'EL siAGIGANTAMIENTO de ca-

todas las empresas moder-

nas ha convencido a muchas nacio-
nes, firmas comercíales y grupos
de diversa índole que su supervi-
vencia depende de la capacidad de EL MUNDO EN MARCHA
unirse con otros de igual natura-
leza. Como generalmente no hay
necesidad de renunciar a principios
morales para incorporarse a esos
pactos, monopolios, asociaciones,
cooperativas, etc., suele considerar-
se más juicioso íntegrarlos que des-
aparecer.
El cristianismo, separado en di-
versas ocasiones por cismas y re-
formas de diversas clases, también
toma cada día más en serio la po-
sibilidad (o necesidad, como creen
muchos) de unificarse. Hoy por
hoy, ese tema.está a la orden del
día.
Los dirigentes de la Iglesia Ca-
LA UNtON
tólica Romana han logrado cierto
acercamiento con la Iglesia Angli-
DE LAS
cana y aseguran haber hecho pro-
gresos en sus relaciones con la Igle-
sia Griega. Por otro ls do, el Con-
cilio Mundial de las Iglesias re-
unió dos veces a representantes de
las p r i nc ip a 1e s denominaciones
IGLESIAS
cristianas con el fin de lograr "la
unidad" del cristíanismo. Gran Por Héctor Pereyra Suárez
resonancia tuvieron sus congresos
de Amsterdam, Holanda, en agosto
de 1948 y de Evanston, Estados de InICIar su reinado, anunció (el les parece que semejante unión se-
Unidos, en agosto de 1954. 25 de enero de 1959) su intención rá imposible. Las razones que adu-
Entre las 150 denominaciones que de convocar un Concilio Ecuméni- cenpara pensar así se basan en el
se asocian en el Concilio Mundial co que sería, "una invitación .[pa- hecho de que los protestantes sólo
de las Iglesias, figuran numerosas ra unirse] a todas las comunidades aceptan doctrinas que tienen ori-
organizaciones pr ot es ta n te s, las cristianas separadas". Su oferta no gen bíblico. Como las, creencias ca-
iglesias católicas antiguas, que se puede aparecer más amplia: "No tólicas se fundan también en la tra-
separaron de Roma en los primeros intentamos entablar un proceso his- dición -la que amenudo contradi-
siglos, y las iglesias ortodoxas. La tórico. No pretendemos investigar ce a la Biblia-. opinan que un
Iglesia Católica Romana, aunque quién tuvo la razón y quién no; buen protestante jamás podrá acep-
sólo ha enviado observadores a esas unos y otros debemos compartir las tar dóctrrnas que no se justifiquen
reuniones, fué grandemente im- responsabilidades, Sólo una cosa en las Escrituras. Por otra parte,
presionada por ese movimiento diremos: Reunámonos. Acabemos no se imaginan que la, Iglesia Ca-
ecuménico del cristianismo iniciado con las disenciones". tólica renuncie a sus tradiciones pa-
fuera de ella. Una prueba de esa Mucha controversia ha desperta- ra ganar a quienes ahora llama por
inquietud la dió el propio papa ac- do ya este anunciado propósito del mejor nombre: "hermanos separa-
tual, Juan XXIII. A pocos meses Concilio Ecuménico, pues a, muchos dos".

Una de las grandes congregaciones reunida para escuchar al evangelista BiIJy Gra-
hamo 130.000 personas llenan este campo de deporte en Melbourne, Australia. La
práctica del Evangelio es la única solución para los problemas actuales.
VIDA FELIZ 5
 En principio, el dogma de la infa-
libilidad papal, proclamado apenas
en 1870 por Pío IX en el Concilio
del Vaticano, es rechazado aun en-
tre grupos católicos. Hasta la infali-
bilidad de los concilios es rechaza-
da, por ejemplo, por la Iglesia Ca-
tólica Griega, que sólo acata los sie-
te primeros. El sacrificio de la mi-
sa, cuyo origen es muy posterior a
los apóstoles, tampoco será fácil de
aceptar por los estudiosos del Nue-
vo Testamento, que saben bien cuán
sencillo era el culto cristiano pri-
mitivo. Otra piedra de tropiezo en
esa unión sería la enseñanza del
purgatorio, proclamada como dog-
La unificación de las iglesias tiene por fin eliminar las barreras que separan a
los diferentes ·credos. Pero, ¿están dispuestas todas a sacrificar puntos de doctrina,
que hacen a su fe?
6 VIDA FELIZ
ma de fe en el Concilio de Floren-
cia en 1439. Entre otras prácticas
a las que se opondrían quienes
acepten sólo las Escrituras como
base de fe, figuran, por ejemplo,
la canonización de los santos, las
indulgencias (que precipitaron la
Reforma) y la confesión al sacer-
dote.
La unión de la mayoría de los
grupos protestantes entre sí no se-
ría tan difícil, pues, por lo general,
las discrepancias doctrínales no son
tan graves. De hecho, varios gru-
pos que, a pesar de sus distintos
nombres y diferente administración,
tienen mucho en común, se han
unido últimamente. Notable ejem-
plo de eso se ha visto en las campa-
ñas del evangelista BilIy Graham,
con quien han colaborado varias
denominaciones protestantes. 'Otra
evidencia de ello nos dió el Conci-
lio Nacional de las Iglesias, que se
reunió en San Francisco de Cali-
fornia en diciembre del año pasa-
do. Durante sus reuniones el Dr.
Blake, Jefe ejecutivo de la Iglesia
Presbiteriana Unida, propuso la
unión de su propia iglesia con la
Iglesia Episcopal Protestante, la
Iglesia de Cristo Unida (ya una
unión en -sí ) y la. Iglesia Metodista.
Si esa unión se lleva a cabo co-
mo muchos esperan, habrá reunido
a 18 de los 40 mí llones de miembros
de las iglesias afiliadas al Concilio
Nacional de las Iglesias. Hace po-
co, comentando su propuesta, el Dr.
Blake mismo confesó que había si-
do mejor acogida de lo que él se ha-
bía atrevido a esperar.
También tendrá mejor acogida
de lo que muchos piensan el acer-
camiento del protestantismo, el ca-
tolicismo y hasta el espiritismo.
El abandono de ciertas creencias
o principios distintivos que una
unión del cristianismo implicaría,
es lo que induce a muchos a pen-
sar que jamás se llevará a cabo. No
obstante, la característica del cris-
tianismo de los últimos tiempos,
según está predicha en la misma
Biblia, es que irá perdiendo su ver-
dadero espírrtu.
Nadie puede negar que algunas
formas populares del "cristianis-
mo" carecen de poder espiritual.
Ello se debe a que se han alejado
del crístíanísmo de la iglesia pri-
mitiva. Tanto se ha añadido o qui-
tado al Evangelio de Jesús, que a
veces lo que así se llama no se le
parece. y esa tendencia irá en au-
mento.
La unión del "cristianismo" se
llevará a cabo tarde o temprano
(más temprano que tarde), y las
Escrituras hablan de las consecuen-
cias inevitables de semejante
unión: persecuciones instigadas por
poderes eclesiásticos unidos (Apo-
calipsis 12, 13) contra una mino",
ría que se ceñirá estrictamente a
( 1) "los mandamientos de Dios y
(2) el testimonio de Jesucristo"
(Apocalipsis 12: 1'7). Según la
versión católica de Nácar-Colunga,
esa persecución será contra "el res-
to de su descendencia [de la igle-
sia], los que guardan los precep-
tos de Dios y tienen testimonio de
Jesús". Otras versiones católicas
dicen que esa persecución será con-
tra "los demás [o 'los otros'] de la
descendencia [o 'casta o 1inaje'] de
ella [la iglesia], que guarda los
mandamientos de Dios y mantiene
(Continúa en la página 26)
producen hormonas, tales como
las glándulas sexuales, las supra-
rrenales y la pituitaria.
'Hagamos un hábito del ir a
nuestro médico por lo menos una
vez al año, para que nos practique
un reconocimiento' del estado de
nuestra salud; y después de los cua-
renta, dos veces por año. No espe-
remos que una dureza o una úlce-
ra persistente se torne dolorosa,
porque por lo general el cáncer no
produce dolor antes de haber entrá-
do en la fase' más avanzada. Lu-
chemos con, inteligencia contra el
cáncer.= . -
La unión de las iglesias
(Viene de la página 6)
la confesión de Jesucristo". La ver-
sión moderna reza así: "Contra
el residuo' de su simiente, los que
guardan los mandamientos de Dios
y tienen .el testimonio de Jesús".
. ¿Cuáles son esos mandamientos?
Son los del Decálogo' (Éxodo 20: 3-
17), del cual Cristo dijo: "No pén-
séis que he venido para abrogar la
ley o los profetas [nótese: manda-
mientos y espíritu de profecía]: no
he venido para abrogar, sino a
cumplir. Porque de cierto os di-
go, que hasta que perezca el cielo
y la' tierra, ni una jota ni un tilde
perecerá de la ley" (S. Mateo 5:
17,' 18). ¿Qué es "el testimonio de
Jesús"? Bien claramente se dice en
Apocalípsís 19: 10 que "el testimo-
nio de Jesús es el vesp.rttu de la
profecía", vale decir, el don de in-
terpretar las profecías bíblicas.
No cabe duda de que la unión de
las denominaciones cristianas se re-
solverá en gran parte, algún día,
en una organización poderosa que
no tolerará disidentes. Bajo su in-
fluencia, o presión, muchos sacrí-
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NO;MBRE·
. CÁLLE
LOCALIDAD
.' PAIS
26
ficarán pr incipios y doctrinas bí-
blicas para conformarse a otros de
origen humano. La minoría que
no lo haga será escasa y, por lo
tanto, perseguida. Para ella, sin
embargo, es este insuperable con"
suelo 'de Cristo: "No temáis, ma-
nada pequeña; porque al Padre ha
placido daros el reino" (S. Lucas
12: 32).
. Es bien claro que el hecho de
que una religión (o unión de reli-
giones) sea popular no la hace ver-
dadera. Si ése fuera el criterio, en
el Africa lo sería la musulmana,
pues tiene 87.041.000 adherentes,
contra un total (católicos y protes-
tantes) de apenas 32.974.111 cris-
tianos; en el Asia, sería el confu-
cianismo, con 300.000.000 de cre-
yentes y donde el total de cristianos
sólo alcanza a 50.028.658.
Todavía es verdad esta declara-
ción de Cristo: '''N o todo el que
me dice: Señor, Señor, entrará en
el reino de los cielos: mas el que
hiciere la voluntad de mi Padre
que está en los cielos" (S. Mateo
7: 21). También, la fórmula para
encontrar el pueblo de Dios sigue
siendo la misma: "jA la ley [man-
damientos] y al testimonio! Si no
dijeren conforme a esto, es porque
no les ha amanecido" (Isaías 8:
20)·=
SUDAMERICANA
. conocer sus fundamentos?
N9 . divino y tener el remedio que el
'
Vida' Feliz
L:
.1 (EX EL ATALAYA)
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Editora Sudamericana, de la Orga-
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PROPIEDAD· INTELECTUAL
652.769.
Grandeza y miseria de nuestra
época
(Viene de la página 4)
to sus profecías- se han cumplido
hasta el presente, nos revelan la
inminencia de la venida de Cris-
to en gloria y el establecimiento
de su eterno reinado de paz, que
será el premio de los que han con-
formado su vida con los principios
del Evangelio. Al mismo tiempo
ocurrirá la destrucción de los pec
cadores para siempre, por cuanto
el pecado y sus cultores son la ra-
zón de la perturbación en el uni-
verso.
Puesto que no se vislumbra solu-
ción humana a los problemas del
mal, ¿no es razonable estudiar con
Objetividad y sin prejuicios la so-
lución divina? ¿Hay derecho a re-
chazarla como imposible sin antes
La Biblia afirma ser de origen
hombre necesita para su salvación
eterna. Esta es la hora en que de-
bemos estudiada objetivamente pa-
ra ver si sus añrmacíones son ver-
daderas.
LORENZO J. BAUM
VIDA FELIZ