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Alameda Eligio Husam

Grupo 1158

Una niña es ingresada de urgencias al hospital por complicaciones de la Leucemia


linfoblástica que padece. Como es común en enfermedades de la sangre, se hace
imperativo un tratamiento inmediato basado en las transfusiones de sangre, sin embargo,
la respuesta de los padres fue una negativa a tal tratamiento por lo que la subprocuraduría
inicio un procedimiento de tutela para asumir de manera provisional la facultad de autorizar
dichas trasfusiones sanguíneas. Ante esto, la madre metió un amparo indirecto por las
decisiones de la subprocuraduría en el sentido en que habían desplazado su libertad de
decidir sobre la salud de su hija con base en sus creencias religiosas.
En la sentencia de amparo, el juez de distrito resolvió que la subprocuraduría no tenia bases
suficientes para asumir la tutela de la menor por lo que debía respetarse la voluntad de los
padres con respecto al tratamiento. Sin embargo, el juez preciso también que, en efecto,
era posible efectuar las transfusiones únicamente en casos de urgencia o necesidad, como
último recurso
Para este caso, resulta de gran utilidad abordarlo mediante un modelo de la ciencia jurídica
que es el argumentativo.
Comencemos por exponer las implicaciones de este modelo. Toma en cuenta todo el
bloque jurídico, que incluye también elementos morales, sociales e ideológicos que son
parte de todo el derecho; la cuestión de la salud de la niña y la libertad de creencia de los
padres involucra tales aspectos, que no pueden ser prescindidos por el derecho. Entonces
aquí hay cabida para los aspectos más relevantes del presente caso; no se omiten
condiciones morales ni religiosas.
Este modelo busca la certeza que sea resultado de un complejo proceso de racionalidad
con el fin de que las decisiones de autoridades y jueces sean convincentes y tengan la
pretensión de estar justificadas; la decisión de la subprocuraduría de iniciar el procedimiento
de tutela para consentir las trasfusiones de sangre esta por completo justificado, en
términos de que el estado tiene como función preservar la vida, sin embargo por el lado del
juez también se dio el proceso de racionalidad y se llegó a la conclusión de que el derecho
de la madre a tomar decisiones sobre la salud de su hija con base en sus creencias había
sido desplazado. Las decisiones de ambas partes están fundamentadas.
Sin embargo, el problema de la argumentación va más allá de fundamentar las tesis o
refutarlas. Veamos una aproximación mas cercana a la argumentación jurídica en palabras
de Manuel Atienza.
En primera instancia hay que hacer una clara distinción en lo que implica explicar una
decisión y justificarla; explicar la decisión implica exponer las causas que la motivaron o los
fines que pretende alcanzar; en el caso de la subprocuraduría fue el derecho que tiene la
menor a la vida y en el caso del juez de distrito fue la carencia de elementos suficientes
para que la subprocuraduría tome la tutela de la menor. Hasta este punto no tenemos gran
cosa sobre las decisiones; pasemos al siguiente concepto.
Justificar implica ofrecer razonar dirigidas a mostrar el carácter aceptable o correcto dela
decisión; para la subprocuraduría la razón principal fue mantener con vida a la niña en el
entendido de que sin esas transfusiones su vida corre un serio peligro y para el juez de
distrito fue una razón fundamentada en el estado de derecho y las garantías que procuran
que los derechos de los ciudadanos se respeten (seguridad jurídica).
Como podemos ver ambas partes tienen justificadas sus posturas, lo que nos lleva a
deducir, como dice Atienza, que la argumentación jurídica tiene un carácter justificativo.
Como ya se dijo anteriormente, los derechos de la madre se hicieron respetar en un
contexto de estado de derecho, ciertamente también el derecho de la menor a la vida entra
plenamente en este contexto. La argumentación en este sentido es importante porque ante
tal Estado se vuelve necesario que las decisiones de los órganos públicos estén
argumentadas, tal aspecto es así porque tal justificación de las decisiones no pone en tela
de juicio solo a la autoridad que la haya dictado sino al procedimiento y a su contenido.
Dentro de la argumentación existen varios tipos, sin embargo, el que mejor se adapta al
presente caso es la argumentación material que es un proceso que consiste en dar buenas
razones a favor o en contra de alguna tesis ya sean de carácter teórico o practico para
convencer de algo o de llevar a cabo ciertas acciones. En este sentido las premisas de
ambas partes estuvieron bien fundadas; constitucionalmente el derecho a la vida y la
libertad de creencia. Sin embargo, la argumentación material no es tan simple como la
formal que parte de la pura lógica formal para llegar a las conclusiones.
Tenemos que, en la tradición argumentativa jurídica, existen casos fáciles y casos difíciles.
En lo que concierne a los casos difíciles, este se da por razones normativas,
específicamente los problemas de relevancia que se dan cuando existen dudas si hay o
sobre cual es la norma o normas aplicables al caso. En este sentido se sabe que hay
normas aplicables al caso sin embargo las dos responden a aspectos diferentes, uno es la
vida y el otro la libertad de creencias.
Como podemos ver si existen los elementos suficientes para abordar el problema con un
modelo argumentativo pues existen dos posturas que son fundamentadas debidamente, sin
embargo, las razones que se dan, son diferentes; en el caso de la subprocuraduría su
justificación es mantener con vida a la menor, es una razón de peso más allá de la libertad
religiosa que no es lo suficientemente fuerte en un contexto social ni ideológico para que la
niña no reciba tratamiento; es un derecho de todos la libertad de creencias pero lo es
también el derecho a la vida, porque si se permite que los padres decidan sobre los
tratamientos de vida o muerte de sus hijos, entonces también cuestiones como el aborto
deben ser legales. Atienza dice que además se necesita que lo que las premisas enuncien
esté bien fundado y que suponga razones relevantes para la conclusión. Por supuesto que
las premisas como: una menor de edad tiene derecho a la vida, una menor de edad tiene
derecho a tratamientos que le salven la vida, serán más relevantes que: una mujer tiene
derecho a la libertad de creencia, una mujer tiene derecho a negarle a su hija un tratamiento
para salvarle la vida.

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