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El cuarto varón Daniel 3.

25 6/24/2018

Lectura Daniel 3.10-30

Dan 3:25 Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir
ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses.

INTRODUCCIÓN: Nabucodonosor se sorprendió al ver a uno “semejante a un hijo de los dioses” entre
los tres jóvenes hebreos. Para todo creyente, la experiencia real de la presencia de Dios con sus hijos
mientras estos pasan por las pruebas produce efectos maravillosos. Estos efectos se verán reflejados no
solo en la vida de los creyentes sino en los demás.

Dan 3:28 Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego,
que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y
entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios.

Antropomorfismos

Las figuras gramaticales referentes a Dios en términos humanos no proveen datos contrarios a la
doctrina de que Dios es un Espíritu incorpóreo. Hay muchas referencias a la «mano» de Dios (Éx 3:20), a
su «brazo» (Éx 6:6; Dt 4:34; 5:15), a su «oído» (Is 37:17; 59:1; Sal 11:4; Zac 4:10). Es obvio que estas
referencias a miembros corporales deben entenderse metafóricamente.

De la misma manera las referencias al «venir» o «ir» de Dios a un lugar específico son metáforas, y el
significado literal es que Dios manifiesta su presencia en ciertos tiempos y lugares.

Teofanías

Las teofanías difieren en su naturaleza de las visiones y de las metáforas antropomórficas. En Génesis
32:24–30 se nos dice que Dios apareció como un hombre a Jacob y luchó con él, y Jacob dijo: «Vi a Dios
cara a cara y fue librada mi alma.» Este es un caso maravilloso.

En esta experiencia de Jacob y en otras teofanías debemos entender que era la segunda persona de la
Trinidad que apareció así en forma humana. Un principio que va envuelto es aquel que encontramos en
Juan 1:18: «A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo que está en el seno del Padre, él le ha dado a
conocer.»

En Génesis 18, de los tres viajeros, el que se llama Señor o Jehová se entiende que es la Segunda
Persona de la Trinidad

Apareció a Josué como «Príncipe del ejército de Jehová» (Jos 5:13–15).

Él era el cuarto hombre en el horno de fuego que anduvo con Sadrac, Mesac, y Abed-nego: «Y el aspecto
del cuarto era semejante a hijo de los dioses» (Dn 3:25).

Diremos más de las teofanías del Antiguo Testamento cuando lleguemos a la discusión de la Persona y
obra de Cristo. Para nuestro propósito actual basta indicar que la naturaleza esencial y eterna de Dios es
incorpórea y espiritual.

Y que las manifestaciones de sí mismo en ciertos tiempos y lugares en la historia, la más importante de
las cuales es su encarnación, no son incompatibles con su incorporeidad y espiritualidad esencial.
(a) Las teofanías del AT, que preparaban la venida de Cristo.

(b) La encarnación de Cristo, Dios manifestado en carne.

(c) El retorno de Cristo.

I. EL ACOMPAÑAMIENTO DIVINO SE MANIFIESTA EN UNA FORMA PALPABLE.


1. Aun los enemigos de Dios ven evidencia de su presencia con sus hijos (v. 25).

2. Dios conforta con su presencia a sus hijos cuando pasan por la prueba.

3. Nosotros tenemos la promesa del compañerismo divino: “He aquí estoy con vosotros todos los

días hasta el fin del mundo” (Mat. 28:20b).

Deu 31:8 Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará;(C) no temas ni

te intimides.

Isa 43:1 Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque
yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.

Isa 43:2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases
por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.

II. EL ACOMPAÑAMIENTO DIVINO PRODUCE LIBERTAD.


1. Los jóvenes hebreos (Sadrac, Mesac y Abed-nego) fueron atados antes de ser echados en el

horno de fuego (v. 21).

2. Nabucodonosor los vio “sueltos” (v. 25). Joh 8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis

verdaderamente libres.

3. El compañerismo divino produce un espíritu de libertad aun cuando los hijos de Dios estén

encarcelados. Ej.Pablo y Silas

(Psa 4:1) Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me

hiciste ensanchar; Ten misericordia de mí, y oye mi oración.

Psa 91:14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por

cuanto ha conocido mi nombre. sa 91:15 Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la

angustia; Lo libraré y le glorificaré.

III. EL ACOMPAÑAMIENTO DIVINO INFUNDE PAZ.


1. Nabucodonosor no vio a los jóvenes hebreos acongojados, agitados, gritando, clamando para
ser librados del fuego.

Psa 46:1 Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

Psa 46:2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al

corazón del mar;

2. Nabucodonosor notó que estos jóvenes “se pasean en medio del fuego” (v. 25).

3. Al sentir la presencia de Dios los cristianos experimentan una paz profunda aun cuando las

circunstancias que les rodean son adversas.

Php 4:6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda

oración y ruego, con acción de gracias.Php 4:7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo

entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

IV. EL ACOMPAÑAMIENTO DIVINO PROVEE PROTECCIÓN.


1. Nabucodonosor se sorprendió porque los jóvenes se paseaban por el fuego “sin sufrir ningún

daño” (v. 25).

2. Cuando Dios así lo determina, es decir, librar del peligro a sus hijos, obra en una forma

milagrosa. Incluso muchas veces libra físicamente a los que pasan por la prueba.

3. Si Dios no decide obrar en esta forma, aun así los cristianos tenemos la seguridad de que él

guardará nuestro depósito hasta aquel día.

CONCLUSIÓN: El acompañamiento divino provee libertad, paz y protección para los hijos de Dios
cuando pasan por la prueba. Cuando esto ocurre, aun la vida de los enemigos de Dios es tocada cuando
ven evidencia del compañerismo divino.

Como resultado de esta evidencia Nabucodonosor alabó a Dios y dio órdenes para que el nombre de
Dios fuera respetado sobre el de sus propios dioses. Nabucodonosor sin duda comprobó que la
presencia de Dios con sus hijos durante los tiempos de pruebas y dificultades era algo real (vv. 28–30).

2Ti 1:12 Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y
estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.

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