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LOS ROLES DEL PROFESOR

LINA MARCELA MUÑOZ ESPINOSA


GRUPO: 551003_42

UNAD UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA


INTRODUCCION A LA LICENCIATURA
EN INGLES COMO LENGUA EXTRANJERA
2017
LOS ROLES DEL PROFESOR

LINA MARCELA MUÑOZ ESPINOSA


TUTORA: ANGELA MARCELA RUEDA HERNÁNDEZ
GRUPO: 551003_42

UNAD UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA


INTRODUCCION A LA LICENCIATURA
EN INGLES COMO LENGUA EXTRANJERA
2017
LOS ROLES DEL PROFESOR

Siempre se ha considerado la profesión docente como una de las más importantes por tener
la responsabilidad de fundar los cimientos de una sociedad. De igual manera ha tenido
grandes transformaciones en el tiempo; antes era considerado un buen trabajo si el profesor
tomaba la parte activa y controladora de la enseñanza en el aula o cualquier ambiente de
aprendizaje, y el estudiante era un ente pasivo en este proceso. Como afirma:(Sinclair,
1982). "mientras que los profesores desempeñaban un papel activo en calidad de oradores,
los alumnos adoptaban un rol pasivo como oyentes". No había flexibilidad a la hora de
evaluar ofreciendo formatos de evaluación rígidos que apelaban a la memoria y no
fomentaban el desarrollo de una competencia reflexiva(crítica) acerca de diferentes tópicos
de variado interés.
El alumno era un receptor permanente sin oportunidad de interacción con sus pares para
reafirmar su aprendizaje. Toda la responsabilidad educativa era delegada al profesor y este
cumplía el rol de informador autoritario, estandarizador de procesos y con escaso interés
personal hacia sus estudiantes; con falta de compromiso hacia su enseñanza porque su
personalidad y creatividad eran cercenadas y no eran consideradas elementos
enriquecedores en el aula, se les reducía a simples máquinas acumuladoras de información
sistematizada; los estudiantes como consecuencia no experimentaban profundidad en la
comprensión y por ende no construían un pensamiento analítico significativo. No se
generaba ningún tipo de conexión necesaria como seres humanos.

“La letra entra con sangre”, solían repetir los abuelos hace unos pocos años, para referirse
a la idea que se tenía de una educación basada en el castigo físico cuando no se aprendía
un concepto con facilidad, o se evidenciaba distracción mientras se recibía una explicación.
De igual manera estas prácticas eran usadas en las escuelas, abaladas por los padres,
despojándose de todo interés por instruir a un estudiante de manera integral. Y dejando un
legado de malas experiencias y anécdotas que contar sobre la aversión desarrollada hacia
una materia por culpa de un profesor. Muchos adultos recuerdan el momento en que sus
manos fueron azotadas por un profesor con una regla grande, por no saberse las tablas de
multiplicar o los gritos ensordecedores emitidos por los profesores hacia sus estudiantes
por no portar “adecuadamente” el uniforme.

El profesor siempre ha tenido un poder de transformación, negativo o positivo, dependiendo


de la manera en que se influencie a los estudiantes, éstos buscan continuamente la
aprobación de su profesor y desarrollan ideas gracias a los conocimientos que es capaz de
transmitir; su influencia es marcada sobretodo en los grados inferiores y los niños(as) los
ven como un modelo a seguir, por eso me resulta importante decir que un profesor es
también un estudiante, y aprende a reconocer en sus estudiantes características y
habilidades que deben ser potencializadas, la interacción en el aula agudiza sus sentidos y
su percepción sobre el impacto que genera un tema abordado en clase se perfecciona.
Como docente de primaria veo todos los días en los ojos de mis pupilos la sed de
aprobación por parte de su profesor(a), pero también observo como van tomando revuelo
los rasgos más distintivos de su personalidad en constante construcción. Es ahí donde el
profesor debe hacer uso de sus facultades de guía y ayudar a sus estudiantes a consagrar
poco a poco sus talentos particulares.
Los roles del profesor y estudiante han estado en constante redefinición, gracias a los
acelerados cambios tecnológicos y sociales en nuestra sociedad; en la actualidad un
profesor debe aprender a delegar y a no jerarquizar la educación, siempre fomentando un
aprendizaje colaborativo y participativo que motive al estudiante y le genere confianza.
Como afirma (Harmer, 1998). “hablamos de la motivación de los alumnos y la existencia
de una atmósfera positiva en el aula". El docente debe estar enfocado en la motivación del
alumno y en el diseño de actividades divertidas e interesantes, pero también
retroalimentando constantemente, y resaltando las habilidades del estudiante
involucrándolo en su proceso de aprendizaje, con el propósito de ayudarlo a superar
dificultades para convertirlas en oportunidades.

El uso de las nuevas tecnologías ha incorporado un elemento innovador en la manera de


enseñar; las redes sociales, el internet y los aparatos electrónicos son medios que ofrecen
y transmiten información de manera ilimitada, transformando también el mundo de la
educación. La internet brinda conocimiento acerca de acontecimientos mundiales en tiempo
real y al alcance de un click, Transformando el rol del maestro. Éste ya no es la máquina
acumuladora de información porque esta se puede descargar de una página Web, el
quehacer docente va más allá de simplemente almacenar información, el docente es un
guía, que enseña a analizar, observar, investigar, proponer y además regala una
experiencia de aprendizaje más amena, positiva y motivante.
Todos podemos recordar ese profesor que nos ayudó a creer en nuestras producciones y
creaciones, motivó a conseguir las metas propuestas y además nos retó a superar
obstáculos mentales, regalándonos un ambiente sano y adecuado para desarrollar nuestras
ideas. Más que nunca, necesitamos profesores comprometidos con su labor, pues, aunque
la internet ha revolucionado el mundo, haciéndonos pensar que la información está
disponible cuando queramos; nos quita ese contacto humano y experiencias vivenciales
que podemos tener con un profesor y compañeros en el aula. Un profesor que ama su
profesión nos transmite el amor por aprender y descubrir nuevos mundos llenos de
conocimiento.

En conclusión, cada vez que un profesor entra a un aula o desarrolla una temática en un
ambiente de aprendizaje, debe estar dispuesto también a aprender algo nuevo cada día de
sus estudiantes y a estimular su creatividad. La armonía entre la disciplina requerida en el
aula y los conocimientos compartidos con los estudiantes permite el desarrollo de una labor
docente satisfactoria, sin apelar a la rigidez o a una autoridad recalcitrante que en vez de
generar deseos de aprender y una motivación constante, resulte en una falta de conexión
con los estudiantes y en una disociación del proceso educativo. Tener robots en un aula en
vez de seres humanos con expectativas o sueños mina el objetivo principal de una
educación integral, que debe tener en cuenta al individuo como un todo, con diferentes
edades, facetas, personalidad, metas, y sueños.
BIBLIOGRAFIA

• Juan, A. D. & García, I. M. (2013). Los diferentes roles del profesor y los alumnos
en el aula de lenguas extranjeras. Revista digital Reflexiones y Experiencias
Innovadoras en el Aula (38), 1-8. Recuperado de:
http://www.didacta21.com/index.php?option=com_content&view=article&id=662:nu
mero-38marzo-de-2012-i-epoca&catid=29:numeros-publicados&Itemid=41
• Páez, V. (2001). El profesor de idiomas: Sus cualidades y competencias.Revista
comunicación, 11 (3), 1-12. Recuperado de:
http://revistas.tec.ac.cr/index.php/comunicacion/article/view/1265/1168creative
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