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El programa de Culto Joven fue dividido en 4 bloques. Debe tener cuidado sobre
todo con la puntualidad, tanto para el inicio de los programas y poner fin a ellos, porque
el ideal es tener sólo 1 hora de duración.
Al planificar su Culto Joven también tienen en cuenta un tiempo de comodín, este será
su bloque de comodín. Allí se puede repetir, ya sea uno de los bloques existentes, la
creación de uno nuevo para satisfacer una necesidad específica de la iglesia. Por
ejemplo, puede hacer que el final de un bloque de Culto Joven " Despedida", donde los
jóvenes, después de la oración final, saludan deseándole una feliz semana
Los programas buenos no suceden porque sí. Si usted quiere evitar confusiones,
tensiones, y un equipo desmotivado, organice, con anticipación, la planificación de los
cultos jóvenes de todo el año. Reúna a todo el equipo JA y diseñe un calendario con los
eventos de la iglesia, los eventos de su asociación y lo calendario de fechas
conmemorativas. De manera general, solo separando las fechas que no se pueden
olvidar, o aquellas que ya están confirmadas durante el año, para que no haya conflicto
con otros programas.
Al definir cada programa del trimestre, tenga en cuenta el calendario anual y defina
temas, lugares, participaciones y programas especiales. La reunión para definir esta
planificación debe realizarse por lo menos un mes antes del comienzo del trimestre.
a. Primer sábado
b. Segundo sábado
Culto Joven musical: Grupo, solista o coro invitado. No es difícil. Es solo invitar
y dejar que suceda.
c. Tercer sábado
d. Cuarto sábado
Culto Joven hecho por algún departamento invitado: Existen departamentos que
siempre están dispuestos a hacer programas, incluso más de uno, si es
necesario. Pueden ser algunos departamentos como:
· Ministerio de la Mujer
· Conquistadores
· Hogar y Familia
· Salud y temperancia
· Ministerio Personal
· Música
. Ancianato
· Diaconato
· Pastor Distrital
Sugerencias para la recepción
Ser bien recibido, en cualquier lugar, es algo que siempre causa una buena
impresión. Por eso, es importante que se elija un equipo que se encargue de la recepción
en los cultos jóvenes. Este equipo es responsable de los siguientes aspectos:
Direcciones:
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MÚSICA DO CÉU
Música.
Música por todos os lados.
Nos momentos de alegria e nos momentos de tristeza.
No rádio e na televisão.
Em casa, no carro, no serviço, na sala de espera, no restaurante, na igreja.
A música faz parte das nossas vidas.
Ela fala aos nossos corações.
Beethoven escreveu no início de uma de suas músicas: “Do coração veio, ao coração
se dirige.” 1
E Jesus ensinou que “O homem bom tira coisas boas do bom tesouro que está em seu
coração, e o homem mau tira coisas más do mal que está em seu coração, porque a sua
boca fala do que está cheio o coração.” Lucas 6:45. 2
No livro de Amós Deus fala da importância do espírito com que fazemos as coisas
para Ele.
-“Eu odeio o exibicionismo – o fingimento de me “honrar” com festas religiosas e
assembleias solenes. Eu não aceitarei as ofertas queimadas e as ofertas de gratidão. Nem
sequer vou olhar para as ofertas de paz. Acabem com esse barulho das suas canções;
eles são um barulho que incomoda meus ouvidos. Não ouvirei suas músicas, por mais
belas que sejam. O que Eu quero ver é a justiça correndo como um rio. Quero ver uma
correnteza de justiça e retidão.”Amós 5:21 a 24. 3
Deus não exige que O louvemos com o mais sofisticado equipamento de som, nem
com o maior coral do mundo. Ele apenas quer que nossas bocas expressem aquilo de
bom que está dentro dos nossos corações. Do nosso coração direto ao coração de Deus.
Certamente assim também é a música executada pelos anjos.
Esta é a música do Céu*2, que já podemos começar a praticar aqui na Terra.
1. Keith Spence, O livro da música (Rio de Janeiro, RJ: Zahar Editores, 1981), p. 8.
2. Bíblia Sagrada, nova versão internacional (São Paulo, SP: Sociedade Bíblica
Internacional, 2000), p. 824.
3. A Bíblia Viva, (São Paulo, SP: Editora Mundo Cristão, 1994), p. 828 e 829.
ALABANZA CONGREGACIONAL
Es necesario aprender aquí a alabar al Creador de los cielos y la Tierra para después
adorarlo en el Cielo. Cuando el tema es el ministerio de la música*3, hay siempre
muchas ideas y sugerencias humanas, de acuerdo con la cultura de cada cantante o
músicos. Pero nosotros queremos algo más, o sea, el “así dice Jehová”, basado en el
espíritu de profecía. Por lo tanto, ¿cuáles son los principios que deben pautar la
adoración congregacional?
1. Ora antes de comenzar la alabanza.
Es imprescindible siempre comenzar la alabanza congregacional con una oración*4,
buscando la presencia de Dios y de sus magníficos ángeles. Debemos anhelar no
solamente la compañía de Dios, sino su aprobación para todo el “sacrificio vivo” que se
ofrecerá a su poderoso y excelso nombre.
Orar fue el primer acto del rey Salomón antes de la consagración del templo (2 Cró.
7:1). La oración debe incluir a los músicos, cantantes y a la congregación. Dios debe
reinar soberanamente en cada corazón. En la iglesia, todos deben participar de lo que
normalmente llamamos “servicio de cánticos”. ¿Cuál es la razón?
“Pero en contadas ocasiones deben ocuparse del canto sólo unas pocas personas. La
habilidad de cantar es un talento de influencia que Dios desea que todos cultiven y usen
para la gloria de su nombre” (El evangelismo, p. 368).
2. Prepare a los músicos y la música.
“Organícese un grupo con los mejores cantantes, cuyas voces puedan conducir a la
congregación, y luego únanse a ellos todos los que así lo deseen” (El evangelismo, p.
506).
Ensayar y prepararse *5 es tener temor del Señor de forma práctica. ¿Le hemos
ofrecido a Dios lo mejor de nosotros? En la época de Salomón, el ministerio de la
música estaba compuesto por 120 sacerdotes “cuando sonaban, pues, las trompetas, y
cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová” (2 Crón. 5:13). En esa ocasión,
había familias enteras en el “ministerio de la casa de Dios”, (2 Crón. 25:1, 2, 6, 7). Era
un ministerio organizado, respetuoso y espiritual, con una lista de responsables por la
música en la casa de Dios. “Los que cantan debieran realizar un esfuerzo para cantar en
armonía; debieran dedicar algún tiempo a la práctica a fin de emplear este talento para
la gloria de Dios” (Ibid., p 369).
3. Los himnos deben confirmar el mensaje predicado.
Los predicadores y cantantes deben entenderse en ese tema. Eso se puede resolver con
un buen diálogo, antes de la predicación. Debe haber armonía entre el mensaje del
predicador y el mensaje musical*6.
4. No debe haber exhibiciones teatrales.
Algunos de nuestros cantantes se valen de un recurso llamado melisma. Se trata de un
fragmento melódico o un grupo de notas basadas en una misma sílaba. Si vamos a lo
minucioso, no es nada más que atraer la atención de los oyentes al cantante y no a la
alabanza. Es un tipo de exhibición de recursos vocales, dotes y extensión musical, o cosas
del género. Para algunos especialistas, son “firuletes” musicales*7, que provienen del
mundo del rap, black, soul y blues americano en especial.
“No hay nada más ofensivo a la vista de Dios que un despliegue de música
instrumental, cuando aquellos que toman parte no son consagrados, no tienen melodías en
sus corazones para el Señor” (Ibid., p. 510). El centro de la adoración o de la alabanza no
es el instrumento musical ni el músico, sino Dios.
5. Cante también con la ropa.
Los cantores pueden presentar la mejor actuación musical posible, pero si su indumentaria
llama demasiado la atención hacia ellos, eso es un ruido en la adoración, lo cual opaca el brillo
de la alabanza congregacional.
La alabanza perfecta presenta un mensaje integrado con todo nuestro ser: espíritu, alma y
cuerpo (1Tes. 5:23). “Nuestra apariencia en todo respecto debe caracterizarse por el aseo, la
modestia y la pureza” (Ibid., p. 199). O sea, debemos presentarnos delante de Dios con ropas
limpias, aseadas, sencillas sin extravagancias ni lujos, y que cubran muy bien las llamadas
partes sensuales del cuerpo. Si actuamos de esa manera, nuestro Dios será alabado y exaltado,
y la alabanza será integral.
6. Trabaje en sintonía con el equipo del sonido y multimedios.
Para que no haya desencuentros a la hora de la alabanza es necesario que los equipos
de alabanza, los encargados del sonido y los de multimedios lleguen un tiempo antes del
comienzo de la reunión. El que llega temprano a la iglesia, contribuye para la creación de
un ambiente positivo de adoración. Jeremías 48:10 dice: “Maldito el que hiciere
indolentemente la obra de Jehová”.
Música y adoración
La música afecta el humor, el ambiente, y tiene mucho que ver con la adoración.
Usamos la música para alabar, para recoger las ofrendas y para finalizar las reuniones.
Pero muchas veces fallamos en usarla para perfeccionar significativamente nuestra
adoración. Tal vez esté faltando música suave durante la oración, la lectura de la Biblia,
o en los cultos JA. Por eso es importante elegir para el equipo responsable de la música
del culto joven a personas que demuestren sensibilidad musical en relación a cada
momento en particular.
Si se desea, la oración se puede hacer de manera colectiva, así como una lectura
responsiva. Todos deben participar de los canticos: niños, jóvenes, adultos e incluso
nuestras queridas visitas. Sería muy bueno que en cada iglesia tuviéramos himnarios de
reserva para que nuestras visitas amigas canten con nosotros.
1. Use cantos diferentes, no caiga en la rutina de usar todas las semanas los
mismos.
4. Lleve a cabo el servicio de cantos según los himnos favoritos de los miembros
de iglesia.
Música especial
Siempre debemos intentar usar la buena música sacra para fijar las verdades
divinas en la mente y corazón de nuestros oyentes porque “El canto es uno de los
medios más eficaces de impresionar el corazón con la verdad espiritual” (El
evangelismo, p. 365).
1. Use vocalistas e instrumentistas por separado y juntos.
2. Use solistas y grupos ocasionalmente.
3. Incluya las canciones en el programa para que se anuncie.
4. Verifique siempre antes las partes especiales para seleccionarlas.
5. Las partes especiales, así como las usadas en el servicio de cantos, deben estar
relacionadas con el tema central.
“Cualquier cosa extraña o excéntrica en el canto desvía la mente del carácter serio y
sagrado del servicio religioso” (Mensajes selectos, t. 3, p. 380).
El apóstol Pedro definió muy bien el rumbo de nuestra vida y nuestra adoración
cuando dijo: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6:68).
“Sus himnos [de los ángeles] no rechinan en los oídos. El canto es suave y
melodioso, y se hace sin este gran esfuerzo que yo he presenciado. No requiere tanto
esfuerzo ni ejercicio físico” (Mensajes selectos, t. 3, p. 380).
“Mediante las palabras, el tono de la voz, los gestos, las miradas, pueden
representar el Espíritu de Jesús. El que deje de hacer estas pequeñas cosas, y al mismo
tiempo se vanagloría de que está listo para hacer maravillas por el Maestro, está en
peligro de fracasar completamente” (Cada dia con Dios MM, 1980, de 15 de mayo, p.
142).
Jesús le habla hoy a cada joven lo mismo que les dijo a los discípulos: “me
seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”
(Hechos 1:8).
“Los discípulos estaban por salir como testigos de Cristo, para declarar al mundo
lo que habían visto y oído de él. Su cargo era el más importante al cual los seres
humanos habían sido llamados alguna vez, siendo superado únicamente por el de Cristo
mismo” (Servicio cristiano, p. 21).
Para el cristiano de los días de hoy, el testimonio es algo natural que hace en
todo momento: en las conversaciones en familia, con los amigos, en la escuela, en el
trabajo, en los viajes y también en la iglesia.
“La religión de moda de la época ha amoldado de tal forma el carácter,
que los jóvenes que profesan la religión de Cristo rara vez mencionan su
nombre a sus compañeros. Conversan de muchos asuntos, pero no hacen del
precioso plan de la redención un tema de conversación. Supongan que como
cristianos prácticos cambiáramos este orden de cosas y mostráramos “las
virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro
2:9). Si Cristo habita en el corazón por la fe, no pueden guardar silencio. Si han
hallado a Jesús, serán verdaderos misioneros. Han de ser entusiastas en este
asunto, y hacer saber a los que no aprecian a Jesús, que lo han hallado
precioso para su ser, que él ha puesto en la boca de ustedes un cántico de
alabanza a Dios” (Mensajes para los jóvenes, p. 140).
Las palabras de bondad, las miradas de simpatía, las expresiones de gratitud,
serían para muchos que luchan solos como un vaso de agua fría para un alma sedienta
[…] Cada palabra y obra de bondad abnegada es una expresión del amor que Cristo”
(Servicio cristiano, p. 236).
“Los dos endemoniados curados fueron los primeros misioneros a quienes Cristo
envió a predicar el Evangelio en la región de Decápolis. Durante tan sólo algunos
momentos habían tenido esos hombres oportunidad de oír las enseñanzas de Cristo. Sus
oídos no habían percibido un solo sermón de sus labios. No podían instruir a la gente
como los discípulos que habían estado diariamente con Jesús. Pero, llevaban en su
persona la evidencia de que Jesús era el Mesías. Podían contar lo que sabían; lo que
ellos mismos habían visto y oído y sentido del poder de Cristo. Esto es lo que puede
hacer cada uno cuyo corazón ha sido conmovido por la gracia de Dios” (Servicio
cristiano, p. 23).
“Somos los testigos de Cristo, y no hemos de permitir que los intereses y planes
mundanos absorban nuestro tiempo y atención” (Servicio cristiano, p. 21). Por lo tanto,
todos, jóvenes, hombres y mujeres, miembros aislados, grupos e iglesias, son llamados a
compartir sus diferentes actividades misioneras, y estos relatos pueden hacerse por
escrito.
“Los que adquieran tal experiencia al trabajar para el Señor debieran escribir un
relato de ello para nuestros periódicos, a fin de que otros sean alentados” (Joyas de los
testimonios, t. 2, p. 551).
“Desempeñen fielmente su parte durante la semana los miembros de la iglesia, y
relaten el sábado lo que han experimentado. La reunión será entonces alimento a su
tiempo, que infunda a todos los presentes nueva vida y vigor” (Joyas de los testimonios,
t. 3, p. 82).
Vea algunas maneras creativas para dar un testimonio:
- Historia de mi conversión.
- Historia misionera.
- Alguien que venció un mal hábito o pecado.
- Un día con Jesús. Cómo Jesús ejerce influencia en el día a día de una persona.
¿Ya se imaginó hacer un Culto Joven con la historia del hijo pródigo narrada en
forma de monólogo enfocado desde el punto de vista del hermano mayor? Claro, tendría
que entrar vestido de época. Incluso esa parábola podría servir para hacer una serie de,
por lo menos, cuatro programas; un monólogo contando la versión del hijo mayor, otro
con la versión del padre, otro con la versión del hijo pródigo y, finalmente, un cuarto
programa presentado en forma de mesa redonda con la participación del público que le
hace preguntas a los tres personajes.