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Resultados

Se encontró que las repuestas aportadas muestran discrepancias significativas entre el


conocimiento y la práctica de la sexualidad; aunado a ello, las actitudes que prevalecen entre
la población estudiada destacan la necesidad de puntualizar la diferencia entre creencias,
conocimientos y actitudes.

Los adolescentes están iniciando su vida sexual en secundaria o en el periodo de cambio hacia
la preparatoria. En cuanto a las conductas sexuales de riesgo, el no uso de anticonceptivo, y
principalmente la inconsistencia, así como el no uso del condón son los riesgo centrales, en la
primera relación y en las subsiguientes. Los hombres admiten acercamientos más sexuales
como fajar por debajo de la ropa y sexo oral, en comparación con las mujeres.

existe abundante información descriptiva en torno al padecimiento sobre la transmisión del


VIH: es producida por un virus, es mortal y no tiene cura. Las primeras dimensiones culturales
que se encontraron en esta población en torno al VIH/Sida fueron: primero, elementos
alusivos a un fatalismo ineludible y sentimientos que derivan del mismo; segundo, incluye
conceptos biológicos; y tercero, considera cuestiones sexuales y señalamientos morales con
respecto a las prácticas sexuales. Los elementos culturales encontrados en este estudio
deberían ser considerados en el diseño y difusión de futuras campañas preventivas dirigidas a
jóvenes sobre el VIH/Sida. Las campañas deberían hacer énfasis en actividades de prevención
específica como es el uso de preservativos. Y el contenido debería estar libre de elementos
moralistas.

se responde afirmativamente a la primer pregunta. Los temas principales de los cuales se


"chismea" son relativos a la sexualidad y el cuerpo del otro. El chisme se emplea como un
vehiculo para hablar sobre los temas que normalmente no se hablarían, es decir, son temas
tabus que aparecen solo a traves de este juego de confidencialidad. uno de los elementos
importantes que arroja este estudio es la conceptualizacion del ejercicio sexual masculino
como algo positivo o que se le permite y es reprobable en una mujer. La sexualidad masculina
a traves de chismes sobre la homosexualidad o sobre tener novias "bonitas".

La mayoría de las mujeres de este estudio se casan a edades tempranas y como consecuencia
presentan embarazos también tempranos. En los resultados que hemos presentado se observa
que si bien hay una fuerte intervención institucional respecto a la planificación familiar y al
control de los embarazos, en la atención de los partos una alta proporción de las mujeres da a
luz en sus hogares, atendidas por parteras; incluso un número significativo refiere haber dado
a luz sin la asistencia de otras personas.La región de los Altos de Chiapas, caracterizada por
condiciones de alta y muy alta marginación, presenta niveles de mortalidad infantil y materna
que se disparan del conjunto.Respecto a la posibilidad que tienen las mujeres de decidir sobre
el uso de métodos anticonceptivos y sobre la realización de la OTB, hemos visto que, en
términos generales, un gran número participó en las decisiones; sin embargo, hay que
subrayar que 2 de cada 5 tienen que pedir permiso para usar anticonceptivos y 1 de cada 4
reportó que no intervino en la decisión de la realización de la OTB, que es un método
definitivo. Esto apunta a que sus derechos reproductivos no están siendo respetados

Las personas que presentan menor dificultad en revelar información acerca de sus conductas,
deseos y fantasías, probablemente presentan mayor facilidad para revelar si han sostenido
conductas homoeróticas y asumirlas dentro de su identidad.Por otro lado, los análisis
estadísticos indican que la muestra estudiada entiende de manera similar al amor y al deseo.
Queda claro que la identidad sexual como es concebida por los dos modelos estudiados, se
expresa de manera distinta entre los y las participantes más jóvenes y los/as de más edad. Al
observar la manera en que los factores se relacionan entre sí, la escala permite vislumbrar
cómo se entiende la identidad sexual. Estos resultados muestran que el deseo y el amor se
relacionan de manera importante con la orientación sexual, pero no con la conducta sexual.
No obstante, la correlación de los reactivos, muestra que la conducta sexual no se relaciona
con la autodefinición como heterosexual, bisexual o gay/lesbiana. Esto indica que la
orientación sexual no se define únicamente por con quien se tiene contacto sexual, sino que
tiene más peso con quien se desea tener ese contacto

En este estudio, cuyo objetivo específico fue identificar qué motivos subyacían a la decisión de
usar preservativo en una muestra de estudiantes de educación superior del noro-este de
México, se encontró que los motivos difieren de manera importante dependiendo de si se es
hombre o mujer. Mientras que en el grupo de hombres los predictores moti-vacionales se
relacionaron con "evitar embarazos" y "evitar infecciones de transmisión sexual", en el de las
mujeres esos predictores se relacionaron, en uno de los comportamientos (uso de preservativo
a lo lago de la vida sexual activa) con "evitar embarazos", y en ambos comportamientos con
"yo se lo exigí a la pareja" o "la pareja me lo exigió".

Se encontró que una representación relacional del sexo se asociaba con una mayor práctica
religiosa; además, que, a mayor religiosidad, se valoraba más la virginidad, se condenaba la
pornografía, se experimentaba más vergüenza sexual y se aceptaba menos la homosexualidad
y la masturbación. Mientras las personas sin religión eran las más liberales, los cristianos eran
los más conservadores y los más practicantes. Las asociaciones con los contenidos verbales
eran débiles, pero moderadas con las actitudes.

mostró que los procesos de embarazo en que estuvieron implicados los varones fueron
singulares, lo mismo que las maneras de experimentarlos y significarlos y las de actuar y
ejercer la sexualidad durante ellos. Cada varón fue un agente cuya actuación y significación se
ubicó dentro de una escala que tendría en un extremo a la abstinencia sexual absoluta desde
la noticia de inicio del embarazo, y en el otro extremo al disfrute erótico y sexual excelso aun
en los últimos días de gestación. Todos los participantes re-significaron a su cónyuge desde la
fecundación anunciada. Desde entonces, ella ya no sólo fue la compañera de vida que eligieron
sino también la madre de su descendiente. Por ello se volvieron los cuidadores de ambos.
Asimismo, a partir de la concepción, su hijo o hija adquirió una forma de existencia entrañable
para ellos.

la mayoría de los adolescentes se percibió con un nivel adecuado de conocimiento. Los


hombres se consideraron con mayor conocimiento y presentaron prácticas sexuales de mayor
riesgo, resultados altamente significativos. La información sobre sexualidad la adquirieron
principalmente de padres, amigos y personal sanitario. Una tercera parte tenía vida sexual
activa con edad promedio de inicio a los 17 años. El número de parejas sexuales fue mayor en
hombres que en mujeres. Los alumnos procedentes del área urbana iniciaron su vida sexual a
edades más tempranas en comparación con los del área rural. El anticonceptivo de mayor uso
fue el preservativo. Un bajo porcentaje manifestó que el médico había indicado el método
anticonceptivo.

El 84.5% de los alumnos estudiados conocen por lo menos un método anticonceptivo, y el


preservativo es el más conocido (73.3%). El 84% de los adolescentes saben cómo se previenen
las enfermedades de trasmisión sexual. Sólo 46 (7.2%) han iniciado actividad sexual, de los que
100% de los varones utilizaron método anticonceptivo mientras que sólo 63.3% de las mujeres
lo hicieron. Aunque un gran porcentaje de los encuestados conocía algún tipo de método
anticonceptivo, se observó en este estudio que la mayoría de las adolescentes no lo utilizan en
la práctica sexual, y que la mayoría de los adolescentes en general desconoce las opciones de
anticoncepción. Son múltiples las causas que llevan a los adolescentes a no utilizar un método
anticonceptivo, entre ellas no contar con información y conocimiento adecuado, soporte
económico, miedo a hablarlo con su pareja, creencias religiosas, temor a ser descubiertos y
pena al adquirir algún método.

el grupo de jovenes que muestra mayor porcentaje en haber tenido relaciones sexuales por lo
mnenos una vez es de 25 a 29 años, segui por el grupo de los 20 a los 24 años. Por otro lado
este ultimo grupo reporta un mayo porcentaje de conocimiento sobre prevencion de
enfermedades de transmision sexual, solo por decimas se encuentra detras el grupo de los 25
a los 29 años. el principal metodo que consideran los entrevistados para prevenir ETS es el
condon seguido de la abstinencia. el grupo de mujeres que presenta mayor porsentaje de
embarazos es el de 25 a 29 años, con mas de la mitad. seguido del grupo de los 20 a 24 años
que esta un poco por debajo de la mitad porcentual

existe una tendencia a la disminución de las premisas: “una mujer debe ser virgen hasta que se
case” y “todas las mujeres deben permanecer vírgenes hasta el matrimonio” sin embargo en el
caso de la premisa: “la mayoría de los hombres no se casan si la mujer no es virgen” tuvo un
incremento para la aplicación actual, y los hombres la aceptaron en mayor medida que las
mujeres. Consideraron de vital importancia que la mujer con la que se vayan a casar sea
virgen; sin embargo cabe resaltar que los porcentajes estaban por debajo del 50% para dicha
muestra. En el caso de la premisa: “a todo hombre le gustaría casarse con una mujer virgen”,
el 50 % de los hombres de la muestra actual dicen estar de acuerdo con dicho oración a
diferencia de las mujeres que presentaron solo el 30%. esto refleja como la virginidad se
encuentra atravesada por aspectos sociales, economicos, laborales, etc.

Respecto a las prácticas sexuales de hombres y mujeres, los resultados indican que el
porcentaje de hombres que ha tenido actividad sexual es significativamente mayor que el de
las mujeres. En otro sentido, y de acuerdo con los datos obtenidos en este estudio, son las
mujeres quienes se exponen mayormente a riesgos de infecciones de transmisión sexual, pues
ellas reportan tener más parejas ocasionales que los hombres y usan con menor frecuencia.
para el caso de los hombres existe una tendencia al uso del condon si se uso la primera vez.
Hay una relación significativa entre el tener conocimientos del uso correcto del condón y su
uso en cualquier tipo de relación.

Esto se refleja en que las cifras de adolescentes que iniciaron vida sexual sin protección
disminuyó en el caso de las mujeres de 79.1% en 2000 a 32.9% en 2012, y en los hombres de
47.5% en 2000 a 14.4% en 2012. Esto ha ocurrido de forma simultánea con el incremento en el
porcentaje de adolescentes que reportó haber iniciado vida sexual, de 16% en 2000 a 20.9% en
2012 en las mujeres y de 17.5 a 26.2%, en el mismo periodo en los hombres. De hecho, la tasa
de fecundidad de mujeres de 12 a 19 años pasó de 30.0 en 2005 a 37.0 en 2011.Los resultados
de la ENSANUT 2012 señalan que del total de adultos entrevistados 91.0% ha tenido vida
sexual activa, de los cuales 51.0% de los hombres y 66.3% de las mujeres reportaron no haber
utilizado ningún método anticonceptivo en la primera relación sexual. De los que señalaron
haber utilizado algún método, los hombres mencionaron un porcentaje de uso mayor que las
mujeres (cuadro 5.5). Entre los métodos más utilizados por los hombres se ubica el condón
masculino con 45.1%. De parte de las mujeres, 27.4% dijo que su pareja usó condón y 4.2%
informó haber usado hormonales.
La mayoría de los jóvenes entrevistados afirmó que ha tenido relaciones sexuales (57.7%). A
medida que se incrementa la edad asciende la proporción de jóvenes sexualmente activos. La
vida sexual coital de los jóvenes mexicanos es iniciada en la adolescencia. Al respecto, la edad
promedio a la que los jóvenes dijeron haber tenido su primera relación sexual son los 17 años.
Los hombres comenzaron su vida sexual antes que las mujeres. Ellos lo hicieron a los 16 años,
mientras que ellas iniciaron a los 17 años. El 96% de los jóvenes afirmaron que fue por
voluntad propia, Sin embargo, existe un 1% que tuvieron relaciones sexuales en contra de su
voluntad. Aunque la mayoría de los varones y las mujeres tuvieron relaciones sexuales por su
propia voluntad (97.3% y 94.7% respectivamente), existe un 1.6% de mujeres que lo hicieron
contra su voluntad. El 66% de los jóvenes sexualmente activos utilizan algún método
anticonceptivo. A medida que se incrementa el nivel de escolaridad también asciende el uso
de estos métodos. Entre los motivos para no hacer uso de estos métodos el 46.1% los varones
mencionan que no les gusta usarlos, en cambio el 32.8% de las mujeres señalo esta
causa.94.7% señaló ser heterosexual, 1.5% homosexual, 1.4% bisexual, 0.8% no supo y otro
equivalente no contesto, finalmente 0.7% se consideró lesbiana. De los hombres encuestados
3% indicó ser homosexual, 1.3% bisexual y 94% heterosexual. El 1.5% de las mujeres indicó ser
bisexual mientras que el 1.4% se definió como lesbiana.

Las respuestas muestran diferencias significativas por sexo en cuanto a la percepción de la


influencia de la información del padre sobre las mujeres y la recibida en la secundaria. Se
reporta una influencia mayor de los pares, así como de los medios de comunicación masiva y
otras variables. Se recomienda reforzar el papel de los maestros en la formación sexual,
analizar la influencia del padre sobre las mujeres y revisar los contenidos en medios de
comunicación

se encontró una prevalencia general del VIH entre los HSH que se reunieron en puntos de
reunión del 16,9% [IC del 95%: 15,6-18,3], significativamente más alta que las estimaciones
informadas previamente. Nuestros resultados de regresión sugieren que el riesgo de infección
aumenta con la edad, con el número de parejas sexuales, y entre aquellos que desempeñan un
papel sexual receptivo, y el riesgo disminuye con la educación superior.

El 77% espera tener su primer hijo a los 20 años/después; 21% se muestra indeciso y 2% antes
de los 20 años. Las expectativas de los padres influyen en la importancia que el adolescente le
otorga a alcanzar un alto nivel de estudios, mismo que promueve las intenciones de tener hijos
hasta los 20 años o después (β=0.13).

Los ideales reproductivos son distintos de acuerdo con la edad; para las adolescentes (15 a 19
años) el promedio se ubica en 2.3 hijos y para quienes se encuentran al final de su vida
reproductiva (45 a 49 años) el ideal de hijos es de 3.2. De acuerdo con la ENADID 2014, 98.7%
de las mujeres en edad fértil conocen al menos un método anticonceptivo. En 2014, del total
de mujeres de 15 a 49 años de edad, 51.6% declaran ser usuarias de algún método
anticonceptivo, 15.3% son exusuarias y 31.8% nunca usuarias que conocen métodos
anticonceptivos. El principal método empleado por las mujeres en edad fértil, actualmente
usuarias, es la oclusión tubaria bilateral (OTB) utilizada por el 48.6%, seguida por los métodos
no hormonales o de barrera con 30.4%, 13.5% usan hormonales, 4.8% métodos tradicionales y
2.7% vasectomía. Cabe destacar que de las mujeres usuarias de métodos anticonceptivos que
tienen de 45 a 49 años de edad 78.2% reportan usar la OTB, por otro lado, 66.9% de las
jóvenes de 15 a 19 años, señalan utilizar métodos no hormonales. A nivel nacional, la edad
mediana al inicio de la vida sexual de las mujeres es a los 18años, lo que representa un año
menos en comparación con la ENADID 2009. Para el grupo de 15 a 19 años, 54.5% de las
mujeres reportaron haber utilizado, ella o su pareja, algún método de protección en su
primera relación sexual, lo que significa un incremento de 16.3 puntos respecto a la ENADID
2009, cuyo dato fue de 38.2 por ciento.

se encuentra que el condon es el preservativo mas usado/conocido por parte de los jovenes,
la tercera parte de las mujeres encuestadas habias sufrido violencia por parte de los hombres,
los cuales recibieron violencia un porcentaje menor de la mitad que las mujeres las practicas
erotico-sexuales mas realizadas son, la masturbacion, el coito vaginal y el sexo oral, ocilando
todas en el cincuenta por ciento. Se resalta que mas de la mitad de los encuestados poseen
una buena educacion sexual y los principales referentes de esta son la familia la escuela y los
medios de comunicacion

El presente estudio sugiere que la mayoría de la población LGBTIQ ha tenido relaciones


sexuales alguna vez en la vida. Esto es esperable ya que la mayoría de los participantes son
adultos jóvenes cuyo promedio de edad fue de 30 años y los grupos etarios que predominaron
estuvieron en el rango de 21 a 45 años. Casi el total de los hombres gay/homosexuales y
bisexuales ya habían tenido relaciones sexuales. Ambos casos fueron las poblaciones con
mayor uso de condón. Al mismo tiempo debe señalarse que alrededor del 40% de los varones
no utilizaba condón. Esto adquiere relevancia al ser las poblaciones donde la infección por VIH
tiene alta prevalencia.Los hombres trans son el grupo con menor porcentaje de personas que
habían iniciado su vida sexual. Además, entre ellos es reducido el uso de condón en su última
relación sexual. Parte de esta baja frecuencia puede estar relacionada con el hecho de que en
la mayoría de los casos tienen relaciones sexuales con mujeres, lo cual es percibido como una
práctica de bajo riesgo de transmisión de VIH y otras ITS. Las personas queer son la población
con mayor uso de condón en su primera relación sexual.En las mujeres trans el no uso de
condón en la última relación sexual estuvo motivado por contar con una pareja estable y por
que perciben que la existencia de tratamiento antirretroviral hace que no sea necesario
adoptar medidas de prevención. En comparación con las mujeres bisexuales, más mujeres
lesbianas reportaron haber tenido relaciones sexuales con otras mujeres en los últimos seis
meses.fueron el uso de los dedos o manos en la vagina, mientras que las menos frecuentes
fueron aquellas relacionadas con la estimulación del ano. Más de la mitad de las mujeres
entrevistadas reportó no haber utilizado alguna protección cuando utilizaron juguetes sexuales
o en los dedos al momento de tener relaciones sexuales. Cuando fue utilizada, la forma de
protección más común fue el condón masculino.

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