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UNIVERSIDAD DEL

ACONCAGUA

TALLER DE PERFILES CRIMINALES


Y SU
RELACIÓN CON LA SEGURIDAD
CIUDADANA

ALUMNO: Janet Marianela Martínez


AÑO: 2017
PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN .............................................................................................. 3
DESARROLLO ................................................................................................. 7
PARTE I: EL PSICÓLOGO COMO PERITO ................................................. 7
1.1. Historia del Cuerpo Auxiliar Interdisciplinario (C.A.I.) ........................... 7
1.2. Rol del Psicólogo ................................................................................. 8
1.3. Aproximación a la temática ................................................................ 11
1.4. Violencia de género y el Código Penal .............................................. 15
PARTE II: CRIMINOLOGÍA: INFRACTOR .................................................. 17
2.1. Criminología ..................................................................................... 17
2.2. Conducta Criminal ............................................................................. 19
2.2.1 Teorías Psicobiológicas ................................................................ 19
2.2.2 Teorías Psicológicas básicas ....................................................... 20
2.2.3. Teorías integrativas actuales ....................................................... 23
2.3. El delito .............................................................................................. 25
PARTE III: VICTIMOLOGÍA: LA VICTIMA .................................................. 28
3.1. Historia y delimitación del concepto de victimología .......................... 28
3.2. Victimización ...................................................................................... 29
3.2.1. Impedimentos para el reconocimiento de la victimización............ 31
3.3. Victimas ............................................................................................. 32
3.3.1. Tipología de las victimas ............................................................. 33
3.3.2. Ampliación del concepto: victimas vulnerables ............................ 36
3.4. Las víctimas y la denuncia ................................................................. 37
PARTE IV: PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE CASOS .............................. 38
CASO 1 .................................................................................................... 38
CASO 2 .................................................................................................... 44
CONCLUSIÓN ................................................................................................ 48
REFERENCIAS .............................................................................................. 52

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INTRODUCCIÓN

En la siguiente monografía se pretende describir y explicar la importancia del


rol del psicólogo en el campo de la criminología. Describiendo no solo la
multicausalidad del desencadenamiento de la conducta delictiva, sino también
las consecuencias que ésta deja en las victimas.

A la hora de delimitar con mayor precisión el tema que se expone en este


trabajo, se decidió investigar sobre las victimas violencia de género y por ende
los agresores de violencia doméstica y los agresores sexuales de mujeres
adultas.

Luego del desarrollo teórico del trabajo realizado, se exponen y se analizan


desde el punto de vista psicológico dos casos reales, de víctimas de violencia de
género y doméstica. Los cuales fueron parte de un proceso pericial realizado en
el año 2015 en el Cuerpo Auxiliar Interdisciplinario (C.A.I.), donde como alumna
de la carrera de Lic en Psicología, se llevaron a cabo las Prácticas Profesionales
en Psicología Jurídico Forense. Ambos casos fueron contados por las victimas
del suceso.

Resulta relevante destacar que el presente escrito, tiene como propósito


transmitir lo aprendido y adquirido en la Diplomatura en Perfiles Criminales
Aplicados a la Seguridad Ciudadana e ilustrar y ejemplificar la teoría con la
experiencia realizada durante el cursado de la materia Práctica Profesional
Supervisada en Psicología Jurídico Forense. La cual se desarrolló por convenio
en el Cuerpo Auxiliar Interdisciplinario (C.A.I.), el cual pertenece al Poder
Judicial, siendo éste uno de los tres poderes del Estado, que permite
la administración de justicia a través de la aplicación de las leyes. El C.A.I. se
encuentra ubicado entre calle Mitre y Montevideo, en el edificio de Juzgado de
Minoridad y Familia, en Ciudad, Mendoza, Argentina.

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La labor cometida, tuvo como objetivo general insertarse en una institución


teniendo en cuenta el rol del psicólogo en el ámbito jurídico, con un sostén teórico
conceptual propio de la psicología jurídica y forense.

Ahora bien ¿Cuál es la labor que realiza un psicólogo en el campo jurídico y


forense? Se debe tener en cuenta que el campo jurídico es muy amplio, por lo
que el psicólogo que se desempeñe en esa área de la psicología posee
diferentes alternativas, tal es así que se realizan tareas del fuero penal, civil o
laboral. Puede realizar evaluaciones, diagnósticos y tratamientos, dependiendo
del área en la cual se desempeña. Entre las tareas posibles del psicólogo en el
ámbito Jurídico Forense se encuentra la tarea pericial, en la cual el psicólogo
debe responder desde su saber a una demanda jurídica, lo más preciso y claro
posible, teniendo en cuenta la carátula del caso y los puntos periciales pedidos
por el juez.

Para resguardar la confidencialidad, se omitirán algunos datos, con la finalidad


de proteger a los actores intervinientes en el proceso.

La experiencia consistió en la realización de distintas pericias psicológicas


(pruebas psicológicas), por lo que resulta relevante destacar que se entró a la
institución con un programa preestablecido de trabajo.

Ahora bien ¿A qué nos referimos cuando hablamos de pericia psicológica?


Según la práctica llevada en el C.A.I. se podría decir que una pericia es una
evaluación exhaustiva de la personalidad de un sujeto, tratando de responder a
preguntas puntuales (los puntos periciales) y concretas que el juez pide que el
perito sondee según sea la información que debe recabar. Esta evaluación se
realiza por medio de una entrevista semidirigida y pruebas psicológicas
(proyectivas y psicométricas). Por otro lado lo que se busca en una pericia
psicológica es que, el sujeto ponga en palabra eso que puso en acto en el
momento del delito o por el contrario (si es la víctima del delito) que pueda poner
en palabra ese suceso que vivió pasivamente, que pueda decir algo acerca de
eso, lo cual a veces se torna complicado ya que la persona que está frente a

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evaluación ha sido enviada por el juez y no está ahí por su propia voluntad o su
propia demanda.

A lo largo del desarrollo de este trabajo, se realiza una exhaustiva explicación


del delito y de la conducta delictiva considerada jurídicamente, destacando la
importancia de los factores individuales y sociales que intervienen en su
desencadenamiento.

La criminología puede ser definida como una ciencia empírica e


interdisciplinaria, que se ocupa del estudio del crimen, de la persona del infractor,
la víctima y el control social del comportamiento delictivo, y trata de suministrar
información válida, contrastada, sobre la génesis, dinámica y variables
principales del crimen, contemplando éste como problema individual y como
problema social. (García Pablos de Molina, 1998).

Siguiendo al autor mencionado anteriormente, el delito es considerado como


una conducta social desviada y problemática socialmente, la cual está definida
en el código penal. Esta conducta surge como consecuencia de la interacción de
factores tanto individuales como sociales, que van construyendo la personalidad
del delincuente.

Lo mismo ocurre con las personas víctimas de violencia de género y/o


doméstica o intrafamiliar. Estas personas (en este caso en particular se trabajará
con las mujeres víctimas de violencia) también van construyendo su
personalidad en base a factores individuales y sociales que van marcando sus
etapas evolutivas y creando un personalidad sumisa, de pasividad, temerosa,
entre otras, por lo que estas mujeres van repitiendo patrones de conducta y de
selección de pareja a lo largo de su vida.

Los factores intervinientes en la construcción de la personalidad, por un lado,


son de tipo morfológicos y biológicos individuales y también encontramos los
factores sociales (familia, grupo de amigos, grupo de trabajo, escuela). Por otro
lado se encuentran los factores estructurales, que son aquellos que han sido

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definidos como rasgos, características, motivación, estilos cognitivos, entre


otros, y los dinámicos, que es el modo en que estos factores se interrelacionan
para caracterizar a la conducta individual a través de un estilo de
comportamiento que posee ese sujeto particular.

Las teorías explicativas del delito y de la personalidad del delincuente han


puesto el acento en cada uno de estos factores y algunas, en la dinámica de
interacción entre ellos, tratando precisamente de comprender la incidencia de
cada factor y dejando de lado las explicaciones unicausales.

La existencia de violencia en la pareja constituye una amenaza a la vida y al


bienestar de la mujer que la padece; por lo tanto, puede ser considerada como
un factor de riesgo para la salud mental. En el año 2010, en la Ciudad de Buenos
Aires, fueron asesinadas 396 mujeres. El 50% de dichos homicidios estuvieron
motivados por violencia en la pareja (Ministerio de Salud, 2010). Mientras que en
el año 2009, 275.000 mujeres habrían sido golpeadas (Encuesta Nacional de
Factores de Riesgo, 2009).

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DESARROLLO

PARTE I

EL PSICÓLOGO COMO PERITO

En el siguiente punto se abordarán temas relacionados con el contexto e


Historia de la Institución en donde fue llevada a cabo la Práctica Profesional
Supervisada en Psicología Jurídico Forense, para así poder ubicar el rol del
Psicólogo Jurídico Forense en relación a los desarrollos de la salud mental
dentro de un marco socio-cultural. Remarcando que el psicólogo en función de
perito, es una de las multifunciones que el profesional puede desempeñar dentro
del campo jurídico, forense y/o en la criminología. En este caso solo se describirá
el rol del psicólogo como perito, ya que fue la función que se llevó a cabo en el
C.A.I., lugar donde se tuvo experiencia de los casos de violencia que se exponen
en el apartado IV de este trabajo.

1.1. Historia del Cuerpo Auxiliar Interdisciplinario (C.A.I.)

La Psicología Jurídica es la intersección entre las ciencias jurídicas y la


Psicología, configuración que se fundamenta como una especialidad que
desenvuelve un amplio y específico ámbito entre las relaciones del mundo del
derecho y la Psicología tanto en su vertiente teórica, explicativa y de
investigación, como en la aplicación, evaluación y tratamiento. Se asienta sobre
el estudio del comportamiento, la compresión de la conducta ya sea en forma
actual o potencial y los procesos mentales, en función de lo jurídico.

La Psicología Jurídica puede examinar tanto las conductas como las normas
por las que se rige y sus valores, desde una perspectiva psicológica.

Entre las tareas posibles del psicólogo en el ambito Juridico Forense se


encuentra la tarea pericial, en la cual el psicólogo debe responder desde su saber
a una demanda jurídica, lo más preciso y claro posible. Un modelo de ello son
las tareas que se desarrollan en el Cuerpo Auxiliar Interdisciplinario (C.A.I),

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espacio en el cual son desarrolló dicha práctica, específicamente en Tribunales


de Familia y Minoridad que se encuentra en el tercer piso, en esquina de Mitre y
Montevideo.

El Cuerpo Auxiliar Interdisciplinario pertenece al Poder Judicial, el cual es uno


de los tres poderes del Estado, que permite la administración de justicia a través
de la aplicación de las leyes. De este modo, el Estado resuelve litigios, protege
los derechos de los ciudadanos y hace cumplir las obligaciones y
responsabilidades inherentes a cada parte de la sociedad y se encargan de la
aplicación de las normativas jurídicas, como los tribunales y los juzgados, bajo
un sistema democrático.

Según la Ley Provincial 6.354, sancionada el 22 de noviembre de 1995:


“Régimen Jurídico de Protección de la Minoridad”, es creado el Cuerpo Auxiliar
Interdisciplinario con el objeto de asistir a la justicia de familia y a la justicia en el
penal de menores, en los asuntos de su competencia y en los que esta ley
determine, bajo dependencia jerárquica y funcional de la Suprema Corte de
Justicia. El C.A.I según la Ley Provincial 8.524, debería estar integrado por un
(1) Coordinador Provincial y un plantel profesional de psicólogos, trabajadores
sociales, médicos y abogados especialistas en adopción, conforme lo
determinen sus requerimientos, todos ellos elegidos por concurso público de
oposición y antecedentes y los Auxiliares Administrativos que se requieran.

1.2. Rol del Psicólogo

El rol del psicólogo jurídico tal como lo estipula la ley Provincial Nº 5.045
comprende los ámbitos de promoción y prevención del delito en todas sus formas
y de los factores ambientales predisponentes al mismo, a través de: elaboración
e implementación de programas informativos y educativos, asesoramiento y
asistencia a los familiares de los internados y de los liberados, asesoramiento a
las diversas instituciones sobre programas de rehabilitación y su efectividad,
asesoramiento en los casos de adopción, discernimiento de tutela, separación y
las situaciones derivadas de derecho de familia, participación en grupos

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interdisciplinarios con profesionales y personal de las instituciones, para mejor


desarrollo de la misma.

También comprende el diagnóstico individual, grupal, familiar, institucional


y otros, en los siguientes casos: diagnóstico y control psicológico en la
admisión, permanencia y egreso de los internos, establecimientos a través del
diagnóstico diferencial, del grado de peligrosidad y pronóstico criminológico,
determinación de responsabilidades en la ejecución de conductas que impliquen
riesgos para el individuo o sus semejantes, peritajes.

Por último en relación al tratamiento de los desajustes de conducta individual


y grupal: el tratamiento criminológico en personas que delinquen y su familia, el
tratamiento psicoterapéutico a internos en las instituciones de menores
tendientes a lograr la integración al medio.

El ámbito en el cual se desempeña es diverso, y posee diferentes alternativas,


tal es así que realiza tareas del fuero penal, civil o laboral.

En relación al fuero penal hace referencia a la teoría del delito, a la condición


de imputabilidad, y específicamente dentro del campo de la Psicología al artículo
34 del Código Penal Argentino; el cual sostiene que: “No es punible el que no
haya podido en el momento del hecho, ya sea por insuficiencia de sus facultades,
por alteración morbosas de las mismas o por su estado de inconsciencia, error
o ignorancia de hecho no imputable, comprender la criminalidad del acto o dirigir
sus acciones”. En este caso, el tribunal podrá ordenar la reclusión del agente en
un manicomio, del que no saldrá sino por resolución judicial.

En relación al fuero civil y laboral toma consideración de la capacidad civil de


las personas, juicios de insania y demencia, entre otros.

En el fuero familiar comprende la serie de leyes que rigen en relación a la


familia y sus integrantes, a las relaciones entre los mismos, al maltrato y violencia
en relación a las mujeres y niños.

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Según Marianetti, Mejía y Moles (2001), se podría decir que: “el psicólogo
designado perito en virtud de una orden judicial administrativa o particular,
deberá encarar el estudio destinado a analizar un hecho o a estudiar la
personalidad de un sujeto, estableciendo sus características y extrayendo
conclusiones, representando la redacción de su informe.” (p.82).

Si vamos a estudiar y/o a analizar la personalidad de un sujeto también


estaríamos analizando su conducta, por ende se debe tener en cuenta la
complejidad de ésta, ya que, en ella interviene factores psicológicos, sociales,
fisiológicos, genéticos, entre otros. Como así también, tener presente que la
persona no es aislada, sino que se encuentra inserta en una cultura social, donde
forma parte de distintos grupos subculturales, entre ellos: familiar, de amigos, de
trabajo, estudio, de actividades de distracción, entre otros

Siguiendo a Del Pópolo (2006) y lo explicado por la docente de campo, Lic


Patricia Moles, los tres tipos de peritos son:

 Peritos oficiales: son designados por el estado para


cumplir su función y por lo general forman parte del Cuerpo Médico
Forense y Criminalístico de la Provincia.
 Perito de oficio: es designado directamente por el
Juez o bien a pedido por el Ministerio Fiscal.
 Perito de parte: la designación del perito es a pedido
de una de las partes en el proceso que puede ser la defensa o el
actor civil.

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1.3. Aproximación a la temática

Entre las diversas fuentes existentes sobre la temática, se encuentran trabajos


de investigación de tipo exploratorio basados en el estudio de casos; ello es
posible comprobar en la investigación llevada a cabo por Fatelevich, M y otros
(2008/2009) titulada Violencia: Mujer Golpeada - Delimitación de la estructura
psíquica mediante Técnicas Proyectivas, cuyo objetivo principal se encontró
orientado a delimitar la estructura psíquica de la mujer golpeada; mediante la
aplicación de una batería de técnicas a una muestra de 20 mujeres provenientes
de Centros de Amparo: entrevista semi- dirigida, dibujo de la Figura Humana,
dibujo de la Persona bajo la Lluvia, Cuestionario Desiderativo y Test de
Apercepción Temática. A partir de las cuales fue posible encontrar generalidades
sobre las mujeres víctimas de violencia que conformaron la muestra; las que
evidenciaron una estructura psíquica neurótica, un yo débil y predominio de
defensas maníacas.

Por otro lado en la provincia de Santa Fe, Blotta. M, Fullone. B, Fuentes, A,


Galizia. B y Gancedo, N; realizaron un investigación titulada La violencia de
género y el acceso a la justicia de las mujeres en la provincia de Santa Fé-
Argentina. A partir de la cual se llevó a cabo el proyecto de investigación
“Observatorio de Violencia de Género”, realizado con el aval de ONU Mujeres;
entre las hipótesis de investigación se encuentra la suposición de que las
mujeres desconocen el contenido de la Ley 11.529, así como también las
medidas de la presente. Supone además que las mujeres encuentran obstáculos
en el acceso a la justicia, así como también insuficiente formación con
perspectiva de género, en los operadores de justicia. Las conclusiones de la
investigación realizada, se estructuran sobre dos ejes: el desconocimiento de las
mujeres sobre las leyes vigentes que las protegen y los derechos que las asisten,
y la falta de capacitación desde la perspectiva de género de los funcionarios/as
judiciales. Se evidencia además, la falta de equipos interdisciplinarios que
trabajen desde esta perspectiva para recepcionar, contener y dar seguimiento a
las situaciones que lo requieran; atribuido a un enfoque patriarcal en el abordaje
de la violencia familiar en los funcionarios y magistrados.

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Existen además investigaciones esencialmente empíricas y de carácter


exploratorio, debido a la imposibilidad de abordar a conclusiones finales sobre la
temática. Ello sucede en la investigación titulada Mapa de violencia de género
en Argentina, llevada a cabo por Fleitas Ortiz de Rozas, D. y Otamendi, A. en la
ciudad de Buenos Aires en el año 2012. La investigación se centra en la revisión
y recopilación de estadísticas sobre violencia de género y tiene por fin brindar
información y análisis estadísticos sobre las características, evolución y posibles
explicaciones de la violencia de género en Argentina y en cada una de sus
provincias, de forma tal de contribuir al conocimiento y divulgación del problema
y a su vez al fortalecimiento de las políticas de prevención (Fleitas Ortiz de
Rozas, D. y Otamendi, A. 2012). En la mencionada investigación fueron
analizadas la violencia física y sexual contra las mujeres, en particular, los
homicidios, las lesiones, las violaciones, y los suicidios; e identificados algunos
de los factores de riesgo asociados a la violencia contra la mujer. En donde la
violencia contra las mujeres (homicidios, suicidios y violaciones) se ve acentuada
en algunas provincias, agravada por el abuso de alcohol, la pobreza y falta de
educación.

Un ejemplo de ello, se da en la ubicación de los miembros de sistemas


rígidamente definidos, como es el caso de la pareja, en donde uno de ambos, se
ubica en el lugar de “victima” o “maltratada” construyendo de alguna manera a
su “verdugo” o “maltratador”. Son establecidos de esta manera, roles
desequilibrados en la pareja y maneras complementarias y por lo tanto
patógenas de comunicación, que se cristalizan, estructuran y traducen en
guiones interpersonales que se repiten.

Tomando a Corsi (2003, p. 4), “para que la conducta violenta sea posible, tiene
que darse una condición: la existencia de un cierto desequilibrio de poder, que
puede estar definido culturalmente, por el contexto o a través de maniobras
interpersonales de control de la relación”. El desequilibrio de poder puede ser
permanente o momentáneo: en el primer caso, la definición de la relación está
claramente establecida por normas culturales, institucionales, contractuales,

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entre otros.; en el segundo caso, se debe a contingencias ocasionales. A partir


de la definición citada, es posible afirmar que la violencia en el sistema de pareja
se da por ciclos, distribuída en períodos caracterizados por la estabilidad en la
relación y por lo tanto, en los intercambios que en la misma se producen y en
otros, que no. Entre dichos periodos, los miembros del sistema cosntruyen y
solidifican vinculos simbióticos, caracterizados por conductas dependientes y
posesivas que determinan la asimetría entre los miembros de la relación. En
donde es posible observar que la complementariedad del sistema es gestada
desde la formación de éste, y a su vez naturalizada como modalidad de
interacción; la violencia verbal y la poseción respecto de la pareja, traducida en
conductas de tipo celotípico, se vuelven caracteristicas constantes que
atraviesan los casos estudiados.

Resulta pertinente establecer la diferencia existente entre los conceptos de


agresividad y violencia. Tomando a Perrone (2010), se podría decir que, la
agresividad es la aplicación de la fuerza al servicio de la supervivencia, no
connota la destrucción del objeto al cual está destinada. La agresividad sirve
para que cada uno defina su territorio y haga valer su derecho. Es una fuerza de
construcción y definición del individuo.

Mientras que la violencia significa el uso abusivo de la fuerza, el acto de


servirse de ésta para obligar a alguien a obrar contra su voluntad, esa fuerza
puede aplicarse a través de la acción física, la intimidación o la amenaza. Es
decir, cuando hay violencia, siempre se apela a la fuerza de manera brutal con
el fin de someter o destruir.

Como fue mencionado anteriormente, la violencia es concebida como una


modalidad de interacción, que invade, desdibuja y destruye al otro y sus límites,
en su integridad física y moral; pero que a su vez es considerada como parte de
un modelo interaccional y circular de la comunicación.

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Tomando a Perrone (2010), la violencia puede adoptar distintas formas:

 la violencia agresión: se da entre personas vinculadas por


una relación de tipo simétrico, es decir, igualitaria. En donde los
miembros de la pareja se hallan en una situación de rivalidad,
esforzándose por mantener el mismo status y produciendo un
intercambio de gritos, insultos, amenazas y golpes. De ésta manera,
la escalada desemboca en una agresión mutua.

 la violencia castigo: tiene lugar entre personas implicadas en


una relación de tipo complementario, es decir, no igualitaria. En donde
los miembros de la pareja no tienen el mismo status y se encuentran
de acuerdo sobre el lugar que le toca a cada uno. Se manifiesta en
forma de castigos, torturas, privaciones humillaciones o golpes. A
partir de la cual uno de los actores se posiciona en un nivel superior a
la del otro, quien se coloca en una posición inferior. En la violencia
castigo, se observa una ausencia de agresividad frente a la agresión;
reflejada en la incapacidad de oponerse y protegerse en un contexto
de relaciones hostiles.

Una variante de la violencia castigo, es la violencia castigo con


simetría latente. La misma se observa cuando el sujeto que se
encuentra ubicado en una posición baja, se resiste a la violencia a
pesar de la relación desfavorable de fuerzas; mostrando su
desacuerdo y la voluntad de oponerse.

Las diferentes características que fueron mencionadas, constituyen tres


diferentes modalidades de interacción y tanto la violencia castigo como la
agresiva o la agresiva con simetría latente, no se excluyen entre sí; aunque uno
de los estilos prevalece en la interacción. De esta manera, es posible asentir la
existencia de fenómenos que componen y organizan, el contexto de relaciones
de la violencia.

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1.4. Violencia de género y el Código Penal

En el año 2012 se modificó en el Código Penal la ley 26.791, sustituyendo los


incisos 1° y 4° del articulo 80; en el cual se prevee el agravante al que matare a
su ascendiente, descendiente, cónyuge, ex cónyuge, o a la persona con quien
mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o no convivencia. Por
placer, codicia, odio racial, religioso, de género o a la orientación sexual,
identidad de género o su expresión. Esta modificación permite, en virtud del
artículo 92, agravar las lesiones ocasionadas por violencia de género.

De esta manera, es incluida en la legislación del Código penal, la temática de


la violencia, específicamente, de la violencia contra la mujer. Disponiendo de
medidas particulares para aquellos casos en los que esta se dé, al explicitar cada
una de las medidas a tomar y las particularidades del contexto en que estas
surgen y permanecen.

Asimismo, debido a la temática abordada resulta importante tomar


conocimiento sobre los procedimientos recomendados para la recepción de las
denuncias de aquellas mujeres que las realizan; así como también en los
fundamentos en los que estas acciones se sustentan. Para ello la Suprema
Corte de Justicia en conjunto con la Dirección de la Mujer, en el año 2015 ha
elaborado una Guía de intervención en violencia por cuestiones de género. Cuyo
objetivo principal se encuentra orientado a proponer lineamientos básicos para
el tratamiento judicial de la temática, para garantizar el pleno y oportuno ejercicio
del derecho de acceso a la justicia de aquellas mujeres víctimas de violencia.

En la mencionada guía es plateada la importancia, así como también la


obligación, de garantizar la disponibilidad de mecanismos judiciales efectivos y
adecuados para las víctimas. Además, es estipulada la recepción de la persona
que acude al servicio de justicia a realizar la denuncia; en el cual debe existir un
espacio físico adecuado y un ambiente de respeto generado por funcionarios
capacitados en temas de violencia por cuestiones de género en el que la persona

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

pueda expresarse, sin la presencia del agresor e informándole la posibilidad de


ser acompañada.

Respecto a la entrevista realizada en el momento de la denuncia, en la misma


se proponen como objetivos:

 Obtención de evidencia que demuestren la existencia de los hechos de


violencia denunciados.
 Evaluación del riesgo vital
 Diseño de estrategias de protección: derivaciones legales, de salud y
sociales.
 Evaluación del tratamiento a seguir

Luego de ello, se realiza una derivación al Cuerpo Auxiliar Interdisciplinario,


con el objetivo de evaluar con mayor precisión la situación de riesgo vital de la
persona entrevistada; ya que de esta dependerá el dictado de las medidas de
protección de derechos (Argibay, 2015).

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

PARTE II

CRIMINOLOGÍA: INFRACTOR

En el siguiente capítulo se hace un recorrido por las diferentes


conceptualizaciones que se le ha dado la conducta criminal. Describiendo las
diferentes teorías que explican la misma; comenzando por las teorías
psicobiológicas, luego las psicológicas y también las de control social, para
finalizar con las teorías integrativas. Se pone mayor énfasis en éstas últimas, ya
que, las teorías integrativas son las consideradas en la postmodernidad como
aquellas que explican la conducta delictiva desde una perspectiva multicausal.
La personalidad del sujeto violento y/o criminal se va construyendo por la
interacción de distintos factores individuales y sociales.

2.1. Criminología

La criminología tiene sus orígenes en el Derecho Penal y posteriormente se


independiza como ciencia interdisciplinaria autónoma.

El término es empleado por primera vez por el antropólogo Francés Pablo


Topinard y universalizado de manera formal en el año 1885, por el profesor
italiano Rafael Garófalo. Se considera el padre de la criminología moderna al
médico y criminólogo italiano Cesare Lombroso, ya que sus teorías y
conceptualizaciones se siguen sosteniendo en la actualidad.

Las primeras definiciones estuvieron relacionadas con la explicación de la


causa del delito o la conducta delictiva, es decir, aquellas razones, causas o
circunstancias que llevaban al sujeto a delinquir. Por lo cual, las primeras
concepciones de criminología fueron de tipo antropológica, pasando por lo
social, psicológicas y biológicas, tratando de explicar la conducta criminal desde
una perspectiva unicausal.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

Hoy en día la criminología como disciplina científica autónoma, da por sentado


que no se puede explicar la conducta delictiva desde una perspectiva unicausal
y unidireccional. Por el contrario tiene en cuenta y trata de investigar, abordar y
explicar la multicausalidad de factores que intervienen en la formación de la
personalidad criminal.

Por ende, este nuevo enfoque ha llevado a ampliar el objeto de estudio de


esta ciencia, abarcando al delito, al sujeto delincuente, al espectro social, a la
biología, a la realidad social, a las instituciones intervinientes y a las víctimas del
delito.

Por lo cual, se ha tomado dos concepciones de criminología que abarcan


todos los temas descriptos anteriormente:

Se puede definir a la criminología como: “una ciencia empírica e


interdisciplinaria, que se ocupa de las circunstancias de la esfera humana y
social, relacionadas con el surgimiento, la comisión y la evitación del crimen”
(Goppinger, 1975). Para este autor el estudio y las investigaciones relacionadas
con esta ciencia, deben abarcar y explicar desde un orden interdisciplinar y
multifactorial, todo lo que esté relacionado con las normas del derecho y la
personalidad del delincuente, como así también sus circunstancias y la conducta
condenada por el orden jurídico y social.

García Pablos de Molina, define a la criminología como: “ciencia empírica e


interdisciplinaria, que se ocupa del estudio del crimen, de la persona del infractor,
la víctima y el control social del comportamiento delictivo, y trata de suministrar
una información valida, contratada, sobre la génesis, dinámica y variables
principales del crimen, contemplando éste como problema individual y problema
social” (1998).

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

2.2. Conducta Criminal

Desde los inicios de la sociedad organizada, surgen los interrogantes y las


preocupaciones por investigar y explicar las causas que llevaban a un grupo de
individuos a tener una conducta que estaba fuera del orden social o que no
respondía a la moral de la sociedad civilizada. De esta manera fueron surgiendo
distintas teorías y explicaciones; desde las religiosas, que consideraban al
psicópata o al criminal un ser poseído hasta las pseudo-científicas y científicas,
como por ejemplo con el surgimiento de la psicología y psiquiatría, las cuales
conceptualizan y explican estas desviaciones de la conducta desde el orden de
lo psicopatológico, orgánico y social.

A finales de los años 80 y comienzos de los 90, los desarrollos científicos de


la psicología criminal y de la victimología aportan importantes conocimientos
sobre el comportamiento criminal.

2.2.1. Teorías Psicobiológicas

Están orientadas a tres líneas de investigación:

a. Las basadas en la trasmisión genética, corriente iniciada por


Lombroso y que considera el crimen como producto de una
constitución genética particular

b. Las teorías bioquímicas neurológicas, que están dirigidas a


demostrar el rol de las vitaminas y los minerales en la conducta
criminal, o bien un anormal funcionamiento neurofisiológico.

c. Las teorías constitucionales, Sheldon (1942). Esta última


teoría tuvo una gran aceptación, porque permitía establecer
estereotipos con mucha facilidad. Esta teoría dividía a las personas
en tres tipos fundamentales según su constitución física:

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

endomorfos, exomorfos y mesomorfos. A este último tipo


pertenecían mayoritariamente los delincuentes.

De las teorías psicobiológicas más desarrolladas y de una importancia


significativa en la actualidad se destaca la de Eysenck (1964); quien en su obra
“Delincuencia y Personalidad”, sostiene que los factores sociales interactúan con
predisposiciones biológicas del organismo. A esto le agrega que, aquellos
sujetos con situaciones similares de condicionamiento, aquellos que puntúen alto
en los extremos de Psicoticismo, Neuroticismo y Extraversión, serían los que
estarían más predispuestos a las conductas delictivas.

Dicho autor sostiene su teoría desde el condicionamiento Pauloviano y


expone que: las personas más difíciles que condicionar, son los que puntuasen
alto en extraversión; estos estarían en desventaja para la adquisición de reglas
sociales y serian por lo tanto más propensas a la conducta delictiva. La
dimensión de neuroticismo vendría a aumentar y mantener las tendencias
conductuales adquiridas, tanto sociales como antisociales y la dimensión de
psicoticismo, agregaría elementos agresivos, impersonales y violentos a la
conducta antisocial del sujeto.

2.2.2 Teorías Psicológicas básicas

Se pueden diferenciar tres líneas teóricas: psicoanalíticas, conductistas y


cognitivistas:

a. Lacan (1978), desde el psicoanálisis explica cuáles serían las


causas por la que un determinado sujeto comete un acto criminal.

Desde el psicoanálisis, la única forma para que un ser humano


exista en lo psicológico y cultural, es asumir la prohibición, la norma. El ser
humano sería un ser alienado por estructura; tal alienación se da por una
doble prohibición, que todo ser humano debe aceptar. Una es a nivel
individual, psicológica (castración) y otra es a nivel cultural, social (incesto).

20
PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

La primera prohibición es la que prohíbe a la madre como objeto de


amor definitivo, para que ese hijo pueda desplazar su deseo en busca de
otro objeto de amor y pueda dejar esa relación simbiótica con la madre. Lo
que hace esta prohibición es ordenar y orientar como un operador lógico,
el deseo del sujeto. A nivel cultural, el incesto es la prohibición que ordena
y dirige el intercambio sexual del sujeto. La ley del incesto prohíbe al sujeto
tener relaciones sexuales con sus parientes y así entra en juego lo socio-
cultural. Esta prohibición, es la introyección cultural de la norma,
representada en las instituciones sociales como la religión, la familia, la
educación, entre otros.

Asumir la norma, la ley, es la única posibilidad que tiene el sujeto


para sobrevivir psíquica y culturalmente. La forma como cada sujeto asume
la norma y la ley es particular, no es igual en todos:

1. Unos asumen la ley de manera dolorosa (los neuróticos).


2. Otros la reconocen para violarla (los perversos).
3. Hay quienes la forcluyen, la niegan y se mantienen por fuera de ella
(los psicóticos).

La clínica psicoanalítica demuestra que el criminal no es un ser


excepcional o distinto en su estructura psíquica frente a aquellos que no lo
son, por ende, dicho autor no considera que se debe realizar una
clasificación de criminales según distintas patologías de su personalidad.
Sino que la causas de la conducta criminal, están definidas por la dinámica
inconsciente que sustenta dicha actuación (determinismo psíquico). Estas
causas, serían rasgos de personalidad, que deberían leerse como signos
que dan cuenta de un conflicto pulsional (psíquico), de un malestar, que,
para el caso del criminal, se articula con el exceso o la ausencia de
operadores lógicos que organizan la vida psíquica y cultural del sujeto
(castración e incesto), siendo el padre en su función metafórica el que los
hace operar. El padre como ordenador lógico de la vida psíquica y cultural
del sujeto; que no es aquel padre de carne y hueso, sino del orden de lo

21
PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

institucional, el representante cultural de la ley, que hace a cada hombre y


cada mujer aptos para vivir en sociedad.

b. Skinner (1938), plantea desde el conductismo, la teoría del


aprendizaje social, a partir del condicionamiento operante. Esta teoría
sostiene una forma de aprender mediante recompensas y castigos; es
decir, que una conducta y sus consecuencias, ya sean éstas recompensas
o castigos, nos llevan al aprendizaje. Si una conducta tiene consecuencias
positivas para el sujeto entonces esa conducta se refuerza para que se siga
repitiendo. En cambio, si una conducta obtiene consecuencias negativas
para el sujeto, esa conducta se castiga para que se extinga. Además el
autor sostiene, el aprendizaje vicario, mediante el cual una conducta se
aprende por observación y repetición.

Por ende, para esta teoría, la conducta criminal seria aprendida,


mediante la observación de conductas antisociales y/o criminales. El sujeto
que lleva a cabo conductas criminales es porque las adquirido y/o
aprendido de la observación de sujetos que llevan a delante conductas
antisociales, ya sean éstas, observadas en los grupos de relación directa
(amigos, escuela, familia) o en los medios masivos (televisión, periódicos,
internet, entre otros).

c. Las teorías cognitivas se basan en los estudios de Yochelson y


Samenow (1976, citado en Lupiañez, 2008). Estos autores sostienen que
la impulsividad es una falta de auto - control que lleva al sujeto a
cometer conductas sin evaluar, o haciéndolo, pero restándole significado a
las consecuencias de su accionar.

Los patrones de pensamiento más característicos de los delincuentes


peligrosos que señalan estos autores, y que comienzan a manifestarse a
edades muy tempranas conjuntamente con la irresponsabilidad son:
manipulación, mentira compulsiva, impulsividad, cólera, desconfianza,

pensamiento concreto y simplista, búsqueda de excitación, hiperactividad,


búsqueda de poder, orgullo, sentimentalismo y pensamiento en “cortocircuito”.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

2.2.3. Teorías integrativas actuales

Gottfredson y Hirschi (1990) describen algunas diferencias que caracterizan


el comportamiento de los delincuentes de aquellos que no lo son. Señalan que
en general el comportamiento delictivo produce una gratificación inmediata de
los propios deseos que se obtiene sin demasiados esfuerzos. Este
comportamiento implica además actividades arriesgadas y excitantes con muy
poca habilidad y planificación.

Las personas que no son consideradas “delincuentes” y tiene un adecuado


nivel de autocontrol, poseen las siguientes características: saben diferir las
gratificaciones, suelen ser esforzadas, tienden a ser prudentes en sus conductas,
desean beneficios a largo plazo (como los derivados del trabajo, de la estabilidad
afectiva, de la familia o de los amigos), suelen planificar sus acciones, no son
ajenas al sufrimiento de las otras personas y sopesan los riesgos de su
comportamiento.

Los sujetos con conductas antisociales o con “bajo” nivel de autocontrol


tienden a buscar recompensas inmediatas de fácil obtención, gustan de la
aventura, son inestables en sus relaciones humanas, carecen a menudo de las
habilidades académicas y cognitivas necesarias para la planificación de su
conducta, son egocéntricos e insensibles frente al sufrimientos tanto ajeno como
propio, y no suelen considerar las consecuencias de su comportamiento.

Moffit (s/d, citado en Lupiañez, 2008), avanza sobre las diferencias que
aparecen en los índices delictivos cuando se tiene en cuenta la edad.

La delincuencia es un fenómeno que parece tener mucha estabilidad entre


los individuos, así es que muchos adolescentes delincuentes fueron niños con
problemas de conducta, y serán adultos delincuentes. Aunque por otro lado,
también plantea que durante la adolescencia se disparan ciertas cifras delictivas
que luego comienzan a decrecer.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

Para dar cuenta de la persistencia y del cambio Moffitt introduce una


distinción entre los delincuentes en los que aparecen características antisociales
desde las primeras etapas de su desarrollo y que mantienen elevados niveles de
delincuencia a lo largo de su vida, y aquellos en que el delito aparece
sorpresivamente y es de corta duración.

La delincuencia persistente es la consecuencia de la intersección entre un


niño con temperamento difícil (impulsividad, déficit de auto-control, des
inhibición, irritabilidad etc.) y un ambiente familiar adverso. De este modo se van
entrelazando en forma acumulativa los factores personales y sociales
desadaptativos.

Cuando por diversas razones (conflicto familiar, laborales, socio-culturales,


entre otras), no se ponen en marcha las reglas, leyes y limites necesarios y
adecuados, se va creando un escenario de relaciones de interacciones
recíprocas entre un niño vulnerable y un ambiente adverso que irán
constituyendo una espiral transaccional de efectos acumulativos. Las conductas
del niño provocan enojo, ira y malestar en los padres, por lo cual, éstos pondrán
en práctica castigos inadecuados a esas conductas. En estos primeros años es
dónde se produce el primer fracaso en el aprendizaje de las normas. Luego se
produce una cascada de interacciones que van precipitando y cronificando las
conductas delictivas. El niño cuando comienza la escuela, tiene conducta
desadaptadas y no respetan las normas o lo instituido, además de tener mala
relación con sus compañeros y directivos, sus relaciones personales son
inadecuadas. En la adolescencia la conducta entrará en conflicto con las normas
legales lo que puede llevar a la institucionalización. Todo este panorama influirá
decisivamente en el ingreso al campo laboral también. Así se van reduciendo
cada vez más sus posibilidades para una inserción adecuada al medio social y
laboral. La conducta antisocial se hace cada vez más persistente y difícil de
tratar.

Siguiendo a Lupiañez (2008), en los delincuentes temporales, la conducta


antisocial aparece en la adolescencia, en individuos sin disfunciones cognitivas,
personales o sociales previas. La etapa de la adolescencia se destaca porque el

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

individuo posee una madurez biológica pero no puede gozar de los roles adultos,
entonces comienza a experimentar el mundo estableciendo exigencias para
conocer sus límites y potencialidades. Busca constantemente vías para expresar
su autonomía. Los delincuentes persistentes pueden ofrecer un modelo atractivo
a imitar ya que ellos han logrado la “autonomía” respecto a la familia y en sus
roles sexuales.

Los adolescentes pueden sentirse motivados a imitar a estos modelos


cometiendo conductas antisociales o delincuenciales. Pero esta actividad es
transitoria y desaparece ante la asunción de roles adultos, no presentando
secuelas en el desarrollo del individuo por estar este equipado con recursos
personales y vínculos sociales convencionales que le permiten implicarse con
un estilo de vida saludable e integrado.

2.3. El delito

No existe una única y definitiva conceptualización de delito, por el contrario


existen numerosas y muy diversas nociones del mismo.

Siguiendo a García Pablos de Molina (1998), el Derecho Penal por ejemplo,


se sirve de un concepto formal y normativo, impuesto por la formalidad normativa
jurídica, por lo que, delito seria: toda conducta prevista en la ley penal y solo
aquella que la ley penal castiga.

Por otro lado, el positivismo criminológico, en su intento de formular un


concepto material del crimen, acuñó el término de delito natural, quien Garófalo
(1885, citado en García Pablos de Molina 1998), conceptualiza como: “una lesión
de aquella parte del sentido moral, que consiste en los sentimientos altruistas
fundamentales (piedad y probidad) según la medida media en que se encuentran
en las razas humanas superiores, cuya medida es necesaria para la adaptación
del individuo a la sociedad.”

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

La Sociología utiliza el concepto de conducta desviada tomando como


referente las expectativas sociales, porque no existe ni puede existir obviamente
un catálogo de conductas objetivamente desviadas. Comportamiento desviado
será un comportamiento concreto que se aparte de las expectativas sociales en
un momento dado en cuanto está en pugna con los modelos y patrones de la
mayoría social. ”No importa, pues las cualidades objetivas de las conductas,
inherentes a esta, o referidas a las valoraciones que proceden de otras
instancias normativas, sino el juicio social dominante y la conducta “esperada”.
De algún modo, según esta orientación, la desviación no reside en la conducta
misma, sino en los demás (García Pablos de Molina, 1996).

Según el autor mencionado anteriormente; el delincuente, en consecuencia,


no es sino el sujeto activo de la infracción; la víctima, el sujeto pasivo; y el propio
delito, la lesión del bien Jurídico, síntesis categorial brillante que describe el
resultado de un enfrentamiento simbólico e incruento entre la ley y el infractor.

A la Criminología le interesa el delito en una forma mucho más amplia que


como lo conceptualiza el Derecho Penal. Porque considera al delincuente, sus
circunstancias, la víctima, las causas del delito, el funcionamiento del sistema
penal, la cifra negra de la criminalidad, y las conductas atípicas pero de
significación social. Así los intereses de la Criminología superan ampliamente a
los del Derecho Penal, ocupándose del delito con su entramado sociobiológico,
incorporando en sus intereses al ser humano en interacción social.

Existen tantas conceptualizaciones de la palabra “delito”, como delitos se


comenten en la sociedad y en el mundo. Por ende, la criminología moderna ha
optado por no interesarse o quedarse con una sola y definitiva conceptualización,
tampoco intenta abarcar y tomar todas las definiciones existentes. Sino por el
contrario, se quedara y tomará aquella definición que responda más
certeramente a las características y necesidades de la investigación
criminológica del momento. Así cuando la criminología intente investigar
cuestiones jurídicas-políticas relativas a la descriminalización o a la
neocriminilización podrá utilizar un concepto material del delito. Por otro lado,

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

cuando se trate de investigar y analizar, el volumen, la estructura y movimiento


de la criminalidad, deberá nutrirse de una definición formal del delito.

Para criminología el delito se presenta ante todo como un problema social y


comunitario; ya que, implica un acto que afecta a la sociedad, tienen una
incidencia dolorosa, aflictiva, persistencia espacio-temporal y además hay una
conciencia social generalizada sobre su negatividad (García Pablos de Molina,
1998).

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

PARTE III

VICTIMOLOGÍA: LA VICTIMA

3.1. Historia y delimitación del concepto de victimología

La victimología como disciplina nace ligada a la Criminología, tras la Segunda


Guerra Mundial, con el objeto de ocuparse del estudio científico de las víctimas.
Esto en respuesta a que, tanto la victimología como el derecho e incluso la
psicología forense, se habían centrado solamente en el agresor o delincuente,
prestando escasa atención a la parte agraviada.

Históricamente, por lo general, se ha estudiado al autor del delito, su accionar,


su peligrosidad, sus instrumentos. La criminología, como ya se describió en el
capítulo II, ha elaborado teorías sobre las causas que llevan a delinquir, ha
realizado interpretaciones sociales y psicológicas para explicar la violencia, pero,
en todos ellos, la víctima del delito no ha sido considerada, sino que ha sido
objeto de marginación y de ocultamiento.

Aparece la victimología como una manera de observar el delito desde la


óptica y perspectiva de la víctima, en relación al victimario. A través de esta
disciplina fue posible desarrollar un nuevo modelo de delito, abarcando los
motivos del agresor y la actitud del que sufre, la iniciativa del delincuente y la
respuesta de la víctima, la acción y la reacción.

La palabra victimología proviene del inglés “victimology”. La definición de


victimología, establecida en el I Simposio Internacional en Jerusalén, en
noviembre de 1973, es la siguiente: “Es una ciencia joven sobre la cual se
asientan los pilares de un nuevo sistema de justicia, capaz de reordenar y
equilibrar el orden social. Va afianzándose como un campo de investigación
científico que se encarga del estudio de las víctimas en general.” Esta definición
está circunscripta al ámbito jurídico-penal.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

Hoy en día se la puede definir como: “La ciencia multidisciplinar que se ocupa
del conocimiento relativo a los procesos de victimización y desvictimización”

Para algunos autores es una ciencia, para otros es una disciplina dependiente
de la Criminología.

La relevancia adquirida por la figura de la víctima en interacción con el


delincuente, se debió a la preocupación de estudios como los de Hans Von
Henting, quien en 1948 publica un estudio, donde esboza una clasificación de la
víctima y plantea que la ley distingue entre quien comete el delito y quien lo sufre.

El término fue acuñado por Benjamín Mendelsohn, fue el precursor, antes de


que apareciera el libro de Von Henting. Él habló públicamente por primera vez
en una conferencia sobre victimología en 1947 y la definió como “la ciencia sobre
víctimas y victimidad”, señalando que el objeto fundamental, es lograr que haya
menos víctimas en todos los sectores de la sociedad.

Como ya se hizo una aproximación en párrafos anteriores; el objeto material


de la victimología, es la víctima en sí misma, pero en un sentido amplio, también
se puede incluir a las víctimas de catástrofes naturales.

Por ende, la victimología tiene por objeto de estudio a la víctima en sí: de un


delito, de su personalidad, de sus características biológicas, psicológicas,
morales, sociales y culturales, de sus relaciones con el delincuente y del papel
que ha desempeñado en la génesis del delito.

3.2. Victimización

Según García Pablos de Molina (1998), la victimización es un proceso


complejo desde un punto de vista fenomenológico. De las muchas
clasificaciones o formas de victimización ocasional o prolongada, directa o
indirecta, tiene especial predicamento la que distingue entre victimización
primaria, secundaria y terciaria, aunque el mencionado criterio clasificatorio no
sea del todo pacífico en la doctrina.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

 Por victimización primaria suele entenderse el proceso por


el que una persona sufre, de modo directo o indirecto, los efectos
nocivos derivados del delito o hecho traumático, sean éstos
materiales o psicológicos. Como ejemplos tenemos: accidente,
guerra, fenómeno natural, robo, entre otros.

 La victimización secundaria abarca los costes personales


derivados de la intervención del sistema legal, que
paradójicamente incrementan los padecimientos de la víctima.
Así el dolor que causa a ésta, revivir la escena del crimen al
declarar ante el juez, el sentimiento de humillación que
experimenta cuando los abogados del acusado le culpabilizan,
argumentando que ella misma provocó con su conducta el delito,
por ejemplo, la agresión sexual. El impacto traumatizando que
pueden causar en la víctima los interrogatorios policiales, la
exploración del médico forense o el reencuentro con el agresor
en el juicio, entre otros.

 Por último, la victimización terciaria, comprendería el


conjunto de costes de la personalización sobre quien la soporta
personalmente o sobre terceros. Tendría que ver con la premisa
lógica de que los costes del delito sobre las personas y sobre la
sociedad, deben ser ponderados con los costes de la
personalización del infractor para él mismo, para terceros o para
la propia sociedad. Un ejemplo de ésta victimización seria: la
ansiedad de internos de centros penitenciarios, los sufrimientos
de la familia de éstos y además la situación que sufren los hijos
de mujeres condenadas a prisión.

A la noción de victimización, en su acepción de base, pertenecen, también


sutiles procesos y mecanismos de auto y hetero-culpabilización de la víctima.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

3.2.1. Impedimentos para el reconocimiento de la victimización

Siguiendo a Viano (1992) y a partir de lo manifestado por las mujeres


periciadas en el C.A.I, se puede argumentar la siguiente reflexión, sobre los
inconvenientes de la victimización:

En la experiencia victimizante, la persona siente el impacto de las creencias y


opiniones estereotípicas de la victimización, desde la situación de sufrimiento del
daño, hasta verse a sí misma como víctima.

Uno de los obstáculos para reconocer la victimización es el silencio público


que la tolera, lo cual puede resultar de un sistema de valores, creencias, normas
morales y legales, que actualmente apoyan, justifican y legitiman este fenómeno.

Los mismos sujetos que llegan a aceptar e internalizar algunas normas,


también las soportan y se resisten a cambios que podrían beneficiarlos debido a
las intricadas psicológicas y sociales y se aferran a los arquetipos sociales. Los
pocos que se animan a denunciar pueden sentirse ignorados o silenciados.

La dificultad de lograr dicho reconocimiento, radica en el hecho, que los


valores y creencias impregnados en el sistema social no están desafiados ni
modificados. Por otro lado, los funcionarios del gobierno son recusados pero sin
ningún tipo de garantía de éxito final, lo cual debe revertirse.

Una de las razones de las dificultades de reconocerse como víctimas, es la


nueva naturaleza amenazante y frustrante experiencia de ser victimizada. Al
comienzo, la víctima se percibe como extraña, no familiar, incapaz, confundida y
problematizada. La victima está implicada en una atmosfera shockeante,
desconocida, fuera de las normas y de las experiencias comunes de vida.

La victima ha sido arrancada de su vida y arrastrada a otra vida contraria a


aquella; la misma, pierde la habilidad de controlar su vida, se siente vulnerable y
sin ayuda, aislada e inmovilizada. Toda la ayuda y el apoyo del sistema de

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

cooperación social han cedido y están fuera de los recursos disponibles. Por otro
lado, el agresor ha invadido la vida de la víctima destruyendo su bienestar.

La habilidad de sobreponerse a estereotipos, observándose a sí misma como


víctima y aceptando su propia victimización, es importante para que comience el
proceso de recuperación.

Valoran sus experiencias y conclusiones con alguien en quien confían y


también evalúan las percepciones estereotipadas referidas a la reacción de la
sociedad ante la victimización. Esto determinará que las personas la estimulen
o no a que realice la denuncia y la acción oficial.

Existen variables que afectan la decisión de la víctima de denunciar su


situación, dadas por percepciones psicológicas, sociales y culturales. Estos
factores, pueden conducirla hacia continuas situaciones de victimización con el
mismo agresor, quien se aprovecha de la falta de acción de la víctima, por
ejemplo la violencia doméstica.

3.3. Victimas

Siguiendo los apuntes de cátedra, aportados por el Mgter. Daniel Venturini


(2017); una víctima es una persona o animal que sufre un daño o perjuicio, por
culpa ajena o por causa fortuita. Cuando el daño es ocasionado por una persona,
ésta recibe el nombre de victimario.

Todas las personas que sufren un delito, son víctimas de ese hecho, aunque
hayan padecido distintos tipos de daño. La victima puede haber sido asaltada sin
ninguna consecuencia física (sólo le sustrajeron dinero u otros bienes), golpeada
o lastimada en medio del robo (golpes de puño, heridos de arma blanca, balazos,
entre otros) o puede haber fallecido como consecuencia directa de la agresión.
En este último caso, se habla de víctima fatal.

Una persona puede ser víctima de sus propias acciones, lo cual ocurre
especialmente en individuos que, padecen ciertos trastornos de la personalidad.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

Por diferentes motivos, algunas personas se conducen así mismas hacia el


fracaso laboral o emocional, o se producen algún tipo de daño físico; si bien en
todos los casos existen razones de fondo, generalmente relacionadas con
experiencias traumáticas durante la infancia, causadas por los mayores, que
debían cuidar de ellas. Las consecuencias de dichas heridas del pasado, se dan
con o sin la presencia de los agresores originales.

Habitualmente, las víctimas de abuso sexuales o psicológicos, intentan


reproducir la sensación de sumisión o de humillación que alguna vez sufrieron,
sin elección; esto no significa, que se sometan a los malos tratos similares a los
recibidos durante las agresiones que generaron el trauma, pero si buscan sentir
nuevamente esa frustración, esa impotencia que les generó el abuso. De un
modo similar, las victimas pueden volverse victimarios de terceros.

3.3.1. Tipología de las victimas

Mendelsohn (s/d citado en Neuman, 2001), realiza una clasificación de las


víctimas, fundamentando su clasificación en la correlación de culpabilidad entre
víctima y el infractor. Es el único que llega a relacionar la pena con la actitud
victimal. El autor sostiene que hay una relación inversa entre la culpabilidad del
agresor y la del ofendido, a mayor culpabilidad de uno menor la culpabilidad del
otro.

La clasificación es la siguiente:

1. La victima enteramente inocente o victima ideal: es la


que generalmente no ha hecho nada para desencadenar la situación
criminal. Es totalmente ajena a la actividad criminal. Por ejemplo, una
mujer, a la cual se le roba la cartera que lleva consigo. Al delincuente
le da lo mismo si es una u otra, su objetivo está en sustraer las
pertenencias de la víctima.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

2. La victima de culpabilidad menor o por ignorancia: en


este caso, se da por un cierto impulso involuntario, en donde el sujeto
no es completamente consciente de lo sucedido, entonces existe un
cierto grado de culpa, pero también de victimización. Un ejemplo de
este caso, puede ser una pareja, que al aire libre están teniendo
relaciones sexuales y sin preverlo son atacados por delincuentes que,
abusan a la mujer y dan muerte al muchacho.

3. La víctima tan culpable como el infractor (victima


voluntaria): estos son casos que tienen que ver con violar el derecho
a la vida, de manera explícita por parte de la víctima. Por ejemplo, son
casos de eutanasia, de suicidio por adhesión o suicidio pactado, entre
otros.

4. La víctima es más culpable que el infractor: esto se da


por diferentes motivos según el autor; porque la víctima provoca al
agresor, es decir, su conducta incita al autor a cometer el ilícito. Estos
son los casos llamados crímenes pasionales, por ejemplo. El otro caso
es por imprudencia, porque, no se pudo prever que esto (el delito),
podía llegar a suceder, por ejemplo, dejar el auto con las llaves puestas
y que otro lo hurte.

5. La víctima es más culpable o únicamente culpable: en


este caso, existen tres tipos de víctimas.

a.Víctima infractora: cometiendo una infracción, el agresor cae


víctima (exclusivamente culpable o ideal), se trata del caso de legítima
defensa, en que el acusado debe ser absuelto.

b.Víctima simuladora: el acusador que inculpa al acusado,


recurriendo a cualquier maniobra con tal de hacer a la justicia en un
error.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

c. Víctima imaginaria: se trata generalmente de individuos con serias


psicopatías de carácter y conducta. Es el caso del paranoico, mitómano,
demente senil, niño púber. Solo sirve para señalar a un autor imaginario
ante la justicia penal y habrá que evitar que se cometan errores
judiciales.

Neuman (2001), hace otro tipo de clasificación más amplia sobre el concepto
de víctima:

1. Individuales: dentro de ellas, están aquellas sin actitud victimal;


que son inocentes o resistentes, aquellas con actitud victimal culposa, que
son: provocadoras (legítima defensa), cooperadoras o coadyuvantes y
rogadoras o solicitantes (mutilación y eutanasia) y finalmente aquellas que
con actitud dolosa (suicidio por propia determinación) o delincuentes.

2. Familiares: dentro de esta, se encuentran comprendidas: niños


golpeados y explotados económicamente, mujeres maltratadas y delitos
de ámbito conyugal (violación, incesto).
3. Colectivas: la comunidad como nación (rebelión, levantamientos);
la comunidad social (tráfico de drogas, censura de los medios de
comunicación, terrorismo, genocidio); victimas del sistema penal (leyes
que crean delincuentes, menores con conductas antisociales).

4. Sociales o del sistema social: victimas del sistema penal


(inoperancia, exceso de detenciones preventivas, entre otras). Del
sistema social se encuentran: niños en condición de abandono, personas
con problemas y enfermedades mentales, ancianos marginados
socialmente.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

3.3.2. Ampliación del concepto: victimas vulnerables

El término vulnerable, se refiere a la persona que por sus características


físicas, sociales y psíquicas, no pueden defenderse. La víctima no tiene
posibilidades de percibir el peligro y/o de reaccionar. Son personas
absolutamente inocentes del hecho delictivo.

Entre ellas podemos encontrar:

Niños: víctimas de delitos sexuales, del maltrato y del abandono. Por maltrato
se entiende aquellos comportamientos e intenciones violentas de los adultos
hacia los menores, que por lo general suelen ser los mismos padres del niño
maltratado. Son conductas del maltrato: golpes, quemaduras con cigarrillos, con
agua caliente, abusos sexuales, insultos, ataduras, pellizcos o conductas de
omisión, por ejemplo, privación de los alimentos, de la asistencia médica, de la
ropa, entre otros.

Ancianos: por el deterioro progresivo de sus facultades físicas y psíquicas y


también por sus limitaciones psicomotoras, suelen ser víctimas de robos,
estafas, homicidios y secuestros.

Discapacitados: algunas víctimas tienen retraso mental, dificultas


psicomotora, por lo cual no tienen la capacidad para entender la situación, o
saber cuándo están en peligro y si lo saben, no pueden defenderse.

Víctimas de un delito de alevosía: la persona se encuentra en una situación


o posición en la que le resulta imposible percibir el peligro y/o defenderse.

Víctima de grupos delictivos: la persona se encuentra indefensa, por lo


que el grupo delictivo agrede física y sexualmente a la víctima, le roba, la
secuestra, la maltrata y a veces la mata.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

3.4. Las víctimas y la denuncia

Uno de los problemas que más preocupa en la actualidad, es que, algunas


personas víctimas de delitos no recurren a la policía para realizar la denuncia
correspondiente, aun siendo un caso de extrema gravedad, o si lo hacen, no se
le presta la atención necesaria y se minimiza en algunas instituciones judiciales
la gravedad de la misma.

Pero ¿Por qué algunas víctimas no realizan la denuncia? Según las pericias
realizadas en el C.A.I y el relato de las mujeres víctimas de violencia de género,
hay algunos factores que podrían dar respuesta a este interrogante:

 Temor a ser victimizada nuevamente, temor a sufrir violencia y a ser


atacada de nuevo.
 La victima considera que el hecho delictivo no es tan grave.
 Con la denuncia la victima perjudica al autor si éste es familiar.
 La persona no confía en la justicia, entonces considera que es una pérdida
de tiempo. Tampoco tiene demasiadas pruebas para que le crean con solo su
relato, entonces considera que la policía no le dará importancia o ha tenido
experiencias similares.
 Por temor a ser humillada, marginada, ser centro de burlas y comentarios
groseros o rebajadores.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

PARTE IV

PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE CASOS

CASO 1

La carátula del caso es: “Medida tutelar contra R. por homicidio calificado por
mediar una relación de pareja y por mediar violencia de género en concurso Ideal
en grado de tentativa en concurso Real con amenazas agravadas por el uso de
arma en concurso Real con daño simple en concurso Real con lesiones leves
dolosas.”

Los puntos de pericias son:

 Estructura de la personalidad
 Si presenta indicadores de violencia intrafamiliar/ pareja/ género, historia
de victimización, circunstancias de maltrato
 Si percibe las condiciones a las que es sometida como estresante o
amenazante para su integridad física y/o psicológica
 Si se encuentra inmersa en el ciclo de violencia y en cuál
 Aptitud para el ejercicio del rol materno
 Si presenta o no tendencia a la fabulación y mitomanía
 Si debe realizar tratamiento y de qué tipo
 Cualquier otro punto de interés.

El caso trata sobre una mujer de 37 años, de nacionalidad Argentina,


separada, tiene tres hijos de 13, 14 y 19 años. La examinada está separada de
su pareja (desde ahora lo llamaremos R.) desde el 6 de septiembre del año
2015, día en el que vivió un fuerte hecho de violencia, el cual según su relato, se
desató luego de que su pareja y un amigo de ésta estuvieran bebiendo alcohol
durante varias horas, hecho que llevó al señor R. a recordar “cosas de su
pasado” y como ya era costumbre R. llegó a su casa con una conducta muy

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

violenta, golpeando las puertas, agarró a la mujer le pegó en la cabeza con el


cabo de madera de un cuchillo y luego la apuñaló a la altura del tórax

El señor R. anteriormente estuvo en la cárcel durante 2 años y medio por


homicidio de su pareja anterior, saliendo nuevamente en libertad en enero del
año 2015.

La examinada participa escuetamente de la entrevista, denotando en su


relato reticencia a la intervención judicial, ya que hace explícito estar cansada de
tener que haber pasado por varios psicólogos, psiquíatras, abogados y policías,
como así también manifiesta la molestia de que tenga que existir una custodia
policial las 24hs en su domicilio, la cual también la acompaña en sus quehaceres
diarios, ya que ello afecta su privacidad y la de su familia. Ella sostiene que él la
acosa todo el tiempo por celular y antes también personalmente cuando se
aparecía de manera permanente y repentina en su casa, amenazándola con
matarla y quebrarles los huesos a sus hijos, por lo que ella explicita tener mucho
miedo por lo que les pueda suceder.

Manifiesta haber mantenido una relación de pareja durante 5 años con el


señor R., describiéndola como altamente conflictiva, debido a que habían
constituido una familia ensamblada. Hace expreso haber existido en otras
ocasiones separaciones con su ex pareja, puntualizando que aunque hayan
existido hechos de violencia verbal y física, ello no ha sido el motivo de las
separaciones. Manifiesta que su ex pareja bebía alcohol de forma permanente.
Se podría pensar que la mujer ha sido víctima de violencia de larga data, con lo
cual se podría corroborar que ha atravesado por el ciclo de la violencia de
manera completa. Ella puntualiza haberlo perdonado varias veces, ya que, creía
en los ruegos de su ex pareja al pedirle que lo perdonara que no volvería a
suceder. Ella sostiene que él es una persona muy celosa y que en ocasiones le
hacía problemas para que no saliera de la casa, porque le decía que se iba a
encontrar con otro.

Frente a la violencia física de gravedad que describe la entrevistada, ha


asumido conductas de pasividad, paralización, en el momento de la entrevista

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

se mostró como en estado de shock, no logrando valorar con adecuación la


situación de riesgo y/o vulnerabilidad en la que se encuentra ella y sus hijos.

Se podría pensar que posee características de dependencia emocional,


inmadurez psicoafectiva y cierto aislamiento emocional. La examinada minimiza
en su relato la conflictiva familiar.

A partir de haber descripto de manera completa el caso trabajado, se irán


analizando cada parte primordial del mismo.

Según Garrido Genovés (2003), se entiende por violencia doméstica, a todo


tipo de violencia, ya sea ésta, física psicológica o sexual que sea llevada a cabo
en el interior de la familia. La diferencia que existe entre la violencia doméstica y
la violencia familiar es que, la primera incluiría todo acto violento que se produzca
en las relaciones personales, ya sean éstas, matrimoniales, de noviazgo o
afecten incluso a relaciones ya rotas por el divorcio y/o la separación.

Este tipo de violencia con frecuencia se ve acompañada de otro tipo de


violencia que sería el acoso, el cual puede definirse como: “un patrón de
conducta dirigido a una persona específica que implica una proximidad visual o
física repetida, la comunicación impuesta, las amenazas verbales, escritas o
implícitas, o una combinación de las anteriores, todo lo cual provoca en la victima
un miedo elevado de sufrir una agresión” (Nationalidad Crime Justice
Association, citado en Garrido Genovés, 2003, p.277). Durante las relaciones de
noviazgo, el acoso, puede tomar la forma, es decir disfrazarse, principalmente
en conducta de control, amenazas sutiles, los cuales llevan a la violencia
psicológica y emocional, por ende, así se comienza también a tomar a la víctima
como un objeto de propiedad, sobre el cual se tiene cierto poder.

Resulta relevante, tener en cuenta, que al principio el agresor no suele


mostrarse y actuar de modo agresivo, sino que se mostrará, más bien, de una
manera “dulce” y “simpática”, pero humillando a su pareja, utilizando de manera
sutil el acoso psicológico, minando la autoestima de la mujer.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

Baldry (citado en Garrido Genovés, 2003), plantea el ciclo de la violencia en


siete etapas:

1. Intimidación: el objetivo que tiene el agresor es generar el miedo


en la víctima, por ende la controla, la acosa, la amenaza y tiende a decirle
que lo hace porque la ama y por eso tiene muchos celos.

2. Aislamiento: el agresor, separa a la víctima de sus familiares,


amigos y de todo su círculo íntimo

3. Crítica constante: él critica todo en cuanto dice y hace su pareja,


de modo que ésta va desarrollando un sentimiento de falta de poder y baja
autoestima.

4. Segregación: la víctima “aprende” el desamparo, se podría decir


que se vuelve sumisa y pasiva a las agresiones de su pareja.

5. Agresión física y sexual: aquí se inicia con las cachetadas,


empujones, tirada de cabello, hasta que pueden llegar a las patadas,
golpes, palizas y a la obtención de sexo sin consentimiento de ella.

6. Fase de reconciliación: él pide perdón y promete no volverlo


hacer, ella duda y lo perdona porque quiere creer que esta vez en verdad
va a cambiar y se convertirá en una persona cariñosa.

7. Chantaje empleado a los niños: el agresor amenaza con dañar a


los niños o con quitarle la custodia a ella.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

Según lo relatado por la peritada, ésta atravesó por el ciclo de la violencia de


manera completa.

Por otro lado, luego de lo expuesto, surge el interrogante ¿Se podría suponer
que la entrevistada estaría en la clasificación N° 2 que hace Medelsohn, como
víctima de culpabilidad menor o víctima por ignorancia? Se piensa el interrogante
a partir de lo explicitado por la mujer, cuando afirma que ella perdonaba a su ex
pareja, porque le creía sus dichos sobre que la situación violenta no se volvería
a repetir, además ella lo dejaba volver a su casa en la que vive con sus tres hijos,
no percatándose del peligro al que son sometidos. Incluso en el momento de la
entrevista minimiza la peligrosidad de la situación.

Si tomamos la clasificación que hace Neuman, se ubicaría a la peritada en la


clasificación de victimas familiares.

Siguiendo con el discurso de la entrevistada, se puede extraer otra parte


importante, donde la mujer manifiesta el consumo agudo de alcohol que
presentaba su ex pareja.

Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM


IV), el consumo agudo de alcohol, hace referencia al abuso de la sustancia
tóxica, sería la consecuencia de la ingesta masiva de alcohol, luego de que pasa
el tiempo la persona vuelve a su estado habitual, por lo que no se lo considera
una persona alcohólica de tipo crónico. A partir de esto se podría pensar que el
agresor, es culpable, porque él era consciente sobre las consecuencias de beber
alcohol en exceso, por lo tanto, es imputable.

Si se remite a la carátula del caso, se puede observar que es un pedido de


medida tutelar por mediar violencia de género en concurso Ideal en grado de
tentativa en concurso Real con amenazas agravadas por el uso de arma en
concurso Real con daño simple en concurso Real con lesiones leves dolosas.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

Ahora bien, ¿A qué hacen referencia los términos concurso Real y concurso
Ideal?

Según el Código Penal de la Nación Argentina, en su art. N° 55 Concurso Real


es cuando en un mismo hecho se comenten tipos delictivos diferentes; como por
ejemplo en este caso, el agresor la amenaza a la mujer, le pega e intenta matarla.
Por otro lado en su art. N° 56, el Código define al Concurso Ideal a aquel cuando
el agresor comete diferentes tipos delictivos en diferentes momentos, pero
cometidos durante un mismo acto.

El puñal que la mujer recibió en su tórax fue considerado como una lesión leve
dolosa. Según el Código Penal de la Nación Argentina, actúa dolosamente aquel
que en el momento del hecho comprende la criminalidad del acto y puede dirigir
sus acciones y se presenta un resultado crimonoso como cierto, probable o
posible, que quiere o acepta o en su reproducción no lo detiene en su obrar, es
decir, el sujeto antes de hacer algo sabe lo que va a hacer, sabe sus
consecuencias y lo hace igual.

También se debe tener en cuenta que el Código Penal, considera a las


lesiones leves, sean éstas dolosas o culposas, como acciones dependientes de
instancia privada, por lo que la investigación se podría detener en el caso de que
la víctima así lo decidiera.

Por último, la mujer manifiesta estar cansada de tener que haber pasado por
varios psicólogos, psiquíatras, abogados y policías; acá vemos como la peritada
también sufrió victimización secundaria, ya que tuvo que contar y recordar todo
lo sucedido varias veces, en distintos ámbitos y frente a diferentes profesionales
y agentes de la justicia.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

CASO 2

El caso trata de una mujer que fue víctima de todo tipo de violencia durante
casi 20 años, la cual sufrió por parte de su marido. Éste la golpeaba, la violaba,
le bajó los dientes a trompadas y le golpeaba la cabeza contra la pared, aparte
de engañarla tanto con hombres como con mujeres. La examinada presenta una
delgadez extrema, estando a un kilo de la desnutrición. Ésta acudió varias veces
a la comisaría cercana a su hogar la cual llegado el momento no quiso recibirle
más las denuncias, lo mismo pasó con el Juez que había recibido su caso, el
cual decía que la mujer fabulaba, porque nada de lo que decía había pasado. La
examinada decide ir a canal 9 donde toman su declaración, la ve una fiscal y le
pone a disposición una abogada, la cual lleva su caso actualmente. La mujer
también cuenta un hecho en que amigos “de tragos” de su marido le rompieron
los vidrios de su casa y del auto a piedrazos amenazándola de muerte por las
denuncias que estaba realizando. También remite a un trato injusto por parte de
un Profesional Psiquiatra, que la atendió en un organismo público.

El problema de la violencia en la pareja no se puede reducir a una perspectiva


de género, ya que esto, llevaría a una interpretación reduccionista de feminismo
y machismo, difuminando que la principal diferencia se establece entre sujetos y
no entre sexos. Tolerar la diferencia y la diferencia sexual es tarea de todos, es
asumir la castración simbólica. La conducta violenta puede ser considerada
como el fracaso de la sublimación de la pulsión, problema de estructura psíquica
del sujeto. Al hablar de violencia de género surge la pregunta ¿Qué generó la
violencia?.

Retomando la ley Nº 26.485 Ley Nacional de Violencia contra la Mujer, se


podría destacar principalmente el art. Nº4, porque se entiende que aporta
cuestiones claves para comprender y dimensionar esta problemática: refiere que
se “Entiende por violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión,
que de manera directa o indirecta, tanto en ámbito público como en el privado,
basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad,
integridad física, psicológica, económica o patrimonial, como así también su
seguridad personal (…)”.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

Como se mencionó anteriormente la mujer no solo sufrió violencia por parte


de su pareja sino también de agentes externos, en ámbitos públicos, cuando la
atendió el Psiquiatra, el Juez y la fiscalía cercana a su hogar. En este caso, al
igual que el anterior, la victima también sufrió victimización secundaria, fue
víctima de burlas, de menosprecio y de incredulidades por dichos agentes. Esto
conlleva a que se replantee la pregunta ¿Qué sucede con los profesionales de
la salud a la hora de ejercer su labor hacia todas las personas por igual?

La examinada, sufrió, según el art. nº 5 los siguientes tipos de violencia:

 Física: su marido la golpeaba a puño cerrado, le hizo perder al menos 4


dientes a causa de trompadas, le pegaba en la cabeza contra la pared, entre
otras agresiones.

 Psicológica y simbólica: le decía que no era nadie y que no servía para


nada, que sus pechos eran de vieja y por lo tanto no eran deseables, cada
vez que salían con amigos le pedía que no hablara mucho porque se notaría
su fea dentadura y arruinaría todo.

 Sexual: la violaba en distintos sitios, entre ellos en una trafic con más
personas, la violaba con los dedos hasta el punto de sangrar y en ocasiones
la obligó a participar de tríos en el acto sexual lo cual ella estaba totalmente
en desacuerdo. Su marido la contagió del virus HPV (Papiloma Humano), por
lo cual le tuvieron que extirpar el útero, ya que se le estaba desarrollando el
cáncer.

 Doméstica: el marido la tuvo encerrada por mucho tiempo en una


habitación prohibiéndola de una alimentación adecuada y de su libertad,
golpeaba objetos, muebles y puertas, como así también llevaba a cabo gritos
e insultos. Muchas veces la quiso apuñalar.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

 Violencia institucional: es la realizada por el profesional de la salud,


Psiquiatra, el Juez, y los policías de la comisaría cercana a su casa, no
creyéndole cuando la mujer llevaba pruebas físicas y visibles sobre su
discurso, negándole sus derechos correspondientes a esta ley,
obstaculizando e impidiendo su salvedad.

Para ampliar el tipo de violencia sexual, vamos a retomar a Garrido Genovés


(2003). Dicho autor sostiene que las motivaciones de los delincuentes sexuales
no siempre están claras y que en muchos casos no solo parece que el poder
tiene más importancia que el propio goce sexual, sino que, más aún, es
precisamente el dolor y la humillación de la víctima lo que causa ese placer.

Groth (1979, citado en Garrido Genovés, 2003) realiza una clasificación sobre
los agresores sexuales, en función de la motivación básica que exhibían en la
agresión:

1. La violación colérica: es aquella que ocurre cuando la sexualidad


constituye un medio para expresar y descargar sentimientos almacenados
de cólera y rabia. El agresor sexual (violador), emplea más violencia de la
necesaria para obligar a la víctima a ceder, debido a que la idea central
de esta violación es dañar a la mujer tanto como sea posible.

2. La violación de poder: describe al agresor que quiere poseer


sexualmente a la mujer, no quiere dañarla. Su meta es tener sexo, por
ende la violencia es del tono instrumental, para “convencer” a la mujer de
que colabore. Él quiere tener el control, experimentar estar al mando y
tener a su merced la víctima. Pero no quiere gratificación sexual, ya que
normalmente no tiene problemas en tener sexo con las chicas: quiere
precisamente, demostrar que es “lo suficientemente hombre”.

3. La violación sádica: incorpora tanto la sexualidad como la agresión.


El agresor de esta categoría elige a sus víctimas porque las encuentra
semejantes a algo que él odia, que quiere destruir, normalmente

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

siguiendo un ritual, donde puede atarla, torturarla y obligarla a que haga


determinadas cosas. La experiencia de violar, le excita enormemente.

Siguiendo lo relatado por la mujer entrevistada, se podría pensar que la misma


pasó por los tres tipos de violaciones, aunque en cada situación prevaleciera una
sobre la otra.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

CONCLUSIÓN

A partir de la investigación realizada y los casos periciados en el Cuerpo


Auxiliar Interdisciplinario, como así también lo aportado por los profesores en la
Diplomatura de Perfiles Criminales Aplicados a la Seguridad Ciudadana, se
puede concluir lo siguiente:

Los aportes teóricos y las investigaciones llevadas a cabo en el campo de


la Criminología, permiten hoy tener un conocimiento bastante certero sobre
los factores individuales y sociales que participan en el desencadenamiento
de la conducta delictiva. Esta, por otro lado ha dejado de ser considerada
desde una perspectiva unidireccional para entenderla desde la
multicausalidad, tanto en la interacción de los factores que intervienen en la
estructuración de la personalidad criminal, como en el desencadenamiento
de la conducta misma.

Básicamente, todo el cuerpo teórico coincide en avanzar sobre la


interacción de dos factores fundamentales, los individuales y los sociales.
Algunas teorías ponen el acento en alguno de ellos, dando mayor importancia
a las características individuales o a las sociales, y otras más modernas
ponen el acento en la interacción. Estas últimas teorías tratan de explicar la
constitución de la personalidad de delincuente y el desencadenamiento de la
conducta delictiva desde una espiral en la que la interacción de los factores
va consolidando características personales especiales, que en interacción
con un entorno y momento particular, desencadenan el accionar delictivo.

Siguiendo a Skinner (1983), la conducta criminal y la violencia, serian


aprendida mediante la observación directa de las mismas; los delincuentes y
agresores sexuales adultos o aquella persona que ejerce la violencia de alguna
manera, es porque, en su infancia ha sido partícipe o ha estado inmerso en un
ambiente violento. Estos modelos pueden ser aprendidos mediante los medios
de comunicación (tv, diarios, revistas, radio, internet) o bien, porque la persona
vivió esa violencia y agresión en el seno de su familia de origen, por lo que de

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

adulto lo pone en acto, es decir, realiza de manera activa lo que de niño vivió de
manera pasiva. Varios de los agresores sexuales sufrieron violencia sexual
(fueron violados), en algún momento o en varios de su niñez, lo mismo ocurre
con algunos delincuentes que ejercen la violencia doméstica y/o intrafamiliar; de
niño observaron como su padre le pegaba a su madre o a sus hermanos,
incluyéndolo a él también.

Lo mismo podría ocurrir en los casos de algunas mujeres que son víctimas de
violencia de género; ellas han desarrollado un tipo de estructura de personalidad,
donde se incluyen factores sociales y familiares violentos. Algunas de estas
mujeres, en la vida adulta, repetirán esa conducta pasiva y sumisa, buscando y
repitiendo en su elección, un hombre que la haga sentir así una y otra vez, que
ejerza la violencia sobre ella. También podría ser que, por el contrario, en otros
casos puede suceder que ella sea la que ejerza de manera activa la violencia
que vivió de niña en forma pasiva.

La teoría de Skinner se utilizaría como posible explicación del


desencadenamiento de la conducta criminal, más no aún, como justificación. No
todos aquellos que han sufrido violencia sexual o violencia doméstica e
intrafamiliar, son agresores sexuales o violentos en sus casas una vez adultos,
por el contrario, toman esas experiencias como negativas, aquellas que no se
deben repetir, aquellas conductas que deben ser castigadas.

Por otro lado, en lo que respecta al reto del/a psicólogo/a en el ámbito


jurídico, más específicamente cuando trabaja como perito, es profundizar en el
estudio de la personalidad de cada persona que es periciada, responder a los
puntos de pericias pedidos por el juez y “ayudar” a éste a tomar la decisión “más
correcta y adecuada” para cada caso en particular. Debe poder desarrollar
destrezas y algunos artificios para que la entrevista con la persona sea lo más
amena posible, porque casi en la mayoría de los casos se observaron fuertes
resistencias, lo que podría deberse a que las personas que se someten a una
prueba pericial son mandadas por un otro y no están allí por decisión propia, es
decir, en algunos casos no hay una demanda por las personas periciadas, por lo
que no hacen una implicancia subjetiva desde el principio.

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PERFILES CRIMINALES APLICADOS A LA SEGURIDAD CIUDADANA

Aunque la función del psicólogo como perito es totalmente distinta a la


función que cumple en otros ámbitos como por ejemplo la clínica, se considera
que el psicólogo no debe perder esa capacidad de escuchar lo que se dice más
allá de lo enunciado y poder ver más allá de lo aparente, poder interrogar y
dejarse interrogar. Por otro lado el psicólogo no debe perder la capacidad de
sorpresa, ya que en todo momento en la práctica y en el desempeño de su
profesión debe dejarse atravesar por la experiencia del caso por caso y de cada
situación.

Por último, se puede concluir que es posible reconocer producto de los


conceptos y las experiencias de vida transitadas durante la práctica en el C.A.I.,
la multiplicidad de factores que influyen en la consagración y mantenimiento de
las interacciones violentas como modalidad de comunicación. En donde
principalmente toma presencia con mayor énfasis, la fuerza de lo dicho, de las
palabras como instrumento de la violencia; canal de comunicación privilegiado y
cotidiano en donde son propiciadas las interacciones violentas, dentro del
sistema familiar y de pareja.

Cabe destacar que en relación a la temática trabajada, el rol del psicólogo


toma gran importancia en la detección de las interacciones violentas, así como
también en la disminución de la naturalización de las mismas, que conllevan a
situaciones de vulnerabilidad; particularmente, es responsabilidad de los
profesionales de todas las áreas relacionadas a la salud y la justicia, revelar los
motivos que contribuyen en la generación y mantenimiento de las interacciones
violentas y a su vez, brindar alternativas de intervención desde la psicología,
promoviendo el trabajo desde la interdisciplina e intersectorialidad.

Para ello, como fue mencionado a lo largo de este trabajo, es necesario el


planteo y la puesta en marcha de la interdisciplina e intersectorialidad como
modo de intervención conjunta, en donde se involucren los principales actores
intervinientes en la problemática de la violencia. Los mismos abarcan desde
aquellos que realizan el primer contacto con la mujer que asiste a denunciar,
hasta los organismos encargados de realizar las diferentes actividades
periciales, así como también a los responsables de tomar las decisiones

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necesarias para disminuir o eliminar el riesgo vital de la mujer inmersa en un


sistema de violencia; a aquellos encargados de brindar tratamiento y apoyo y
principalmente, a las protagonistas y receptoras de las acciones impulsadas.

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