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técnicas de investigación cualitativa

tecnicas de investigacion cualitativa

Tradicionalmente han existido dos formas de investigación y evaluación: la cuantitativa y la


cualitativa. Estas dos vertientes también se han aplicado en la gestión de empresas para tratar de
dar respuesta a diferentes retos y circunstancias.

Mientras las técnicas cuantitativas se enfocan en la recolección de datos, números, porcentajes,


volúmenes y series, las cualitativas toman en cuenta actitudes, aspectos culturales, percepciones,
relaciones y estimaciones. Es decir, son dos formas distintas de acercarse a fenómenos propios de
la gestión.

La cuestión no es si debemos elegir uno u otro enfoque. El asunto radica en cuándo es preciso
aplicar unas técnicas y cuándo otras. Finalmente, más que el tipo de técnica, lo esencial es la
información y los resultados que nos proporcionen.

¿Las técnicas cualitativas han desplazado a las cuantitativas?

Durante muchas décadas se creyó que la mejor gestión era aquella que se apoyaba en cifras,
números y datos concretos. El valor de lo cuantitativo era superior al de otras técnicas de análisis e
investigación.

Sin embargo, con la transformación social y cultural que hemos vivido en las últimas décadas, el
predominio de lo cuantitativo ha quedado en entredicho. No es que ya no sean necesarias estas
técnicas; simplemente se ha descubierto que existen muchas otras que pueden aportarnos valiosa
información desde otros frentes.

Un ejemplo concreto lo vemos a la hora de medir la productividad de las empresas. El


denominador común era aplicar parámetros numéricos basados en la relación de las dos variables
básicas: tiempo y resultados.

No obstante, hoy sabemos que la productividad es algo mucho más complejo y que es necesario
incorporar a su análisis elementos cualitativos como la motivación, el estilo de liderazgo, el clima
laboral, el sistema de incentivos, entre otros.
Técnicas cualitativas. ¿Cuál me conviene más?

Existen diversas técnicas cualitativas que pueden aplicarse a la gestión empresarial. Veamos
algunas de las más significativas:

Observación participante:

Suena elemental, pero vale la pena recordar que la observación es una herramienta esencial para
la buena gestión empresarial. No se trata de observar por observar; el objetivo es hacerlo para
darle sentido a la información que recopilamos al analizar comportamientos, actitudes,
interacciones y acontecimientos.

Entrevista:

Es una herramienta habitual en los procesos de selección de personal o en otros en los que se
quiera obtener información sobre el perfil de los trabajadores. Se define por lo general como un
diálogo y puede ser de diferentes clases: estructurada, semiestructurada, en profundidad o incluso
informal.

Grupos focales:

Se refiere a discusiones minuciosamente diseñadas para obtener información sobre un área o


departamento en concreto de las empresas. Es una herramienta efectiva en casos de planificación
estratégica, identificación de necesidades y evaluación de programas. Su objetivo es promover la
participación de los integrantes del grupo.

Cuestionarios:

Es un instrumento de recogida de datos. Aunque se puede aplicar como técnica cualitativa y


cuantitativa, cuando se trata del segundo tipo suele explorar aspectos del objeto de análisis que
van más allá de las cifras y los números.

Estudio de caso:

Como su nombre lo indica, esta técnica pone el énfasis en una persona, entidad, organización o
movimiento. La idea es recopilar la mayor cantidad de información para crear un perfil lo más
completo posible del objeto de estudio. Obviamente, la exploración es de carácter cualitativa y es
especialmente útil a la hora de generar teorías e implementar cambios en una organización.
Las técnicas cualitativas aportan un valor añadido a la gestión empresarial, pues suelen explorar
aspectos a los que no acceden herramientas cuantitativas. Con este aporte, el análisis y la
investigación adquieren una mayor complejidad.

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