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EXPEDIENTE: “RECURSO EXTRAORDINARIO DE CASACIÓN INTERPUESTO POR EL

ABOG. EDGAR ROBERTO SANTACRUZ BAREIRO EN LA CAUSA “FELICITA BAREIRO DE


SANTACRUZ C/ VICTORINO DUARTE RODAS S/ HECHO PUNIBLE C/ LA INTEGRIDAD
FÍSICA, EN CNEL. OVIEDO”.

ACUERDO Y SENTENCIA NÚMERO: MIL CIENTO SESENTA Y SEIS

En la Ciudad de Asunción, Capital de la República del Paraguay, a los nueve días del mes de diciembre
del año dos mil cinco, estando reunidos en la Sala de Acuerdos de la Corte Suprema de Justicia, los Señores
Ministros de Sala Penal, Doctores. ALICIA BEATRIZ PUCHETA DE CORREA, SINDULFO BLANCO Y
WILDO RIENZI GALEANO, se trajo al acuerdo el expediente caratulado: “RECURSO
EXTRAORDINARIO DE CASACIÓN INTER. POR EL ABOG. EDGAR ROBERTO SANTACRUZ
BAREIRO EN LA CAUSA “FELICITA BAREIRO DE SANTACRUZ C/ VICTORINO DUARTE RODAS
S/ HECHO PUNIBLE C/ LA INTEGRIDAD FÍSICA, EN CNEL. OVIEDO”, a fin de resolver el recurso de
Casación, interpuesto contra el Acuerdo y Sentencia N° 15 del 23 de Marzo de 2.005, dictado por el Tribunal
de Apelación en lo Civil, Comercial, Laboral y Penal, Segunda Sala, de la Circunscripción Judicial de
Caaguazú y San Pedro.
Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, resolvió plantear
la siguiente

CUESTIONES:

¿Es admisible el recurso de casación planteado?


En su caso, ¿resulta procedente?
Practicado el sorteo de Ley para determinar el orden de la votación, dio éste resultado: BLANCO,
RIENZI GALEANO Y PUCHETA DE CORREA.
A la primera cuestión planteada, el Doctor BLANCO, dijo: En primer lugar corresponde analizar la
admisibilidad del Recurso. En ese sentido consta que fue interpuesto ante la Sala Penal de la Corte Suprema
de Justicia (art. 480 CPP), contra Sentencia Definitiva de un Tribunal de Apelación (art. 477 CPP), dentro del
plazo de 10 días previsto en el Art. 468 del CPP, y por uno de los motivos señalados en el Art. 478 del mismo
cuerpo legal. En este caso, el numeral 3, que dice: “El recurso extraordinario de casación procederá,
exclusivamente cuando la sentencia o el auto sean manifiestamente infundados”.
La aprobación del examen extrínseco del recurso interpuesto, hace que sea admisible su estudio.
A su turno, los Ministros Rienzi Galeano y Pucheta de Correa manifiestan adherirse al voto del
Ministro preopinante, por sus mismos fundamentos.
A la segunda cuestión planteada, el Doctor BLANCO, prosiguió diciendo: Ahora bien, el Acuerdo y
Sentencia Nº 15 del 23 de marzo de 2.005 declaró admisible el recurso de Apelación Especial contra la S.D.
N° 10 del 27 de Octubre dictada por un Tribunal de Sentencia de la misma Circunscripción Judicial, y la
REVOCO, declarando la extinción de la acción promovida por Felicita Bareiro de Santacruz contra Victorino
Duarte Rodas por el hecho punible de lesión, y dispuso sobreseer definitivamente a éste último.
Que, los fundamentos del casacionista constan a fs. 37/41. No fue presentada la contestación de la
defensa.
Que, en primer lugar, es necesario señalar que no corresponde por vía casacional impulsar un nuevo
examen crítico de los hechos y valoración de las pruebas producidas válidamente durante el juicio oral.
Que, los errores de derecho en la fundamentación de la resolución impugnada, que no hayan influido en
la parte dispositiva, no anularán la Sentencia, y pueden ser corregidos o rectificados, por autorización del
Art. 475 CPP (verificar trámite y resolución del recurso en el Art. 480 CPP y 474 del mismo cuerpo legal).
Que, el Tribunal de Sentencia de Primera Instancia al resolver la cuarta cuestión, calificó el hecho de
lesión imputado al procesado dentro del art. 111 inc. 1°, en concordancia con el art. 29 inc. 1° del Código
Penal (fs. 112), y aplicó la pena privativa de libertad de un año, la máxima prevista en el inc. 1°.
Que, sobre esa misma base el Tribunal de Segunda Instancia reestudio la prescripción, y concluyó que
de la misma deriva la extinción de la acción.
Que, según el Art. 102, inc. 1°, numeral 3 del CP, los hechos punibles prescriben: “en un tiempo igual
al máximo de la pena privativa de libertad… Es decir, en este caso sería en un año.
Y el art. 104 dispone: … Inc. 1°) la prescripción será interrumpida por .
Inc. 2°) después de cada interrupción la prescripción correrá de nuevo. Sin embargo, operará la
prescripción, independientemente de las interrupciones, una vez transcurrido el doble del plazo de la
prescripción.
Que, el plazo de prescripción correrá desde el momento que termine la conducta punible (art. 102 inc.
2° CP).El hecho de lesión ocurrió el 20 de Abril de 2.002 (conducta punible). Y la querella fue presentada el
21 de Junio del mismo año, sin haberse producido ninguna prescripción, por inactividad de la víctima.
Que, sin embargo, el Código Procesal Penal establece un control de la duración del procedimiento, y
entre otras normas dispone que “la duración del procedimiento no podrá superar el plazo previsto para la
prescripción de la acción penal, cuando ésta sea inferior al máximo establecido en este capitulo” (art. 138
CPP). Dicha duración máxima del procedimiento era de tres años, contados desde el primer acto del
procedimiento, previsto en el Art. 136 del CPP, modificado por Ley N° 2341 del año 2.003.
Por consiguiente, al superar (en este expediente) la duración del procedimiento el tiempo de un año,
plazo para la prescripción de la acción penal, procede declarar de oficio la extinción de la acción penal, por
aplicación del Art. 137 del CPP.- Por estos fundamentos, VOTO: no hacer lugar a la casación planteada.
A su turno, la Doctora PUCHETA DE CORREA dijo: Discrepo con la inteligencia interpretativa
volcada por el ilustre Ministro preopinante para sustentar la solución Jurídica que propone. Para exponer las
razones fácticas y jurídicas que nutren mi convicción contraria a la sostenida por quien me precede en la
votación, haré un breve recuento de los pormenores jurídicos que describen como el presente proceso ha
llegado en esta instancia, para luego dictar la resolución que, en mi opinión, corresponde para el caso
concreto.
Al efecto preindicado, se tiene que el caso traído a consideración de esta Magistratura guarda relación
el Recurso Extraordinario de Casación interpuesto por parte de la querella autónoma contra el Acuerdo y
Sentencia Nº 15 de fecha 23 de marzo de 2005, dictado por el Tribunal de Apelación en lo Civil,
Comercial, Laboral y Penal – Segunda Sala – de la Circunscripción Judicial de Caaguazú y San Pedro. Por
el referido Acuerdo y Sentencia, el Tribunal de Apelaciones en mención y por mayoría de votos, ha revocado
la Sentencia Definitiva Nº 10 de fecha 27 de octubre de 2004 dictado por el Tribunal Unipersonal de
Sentencia de la misma Circunscripción. En tal sentido, el Tribunal de Apelación resolvió: “…REVOCAR la
S.D. Nº 10 de fecha 27 de octubre de 2004 y, en consecuencia, DECLARAR la extinción de la acción
promovida por FELICITA BAREIRO DE SANTACRUZ contra VICTORINO DUARTE RODAS por el hecho
punible de lesión y SOBRESEER definitivamente al señor VICTORINO DUARTE RODAS en la referida
causa, con aclaración de que la formación de la causa no afecta su buen nombre y honorabilidad…”(fs.
13/18).
Por la Sentencia definitiva revocada, VICTORINO DUARTE RODAS, ha sido condenado a un año
(01) de pena privativa de libertad, y en la misma resolución –por darse los presupuestos legales – ha sido
beneficiado con la Suspensión a Prueba de la Ejecución de la Condena, con las reglas de conductas
inherentes al dispositivo penal aplicado y demás accesorios legales. (fs. 111/113).
El Tribunal de Apelaciones, en mayoría, al explicar el éxito del mecanismo impugnativo implementado
por la defensa y que plasma en su decisión, en síntesis, ha afirmado: “…La querella por hecho punible
contra la integridad física fue promovida en fecha 21 de junio de 2002 y admitida por providencia de fecha
01 de julio del mismo año, llevándose a cabo el juicio oral el día 26 de octubre de 2004, habiendo
transcurrido 2 años, 2 meses y 26 días. La prescripción extingue la acción penal (art. 101 CP). El art. 102
inc. 1, numeral 3 del mismo cuerpo legal prescribe: “Los hechos punibles prescriben: En un tiempo igual al
máximo de la pena privativa de libertad en los demás delitos”. El hecho punible imputado y acusado, por el
cual fue condenado VICTORINO DUARTE RODAS fue el tipificado en el art. 111 del CP, que prevé la pena
privativa de libertad de hasta un año o multa. Por imperio del art. 102, inc. 1, numeral 3) del CP, el plazo
de prescripción es de un año, prescripción que extingue el hecho punible. Quedó demostrado ut supra que
el proceso tiene una duración de más de 2 años, sobrepasando en exceso el tiempo de la prescripción para
ese hecho punible. El plazo de prescripción fue interrumpido con la investigación, pero por aplicación del
art. 104 última parte del CP corresponde la declaración de la prescripción del hecho punible por haber
trascendido el doble del plazo de prescripción”.
Precisamente, la resolución recaída genera la reacción impugnativa del querellante autónomo, quien
implementa la via casatoria en los términos del escrito obrante a fs. 37/41 de autos. En ese contexto, luego
de explicar los fundamentos de la casación que plantea, expresa su disconformidad con lo decidido,
aduciendo que el Tribunal ha incurrido en falsedad al afirmar ha transcurrido el doble del plazo de la
prescripción, porque el plazo legal que sirve para el computo es el establecido en el escrito de querella,
alegando el Artículo 111 del CP y la pena de hasta tres años. Afirma que la calificación legal de la conducta
delictual querellada es de seis meses hasta tres años y no como equivocadamente lo señala la resolución
recurrida, que al establecer la calificación en el inciso 1º del Art. 111 del CP, que constituye una inventiva
del Tribunal de Apelaciones porque la calificación hizo solamente referencia al Art. 111 del CP, lo que
importa que el Tribunal de Alzada, sin estar autorizado para ello, está calificado el hecho en desmedro del
principio de inmediatez.
En todo caso – sigue diciendo – que por más que se haya calificado el hecho por el Tribunal de
Sentencia dentro del Art. 111 del CP, tampoco existiría mérito para declarar, a petición de parte o de oficio,
la prescripción por transcurrir el doble del plazo de la prescripción, porque el parámetro válido que sirve para
el computo es la calificación dada en la acusación o en la querella y no en la Sentencia Definitiva. Agrega
que no debe tenerse en cuenta la pena impuesta como parámetro para el computo de la prescripción, porque
la prescripción se plantea dentro del proceso y no fuera de ella, es decir que con la sentencia definitiva se
termina la función jurisdiccional lo que implica la imposibilidad de plantearla después de recaída aquella.
Además, porque la condena impuesta no puede ser utilizada para fundamentar la prescripción, sino la
expectativa de pena. concluye que la resolución impugnada se encuentra incursa dentro del Art. 478 inc. 3
del CPP, solicitando sea revocada.
En contrapartida, el representante convencional de la defensa, no obstante de haber sido debidamente
notificado, no ha cumplido con la carga procesal correspondiente, por lo que se tiene por decaído el derecho
que ha dejado de usa, conforme lo previene el Art. 480 en concordancia con el Art. 470 del CPP.
Del relatorio que antecede, se visualiza que el Tribunal de Apelaciones ha dado solución al caso
mediante el instituto de la prescripción que subyace en la ley penal de fondo cuya nota esencial y
característica en el ámbito punitivo es la dejación o renuncia del Estado a la materialización del ius puniendi
que le corresponde. Se aprecia como su fundamento el efecto destructor del tiempo lo que determina que el
desvalor social y jurídico que mereció en su día un hecho ya no pueda mantenerse eternamente con la misma
fuerza. Opera como una causa de extinción de la responsabilidad criminal, porque impide el ejercicio del
poder punitivo, una vez que ha transcurrido determinados plazos a partir de la comisión del hecho punible.
En el caso de autos, el A-quem, para ajustar su pronunciamiento a la prescripción que declara, parte de
una premisa errónea por lo que necesariamente también debe llegar a una solución jurídicamente
desacertada. En efecto, en el proceso de valoración jurídica que esboza atribuye a la calificación jurídica
dispuesta por el A-quo un marco penal que es inferior al que realmente corresponde al tipo legal en el que ha
sido subsumida la conducta enjuiciada, puesto que en la Sentencia Definitiva se ha calificado el hecho en el
Artículo 111 del Código Penal, sin especificación alguna y por lo tanto el monto sancionatorio oscila entre
un mínimo de seis meses a tres años; sin embargo el Tribunal alude a que la calificación dispuesta por el A-
quo solamente reconoce una pena privativa de libertad de hasta un año o multa.
Abanderado de esa fragmentaria cuantificación …tiva, lo relaciona con el plazo prescriptito que
reconoce el Artículo 102 inc. 3 del C.P., por virtud del cual hace operar la extinción de la sanción penal dado
que, en tal caso y concatenado con el Artículo 104 inc. 2, ha transcurrido el doble del plazo de la prescripción
(más de dos años), toda vez que – según razona – la querella fue promovida en fecha 21 de junio de 2002 y
el juicio oral se realizó el 26 de octubre de 2004.
Lo observado precedentemente, en tanto la resolución recaída es producto de una palmaria distorsión
interpretativa del derecho sustantivo aplicado, es suficiente para descalificar el fallo como acto jurisdiccional
válido por ser evidentemente contra legem. Pero la posición que asumo gana consistencia en razón de que,
aún cuando efectivamente el A-quo haya calificado el hecho dentro de lo previsto y penado en el Artículo
111 inc. 1º del C.P. (que supondría una pena privativa de libertad máxima de un año o multa) no podría
prosperar la prescripción, porque la duración máxima de las penas, según el catalogo cuantitativo que sobre
las mismas diseña el Artículo 102 del Código Penal, se computan en función al marco penal con que se
conmina cada figura delictiva y no según la que ha sido aplicada o correspondería aplicar en un caso
concreto. En tal sentido, por la definición contenida en el Artículo 14 numeral 8, el marco penal es: “la
descripción de las sanciones penalistas para el hecho punible y, es especial, del rango en que la sanción
aplicada puede oscilar entre un mínimo y un máxima”. Ergo, para la prescripción, la duración de la
sanción penal se computa en función a la cuantía que en abstracto ha sido fijada por el legislador penal,
siendo irrelevante las circunstancias genéricas de agravación o atenuación que puedan estar previstas para las
mismas.
Por lo tanto, según el marco regulatorio de la prescripción que adopta el código penal, en el caso de
autos, dado que la sanción penal máxima que en abstracto reconoce el hecho punible de Lesión (Artículo
111) esta se ubica en el contexto del Artículo 102 inc. 2 del C.P., por lo que recién podía adquirir virtualidad
jurídica superado el lapso temporal de seis (06) años contados a partir de que haya terminado la conducta
punible e independiente de los motivos de suspensión o interrupción que pudieran haber acaecido en el curso
del proceso.
Ahora bien, en nuestra legislación penal, la prescripción tiene un doble status jurídico, porque está
regulada tanto en la ley de fondo, como en la ley de forma. La primera por la que, como instituto autónomo,
se extingue la sanción penal; por la segunda que, prestada de aquella, se incorpora en el ámbito procesal y
que combinándola con la duración del procedimiento – siempre que el plazo de la prescripción penal sea
inferior al plazo máximo previsto par aquel – actúa como medio extintivo de la acción penal. Enfocada la
cuestión desde la óptica procesal, en mi opinión, tampoco corresponde la aplicación del Artículo 138del
C.P.P., porque, precisamente, conforme lo he expuesto precedentemente, la prescripción de la sanción penal
para el hecho punible calificado en la presente causa es de seis años (6) años, siendo superior al plazo
máximo de duración del procedimiento previsto en el Artículo 136 del C.P.P., por lo tanto no se configura el
presupuesto condicionante de la viabilidad de la prescripción procesal.
Conforme al examen analítico expuesto, corresponde declarar la nulidad del fallo tribunalicio traído en
casación por el vicio sustantivo del cual es portador y que lo torna incompatible con las exigencias de orden
legal (Art. 125 del CPP) y constitucional (Art. 256) que condicionan la validez de las resoluciones judiciales
en el ámbito de la adecuada y correcta administración de justicia. En consecuencia, de conformidad al Art.
474 del CPP, en concordancia con el Artículo 480 del mismo cuerpo legal, es factible resolver en forma
directa el recurso en razón de la inoficiosidad del reenvío a otro Tribunal de Apelación, con competencia
material similar al Tribunal de Casación. En tal sentido, examinada la Sentencia Definitiva dictada por
Tribunal de Sentencia Colegiado y sobre el cual el Tribunal de Apelaciones se ha pronunciado en forma
anómala conforme se ha explicado suficientemente, la misma corresponde ser confirmada, toda vez que de
un análisis exhaustivo de las constancias de autos, se percibe que en la sentencia se encuentran verificados
todos los recaudos formales referidos a la correcta identificación del Tribunal, del querellado y de los demás
sujetos procesales; la precisa descripción del hecho juzgado, conforme al principio de congruencia; la
correcta subsunción de la conducta enjuiciada dentro del catalogo penal contenido en el Artículo 111 del
C.P., en concordancia con el Artículo 29 del referido estatuto represor; la autoría y reprochabilidad del
penalmene sancionado, extremos que se hallan concisamente fundadas en los elementos probatorios rendidos
en juicio y valorados conforme a las reglas de la sana crítica (Art. 173 del C.P.P.); asimismo, se hallan
explicadas razonablemente los cánones mesuradotes que indujeron al A-quo a decidir sobre el quantum
punitivo de la sanción penal, con respeto a los criterios de reprochabilidad y proporcionalidad, todos ellos en
el contexto de los principios informadores del actual sistema penal, como ser, la oralidad, continuidad,
inmediación, celeridad y publicidad. En definitivas, estimo que la Sentencia Definitiva primaria se encuentra
ajustado a derecho y debe ser confirmada íntegramente.
Por todo lo expuesto, en cuanto a la segunda cuestión, corresponde Hacer Lugar al Recurso de
Casación interpuesto por el representante convencional de la querella autónoma, Abog. Edgar Roberto
Santacruz Bareiro; y en consecuencia ANULAR Acuerdo y Sentencia Nº 15 de fecha 23 de marzo de 2005,
dictado por el Tribunal de Apelación en lo Civil, Comercial, Laboral y Penal – Segunda Sala – de la
Circunscripción Judicial de Caaguazú y San Pedro y CONFIRMAR la Sentencia Definitiva Nº 10 de fecha
27 de octubre de 2004 dictado por el Tribunal Unipersonal de Sentencia de la misma Circunscripción, por las
razones expuestas. Es mi voto.
A su turno, el Doctor RIENZI GALEANO manifiesta adherirse al voto de la Doctora PUCHETA DE
CORREA, por sus mismos fundamentos
Con lo que se dio por terminado el acto, firmando S.S.E.E., todo por ante mí de que certifico, quedando
acordada la sentencia que sigue:

Ministros: Sindulfo Blanco, Wildo Rienzi Galeano, Alicia Beatriz Pucheta de Correa.
Ante mí: Karinna Penoni de Bellassai, Secretaria

SENTENCIA NÚMERO: 1166

Asunción, 20 de diciembre de 2.005.


VISTO: Los méritos del Acuerdo que antecede, la
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA PENAL
RESUELVE:

1) DECLARAR ADMISIBLE el estudio del recurso de Casación;


2) HACER LUGAR al recurso de casación interpuesto por el representante convencional de la
querellante autónoma, Abog. Edgar Roberto Santacruz Barreiro, contra el Acuerdo y Sentencia N° 15 del 23
de marzo de 2.005 dictado por el Tribunal de Apelación en lo Civil, Comercial, Laboral y Penal, Segunda
Sala, de la Circunscripción Judicial de Caaguazú y San Pedro.
3) ANULAR el Acuerdo y Sentencia N° 15 de fecha 23 de marzo de 2.005, dictado por el Tribunal
de Apelación en lo Civil, Comercial, Laboral y Penal – Segunda Sala – de la Circunscripción Judicial de
Caaguazú y San Pedro y;
4) CONFIRMAR la Sentencia Definitiva N° 10 de fecha 27 de octubre de 2.004 dictado por el
Tribunal Unipersonal de Sentencia de la misma Circunscripción por las razones expuestas.
5) ANOTAR y REGISTRAR.

Ministros: Sindulfo Blanco, Wildo Rienzi Galeano, Alicia Beatriz Pucheta de Correa.
Ante mí: Karinna Peroni de Bellassai, Secretaria.

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