las obligaciones y derechos de todos
los integrantes no sólo de la Comunidad Educativa inmediata, que son los estudiantes,
los padres de familia y el centro educativo. Incluye además al Estado, los docentes, los
directores y los subdirectores. A pesar de ser una ley que como su nombre indica fue
creado en 1991, es tan válida hoy día como cuando fue aprobada. Hay ciertas instancias
nombradas que han sufrido cambios en nombre y jerarquía, y existen dependencias,
Direcciones, nuevas que deben atender a las nuevas necesidades que exige el mundo
de cambio, pero su esencia vital es válida.

En el mundo de búsqueda de qué es la calidad educativa, y cómo se debe implementar,


asegurar y verificar, no habría que ir más allá de la ley para encontrar la misión y visión
de la educación guatemalteca.
Es importante recordar que el sistema educativo de Guatemala se divide en tres sectores:
Educación Pública, Educación Privada, Educación por Cooperativa; además existe la
Educación Municipal. La Ley norma todo el quehacer educativo de estos sectores, más
los subsistemas y diferentes modalidades que se listan; estos se encuentran allí.

Sin tener que crear más normativas, nuevas descripciones de la calidad educativa, la ley
citada desde el Capitulo uno, Principios, indica que la educación en Guatemala se
fundamenta en los siguientes principios (de manera resumida): un derecho inherente a la
persona humana y un obligación del Estado; en el respeto a la dignidad de la persona
humana y el cumplimiento efectivo de los derechos humano; tiene como centro y sujeto
del proceso al educando; está orientado al desarrollo y perfeccionamiento integral del ser
humano a través de un proceso permanente, gradual y progresivo; en ser un instrumento
que coadyuve a la conformación de una sociedad justa y democrática; se define y se
realiza en un entorno multilingüe, multiétnico y pluricultural en función de las comunidades
que la conforman y por último, es un proceso científico, humanístico, critico, dinámico,
participativo y transformador.

Esta ruta fue publicada el 12 de enero de 1991; las metas plasmadas desde ese entonces
son las mismas que se comparte actualmente, pues la labor educativa puede utilizar
como herramientas distintas metodologías, con cambios en nombres y sistemas de
aplicación, pero la mística de la educación no cambia.

Y la ley de educación nacional, en pocas palabras, solo resumiendo en el primer artículo,


comparte con la ciudadanía cuáles son los principios de la misma: apoyar al desarrollo
integral de la persona, siendo ésta el eje del proceso, respetando su dignidad, cumpliendo
con los derechos humanos. Este proceso es permanente, gradual y progresivo, en todos
los entornos nacionales; el proceso es científico, humanístico, critico, dinámico,
participativo y transformador.

Hay que seguir su lectura.

Cuando se analiza y se pregunta sobre la calidad de la educación que se imparte,


indistinto del sector a que pertenezca el centro educativo, estos principios deben ser
visibles antes de iniciar con el análisis de la metodología del aprendizaje. La educación
debe ser integral, para guiar el desarrollo de la persona de manera integral.

No son metas novedosas, se contemplan en la ley desde hace veintitrés años. Es de


hacerlas evidentes, hacerlas valer.

Funciones de la Educación.

La educación en Guatemala se fundamenta en los siguientes principios:

1. Es un derecho inherente a la persona humana y una obligación del Estado.

2. En el respeto o la dignidad de la persona humana y el cumplimiento efectivo de los


Derechos Humanos.

3. Tiene al educando como centro y sujeto del proceso educativo.

4. Está orientada al desarrollo y perfeccionamiento integral del ser humano a través


de un proceso permanente, gradual y progresivo.

5. En ser un instrumento que coadyuve a la conformación de una sociedad justa y


democrática.

6. Se define y se realiza en un entorno multilingüe, multiétnico y pluricultural en


función de las comunidades que la conforman.

7. Es un proceso científico, humanístico, crítico, dinámico, participativo y


transformador.

Función

1. Proporcionar una educación basada en principios humanos, científicos, técnicos,


culturales y espirituales que formen integralmente al educando, lo preparen para el
trabajo, la convivencia social y le permitan el acceso a otros niveles de vida.

2. Cultivar y fomentar las cualidades físicas, intelectuales, morales, espirituales y


cívicas de la Población, basadas en su proceso histórico y en los valores de respeto a la
naturaleza y a la Persona humana.
3. Fortalecer en el educando, la importancia de la familia como núcleo básico social
y como primera y permanente instancia educadora.

4. Formar ciudadanos con conciencia crítica de la realidad guatemalteca en función


de su proceso histórico para que asumiéndola participen activa y responsablemente en
la búsqueda de soluciones económicas, sociales, políticas, humanas y justas.

5. Impulsar en el educando el conocimiento de la ciencia y la tecnología moderna


como medio para preservar su entorno ecológico o modificarlo planificada mente en favor
del hombre y la sociedad.

6. Promover la enseñanza sistemática de la Constitución Política de la República, el


fortalecimiento de la defensa y respeto a los Derechos Humanos y a la Declaración de
los Derechos del Niño.

7. Capacitar e inducir al educando para que contribuya al fortalecimiento de la


auténtica democracia y la independencia económica, política y cultural de Guatemala
dentro de la comunidad internacional.

8. Fomentar en el educando un completo sentido de la organización, responsabilidad,


orden y cooperación, desarrollando su capacidad para superar sus intereses individuales
en concordancia con el interés social.

9. Desarrollar una actitud crítica e investigativa en el educando para que pueda


enfrentar con eficiencia los cambios que la sociedad le presenta.

10. Desarrollar en el educando aptitudes y actitudes favorables para actividades de


carácter físico, deportivo y estético.

11. Promover en el educando actitudes responsables y comprometidas con la defensa


y desarrollo del patrimonio histórico, económico, social, étnico y cultural de la Nación.

12. Promover la coeducación en todos los niveles educativos.

13. Promover y fomentar la educación sistemática del adulto.


Función Técnico Económica de la Educación

La educación tiene una función prioritaria en la producción de recursos humanos ya que


el capital humano es el factor clave en el desarrollo de los pueblos. La función de
producción presenta la relación que se establece entre la cantidad de insumos y factores
intervinientes para producir un determinado bien, teniendo en cuenta la calidad del
mismo. Los economistas ponen atención en la manera en que las instituciones educativas
seleccionan las entradas y la manera en que utilizan los insumos específicos para obtener
un determinado producto. El cuestionamiento que se le hace hoy a la educación es que
ha perdido la función de producción como función específica, especialmente en la escuela
secundaria, en donde se observan las mayores carencias. Para analizar la calidad del
sistema educativo y el perfil de recursos humanos, los economistas utilizan determinados
parámetros consistentes en estimaciones econométricas en las que se confrontan
distintas variables. Para garantizar que la función de producción es la adecuada o la que
responde a las demandas de la sociedad se requiere fijar objetivos claros y precisos,
seleccionar los insumos y las estrategias que posibilitarán la concreción del proceso
productivo que arrojará como resultado final o salida un producto calificado con
determinadas destrezas, habilidades y conocimientos; es decir con competencias que lo
habiliten para insertarse en el sector productivo con eficacia y eficiencia.

Función Ideológica

Existen tres ideologías principales presentes en el campo educativo, que están


estrechamente vinculadas a la manera de entender el progreso de la Sociedad y el
bienestar de los ciudadanos: la liberal, la pluralista y la igualitarista. Todas ellas pretenden
mejorar la calidad de la enseñanza, pero los principios en los que se basan y sus
repercusiones sociales son muy diferentes. La ideología liberal supone, en síntesis,
incorporar al funcionamiento del sistema educativo las reglas del mercado y la
competencia entre los centros docentes. El servicio educativo es un producto que debe
venderse a los consumidores o clientes" en este casó a los padres. Los padres de ben
recibir información sobre la eficacia de los centros docentes, basada sobre todo en el
rendimiento académico de los alumnos. Aquellos centros que son de calidad recibirán el
apoyo de los padres, tendrán alumnos y recibirán más recursos económicos. Los centros
menos elegidos serán los menos deseados e irán desapareciendo progresivamente. Esta
ideología apoya la máxima libertad en la elección de centro, pero no puede asegurar los
principios de igualdad y equidad.

La ideología pluralista arte de la presencia de centros públicos y privados y apuesta por


las posibilidades de la oferta pública de educación abierta a todos los ciudadanos, sin
ninguna limitación. La opción pluralista tiene cuatro principios básicos:

1. Los centros públicos pueden llegar a ser centros de calidad contrastada, con un
alto nivel de eficiencia en su gestión.

2. Los centros públicos han de tener la suficiente autonomía para elaborar proyectos
educativos propios en los que establezcan sus señas de identidad, pero deben
establecerse, al mismo tiempo, medidas compensadoras para los centros situados en
zonas social mente desfavorecidas.

3. Los padres podrán elegir centro, pero dentro de los límites de la planificación
realizada por los poderes públicos.

4. La evaluación de los centros ha de efectuarse no sólo sobre los resultados, sino


principalmente sobre los procesos educativos. La ideología pluralista plantea una
posición de equilibrio entre la libertad de elección y la igualdad. de oportunidades.

La tercera ideología, la igualitaria, afirma que la educación básica ha de ser igual para
todos los alumnos, En la disyuntiva libertad de elección-equidad apuesta de forma
decidida por este último principio. El igualitarismo refuerza la planificación de la oferta
educativa. Considera que todos los centros deben realizar una oferta educativa
prácticamente igual, por lo que la mayor autonomía en la gestión económica y en el
desarrollo del currículo no se valora de forma positiva, En este planteamiento apenas
tienen cabida los proyectos educativos diferenciados de los centros ni la libertad de
elección de centro. La ideología igualitarista se enfrenta con una importante contradicción
en los países en los que tienen un peso importante los centros de titularidad privada y es
posible la elección entre ellos.
Aquellos que consideran a los centros públicos subsidiarios de' la iniciativa privada o
defienden la implantación del cheque escolar como vía de financiación de los centros son
claros exponentes de la ideología liberal. Por el contrario la legislación educativa
española se ha movido en estos 10 últimos años entre las dos últimas' ideologías. La
LODE estaba más claramente en el ámbito de la ideología igualitarista. Las dos nuevas
leyes orgánicas, aprobadas en esta década, la LOGSE y la reciente Ley de Participación,
Evaluación y Gobierno de los Centros, hay que situarlas dentro de la ideología pluralista.

Función Político Social.

El educador es, ante todo, un ser político. Debe formar conciencias críticas, no
manipularlas. Esto es claro. Piaget afirmaba que el ser humano aprende de acuerdo al
estadio de desarrollo en el que se encuentra, estableciendo fechas límite que encasillan
a los niños y jóvenes a un rango de maduración psicomotora y cognitiva casi inapelable.
Si bien los aportes de Piaget son fundamentales para el desarrollo de la educación
moderna y constructivista, afloran las dudas que dejan en entredicho muchísimos casos
de niños y jóvenes que escapan a estos esquemas. Además, los aportes de figuras como
Vigotsky replantean la forma de aprendizaje humano, alejándolo de estos cánones
limitantes.

Vigotsky afirmaba que el ser humano aprendía no de acuerdo a la edad que tuviera, sino
de acuerdo al contexto sociocultural e histórico en el que se desarrollara. Esto quiere
decir que un niño puede superar los límites de los estadios de desarrollo piagetianos,
siempre y cuando ese niño haya sido educado bajo las condiciones necesarias para
madurar su pensamiento. Es así como sería ridículo pensar que los educadores
comprometidos con la lucha sociopolítica intentan manipular las mentes de los jóvenes.
Es más, podríamos hablar de manipulación en los primeros años de vida de los niños,
donde lo pequeños van aprendiendo ciertas conductas y valores, más en los jóvenes,
donde sus criterios son más amplios, es iluso pensar que se vayan a creer todo sin
cuestionarlo. Se trata, pues, de abandonar viejas concepciones pedagógicas, afrontar
nuevos retos y dejar de creer que los jóvenes son estúpidos o seres alienados que solo
piensan en banalidades.
Pues bien, partiendo de estas consignas, se plantea una segunda faceta del educador:
la formación. El educador debe trabajar con el educando en la búsqueda de soluciones
democráticas y participativas incluyentes de cara a la realidad socio histórica, económica
y cultural; esto los convierte en seres políticos. Una conciencia crítica y actitud activa ante
los problemas nacionales y mundiales son las bases que debe fomentar la educación. No
se trata de formar para la acumulación de capital ni para ser productivo en el mercado,
no es crear mentes fofas que solo desean tener y tener, sin importar los medios, porque
así lo dicen los medios, la publicidad y las políticas de gobierno. Se trata de formar
personas pensantes, críticas, abiertas a los cambios en beneficio de las mayorías, la
solidaridad y el amor.

Estos han sido los dilemas que han puesto en la picota a educadores y gobierno. Basta
con recordar la coyuntura del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y
Centroamérica, donde, en un artículo de La Nación del día viernes 12 de agosto de 2005,
el Ministerio de Educación Pública “censuró el llamado hecho por un sindicato para que
los profesores hablen en contra del TLC en los colegios. Es más, se llegó al extremo de
sancionar a los educadores por “imponer su criterio”, pero jamás se llamó a la censura ni
la sanción a los que igualmente “imponían su criterio” a favor del Tratado.

En un caso similar en nuestro país, pero a principios de siglo XX, fue lo que le
correspondió vivir al célebre educador Omar Dengo cuando, en una carta abierta al
ministro de educación de aquel entonces, se atrevió a decir frente a la censura impuesta
que “los derechos del educador no pueden quedar reducidos como los del gendarme a
simple emisión del voto personal en el momento oportuno. Si el educador está llegando
a ser cada día más el progenitor de reformas sociales entonces no comprendo cómo, ni
la escuela ni el colegio, deben encontrar el menor obstáculo en el esfuerzo de reconocer
y expresar el transcendente sentido de sus finalidades.

Lo que el Maestro Omar Dengo quiere decir es que el educador va más allá de un simple
derecho individual para transformarse en un agente de cambio. La finalidad es, pues, la
participación activa de la escuela en la toma de decisiones para lograr las
transformaciones que la sociedad actual requiere, las cuales van encaminadas hacia la
toma de conciencia, el pensamiento crítico y la acción cultural.
Por eso es ingenuo pensar que el educador y los educandos son ajenos a los procesos
de cambio y a la participación política, puesto que “los individuos no solo “viven” dentro
de la ideología por medio de las prácticas de las que ellos participan en los diferentes
aparatos ideológicos [la escuela en este caso], sino que también están constituidos por
ideología. Es por ello que el educador debe situarse en el espectro ideológico y
comprometerse abierta y plenamente como ser político que es. Para eso el educador
debe trascender su ser y “ser más” como afirmaba el Maestro Freire. Ese ser más no es
otra cosa que la toma de conciencia y la acción cultural en beneficio de las grandes
mayorías oprimidas de la sociedad.

Otro error común, pero de pleno conocimiento y consentimiento para el poder político
opresor, es conllevar el doble discurso sobre la acción política dentro del salón de clases.
Esto se manifiesta, como se afirmó líneas arriba, en el hecho de que el educador no debe
participar abiertamente de la política, que debe ser neutral (y por ende que no trascienda
el ser), que no piense, que no forme y que no cree conciencia crítica en sus educandos;
sin embargo, el educador responde a una política educativa emanada desde el poder
dominante o desde el gobierno y partido de turno, es decir, el sistema educativo en sí
corresponde a toda una estructura ideológica que viene dada desde el poder que lo
conforma y con plena conciencia de ello.

Es así como “mantener el control de la escuela es asegurarse la transmisión ideológica


dado que gracias al carácter persuasivo, insistente y repetitivo de la comunicación
educativa, se hace posible la internalización de ideas modos de hacer y pensar. Es por
ello que el currículum nacional, los libros de texto, el proceso de enseñanza y aprendizaje,
la metodología y hasta el currículum oculto están totalmente impregnados por la ideología
imperante.

Para Althusser, “el aparato ideológico del Estado, y particularmente las escuelas,
representan las instituciones más importantes que actualmente aseguran el
consentimiento de las masas en la lógica del capitalismo dominante. Esto es claro cuando
se palpa la formación (o deformación) recibida dentro del sistema educativo, el cual se
encamina meramente hacia la especialización, la productividad y la eficiencia frente al
mercado, quedando de manifiesto que cualquier intento de racionalidad incomoda a la
estructura económica y desestabiliza el statu quo. La función del educador debe ir
encaminada, por tanto, a la lucha constante por revertir este proceso deshumanizante y
cargado de egocentrismo y avaricia.

“Pedagogía y política son partes constitutivas de un todo. Que no se pretenda hacernos


creer que la pedagogía nada tiene que ver con la política; y que no se afirme
engañosamente que la escuela no debe ser profanada por ideologías y doctrinas políticas
que nada tienen que ver con el proceso de aprendizaje. La institución educativa es, ante
todo, un centro de conflicto ideológico y de acción cultural latente, la política forma parte
inherente del educador y su quehacer, el cual debe afrontar la realidad y tomar partido
frente a ella, no partidariamente, sino como opción político-ideológica; debe abandonar
la supuesta objetividad y neutralidad y no quedar indiferente ante la injusticia, la violación
de derechos humanos, la falsa libertad, la pobreza y la desigualdad.

En resumen, la educación tiene una función política, el educador y el educando no


escapan a esta realidad explícita. Existe un aparato ideológico que aplasta a la sociedad
y que la aferra a los valores dominantes, sin embargo, es función del educador
comprometido anteponer los valores de solidaridad, de justicia, de amor y libertad por
encima de la lógica del mercado, se debe formar hacia una mentalidad abierta, de
transformaciones en beneficio de las mayorías, de criticidad y acción cultural.
CONCLUSIONES

 El Estado es una organización política forzosa e involuntaria constituida por


instituciones burocráticas y administrativas estables.
 Un Estado debe está constituido por territorio, habitantes y un gobierno sin
esos componentes no podría un Estado.
 El Estado juega un papel muy importante en el país pero el Estado no
cambia mientras que un gobierno está establecido un cambio a cada cierto
tiempo.
 Que las leyes de educación son de vital relevancia de cómo fue su creación
dentro del país para conocerlos a fondo y no infringir la ley.
 Que los acuerdos de paz la mayoría están vinculados con la educación y
benefician a todas las etnias y habitantes del país….
RECOMENDACIONES

 Cómo estudiantes de la Carrera de Licenciatura en Pedagogía y Administración


Educativa debemos conocer las leyes relacionadas con la educación.
 Se deben conocer todos los acuerdos de paz y en que beneficia a los habitantes
el ámbito educativo.
 Se debe diferenciar los conceptos entre Estado, gobierno y nación ya que no
debemos confundir los términos que son muy importantes.
 Se debe conocer el papel fundamental que tiene el Estado dentro del país.
 Se debe conocer cómo se constituye un buen Estado.
REFERENCIAS EGRÁFICAS

https://es.m.wikipedia.org/wiki/Estado

https://es.m.wikipedia.org/wiki/Funciones_del_Estado

http://www.elimpulso.com/opinion/estado-y-gobierno
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
CENTRO UNIVERSITARIO DE SUROCCIDENTE
PLAN FIN DE SEMANA
MAZATENANGO SUCHITEPÉQUEZ

CURSO: Política Educativa

DOCENTE: M.A. Rosa Linda Cajas Ochoa

SECCIÓN: “A”

CARRERA: Licenciatura en Pedagogía y Administración Educativa

CICLO: VIII

INVESTIGACIÓN SOBRE ESTADO

Y EDUCACIÓN

ESTUDIANTE: No. DE CARNÉ:

Nidia Celena Ixtabalán González 201540720

FECHA DE ENTREGA: 18-08-2018

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