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Keefe (1978), menciona que en la evaluación conductual se deben considerar diversos niveles (Costa y Serrat,
1998).
Una vez que ya se definió el compromiso de la pareja al tratamiento, se usan diferentes técnicas como la entrevista
inicial y los cuestionarios para obtener datos de manera individual y en pareja, tratando en todo momento que la
estructura de las preguntas ayude a la pareja a transmitir sus ideas de manera clara, Costa y Serrat (1998), proponen
el siguiente esquema para estructurar la entrevista clínica.
Estos datos nos pueden ayudar para obtener un análisis funcional con el que podamos identificar los aspectos
positivos y los que no lo son tanto, estímulos, reforzadores, conductas extinguidas, consecuencias, antecedentes,
cambios importantes (por ejemplo, de intereses individuales), etc. El objetivo principal en la evaluación será
entonces definir un tratamiento con el que se logre un cambio conductual basado en metas prefijadas y planificadas.
Cuestionarios.
Un aspecto muy importante cuando tratamos de obtener información es el uso de cuestionarios, estos nos pueden
ser útiles para mostrar a las parejas como pueden identificar sus puntos vulnerables y sus virtudes como pareja:
Después de obtener datos importantes en la entrevista inicial y con el apoyo de los cuestionarios, ya identificamos
y elegimos que conductas pueden ser sujetas de evaluar de manera específica. En este segundo nivel, se usa la
observación y los auto registros.
Observación.
Mediante el entrenamiento en la técnica de observación (grabada), se va a mostrar a la pareja como pueden registrar
su propia conducta, de esta manera se obtiene información precisa para después analizar su comportamiento.
Auto registro
Su fácil manejo y bajo costo, hace más sencilla la recolección de datos para los integrantes de la pareja, se les
entrena para que puedan registrar determinados comportamientos que deseen o no modificar, también se pueden
registrar pensamientos agradables o desagradables tanto de sí mismo como de su pareja, conductas y eventos que
se crea que son estímulos.
Datos tomados de: Costa y Serrat (1998).
Una vez que se ha iniciado el tratamiento, es muy importante realizar una contrastación del inicio y de los avances
que se han logrado, esto puede ocurrir en lapsos de tiempo que permitan tener claro si se debe continuar con el
tratamiento porque hay un progreso notable, o bien, se pueden plantear mejores alternativas y cambiarlas por
aquellas que no están dando los resultados esperados. Antes, hay que considerar si los datos que se obtuvieron en
la evaluación tienen validez (confianza y precisión), y si la fijación de los objetivos fue correcta, o hay alguna
situación que esté obstaculizando que se lleven a cabo. Y por último se hace necesario observar si el tiempo que
se le está dando a la evaluación es el idóneo para que se puedan tener datos representativos.
Ya que la meta principal de la intervención en una pareja es que sus integrantes incrementen sus habilidades para
mejorar su relación, es evidente que deben lograr aprender a evaluar sus propios logros para medir sus avances de
forma periódica, con esto van a poder definir si lo ideal es seguir con el tratamiento o hacer una revisión de las
posibles alternativas.
Costa y Serrat (1998) mencionan que los métodos de evaluación que se usan son las entrevistas, los cuestionarios,
la observación y los auto registros.
Para evaluar los resultados se pueden utilizar escalas y cuestionarios de acuerdo con las metas que con antelación
se fijaron.
Control de lectura.
Disfunción Sexual.
Para que ésta se lleve a cabo, se requiere de una aproximación inicial en donde la pareja logre definir de manera
específica cual es el motivo de la consulta, el terapeuta debe tener la certeza de que hay un compromiso tanto
individual como colaborativo para dar inicio al tratamiento. En este tipo de intervención se requiere del uso de
cuestionarios y por supuesto de la entrevista inicial tanto individual como en pareja y requiere como cualquier
procedimiento de evaluación de cierto orden para que ésta quede estructurada (Labrador y Crespo, 1995).
Con la información que obtengamos de la entrevista inicial y cuestionarios que se hayan aplicado,
podremos tener datos que nos permitan identificar las variables que están interviniendo en los conflictos
de la pareja. Lo anterior nos va a ser de gran utilidad para definir la intervención que sea más idónea para
la pareja, nos va a permitir fijar metas que estén previamente acordadas y estipuladas por los integrantes.
Aunque no se conoce de manera exacta cuál es la prevalencia de las disfunciones sexuales, Labrador y
Crespo, 1995, nos muestran algunos datos:
Proceso de Evaluación de las disfunciones sexuales (Labrador y Crespo, 1995).
Algunos autores destacan diversos modelos de entrevista. Según Labrador, en la recopilación de datos,
el objetivo más importante es encontrar datos acerca de: disfunciones específicas, causas, aspectos que
la mantienen, descartar factores orgánicos, señalar si se cree conveniente que haya o no una intervención,
identificar si hay problemas de relaciones de pareja, psicológicos, así como también de plantear la
importancia de la terapia sexual.
Métodos de registro (Labrador y Crespo, 1995).
Procedimiento
Para llevar a cabo el registro del comportamiento psicofisiológico sexual, el terapeuta deberá mostrar un
estímulo el cual va a depender de la conducta evaluar y de las prioridades de cada participante. Se
aconseja seguir una línea base para identificar diferentes medidas en diversos periodos de tiempo. El auto
registro puede llegar a ser un tanto subjetivo por lo que se aconseja tenerlo solo como un apoyo.
Observación.
En el caso de las disfunciones sexuales la observación tiene un uso limitado porque puede generar cierta
reactividad en los integrantes de la pareja por lo que estos resultados serían muy subjetivos. Por ejemplo,
una persona que se sabe grabada u observada puede inhibir su conducta real y no mostrarse de manera
real.
Los autorregistros.
Éstos tienen la ventaja de no generar reactividad, son de gran apoyo para determinar la frecuencia e
intensidad de ciertas conductas, también son auxiliares para determinar sus antecedentes y reforzadores.
Se usan para estructurar la línea base y para poder seguir el desarrollo de la intervención. Para su
realización se requiere que el paciente esté motivado y que el diseño del registro sea sencillo.
1. Que los integrantes de la pareja comprendan las causas y los reforzadores de su conducta.
2. Explicar con el afán de motivar a los sujetos, él porque es necesario que tengan una terapia.
4. Que el terapeuta pueda animar a la pareja y a confirmar que han comprendido e interpretado
correctamente la evaluación.
En la explicación tentativa del problema (hipótesis), se debe buscar que sea de breve y asertiva, que se
describa el conflicto de forma muy específica y que se informe cuáles son sus causas, los
desencadenantes y en qué etapa se encuentra la disfunción. Se aclara cual es la importancia del
compromiso de ambos, del tiempo que van a dedicar a la terapia y por último se retoma de manera general
la terapia por si alguno de los miembros necesita tener alguna aclaración sobre la manera en que se
llevará a cabo la intervención.
Lectura 3. Terapia de pareja.
FICHA BIBLIOGRÁFICA 1.
Referencia: Castrillón, E. (2008). Terapia de pareja: una mirada a sus procesos. Revista Colombiana de
Psiquiatría, 37 (1), 187-197. Recuperada de:
http://www.redalyc.org/pdf/806/80615420015.pdf
Objetivo de la Hacer una revisión de los factores más importantes en un proceso de terapia (terapia de
Investigación: pareja, familia). Especialmente es del interés de este estudio, los procesos de
intervención más utilizados en la actualidad.
Tema central: En cuanto al tema principal que son los procesos de intervención más usados, son:
Terapia emocionalmente enfocada: se busca que los sujetos puedan reconocer acceder
y expresar sus emociones, aquellas que están implicadas en estados de angustia o
sufrimiento. Este modelo analiza la emoción y la cognición. La explicación tentativa en este
modelo es que las disfunciones surgen de una interacción negativa y de las emociones
encubiertas de cada integrante de la pareja.
Conclusiones: Este estudio muestra una investigación de tipo teórica para tener una aproximación al tema
de la familia, sus particularidades, dinámica y los factores que intervienen en su
funcionalidad. En cuanto al tema de la terapia de pareja, se abordaron aspectos de:
conformación, evaluación, desarrollo y dinámica.
Lectura 4. Tratamiento de un caso de disfunción eréctil mediante terapia de pareja y
terapia sexual.
FICHA BIBLIOGRÁFICA 2.
Referencia: Valero, L. y Bernet, J. (2015) Tratamiento de un caso de disfunción eréctil mediante
terapia de pareja y terapia sexual. Escritos de Psicología, 8 (3), 48-57. Recuperada de:
http://scielo.isciii.es/pdf/ep/v8n3/caso1.pdf
Objetivo de la El objetivo principal fue solucionar el problema de disfunción eréctil del hombre y la mejora
Investigación: de la relación de pareja para que, a su vez, mejorara su problema sexual.
Procedimiento: Entrevista inicial protocolizada del SAP, en ésta, el paciente explicó su motivo de
consulta “falta de erección”. A su vez, esto generaba un conflicto en la relación y en su
autoestima.
Después de la entrevista se aplicaron los siguientes cuestionarios: Inventario Breve de
Satisfacción Sexual (BSFI. Cuestionario de Funcionamiento Sexual del Hospital General
de Massachusetts (MGH). Índice Internacional de la Función Eréctil (HEF).
Una vez que se llevó a cabo la entrevista y se aplicaron los cuestionarios, se elaboró la
hipótesis: Disfunción eréctil situacional con causa y mantenimiento psicológico, debido
a la situación de tensión y anticipación aversiva de la ejecución sexual, que actuaba como
un estímulo condicionado inhibiendo la relajación fisiológica necesaria para la erección.
También se agregó el contexto general de la pareja que se agravaba y mantenía forma
crónica esta problemática.
Una vez que se realizó el análisis funcional, se observó que el conflicto principal era la
situación de ansiedad y críticas de la pareja, con un condicionamiento aversivo por las
situaciones de fracaso en la erección.
Lectura 1.
Costa, M. y Serrat, C. (1998). Terapia de parejas. Madrid: Alianza Editorial. Pp. 46- 71, 172- 195. Recuperada de:
https://suayed.ired.unam.mx/mod/resource/view.php?id=23785
Lectura 2.
Labrador, F.; de la Puente, M. y Crespo, M. (1995). Evaluación de las disfunciones sexuales. En: A. Roa. Evaluación
en psicología clínica y de la salud. Madrid: CEPE. Cap. 8. Recuperada de:
https://suayed.ired.unam.mx/mod/resource/view.php?id=23786
Lectura 3.
Castrillón, E. (2008). Terapia de pareja: una mirada a sus procesos. Revista Colombiana de Psiquiatría, 37 (1), 187-
197. Recuperada de: http://www.redalyc.org/pdf/806/80615420015.pdf
Lectura 4.
Valero, L. y Bernet, J. (2015) Tratamiento de un caso de disfunción eréctil mediante terapia de pareja y terapia
sexual. Escritos de Psicología, 8 (3), 48-57. Recuperada de: http://scielo.isciii.es/pdf/ep/v8n3/caso1.pdf