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Diputados dio media sanción al proyecto que instituye como derecho humano el de
abortar, sin que esté en juego la vida, la salud de la madre o se hubiese generado por
una violación. Tucumán tiene consagrado, en su Constitución, el derecho a la vida desde
la concepción. De aprobarse este proyecto en el Senado y ser promulgado y publicado
por el Ejecutivo Federal, nuestra provincia está habilitada para no implementar esa
posible ley por aplicación de los principios “pro homine” y “favor debilis”, que provienen
del derecho internacional de los Derechos Humanos. La ley sería inconstitucional e
inconvencional, por violar lo dispuesto en el inciso 23 del artículo 75 de la Constitución
Nacional, y lo prescripto por la Convención de los Derechos del Niño y el Pacto de San
José de Costa Rica. Tucumán tiene, constitucionalmente, normas más protectoras de la
persona humana que esta futura e hipotética ley del “aborto libre” y, por aplicación de los
principios mencionados provenientes de pactos y convenciones internacionales respecto
de los cuales Argentina es parte, deben prevalecer sobre este proyecto abortista. La
Fiscalía de Estado debe estudiar, ya, esta vital problemática y aprestarse a defender la
vida del más inocente e indefenso ser humano, cuestionando jurídicamente este proyecto
que tuvo media sanción.
Luis Iriarte
luisiriarte17@gmail.com
ABORTO (II)
Vergonzoso lo de la votación en el Congreso, siendo un País católico por excelencia,
teniendo un Papa representándonos en el Vaticano, me pregunto qué les pasa a nuestros
legisladores, estamos todos locos de remate, votar en favor de la muerte, realmente es
inconcebible, otra vez somos noticias en el resto del mundo, otra vez se nos reirán en la
cara, nuestros jueces y fiscales van de contramano con las leyes, zona liberada para la
droga, la delincuencia, deshonestidad, ambiciones de poder, si esto es Democracia, qué
podemos esperar los argentinos de aquí en más??? Una vergüenza total, cuándo menos
los ciudadanos nos demos cuenta, amaneceremos arriando una bandera extranjera,
nuestros políticos son inoperantes, vende patria, esto es el colmo, el agua rebalsó el
vaso.
frandalecc18@gmail.com
ABORTO (III)
Vengo escuchando los últimos días a los que están a favor de la Ley de Aborto y los que
están en contra de la misma. Cinco cosas considero que son importante y no se discutió.
La primera, es que no hay obligación de embarazarse. O se embarazó por descuido, por
desconocimiento o por violación. La segunda es ¿Quién debe hacerse cargo del aborto?
Por descuido (la propia embarazada), desconocimiento (el Estado, a través de
capacitación por medio de profesores de Biología. Esto no tendría un costo económico).
Los maestros no deben participar porque se pueden prestar a ideologizar políticamente.
La tercera, es que nadie habló de presupuesto. Todo lo que proponen tiene costos
elevadísimos. Miles de millones. Los hospitales deberán abrir departamentos dedicados
al tema con médicos, enfermeros, capacitadores, habitaciones, quirófanos,
medicamentos, etc. ¿Porqué no se tocó este punto? ¿Hay que ocultarlo? La cuarta: un
país con un devastado sistema de salud, donde hay que esperar meses para un turno, y
sin medios para responder adecuadamente a los problemas (profesionales, medicación,
alimentos, sabanas, etc.), ¿se priorizará a las embarazadas sobre los necesitados de
otras operaciones? ¿La ley no debe ser igual para todos? Y el quinto: corrupción. ¿Quién
controlara los abortos que realmente se realicen? ¿Habrá denuncias falsas? El otro día,
leí que durante el gobierno anterior se pagaba la colocación de DIU en geriátricos. Tenía
entendido que las mujeres que están en geriátricos ya pasaron hace mucho tiempo su
edad fértil. ¿Recordamos el tema de los “medicamentos truchos”, que daban en algunos
sindicatos y para enfermos terminales?. Se cobraba lo que no se daba. ¿No pasará lo
mismo con los abortos? ¿Algunos se estarán frotando las manos por el negocio que se
les presenta? Se dedicaron muchas horas, pero no hubo aclaración sobre: conocimientos
sobre el cuerpo humano, ciclos de fertilidad y embarazo, métodos anticonceptivos,
formas de determinar si hubo falta de conocimiento, falta de cuidado, improvisación o
violación., presupuesto, capacitación de las personas que intervendrán en los abortos,
posibles hechos de corrupción. Lo que se discutió no tiene valor alguno y lo que tenía
valor no se discutió. ¿Fue por desconocimiento? ¿Hubo intencionalidad política o
económica?.
Cristina Feeny
c_feeney@ciudad.com.ar
ABORTO (I)
Señor Presidente de la Nación: no nos conocemos de nada, pero no puedo irme a dormir
sin escribirle esta carta después de haber vivido una jornada muy triste para todos
nosotros los argentinos. Antes que nada, quiero decirle que no le escribo como
ciudadano, como abogado, sino como sacerdote, porque hoy volvimos a cometer, al
menos, un par de torpezas muy graves, como en su momento en nuestros orígenes. No
aprendemos más. Cuenta la historia que en medio del Paraíso había dos árboles: el de la
ciencia del bien y del mal, y el árbol de la vida. El hombre, borracho de soberbia, quiso
comer del primero para que sea él quien decidiera lo que está bien y lo que está mal. Eso
le pertenece a Dios, señor Presidente. Las consecuencias de aquel famoso arrebato
están a la vista. Hoy, 14 de junio (el jueves pasado), hemos vuelto a comer de ese fruto
apetecible, decidiendo lo que está bien y lo que está mal, en medio de las superficiales
felicitaciones a los legisladores, y elogios de los grandes del mundo que pretenden ver en
la Argentina un país democrático, desarrollado y moderno, porque ha sacado patente de
corso. Después de ese suceso lamentable, el Señor expulsó al hombre del Paraíso. En
esa oportunidad dijo: “He aquí que el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros en
el conocimiento del bien y del mal; que ahora no extienda la mano y tome también del
árbol de la vida”. La segunda torpeza fue comer del fruto del árbol de la vida: un
retroceso moral de consecuencias inimaginables. ¿Cómo no puedo estar sumido en la
tristeza al ver el nivel de degradación al que hemos llegado? Hemos estado discutiendo y
decidiendo cuándo se puede matar impunemente. Ingeniero Macri: su estrella hace
tiempo que viene apagándose; en esta aventura no lo podemos acompañar.
ABORTO (II)
La despenalización del aborto no se puede discutir desde una cuestión de principios y/o
valores morales y religiosos. Se tiene que discutir desde la realidad de los hechos, desde
lo que está ocurriendo en nuestra sociedad. En la Argentina se practican más de 500.000
abortos cada año. Muere más de una mujer pobre por día por la clandestinidad del aborto
y su realización en pésimas condiciones sanitarias, siendo la principal causa de muerte
materna en el país. De los 700.000 nacimientos por año, el 16% proviene de madres
adolescentes de entre 15 y 19 años (en algunas provincias equivale al 25%), y más de
3.000 son de niñas de 10 a 13 años. El 69% de esas mujeres adolescentes no planearon
ese embarazo. Y en su mayoría, son pobres. La gran mayoría de los embarazos
adolescentes ocurre porque los chicos desconocen cómo funciona su propio cuerpo, o
por haber escuchado mitos falsos sobre la sexualidad y las formas de cuidarse. El debut
sexual ocurre casi siempre en la adolescencia; cuatro de cada 10 madres adolescentes
se quedaron embarazadas en su primera vez. El alto número de embarazos no
planeados en la adolescencia aumenta el riesgo de exposición a un aborto inseguro, de
abandono escolar y de limitaciones de acceso al mercado laboral. El factor constante es
la pobreza, las mujeres pobres, discriminadas y alienadas socialmente. Pero, ¿sólo las
mujeres pobres abortan? Claramente, no. Pero sí son las que más se ponen en riesgo,
las que se lastiman y las que se mueren. Por esta razón estoy a favor de que el aborto
sea legal, gratuito y seguro. Es un tema puramente de salud pública, y el Estado tiene el
deber de responder a éste flagelo. “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para
no abortar, aborto legal para no morir”.
Julieta Carolina González
julietacarolinagonzalez@hotmail.com
ABORTO (III)
La aprobación del aborto legal por la Cámara de Diputados es una muestra de que “al
mundo le falta consejo”, como dice en la Biblia. “El buey conoce a su dueño y el asno el
pesebre de su amo, Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento”, le dice Dios a
las generaciones a través de los israelitas. Mientras millones de filósofos, investigadores
y científicos, a través de la historia, no han podido determinar la hipótesis que plantea la
Biblia, de quién sabe cómo entró el alma al feto que se encuentra en el vientre materno,
un sector de los diputados decide legalizar, para alegría de una mitad del pueblo, la
muerte del engendro antes de los tres meses de gestación. Y con esta decisión, emerge
el grave problema moral, ético y religioso que nos acosa desde hace 12 años, y que nos
expone como un pueblo y una nación incivilizados y en franco retroceso cultural, social y
religioso. Las falencias existentes en la educación, tramadas deliberadamente por el
kirchnerismo, hacen que se celebre este hecho como un triunfo político, sin pensar que
sus efectos les pasarán una durísima factura a las nuevas generaciones. El grave
problema en que se encuentra el hombre ante Dios, es que “la luz vino al mundo y los
hombres prefirieron las tinieblas, para que no queden expuestas sus malas acciones”.
Palabras de Jesús, que no tienen más respuestas en cierto sector de la sociedad
argentina, que la burla, la irrespetuosidad y la terquedad ante sus enseñanzas.
Daniel E. Chávez
chavezdaniel04@gmail.com
Aborto I
Es desde el espanto que viví estos últimos días la actitud de niñas, porque aún lo son,
tomando establecimientos educativos en Buenos Aires, a propósito del debate que se
venía en Diputados sobre la despenalización del aborto, espanto que tuvo lugar no sólo
ya por la toma, sino por los fundamentos que daban por decidirla. Nuestra juventud,
divino tesoro, del que somos responsables padres, docentes y la sociedad toda para que
continúen siéndolo, pañuelo verde al cuello, bregaban por un aborto legal, seguro y
gratuito para las adolescentes de 13 a 16 años sin que sea necesario autorización
paterna o de tutores legales. ¿Estamos todos locos o soy sólo yo? ¿Me perdí algo?
Porque puedo estar preparada para escuchar voces adultas e idóneas en el tema, a favor
o en contra de la despenalización conservando firmemente mi postura personal. Pero no
para esta actitud juvenil osada, desprejuiciada en el sentido más literal del término,
despojada de todo calor humano e inocencia. Además, ese otro reclamo de un lenguaje
“inclusivo” que permita sustantivos sin género para no discriminar: ni diputado ni diputada
, “diputade”, ni amigo ni amiga, “amigue”. Lo triste de esto que me paraliza no son las
actitudes de estas criaturas, sino la ausencia de los adultos mientras esto ocurre, o
mientras este cambio se fue gestando. Los cambios muchas veces son para crecer, otras
para profundizar males, o involucionar. Esta actitud permisiva para no generar traumas
psicológicos, mientras ellos crecen, nos ha llevado a dejarlos decidir si estudian o no, si
se esfuerzan o no, si consumen alcohol, fuman o se drogan o no, si vuelven a casa en
horarios seguros o cuando quieran, si conducen alcoholizados o sobrios, si se les da
motos según establece la ley o no. El “Reino del revés”, como decía María Elena Walsh.
Una cosa es dejarlos ser auténticamente, y otra muy distinta dejarlos creer que en esa
edad aún tierna pueden actuar con experiencia y madurez. Es como pedirle peras al
olmo. Tienen derechos establecidos a nivel mundial y es muy bueno que los tengan. Pero
los mayores tenemos obligaciones, como la de encauzar toda esa energía juvenil,
formarla, enseñarle que no todos son derechos, sino también obligaciones, prepararla
para todo, inclusive los límites. Porque la vida toda es un límite permanente detrás del
cual está la nada... La muerte.
Aborto II
Marco F. Cosentino
marcocosentino@residenciacebil.org.ar
Aborto III
"Y de pronto recordé que el mundo real era tan amplio que un
variado campo de esperanzas y miedos, de sensaciones y
emociones esperaba a aquellos que tenían el valor de lanzarse... a
su vastedad."