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Thomas Köck

MÁS ALLÁ DE FUKUYAMA


JENSEITS VON FUKUYAMA

Spanisch von Carla Imbrogno


Buenos Aires 2016

Alle Rechte vorbehalten, insbesondere das der Aufführung durch Berufs- und Laienbühnen, des
öffentlichen Vortrags, der Verfilmung und Übertragung durch Rundfunk und Fernsehen. Das Recht
der Aufführung ist rechtmäßig zu erwerben vom:
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10437 Berlin

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Die Rechte an der Übersetzung liegen bei: /


Rights above this translation:
Carla Imbrogno, Rodríguez Peña 515 1A, Buenos Aires, Argentina
E-Mail: textkabinett@gmail.com. Tel: +54911 58456352

Förderung der Übersetzung durch: / This Translation was sponsored by:

1
Thomas Köck

Más allá de Fukuyama

Traducción de Carla Imbrogno1

© Suhrkamp Verlag Berlin 2014. Todos los derechos reservados.

Todos los derechos de reproducción pública de esta obra (entre otros el de


representación escénica, el de lectura pública, el de ponerla a disposición del
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Este texto para la escena se pone a disposición de salas y organizadores teatrales


en las condiciones establecidas por el respectivo contrato de representación
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El presente texto se entenderá inédito en el sentido de la legislación sobre


propiedad intelectual hasta su estreno, su primera representación en idioma alemán
o su primera representación en traducción, respectivamente. Hasta ese momento no
está permitido hacer pública en todo ni en parte la obra, ni hacer público su
contenido de cualquier manera.

La editorial se reserva el derecho de iniciar acciones legales civiles o, llegado


el caso, penales, frente a usos indebidos que lesionen el derecho de propiedad
intelectual.

1
Esta es una versión para la escena que prioriza los usos de la oralidad en
Latinoamérica y no respeta estrictamente las reglas de normativa y estilo en
español. Ante cualquier duda sobre el significado de ciertas expresiones
coloquiales, o en caso de que sea necesario adaptar el texto para representarlo en
otros lugares o a los fines de una publicación, ruego contactarme: Carla Natalia
Imbrogno, textkabinett@gmail.com. Agradezco a Maren Schiefelbein y a Claudia
Cabrera la lectura atenta de esta traducción. [N. de la T.]

2
Thomas Köck

Más allá de Fukuyama

Traducción de Carla Imbrogno

A la memoria de todas

las expectativas frustradas,

promesas rotas

y esperanzas arrasadas de la historia.

Con:

Peer

Miriam

Finn

Julia

Dra. Fekter

un coro quebrado

de las expectativas frustradas

3
Nota del autor:

Como dijimos, el coro está quebrado, destrozado,


desarticulado. No se presenta como una voz unificada sino como
muchas voces en pugna, voces de recuerdos, frustraciones,
fragmentos y fracasos. Un todo desquiciado que clama con
diferentes intensidades y alturas, como un siglo arrinconado
que se va desangrando de a poco y exánime sostiene que hay que
continuar. Vienen al caso vendajes sangrientos, bolsas para
cadáveres, smokings desgarrados, trajes anti-radiación,
cuerpos mutilados, pelucas y máscaras.

Los demás personajes encarnan todos y cada uno la actitud


obcecada de quien hace “como si”. Atormentados, estresados,
acelerados, sobrecargados, aislados, encolerizados, conservan
a la vez esa continencia exasperante del “como si”, y parecen
por cierto amigables, interesados e informados, en otras
palabras: mentalmente abiertos, liberales, exhaustos,
tolerantes y juiciosos, centrados, experimentados, frustrados,
optimistas, prospectivos, ilustrados, temerosos, faltos de
orientación, de perspectiva, de intuición, en resumidas
cuentas: libres.

Por pura convicción se interrumpen todo el tiempo unos a


otros, tergiversándose y quitándose la palabra de la boca.

La música la debemos a Arvo Pärt: El espejo en el espejo.

4
“El librepensamiento

es la mejor salvaguarda

contra a la libertad”

Groucho Marx

5
Antes de empezar, algunos ejercicios vocales:
palabras que en mi círculo cultural cumplen un papel
importante y cuyo sentido no se infiere fácilmente, palabras
que traigo conmigo desde antes de mí sin saber qué se supone
que haga con ellas, por asociación libre, en cualquier orden,
una secuencia de sonidos como ejercicio de entrenamiento vocal
y sobre todo de autodisciplinamiento, idealmente
cada uno por su cuenta:

libertad, dinero, carrera, sexo, vida, dinero, estado,


normativa, rendimiento, exigencia, engaño, ego, sociedad,
dinero, amor, espectáculo, crisis, soledad, dinero, deseo,
culpa, odio, codicia, envidia, dinero, presión, éxito, dinero,
sexo, estudio, trabajo, previsión, profilaxis, Billyboy,
Durex, Blausiegel, embarazo, seguridad, convicción,
planificación, confianza, dinero, madre, éxito,
reconocimiento, dinero, tecnología, Facebook, felicidad,
depresión, ataque de pánico, psicosis, crisis de angustia,
soledad, balbucear, callar, silencio, final, extrañeza, asco,
vergüenza, dinero, pasión, comunidad, amigos, amistad, novia,
relación, hijos, patria, hipocresía, desmán, abuso, gusto,
arte, dinero, ley, máquinas, edad, Youtube, azar, destino,
ocurrencia, dinero, conciencia, oportunidad, callar, miedo,
perder, bajarse, hundirse, abandonar, quebrar, carga, pecado,
dinero, explotación, prostitución, mentira, mareo,
cordialidad, simulación, perfidia, trabajo, Iphone, Ipad,
Imac, Iporn, previsibilidad, verdad, realidad, televisión,
teatro, hijo de puta, guerra, dinero, guerra, dinero,
petróleo, rebelión, sentido, felicidad, dinero, relación,
derecho, mugre, economía liberal de mercado, bolsa, tristeza,
salario básico, precariado, amigos, madre, padre, bancarrota,
tristeza, niño, pasado, recuerdo, desaparecer, permanecer,
suicidio, irse, duelo, reproducción, sociedad, cuerpo,
disciplina, muerte, vida, dinero, dinero, dinero, dinero,
dinero.

6
Prólogo

Felicidad.

Finales de los años 2000.

Peer: ―

Miriam: —

Peer: —

Miriam: —

Peer: —

Miriam: Le pregunté qué se imagina mientras se


masturba.

Peer: —

Miriam: —

Peer: —

Miriam: El 98% de la población europea occidental se


masturba como mínimo una vez al mes, el 78% de
la población europea occidental como mínimo
tiene sexo una vez al mes, el orgasmo es parte
relativamente usual de tu vida.

Peer: No sé qué me imagino.

Miriam: Piel que roza la piel, tus párpados se


entrecierran, tus pensamientos se funden con tu
cuerpo, te vuelves uno contigo mismo, puedes,
en forma totalmente autárquica, producir
felicidad con tus solas manos.

Peer: ¿Felicidad?

Miriam: Agregó él.


7
Peer: ¿Felicidad?

Miriam: Yo digo que tan difícil no es, le pregunté en


qué piensa mientras se hace una puñeta. Dios.
Quiero decir, es un momento de absoluta
autosuficiencia, podemos producir felicidad de
manera totalmente autónoma. ¡Venga! ¡La mejor
sensación del mundo! ¡Felicidad!

Peer: —

Miriam: Dejas caer los pantalones, entras en calor, te


tocas, tu conciencia se expande, los dos
hemisferios de tu cerebro se encuentran, todo
lo que te rodea pasa a un segundo plano, tu
cuerpo palpita y se estremece, y tú eres feliz
mientras trabajas en ti mismo ¿o no? Y yo
simplemente quiero saber en qué piensas
mientras lo haces. ¿En qué piensas mientras te
la jalas? ¡Felicidad! Peer, ¡felicidad!

Peer: Senos.

Miriam: Senos.

Peer: Pezones endurecidos oliendo a Nivea,

Miriam: dice él, ya abrochándose la camisa, se acaricia


el pecho, la mejor sensación del mundo, digo
yo, el único momento autárquico en toda tu
vida, felicidad, algunos matan por ella, otros
se deshacen en el intento, ¿y tú? ¿Tú ves
pezones embadurnados con crema corporal y eso
te hace feliz? ¡¿Feliz!? ¡Con una mano en el
corazón! Y él inclina la cabeza en un gesto de
aprobación y dice sí, obviamente, ¿trivial
verdad?, tú querías saberlo,

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Peer: me preguntaste y te lo dije. ¿O crees que
pienso en el sol cayendo sobre la costa
norafricana?

Miriam: Acto seguido, él se mete la camisa en el


pantalón y agrega: necesito más tiempo para mí,
para de una vez por todas, entiendes, de una
vez por todas ocuparme de lo estrictamente
necesario,

Peer: ¿entiendes? No tiene nada que ver contigo.

Miriam: Le digo que no entiendo. ¡¿Peer?! ¡PEER!

9
UNO

En el tercer milenio d.C., un miércoles por la tarde en el


Instituto de Investigación de la Felicidad y el Futuro. Un
coro quebrado de las expectativas frustradas da pelea en un
mundo que definitivamente ya no comprende.

―—Creímos que el sentido,

——sentido,

——sentido,

——sentido,

——era un asunto privado de tres sílabas entre seis letras,

——una catástrofe andante sobre cuatro consonantes, por cuya


causa más de uno se ha colgado ya.

——Causa de la que en un principio preferimos mantenernos al


margen.

―—¡No! TÚ no entiendes, ¡te falta una mirada de conjunto!

——Qué mirada de conjunto ni mirada de conjunto, ¡meritócrata


impotente!

——Creímos que un poco de distancia nunca hace mal,

——hasta ahora siempre ha tenido sentido,

——así que sin pensarlo dos veces pusimos el sentido,

——sentido,

——sentido,

——sentido,

——de patas en la calle, lo sacamos afuera y empezamos por


acomodarnos adentro.

——Creímos que afuera ya se las arreglaría, el sentido,

10
——sentido,

——sentido,

——sentido,

―—de afuera es de donde viene, y decidimos no dejarlo entrar


más, ni al sentido ni a sus rollos familiares.

——Afuera el sentido, y cierra la puerta.

——¡Vete!

——¡Sí, me voy!

——Cabrón. Lárgate y llévate contigo tu vida.

——¡Cierra bien!

——¡Tanto aire de repente!

——¡Y tanto espacio!

——Sin embargo, pronto empezamos a sentirnos solos en la casa


inmensa,

——y un poco faltos de orientación también.

—―Sabíamos que aún nos faltaba una cosita.

——¡Creímos necesitar un sistema!

——Vaya que sí, un sistema de verdad, no siempre ese sentido


autosuficiente.

——Creímos que una vez que el sentido,

——sentido,

——sentido,

——sentido,

——estuviera afuera, tendríamos lugar suficiente para un


sistema salvaje, con profuso espacio para todos,

——y fines de semana con tiempo libre verdadero,

11
——en los que ningún así llamado, autoproclamado sentido,

——sentido,

——sentido,

——sentido,

——viniera todo el tiempo a desbaratarte los planes.

——¡Y así fue!

——¡Nuestro sistema era genial!

——¡Literalmente despegamos!

——Nos expandimos en tiempo récord.

——Literalmente nos acomodamos a nuestras anchas.

——Y construimos palacios inmensos y rascacielos por todas


partes.

——Apenas si veíamos pasar la historia.

——Cómo seguir llamando Historia a eso que se autorreproducía


sobre la línea de montaje de los acontecimientos.

——Era más bien una precipitación de acontecimientos libre de


todo sentido.

——Encerramos a los vecinos en el sótano o los subimos a


trenes.

——Ahora libre de sentido, la historia de pronto marchaba sobre


ruedas.

——Como un éxito de taquilla.

——Sucedían las cosas más descabelladas,

——guerras, rebeliones, reelecciones, ejecuciones,

——entremedio publicidad, propaganda, corrupción, corazones


rotos y-

——¡Felicidad, Peer! ¡Felicidad!

12
——¿Qué?

——¡Por fin le dijimos BUENAS NOCHES a la historia, esa empresa


familiar burguesa!

——Solo que los acontecimientos se precipitaron todavía más.

——Nos quedamos en el parque retozando con la eficiencia.

——Decidimos recortar por arriba, viajamos al campo con


nuestros consultores y extrajimos de la naturaleza su
naturalidad.

——Bienaventurado el que dichoso sabe los misterios de los


dioses.

——De regreso en casa, no nos costó aclimatarnos, ahora que


podíamos hacer y deshacer a nuestro antojo.

——El amor lo dejamos afuera, en una bolsa de plástico negro


frente a la puerta,

——basura especial,

——intentó defenderse con patadas y gritos pero al final nos


sentimos productivamente aliviados de haberlo dejado afuera.

——Sacamos a los vecinos de los trenes y los pusimos en botes.

——Reterritorializamos la sala de estar y bombardeamos la


bañera en nombre de la democracia.

——Cuando volvimos a estar en la intimidad, despilfarramos


dinero, jugamos al fútbol con los derechos humanos y alzamos
más de una vez la voz de la revolución.

——Dinamizamos el management y nos fuimos a dormir abrazados al


peluche de la innovación.

——Rescatamos a los vecinos de los botes y los pusimos en el


centro de detención de extranjeros.

——Rescatamos a Freud del sótano de la microeconomía, lo atamos


a un cohete y lo disparamos hacia la macroeconomía celestial.
13
——¡LAIKA!

——YES, WE CAN!

——Fue orgiástico.

——Sexualmente éramos por demás creativos,

——sobre camas y sofás comprados de oferta.

——Cogimos a diestra y siniestra.

——No dejamos agujero sin tapar.

——Eran tiempos de liberación.

——A esa altura no existía el tiempo.

——Una liberación única del tiempo.

——Nos juramos amor eterno,

——y desenfrenados nos cogimos al sistema.

——Seamos sinceros, fue un gangbang sin tregua,

——ni protección,

—―ahora tenemos los vástagos a cuestas y todos dicen que nadie


fue.

——Obama: Our nation is at war, against a network of violence


and hate.2

——Cogimos a diestra y siniestra, nos enfiestamos hasta caer


desmayados y consumimos hasta desbordar el sistema.

——Obama: Our economy is badly weakened, a consequence of greed


and irresponsibility on the part of some, but also our
collective failure to make hard choices and prepare the nation
for a new age.3

2
Nuestra nación está en guerra contra una red de odio y violencia.
3
Nuestra economía está muy debilitada como consecuencia de la codicia y la
irresponsabilidad de algunos, pero también por nuestro fracaso colectivo a
la hora de tomar decisiones difíciles y preparar la nación para una nueva
era.
14
——El caso es que bastante pronto todo se puso bastante
incómodo y algunas cosas no salieron bien.

——Obama: Homes have been lost; Jobs shed; businesses


shuttered. Our health care is too costly; our schools fail too
many…4

——Con la invención del automóvil inventamos el accidente


automovilístico, y con la del sistema, el colapso del sistema.

——Bush, no, un momento, Obama: But we people, under God, shall


have a new birth of freedom and that government of the people,
by the people, shall not perish from the earth.5

——Así que creímos que había llegado la hora de dejar que el


sentido,

——sentido,

——sentido,

——sentido,

——entrara de nuevo, pero claro, ahora nadie sabía exactamente


dónde lo habíamos puesto.

——Y entonces Merkel en conferencia de prensa: Atravesamos


actualmente el verano de las decisiones. Y luego vendrán el
otoño y el invierno de las decisiones. Vendrán puras
decisiones.

——Averiguamos antecedentes y formamos equipos de expertos.

——Buscamos al sentido por todas partes.

——En los nichos de sofás maltrechos, en las ruinas vacías de


hogares unipersonales, en edificios nuevos y sobrevaluados, en

4
Se han perdido casas, se han perdido empleos, han cerrado empresas.
Nuestro sistema de salud es demasiado costoso, nuestras escuelas tienen de
demasiadas fallas…
5
Pero nosotros, las personas bajo la gracia de Dios, veremos renacer la
libertad, y este gobierno de la gente, por la gente y para la gente no
desaparecerá de la tierra.
15
fosas comunes olvidadas, en redes sociales histéricas y en
voraces consorcios financieros,

——en hoteles ostentosos, en campos de refugiados y en


hediondos barcos cargueros,

——radicalizamos el exceso,

——derrumbamos una tras otra las fronteras,

——invadimos vestidos de payasos,

——y por primera vez observamos todo el delirio desde afuera.

——Pero no encontramos nada.

——Entonces creamos instituciones propiamente dichas

——que fueron tras la pista del sentido,

——sentido,

——sentido,

——sentido,

——Merkel: Se puede accionar o no accionar, lo que no se puede


es accionar y no accionar al mismo tiempo. ¡Hay que accionar!
Por lo tanto debemos reconocer que nuestro accionar no tiene
alternativa.

——Y ahora estamos apostados en nuestras instituciones,


enviciados, paranoicos, la sonrisa pintada, y no se nos pasa
por la cabeza salir porque ahí afuera las cosas van mal, nada
resulta como lo habíamos imaginado, nosotros mismos nos
volvemos pequeñas instituciones tratando de sobrellevar el día
con su actitud institucionalizada, su actitud
institucionionalizada,
instiucionionalinstiuciotutututucionalizada.

—Algunos de nosotros ahora se pasaron al Xanax, otros, a los


betabloqueantes,

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——algunos desaparecieron en sus dormitorios, otros son
inseparables de sus computadoras,

——y el gran resto anda como si fuera normal simplemente andar.

——Pero hay días en que,

——sí, hay días en que,

——estando en tu institucionalizada oficina se te se te cruzan


los cables y nada más piensas en: salir,

——nada más salir,

——nada más salir,

——nada más salir de aquí,

——lo antes posible.

——Ni siquiera sabes qué es lo que te enerva tanto,

——algo en ti se dice a sí mismo que en el fondo te va


jodidamente bien,

——¡¿o no?!

——¡Sí que te va bien!

——¿O no?

——Empleado freelance en un instituto de investigación de la


felicidad.

——Una filial de un grupo empresario de un consorcio bancario


ligado a Bertelsmann, en los suburbios de una ciudad promedio
con salarios promedio y promesas de futuro promedio, al menos
según las estadísticas, estadísticas que ahora te toca ajustar
a ti aquí, en el féretro cristalino diseñado por un arquitecto
estrella que en general se dedica a construir hoteles.

——Una institución para registrar el cociente de felicidad de


la sociedad.

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——Para revelar qué es lo que necesitan para ser felices los
ciudadanos de hoy en su calidad de votantes del mañana.

——¡Suena bien!

——¡Sí! ¡Enhorabuena! ¡Genial! ¿No?

——Lástima que no hay escape de esta cámara de gas posmoderna,


lástima esos rostros insatisfechos sonriendo al futuro, que
todo el tiempo amenaza con desintegrarse,

——EY, HOLA, QUÉ TAL, SE TE VE, BIEN, BÁRBARO, ADIÓOS.

——¡Vaya que sí!

——¡Vaya que sí!

——Estás un poco orgulloso de navegar tan soberanamente en esta


olla popular, esta olla biopolítica de las biografías
retocadas, solo que al rato,

——MIERDA, MIERDA, MIERDA.

——Cuarenta colegas en tu sector y tú te vienes a cruzar al


mayor de todos los idiotas,

——¡hola!

——¡Hola, aló! ¿Qué tal?

——Esa mímica institucionalizada, una sonrisa a la que pagan


por radiar, saluda escuetamente y dice cosas como:

——Ey, HOLA, QUÉ TAL, ¿YA SALIENDO DE LA OFICINA?

Finn: Ey, hola, qué tal, ¿ya saliendo de la oficina?

——Por supuesto respondes, para responder sí tienes tiempo,


porque cae sobre ti el peso de toda la cordialidad
institucional, así que dices algo como:

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——Y BUENO, SALGO UN RATO, UN CAFÉ O ALGO.

Peer: Y bueno, salgo un rato, un café o algo.

——Esa sonrisa que tienes delante, demasiado bien remunerada,


dibujada por el alprazolam, no se deja amedrentar y pone el
último clavo en el ataúd de la cordialidad institucionalizada:
pregunta cómo te encuentras.

Finn: ¿Y? ¿Ya estás aclimatado?

——Permaneces cordial y muestras interés, al fin y al cabo, el


infeliz del asistente que tienes delante también pretende
acceder al puesto que te gustaría tener y vale la pena
invertir en algo de charla, así que respondes:

—SÍ, DE A POCO, SÍSÍ, DE A POCO.

Peer: Sí, de a poco.

Finn: ¿O ya te estás aburriendo?

Peer: No, no. Para nada.

——Y de alguna manera hay que arreglárselas en estas


estructuras, por eso ahora lo mejor sería mostrarse interesado
y repreguntar, aunque no te interese en lo más mínimo cómo
carajo está.

Peer: ¿Y tú? ¿Mucho que hacer?


19
Finn: Ahora mismo muchísimo que hacer, plazos, plazos
y más plazos, entremedio, reuniones, y si queda
tiempo comisión de crisis, básicamente
demasiado por donde se lo mire, estoy
desbordado.

——Ya ni siquiera te sorprende el ligero orgullo con el que tu


interlocutor habla de su sobrecarga de trabajo. Y sin que le
preguntes, de pronto:

Finn: ¡Pero bueno, la verdad es que me divierte!

——Sísí, lo único que te surge es una sonrisa pálida, apagada,


sabes de lo que habla ¿o no?

—Y recuerdas el día en que lo sorprendiste en el baño con los


antidepresivos:

Finn: Un estimulante nada más, es que a veces soy,


estoy un poco, entiendes, de pésimo humor. Debe
ser por el tipo de luz aquí.

Peer: Debe ser por el tipo de luz.

——Acotó con suma naturalidad encogiéndose de hombros, tragó la


pastilla y pasó delante de ti siguiendo su camino.

——Quieres rebobinar el momento de la humillación. Bien


despacio, paso por paso,

——¿MUCHO QUE HACER? ¿EH? ¿HM? ¿YA ACABASTE CON TU VIDA?

20
Finn: Ahora mismo muchísimo que hacer, plazos, plazos
y más plazos, entremedio, reuniones, y si queda
tiempo comisión de crisis, básicamente
demasiado por donde se lo mire, estoy
desbordado.

——¡ATENCIÓN!

Finn: ¡Pero bueno, la verdad es que me divierte!

——Va de nuevo.

Finn: ¡Pero bueno, la verdad es que me divierte!

——Es de no creer.

Finn: ¡Pero bueno, la verdad es que me divierte!

——Y tú le das la puntilla: un último clavo en el ataúd


institucional de su hábito institucionalizado.

Peer: Ajá. Suena bien.

——SÍ CLARO, SUENA BIEN, GENIAL, BUENÍSIMO, MIENTRAS TE


DIVIERTAS Y MANTENGAS TU EGO EXCITADO.

Finn: También te postulaste para el puesto de


asistente de la Dra. Fekter ¿cierto?

21
——¡SÍ! ¡NO ME DIGAS! ¡QUÉ CASUALIDAD! ¡CLARO! ¿O CREÍAS QUE
DESPUÉS DE AÑOS EN EL CAMPO DE EXTERMINIO DE UNA UNIVERSIDAD
ME IBA A PASAR A UNA ORGANIZACIÓN SIN FINES DE LUCRO PARA
HACER DE TÍO PRENSERO POR SIETE PESOS CON CINCUENTA LA HORA?

Peer: ¿Qué cosa? ¿El puesto de asistente de la Dra.?


Ah, sísí, me dije, por qué no probarlo.

——Respondes mientras te figuras lo contrario, las noches de


sudor frente a la computadora, los e-mails, las versiones de
tu currículum, las cartas de recomendación, tu relación de
pareja al borde del fracaso porque no hablas de otra cosa que:
mi puesto de asistente, mi puesto de asistente, mi puesto de
asistente.

Finn: Sí, sí. La espera. Sé de lo que hablas.

——SÍ, ESO ES LO PERTURBADOR, SABES DE LO QUE HABLO PERO IGUAL


LLEVAS COLGANDO TU CARTEL DE “COMO SI”

——quisieras decirle, pero nada más esbozas una imbécil sonrisa


de aprobación.

——YA DEJA DE SONREIR COMO SUBNORMAL.

Peer: ¿Y?

Finn: ¿Qué?

22
Peer: ¿Tú?

Finn: ¿Yo?

Peer: ¿Tú también?

Finn: ¿Qué?

Peer: Te post-

Finn: ¿Postulaste?

Peer: Sí.

Finn: Sí.

Peer: Ajá.

Finn: Sísí.

Peer: ¿Y?

Finn: ¿Qué?

Peer: ¿Ya sab-?

Finn: Nada, no sé nada. ¿Tú?

Peer: ¿Yo?

Finn: Sí, ya sab-

Peer: Nada, no, no.

Finn: Habrá que aguantar la espera.

——¿¡AGUANTAR LA ESPERA! ¡AGUANTAR LA ESPERA! ¡AGUANTAR LA


ESPERA!? Te vienen a la mente las últimas semanas, las
repetidas consultas cordiales, el tono marcadamente
comprensivo al dirigirte a la secretaria, ese que terminó por
sacarte de quicio. Paranoico dando vueltas por el apartamento,
checando cien veces los resultados del test, buscando dedazos
en tu cv, pero no, claro, ¡AGUANTAR LA ESPERA!

23
Finn: Sísí, la espera.

Peer: ríe

Finn: también

Peer: Y sí.

Finn: Y bueno.

——Este es el momento de la salida, ahora, la pausa redentora,


lacónica, Y SÍ Y BUENO, un salvador SABES, TENGO QUE….

Finn: ¿Y qué más cuentas?

Peer: ¿Qué más?

——¡La puta madre!

—―Dejaste pasar el momento.

——Vacilaste, imbécil.

——El smalltalk institucionatucioinstuciononalinolozado no


admite respiro.

——¿Y ahora qué?

Finn: ¿Qué tal las cosas en casa?

Peer: Nada.

Finn: ¿Nada?

Peer: No, nada.

Finn: Cómo-

Peer: Nada. Como nada. ¡No pasa nada!

Finn: ¿De veras?


24
Peer: ¡No! ¡No es gracioso! ¡No pasa nada! Eso de “en
casa” fue una muy mala idea de los años 50.

Finn: Sé que ahora n-

Peer: ¡No! Digo, qué hastío, ¿qué es toda esta


pseudosituación?

Finn: ¿Eh?

Peer: ¡No! ¡En serio! I AM WHAT I AM. Es lo único que


me dices todo el tiempo, ¡nada más! Ningún
dictador encontró jamás un slogan menos
sospechoso. La conservación del Yo en un estado
de semi-decadencia permanente, de semi-
impotencia crónica, es el secreto mejor
guardado del actual orden de cosas. Ese
imperativo omnipresente de “ser alguien”
sirve de sostén al estado patológico que
hace necesaria esta sociedad.

Finn: Bueno, qué decir, esto ya es-

Peer: ¿¡BUENO QUÉ DECIR!? Tú todo el día con tu


miserable COMO SI. Infeliz. Asistente.

Finn: ¿Bueno?

Peer: Sí, ¿qué? Acaso, ¿dónde está tu hijo?, padre


soltero, víctima de tu carrera profesional.
¡Seguramente en ese lugar ominoso que llaman
hogar! ¡Seguramente!

Finn: ¿A qué viene todo esto?

Peer: Sí, también quisiera saberlo, a qué viene esto,


por qué no te defiendes. ¿Por qué no TE
defiendes? Por qué juegas el juego, con tu
camisa celeste, tu pantalón informal,
mientras todos sabemos que “en casa”, en
privado no das abasto con tu rol de padre, y
25
al margen de eso, no tenemos nada para
decirnos pero hacemos de cuenta que sí, ¿o
no?

Finn: ¿En qué momento se te zafó un tornillo?

Peer: Ja. También te apetece ¿cierto? Sabes que en el


fondo tú y yo no tenemos nada que ver. Vamos,
pega.

Finn: ¿Eh? Sorry, esto ya-

Peer: Qué sorry ni qué sorry, no me vengas con tus


buenas intenciones todo el día, sorry sorry.
Vamos, pega, capaz que vuelve, tu mujer, que
tuvo que hacerse a un lado en pos de tu
carrera, capaz que vuelve, el día de sol en el
parque. ¡Pega! Infeliz, asistente
institucioanal, lameculos. ¡Pega de una vez! Tú
todo el día con tu sonrisa de negocios, esa
sonrisa que en privado esconde, entre nosotros
¿no es cierto?, aquí entre nosotros, en
privado, jaja ¿no es cierto?, esconde al hombre
sensible, y a su lado está sentado el otro, el
oficinista que también está ubicable en
privado, el que languidece en algún lugar de
esta obra de arte total liberal, esta
performance humana, y no me mires con cara de
moralina indignada ¡pega! ¡Defiéndete!

——Así o parecido,

—―así podrías haber reaccionado a la pregunta

——DE SI PODÍA ACOMPAÑARTE A TOMAR UN CAFÉ,

——pero tu actitud liberal de mierda fue quien respondió en tu


lugar:

26
——SÍSÍ BUENO, CLARO, POR QUÉ NO, UN CAFÉ EN EL COMEDOR DE LA
OFICINA, IGUAL IBA PARA ALLÁ,

——y luego para variar esa cara neoliberalmente deformada:

—GENIAL, GENIAL, UN CAFECITO A MEDIA MAÑANA, ¿Y EL RESTO DE


TUS COSAS, EL CRIO BIEN? ¿YA LLORA SOLO?

——Y así arrastran los pies por sus pasillos instucionales


insticiunioniales institucionales en dirección al comedor de
la oficina para tomar un café instituicionional con una
sonrisa institucional marcada a fuego, tú y tu importantísimo
colega-conocido-infeliz-asistente,

——y quieras o no, de a poco vuelven a imponerse por lo bajo


voces que susurran:

——CREÍMOS QUE PODÍAMOS VOLVER A SALIR CUANDO NOS DIERA LA GANA

——o que podríamos domesticarlo todo de adentro hacia afuera

——o sea, el sentido

——sentido

——sentido

——sentido.

——Por eso sacamos nuestro adentro afuera, reemplazamos el


afuera por más y más adentro para ir sobre seguro y que afuera
nadie más volviera a caer en picada.

——Subimos la densidad de empleo,

——liberamos puestos de trabajo,

——organizamos nuevos equipos de expertos

——y reestructuramos el personal.

——Toda dictadura empieza modificando el lenguaje y sigue con


la arquitectura. Lo segundo lleva más tiempo.

——En realidad queríamos reflexionar al respecto.

27
——Pero en lugar de eso, con las casas inventamos las puertas,

—―y con las puertas, las cerraduras;

——y con las cerraduras, el robo;

——y con el robo, la paz;

——y con la paz, la ley.

——Creímos que podríamos cerrar la puerta detrás de nosotros.

28
En la habitación del miedo I

El coro es sedado mientras se discute una filtración de


seguridad en el instituto que podría tener consecuencias
catastróficas.

Dra. Fekter: O sea que nadie sabe con precisión qué ha


pasado, por qué, o quién es el responsable.

Julia: A ver, Dra. Fekter, a ver, lo que habría que


hacer es preguntar uno por uno, a ver a ver qué
ha pasado, exacto, una desafortunada fuga de
datos, y suponemos que a v-

Dra. Fekter: ¿Qué es todo este disparate? ¿Usted viene con


impúdica desvergüenza a contarme de una fuga de
datos, ciertamente lamentable y más que
desafortunada, una filtración de seguridad en
un instituto de investigación de la felicidad
de máxima seguridad como este?

Julia: A ver, bueno, filtración de seguridad, en rigor


lo que tenemos es una filtración de datos,
lo cual no supone necesariamente una filtración
de seguridad. A ver, una filtración de
seguridad no tiene sentido porq-

Dra. Fekter: Se nota que nunca aprendió a defender su


posición ni a considerar riesgos, que siempre
estuvo acomodada, ahí afuera en la economía
liberal de mercado. Evidentemente nunca
tuvo que hacer valer su posición frente a una
autoridad, eso está a la vista. Su
argumentación carece de todo nivel, por suerte
le pago en consecuencia. Por lo que entiendo,
alguien aquí habló de más, alguien, él o ella,
con acceso a esta habitación, divulgó datos

29
secretos, ese es todo el misterio, y las
personas que trabajan en esta habitación se
pueden contar con los dedos de una mano, ¿no es
cierto?

Julia: A ver, bueno, sí, pero recién estamos en la


parte en la que analizamos la magnitud de la
filtración, quiero decir, no tiene sentido
hacer acusaciones ahora, de momento no sabemos
nada, nada más que, al parecer, se fugaron
hacia afuera datos altamente sensibles. De
momento no podemos decir nada más concreto, en
definitiva, son puras imputaciones sobre la
base de suposiciones que perjudican el clima
laboral.

Dra. Fekter: ¿Me está queriendo decir que nuestra cultura,


la cultura de esta institución afecta nuestro
clima?

Julia: No, simplemente quiero señal-

Dra. Fekter: No, no, creo haber entendido ya. Es evidente


que usted no está alineada con nuestro credo.
Datos altamente sensibles como los nuestros no
se fugan por sí solos, porque ahí afuera pueden
tener efectos catastróficos. Y los datos lo
saben, de ahí que suelan permanecer aquí en
esta habitación, en una computadora,
relajándose bajo un radiante clima laboral.

Julia: A ver, bueno, lo que quiero dec-

Dra. Fekter: Vea, mire aquel sofá, ¿lo ve?

Julia: Sí.

Dra. Fekter: Es el escenario de los últimos 50 años de


historia mundial, el sofá suburbano, ahí suelen
estar sentados, los datos secretos, trabajando
30
en la mejora del planeta. Pues bien, ¿no hay
algo que le llame la atención?

Julia: ¿?

Dra. Fekter: Dígame, ¿para qué le pago? Hoy en día la gente


no hace más que repetir sordamente lo que uno
dice. La falta de espíritu crítico es total.
¿Cómo pretende hacer carrera sin oponer la más
mínima resistencia? Porque usted quiere hacer
carrera ¿o no? No me diga que está hablando
ahora conmigo por puro amor al prójimo. ¡Venga,
acérquese, mire! ¿Qué ve?

Julia: Un sofá.

Dra. Fekter: Obviamente pero ¿qué más?

Julia: Nada.

Dra. Fekter: Ah, bueno, nada, ¡¿por favor?! ¡Claro que nada!
¡Los datos no están más! Niña, la política
cuenta con nosotros. No podemos decir que nos
ocupamos de la llamada sociedad y después nos
ocurren pequeñas fallas de seguridad. ¡De por
sí nunca les gustó que yo, mujer, ocupara un
cargo directivo, ya no se trata de seguridad de
estado, se trata de mi seguridad personal!

Julia: Como sea, para poder hacer algo con esos datos
la prensa primero tendría que analizarlos.

Dra. Fekter: Clasificar, analizar, evaluar, devaluar,


desvalorizar, aprovechar, explotar, odiar,
presionar, rebajar, envidiar. Esta sociedad
tiene miedo. Ni siquiera 300 años de
Ilustración pueden hacer nada contra eso. Para
generar seguridad hay que saber a qué se le
teme, para entonces poder protegerse, y para
saber a qué le teme alguien hay que saber
31
cómo piensa ese alguien, para entonces
poder entrar ahí donde se aloja el miedo y
prenderle la luz, y para descubrir cómo
alguien piensa hay que estudiarlo, analizar sus
costumbres, seguir de cerca sus rutinas,
observar el conjunto de su vida para después
poder decir: te entiendo, puedo ayudarte, sé
lo que quieres oír. En las sociedades
ilustradas el anhelo de seguridad se vuelve una
adicción y en este lugar nosotros ponemos a
disposición una droga para mejorar el
planeta. ¿Cómo cree la gente que funciona la
acción soberana? Hay que calcular y evaluar
los riesgos, son los pronósticos los que crean
este mundo, no las esperanzas.

Julia: Me refiero a que la población solo quiere sab-

Dra. Fekter: ¡¿La población?! ¿Tiene idea de dónde estamos?

Julia: En la sala de estar promedio de un apartamento


equipado en promedio por una familia de clase
media promedio con ingresos promedio, análisis
demográficos a través de los siglos lo sustent-

Dra. Fekter: ¡Ja! Esto no es cualquier habitación. ¿No lo


ve? Eso de ahí no es cualquier sofá, no es
cualquier televisor, no es cualquier
biblioteca. Esto es la vida que llevamos, el
dictado de nuestros miedos. Es el espacio que
habita el promedio de la sociedad, es el
espacio en el que se percibe el miedo, y
también la felicidad. Quien aquí se encuentra
percibe aquello que sosiega y hace feliz al
promedio. Quien aquí se encuentra percibe
aquello que el promedio teme en silencio. ¿Lo
siente? ¿Puede sentir el miedo de la media?

32
Julia: Sí.

Dra. Fekter: ¿Sí?

Julia: Sí.

Dra. Fekter: Esta habitación es única en su tipo. Es la


habitación del alemán promedio. El resultado
del análisis de datos altamente sensibles a lo
largo de años de trabajo de hormiga. Kafka,
Sarrazin Schirrmacher, Marx, Harry Potter y
Schiller. Esla grotesca cosmovisión de la
media. ¿Qué tiene esto de privado? ¡¿Datos
altamente sensibles?! Modelos de comportamiento
de libre acceso que uno solo debe clasificar.
En los últimos años, la cámara alemana del
libro ha determinado qué consumen en promedio
el señor y la señora promedio, de dónde
provienen sus pareceres, ergo, lo que piensan
en promedio el señor y la señora promedio, cómo
forman su opinión promedio, pero eso no es
todo, esta habitación es en realidad una
pesadilla ideológica única en su tipo ¡no
obstante! es la pesadilla ideológica promedio.
Es la habitación de la clase electoral con más
capacidad de voto. Es la habitación en la que
esta nación despierta y se despereza. La gran
familia alemana: él, de eternos 49, ella, sin
rastro de juventud, cuarenta y pocos para
siempre, por supuesto se la dan de liberales,
uno se va adaptando a los tiempos, se va
liberando en el sexo, de dientes para afuera
por lo menos, basta con mirar la cama promedio,
sus alarmantes medidas promedio que dejamos
patentar a un fabricante sueco a cambio de una
cantidad sideral de dinero. Todo es parte de
la misma y única tragedia, toda esa mierda, los
33
instintos reprimidos, los ataques de pánico que
asaltan a nuestra madre por la noche, nuestra
madre agobiada por psicosis tan de clase media
promedio mientras escucha cómo, senil, sueña a
su lado la pesadilla hecha carne. He aquí la
utopía más votada: nos mostramos críticos e
informados y en realidad solo queremos
seguridad, nuestra media quiere que le
contengan sus miedos y que la interpelen en lo
más hondo de sí, en ese lugar que con tanta
ligereza llamamos alma. Quieren que alguien
exprese lo que sienten en el alma. Y es dentro
del alma promedio donde usted está mirando
ahora mismo. El cómodo legado del siglo XX a lo
que resta del tiempo. El cadáver que llaman
familia, echado frente a un programa
hipertecnologizado de entretenimiento, adornado
con ataques de angustia y parqué de imitación.
Ya nos ocupamos de nuestras limitaciones y
echamos a los hijos de la casa, ahora
contemplamos en íntima comunidad ese fiambre
enmohecido que es la vida en pareja cuando uno
no tiene más nada que decirse y recurre a
sexólogos y terapias para poder evitarse con la
conciencia tranquila. Corrompida por completo
por el ansia de crecimiento y mil años de
tiempo libre productivo, nuestra incubadora de
utopías se pasa los siete días de la semana
metida en casa, explotada hasta en sus sueños.
En esta habitación alarmantemente promedio
hacemos un análisis de “la población” conforme
a sus dos coordenadas definitorias: ¡el miedo!,
¡ja!, el miedo y la felicidad. Las coordenadas
de la conciencia promedio. Qué sería de la

34
clase media sin sus miedos. No concurriría a
las urnas y dejaría de consumir.

Julia: —

Dra. Fekter: ¿Siente el miedo? Todos los engaños, las


mentiras, la traición, todo lo olvidado,
desechado, el desencanto, volver cada día a esa
geometría neurótica. ¿Lo siente? ¿Siente esas
historias?

Julia: Sí.

Dra. Fekter: ¿Entonces por qué hizo públicos los datos?

Julia: ¿Perdón?

Dra. Fekter: Me mira como Bambi. Durante las últimas semanas


usted estuvo a cargo de todo el tráfico de
datos aquí ¿o no?

Julia: Tráfico que funcionó correctamente, según


indica el sistema.

Dra. Fekter: Bueno pero parece, más bien es evidente que


alguien con acceso a este lugar tiene que haber
estado hablando de más.

Julia: Bueno, sí, a ver, son, hay otros aquí, Finn, o


Peer, exacto, Peer.

Dra. Fekter: ¿Peer? ¿Sí?

Julia: Sí.

Dra. Fekter: Cierto. También Finn, ¿pero Finn, cree que, sí?

Julia: Bueno, también ha trabajado aquí.

Dra. Fekter: Sí, pero Finn, bueno, es de confianza, ¿no?, él


no hablaría de más, ¿no?

Julia: No, probablemente no.

35
Dra. Fekter: Probablemente no. Qué tipo de respuesta es esa,
ja, así son las cosas con esto de los empleados
freelance, al final una se queda sola. Hemos
terminado.

Julia: ¿Y la prensa?

Dra. Fekter: ¿La prensa? Qué se yo. Tengo que pensar. Hágame
el favor, invente algo. Hágales ojitos como
Bambi. Dígales que no deben anticiparse ni
prejuzgar, en definitiva, sí, en definitiva,
nuestro trabajo aquí contribuye al crecimiento.

Julia: ¿Al crecimiento?

Dra. Phketa: ¡Pero claro! ¡Diga eso! ¡Y ahora salga de aquí!

36
En el pasillo

Las oportunidades de hacer carrera que Peer está buscando

corren a sus brazos encarnadas en su compañera de trabajo,

la verdad es que ya ni siquiera se trata de hacer carrera.

Ya solo se trata de seguridad.

Julia: Pero por favor, todo este incordio porque a


algún fulano todavía le preocupa la seguridad,
la prensa no para de llamar por teléfono y la
Doctora mordiéndose las uñas porque que cree que
alguien sembró un complot para desplazarla de su
puesto.

—―Julia, el alma de cántaro de la autorrealización.

——La de anteojos de carey, master en comunicación de 50.000


euros en Barcelona, se apropió de la cocineta diseñada por un
holandés y ahora planea la rebelión,

——¡porque este no es modo de estar!

——¡Esta vida!

——¡Este tiempo!

——Y encima ni siquiera va a conseguir el puesto.

Dra. Fekter: Por eso quiero sugerir al consejo un empleado


con experiencia.

Julia: Ajá, otra vez un tipo ahí arriba. Bien también.


Por qué no. ¿Un padre soltero depresivo tal
vez?

37
Dra. Fekter: No puedo revelar nada todavía, pero se necesita
una personalidad con experiencia, capaz de
soportar cargas, que conozca bien nuestros
valores.

——Desde ese momento la de anteojos de carey anda poseída por


un ataque de locura homicida.

Julia: ¡Peer!

Peer: ¿Qué?

Julia: ¿Qué pasa?

Peer: Nada.

Julia: ¿Sobrepasado de trabajo?

Peer: Lo estarás tú.

———Hija de los 90, jovencísima, con experiencia y sin una


pizca de contradicción, conoce su precio de mercado y no teme
hacerlo valer.

——Todo se vuelve político no bien entra en juego la propia


perspectiva, perspectiva que ella enfrenta a conciencia con su
escote.

——Hueso duro de roer, hay qu-

Peer: ¡Basta!

Julia: ¿Todo bien?

Peer: Sísí, a qué viene la pregunta, ¡todo


espectacular! ¡Genial!

38
——¿Genial?

Julia: ¿Genial? Ay, ay. Pones tanto empeño y para qué,


te me quedas mirando y para qué, sabes bien que
soy muy superior a ti. Un breve comentario de
doble sentido, un giro disimulado a la
conversación, una insinuación tan sutil como
reveladora durante una comida de negocios.
Conozco mis dotes y las perfecciono todo el
tiempo.

Peer: Momento, momento, yo q-

Julia: Estás demodé. Pero sigue así, arrebatado,


demacrado y lánguido de tanto sudar, reventado
de tanto trabajar, sonriendo cordialmente.

―—¡Ella quiere guerra!

——¡Muestra tu mordida neoliberal! ¡Enséñasela!

——¡Aprieta! ¡Contiene!

Peer: Esos anteojos de carey te quedan para la


mierda. ¿Son nuevos?

Julia: ¿Desde cuándo pululan idiotas en este lugar?

Peer: No te hagas la inocente con tu faldita de jean.


Lindas botas, by the way.

Julia: Whatever. Si quieres ir con la vieja: adelante,


mucha suerte, está abajo, alienada entre las
estadísticas. Denuncia una conspiración global
contra ella y su cargo directivo.

39
Peer: Pensé que por fin iba a dar a conocer el
resultado del concurso por el nuevo puesto.

Julia: En este momento tiene otros problemas muy


diferentes. Como siempre. Es pura táctica para
demorar el asunto. Por mi parte, me paso el día
trabajando en mis propias estadísticas y dejo
que los pronósticos automatizados me absorban,
como si ya no hubiera un afuera.

Peer: Y sí, una pena, ¿no?

Julia: ¿Qué cosa?

Peer: Lo del puesto, no funcionó.

Julia: Qué dices. Finn va a tener el puesto, es un


perro faldero, ella sabe que él está que
tiembla, necesita el dinero, quién no sentiría
compasión por él, por quién si no, él, que cría
solo a su vástago. Este lugar es una única y
gran abnegación en la que depresivos y
paranoicos se entorpecen el camino unos a
otros. Quién no pisaría cadáveres. Quién
si no la reina de las tasas y los
porcentajes, ella quiere ocupar sola el trono
de las estadísticas.

Peer: Ajá, bien que la masa crítica también quiere su


porción del pastel y abre prodigiosamente la
boca.

Julia: Epa, ¿un contragolpe incisivo? Vamos, caminemos


juntos hasta el ascensor.

Peer: Mejor límpiate los anteojos de carey.

——No entiendo todo esto.

——¡Nosotros tampoco!
40
——¡Pero por ahora hay que aguantar!

——Con entender no llegamos a ninguna parte.

——Cualquiera entiende, nadie hace carrera entendiendo, se


requiere fuerza y voluntad, un nuevo puebl- ups.

——Donde falta el sentido, falta la voluntad, falta el camino,


hay que empezar por hacerse camino.

——Así que ábrete camino, convulsiva, mordaz, tiranamente hacia


arriba, que arriba espera la felicidad.

——Así que siempre hacia abajo, hacia abajo, hacia abajo la


estadística.

——¡Corre, corre, corre!

——No, ya no dices más FUCK YOU, ahora eliges sonreír


cordialmente y dices:

Peer: ¡Gracias!

Dra. Fekter: No hay de qué, no hay de qué.

Peer: Uno le pone empeño.

Dra. Fekter: Íntegro, atento, competente. Venga, ¿quiere


beber algo? Sí quiere ¿verdad?

Peer: No. Gracias.

Dra. Fekter: ¡Diga que sí!

Peer: Okey.

Dra. Fekter: Es asombroso ¿verdad?

Peer: ¿Qué cosa?

Dra. Fekter: Usted. Los de su generación. Estoy asombrada.

Peer: —

Dra. Fekter: De usted, sí, sí. De ustedes.

41
—Una atmósfera amenazante lo envuelve todo.

Dra. Fekter: ¿Cuánto tiempo lleva aquí?

Peer: Calculo que un año y m-

Dra. Fekter: Un buen rato ya. Lo estuve observando. Me


imagino que no es fácil, es decir, en su
momento no fue un problema para nosotros, por
Dios, teníamos dinero, hoy resulta
inimaginable. ¿No? ¿Se lo puede imaginar?
¿Puede imaginarse todo ese dinero? Pero usted,
ustedes saben abrirse paso frente
circunstancias históricas adversas y eso me
infunde profundo respeto. Todos ustedes
deberían ser recompensados. ¡Beba por favor!
Yo por lo menos necesito beber algo. ¡Beba!

Peer: Gracias.

Dra. Fekter: Brillante, en principio, un hombre joven y


ambicioso en ascenso. Nadie quisiera
interponerse en su camino, ¿no es así?

Peer: Idealmente no.

Dra. Fekter: Según la documentación que tengo aquí, a ver,


siempre muy cordial, amable, se lleva bien con
los ¿no? con los colegas, también las colegas.
De hecho es comprensible, usted quiere
pertenecer, se esmera para no cometer errores,
o sea, se le ve. Es lo que todos queremos,
¿verdad?

Peer: Sí, pertenecer, eso.

Dra. Fekter: Sabe administrar el tiempo, todos los datos


correctos, sin problemas, en suma, una
42
performance convincente la que veo en su
perfil. Un espíritu dinámico, ¿cierto?

Peer: Sí, bueno… Gracias.

Dra. Fekter: Bueno nada, no, no, hay que decirlo, se ve que
ahí hay algo ¿no? Algo que vendrá, a ver, si yo
fuera la única con poder de decisión, si las
circunstancias fuesen otras ¿entiende? Es
decir, si algunas cosas, o sea, trabajo en
equipo y ambición por descontado, o sea, si
fuera por mí… Estimular y estimular. ¿Me
explico?

——Absolutamente, dice uno que pasó doce años en la


universidad, después anduvo de beca en beca, y desde entonces
va saltando de un puesto subsidiado a otro, ¿no es así?

——De una buena vez habría que decirlo aquí,

——no pierdas el compás ahora, tu vida está en sus manos,

——no es precisamente esperanzador, te sientes cada vez peor.

——No es más que un puto puesto bien pagado, un puto puesto de


planta, no una puta salvación.

——Y de pronto tu futuro toma la delantera,

——quiere salir, subirse a la mesa delante de ti,

——de pronto ella se te queda mirando, sostiene ante tus


narices tu propio ego, que patalea, y aprieta el gatillo
salpicando la habitación entera con tu futuro.

——No. Te mantienes entero, ¡contiene! Sigue sonriendo


cordialmente.

——¡Aprieta los dientes!

43
——Hasta que se anuncia sigilosa, temblorosamente, un psicótico
y obsecuente:

Peer: ¡CALMA!

Dra. Fekter: ¿Todo bien? Parece respirar con dificultad.

——Momento, no te salgas del papel, dónde habíamos quedado,


ajá,

——un psicótico y obsecuente:

Peer: Me alegra. Gracias. ¿Dónde habíamos quedado?


¿Uno se esmera?

Dra. Fekter: Sí, corren tiempos duros ¿no? Hay que mostrarse
contento con todo lo que uno logra. Apretar
los dientes y tratar de salir adelante, aunque
dentro de todo su generación se muestra
bastante optimista, ¿no? La realidad es que en
este lugar tenemos un problemita. Aquí
intentamos ocuparnos del afuera, por el
bienestar de la comunidad, pero la comunidad se
siente amenazada por eso, en cambio si no nos
ocupamos del afuera, la comunidad se siente
amenazada por el afuera. Y bueno, así son las
cosas hoy en día ¿no?

——Ahora empieza a echar pestes, empieza con todo el tema del


bienestar, empieza a recordar, porque antes, antes todo era
diferente, ahora todo es mucho más difícil y:

44
Dra. Fekter: Antes, lo recuerdo bien, antes todo era
diferente, cuando éramos estudiantes, pero
ahora qué más da, pfff.

——¡En general los de su generación!

——Sí, su generación sí que merece respeto y reconocimiento por


osar meterse en este callejón sin salida en que se encuentra
la historia,

——dice ella, mientras resopla con regocijo histórico,

Dra. Fekter: porque nosotros nos fregamos el culo, con el


dinero que vomitó la economía social de mercado
nosotros nos fregamos nuestro dorado culo de
clase media dorada. Mi jubilación usted no la,
en veinte años no ¿no? ¿Peer? Y dicho sea de
paso-

Peer: Suena bien.

Dra. Fekter: ¡¿Peer?! ¡Por otro lado, de ninguna manera


vamos a poner de nuestro dinero! ¡Ja! Sé muy
bien ¿Peer? ¿Se siente bien? La redistribución
y la guerra de las generaciones, es cierto que
el crecimiento no dura para siempre, pero
¿cree que habría margen para ceder algo, eh?

——¡Aprieta! ¡Contiene!

——Haz de cuenta que te da igual. Al carajo con el puesto de


mierda.

——Calma. Aprieta. Calma. ¡Contiene!

Peer: Sí, probablemente, asentir con la cabeza,


contener, apretar los dientes, ¡y adelante!
45
Dra. Fekter: No pienso devolver mi dinero, prefiero cortar
por abajo antes que recortar por arriba. Para
eso mejor invierto mi dinero en una lápida
dorada y me hago grabar en platino: ¡hija de
los 60!

——Diez mil procacidades le vienen a uno a la mente con solo


ver ese rostro, ese paisaje de arrugas de otro siglo, te pasan
por la cabeza un millón de obscenidades, mil millones de las
más ordinarias groserías, pero no, tú aprendiste la cortesía
de ajusticiarte.

——Tiras y aflojas de tu futuro, espasmódico, convulsivo.

——¡Tienes que salir adelante!

——¡Mantente afable y cordial, maldita sea!

Peer: No soy para nada obcecado, en absoluto, no,


¡simplemente estoy de excelente humor!

Dra. Fekter: Bien. A ver, ahora mismo todavía no veo la


oportunidad de poder convencer al consejo,
todavía falta algo.

Peer: Apretar los dientes y adelante, autoboicotearse


sin perder la sonrisa amable, para no cortarse
uno mismo el aire de camino a la cima.

——¡Idiota!

Dra. Fekter: Qué más da, el camino a la cima ha quedado, por


así decirlo, en el camino ¿no? Pero por ahora,
no para siempre. Solo hay que perseverar,
como hasta ahora, y ver cómo sigue todo el
46
asunto de la filtración, y eso significa,
tanto para usted como para mí, esperar un
poco más, y para usted, esforzarse un poco
más, ¿no le parece? Ya va andar bien. Todo es
cuestión de tiempo ¿no le parece?

Peer: ¿Qué?

Dra. Fekter: Dije que por lo pronto su asunto no va a poder


ser, sí, lo suyo, el puesto, Peer, o sea, si
por mi fuera, de inmediato, ya, ¡yo le veo
garra! ¡Sí! ¡Y voluntad! Usted reúne todas las
condiciones, lo percibo inmediatamente, pero
el consejo, quieren un poco, a ver, de
experiencia, a ver, un poco de experiencia de
vida siempre está bien vista. Como usted sabe,
hay mucha gente opinando. O sea, como le
decía, dedíquese primero a vivir un poco,
aguante. ¿!Peer!? ¿Se siente bien? ¿Desea
algo de beber? ¡Tenga! ¡Beba!

Peer: ¿Qué? ¿No? ¿Puesto de tiempo completo? No, qué


pena. ¿Para quién va a ser? ¿Julia? ¿O quién?

Dra. Fekter: El consejo está pensando en una persona con


exp-

Peer: ¿Finn? Últimamente Finn se está yendo antes de


horario ¿no es cierto?

Dra. Fekter: Sí, a ver, entre nosotros, me entiende, aquí en


privado, como un comentario al paso ¿sí? Es
por, usted sabe ¿no?, el crío, él está
sobrecargado con eso de ser padre, o sea, no es
que no pueda hacer un buen trabajo, pero, usted
sabe, entre nosotros, aquí en privado.

Dra. Fekter: El consejo tiene dudas, ahora más frente a la


crisis de seguridad.

47
Peer: Claro, sí, seguridad, por supuesto, ahora que
lo menciona recuerdo, tome, lo encontré hoy.

Dra. Fekter: ¿Una memoria USB?

Peer: De Julia, con datos filtrados.

48
Todo radiante

—Por aquí, radiante, de veras, ¡todo radiante!

—De pie frente a un futuro radiante, de camisa blanca frente a


un espejo con marco de fino acero inoxidable en el baño de
hombres, y el baño de hombres te recuerda a… ti

—La mierda que flota pero ya no huele a mierda, ya no se ve


como mierda, en un baño que ya no se siente como un baño, que
ya no huele a baño sino a eucalipto sintético.

—Una camisa que ya no se siente como una camisa, en un cuerpo


que lo único que quiere es salir de la camisa reversible
abotonada.

—El limbo no es.

—Es solo un baño de lujo posthistórico, con interiores de


piedra arenisca y en lugar de puertas, placas de vidrio
opalino dividiendo los excusados.

—Pero siempre con calma.

—Todo bien.

—Despacio, bien despacio.

—Doctorado en Humanidades no es poca cosa.

—¡No es poca cosa!

—¿Felicidad?

—¡Genial!

—Desacelerar, respirar profundo, todo bajo control, con 29 ya


estabas en la University of Notre-Dame,

—bueno, bueno, la University of Notre-Dame,

—en Indiana, Estados Unidos,

—Indiana
49
—hay que agregarlo siempre,

—la Universidad de Notre-Dame en Indiana.

—Como Paris, Texas.

—Bien, estás aquí frente al espejo, el dispensador de jabón


con aloe vera

—parece un ahorcado

—que saliva cuando se lo ordenan,

—piensas mirándote el pantalón.

—En Indiana, los profesores se deshacían en elogios hablando


de Alemania, que la german mind, que el german system,

—the academic atmosphere, gottingen, tubingen,

—te viene a la mente el recuerdo de dos casos de locos


homicidas de cuando estudiabas,

—uno impedido, el otro, con muertos,

—yihadistas, decían, mad men,

—que buscan aterrorizar el valor de la libertad en Occidente.

—Oportunistas.

—Acto seguido te dijiste,

—¡perseverar!

—¡Sí! No rendirse ahora, continuar, avanzar.

—Regresar al corredor, continuar la charla, tener una opinión


formada-

—Se te acalambra la mandíbula de tanta sonrisa impostada.

—James Eagan Holmes, born 1987, received his undergraduate


degree in neuroscience with the highest honors and enrolled as

50
a Ph. D. student in neuroscience at the University of Colorado
Anschutz Medical Campus in Aurora.6

—No degenerar a un estado provisorio, tener siempre un as en


la manga,

—tener continuamente un as en la manga que dé cuenta de tu


voluntad de ascenso, tu espíritu de ascenso, tu voluntad de
jornada completa.

—He bought himself 4 guns legally, namely the AR-15, also


known as M16, a semi-automatic rifle, the standard weapon of
the armed forces of the USA, the U.S.-made 12-gauge Remington
870 Express Tactical shotgun and a Glock 22, .40 caliber, an
Austrian quality weapon, as well as 6000 bullets, a gas mask
and a bullet-proof-vest.7

—No dejar nada librado a la probabilidad que hoy nos acucia.

—Irradiar seguridad, convicción, espíritu de ascenso.

—Si el ascenso no viene a ti, tú vas al ascenso.

—Two months later, during the premiere of the movie The Dark
Knight, he threw gas bombs and shot at the audience. He
heavily injured around 60 people, while 10 people died at the
spot.8

—Esta estadía humillante y sin plazo en el tanque de este


excusado de permanentes mortificaciones entre personas.

—La actitud lo es todo, la meta está por verse.

—De modo que: ¡aguantar!

6
James Eagan Holmes, nacido en 1987, graduado con honores en neurociencias y
doctorando en el Centro Médico Anschutz de la Universidad de Colorado, Aurora.
7
Se compró legalmente cuatro armas, a saber, un AR-15 también conocido como M16, un
fusil semiautomático; el arma estándar del ejército de los Estados Unidos; la
Remington 870 Express Tactical, una escopeta calibre 12 de fabricación
estadounidense; y una pistola Glock 22 calibre 40 de calidad austriaca. Además,
6000 balas, una máscara anti-gas y un chaleco antibalas.
8
Dos meses más tarde, durante el estreno de Batman, ingresó en la sala lanzando
bombas de gas y disparándole a la audiencia. Hirió gravemente a unas 60 personas,
diez personas murieron en el acto.
51
—Maniobrar entre las citas anónimas del estilo de vida
elegido, esas que reunidas en la cocineta se disputan
encarnizadamente cada una su parte en el diagrama del pastel.

—No queda más que agacharse y tratar de esquivar el fardo,


pero

Julia: ¡Peer!

—Hola corazón, perra.

Finn: ¿Qué tal? ¿Cómo estás?

Peer: Para la mierda.

Julia: ¿Y? ¿Cómo fue?

Peer: ¿Qué cosa? Ah, la vieja, sí, bah, como siempre,


lo que ya sabemos. No esperaba otra cosa.

Julia: Bueno, bueno. ¡Aquí tenemos al ganador!

Finn: ¿Qué tal?

—Piensas para tus adentros ¡que debes aprovechar tu


oportunidad!

—¡Tomar carrera de una vez! Y partirle la jeta.

—Tomarlo por el cuello, apuntar y de una vez

—¡Bang!

Peer: ¡Genial!

Julia: ¿Verdad que sí? ¡Felicitaciones!

Finn: Gracias. ¡Ya era hora!


52
Peer: ¡Sí que lo era! ¡Genial! ¡Bang!

—¡Ja!

—Pasa todo el día tirado en medio del comedor de la oficina,


cientos de veces le pasan por encima sin mosquearse, hasta que
alguien por fin ve al muerto y exclama

Peer: ¡Un cadáver en el comedor de la oficina!

Finn: Engulle un betabloqueante.

Julia: ¿Todo bien?

Peer: Sí, sí, claro. ¡No pasa nada, genial!


Felicitaciones por el puesto.

Julia: La verdad que sí, súper.

Finn: Gracias.

Peer: ¡Genial!

Julia: De veras me alegro por ti, por ustedes. O sea,


por el pequeño y por ti.

Finn: ¿Sí?

Peer: ¡Sí! ¡Genial! ¡En serio!

Finn: LA pequeñA, pero gracias.

Julia: Entonces por lA pequeñA ¡y por ti!

—La de anteojos de carey ya sonríe de nuev-

Peer: ¡CALMA!

Julia: ¿Pero qué pasa? ¿Qué pasa?

53
Peer: Todo este cotorreo el día entero. ¡CALMA!

Julia: ¿Qué es esto, el ocaso de los idiotas?

Peer: ¡CALMA!

Julia: ¿Pero qué pasa?

Peer: Uno se pasa la vida empujándose a sí mismo para


ganarle a la inercia, saben de lo que hablo,
esa sensación de no tener la más mínima idea de
lo que uno quiere y sin embargo seguir
empujándose, veamos, ¡hay algo que no va! Los
números no cuadran, ¡es todo una mentira
descomunal! ¿Por qué jugamos este juego?

——¡Relájate! Aprieta, afloja, con humildad, golpea.

——No te quedes ahí culposo en el rincón-

Peer: ¡Silencio! Los números no tienen sentido.

Finn: Los números suelen no tener sentido.

Peer: Pero no cuadran.

Finn: Son valores pronóstico.

Peer: Okey, pero qué tienen que ver el alza de la


tasa de natalidad o la mejora de la calidad del
aire con mi felicidad personal cuando en
paralelo aumenta la renta, sube la tasa de
desempleo y el salario mínim-

Finn: El buen clima favorece el estado de ánimo.

Peer: Sabes a lo que me refiero.

Finn: Los números indican que nuestra sociedad actual


es la más feliz desde el comienzo de las
mediciones.
54
Peer: Las mediciones tienen unos veinte años.

Finn: Tú ves.

Peer: Los números sostienen algo diferente.

Finn: Los números no sostienen nada.

Peer: Nadie es más feliz porque la media tenga en


promedio más tiempo promedio.

Finn: Justamente. Se trata de un valor promedio.

Peer: ¿Quiere decir que en promedio la media es más


feliz que antes porque la calidad promedio del
aire mejora y la media permanece en pareja por
más tiempo?

Finn: Sí. Los números indican que el promedio de la


población es relativamente feliz.

Peer: ¿Relativamente?

Finn: Bastante.

Peer: El promedio es bastante feliz.

Finn: La media, sí.

Peer: Así que el promedio de la media no tiene nada


que temer porque la media dice que el promedio
crece por sobre sí mismo.

Finn: ¡Tenemos un problema de filtración de la


seguridad! ¡Ese es nuestro principal problema!

Peer: ¿Ahora la media está satisfecha o no?

Finn: Según estos números, en los últimos años la


satisfacción promedio ha subido. Según los
números, incluso por encima del promedio. O sea
que la media ostenta una felicidad por encima
del promedio.

55
—Lo dice y se dirige al teléfono, se aparta un instante,
atormentado, sudando, toqueteándose tembloroso el cuello de la
camisa.

—Engulle primero un betabloqueante.

—Pero después,

—después todo se sale de control:

Finn: ¿Qué significa todo esto? De camino hacia aqu-

Dra. Fekter: ¿Qué le pasó? Se ve como un país en plena


guerra civil. ¡Relájese!

Finn: ¿Cómo dice? Un momento, yo-

Dra. Fekter: ¡Le puedo adelantar lo que significa la llamada


telefónica, vaya a su oficina, organice la
evacuación! Nos están atropellando. Fuimos
traicionados y vendidos. ¡No! ¡Yo fui
traicionada y vendida! La media está
descontrolada y ensaya la rebelión porque aquí
intentamos contabilizarla. Todo está que arde.
El vulgo embravecido viene en camino. Hay un
solo lugar seguro. A escondernos en la
habitación promedio.

Julia: ¡Okey!

Dra. Fekter: ¡Usted no! Usted está despedida. Tenemos


pruebas de que la filtración provino de su
computadora.

56
DOS

La invención de la felicidad.

Ratas, estrellas pop, químicos, historiadores,

víctimas, victimarios y décadas recuerdan.

—La invención de la felicidad es una tragedia.

—En los años 50, en un pequeño laboratorio de los Estados


Unidos, el Dr. James Old descubre el sistema de recompensa en
el cerebro.

—Comprueba que las ratas reaccionan a la estimulación


eléctrica del centro de placer del hipotálamo.

—Dr. James Old: No solamente reaccionaron, también mostraron


satisfacción y felicidad a gran escala. Segregaron hormonas de
la felicidad, se relajaron y se sintieron a gusto.

—El Dr. James Old había descubierto el sistema de recompensa


en el cerebro.

—(Por su descubrimiento, el Dr. James Old es honrado y


recompensado.)

—El fantasma del espíritu estaba frente a un nuevo final.

—(El siglo XX niega con la cabeza.)

—La felicidad no eran las “esperanzas”, no eran los “deseos”


que se “cumplían”, no era el “sexo” “intenso” ni mucho menos
el “apasionado”.

—Era una mezcla adulterada, química, de dopamina y oxitocina.

—Y con eso no solamente quedaba inaugurada la neurología


moderna, con eso, la industria farmacéutica incursionaba en su
mayor negocio hasta el momento: los antidepresivos.

—O por lo menos el mercado era enorme.

57
—A saber, según datos estadísticos, al descubrirse la
enfermedad se constató un 80% de personas depresivas en las
sociedades más avanzadas.

—Proveedores sobrecargados, fuerza de trabajo agobiada,


impaga, gerentes con sobresueldos y demasiada responsabilidad:
¡a todos les quedó en claro que el sistema no carga con
ninguna culpa!

—¡No! ¡Estábamos lisa y llanamente deprimidos!

—La felicidad se conseguía en todos los colores.

—La felicidad se había vuelto fabricable y comenzó a producir


cantidades siderales de valor agregado. Además permitió un
aumento ilimitado del rendimiento, porque ahora en cualquier
momento se podía tomar una pastilla contra cualquier cosa.

—La humanidad se dirigía al cenit de la felicidad.

—El más sublime, vasto e importante de los sentimientos de la


humanidad, la felicidad personal, había sido reducido al
tamaño de una aspirina, y dotado del maravilloso nombre de
clomipramina o amitriptilina.

—¡FELICIDAD!

—Creímos que por fin habíamos alcanzado nuestro objetivo.

—Éramos felices.

—Fin de la Historia.

—¡Pero luego!

—¡Lo recordamos bien, señoras y señores, queridos niños! ¡Un


breve aplauso de bienvenida para LOS NOVENTA!

—LOS NOVENTA: Soy LOS NOVENTA. Soy historia. Muchas gracias,


señoras y señores, pero no habrá más. Conmigo las sociedades
58
occidentales han alcanzado un estándar de vida incapaz de
producir ya felicidad adicional, también se habla de paradoja
de Easterlin, pero se podrán imaginar que en mi carácter de
LOS NOVENTA no quiero entrar en detalles, y además no es mi
problema, es nuevamente el problema de la Historia porque una
vez más, egoísta e infatigable como es, pasó de largo junto a
mí, apenas uno consigue ser parte de la Historia que ya vuelve
a tener que renquear tras ella, claudicante y harto, y
requiere un gran espíritu de mundo poder atrapar un Fin de la
Historia que patalea. ¿Pero a que venía todo esto? ¡Ya quédate
quieta de una buena vez! ¡Marrana! ¡Histórica!

—La Historia: ¡Dios! ¡Los fantasmas no dan descanso, todo el


tiempo rondando alrededor de una, y una que pensaba que por
fin se había dejado atrás a sí misma, pero no, una regresa,
vuelve como muerto vivo, y todo por no poder deshacerse de sus
propios espectros! ¡Pero si nos separamos! ¡Y no sirvió de
nada!

—LOS NOVENTA: ¡¿Perdón?! ¿Quién es el fantasma aquí? ¡Dime! No


tengo por qué permitir esto solo por no estar del todo a la
altura de los tiempos, pero okey, me lo dice alguien que ya es
historia, y a todo esto, demuestra lo que vales, ya que
dejaste pasar nuestra cita.

—La Historia: ¿Perdón?

—LOS NOVENTA: ¡Teníamos una cita!

—La Historia: ¡Qué te pasa, déjame!

—LOS NOVENTA: ¿Cómo puedes llegar tarde al fin de la historia?

—La Historia: Vamos, no me vengas con esos aspavientos


apocalípticos, te pido por favor. Otra generación desesperada
que cree haber descubierto el fin de la historia, nada más que
eso.

—LOS NOVENTA: ¿Cómo es que alguien llega tarde al fin de la


historia?, es el colmo, ahora quédate quieta, historia, quieta
59
aquí, de nada te sirve seguir amontonando ruinas, ya te voy a
agarrar, no tengo idea de qué significa todo esto, por qué
ahora me evades todo el tiempo, das la impresión de estar
agotada, dime ¿no te sientes bien? Toma, tengo todo un surtido
de pastillas, una para cada tipo de espíritu, nadie ha de
quedarse con las ganas, y mucho menos la historia, por fin hoy
va a ser contada de una vez y hasta el final. Ahora quieta.

—La Historia: Suéltame.

—(LOS 90 está en éxtasis y espasmódico arroja a la historia


contra la pared por puro placer.)

—Hace instantes nada más todavía estaba en el mundo, y ahora


ya soy historia, nunca logro juntar esos cabos.

—(LOS 90 golpea a la Historia.)

—LOS 90: Ésta va por los albores de Internet, antes de que


llegaran los monopolios; ésta por el amor, del que abusaste en
todos los rincones de este mundo, ¡perra individualista! ¡¿Te
crees la única consecuencia posible, eh?! Falso, ¡siempre el
cuento contado por los blancos! Esta va por todas las cagadas
de los neoliberales, los terroristas, las farmacéuticas, el
recrudecimiento de la derecha en Austria, por esto último van
dos seguidas. Esta va por el lobby de armas y por las fosas
comunes en Polonia, Afganistán, Bosnia, Chechenia y Camboya.
Por los que se retuercen pisoteados en el suelo, esos sobre
los que tú, pedazo de mierda, quieres erigir tu reino futuro.
Sí, tú, cáncer que proliferas en todos nuestros cuerpos, ¿cómo
es que no puedes detenerte?

—(La Historia trata de defenderse pero no hace más que


energizar los golpes de LOS 90. Rompen todo.)

—LOS 90: ¡Vamos, di que eres culpable por esa rumia eterna de
la falta de utopías, dilo! ¡Fuiste una madre de mierda, dilo,
una miserable fracasada, solo ávida de tu propia ventaja,
dilo!

60
—(LOS 90 golpea a la Historia cada vez más fuerte.)

—Esta va por el estallido de la burbuja punto-com, por el de


la burbuja inmobiliaria, por la crisis económica y financiera,
los postdemócratas corruptos, el estado policial y el
terrorismo global. ¡Ya olvidaste que queríamos llegar juntos a
un lugar completamente distinto, miserable pedazo de basura
histórica! ¡Di algo!

—(La sonrisa en el rostro de LOS 90 va retrocediendo al tiempo


que los golpes son cada vez más fuertes.)

—LOS 90: ¡Ni siquiera eres capaz de interceder por ti misma,


no tienes idea de lo que quieres, ni siquiera sabes qué eres,
marrana histórica, ignorante, perra de tu madre, tu abuela,
tú, madre de todas las madres! Recién eres alguien cuando
algún nuevo fulano perece a tu sombra, ¡bodega de cadáveres
ignotos!

—(Los golpes son cada vez más fuertes, más en serio,


maliciosos y, finalmente, mortales.)

—LOS 90: Lo siento por ti pero es mejor así, ahora toca poner
orden. Hasta la vista, Historia. Soy LOS 90. Conmigo el deseo
crece y crece, pero carece de todo valor real porque a decir
verdad quedó satisfecho de tanto mamar, y decidió volverse
virtual.

—El Deseo: Bueno, no es para tanto. Aunque es cierto que en


los 90 el deseo tuvo que echar mano de la imaginación para
mantenerse interesante.

—LOS 90: ¿Qué quieres decir con echar mano de la imaginación?


El insaciable, siempre creciente, nunca satisfecho deseo no es
más que un barato producto del mercado. Lo sabemos hace
tiempo. Los idiotas son ustedes que todavía tratan de innovar
en contra del mercado y terminan ustedes mismos en
liquidación.

—El deseo: ¡Bueno, pero haz el intento de ir contra eso, eh!


61
—(Con cada intento de LOS 90 de hacer algo contra el deseo
insaciable, el deseo se multiplica.)

—La Historia (avanza arrastrándose): LOS 90 se había enredado


en el deseo sin advertir que lenta y vejada la Historia
cruzaba a rastras el umbral del nuevo milenio. Pero al final
se incrustó torpemente en un rascacielos y debió afrontar
problemas que la hicieron retroceder al comienzo de la
Historia, la Edad de Piedra, o incluso más atrá-

—Momento, momento.

—La Historia: ¿Qué?

—¿Y las ratas?

—Cierto. ¡Las ratas!

—(Con partes de cuerpos entre los dientes, las ratas corretean


por el escenario.)

—El Dr. James Olds les había enseñado a las ratas cómo activar
por sí mismas la sonda eléctrica en el hipotálamo.

—¡Y eso hicieron! Hasta ocho mil veces por hora, durante días
y días sin parar, las ratas activaron la sonda eléctrica en el
hipotálamo sin interesarse en lo más mínimo por la ingesta de
alimento, el sexo o el sueño.

—La Historia: Las ratas murieron de hambre, sed y agotamiento.


Extasiadas de felicidad.

62
Peer hace un nuevo intento de aclarar la historia con Miriam,

pero hace tiempo que ella se ha alejado.

Miriam: —

Peer: Yo estaba parado frente a ti tratando de


aclarar las cosas punto por punto, y tú echabas
espuma por la boca, sí, me enfrentaste y
empezaste a gritarme, y yo te respondí a los
gritos y dije no, ahora necesito tiempo para
mí, y tú gritabas desquiciada, a ver, grita un
poco desquiciada para mí ahora, por favor,
nomás para repasarlo, no, yo tampoco quería que
las cosas fueran de ese modo, ahora grita,
enfréntame así enfadada, así con las manos aquí
y enojada, vuelve a gritarme, vuelve a
cagarme a gritos por favor. Bien que fue una
mierda, lo nuestro.

Miriam: —

Peer: A ver, me refiero a cómo se dieron las cosas,


sí, entre nosotros, no lo nuestro en sí, más
bien eso, lo que vino después, o sea, ¿de
acuerdo?

Miriam: —

Peer: ¿No dices nada? Okey, entonces hablo yo, te


negaste a hablar de nuevo sobre, no, dijiste,
gritaste, ¡así NO! ¿Sí? Y yo solo quería
aclarar las cosas punto por punt-

Miriam: Basta.

Peer: Solo aclarar las cosas punto por punto.

Miriam: Punto.

63
Peer: Sí, punto por punto.

Miriam: Sí. Punto. Basta. ¡Peer! Mientes.

Peer: Bueno, vamos de nuevo.

Miriam: No. Mientes.

Peer: ¡Sí! ¡No! ¡Punto! ¡Nada, Peer!

Miriam: ¡Peer!

Peer: No. No.

Miriam: —

Peer: Sí.

Miriam: —

Peer: ¿Sí qué?

Miriam: Pues nada, yo, esto es ridículo, no necesito


esto, tu hipócrita santurronería, tu manera
autocompasiva de hacer borrón y cuenta nueva, y
se supone que yo ahora como “ex” ponga el oído
a toda esta anécdota obsequiosa del pasado.

Peer: Nada más quiero recapitularlo, recapitularlo


brevemente, ¿sí? Solo estoy tratando de
entender,

Miriam: qué fue lo que salió mal, sí, pero sin mí por
favor, calculando estadísticamente a ojo yo
diría que: nada. Tú hiciste perfectamente tu
camino hacia arriba.

Peer: Okey, pero a ver, nomás para repasarlo una vez


aquí y ahora, te pasaste la noche entera
gritando, sin parar, entonces yo

Miriam: tú ibas y venías con las manos en la cabeza


desvariando sobre lo estrictamente necesario,
que tú solamente, que lo estrictamente
64
necesario, y yo te respondía a los gritos,
estuvimos cerca de un cuarto de hora yendo y
viniendo, tú muy locuaz con todo eso de auto-
optimizarse y la consigna de aguantar, y yo
estaba tan harta, sabes, y ahora mismo también
estoy tan harta, a lo mejor es por eso que no
tengo la menor gana de repasarlo todo contigo
ahora, me parece una estupidez, a ver, por qué
ahora de nuevo esto, eh, ¿entiendes? ¿Sí?
¿Entiendes? Por cierto, estoy muy bien en otro
lado, no necesito todo esto, el maldito rollo
de tu carrera en ascenso, y no voy a permitir
que proyectes sobre mí tu recuerdo, tu trauma,
lo que sea, ¿entiendes?

Peer: Momento, para empezar, después tuvimos, o sea,


después habíamos vuelto a llevarnos bien, sí,
quien dice una vez, tal vez haya una
posibilidad-

Miriam: Peer…

Peer: Debes darme una oportunidad.

Miriam: Estás engañándote a ti mismo. Simplemente no


estoy aquí. No existo. Se terminó.

Peer: ¿Sí, cómo?

Miriam: Tienes tu cuentito de mentiras, ahí proyecta lo


que quieras, pero no me proyectes a mí. No
existo.

Peer: Sí, bueno, quiero decir, ahora, mierda, es mi


recuerdo, de alguna manera tengo que, en mi
recuerdo-

Dra. Fekter: ¡Muestre actitud! ¡Siempre! ¡Aún en el


descenso!

65
Peer: ¿Qué?

Dra. Fekter: ¡Soberano es quien decide el estado de


excepción!

Miriam: Justamente.

Peer: Sí, pero por qué, ¿qué hace usted aquí?

Dra. Fekter: ¿Dónde?

Peer: ¿Aquí?

Dra. Fekter: ¿Aquí qué?

Peer: ¿Qué hace usted en mi recuerdo?

Dra. Fekter: ¡Ja! ¡Mi sistema no sabe de límites!

Miriam: Esto me supera.

Peer: ¿Qué cosa?

Miriam: ¿Ahora quieres irte con tu jefa? ¿O qué te


pasa?

Peer: ¿Qué hace ella aq-, qué hace usted aquí?

Dra. Fekter: ¿Aquí dónde?

Peer: ¿En mi habitación privada?

Dra. Fekter: ¿Privada? ¡Ya quisiera! Esta es la habitación


promedio y usted con sus ansias de ascenso
mordió el anzuelo. ¿Privada? ¡Ja! ¡Bienvenido
al siglo XXI!

Peer: ¡Váyase!

Miriam: Adiós.

Peer: Pero solo estaba intentando, solo intent-

Miriam: ¡Mientes, Peer!

Peer: ¿Qué?

Dra. Fekter: ¡Vamos!


66
Peer: ¿Qué? No, no, un momento, ¿qué? ¡No estoy
mintiendo!

Miriam: No pongas esa cara tan precaria.

Peer: ¿Cara tan qué?

Miriam: ¡Te pido por favor! Ahórrame tu “como si”,


sabes perfectamente lo que haces, sabes
perfectamente que te engañas, y pese a saberlo
lo haces.

Dra. Fekter: ¡Eh, cierre la puerta, el afuera quiere entrar!

Miriam: Por eso no estoy aquí, sí, simplemente no estoy


aquí, ya llevaba tiempo en otro lado
completamente distinto, y ahí no tienes ninguna
importancia, ahí todo este delirio no tiene
importancia.

Peer: Momento, no-

Dra. Fekter: ¡No venga a hacerse el héroe ahora, que lo


necesito más tarde! ¡Quite los dedos, cierre la
puerta!

Peer: Es tan ególatra, solamente intento, lo


extremadamente nec-

Dra. Fekter: ¡Cierre la puerta!

Peer: ¿Qué?

67
En la habitación del miedo II

Peer: ¡Como espíritus! ¡Como fantasmas de mal


augurio! ¿Escucha? Como fantasmas de mal
augurio los valores controlados de ahí afuera
corren de aquí para allá poseídos de locura
homicida. Pero igual no nos oyen. Vuelven una y
otra vez.

Peer: —

Dra. Fekter: Todos esos intereses personales, que se rebelan


con la terca convicción de que su palabra tiene
algún peso. Rompen el equilibrio. ¡Sus
intereses personales echan a perder nuestro
clima!

Peer: —

Dra. Fekter: Pero volvamos a la habitación promedio, es


tranquila, ¿cierto? Oscura. Mientras que ahí
afuera se corta la luz, los mercados colapsan,
las masas van unas contra otras, las máquinas
matan civiles, mujeres, niños; muertos en todas
las ciudades de este mundo, no queda más
remedio que atrincherarse ¿no le parece? Y en
cuanto uno intenta velar por el orden en todo
este desorden y al menos clasificar un poco
este caos, inmediatamente lo abuchean.

Peer: ¡SILENCIO!

Dra. Fekter: LA abuchean, quise decir. Pero no importa,


hasta ahora estuvimos seguros aquí y vamos a
seguir estándolo. La puerta es maciza e
ignífuga, no deja pasar nada, ni siquiera aire.

Peer: ¡SILENCIO!

68
Dra. Fekter: Vi a los de ahí arriba matar gente del consejo,
los vi desvestir pasantes y obligar a empleados
freelance a saltar por la ventana, o en su
defecto a participar de violaciones masivas.

Peer: ¡Cállese por favor! ¡Silencio!

Dra. Fekter: ¡Empleados freelance!, decían a carcajadas


mientras los miraban arrojarse uno tras otro en
un último vuelo de esperanza.

Peer: ¡BASTA! ¡SILENCIO! ¡POR FAVOR!

—¿?

—,

—,

—.

—¡!

Dra. Fekter: Es lo que todos querían y ahora por fin llegó


el momento.

Peer: ¡Silencio!

Dra. Fekter: Siempre lo mismo aquí. Ustedes son los


peligrosos, lacayos, parásitos vividores,
lisonjeadores, obsequiándose a sus verdugos
hasta en el matadero.

Peer: ¡SILENCIO!

Dra. Fekter: ¿Qué se ha creído, impertinente? Usted llámese


a silencio, vamos a aguantar esto y después
otra vez van a llover medallas de honor y
ascensos.

69
—,

—.

Dra. Fekter: De todos modos es curioso que haya conseguido


el puesto, ¿no? Va a ser mi último asistente,
aunque por desgracia por ahora no pueda
pagarle. Lo arreglamos más adelante, considere
este momento su entrevista de selección, a
solas con la jefa en el sofá de la sala de
estar. ¡Casting de sofá! ¡Ja!

Peer: Gracias, qué bueno.

Dra. Fekter: Pero no tema, en algún momento nos van a sacar


de aquí.

Peer: ¿Quiénes?

Dra. Fekter: Ellos van a venir a sacarnos.

—¿?

—¡!

Dra. Fekter: ¿Y ahora dónde se metió? Lo escucho todo el


tiempo quejarse, tan inmaduro. Usted y su
pseudo-estrés laboral apestan el poco aire que
queda. Todavía no tiene 30 y ya con la cabeza
quemada, vaya generación superflua.

Peer: Fui quien filtró los datos.

Dra. Fekter: ¿La fuga, dice? ¿Así que fue usted? Si usted lo
dice. Bastante sofocante es todo esto, deje las
confesiones, no ayudan a nadie.

Peer: Para sacar ventaja.


70
Dra. Fekter: Le ruego que no empiece a confesarme todo de
una vez ahora, o voy a empezar a creer de nuevo
en la libertad de elección. En aquel momento
decidimos sacar de los cajones de antaño la
idea del individuo para soportarnos mejor a
nosotros mismos, una especie de elevador hacia
la nada, y ahora usted se aferra frustrado y
abatido a los restos del promedio. Es tan
evidente como insoportable a los ojos. De lo
que se trata ahora es de echar un poco de luz a
la oscuridad de la historia, por algún lado
había un generador de emergencia para el
sistema de ventilación…

Peer: Ahí.

Dra. Fekter: ¿Dónde?

Peer: Ahí.

Dra. Fekter: No veo nada.

Peer: Ahí atrás, junto al plasma.

Dra. Fekter: ¿Plasma? Bueno sería, no olvide que esto es la


media. Ajá, aquí está.

Peer: —

Dra. Fekter: Un momento. ¡Vea!

Peer: —

Dra. Fekter: Dios, qué barullo, apáguelo. Creo que los de


afuera todavía no encuentran la habitación
estadística promedio.

Peer: La de anteojos de carey no tuvo la culpa, era


muy naif, fácil de embaucar.

Dra. Fekter: Entonces se justificaba, tampoco me gustó


nunca, siempre tan esclarecida y poco

71
transparente. Y tan hipermotivada. Habría
colapsado llegando a los 30 también. En fin,
igual ya está despedida. Ajá, ahí, la puerta.

Peer: Nadie va a venir.

Dra. Fekter: ¿Quién se supone que iba por venir? Ya no


necesitamos la seguridad. Está atrancada.
Imposible salir. Eso es bueno, significa que
también es imposible entrar.

Peer: También maté a Finn.

Dra. Fekter: ¡Esta puerta! No quiero morir asfixiada en esta


habitación.

Peer: ¿Me escucha?

Dra. Fekter: Tanto estuvieron socavando mi puesto que deben


estar festejando la celeridad con que sucedió
todo.

Peer: ¡Soy un asesino! ¿Me escucha?

Dra. Fekter: Sí, sí, lo escucho, por Dios, grite un poco más
fuerte así a lo mejor nos escuchan los
violentos rebeldes de ahí afuera.

Peer: Acabé con esas vidas.

Dra. Fekter: ¡No dramatice! El pasado reciente suele


mostrarse como si hubiera sido irremediable
abatido por catástrofes, hay que tomárselo con
calma, es la farsa de lo histórico.

Peer: En fin, todo va seguir, debe seguir, de alguna


manera, es cierto.

Dra. Fekter: Mire, aquí no hay salida. Estamos en la


habitación promedio y ahí afuera brama
embravecido el resto estadístico. Mejor venga y
ayúdeme con la puerta. Quizá logremos que pase

72
una ligera corriente de aire. No será como
escapar pero tampoco quiero morir asfixiada. No
respire tan profundo, manténgase superficial,
por favor, lo que está en juego es el futuro.

Peer: Se suicidó por mi culpa.

Dra. Fekter: No. Me parece que se está dando a sí mismo


demasiada importancia. Estaba al borde por el
asunto del desalojo, letárgico, se quitó el
pantalón,

Peer: Le cambié los antidepresivos por aspirinas,


mientras tomábamos un café.

Dra. Fekter: hizo una soga con el pantalón, se anudó el


pantalón al cuello y a la barandilla gris, y
después ya estaba adentro el vulgo embravecido
y tuvimos que salir corriendo. En el mejor de
los casos -¡ya ábrete!- se colgó de la escalera
de diseño antes de que lo agarrara el vulgo.
Usted no tiene nada que ver. Discúlpeme, lo
siento, es una historia terrible pero debe
aceptar que no es su historia. Hasta donde sé
no es posible abrirla desde afuera. Adentro,
afuera, qué más da. La puerta está cerrada.

Peer: Ambos competidores fuera de carrera.

Dra. Fekter: Lo ve, entonces todo encaja, y seguramente era


la candidatura más creativa. De un modo u otro,
ahora usted se encuentra bien arriba en la
recámara de milagros estadísticos.

—¿?

Peer: Todo se ha venido abajo.


73
Dra. Fekter: Siempre viéndolo todo tan negro. Sea flexible
en cuanto a sus expectativas, adáptese a las
circunstancias. Para ser competente basta con
hacer siempre lo mismo de siempre y llamarlo de
otra manera. Las relaciones públicas hacen el
resto. Cómo cree que organizamos las
reelecciones. ¿A paso valiente, innovador? ¡Y
ahora ayúdeme con la puerta! O nos asfixiamos
como la media.

—¡!

Peer: ¡Por nada!

—.

Dra. Fekter: ¡Por favor! Soberano es quien decide sobre el


estado de excepción, ¿dónde estaba usted en la
clase de historia? ¡Muestre un poco de
soberanía! Creo que estamos encerrados. Por
aquí no pasa nada más. Ni hacia adentro ni
nosotros hacia afuera.

74
TRES

El regreso de las expectativas frustradas.

Aún en la habitación del miedo.

Peer: Podría plantarme aquí ahora, con el último poco


de interioridad que aún pretende hacerse valer,
e intentar rescatar algo de la fracción que
queda de mí, pero no llegaría a un denominador
común, lo mío sería puro resto, mi suma es la
resta de los restos que no se resuelven, y la
verdad es que está bien así, pienso para mis
adentros, creo ¿o no? Sea lo que sea que sobre
mí fuera dicho por mí ahora, en última
instancia sería usado en mi contra, restos que
conspiran en mi contra, de modo que, si me
toman la palabra, todo lo que se diga aquí
ahora está contaminado per se, es en sí una
mentira, no hay mucho de mí persona que haya
encontrado eco aquí, aun cuando todo el tiempo
todo esto se haya tratado de mí, así que, por
hoy, dejo aquí la cuestión de los restos y me
despido sin mayor gloria.

Dra. Fekter: ¡Peer!

Peer: Desearía poder tomarme la palabra.

Dra. Fekter: ¡PEER!

Peer: ¡Cielos! ¡Qué, qué, qué! Estaba reflexionando.

Dra. Fekter: Peer, perdió el conocimiento y estaba


delirando, venga, permanezca despierto, no
falta tanto, pronto vamos a tener una idea
nueva del nuevo neoliberalismo y nos van a

75
sacar de aquí, un año sí y al otro también,
para catapultarnos de nuevo a la cima.

Peer: Nadie está por venir, entiéndalo, afuera no hay


nada. Estamos encallados en una habitación
estadística. Sus grandiosas instituciones están
agotadas. Usted misma es un valor pasado de
moda atrincherado en el fin de la historia con
un ayudante mal pagado.

——,

——,

——¡!

Dra. Fekter: ¿Escucha?

Peer: ¿Qué?

Dra. Fekter: Ahí.

Peer: No.

Dra. Fekter: No respire tan depresivo.

Peer: ¿Qué sucede?

Dra. Fekter: Afuera todavía se agita algo.

Peer: Sí claro.

Dra. Fekter: No, escuche.

Peer: No escucho nada. Está alucinando.

Dra. Fekter: En algún momento van a venir. Todas las cosas


tienden hacia el medio, cada comunidad tiene su
término medio y todos quieren saber dónde está,
el corte, para tomarlo como parámetro, porque es
la condición de ser de toda comunidad y también
la de su ruina. Y nosotros nos acurrucamos en la
grieta que deja el corte como en la montaña rusa
76
estadística, mientras esperamos que los de ahí
afuera vuelvan a pegar el grito de auxilio a la
media.

——¿?

——,

——.

Peer: Nadie pega ningún grito de auxilio.

Dra. Fekter: No se impaciente.

Peer: Aquí adentro el aire se nos acaba más rápido


que en promedio. Nadie va a ayudarnos.

Dra. Fekter: Se viene una nueva reforma.

Peer: Escuche, ahí afuera todo es pura destrucción, y


aquí adentro el aire es cada vez peor, la
comida empieza a echar hongos ¿y usted fantasea
con reformas? La reforma escolar, la reforma
industrial, la reforma sanitaria, la reforma
del ejército, la reforma penitenciaria.
Declaran la necesidad de una reforma tras otra
pero todos sabemos que estas instituciones, a
la corta o a la larga, están agotadas.

Dra. Fekter: Se trata de administrar la agonía y de mantener


ocupadas a las personas hasta que las nuevas
fuerzas, que ya están golpeando a la puerta,
hayan ocupado sus posiciones.

Peer: ¡Pero nadie está golpeando a la puerta!

Dra. Fekter: ¡Ya lo creo que sí! ¡Escuche! Por qué se cierra
al futuro de esta manera ahora que el futuro
viene motu propio.

Peer: ¡No! ¡Nadie está golpeando a la puerta!

Dra. Fekter: Ya lo creo que sí, ahí afuera hay algo.


77
Peer: Seguro. Un paisaje en ruinas
institucionalizado.

Dra. Fekter: Su cinismo a esta altura huele rancio y


previsible.

Peer: Habla la experta en previsiones.

Dra. Fekter: Datos relevantes sobre la sociedad, eso es lo


que intent-

Peer: Una mentirosa a sueldo, nada más.

Dra. Fekter: Ajá, ¿ya hizo el intento? ¿Hizo el intento de


dirigir un estado? ¿Millones de intereses
individuales? ¿Hizo el intento de tener una
mirada de conjunto? ¿Eh, usted, con su poquito
de inseguridad, esa que reduce a conciencia de
clase?

Peer: ¿Qué más pretende?

Dra. Fekter: Continuar.

Peer: ¿Todavía?

Dra. Fekter: Ahora más que nunca. Alguien tiene que impulsar
la reconstrucción.

Peer: Habla de reconstrucción sin asomo de pudor. Ahí


afuera no hay nada, nunca ha habido nada. ¿Qué
pretende del afuera que no sea el statu quo?

Dra. Fekter: ¿Y usted? ¿Qué pretende del afuera?

Peer: ¡La van a decapitar!

Dra. Fekter: ¡Ahí tiene!

Peer: Sí, escuché.

Dra. Fekter: ¡Estamos aquí adentro!

Peer: ¿Hola?

78
Dra. Fekter: Estamos atrapados en la habitación promedio.

Peer: ¡Prendan fuego todo! ¡Libérense!

Dra. Fekter: Parece que al final sí vinieron, qué bien.

Peer: ¡Prendan fuego todo esto con nosotros adentro!


¡Aquí tienen, una biblioteca, saben cómo
hacerlo!

Julia: ¡Hola, Dra. Fekter! Qué gracioso encontrarla


aquí, ¿qué tal se siente el promedio?

Dra. Fekter: Está despedida. Abandone el edificio.

Julia: ¿Y si no me da la gana? ¿Qué piensa hacer?

Dra. Fekter: Reformar.

Peer: ¡Fuego! ¡Prendan fuego a todo esto!

Dra. Fekter: ¿Qué se ha creído? ¿Que iba a salir de aquí así


nomás, así nomás de nuevo afuera, que así nomás
iba a negociar con el afuera cómo continuar?,
no hay continuidad, el afuera se termina, con
esto cerramos. ¿Escucha? Detrás de usted
cerramos la puerta.

Dra. Fekter: Estamos armados y somos mayoría. Permanezca


afuera.

Julia: ¡Ja! ¿Entrar? ¡Ni que estuviera loca! Los dejo


ahí adentro, hundirse con el promedio, pudrirse
ahí los próximos siglos, como un pequeño
recuerdo de la grieta que atraviesa nuestra
media. Dos cadáveres echados sobre el sofá
frente al plasma.

Peer: ¿Plasma? Esto es la media.

Julia: Me encargué de saldar todas las cuentas y de


aquí no sale nada más, tampoco usted. Fin de la
historia.
79
Peer: También creo que es la mejor solución.

Dra. Fekter: No se haga el mártir, bastante grave es no poder


fiarse del afuera, madure por favor.

Peer: Sobre nosotros, la flamante estadística; ante


nosotros, atrancada la puerta que lleva afuera.
Qué bien.

Dra. Fekter: ¿¡Hola!? Ella habla en serio. ¡¿Hola?! ¡Tiene


que!, ¡colabore!, grite ¿¡hola!?

Julia: Sí, hola. Sí. ¿Qué más?

Finn: Quieren, creo, creo que quieren salir.

Julia: Ya sé. Pero no van a salir.

Peer: ¿Finn?

Finn: Sí. Casi.

Peer: Lo siento. Lamento lo de antes.

Finn: Sí, claro. La comprensión es como los bomberos.


Siempre llega tarde.

Dra. Fekter: Muéstrese un poco más aguerrido, le pido por


favor.

Julia: Las cosas que hay que oír.

Finn: Eso de ahí adentro es la estadística, no sabe


nada sobre el afuera. Y pone cara de sorprendida
cada vez que afuera saltan a la luz los errores.

Peer: Enciérrennos. Para siempre. Para que podamos


volver. Siempre.

Dra. Fekter: ¿¡HOLA!?

——Hola,

——¡hola, hola!
80
——No teman, somos nosotros.

——¡El vulgo embravecido de las expectativas frustradas!

——Nadie contaba ya con nosotros ¿verdad?

——Nunca nadie cuenta con nosotros, ustedes se encargaron de


eso, y también nosotros, nosotros tampoco contábamos con
nosotros.

——¡Y a buena cuenta ahora

——llevamos bien la cuenta!

——¡Ahora a saldar cuentas!

——Somos el inesperado resto de la historia, el saldo que


borbotea al final de la cuenta.

——Porque el saldo a fin de cuentas nunca es unificado.

——El saldo son siempre los otros, los olvidados, los ahorcados
por la cuenta, la escoria vomitada por la computadora.

——Afuera en la realidad siempre hay alguien que sobra.

——Somos los números oscuros de la vigilancia, esos que recién


fabrica la vigilancia, somos la desconfianza, la envidia, la
estrategia.

——Basta que existan la vigilancia y el control para que


aparezca lo incalculable, lo incontrolable, lo inesperable.

——Y por querer controlar, vigilar, dominar todo, todo terminó


saliendo mal.

——Somos la media controlada.

——Creímos que podíamos erradicar el futuro.

—―El futuro es peligroso e incontrolable, y tarde o temprano


nos da muerte a todos, así sentados como estamos ahora.

——La felicidad es un gorrión; la muerte, un halcón enfurecido.

——Apenas queríamos
81
——que ya éramos.

——Apenas pensábamos

——que ya actuábamos.

——Apenas creíamos

——y míranos ahora.

——El futuro no mira hacia atrás, nada sabe del ayer, tiene
todas las puertas abiertas y ahí está, jadeando, fumando,
siempre al borde del colapso, con esa expresión enajenada de
necesidad histórica en los ojos.

——El futuro siempre con sus destrucciones, sus cataclismos,


sus transformaciones.
——¡Ya tuvimos suficiente! ¡De una vez y para siempre!
——Queríamos un mundo libre de todos los acontecimientos
inesperados.
——Detuvimos el futuro y lo congelamos, con toda la frialdad
social con la que contábamos, lo colocamos en un corsé de
números, lo desguazamos y lo volvimos a ensamblar según un
plan maestro.
——Nos levantamos de nuestros sofás rancios, nos reorganizamos,
retocamos nuestras biografías, optimizamos nuestras
relaciones, adaptamos a nuestros hijos, nos inventamos
alternativas de política medioambiental para, de una vez y
para siempre, detener al futuro con todas sus falsas promesas,
sus posibilidades y sus decepciones.
——Creímos que mantener al futuro afuera, bueno, quizá haría
que no tuviéramos que lidiar con todas esas odiosas
expectativas frustradas.
——Suspendimos el futuro por tiempo indeterminado,
——lo cuantificamos,
——lo calificamos,
——lo aceleramos,
——lo desregulamos,
——lo descalificamos,
82
——e hicimos picadillo el presente.
——Todas esas posibilidades, imponderables y riesgos se
enhebraron en una media ordenadamente organizada, silenciada,
resultado final de todos los cálculos.
——Por fin llegados al mejor de los mundos posibles, ya no
queríamos irnos.
——Sí, estábamos en el apogeo de los acontecimientos, en el
cenit de la historia y al pie de la catástrofe.
——Pero fuimos sabios.
——Congelamos el tiempo en su apogeo.
——Coloreamos los horizontes y llenamos de satélites el cielo,
——obturamos los océanos con buques cisternas, descongelamos
los glaciares, derretimos los casquetes polares y quitamos al
mundo su movimiento de rotación,
——nos cobramos de antemano las deudas futuras
——para, ya en el presente, dejar morir de hambre al futuro.
——Fue tal el régimen de seguridad que creamos, que terminamos
atrofiándonos.
——Espiamos el tráfico de datos para que cada acontecimiento
pudiera ser de inmediato registrado, analizado y dado por
terminado.
——Nada de niños por falta de contracepción.
——Solo calma, paz, felicidad.
―—¡Por eso abusamos del tiempo, lo hicimos abortar la historia
entre jadeos, abrimos futuro y pasado de par en par e
introdujimos nuestra historia bien profundo en el tiempo!
——Blindamos por completo el mundo y lo controlamos.
——Naturalmente hubo que lamentar algunos cadáveres.
——Más que algunos.
——Lo que sea, hoy ya nadie sabe quién fue pisoteado, dónde ni
cuándo, quién fue abusado en favor de quién.
——La verdad es que les dimos una buena putiza, lo sentimos,
fue con la mejor intención.
——¡Queríamos felicidad de una vez y para siempre!
——¡Para todos!
83
——Y ahora de nuevo nadie obtuvo su parte.
——Lo sentimos mucho. Todo volvió a salir groseramente mal.
——Queríamos liquidar las cuentas y a fin de cuentas solo
quedamos nosotros mismos, el resto enfurecido liquidándose a
sí mismo.
——Somos aquellos a los que estábamos esperando.
——Nos prometieron el azul del cielo, después de todo teníamos
el siglo XX a nuestras espaldas y solo pensábamos en el
progreso.
——Solo deseábamos lo mejor para nosotros.
——Vaya si nos esforzamos.
——Vaya si nos obligamos y nos abrimos paso a codazos.
——Para salir adelante, progresar y por fin llegar.
——Queríamos por fin llegar.
——¡Lo estrictamente necesario! ¡Gritábamos! ¡Lo estrictamente
necesario!
——Vaya si nos forzamos a progresar, más, más.
——Y ahora quién nos viera.
——Ahora estamos de nuevo aquí en el búnker promedio, sin luz.
——Y bueno.
——Ni idea.
——Es mucho lo que viene saliendo mal últimamente ¿no?
——Sí, podríamos volver a romper todo esto pero ¿para qué?
——O ponernos de pie y luchar pero ¿para qué? Si no hacemos más
que luchar todo el tiempo contra nosotros mismos. Tomamos las
calles por semejante payasada.
——Quizá nos haga bien quedarnos aquí ahora, y ya.
―—Donde estamos a salvo.
——En la habitación promedio, atemorizados, reventados de tanto
trabajar, inseguros, incapaces de amar, con un afuera del otro
lado de la puerta, un afuera que ya no hace planes por
nosotros.
——Pero no, no, no, ahora sí que vamos a llevar bien la cuenta,
ahora sí que vamos a saldar cuentas.

84
——Ahora lo dejamos entrar nuevamente, al tiempo, todo el
tiempo que nos restamos, que nos descontamos, el tiempo que ya
hervía a borbotones a fin de cuentas.
——El tiempo está de regreso y más de uno se va a sentir
confundido.
——Va a levantar mucho polvo,
——cierto, pero nosotros somos los responsables.
——Arrendamos la crisis como sistema y ahora nos sorprende que
el sistema devuelva el golpe.
——Y ya estamos penando por el futuro, el futuro que aquí
invocamos al tiempo que nos autocontrolamos, ya estamos
penando por el futuro,
——ustedes me dan pena, ustedes que aún lo tienen por delante,
——sí, bueno, más de una cosa me apena pero dejemos un momento
el futuro que todavía puede, sí, ahí todavía hay, pero aquí,
digo, quizá haya que decirlo de una vez ¡sí! Hasta aquí, hasta
aquí ha sido todo una mierda, esto es una gran cagada, y
nosotros estamos sentados sobre ella. Lo siento mucho. Que
estemos aquí sentados. Este despropósito. ¡LO lamento! Y lo
lamento por ustedes, que tengan que estar sentados aquí
conmigo.
——También lo lamento aunque no haga más que asentir.
——No quería todo esto.
——Creí que esta carrera de mierda, esta carrera de mierda,
——sísí, ya sabemos.
——Me da pena.
——Sísí.
——Es tanto lo que podría ser, y que nos estaría ahorrando todo
esto.
——Quizá podríamos dejar una disculpa aquí y ahora, una
disculpa póstuma, por el mundo que nunca fue, por todos los
mundos que abortamos por culpa de nuestra ambición, una
disculpa por todo lo que podría haber sido, acontecido, haber
sido posible, una disculpa por todas las oportunidades dejadas
pasar.
85
——A lo mejor no una disculpa histórica pero sí una disculpa
ante lo histórico. Porque ni siquiera dimos cabida a la
verdadera historia.
——Mantuvimos la historia del lado de afuera, todo el tiempo, y
ahora se nos congeló, quizá de eso se trate, sí, quizá haya
que volver a dejarla entrar, no apartarla a empujones, dejarla
entrar, mirarla a los ojos y decirle, sí, cielos, tenemos
todos los datos, tenemos el control total, y cuanto más
control tenemos, peor salen las cosas, y pervivimos en la
catástrofe.
——Tomamos la historia para desnudarla, desguazarla y
desasnarla, no aprendimos nada de ella, en principio nos
limitamos a resumir las últimas décadas. Excavamos y excavamos
los datos buscando al enemigo, y nos liberamos por la fuerza.
——¡Sí! Me disculpo con todas las fosas comunes de las
posibilidades, con todos los daños colaterales de la economía
liberal de mercado.
——Me disculpo con los años 90, me disculpo porque fueron
traicionados, vaya década, con tantas posibilidades, ¡en
cambio la del 2000! Una década llena de bajezas y
hostilidades.
——Vaya que salieron mal algunas cosas de la historia. Cómo se
supone que ahora nosotros, todo de una vez-
——Yo me disculpo de una buena vez por la política interior
austriaca, en serio, es momento de hablar de eso. Es la
vergüenza del último milenio, ese mamarracho de los Alpes, de
una buena vez, lo siento mucho. Eso solo ya justifica mi
presencia en este lugar.
——Ahórratelo por favor, no queríamos empezar a saldar c-
——¡No! ¡Basta! Déjame terminar: la historia austriaca, igual
que la historia como tal, desde que empezamos a escribirla,
escribimos mierda, me disculpo con la historia por la forma
insidiosa de nuestras noticias. Siempre metiendo el dedo en la
llaga del otro.

86
——Okey, de alguna manera tenemos, necesitamos seguir una
línea, no se pued-
——Me disculpo por 2053 ensayos nucleares desde 1945, 14 crisis
económicas mundiales desde 1950 y 5,4 millones de muertos de
guerra en el mundo desde 1955. En los últimos diez años hubo
más refugiados que en la segunda guerra, ¡de qué estamos
hablando!
―—Esa mierda de la paz, ¿quién carajo inventó esa palabra?
¿Para qué?
——Me disculpo con los 1263 refugiados muertos, pescados del
Mediterráneo solo en el último año.
——¡Un momento! Una cosa tras otra, o sea, uno después del
otro.
——Me disculpo con el feminismo por lo aguado del debate
feminista, por lo extraño de estar viviendo un momento de la
historia en el que dispongo soberanamente de mi cuerpo como
nunca antes mientras que, como nunca antes, me domina el
patriarcado.
——Ah bueno, okey, una, okey, ¡una después del otro!
——¡Y ya que estamos! ¡Sí! ¡Mundo libre! ¡Buen punto! ¡Me
disculpo con el mundo libre por el neoliberalismo, que supo
apropiarse de todo con sus encantos, sacar provecho de todo y
explotar hasta nuestros sueños!
——Nos disculpamos con todos los sueños por una década atestada
de pesadillas.
——Nos disculpamos con el Sr. Nobel por el Nobel de la paz a
Barak Obama y a la Unión Europea.
——Me disculpo con todo lo que podría haber sucedido bajo el
estandarte de Europa, por una oportunidad desperdiciada,
perdida entre frascos de mermelada, espacios económicos,
crisis financieras y nacionalismos necios.
——¡Austria y su derecha de mierda!
——Me disculpo por las patadas en tu cabeza, cada vez más
bestiales y recurrentes a mitad de la noche.
——Okey, los asuntos privad-
87
——Siento mucho las tres horas de gritos al teléfono, los
reproches en el subterráneo, nuestra amistad rota, el
preservativo usado al lado de la cama, mis peleas con tu papá,
la varilla de hierro entre tus piernas, las condiciones
precarias en las que vivo, las rentas injustificadas en
Berlín, los neumáticos incendiados, las rebeliones, las
deudas, las evasivas y pretextos, la velocidad con la que pasa
volando el tiempo, la ola de refugiados en todo el mundo, el
fin de semana en Suecia, que no sirvió para nada porque justo
te diagnosticaron cáncer y no nos volvimos a hablar.
——¡Me disculpo por emplear signos de exclamación en todas mis
oraciones!
——¿Otra vez cada uno haciendo su propio show?
——Me disculpo por mi anterior yo, por el imbécil que todavía
saco de mí en las fiestas después de los estrenos.
——¡¿Hola?! ¿¡Gente!?
——Me disculpo por las fosas comunes aún no descubiertas, los
bancos malos aún no descubiertos, los créditos al descubierto,
las muchas burbujas a punto de explotar, la historia sin fin
de hipocresías y mentiras que aquí y ahora continuamos.
——Me disculpo en general con todos los fugados, exiliados,
excluidos y expulsados, me disculpo por los años que pasan
esperando la muerte en celdas de detención o centros de
admisión en las fronteras. ¡Por esa existencia indigna que
aceptamos día a día!
——¡Me disculpo por ustedes! Quería decirlo hace rato. Me
disculpo con mi tiempo, con mi vida, por el tiempo que tengo
que pasar con ustedes sonriendo como imbécil.
——Me disculpo con todas las personas que amo por mi
insoportable espíritu de competencia. Cada una de mis sonrisas
aspira a sacar ventaja.
——¿Adónde apunta todo esto? ¿Cuál es el plan?
——¡No! ¡Por favor, no! Basta de planes. Planes nunca más.
——Sí, pero entonces ¿cuál es el sentido,
——sentido,
88
——sentido,
——sentido?
——¡Basta! ¿A qué viene esto?
——Bueno, pensé que estábamos saldando cuentas.
——¡Exacto!
——Es lo que estamos haciendo. Nos disculpamos con la histori-
——Sí claro, ¿cómo que nos disculpamos con la historia, para
qué, para qué ahora? ¿Cómo se supone que nos disculpemos con
la historia?
——Bueno, así.
——Bueno, porque creímos que la teníamos bajo control, aunque
más no fuera mediante un sistema basado exclusivamente en la
explotación, el sometimiento, el asesinato, el envilecimiento
y la humillación. Así que ahora vamos a contar todo.
——Tenemos los datos, ahora contemos todo, contemos los datos y
enumeremos todo lo que le hace frente a los datos masivos,
contemos todo lo que los números nos cuentan de la historia,
incluso sus contradicciones, contemos, enumeremos el resto que
emerge, que se suma y encuentra expresión al ser enumerado,
que impacta línea por línea, bit a bit, que vuelve a ensanchar
las habitaciones.
——Las conexiones, las inducciones, los vacíos, los nichos,
todos los rincones oscuros del sistema, que se propagan.
——Ofrecer oposición es inherente al poder de los datos, la
posibilidad de la resistencia está a la escucha en cada boca
de red. Las columnas de números rompen contra el mundo, cada
interfaz contiene en sí una provocación, las conexiones van
demasiado lejos, los conceptos implosionan, algo interfiere en
cada transmisión, contradice los datos reclamando otro mundo,
los vuelve ávidos de más y más datos, y sobrecarga nuestro
sistema-
——Y a esa interferencia le hablamos, queremos devolver la
historia al mundo, buscar las montañas de cadáveres entre las
columnas de números, sí, en este sistema hediondo que nos
construimos queremos volver a nombrar lo olvidado.
89
——Todo lo olvidado se reconoce a sí mismo en el acto de
hablar.
——Somos víctimas y victimarios, vigilantes y vigilados,
competencia y competidores. Nuestro comportamiento entero
tiende a preservar el sistema, no se puede simplemente salir,
tumbarlo todo y entrar de nuevo. Solo se puede hacer un corte
brutal, al medio, y ver el saldo a fin de cuentas, y
entregarse a lo habría debido ser.
——¡Sí, y toda esa mierda de la derecha austriaca! Podría
desahogarme toda la noche.
——Me disculpo con lo que podría haber sido, con lo que podría
haber sido de mí y en especial con lo que habrá sido de mí, y
eso ya ofrece una perspectiva. Me disculpo con lo que habré
sido. Voy a perseverar. Lo prometo.
——Qué gracioso.
——No es gracioso, no, hablo en serio y por e-so: me disculpo
con la ironía, apropiada hace rato por el capitalismo tardío.
¡Marrana! ¡Capitalista! ¡Tardía!
——Sí, y yo siento mucho que te hayan asesinado por tus
convicciones. Que te hayan quemado en vida, perseguido y
cazado por las calles, pateado, cortado y prendido fuego, esa
noche se lavaron tu sangre de los zapatos después de
arrastrarla por la ciudad, lo siento mucho, siento cada día
que pasó desde entonces.
——Me disculpo por haberte matado, por rabia, por ira, al
pasar, por el petróleo, por celos, por la mierda humanitaria
esa, la mierda de l-
——¡Lamento la mierda esa de la catástrofe humanitaria, esa
expresión, me disculpo con la historia por la expresión
“catástrofe humanitaria” y me disculpo por la más grande de
las catástrofes humanitarias!
——Mucho es lo monstruoso pero nada es-
——Lamento mucho todas las opciones y posibilidades no dichas
en tu rostro, cada rostro, una historia de horror sin
parangón, un poblado de frustraciones acumuladas.
90
——Todas esas promesas rotas, esas expectativas frustradas,
esas relaciones terminadas y esas nunca, nunca, nunca buenas
encamadas de una sola noche, ¡la expresión misma de las
expectativas frustradas, lo siento!
——En medio de todas esas ideas fallidas, todos esos instantes
en los que alguien se rebela, se defiende y desaparece en
consecuencia, esos momentos que terminan de contar algo que ni
siquiera teníamos por posible, en medio de todo eso queda un
resto, un resto que sigue contándose y que es imposible contar
hasta el final,
——un resto que se cuenta entre las fosas comunes mantenidas en
secreto y los cuerpos irradiados, entre obreros explotados con
riesgo de suicidio, entre las excusas y los consuelos del
amor, en general en el amor, ¡qué idiotas somos!, cuán
solitarios fueron los últimos cien años, cuán inmensa nuestra
soledad todos estos últimos cien años, y cuán artificiales e
hipócritas las llamadas tareas sociales, las vacaciones
baratas, los paseos por ciudades, las reuniones familiares y
en general esta vida, que vivimos como toda una vacación
barata, esa felicidad que ponen en escena las fotos, el
Twitter, el teléfono móvil, por todos lados brilla esa
felicidad que internalizamos, la felicidad personal, esa
satisfacción simulada que llama a justificar esta vida
insoportable, esa felicidad insoportable que lo cubre todo.
¡La felicidad personal! ¡No puedo siquiera oírlo! Brilla por
todas partes, chorrea de revistas y brota de las redes, y
entre tanta hipocresía hay algo que sigue hablando, entre las
cámaras frigoríficas y los transportes de residuos tóxicos,
voces y gritos que no se detienen, continúan, entre las
mentiras colosales que sugieren que este tiempo es tan
importante, que lo muestran tan alineado con la lógica
histórica, en nuestro tugurio alquilado individu- ¡mierda! ¡A
quién le importa! Lamento tanto todo esto, aquí y ahora, entre
las mentiras, los restos mortales y todas las lágrimas
inauditas, ¡salgan lágrimas!, cuándo si no ahora, vengan y
91
desaten el estallido atronador de miles de cristales de todas
las fachadas vidriadas de esta tierra, pasen con la ira de las
mareas por esta habitación y háganme el favor, extingan todo
esto, para siempre.
——Y va a venir.
——Nada va a venir.
——Algo está por venir.
——Absolutamente nada.
——¡Y literalmente brillan de felicidad hasta el fin de sus
días, por los siglos de los siglos, progreso, amén!
——Me disculpo por este final.

El telón, por favor.

92

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