Una niña es ingresada de urgencias al hospital por complicaciones de la Leucemia
linfoblástica que padece. Como es común en enfermedades de la sangre, se hace imperativo un tratamiento inmediato basado en las transfusiones de sangre, sin embargo, la respuesta de los padres fue una negativa a tal tratamiento por lo que la subprocuraduría inicio un procedimiento de tutela para asumir de manera provisional la facultad de autorizar dichas trasfusiones sanguíneas. Ante esto, la madre metió un amparo indirecto por las decisiones de la subprocuraduría en el sentido en que habían desplazado su libertad de decidir sobre la salud de su hija con base en sus creencias religiosas. En la sentencia de amparo, el juez de distrito resolvió que la subprocuraduría no tenia bases suficientes para asumir la tutela de la menor por lo que debía respetarse la voluntad de los padres con respecto al tratamiento. Sin embargo, el juez preciso también que, en efecto, era posible efectuar las transfusiones únicamente en casos de urgencia o necesidad, como último recurso Para este caso, resulta de gran utilidad abordarlo mediante un modelo de la ciencia jurídica que es el argumentativo. Comencemos por exponer las implicaciones de este modelo. Toma en cuenta todo el bloque jurídico, que incluye también elementos morales, sociales e ideológicos que son parte de todo el derecho; la cuestión de la salud de la niña y la libertad de creencia de los padres involucra tales aspectos, que no pueden ser prescindidos por el derecho. Entonces aquí hay cabida para los aspectos más relevantes del presente caso; no se omiten condiciones morales ni religiosas. Este modelo busca la certeza que sea resultado de un complejo proceso de racionalidad con el fin de que las decisiones de autoridades y jueces sean convincentes y tengan la pretensión de estar justificadas; la decisión de la subprocuraduría de iniciar el procedimiento de tutela para consentir las trasfusiones de sangre esta por completo justificado, en términos de que el estado tiene como función preservar la vida, sin embargo por el lado del juez también se dio el proceso de racionalidad y se llegó a la conclusión de que el derecho de la madre a tomar decisiones sobre la salud de su hija con base en sus creencias había sido desplazado. Las decisiones de ambas partes están fundamentadas. Sin embargo, el problema de la argumentación va más allá de fundamentar las tesis o refutarlas. Veamos una aproximación mas cercana a la argumentación jurídica en palabras de Manuel Atienza. En primera instancia hay que hacer una clara distinción en lo que implica explicar una decisión y justificarla; explicar la decisión implica exponer las causas que la motivaron o los fines que pretende alcanzar; en el caso de la subprocuraduría fue el derecho que tiene la menor a la vida y en el caso del juez de distrito fue la carencia de elementos suficientes para que la subprocuraduría tome la tutela de la menor. Hasta este punto no tenemos gran cosa sobre las decisiones; pasemos al siguiente concepto. Justificar implica ofrecer razonar dirigidas a mostrar el carácter aceptable o correcto dela decisión; para la subprocuraduría la razón principal fue mantener con vida a la niña en el entendido de que sin esas transfusiones su vida corre un serio peligro y para el juez de distrito fue una razón fundamentada en el estado de derecho y las garantías que procuran que los derechos de los ciudadanos se respeten (seguridad jurídica). Como podemos ver ambas partes tienen justificadas sus posturas, lo que nos lleva a deducir, como dice Atienza, que la argumentación jurídica tiene un carácter justificativo. Como ya se dijo anteriormente, los derechos de la madre se hicieron respetar en un contexto de estado de derecho, ciertamente también el derecho de la menor a la vida entra plenamente en este contexto. La argumentación en este sentido es importante porque ante tal Estado se vuelve necesario que las decisiones de los órganos públicos estén argumentadas, tal aspecto es así porque tal justificación de las decisiones no pone en tela de juicio solo a la autoridad que la haya dictado sino al procedimiento y a su contenido. Dentro de la argumentación existen varios tipos, sin embargo, el que mejor se adapta al presente caso es la argumentación material que es un proceso que consiste en dar buenas razones a favor o en contra de alguna tesis ya sean de carácter teórico o practico para convencer de algo o de llevar a cabo ciertas acciones. En este sentido las premisas de ambas partes estuvieron bien fundadas; constitucionalmente el derecho a la vida y la libertad de creencia. Sin embargo, la argumentación material no es tan simple como la formal que parte de la pura lógica formal para llegar a las conclusiones. Tenemos que, en la tradición argumentativa jurídica, existen casos fáciles y casos difíciles. En lo que concierne a los casos difíciles, este se da por razones normativas, específicamente los problemas de relevancia que se dan cuando existen dudas si hay o sobre cual es la norma o normas aplicables al caso. En este sentido se sabe que hay normas aplicables al caso sin embargo las dos responden a aspectos diferentes, uno es la vida y el otro la libertad de creencias. Como podemos ver si existen los elementos suficientes para abordar el problema con un modelo argumentativo pues existen dos posturas que son fundamentadas debidamente, sin embargo, las razones que se dan, son diferentes; en el caso de la subprocuraduría su justificación es mantener con vida a la menor, es una razón de peso más allá de la libertad religiosa que no es lo suficientemente fuerte en un contexto social ni ideológico para que la niña no reciba tratamiento; es un derecho de todos la libertad de creencias pero lo es también el derecho a la vida, porque si se permite que los padres decidan sobre los tratamientos de vida o muerte de sus hijos, entonces también cuestiones como el aborto deben ser legales. Atienza dice que además se necesita que lo que las premisas enuncien esté bien fundado y que suponga razones relevantes para la conclusión. Por supuesto que las premisas como: una menor de edad tiene derecho a la vida, una menor de edad tiene derecho a tratamientos que le salven la vida, serán más relevantes que: una mujer tiene derecho a la libertad de creencia, una mujer tiene derecho a negarle a su hija un tratamiento para salvarle la vida.