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Tesis de grado
Para optar el título de
Ingeniero en Recursos Naturales
Sucre-Bolivia
2009
HOJA DE APROBACIÓN1
............................................................
Ing. M.Sc. Alain L. Carretero Mendoza
Asesor de tesis
C.I. 3693510 PT.
..............................................
Ing. Manuel Jiménez Huaman
Asesor de tesis
C.I. 5647682 CH.
1
Se hace notar que cualquier error que hubiese en la redacción del presente documento es entera responsabilidad del autor.
i
HOJA DE APROBACIÓN
..............................................
Lic. Biol. Silvana Huici Pinto
Tribunal de honor
C.I. 1108240 CH.
..........................................
Lic. Biol. Yara S. Higueras
Tribunal de honor
C.I. 4830893 LP
...................................................
Ing. M.Sc. Susana Rengel Rojas
Tribunal de honor
C.I. 2451967 LP
ii
DEDICATORIA
A mi abuelo Víctor,
mi padre Jaime
y mi hermano Miguel.
iii
AGRADECIMIENTOS
A las instituciones que me brindaron su apoyo: Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca,
Facultad de Ciencias Agrarias, Herbario Chuquisaca y al SERNAP-IÑAO, en particular a los
guardaparques Marcial Barriga, Eduardo Rodas y Elizardo Millares.
A los pobladores de las comunidades de Timboy Pampa y Ticucha por su grata acogida y su
participación activa y dinámica, en particular a Marcial Barriga, Juan Mendoza, Osvaldo Romero y
Cristina Melendrez (Ticucha) y Asteria Miranda, Aurora Paredes, Luís Tapia y Debray Terceros
(Timboy Pampa).
A la Ph.D. Mónica Moraes y M.Sc. Narel Paniagua del Instituto de Ecología de la UMSA por sus
acertadas observaciones al momento de elaborar el documento de tesis en formato de artículo
científico.
Al Ing. M.Sc. Alaín L. Carretero Mendoza e Ing. Manuel Jiménez Huamán por su continuo
asesoramiento y orientación durante el desarrollo del presente documento de tesis.
A mi abuelo Víctor, mi padre Jaime, mi hermano Miguel y a la familia de mi tío Raúl por su permanente
apoyo.
Finalmente a mis amigos Maya Arrueta, René Choque y Jaime Soto que me apoyaron durante los
años de universidad.
iv
CONTENIDO
1. INTRODUCCIÓN 1
2. HIPÓTESIS CIENTÍFICA 3
3. OBJETIVOS 3
3.1. OBJETIVO GENERAL 3
3.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS 3
4. JUSTIFICACIÓN 4
5. MARCO TEÓRICO 5
5.1. ETNOBOTÁNICA & ETNOBOTÁNICA CUANTITATIVA 5
5.2. EL NOMBRE POPULAR vs. EL NOMBRE CIENTÍFICO 6
5.3. LA PERSPECTIVA COMUNITARIA 6
5.4. CATEGORÍAS DE USO 7
5.5. ESPECIE PROMISORIA 9
5.5.1. CRITERIOS PARA LA SELECCIÓN DE ESPECIES PROMISORIAS 9
5.5.1.1. CARACTERÍSTICAS GENERALES 9
5.5.1.2. CARACTERÍSTICAS ESPECÍFICAS 10
5.5.1.2.1. CARACTERÍSTICAS A CORTO PLAZO 10
5.5.1.2.2. CARACTERÍSTICAS MEDIANO PLAZO 11
5.5.1.2.3. CARACTERÍSTICAS LARGO PLAZO 11
5.6. TAMAÑO DE LA MUESTRA 11
5.6.1. CURVA DE ACUMULACIÓN DE ESPECIES 12
5.7. ÍNDICES DE VALORACIÓN CULTURAL 13
5.8. IMPORTANCIA DE LAS ESPECIES, SU PUNTUACIÓN Y/O VALORACIÓN DIRECTA 14
5.9. LOS DATOS Y MÉTODOS ETNOGRÁFICOS 15
5.10. EL ANÁLISIS ESTADÍSTICO EN ETNOBOTÁNICA 15
6. ÁREA DE ESTUDIO 17
6.1. CARACTERÍSTICAS SOCIALES 18
6.1.1. PROCESO HISTÓRICO, OCUPACIÓN TERRITORIAL Y ORIGEN ÉTNICO 18
6.1.2. DEMOGRAFÍA 18
6.1.3. EMIGRACIÓN E INMIGRACIÓN 18
6.1.4. IDIOMA 19
6.1.5. CREENCIAS Y FESTEJOS 19
6.1.6. EDUCACIÓN Y ANALFABETISMO 19
6.1.7. SALUD 19
6.2. CARACTERÍSTICAS ECONÓMICAS 20
6.2.1. ESTRATIFICACIÓN SOCIOECONÓMICA 21
6.3. ECOREGIONES PRESENTES EN EL ÁREA DE ESTUDIO 21
6.3.1. ECOREGIÓN BOSQUE BOLIVIANO-TUCUMANO 21
6.3.2. ECOREGIÓN BOSQUE CHACO SERRANO 21
6.4. CARACTERÍSTICAS BIOGEOGRÁFICAS 22
7. MATERIALES 23
8. METODOLOGÍA 24
8.1. ESTRUCTURACIÓN DE LAS CATEGORÍAS DE USO 24
8.2. DETERMINACIÓN DEL NÚMERO DE INFORMANTES 24
8.3. SOCIALIZACIÓN CON LAS COMUNIDADES 24
8.4. MAPEO DEL PAISAJE 25
8.5. CUANTIFICACIÓN DE LA DIVERSIDAD DE ESPECIES ÚTILES 25
8.6. IDENTIFICACIÓN DE ESPECIES Y CATEGORÍAS DE USO DESDE
LA PERSPECTIVA COMUNITARIA (PUNTUACIÓN Y/O VALORACIÓN CULTURAL) 25
8.7. EVALUACIÓN DE LOS FACTORES SOCIOALES 26
8.8. EVALUACIÓN DE LOS FACTORES ECONÓMICOS 26
8.9. COLECTA ETNOBOTÁNICA 26
8.10. ANÁLISIS ESTADÍSTICO 27
9. RESULTADOS 28
9.1. DIVERSIDAD DE ESPECIES ÚTILES 28
9.2. IDENTIFICACIÓN Y VALORACIÓN CULTURAL DE CATEGORÍAS DE USO 29
9.2.1. CONSTRUCCIÓN 30
9.2.2. MEDICINA 30
9.2.3. LEÑA 30
9.2.4. ALIMENTO 30
9.2.5. TECNOLÓGICO 31
9.2.6. FORRAJE 31
9.2.7. MISCELÁNEO 31
9.2.8. VETERINARIO 31
9.3. VALORACIÓN CULTURAL DE ESPECIES SEGÚN LOS FACTORES SOCIALES 32
9.3.1. VALORACIÓN CULTURAL DE ESPECIES SEGÚN EL GÉNERO 32
9.3.2. VALORACIÓN CULTURAL DE ESPECIES SEGÚN LA EDAD 33
9.3.3. VALORACIÓN CULTURAL DE ESPECIES SEGÚN EL LUGAR DE NACIMIENTO 34
9.3.4. VALORACIÓN CULTURAL ESPECIES SEGÚN EL NIVEL DE EDUCACIÓN 35
9.4. VALORACIÓN CULTURAL DE ESPECIES SEGÚN EL FACTOR ECONÓMICO 36
10. DISCUSIÓN 37
10.1. DIVERSIDAD DE ESPECIES ÚTILES 37
10.2. IDENTIFICACIÓN Y VALORACIÓN CULTURAL DE ESPECIES Y
CATEGORÍAS DE USO 38
10.3. VALORACIÓN CULTURAL DE LAS ESPECIES SEGÚN LOS FACTORES SOCIALES 38
10.3.1. VALORACIÓN CULTURAL DE LAS ESPECIES SEGÚN EL GÉNERO 38
10.3.2. VALORACIÓN CULTURAL DE LAS ESPECIES SEGÚN LA EDAD 39
10.3.3. VALORACIÓN CULTURAL DE LAS ESPECIES SEGÚN EL LUGAR DE NACIMIENTO 39
10.3.4. VALORACIÓN CULTURAL DE LAS ESPECIES SEGÚN EL NIVEL DE EDUCACIÓN 40
10.4. VALORACIÓN CULTURAL DE LAS ESPECIES SEGÚN EL FACTOR ECONÓMICO 40
10.4.1. VALORACIÓN CULTURAL DE LAS ESPECIES SEGÚN LA TENENCIA DE BIENES 40
11. CONCLUSIÓN 41
11.1. DIVERSIDAD DE ESPECIES ÚTILES 41
11.2. IDENTIFICACIÓN Y VALORACIÓN CULTURAL DE ESPECIES Y
CATEGORÍAS DE USO 41
11.3. VALORACIÓN CULTURAL DE LAS ESPECIES SEGÚN LOS FACTORES SOCIALES 41
11.4. VALORACIÓN CULTURAL DE LAS ESPECIES SEGÚN EL FACTOR ECONÓMICO 42
12. RECOMENDACIONES 43
BIBLIOGRAFÍA 44
ANEXO 50
CONTENIDO
TABLAS
GRÁFICOS
IMÁGENES
TABLAS
GRÁFICOS
IMÁGENES
1. INTRODUCCIÓN
Es a partir de 1890 que comienza el interés por estudiar a las especies vegetales utilizadas por
distintos grupos étnicos, con la finalidad de investigar los diferentes rasgos culturales de las
sociedades, en la que los vegetales ocupan un lugar importante (Hilgert 2008). La mayoría de los
estudios etnobotánicos se han concentrado más en la flora medicinal y se han limitado a elaborar una
base de datos y un manual donde se describen los usos, forma y la nomenclatura popular (Hurtado et
al. 2006; Vega et al. 2008). Estudios realizados en la última década muestran la importancia de la
valoración cuantitativa sobre el uso de la plantas como un método destinado hacia la priorización de
especies con miras hacia la conservación e investigación (Byg & Baslev 2001; Marín et al. 2005;
Lawrence et al. 2005; Reyes et al. 2006).
Varios estudios etnobotánicos han desarrollado índices para estimar la importancia cultural de las
plantas, estos índices han sido relacionados con la calidad, intensidad y exclusividad de usos de las
plantas (Turner 1988). Número de usos mencionados en las entrevistas y el número de entrevistas
conducidas (Phillips & Gentry 1993). O una combinación de la importancia cultural, ecológica y
práctica (Reyes et al. 2006). Todos estos estudios todavía pueden ser considerados como una
valoración indirecta basada en la percepción del informante. Pocos son los estudios que determinan la
importancia cultural de las plantas basados en la identificación y valoración directa realizada por los
pobladores (CIFOR 2004; Lawrence et al. 2005). Estos estudios han demostrado que la valoración de
las especies realizada por los pobladores locales genera información contextualizada y con alta
utilidad a la conservación y desarrollo local.
En el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Serranía del Iñao, confluyen los bosques
Tucumano-Boliviano, Chaco Serrano y bosques Secos Interandinos que producen una amplia
diversidad de especies de flora y fauna, esenciales para la subsistencia de poblaciones rurales a la
vez generan diversas actividades económicas (Serrano & Terán 1998). Las familias del municipio de
Muyupampa reflejan un índice de pobreza de 0.84, es decir, 840 familias de cada 1.000 son pobres
(PDM 2007-2011). Estas habitan en viviendas precarias, sin servicios básicos y satisfacen sus
necesidades básicas de salud, alimentación y vivienda a través del uso del bosque (UDAPSO 1995).
Estudios realizados en la amazonia boliviana indican que mientras existan bosques, las familias que
habitan estos tipos de bosques podrán obtener al menos una cuarta parte de sus ingresos por la
comercialización de productos forestales maderables, no maderables, la caza y la pesca, lo que
significa casi tanto como lo que reciben por la agricultura, es decir un 26.24% (ABI 2006).
Es ese marco, el presente estudio de investigación asume el rol de generar información actual y
contextualizada con participación directa de los actores locales que interactúan con su entono natural
para satisfacer sus necesidades básicas de alimento, combustible, medicina y materiales para la
construcción de sus casas. En tal sentido, el objetivo se centra en evaluar las categorías de uso y
especies de flora nativa promisoria desde la perspectiva comunitaria considerando los factores
socioeconómicos que influyan en su valoración cultural en dos comunidades del bosque sub-húmedo
Boliviano-Tucumano dentro el PN-ANMI Serranía del Iñao con la finalidad de contribuir a la gestión de
un plan de aprovechamiento sostenible.
2. HIPÓTESIS CIENTÍFICA
La manera en que los informantes locales valoran culturalmente las especies de flora nativa se ve
influenciado por los factores sociales (género, edad, lugar de nacimiento y educación) y el factor
económico (tenencia de bienes).
3. OBJETIVOS
Evaluar las categorías de uso y especies de flora nativa promisoria desde la perspectiva comunitaria
considerando los factores socioeconómicos que influyan en su valoración cultural en dos comunidades
del bosque sub-húmedo Boliviano-Tucumano dentro el PN-ANMI Serranía del Iñao con la finalidad de
contribuir a la gestión de un plan de aprovechamiento sostenible.
Identificar las especies y categorías de uso más importantes valoradas culturalmente desde la
perspectiva comunitaria en las comunidades de Ticucha y Timboy Pampa del bosque sub-húmedo
Boliviano-Tucumano.
Determinar los factores socioeconómicos que influyan en la valoración cultural de especies de flora
nativa en las comunidades de Ticucha y Timboy Pampa del bosque sub-húmedo Boliviano-Tucumano.
4. JUSTIFICACIÓN
El uso de plantas es común y generalizado, su importancia y valoración cultural parecen tener poca
importancia a la hora de diseñar proyectos de desarrollo local, sin embargo esta afirmación conlleva a
un uso inadecuado de los recursos naturales originando problemas de erosión, desertificación,
deforestación y agotamiento de los recursos naturales renovables.
Es así que Chuquisaca alberga aproximadamente 690 km2 de bosque Boliviano-Tucumano dentro el
PN-ANMI Serranía del Iñao como una estrategia de conservación y gestión de los recursos naturales
para mejorar su manejo especialmente en áreas susceptibles de degradación y pérdida de
biodiversidad afectados por la extracción selectiva, ampliación de la frontera agrícola y el
sobrepastoreo. En ese marco el presente estudio examina diversos aspectos socioeconómicos de la
gente local y los involucra activamente en la recopilación de información base en pos de una
adecuada gestión y conservación de los recursos naturales. Ya que expresa la importancia de la flora
nativa valorada culturalmente desde la perspectiva comunitaria, cuya información generada servirá
como punto de partida para estudios biológicos y socioeconómicos de las especies más importantes
del bosque sub-húmedo del Boliviano-Tucumano en el PN-ANMI Serranía del Iñao que generen
actividades alternativas de desarrollo local.
5. MARCO TEÓRICO
Etimológicamente la etnobotánica proviene del griego “botanon” que significa planta y “etnos” gente o
pueblo, por tanto se trata de una disciplina que relaciona las plantas y la gente (Rivera & Obón 2006).
El concepto de etnobotánica puede quedar claramente definido en términos del antropólogo francés
Louis Hédin (1985), como:
• Las relaciones generales que existen entre las creencias y las técnicas de la humanidad y el
conjunto del reino vegetal.
• De forma más general “el estudio de las interacciones entre hombres y plantas”.
El término “etnobotánica” apareció por primera vez en los Estados Unidos, en un artículo anónimo
publicado por Philadelphia Evening Telegram en 1895, este artículo cuenta de una conferencia
pronunciada por el profesor J. W. Harshberger, botánico y agro-botánico, inventor del término
“ethnobotany” quien posteriormente precisaría la idea sobre el campo de la etnobotánica (Rivera &
Obón 2006). Según Vásquez & Dávila (1992), la etnobotánica es el campo científico que estudia las
interrelaciones que se establecen entre el ser humano y las plantas, a través del tiempo y en
diferentes ambientes.
La etnobotánica desde su origen se ha centrado en los pueblos indígenas a fin de evitar un sesgo
metodológico y conceptual. Sin embargo Rivera & Obón (2006) han demostrado que el conocimiento y
práctica popular referente a las plantas puede ser también investigado en las sociedades más
complejas. Los estudios etnobotánicos han sido abordados por científicos de diversas disciplinas
(biología, antropología, sociología y agronomía) muchos de estos estudios son de tipo descriptivo
(Gómez & Pompa 1993; Bermúdez et al. 2005). Como resultado, la etnobotánica ha sido considerada
como una pseudo ciencia carente de un marco teórico unificado y de técnicas rigurosas de análisis
(Phillips & Gentry 1993; Bermúdez et al. 2005). Diversos autores han destacado la necesidad de que
los estudios sobre el conocimiento tradicional sean de tipo cuantitativo con la finalidad de que los
resultados de dichos estudios sean comparables (Phillips & Gentry 1993; Phillips et al. 1994; Höft et
al. 1999; Reyes et al. 2004-2006 & Bermúdez et al. 2005). El objetivo de estas metodologías es
evaluar la importancia del uso de los recursos (especies, familias o tipos de bosque), para diferentes
grupos humanos, así como facilitar el entendimiento de los patrones de uso del bosque, la
identificación de especies e identificar áreas sometidas a mayor presión por explotación (Galeano
2000; Sánchez et al. 2001 citados por Aguilar 2007).
Sin embargo desde que Linneo publicó Species Plantarum (1753), la nomenclatura binomial es
aceptado oficialmente por las ciencias biológicas como un sistema apropiado para el reino vegetal.
Esta nomenclatura consiste en que el nombre en el rango de especie viene dado por la combinación
de un término genérico con un epíteto específico (Berlín et al. 1992 citado por Darthi 2008). La
nomenclatura binomial, también cambia debido a la revisión taxonómica y solo la utilización de
especímenes de herbario asegura que se puedan verificar los resultados y realizar comparaciones
útiles (Alexiades 1996 citado por Hoffman & Gallaher 2007).
Es así que Guzmán (1998) menciona que “la conservación de la biodiversidad deja de ser un asunto
técnico-científico y se convierte en un abanico que ventila las diferentes percepciones culturales sobre
qué, cómo y cuándo se debe conservar”. Si no se da el caso, existe el riesgo de llevar adelante
programas de conservación de la biodiversidad. Un artículo publicado en Boletín Gloobal (Anónimo
2004) hace mención a los acuerdos internacionales como la agenda 21 que protege los derechos de
los pueblos indígenas, reconoce los valores, conocimiento y gestión tradicional de recursos con vistas
a promover un desarrollo sostenible.
En el afán de desarrollar valores que expresen el conocimiento local, Lawrence et al. (2005) presenta
valores locales útiles con el fin de explorar los factores socioeconómicos que afectan a esos valores. A
su vez varios investigadores etnobotánicos diseñan índices para evaluar el conocimiento tradicional
(Prance et al. 1987; Phillips & Gentry 1993; Byg & Balslev 2001; Reyes et al. 2006; Aguilar 2007). Sin
embargo, no existe un método común que permita cuantificar el conocimiento tradicional sobre el uso
y manejo de los recursos naturales. En nuestro caso recurrimos a la perspectiva comunitaria, el cual
debe entenderse como el valor que le asigna el informante a través de una puntuación (1-100) a las
especies según su uso, esa puntuación solo corresponde a la categoría de mayor importancia para el
informante.
• El conocimiento local ofrece información valiosa sobre los aspectos ecológicos del bosque y
aumenta la eficiencia y el valor del estudio.
• Los valores locales no son independientes de la ecología/vegetación local y sirven como guía
para el manejo del paisaje.
Muchos índices RCI son calculados en base a los usos concretos mencionados por los informantes
los mismos están dentro de una "categoría de uso" (Cadena et al. 1997; Gausset 2004 citado por
Hoffman & Gallaher 2007; Hurtado et al. 2006). El número de categorías y sub-categorías es
potencialmente interminable, estos incluyen: "construcción", "alimentos", "medicina", "tecnología",
"leña" y "otros" (Carretero & Serrano 2007a). Normalizar la categorización facilita la recopilación,
comparación y eficaz presentación del conjunto de datos ya que la mayoría de las plantas con
frecuencia citan varios usos que se diferencian ligeramente (Hoffman & Gallaher 2007). Un peligro
inherente es definir las categorías de uso que es subjetivo (Prance et al. 1987). En los últimos años,
las categorías de uso y las escalas de valor son definidas por el informante "popular" que se presenta
con más frecuencia (McClatchey 2006 citado por Hoffman & Gallaher 2007; Lawrence et al. 2005).
Definir las categorías por el informante ofrece otra dimensión a los datos y mejora la reducción del
sesgo en la investigación, sin embargo, la naturaleza idiosincrásica de las categorías “populares”
reduce las opciones para la comparación con otros estudios (Hoffman & Gallaher 2007). Una solución
sería incluir y comparar los resultados del investigador y las categorías definidas por el informante, o
en su caso se deberán combinar las categorías definidas por los investigadores y las categorías
definidas por los informantes (Com pers Carretero 2009). A continuación se detallan algunas
categorías de uso, descritas por Cadena et al. (1997) corroboradas en otros estudios a nivel local
(Vidaurre et al. 2006; Carretero & Serrano 2007a; Carretero et al. 2007b):
De todos los trabajos etnobotánicos realizados en los Andes amazónicos de Bolivia, según Vidaurre et
al. (2006) el 63% se ha concentrado en el estudio de una sola categoría de uso, el 42% al estudio de
uso de las plantas medicinales. Dentro los trabajos que incluyen a los estudios de plantas útiles en
general se han identificado nueve categorías de mayor uso, donde destacan las plantas medicinales,
alimenticias, forraje, combustible y construcción. Otros usos menores han sido incluidos dentro la
categoría de otros, que abarca a usos como ornamental, comercial, uso doméstico, bioindicadores,
insecticidas, venenos, para curtiembre y mejoramiento de suelos, entre otros.
Varios estudios sientan las bases para la identificación de especies promisorias (Arteaga et al. 1993;
Obregón 1999; Fernández 2006; Gómez 2006; MMA & SENA 2007). En consecuencia se puede
definir como especie promisoria, a la especie que presenta ciertas características que pueden ser
aprovechados como un recurso estratégico para el desarrollo local. Para valorar integralmente a un
recurso promisorio, este debe disponer de la cuantificación, sin embargo la fauna y la flora silvestres
distan mucho de conocerse en su integridad. Sin embargo, el hecho de tener tan rica biodiversidad
imprescindible para el mantenimiento de la estabilidad del planeta, nos coloca en una posición
privilegiada cuando de potencialidad de recursos bióticos promisorios se trata, ya que nos
proporcionan alimento, vestido, vivienda, medicamentos y sustento espiritual (Halffter et al. 1992
citado por MMA & SENA 2007).
Estos criterios específicos están en función al tiempo (MMA & SENA 2007).
• La especie debe haber presentado una demanda histórica para su uso como fuente de
alimento, vestido, sustancias de utilidad industrial y farmacológica.
• La especie se encuentre amenazada, por ser objeto de alta demanda y/o comercio ilegal.
• La especie debe tener una demanda tal, que su precio en el mercado no sea notablemente
afectado al establecerse una producción sostenida.
• La especie debe tener estrategias reproductivas sencillas, y períodos reproductivos de ciclos
anuales como máximo.
• La especie debe presentar características significativas de crecimiento precoz y proliferación,
de tal forma que sea factible con un manejo controlado incrementar su productividad al
disminuir la depredación y mortalidad propias de las condiciones naturales.
• Los productos aprovechables deben tener una amplia aceptación cultural y de mercado dentro
de un ámbito por lo menos regional, que garantice el consumo, sin incurrir en altos costos.
• La especie debe tener una amplia distribución y sus poblaciones naturales se deben encontrar
en un adecuado estado de conservación.
• La especie debe presentar una amplia tolerancia ecológica y alta capacidad de resiliencia.
• Es deseable que la especie presente singularidad basada en su endemismo y en la calidad de
sus productos.
• Especies que sean endémicas, raras o con áreas de distribución pobremente conocidos.
• Especies que requieran proyectos específicos de investigación para conocer su biología.
• Especies con ciclos de vida y características reproductivas muy complejas.
• Especies que por sus estatus de conservación a nivel internacional estén sometidas a
estrictos controles de su comercio (incluidas en el Apéndice I de la CITES).
• Especies que presenten poblaciones diezmadas y que requieran de programas especiales de
recuperación.
• Que presenten valores de uso o aprovechamiento tan solo potenciales y no reales.
El tamaño de los informantes para la muestra, como en muchos trabajos etnobotánicos se basa a las
limitaciones de campo y tiempo. Una regla general es que sean mayores a 35 muestras
independientes y aleatorias. Algunos etnobotánicos han experimentado con métodos ecológicos
cuantitativos para determinar el tamaño de la muestra adecuada (Balick 1996; Balslev 2003; Lozada et
al. 2006). Balick (1996) abordó la cuestión del tamaño de la muestra mediante la aplicación
sistemática del concepto de curvas de acumulación, su "uso múltiple" por así decirlo compara la curva
acumulada por el número de usos identificados por los informantes a la frecuencia de la entrevista.
Varias herramientas de estimación son utilizadas por los etnobotánicos para determinar el tamaño
suficiente de informantes para predecir el número de especies útiles (Balick 1996; Lozada et al. 2006).
Moreno (2001) define a la curva de acumulación de especies como “una gráfica del número
acumulado de especies en función de alguna medida del esfuerzo aplicado para obtener esa
muestra”. Se utiliza para describir el esfuerzo de muestreo total (especies por unidad de esfuerzo de
muestreo) y para estimar la riqueza de especies que se espera si el muestreo continúa
indefinidamente (Colwell 2005 citado por Moreno 2001). Balick (1996) halló que el número
acumulativo de usos para Vitex gaumeri alcanzan una asíntota después de 16 entrevistas y para
Bursera simaruba después de 141 entrevistas.
Moreno (2001) y Velarde & Hortal (2003) mencionan que la acumulación de especies permiten:
• Los individuos errantes son una fuente importante de sesgo en los inventarios.
• Deben ser elementos importantes de la biodiversidad del lugar.
• La riqueza de especies dependerá de la escala y características espaciales de trabajo.
Hoffman & Gallaher (2007) analizan 15 métodos de estudio etnobotánico, e indica que “el rigor
científico de la investigación etnobotánica ha aumentado dramáticamente en las últimas dos décadas
debido a la adopción de los métodos cuantitativos”. En general, los etnobotánicos han reconocido la
necesidad de la investigación basada en métodos científicos. Un reto principal en esta tendencia
cuantitativa es cómo producir valores que sean fiables y medidas comparables, para lo cual se han
desarrollado varios índices que miden la Relativa Importancia Cultural (RCI) como consecuencia de la
combinación de las ciencias sociales y la ecología (Hoffman & Gallaher 2007).
La aplicación de índices RCI se inició a finales de 1980. Boom (1990) determinó el porcentaje de las
plantas utilizadas por informantes indígenas dentro de una hectárea de bosque en Venezuela, su
investigación fue un importante punto de partida para comparaciones cuantitativas de interculturalidad
y conocimiento sobre las plantas. Prance et al. (1987) reconoce que no todos los usos son iguales y
Phillips & Gentry (1993) marcan un hito en la etnobotánica cuantitativa al evaluar la frecuencias de uso
entre los informantes. Actualmente la generación de índices, ha permitido valorar con mayor precisión
la importancia relativa de las plantas en contextos culturales concretos (Höft et al. 1999; Bermúdez et
al. 2005). Sin embargo, no existe un método en común que sea aceptado y nos permita cuantificar el
conocimiento tradicional sobre el uso y manejo de los recursos naturales.
• Por consenso entre informantes (UCs), el cual analiza la importancia relativa de cada uso
(Byg & Baslev 2001). Mide el grado de gran acuerdo entre los informantes sobre si se
considera una especie útil o no, los valores oscilan entre -1 y +1 (Carretero 2005).
• Sumatoria de usos (UVs), en cada categoría se evalúa el valor de uso de una especie
(Bermúdez & Velázquez 2002; Marín et al. 2005; Reyes & García et al. 2006). Mide el
promedio de los reportes de usos que los informantes conocen de una especie (Carretero
2005).
Diversos estudios se han realizado para determinar la importancia de la flora desde el saber local cuyo
principal objetivo es desarrollar un método práctico para determinar la importancia de la biodiversidad
para los pobladores que dependen parcialmente de los recursos del bosque, para lo cual se utilizaron
diversas técnicas, las cuales suponen que los pobladores locales son los mejores jueces de lo que es
importante para ellos (CIFOR 2004: Lawrence et al. 2005; Carretero & Serrano 2007a). Esto se
fundamenta en tres aspectos principales:
Por ejemplo, cuando una especie X no tiene valor comercial, pero es vital como alimento en épocas
de escasez, es de gran importancia para las comunidades que dependen de ella. CIFOR (2004)
realizo un trabajo de investigación explorando diferentes métodos para determinar el juicio de los
pobladores en cuanto a la importancia relativa de varios productos y unidades de terreno. Opto por un
ejercicio de puntuación, denominado “método de distribución de piedritas” (MDP), en cada etapa de
este método, se pidió a los informantes distribuir 100 fichas (semillas, piedritas) entre un grupo de
tarjetas ilustradas y tituladas, en proporción a su “importancia” teniendo cuidado que el ejercicio fuera
comprendida, dando por lo menos tres ejemplos antes de iniciar cada ejercicio. Según Colfer & Byron
(2001 citados por CIFOR 2004), las razones de utilizar métodos cuantitativos para determinar la
importancia de las especies desde el saber local, se pueden resumir en cinco razones:
Los números y las estadísticas utilizadas en etnobotánica cuantitativa pueden parecer impresionantes,
pero carecen de sentido si no se basa en datos etnográficos fiables, una variedad de índices
etnográficos y métodos se han utilizado para recopilar datos susceptibles de análisis RCI (Bernard
2002; Martín 2004). Más de un método, a menudo es necesario para hacer frente a investigaciones
del entorno, la actividad de los etnobotánicos se vale de entrevistas, colectas de especímenes, la
lengua vernácular y los nombres locales (Alexiades 1996 citado por Hoffman & Gallaher 2007).
En cuanto a los métodos etnográficos, Hoffman & Gallear (2007) indican que “en la práctica los
métodos etnográficos se presentan con las cuestiones estadísticas incluidas en el tamaño de la
muestra y el análisis estadístico” los mismos para nuestro estudio pueden estar estructurados de la
siguiente manera:
Una vez que las entrevistas se han completado y se han calculado los índices RCI, se prestan a
análisis estadísticos y prueba de hipótesis (Phillips & Gentry 1993; Hoffman & Gallaher 2007). Desde
un enfoque estadístico para determinar el conocimiento general se requiere: Estudios aleatorios,
selección de participantes, tamaño de muestra suficiente y por último que los participantes sean
entrevistados en el aislamiento para satisfacer el requisito de la independencia estadística (Martín
2004).
El presente estudio, analiza los datos obtenidos en InfoStat, software estadístico desarrollado por la
Universidad Nacional de Córdoba, Facultad de Ciencias Agropecuarias, en el ambiente Windows.
Ofrece una interface avanzada para el manejo de datos basada en planillas electrónicas y permite
importar/exportar bases de datos en formato Paradox, texto o dbase. Posee rápido acceso a
herramientas para el manejo de datos (editar fórmulas, transformar, clasificar y categorizar variables y
generar variables aleatorias) (StatSoft 2007).
Capacidades estadísticas:
Capacidades gráficas:
Permite crear de manera sencilla gráficos de distintos tipos (histogramas, diagramas de barras, tortas,
dispersión, puntos, líneas, densidades, etc.). En una misma imagen se incluyen varias series gráficas,
pudiéndose editar virtualmente todos sus atributos. La herramienta cuenta con un algoritmo de copia y
suscripción de formato que facilita la creación de series grandes de gráficos con idénticas
características (StatSoft 2007).
6. ÁR
REA DE EST
TUDIO
gen 1. Image
Imag en satelital de
el PN-ANMI Serranía
S del Iñao y ubica
ación de las ccomunidades en estudio
o.
La co
omunidad d
de Timboy Pampa
P (19º4
47'13.7'' S; 63º52'09.1''' W; 1216 m)
m pertenec
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Sapirrangui y Ticu
ucha (19º37''30.4'' S; 63ºº49'15.2'' W;; 1070) al ca
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Monteagudo y S
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que sub-húm
medo del Boliiviano-Tucum
mano (Anexo
o
14) y cantidad sufficiente de fa
amilias para realizar las e
encuestas (A
Anexo 15).
El Municipio de Villa Vaca Guzmán, ha sido durante siglos zona de diversos grupos de origen étnico
cultural; entre ellos podemos mencionar a los Arawac, Chané y Guaranís entre otros. Desde 1520 los
guaranís se adentraron por las amazonas hasta llegar a la región montañosa entre Mizque y Tomina
sometiendo a los Chané. Después de la Real Audiencia de Charcas la ocupación española consigue
la retirada de los guaranís, ya el año 1761, se instala la estancia Sapirangui desde entonces hasta el
siglo IX los guaranís lucharon contra los gobiernos republicanos, que no respetaban sus leyes y
costumbres. En 1909, se crea la segunda sección municipal del Azero, compuesta por los cantones
Sapirangui, Ticucha, Iguembe, Huacaya y Ñancaroinza ya en 1947 se crea la provincia Luís Calvo
mediante decreto ley con los cantones Sapirangui, Ticucha, Iguembe, Huacaya, Ivo, Camatindi,
Macharetí, Ñancaroinza y Carandaytí, con la capital de Villa Vaca Guzmán. Después de la reforma
agraria (1952) llegan colonos de origen quechua (Tomina, Padilla y Azurduy) con el objeto de criar
ganado. Hoy el idioma Chané ha desaparecido como lengua general de la zona y fue reemplazado por
el guaraní, pero además se puede encontrar diversos orígenes culturales; entre ellos guaranís,
quechuas y mestizos (PDM 2007-2011).
6.1.2. DEMOGRAFÍA
El cantón Sapirangui, tiene la mayor concentración de la población (6.710 habitantes) de los cuales
Timboy Pampa tiene 184 habitantes (38 familias) distribuidos en 95 varones y 89 mujeres. El cantón
Ticucha tiene 3.347 habitantes y la comunidad Ticucha tiene 386 habitantes (76 familias) distribuidos
en 206 varones y 180 mujeres (Anexo 20) (PDM 2007-2011).
6.1.4. IDIOMA
Las poblaciones de Ticucha y Timboy Pampa son monolingües y bilingües. Del total de la población, el
85% habla español, el 10% habla quechua-español y el 5% solo habla quechua principalmente en
Ticucha por la zona conocida como El Alto camino hacia Jark’amayu Chico (PDM 2007-2011).
Ticucha pertenece al núcleo central Tapera, tiene una escuela de 1ro a 7vo pluridocente (un profesor
para varios grados) con un total de cinco profesores, los estudiantes concluyen sus estudios en el
colegio Leo Schwarz de la Tapera que ofrece una educación hasta cuarto de secundaria con una
modalidad optativa de internado. Sin embargo, Timboy Pampa pertenece al núcleo central Cruz
Pampa, tiene una escuela de 1ro a 5to y es unidocente (un profesor para varios grados), los
estudiantes concluyen sus estudios en Monteagudo que ofrece una educación hasta 4to de secundaria
y en algunos casos con una modalidad optativa de internado. Gracias al programa “yo si puedo”
ambas escuelas tienen servicios básicos de alcantarillado, luz (panel) y agua. Además cuentan con
bus escolar y una infraestructura en buenas condiciones (PDM 2007-2011).
La tasa de analfabetismo en varones es del 26% y 44% en mujeres. Según el nivel de instrucción, el
26% no se insertó al sistema educativo, el 65% curso el nivel primario, el 5% cursó nivel secundario y
solo el 3% cuenta con estudios superiores. Las principales causas atribuibles a las tasas de
analfabetismo son la falta de recursos económicos, las distancias alejadas a un establecimiento y la
demanda de mano de obra (actividades agropecuarias) (PDM 2007-2011).
6.1.7. SALUD
Ticucha y Timboy Pampa acceden a un servicio de salud de primer nivel (centro de salud) ubicado en
La Tapera, pero, por la facilidad de acceso caminero pueden acceder a un servicio de salud de
segundo nivel con internación hospitalaria en Monteagudo. Sin embargo ambas comunidades también
acceden a la medicina popular, cada comunidad cuenta con un medico curandero (PDM 2007-2011).
A partir de 1960 se establecen en el lugar nuevos asentamientos con el fin de aprovechar los espacios
para la actividad agrícola y ganadera como principal fuente de ingresos económicos. Actualmente la
mayoría son agricultores dedicados al cultivo comercial y de subsistencia principalmente de maíz,
maní y ají, también a la crianza de ganado bovino y porcino principalmente y en menor proporción a la
crianza de ganado ovino (Ticucha) y caprino (Timboy Pampa). En ambas comunidades se observa
como práctica habitual la transformación de áreas boscosas en campos agrícolas y pecuarios para la
ganadería. La ocupación y uso del suelo es del 5.3% ocupadas por actividades agrícolas, 23.1% por
una ganadería mixta, 13.5% de apoyo circunstancial a la ganadería y 36% son montes y bosques
forestales de uso múltiple. Las especies de flora nativa con valor comercial tanto para muebles y
artesanías son: guayacán, morado, cuchi, espinillo, algarrobo, lapacho, tipa, laurel y para construcción
la perilla, palo ajo, cebil, entre otros (PDM 2007-2011).
En base en la estratificación socioeconómica de las familias del Municipio de Villa Vaca Guzmán
(2.080 familias), se estima que 335 familias (16.10%) están clasificadas dentro el estrato 1 (gente de
mayores recursos económicos); 926 familias (44.51%) corresponderían al estrato 2 (gente de
medianos recursos económicos) y 819 familias (39.37%) al estrato 3 (gente de bajos recursos
económicos). Esta clasificación considera el patrimonio familiar (tamaño y tenencia de tierra, ganado,
equipamiento productivo y vivienda) y los ingresos económicos generados como producto de la
actividad familiar en los rubros económicos (agropecuarias) y la oferta de mano de obra (Anexo 1)
(PDM 2007-2011).
El PN-ANMI Serranía del Iñao está representada por especies de flora nativa de las ecoregiones de
bosque Boliviano-Tucumano y Chaco Serrano, con presencia de unidades de vegetación de relictos
de bosques de Yungas, Semideciduo Chiquitano y Chaqueño de transición (FAN 2008). Sin embargo,
las comunidades en estudio se encuentran en las ecoregiones de bosque Boliviano-Tucumano y
Chaco serrano que en el departamento de Chuquisaca abarca las provincias de Luís Calvo, Hernando
Siles, Belizareo Boeto, Sud Cinti y Tomina (Ibisch et al. 2003; PROMETA 2003).
El bosque varía de rango altitudinal de 800 a 3900 m, una precipitación promedio de 700 a 2000
mm/año y una temperatura entre 5 y 23 ºC. Poseen una vegetación de bosques semi-húmedos con
lapacho (Tabebuia lapacho) hasta siempreverdes en pisos inferiores (Myrtaceae: Blepharocalyx
salicifolius, Myrcianthes spp., y Lauraceae). En pisos superiores (1.800/2.200 hasta 2.500/3.200 m)
bosques deciduos con Alnus acuminata. Presentan una fisiografía de paisaje dominado por medianas
cadenas altas de montaña y colinas, laderas escarpadas (Ibisch et al. 2003) (Anexo 13).
Este bosque está situado en un paisaje formado por serranías bajas de las últimas estribaciones de la
Cordillera Oriental de los Andes, Valles Bajos y Pie de Monte, con alturas que van desde 700 a 2000
m, con precipitaciones promedio de 700 a 1000 mm/año, que caracteriza un lugar seco de clima semi-
húmedo. El bosque es pequeño a mediano tamaño, la cubierta de la capa del árbol es generalmente
inferior a 50%. Las especies más características son: chari (Piptadenia viridiflora), wilka
(Anadenanthera colubrina), tajibo (Tabebuia impetiginosa), palo blanco (Calycophyllum multiflorum),
laurel blanco (Nectandra angusta) y guayaba (Myrcianthes pungens) (Ibisch et al. 2003) (Anexo 13).
Según las unidades biogeograficas definidas por Navarro & Ferreira (2007), al área de estudio se
encuentra en:
7. MATERIALES
Materiales de campo:
Materiales de gabinete:
8. METODOLOGÍA
Durante todo el proceso de investigación, para lograr un adecuado registro y análisis de datos se han
empleado técnicas etnográficas, etnobotánicas y botánicas. En cuanto al método, se siguió el método
planteado por Carretero & Serrano (2007a) el cual es una adaptación y combinación al sistema de
puntuación de CIFOR (2004) y la clasificación rápida del informante de Lawrence et al. (2005).
Basados en categorías de usos empleados en otros estudios etnobotánicos (Vargas et al. 1997;
Carretero 2005; Hurtado et al. 2006; Vidaurre et al. 2006; Aguilar 2007; Carretero & Serrano 2007a) se
establecieron a priori ocho categorías de uso: 1. Misceláneo (tintes naturales, tóxicos, champú, jabón,
tanino para curtir cueros, rituales y fiestas), 2. Construcción, 3. Veterinario, 4. Forraje (uso indirecto
relacionado con el consumo de plantas nativas por el ganado), 5. Medicina, 6. Leña (especies con alto
poder calórico y usados principalmente en época de lluvias), 7. Tecnológico (herramientas agrícolas y
utensilios de uso domestico) y 8. Alimento.
Se participo de las reuniones comunales con la finalidad de socializar los objetivos y alcances de la
investigación, evitando hacer promesas fuera de los alcances de la investigación. Con los dirigentes
se selecciono a los asistentes de campo que posteriormente ayudarían en la colecta botánica. Por
último se invito a hacer preguntas tratando de dar respuestas claras y concretas, escuchando con
atención los posibles contratiempos de la investigación con las actividades locales concluyendo en un
cronograma de actividades en función a la disponibilidad de tiempo de los pobladores.
Después de las reuniones comunales, con la ayuda de los dirigentes y guardaparques se procedió a
realizar el mapa comunal de cada comunidad ubicando los domicilios de los informantes
seleccionados al azar para realizar las encuestas y demarcando con sumo cuidado al informante a
entrevistar (hombre o mujer) (Anexo 18 & 19).
Para cuantificar la diversidad de especies útiles se utilizo la lista libre empleando el método
etnográfico descrito por Alexiades (1996 citado por Hoffman & Gallaher 2007) (Anexo 16). Con este
método se documentó todas las especies vegetales que el informante usa actualmente y/o usó en el
pasado. En este estudio se entiende como uso pasado a aquellos que han dejado de ser utilizados por
el informante hace más de 5 años y aquellos usos que el informante solo vio o escucho de sus
familiares o vecinos. La sumatoria de los reportes de usos actuales y usos pasados son todos los usos
que el informante conoce.
En el caso de las especies usadas en la construcción de casas o cercos se realizó una verificación
visual, si la estructura de las viviendas todavía tenía las especies mencionadas se consideró como
uso actual aunque estas hayan sido recolectadas hace más de 5 años. Adicionalmente se obtuvo
información sobre la parte usada y la forma de uso de cada especie mencionada. Cada entrevista tuvo
una duración de 30 a 45 minutos y fue de manera personal en el aislamiento, cumpliendo el requisito
de la independencia estadística (Martín 2004).
Para identificar las especies y categorías de uso más importantes desde la perspectiva comunitaria se
empleo el método de valoración cultural directa (Carretero & Serrano 2007a). Consiste en que el
informante indica 10 especies de plantas útiles que considere como las más importantes, para esto se
empleo una planilla de valoración y/o puntuación (Anexo 17). Se escribieron los nombres comunes de
las plantas mencionadas en tarjetas, luego se pidió al informante las ordene en forma descendente
considerando el orden de importancia y posteriormente se pidió a cada informante distribuya 100
semillas entre las 10 tarjetas existentes. Antes que el informante empezara la puntuación de las
especies, se hizo una demostración con cada uno de los informantes de cómo podrían distribuirse las
semillas y las implicaciones de tal distribución.
Explicamos que si se colocaban treinta semillas en la especie “A” y quince en la especie “B”,
significaría que la especie “A” es dos veces más importante que la especie “B”. De igual manera, si se
colocaban diez semillas en la especie “A” y diez en especie “B”, significaría que ambas especies
tienen igual importancia, además el puntaje debería corresponder solo a una categoría de uso. Para
cada especie elegida por el informante, se le pidió explique: ¿Cuál es el uso por el que se eligió cada
especie? y si el informante era analfabeto se leyó frecuentemente los nombres de las tarjetas.
Finalmente en gabinete, el valor cultural ha sido calculado como el valor promedio de las semillas
distribuidas por todos los informantes, a este valor lo denominamos “puntaje” y las especies que no
fueron mencionadas se puntuaron como cero. Este valor o puntaje ha sido calculado para cada una de
las especies y categorías de uso registradas.
Se elaboro una lista de especies útiles para cada comunidad en función a los reportes mencionados
por los informantes, posteriormente se depuro, ordeno la lista y en compañía de un asistente local se
realizaron las colectas botánicas en tres meses (Septiembre del 2008, Diciembre del 2008 y Abril del
2009) considerando la fenología de las especies. Finalmente fueron identificadas y depositadas en el
Herbario Chuquisaca (HSB) bajo la colección del primer colector (MN 79-337).
Los datos respecto a la 1. Género, 2. Edad, 3. Lugar de nacimiento y 4. Años de educación fueron
anotados cuidadosamente para evaluar si los mismos influyen en la valoración cultural de las especies
de flora nativa. Posteriormente en base a estudios etnobotánicos (Granda & Guaman 2006; Pochettino
et al. 2008) y técnicos (Anónimo 2000), los datos continuos de edad y años de educación fueron
convertimos en datos categóricos para facilitar su análisis. La edad fue categorizado en joven (<30
años), adulto (31-50 años) y adulto mayor (>50 años); los años de educación en nivel básico (<5º
básico) y nivel superior (>5º básico).
Concluido el llenado de la lista libre y la lista para identificar especies y categorías de uso desde la
perspectiva comunitaria (puntuación y/o valoración cultural directa), se solicito a cada informante
mencione la cantidad de bienes que dispone, agrupados en: 1. Tierra propia, 2. Tierra alquilada, 3.
Motosierra, 4. Tractor y equipos, 5. Movilidad, 6. Motocicleta, 7. Bicicleta, 8. Panel solar, 9. Cocina a
gas, 10. Ganado vacuno, 11. Caprino, 12. Porcino y 13. Equino. Posteriormente se averiguo el coste
real de cada bien en el mercado más cercano a cada comunidad (Monteagudo) el cual se sumo
obteniendo un total a lo que le denominamos “índice de bien”.
Para evaluar si este índice económico influye en la valoración cultural, con la ayuda de los dirigentes y
guardaparques se categorizo a cada informante en función a la posesión de bienes en tres niveles:
nivel alto (personas con recursos económicos mayores a 200.000 Bs), nivel medio (personas con
recursos económicos entre 10.000-200.000; Bs) y nivel bajo (personas con recursos económicos entre
1000-10.000 Bs.) el cual fue corroborado con la descripción y caracterización por estratos
socioeconómicos (Anexo 1).
El valor cultural calculado como el valor promedio de las semillas distribuidas por todos los
informantes a las diez especies más importantes (puntaje), estadísticamente fue evaluado con InfoStat
versión 3.01 a un α de 0.05 para cada factor de diseño con todos sus niveles: género (varón; mujer),
edad (joven; adulto; adulto mayor), lugar de nacimiento (local; inmigrante) y años de educación (nivel
básico; nivel superior) como factores sociales y tenencia de bienes (nivel alto, nivel medio; nivel bajo)
como factor económico.
• Se comparo el valor cultural (puntaje) de cada factor de diseño en sus respectivos niveles.
• Se uniformizaron las especies más valoradas para cada nivel de los factores de diseño.
• Para todos los casos, el análisis de varianza se realizo con el test de Tukey a un α=0.05.
• Para el factor género, lugar de nacimiento y años de educación se realizaron pruebas
estadísticas de T de student para muestras independientes de una vía.
• Para el factor edad y nivel de tenencia de bienes, se realizaron pruebas estadísticas de
Kruskal Wallis.
9. RESULTADOS
Se ha registrado un total de 175 plantas útiles con sus respectivos nombres vernaculares para el
bosque sub-húmedo del Boliviano-Tucumano, de los cuales 113 fueron identificados hasta el nivel de
especie, 37 hasta genero, 17 hasta familia y 8 no fueron identificados por carecer de colectas
botánicas.
Un resumen de las especies más representativas reportadas en el área de estudio según el número
de usos establecidas en las diferentes categorías, muestran por ejemplo que el guaranguay (Tecoma
stans) es la especie que más usos reporta, es decir; se usa en todas las categorías aunque difiere
respecto al número de informantes por categoría. En cambio el guaguincho (Eugenia involucrata) es
más de uso especifico (fruto-alimento) además es la especie que menos informantes la reportan (tabla
3). En cuanto a la forma biológica: arbórea (74 sp; 42.29%) es las más predominante debido a sus
variados usos por su forma leñosa y consistente, a diferencia de las especies cuyo habito de vida es
de tipo enredadera, epífita o suculenta que son de uso minoritario y especifico.
Tabla 3. Especies más representativas en función al número de usos (Resumen del Anexo 3).
Nº de informantes por categoría de uso
Nombre científico
Forma biológica
Nombre común
Construcción
Tecnológico
Misceláneo
Veterinario
Nº de usos
Alimento
Medicina
Familia
Forraje
Leña
Respecto a las familias botánicas, se ha identificado 65 familias (Anexo 5). Entre tanto, un resumen de
las familias botánicas que más especies registra en cada categoría de uso, indica que Fabaceae (22
sp; 13.17%) es la familia que mayor cantidad de especies útiles presenta, le sigue Asteraceae (15 sp;
8.98%), Poaceae (12 sp; 7.19%) y Solanaceae (11 sp; 6.59%) respectivamente (Tabla 4). Cabe
mencionar que una determinada especie puede estar identificada en una o varias categorías de uso.
Tabla 4. Porcentaje de las diez familias que más especies registran (Resumen del Anexo 5).
Construcción
Tecnológico
Misceláneo
Veterinario
Especies
Medicina
Alimento
Familia
Forraje
Leña
%
Fabaceae 9 14 3 13 8 11 15 3 22 13.20
Asteraceae 2 2 2 3 11 4 15 8.98
Poaceae 5 4 3 4 1 12 7.19
Solanaceae 4 1 2 3 6 1 2 11 6.59
Anacardiaceae 1 4 2 3 3 2 3 1 5 2.99
Cactaceae 1 4 4 2.40
Boraginaceae 1 2 1 3 1.80
Amaranthaceae 2 2 1.20
Urticaceae 1 1 1 1 0.60
Vitaceae 1 1 1 0.60
Las categorías de uso más valoradas son: construcción con 41.02 puntos, 160 reportes y 31 especies,
le sigue medicina con 19.41 puntos, 90 reportes y 39 especies. En cambio las categorías menos
valoradas son misceláneo con 1.08 puntos, 10 reportes y 5 especies al igual que veterinario que tiene
0.59 puntos, 3 reportes y 3 especies (Gráfico 2).
Las categorías de uso y especies más valoradas por los informantes siguen el siguiente orden:
9.2.1. CONSTRUCCIÓN
En esta categoría se han registrado 160 reportes de uso de 31 especies, las especies con mayor
puntaje y por ende con mayor valor cultural son: quina (Myroxylon peruiferum; 9.44 puntos), cuchi
(Astronium urundeuva; 5.15 puntos) nogal (Juglans australis; 4.98 puntos), timboy (Enterolobium
contortisiliquum; 4.38 puntos) y tajibo amarillo (Tabebuia lapacho; 2.21 puntos). Estas especies son
utilizadas como vigas, listones, pilares en la construcción de casas y en el cercado de los potreros ya
sea en forma de poste o tramado.
9.2.2. MEDICINA
Esta es la segunda categoría más valorada por las familias del área en estudio, alcanza 90 reportes
de usos que corresponden a 39 especies. Las especies con más altos valores son aquellas utilizadas
principalmente para las dolencias gastrointestinales como el paico (Chenopodium ambrosioides; 3.36
puntos), hierba buena (Lantana canescens, 0.87 puntos) y la hierba santa (Cestrum strigilatum; 0.98
puntos). Los cicatrizantes ocupan la segunda prioridad como el sirao (Acacia aroma; 2.28 puntos)
utilizado en forma de parche o simplemente lavando la herida con el agua de su hoja, la zarza parrilla
(Cissus sicyoides; 0.94 puntos) utilizado en el tratado de dolencias de riñón, sus hojas son tomados en
infusión.
9.2.3. LEÑA
En esta categoría de uso, se registran 14 especies y 59 reportes de uso, de entre ellas las especies
con mayor puntaje de valoración cultural son la quina (Myroxylon peruiferum; 4.15 puntos), sirao
(Acacia aroma; 2.21 puntos), wilka (Anadenanthera colubrina; 1.66 puntos), tajibo amarillo (Tabebuia
lapacho; 1.57 puntos) y guranguay (Tecoma stans; 0.79 puntos) identificadas como las especies con
mayor potencial calórico durante la temporada de lluvias, todas utilizadas en la cocción de alimentos.
9.2.4. ALIMENTO
90 reportes de uso se dan en esta categoría representadas en 22 especies valoradas. Las especies
que poseen los puntajes superiores son el sahuinto (Myrcianthes pseudomato; 3.55 puntos), pacay
chico (Inga marginata; 1.64 puntos) y zarzamora (Rubus boliviensis; 0.85 puntos) todas son
consumidas de forma directa por la presencia de fruto, en cambio de aguay (Chrysophyllum
gonocarpum; 0.98 puntos) es necesario hacer cocer o hervir el fruto para eliminar el látex que daña la
boca. El cedrón paja (Poaceae; 0.83 puntos) es utilizado como té en el desayuno.
9.2.5. TECNOLÓGICO
Dentro esta categoría, son 15 especies registradas como las más valoradas con 47 reportes de uso.
Todas son utilizadas en la fabricación de muebles artesanales o rústicos y en algunos casos hasta
acabado fino (carpintería), también se los utiliza en la fabricación de herramientas agrícolas como
mangos de hacha, picota, pala y arados, pocas especies son utilizadas en la construcción de canastas
y sogas. Entre las especies con más alto puntaje fueron reportados: cedro (Cedrela lilo; 3.69 puntos),
timboy (Enterolobium contortisiliquum; 2.21 puntos), tajibo amarillo (Tabebuia lapacho; 1.72 puntos)
nogal (Juglans australis; 0.96 puntos) y roble (Amburana cearensis; 0.89 puntos).
9.2.6. FORRAJE
Esta es una de las categorías que presenta bajos valores, apenas reporta 5 especies. Las especies
más valoradas son ramoneo (Justicia goudotii; 1.19 puntos), aguay (Chrysophyllum gonocarpum; 0.85
puntos), pasto grama (Polypogom sp; 0.72 puntos), garrancho (Acacia etilis; 0.21 puntos) y guacachi
(Sida rhombifolia; 0.15 puntos). En todo caso todas estas especies son valoradas por su consumo
indirecto por el ganado vacuno, equino y porcino. En algunos casos por ovinos particularmente en
Ticucha en la zona conocida como El Alto, zona poblada por inmigrantes de Azurduy y Tomina.
9.2.7. MISCELÁNEO
Esta es otra categoría de uso que también reporta bajos valores de puntuación en función a la
preferencia de los informantes. 5 especies son reportadas en 10 usos diferentes. Entre ellas están
yuruma (Myrsine coriacea; 0.38 puntos) utilizadas en la pesca moliendo las hojas y/o la corteza, ñetira
(S/C) utilizadas como champú moliendo las semillas en agua, wilka (Anadenanthera colubrina; 0.23
puntos) utilizado en curtiembre, pijcaluro (Cactaceae; 0.16 puntos) como clarificante y la naranja agria
(Citrus aurantium; 0.13 puntos) exprimido el jugo sobre el cuerpo sirve como repelente. Se debe
mencionar también que la frecuencia de uso de estas especies es muy baja ya que los pobladores
prefieren los productos sustitutos del mercado.
9.2.8. VETERINARIO
Esta es la categoría de uso que más bajos puntajes de valoración recibe, 3 especie son mencionadas
en 3 usos específicos, como el sabuco (Sambucus peruviana; 0.26 puntos) utilizado como
antiparasitario que se prepara moliendo la hoja y mezclando con leche para el consumo del ternero, el
itapallu (Urera baccifera; 0.17 puntos) y el garranchillo (Smilax campestris; 0.16 puntos) utilizados en
ambos casos la raíz o toda la planta para hacer hervir y posteriormente lavar la ubre de la vaca
cuando está enferma de mastitis o para que aumente la cantidad de leche.
De manera general, los varones (n=14) al igual que las mujeres (n=16) valoran más las especies
utilizadas en la construcción (Gráfico 3). Los varones valoran más que las mujeres las especies que
son utilizadas en usos de construcción (52.26 puntos) y tecnológico (16.78 puntos). En cambio las
mujeres valoran más que los hombres especies utilizadas en la medicina (25.39 puntos), leña (18.96
puntos) y alimento (17.61 puntos).
Gráfico 3. Valoración cultural de categorías de uso desde la perspectiva comunitaria según el género.
Los varones valoran más las especies como la quina (Myroxylon peruiferum; 14.65 puntos), timboy
(Enterolobium contortisiliquum; 8.91 puntos), cuchi (Astronium urundeuva; 7.35 puntos), nogal
(Juglans australis; 7.17 puntos) y cedro (Cedrela lilo; 6.65 puntos) valoradas por su uso en la
edificación de casas, el posteo y tramado de porteros, la fabricación de muebles y herramientas
agrícolas. En cambio las mujeres se inclinan más por las especies como el paico (Chenopodium
ambrosioides; 4.96 puntos) y el sirao (Acacia aroma; 1.88 puntos) utilizados en la curación de
dolencias en la mayoría de tipo gastrointestinal y el tratamiento de heridas, la quina (Myroxylon
peruiferum; 5.96 puntos) y tajibo amarillo (Tabebuia lapacho; 2.67 puntos) especies importantes
utilizadas en la cocción de alimentos y por último el sahuinto (Myrcianthes pseudomato; 4.42 puntos) y
pacay chico (Inga marginata; 1.88 puntos) valoradas por el fruto que ofrecen para el consumo familiar.
El análisis de varianza indica que son datos no paramétricos, en consecuencia la prueba T para
muestras independientes de dos vías no revela diferencias significativas (p=0.8095), por lo que el
factor género no influye en la valoración cultural de las especies. Sin embargo la prueba de Tukey
muestra diferencias significativas respecto al puntaje asignado a algunas especies (Anexo 6).
Gráfico 4. Valoración cultural de categorías de uso desde la perspectiva comunitaria según la edad.
Este gráfico no muestra un claro patrón de respuesta en la mayoría de las categorías de uso. Los
informantes jóvenes (n=7) que empiezan a construir sus casas y adultos mayores (n=11) que tienen
ya establecidos sus hogares, valoran más las especies de la categoría construcción que los adultos
(n=29) que utilizan sustitutos de mercado (ladrillo, calamina, entre otros). Especies como la quina
(Myroxylon peruiferum), cuchi (Astronium urundeuva) y nogal (Juglans australis) son valoradas por su
importancia en la edificación de hogares y potreros. Medicina es otra categoría donde es posible
identificar un patrón de uso, los informantes adultos y adultos mayores recurren más a las especies
medicinales que los informantes jóvenes hecho que afecta en su valoración, entre estas se registra a
especies como el paico (Chenopodium ambrosioides) y sirao (Acacia aroma) principalmente.
El análisis de varianza indica que son datos no paramétricos, en consecuencia la prueba de Kruskal
Wallis no revela diferencias significativas (p=0.3426), por lo que el factor edad no influye en la
valoración cultural de las especies. Sin embargo la prueba de Tukey muestra diferencias significativas
respecto al puntaje asignado a algunas especies (Anexo 7).
Gráfico 5. Valoración cultural de categorías de uso desde la perspectiva comunitaria según el lugar de
nacimiento.
El gráfico 5 nos muestra de manera general, que los informantes nacidos en la comunidad (locales)
(n=9) como inmigrantes (n=38) valoran más la categoría construcción. Los informantes locales valoran
más las especies que se encuentran en las categorías de construcción (42.67 puntos) y tecnológico
(20.56 puntos) a diferencia de los inmigrantes que valoran más la categoría medicina (22.08 puntos) y
alimento (14.82 puntos).
Los informantes locales e inmigrantes valoran por igual a la quina (Myroxylon peruiferum) utilizada en
la construcción de sus casas y potreros, además los inmigrantes también lo usan y valoran por sus
propiedades medicinales. Los informantes locales valoran más al cedro (Cedrela lilo) y timboy
(Enterolobium contortisiliquum) utilizados en la construcción de casas, posteo y tramado de porteros,
la fabricación de muebles y herramientas agrícolas. En cambio los informante inmigrantes valoran más
las especies como el sirao (Acacia aroma) utilizado en el tratamiento de heridas (medicina), el
sahuinto (Myrcianthes pseudomato) y la zarza mora (Rubus boliviensis) valoradas por el fruto que
ofrecen para el consumo familiar (alimento).
El análisis de varianza indica que son datos no paramétricos, en consecuencia la prueba T para
muestras independientes no revela diferencias significativas (p=0.5061), por lo que el factor edad no
influye en la valoración cultural de las especies. Sin embargo la prueba de Tukey muestra diferencias
significativas respecto al puntaje asignado a algunas especies (Anexo 8).
Gráfico 6. Valoración cultural de categorías de uso desde la perspectiva comunitaria según el nivel de
educación.
Este gráfico, muestra a las categorías de construcción (61.90 puntos) y tecnológico (15.30 puntos)
como las más valoradas por informantes que adquirieron un nivel de educación superior (>5º básico;
n=37) a diferencia de los informantes que adquirieron un nivel de educación inferior (<5º básico; n=10)
que valoran más la categoría medicina (22.39 puntos), alimento (16.42 puntos) y leña (15.60 puntos).
En el caso de misceláneo ambos niveles de educación valoran en igual proporción (1.00 puntos).
Los informantes que adquirieron un nivel superior de educación valoran más las especies de quina
(Myroxylon peruiferum), cuchi (Astronium urundeuva), cedro (Cedrela lilo) y wilka (Anadenanthera
colubrina) por sus características maderables. Sin embargo, los informantes que alcanzaron un nivel
máximo de educación al 5º básico, valoran más el paico (Chenopodium ambrosioides), sirao (Acacia
aroma) y zarza parrilla (Cissus sicyoides) por sus características medicinales. El sahuinto
(Myrcianthes pseudomato) y la zarza mora (Rubus boliviensis) como alimento y la quina (Myroxylon
peruiferum) y el sirao (Acacia aroma) por su poder calórico en época de lluvia (leña). Todas estas
especies son valoradas por el hecho de satisfacer las necesidades básicas diarias.
El análisis de varianza indica que son datos no paramétricos, en consecuencia la prueba T para
muestras independientes no revela diferencias significativas (p=0.5503), por lo que el factor nivel de
educación no influye en la valoración cultural de las especies. Sin embargo la prueba de Tukey
muestra diferencias significativas respecto al puntaje asignado a algunas especies (Anexo 9).
El gráfico 7, tampoco muestra un claro patrón de respuesta para los informantes con tenencia de
bienes alta (n=9), media (n=16) y baja (n=22). Sin embargo, los informantes de los tres estratos
valoran más las especies de la categoría construcción (50.56; 33.11; 28.56 puntos respectivamente),
pero los valores más altos existe en los informantes que poseen niveles medio y bajo de tenencia de
bienes. Los informantes que poseen bajos niveles de tenencia de bienes valoran culturalmente más la
categoría de leña (17.60 puntos), forraje (3.09 puntos) y misceláneo (1.14 puntos).
Entre tano, los informantes de nivel alto, valoran más especies como la quina (Myroxylon peruiferum)
y cedro (Cedrela lilo) por sus características maderables y económicas, los de nivel medio valoran
más al paico (Chenopodium ambrosioides), sirao (Acacia aroma) y cabeza y negro (Triumfetta
semitriloba) como medicinales y al sahuinto (Myrcianthes pseudomato), pacay chico (Inga marginata)
y aguay (Chrysophyllum gonocarpum) entre las alimenticias. Por último los de bajo nivel, valoran más
la quina (Myroxylon peruiferum) y wilka (Anadenanthera colubrina) por su poder calórico (leña), cedro
(Cedrela lilo) y timboy (Enterolobium contortisiliquum) utilizados en la construcción de muebles y
artesanías de uso domestico y la wilka (Anadenanthera colubrina) en la curtiembre.
El análisis de varianza indica que son datos no paramétricos, en consecuencia la prueba de Kruskal
Wallis no revela diferencias significativas (p=0.9386), por lo que el factor edad no influye en la
valoración cultural de las especies. Sin embargo la prueba de Tukey muestra diferencias significativas
respecto al puntaje asignado a algunas especies (Anexo 10).
10. DISCUSIÓN
El número de especies de flora nativa útil registrado en este estudio es mayor a los reportados en
otros estudios etnobotánicos en comunidades campesinas de similar tipo de vegetación de bosque
húmedo del Boliviano-Tucumano (Carretero et al. 2007b; Carretero & Serrano 2007a; Heredia 1998).
Estas diferencias pueden estar influenciadas en gran parte por los diferentes tipos de metodología
empleada en cada estudio, número de comunidades, tamaño de muestra (numero de informantes) y
tipo de muestreo (Anexo 2). Respecto a la biodiversidad de flora, Phillips et al. (1994) menciona que la
selva tropical es el lugar más diverso y rico en abundancia de especies útiles, en consecuencia las
personas tienen más oportunidades para experimentar y aprender del uso de las plantas en los
entornos más diversos.
El presente estudio, al igual que lo encontrado por Carretero & Serrano (2007a) en un estudio del sub-
andino de Chuquisaca se reporta a Fabaceae, Asteraceae y Solanaceae como las familias botánicas
más importantes. Sin embargo, Lawrence et al. (2005) encontró en la amazonia a Arecaceae como la
familia más importante. Keller (2000) reporto a Palmae, Myrtaceae, Araceae, Boraginaceae y
Gramineae como las especies más reportadas según su valor de uso en un estudio realizado en
poblaciones guaranís en Misiones (Argentina). Hurtado et al. (2006) identifico a las familias más
importantes de acuerdo al número de especies a: Compositae (19 spp), Labiatae (10 spp),
Solanaceae (6 spp) y Leguminosae (5 spp) registrados por primera vez para la flora medicinal del
estado de Michoacán. Por último Macc et al. (2001) reporta a Asteraceae (22 spp), seguidos de
Fabaceae (11 spp) y Solanaceae (8 spp) registrados para tratar una amplia gama de enfermedades y
dolencias.
La distribución de las especies con mayores reportes de uso dentro el área de estudio, muestra como
una misma especie tiene varios usos y la mayoría son de tipo arbóreo (Anexo 3). A diferencia de las
especies que presentan pocos reportes de usos, coincidiendo con el patrón reportado por Phillips et
al. (1994). Los resultados muestran que las especies arbóreas, arbustivas y herbáceas ofrecen
mayores oportunidades de uso (construcción, alimento, medicina y leña) por su calidad y consistencia
leñosa, según Noguera & Baslev (1999) el uso de las plantas depende de factores como abundancia
relativa de la flora local, la tradicionalidad de uso de pocas especies, la calidad y demanda de
mercado. Además las especies más visibles, como los árboles y arbustos tienen mayor importancia
que las especies menores como las hierbas (Turner 1988).
Al igual que Vidaurre et al. (2006) y Granda & Guaman (2006) que realizaron sus estudios en los
Andes tropicales, encontramos que las especies botánicas más utilizadas por pobladores del bosque
sub-húmedo Boliviano-Tucumano se da para las especies maderables utilizados principalmente en la
construcción de casas y la fabricación de muebles, puertas y ventanas (Tecnológico). Las familias que
participaron en este estudio, aun dependen del bosque para construir sus casas ya sea en la
utilización de pilares, vigas y listones, al igual que en el tramado y posteado de sus potreros, lo que
implica una fuerte presión de uso sobre estas especies, permitiéndonos sugerir al igual que Cadena et
al. (1997) la aplicación de planes de manejo que garanticen su regeneración y sostenibilidad.
Las especies más importantes para Granda & Guaman (2006) en un estudio realizado en los bosques
húmedos del Ecuador se den en las categorías de alimento para ganado (96%), construcción (84%) y
medicina (16%). Similar a los resultados obtenidos en nuestro estudio a diferencia que construcción
(41.02 puntos) ocupa el primer orden de importancia, le sigue medicina (19.41 puntos) y leña (14.45
puntos). El caso particular de medicina, su uso se ve influenciado por la cercanía a los centros
poblados que tienen una posta de salud (La Tapera o Monteagudo), este patrón coincide con la
afirmación de Vandebroek et al. (2004) sobre el uso de las plantas medicinales, indicando que su uso
está directamente relacionado con la distancia de la comunidad hacia los centros de salud. El uso con
fines de combustión (leña) es también una de las categorías de mayor importancia, debido en parte a
que existe suficiente disponibilidad de especies para este uso.
Tanto en el área rural y urbana existe una marcada diferencia de las labores en función al género, en
Bolivia las mujeres del área rural participan activamente en la producción agrícola y tiene el rol central
de cuidar el hogar y la cocción de alimentos, sin embargo los varones son responsables del sustento
familiar a través de actividades con remuneración económica (INE 2001; PDM 2007-2011).
Sin embargo, la influencia del género sobre el conocimiento o la valoración cultural depende del tipo
del estudio, se puede elegir trabajar con ambos o solo con un género. Tal el caso de Hurtado et al.
(2006) que selecciono y entrevisto a informantes del sexo femenino recomendadas por su saber en el
uso de plantas medicinales, esto para obtener una máxima calidad y confiabilidad del conocimiento.
Si bien no existe un claro patrón de respuesta en la mayoría de las categorías de uso respecto a la
valoración cultural según la clasificación etaria (Gráfico 4), cada informante valora a las especies
según sus conocimientos. Comparando el presente estudio con los resultados de Granda & Huaman
(2006), los informantes adultos mayores al parecer tienen un mejor conocimiento de las plantas; ya
que son los que mejor conocen los nombres de las especies registradas, por eso las especies
medicinales son más valoradas por los adultos y adultos mayores porque son ellos los que más
conocen sobre sus propiedades terapéuticas a diferencia de los jóvenes que empiezan a adquirir
nuevos conocimientos. El estudio realizado por CIFOR (2004) muestra que los informantes de mayor
edad no pueden trabajar en sitios muy remotos limitados por su edad, pero si son incluidos en la
validación de resultados sobre el uso de las especies mencionadas por todos los informantes. Bajo
esta premisa, Hurtado et al. (2006) selecciono informantes de edad avanzada (>50 años) para obtener
una máxima calidad y confiabilidad del conocimiento de las especies medicinales.
Los informantes locales culturalmente valoran más a las especies de las categorías construcción,
tecnológico y veterinario a diferencia de los inmigrantes. Resultado similar al de Carretero (2005) en la
que los informantes locales reportan mayor conocimiento de especies útiles que los inmigrantes. Es
posiblemente que estos resultados, se deba a que los informantes locales utilizan más las especies
con fines de subsistencia a diferencia de los inmigrantes que por su naturaleza migratoria traen
consigo instrumentos y/o herramientas pre-fabricados (sustitutos de mercado).
En cuanto a las especies medicinales y alimenticias, los informantes locales se ven influenciados por
la accesibilidad a los centros poblados (Tapera y Monteagudo), por tal razón reportan una baja
valoración de estas especies y prefieran adquirir productos sustitutos con llevando a una pérdida del
conocimiento (Phillips & Gentry 1993; Aguilar 2007). Sin embargo Lozada et al. (2006) menciona que
la asimilación del conocimiento por informantes que provienen de diferentes lugares, es un proceso
gradual de acumulación del conocimiento y aprendizaje, tal vez sea esta la razón de que las demás
categorías sea valoradas casi en igual proporción entre inmigrantes y no migrantes, considerando que
la mayoría de los inmigrantes están establecidos en la zona en un promedio de 18 a 21 años, tiempo
suficiente para asimilar los conocimientos propios del lugar.
La mayoría de los estudios etnobotánicos en relación a la educación, son de tipo cualitativo. Gutiérrez
(1996) realiza un trabajo con escolares (primaria y secundaria) y adultos (educación superior) en el
jardín botánico de Córdoba con la finalidad de desarrollar una estrategia educativa encaminada a la
protección y conservación de los recursos vegetales, no refleja patrones cuantitativos. Verde &
Fajardo (2003) trabajan con alumnos de secundaria y adultos utilizando al etnobotánica como una
herramienta para transmitir los conocimientos que proceden de la identidad de las gentes y sus
tradiciones populares, promoviendo valores de solidaridad, responsabilidad y de respeto por las
personas mayores y el medioambiente. Al igual que el anterior estudio, nada cuantitativo.
En cambio los resultados del presente estudio, muestran que los índices de valoración cultural
generados por los informantes con niveles de educación superior tienden a valoran más las especies
con potencial económico-ecológico, provenientes de especies para construcción y tecnológico,
mientras que los informantes con un nivel básico de educación dependen más del bosque con fines de
subsistencia.
Durante la realización del documento, nos percatamos que el método empleado para este caso no
muestra un claro patrón de respuesta para realizar una discusión fehaciente, valide resultados y
analice la fiabilidad de la información generada. Por tal razón se necesita mayor investigación en la
temática. Entre tanto podemos mencionar que los informantes con altos niveles de tenencia de bienes
reportan pocas especies de uso (42 sp) y valoran más las especies con potencial económico
provenientes de las categorías de construcción y medicina, mientras que los informantes que tienen
una mediana tenencia de bienes reportan 54 especies de uso y valoran casi en igual proporción que
los informantes de escasos recursos económico (nivel bajo de tenencia de bienes). Por último los
informantes con niveles bajos de tenencia de bienes, reportan mayor cantidad de especies (64 sp)
centrando su atención en las categorías de construcción, medicina, alimento y tecnológico, reflejando
una mayor dependencia de los recursos del bosque.
11. CONCLUSIÓN
Se tiene un inventario de todas las especies consideradas promisorias, identificadas y con fichas
etnobotánicas depositadas en el Herbario Chuquisaca bajo el nombre del primer colector (MN 79-337),
agrupadas en 65 familias botánicas, 113 especies identificadas a nivel de especie, 37 hasta género,
17 hasta familia y 8 no fueron identificadas por carecer de muestras botánicas (Anexo 5).
Las categorías de medicina (73 sp; 32 familias), forraje (58 sp; 30 familias) y construcción (56 sp; 23
familias) son las que más especies reportan, sin embargo las categorías de leña (28 sp; 13 familias) y
veterinario (24 sp; 19 familias) son las que más bajos reportes de especies presentan. Las especies
que más usos presentan son la quina (Myroxylon peruiferum), nogal (Juglans australis), guaranguay
(Tecoma stans), wilka/cebil (Anadenanthera colubrina), sirao (Acacia aroma), timboy (Enterolobium
contortisiliquum), cuchi/sotillo (Astronium urundeuva), tajibo amarillo (Tabebuia lapacho), aguay
(Chrysophyllum gonocarpum) y sahuinto (Myrcianthes pseudomato). Estas especies tienen varios
usos debido a su forma de vida arbórea y arbustiva.
La valoración directa, nos permite identificar a la categoría construcción (41.02 puntos; 31 especies;
160 usos) y medicina (19.41 puntos; 39 especies; 90 usos) como las más valoradas. Entre tanto,
misceláneo (1.08 puntos; 5 especies; 10 usos) y veterinario (0.59 puntos; 3 especies; 3 usos) son las
categorías menos valoradas. Todas las categorías reportan un total de 471 usos (100 puntos; 83
especies). Las especies nativas como la quina (Myroxylon peruiferum, 14.13 puntos), nogal (Juglans
australis, 6.89 puntos), timboy (Enterolobium contortisiliquum, 6.85 puntos), cuchi (Astronium
urundeuva, 6.57 puntos) y tajibo amarillo (Tabebuia lapacho, 5.60 puntos) son las especies más
importantes según los puntajes asignados por los informantes (Anexo 4).
Si bien el método planteado no nos permite encontrar patrones claros de discusión en varias
categorías de uso en lo que respecta a la influencia de la edad, es necesario profundizar su estudio
y/o plantear nuevos métodos que nos permitan tener o apreciar patrones más claros de respuesta. Sin
embargo, se puede evidenciar que los factores sociales (edad, género, nivel de educación y lugar de
nacimiento) analíticamente influyen en la valoración cultural, pero dicha influencia según el análisis
estadístico no es significativo.
Los datos económicos obtenidos a partir de la tenencia de bienes no son los mejores, por lo que nos
vemos imposibilitados de señalar algún patrón de análisis que nos permita concluir sin que existiesen
errores en la interpretación. Tales fallas tal vez se debió a la metodología aplicada al momento de la
recolección de datos por nuestra inexperiencia en el campo de la etnobotánica cuantitativa. Sin
embargo, los niveles de tenencia de bienes como un índice subjetivo influyen analíticamente en la
valoración cultural de las especies aunque esas diferencias estadísticamente no son significativas.
12. RECOMENDACIONES
El método de puntuación y/o valoración cultural directa es una herramienta útil que nos permite
identificar a las especies más importantes o promisorias desde la percepción del informante, en todo
caso es un índice complementario a los ya existentes en etnobotánica cuantitativa. Por lo que se
recomienda tomar en cuenta toda esta información a la hora de diseñar y/o planificar proyectos o
programas de conservación, manejo y gestión de los recursos naturales para garantizar su
sostenibilidad con plena participación local.
El presente estudio muestra a las especies de flora más valoradas culturalmente en directa
participación de los actores locales, por lo que se recomienda implementar y/o diseñar planes de
manejo y aprovechamiento sostenible de estas especies como fuente de madera, resina, medicina
entre otros, como una alternativa de desarrollo local.
Respecto a la valoración cultural según la edad (factor social) y el nivel de tenencia de bienes (factor
económico), se recomienda realizar investigaciones y/o profundizar su análisis con participación de
profesionales del área pedagógica y económica que nos ayuden a comprender o diseñar de mejor
manera una metodología, que nos permita recoger datos fiables para de esta forma en lo futuro se
analice, valide o rechace los resultados obtenidos y la fiabilidad de la información generada.
En cuanto a los índices de valoración cultural que en los últimos años han crecido como flores
silvestres fertilizados por los investigadores de las áreas sociales y ciencias biológicas (Hoffman &
Gallear 2007), podemos recomendar se organice congresos académico-científicos con la finalidad de
uniformizar criterios de valoración cultural en investigación etnobotánica cuantitativa, esenciales para
determinar la percepción de las comunidades que interactúan con su medio ambiente y así poder
planificar proyectos enfocados en el desarrollo sostenible de las comunidades para que manejen
adecuadamente sus recursos naturales.
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Velarde, A. & Hortal, J. 2003. Las curvas de acumulación de especies y la necesidad de evaluar la
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Verde, A. & Fajardo, J. 2003. La Etnobotánica en el currículo de secundaria. Secundaria IES Virrey
Morcillo. Albacete.
Vidaurre, J., N. Paniagua & Moraes, M. 2006. Etnobotánica en los Andes de Bolivia. Herbario Nacional
de Bolivia. La Paz, Bolivia.
ANEXOS
Características
Estrato Actividad económica y fuente de Utilización de mano de
Patrimonio y otros
ingresos obra
Estrato 1 • Unidad productiva agrícola > • Agricultura con suficiente • Contratación de
a 50 ha producción excedentaria jornaleros para
• Más de 50 cabezas de ganado destinada a la venta. determinadas
bovino y porcino • Ganadería de producción actividades del ciclo
• Maquinaria agrícola (tractor e comercial agrícola
implementos) • Venta de subproductos • Familias o vaqueros
• Vehículo motorizado agropecuarios para el cuidado y crianza
• Vivienda cómoda en el predio • Alquiler de maquinaria agrícola de ganado mayor
agrícola y/o en un centro • Comercio mayor y mediano • Familia(s)
poblado • Por lo menos un miembro de denominado(s) casero(s)
• Perspectiva de la familia profesional o no, al servicio de la familia
profesionalización de hijos(as) tiene trabajo asalariado propietaria
•
Estrato 2 • Unidad productiva • Agricultura con producción • Contratación de
agropecuaria de 4 a 15 ha o excedentaria destinada a la jornaleros para
de 16 a 30 ha venta. determinadas
• Ganado mayor (bovino) y • Ganadería de producción actividades del ciclo
menor (porcino y caprino) comercial agrícola
entre 10 a 50 cabezas • Venta de subproductos • Una familia casero al
• Maquinaria agrícola o vehículo agropecuarios servicio de la familia
motorizado • Comercio mediano propietaria
• Vivienda precaria
• Perspectiva de
profesionalización de hijos(as)
Estrato 3 • Unidad productiva • Agricultura con producción de • La unidad familiar es el
agropecuaria < a 3 ha o de 4 a subsistencia y mínimos eje motor que dinamiza
15 ha excedentes para la venta. la economía
• Ganado mayor (bovino) < a 5 • Ganadería menor destinado
cabezas y ganado menor excepcionalmente a la venta
(porcino y caprino) < a 10 • Venta de artesanías
cabezas • Trabajo permanente como
• Vivienda rústica sin las jornaleros en la agricultura
condiciones mínimas de • Migración temporal para
habitabilidad generar ingresos económicos
• Con mínimas o sin que les permitan subsistir
posibilidades de hacer estudiar • Migración definitiva de jóvenes
a los hijos(as) hombres y mujeres
Anexo 2. Tabla que compara los resultados y características del presente trabajo con otros estudios
relacionados a la tesis.
Anexo 3. Tabla que muestra e identifica la diversidad de especies útiles registradas en las comunidades de Ticucha y Timboy Pampa.
Nombre científico
Forma biológica
Nombre común
Construcción
Tecnológico
Misceláneo
Veterinario
Nº de usos
Alimento
Medicina
Familia
Forraje
Leña
Acanthaceae Justicia goudotii Ramoneo 23 Arbusto 1
Gomphrena martiana Caruro blanco 1 Arbusto 1
Amaranthaceae
Amaranthus viridis Caruro 1 Arbusto 1
Schinus fasciculata Chirimolle 3 2 1 Árbol 3
Schinopsis haenqueana Soto 2 5 3 1 4 1 Árbol 6
Anacardiaceae Schinus molle Molle 1 Árbol 1
Lithraea ternifolia Lloque/Mara 1 1 1 Árbol 3
Astronium urundeuva Cuchi/Sotillo 38 5 3 13 8 1 Árbol 6
Annonaceae Rollinia herzogii Chirimoya de monte/Aratico 9 Árbol 1
Apocynaceae Aspidosperma quebracho blanco Cacha cacha 1 Árbol 1
Araceae Spathantheum orbignyanum Kataripapa 2 Hierba 1
Araliaceae Araloa soratensis Corcho corcho/Tembetayu 2 Árbol 1
Arecaceae Syagrus cardenasii Palmera/Janchicoco 1 2 2 Árbol 3
Bidens andicola Chilquiwa 1 1 Arbusto 2
Picrosia cf longifolia Achicoria 8 Hierba 1
Lucilia recurva/Ind sp Wira wira 6 Arbusto 1
Senecio rudbeckiifolius Maicha 1 2 2 Arbusto 3
Pluchea sagittalis Cuatro esquinas/Cuatro cantos 8 1 Arbusto 2
Asteraceae Baccharis sp Chilca 2 Arbusto 1
Chromolaena sp Santa maria 1 1 Enredadera 2
Senecio sp Coso coso 2 2 Arbusto 2
Tagetes sp Suico/Alko suico 1 2 Arbusto 2
Vernonia sp Cesar/Hierba cesar 1 Arbusto 1
Barnadesia sp Sacha rosa 1 1 Arbusto 2
Anexo 4. Tabla que identifica la valoración cultural de las especies y categorías de uso desde la perspectiva.
Nombre científico
Nombre común
Construcción
Misceláneos
Tecnológico
Veterinario
Medicina
Alimento
Familia
Forraje
Total
Leña
Puntaje 100.00 1.08 41.02 0.59 3.13 19.41 14.45 12.86 14.36
Usos/categoría 471 10 160 3 12 90 59 47 90
Especie/categoría 83 5 31 3 5 39 14 15 22
Quina Myroxylon peruiferum Fabaceae 14.13 9.44 4.15 0.57
Nogal Juglans australis Juglandaceae 6.89 4.98 0.38 0.96 0.57
Timboy Enterolobium contortisiliquum Fabaceae 6.85 4.38 0.26 2.21
Cuchi/Sotillo Astronium urundeuva Anacardiaceae 6.57 5.15 0.43 1.00
Tajibo amarillo/Lapacho Tabebuia lapacho Bignoniaceae 5.60 2.21 0.30 1.57 1.72
Sirao Acacia aroma Fabaceae 4.77 0.47 2.28 2.21
Cedro Cedrela lilloi Meliaceae 4.45 0.77 3.69
Wilka/Cebil Anadenanthera colubrina Fabaceae 3.96 0.17 1.47 0.13 1.66 0.53
Sahuinto Myrcianthes pseudomato Myrtaceae 3.66 0.16 3.55
Paico Chenopodium ambrosioides Chenopodiaceae 3.47 3.36 0.16
Guaranguay Tecoma stans Bignoniaceae 2.79 0.52 0.79 1.28 0.21
Palo morado/Guayacan Machaerium scleroxylon Fabaceae 1.98 0.85 0.94 0.19
Algarrobo Prosopis alba Fabaceae 1.60 0.57 0.15 0.30 0.57
Tajibo morado Tabebuia impetiginosa Bignoniaceae 1.47 1.43 0.21 0.21
Palo ajo Gallesia integrifolia Phytolacaceae 1.28 1.85 0.19
Matico Piper elongatum Piperaceae 1.23 0.49 0.74
Ramoneo Justicia goudotii Acanthaceae 1.19 1.19
Aguay Chrysophyllum gonocarpum Sapotaceae 1.15 0.85 0.85 0.98
Tipa Tipuana tipu Fabaceae 1.11 1.16
Pacay chico/Pacay cala Inga marginata Fabaceae 1.06 1.64
Cedrón paja Ind. Poaceae 1.02 0.19 0.83
Roble Amburana cearensis Fabaceae 1.00 0.19 0.89
Anexo 5. Tabla que muestra e identifica a las familias botánicas más importantes distribuidas en las categorías de uso más importantes según
la perspectiva comunitaria.
Familia Misceláneo Construcción Veterinario Forraje Medicina Leña Tecnológico Alimento Usos Especies %
Especies/categoría 34 56 24 58 73 28 51 52 376
175 100
Familias/categoría 17 23 19 30 32 13 20 37 56
Acanthaceae 1 1 1 0.6
Amaranthaceae 2 2 2 1.2
Anacardiaceae 1 4 2 3 3 2 3 1 19 5 2.99
Annonaceae 1 1 1 0.6
Apocynaceae 1 1 1 0.6
Araceae 1 1 1 0.6
Araliaceae 1 1 1 0.6
Arecaceae 1 1 1 3 1 0.6
Asteraceae 2 2 2 3 11 4 24 15 8.98
Begoniaceae 1 1 1 0.6
Bignoniaceae 3 4 1 2 3 3 5 2 23 5 2.99
Bixaceae 1 1 1 0.6
Bombacaceae 1 1 2 1 0.6
Boraginaceae 1 2 1 4 3 1.8
Brassicaceae 2 2 2 1.2
Bromeliaceae 1 2 1 4 3 1.8
Cactaceae 1 4 5 4 2.4
Capparidaceae 1 1 1 0.6
Caprifoliaceae 1 1 1 3 1 0.6
Caricaceae 1 1 1 3 1 0.6
Chenopodiaceae 1 1 1 1 4 1 0.6
Commelinaceae 1 1 1 0.6
Cruciferae 1 1 1 0.6
Dioscoreaceae 1 1 1 0.6
Equisetaceae 1 1 1 0.6
Euphorbiaceae 2 3 3 8 4 2.4
Fabaceae 9 14 3 13 8 11 15 3 76 22 13.2
Juglandaceae 1 1 1 1 1 1 6 1 0.6
Labiatae 1 1 1 0.6
Lamiaceae 1 1 2 1 0.6
Lauraceae 3 2 1 1 7 5 2.99
Liliaceae 1 1 2 1 0.6
Loasaceae 1 1 1 0.6
Malvaceae 1 1 2 1 0.6
Maranthaceae 1 1 1 0.6
Meliaceae 1 2 1 2 6 2 1.2
Moraceae 1 1 2 2 1 7 3 1.8
Myrsinaceae 1 1 1 1 4 1 0.6
Myrtaceae 2 3 3 2 1 2 4 17 5 2.99
Olacaceae 1 1 2 1 0.6
Orchidaceae 1 1 2 1 0.6
Papaveraceae 1 1 1 0.6
Passifloracea 1 1 1 0.6
Phytolacaceae 2 1 1 1 1 1 7 2 1.2
Piperaceae 1 2 1 4 2 1.2
Plantaginaceae 1 1 2 1 0.6
Poaceae 5 4 3 4 1 17 12 7.19
Polygonaceae 1 1 1 3 2 1.2
Portulacaceae 1 1 1 3 2 1.2
Rannunculaceae 1 1 2 1 0.6
Rhamnaceae 1 1 1 3 2 1.2
Rosaceae 1 1 1 1 4 2 1.2
Rubiaceae 1 1 1 2 2 1 8 3 1.8
Rutaceae 1 1 1 2 1 1 7 2 1.2
Salicaceae 1 1 2 1 0.6
Sapindaceae 2 1 1 1 1 1 7 2 1.2
Sapotaceae 1 1 1 1 1 5 1 0.6
Scrophularaceae 1 1 2 1 0.6
Smilacaceae 1 1 1 0.6
Solanaceae 4 1 2 3 6 1 2 19 11 6.59
Tiliaceae 1 1 1 0.6
Ulmaceae 2 2 1 2 2 1 10 3 1.8
Urticaceae 1 1 1 3 1 0.6
Verbenaceae 1 4 3 8 4 2.4
Vitaceae 1 1 2 1 0.6
S/C 1 2 4 2 1 10 8 -
Anexo 6. Test de Tukey para especies identificadas por el factor género (α=0,05; DMS=3,83956)
Anexo 7. Test de Tukey para especies identificadas por el factor edad (α=0,05; DMS=4.85623)
Anexo 8. Test de Tukey para especies identificadas por el factor lugar de nacimiento (α=0,05;
DMS=5,15851)
Anexo 9. Test de Tukey para especies identificadas por el factor nivel de educación (α=0,05;
DMS=5,76282)
Anexo 10. Test de Tukey para especies identificadas por el factor económico (α=0,05; DMS=4,23905)
Anexo 11.
Anexo 12.
Anex
xo 13.
Imagen de las ec
coregiones para Bolivia, actualmente
e se distingue
en 12 ecoreg
giones. Cinco de ellas se
e
subdiividen y por lo pronto se
e diferencian
n en 23 regio
ones ecológicas diferente
es, el resto parcialmente
e
neces
sitan de un mayor
m estudiio (Ibisch et al.
a 2003).
71 Univ. Marco
o J. Choque Nin
na
Valo
oración cultural e identificación
n de especies prromisorias desd
de la perspectiva
a comunitaria
en el bosq
que sub-húmed do Boliviano-Tuccumano del PN--ANMI Serranía a del Iñao (Luís Calvo, Chuquis
saca)
Anex
xo 14.
Mapa
a que muestrra a las dos comunidade
es de estudio
o según el tip
po de vegeta
ación (Navarrro & Ferreira
a
2007).
72 Univ. Marco
o J. Choque Nin
na
Valo
oración cultural e identificación
n de especies prromisorias desd
de la perspectiva
a comunitaria
en el bosq
que sub-húmed do Boliviano-Tuccumano del PN--ANMI Serranía a del Iñao (Luís Calvo, Chuquis
saca)
xo 15. Habita
Anex antes por com
munidad, Mu
unicipio Villa Vaca Guzmán (PDM 2007-2011).
73 Univ. Marco
o J. Choque Nin
na
Valoración cultural e identificación de espe
ecies promisorias desd
de la perspectiva com
munitaria
en el bosque sub-húmedo Boliviano-Tucumano del PN-ANMI Serranía a del Iñao (Luís Calvo
o, Chuquisaca)
A
Anexo 16. Lista lib
bre: Entrevista se
emi-estructurada que
q recoge a todas las especies citadas
c por nombre común en la que el informante cita sus
usos.
7
74 Univ. Marco
M J. Choque Nina
Valoración cultural e identificación de espe
ecies promisorias desd
de la perspectiva com
munitaria
en el bosque sub-húmedo Boliviano-Tucumano del PN-ANMI Serranía a del Iñao (Luís Calvo
o, Chuquisaca)
A
Anexo 17. Entrev
vista semi-estruc
cturada que reco
oge la valoración
n y/o puntuación de las 10 espe
ecies más imporrtantes al igual que las
ca
aracterísticas soc
cioeconómicas del informante.
7
75 Univ. Marco
M J. Choque Nina
Valoración cultural e identificación de espe
ecies promisorias desd
de la perspectiva com
munitaria
en el bosque sub-húmedo Boliviano-Tucumano del PN-ANMI Serranía a del Iñao (Luís Calvo
o, Chuquisaca)
A
Anexo 18. Mapa comunal,
c comunid
dad Ticucha.
7
76 Univ. Marco
M J. Choque Nina
Valoración cultural e identificación de espe
ecies promisorias desd
de la perspectiva com
munitaria
en el bosque sub-húmedo Boliviano-Tucumano del PN-ANMI Serranía a del Iñao (Luís Calvo
o, Chuquisaca)
A
Anexo 19. Mapa, comunidad
c Timbo
oy Pampa.
7
77 Univ. Marco
M J. Choque Nina
Valoración cultural e identificación de espe
ecies promisorias desd
de la perspectiva com
munitaria
en el bosque sub-húmedo Boliviano-Tucumano del PN-ANMI Serranía a del Iñao (Luís Calvo
o, Chuquisaca)
A
Anexo 20. Imágen
nes fotográficas de
el desarrollo del estudio
e etnobotánico.
S
Socialización del proyecto
p con las antificar
Entrevistas para cua Esp
pecies arbóreas utilizadas en la
co
omunidades. la diversidad
d de esp
pecies útiles. con
nstrucción de casa
a.
Id
dentificación de es
species y categorrías de uso olectas etnobotánicas.
Co pecies arbóreas utilizadas en la fab
Esp bricación
desde la perspectiv
va comunitaria. de utensillos
u de cocin
na.
7
78 Univ. Marco
M J. Choque Nina