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antiguas.
por Iñigo Arista
Se tiene por admitido que la mencion mas antigua de los vascos aparece con el
nombre de Vacceos en el fragmento 91 de Livio que narra las campañas del
76 de las gerras Sertorianas, según Schulten, que sostiene que Calagurris era
ciudad vascona lo que afirma contradiciendo a Livio y a Plutarco que la
atribuye a los vacceos, sin embargo esta ciudad estaba adherida al partido de
Sertorio y los vascos no aparecen mencionados en esta guerra sertoriana, ni en
las sublevaciones de los pueblos del Ebro (Borja, Cascante, Cortes) próximas
a Calagurris, donde si son mencionados los ataques que sufrieron estas
ciudades de los púnicos o cartagineses que, sometidas al control púnico aparen
como "aliadas" de los cartagineses y enemigas de Roma, como ocurrió
primero con la Calagurris de los Berones, después la Jaca de los Iacetanos y
finalmente los territorios de los Suessetanos, todas ellas, sitiadas y asaltadas
por Anibal (Tito Livio segun M.Pedro de Medina). El primer caso fué el de
los jacetanos (aquitanos), que dejaron de ser mencionados en el período entre
Catón y Graco (184 aC) en las zonas donde luego se sitúa a los vascones, pero
que continuaron acuñando moneda propia en sus territorios de la Aquitania
con la inscripción «I.A.Ca», coincidente con la mención de Estrabón, que data
de finales del siglo I a. C. y comienzos del siglo I d. C.
La crónica poética de Silio Italico del año Año 68 dC cita siempre a los vascos
como parte de las tropas punicas de Anibal junto a otras gentes de la Baetica y
Baleares. En Punica. IX.227-234 cita a los Cantabros combatiendo frente al
ejercito cartagines de Magon formado por Vascos, lanzaderos Baleares y
Baeticos: "At parte in dextra, sinuat qua flexibus undam Aufidus et curvo
circum errat gurgite ripas, Mago regit. Subiere leves quos horrida misit
Pyrene, populi varioque auxere tumultu flumineum latus: effulget caetrata
iuventus: Cantaber ante alios nec tectus tempora Vasco ac torto miscens
Baliaris proelia plumbo Baetigenaeque viri.". "En la parte derecha, donde el
río Aufido se torcía y se movía en círculo en su propia orilla con grandes
masas de agua, comandaba Magón, bajo su mando los livianos a quienes
zarrapastrosamente trajo del Pirineo, gentes variadas que aumentaban el
tumulto que ya llevaba el rio; Refulgían los escudos de la infantería; los
Cantabros frente a los otros el Vasco que tampoco entonces llevaba casco, en
desordenada mezcla con los Baleares que combatian con plomo y hombres de
la Baetica.
Sil. Ita., Pun. III.357-358: "Nec Cerretani, quondam Tirynthia castra, aut
Vasco, insuetus galeae, ferre arma morati.": "Ni los Cerretanos, en otro
tiempo campamento Tirintio, ni el Vasco, no acostumbrado al casco, se
demoraban en el uso de las armas":
Sil. Ita., Pun. V.195-197: "Tum, quo non alius venalem in proelia dextram
ocior attulerit conductaque bella probarit, Cantaber et galeae contempto
tegmine Vasco":"Tambien los Cantabros, que no se dejaban comprar por
otros, eran más prestos a alquilar su destreza en el arte de la guerra para
probarla en batalla, y el Vasco que rechaza cubrirse con casco."
Tambien desde estos mismos datos, la tésis que sale apuntalada sigue siendo
la misma; con independencia de las sublevaciones celtiberas contra los abusos
de algúnos régulos romanos, que las hubo, y de los enfrentamientos entre
seguidores de Sertorio o Pompeyo, que tambien los hubo, los bascones
formaban parte de los púnicos que invadieron las tierras de Berones, Jacetanos
y Suessetanos, primero la ciudad de Jaca como acredita la expedición de
Catón contra esta ciudad de la zona aquitana, a la que atacaron con ayuda de
los suessetanos, y después las de estos últimos que siguieron igual suerte que
los iacetanos. Se ha venido sosteniendo tambien que las invasiones punicas
atravesaron el Pirineo bordeando el Mediterraneo, pero lo que relata Tito
Livio es que en la region de los edetanos, la antigua Etovisa (ahora Benifazá),
las tropas de Anibal se dividieron para pasar el Ebro, una parte se dirigió por
la costa, otra por la región de los ilerketes o ilergetes y la otra hacia la Galia
Aquitana. Tambien este dato, junto a la falta de ciudades y solares estables y
delimitados atribuibles a los bascones en aquella época, es confirmado por los
autores modernos que los situan en lugares tan distantes como la región de
Sangüesa (Masdeu) o Tarragona (donde Schulten los identifica con los
cosetanos), esto es, en toda el area donde se había producido el paso y la
masiva desbandada de las tropas púnicas de Anibal y Asdrúbal. Finalizadas
las guerras contra los punicos en Hispania, los vascones que no fueron
muertos, huyeron a la marginacion en las montañas o quedaron como siervos,
manteniendo enfrentamientos y asaltos a las poblaciones, hasta que a finales
del Siglo XIII los reyes hispanos comenzaron a autorizar la fundación de
nuevas villas y pueblos bajo el gobierno de los señoríos y mayorazgos
castellanos, navarros y aragoneses, reconociendo a los vascos fuero de
ciudadanos libres pero con derechos limitados. Situaciones similares debieron
producirse en otros puntos de Europa aunque en una proporción inferior. Uno
de estos enclaves parece ser el que padecieron los Eburones (Los del Tejo) en
la Galia germánica (Belgica) que debieron estar sometidos a un pacto de
fuerza o pacto-secuestro similar al que impusieron los cartagineses a
suasetanos, iacetanos y probablemente a los numantinos, pues el año 53 aC.
según narra Cesar (De Bello Gallico, VI,31,5) se encontraban gobernados la
mitad de ellos por Ambiórike y la otra mitad por un tal Catuvolco (de Catu:
atacante) y Volcae:Belgas) que a la llegada de las tropas de Cesar, se suicidó
con una infusión de tejo viéndose incapaz de afrontar el combate o la huída
despues de lanzar contra Ambiórike toda suerte de maldiciones por haber
propiciado el ataque romano; no solo lo anómalo que resulta entre los celtas
que un mismo pueblo tuviera dos reyes, sino que la suerte de los enemigos
tras la llegada de las defensas romanas fué idéntica a la que sufrieron los
cartagineses en Hispania una vez liberadas las poblaciones celtas que habían
ocupado: los que no conseguían huir eran ejecutados o vendidos como
esclavos, pero además en este caso, los huídos del bando de Catuvolco
regresaron precisamente a la misma zona del territorio cántabro donde casi
siglo y medio antes se habian refugiado las tropas púnicas desgajadas del
ejercito de Asdrúbal; ello unido a la etimologia de estos dos nombres,
Ambiorike: rey de ambos y Catuvolco, y que ademas en estas fechas se
encontraban simultaneamente en el Sur de Francia, el Rio Ebro, Moravia y
Asia Menor (Anatolia), todo ello apunta hacia el origen punico de estas tribus.
Tambien en tierras de Escocia se registra la presencia de la huella púnica en
los Pictos, registrados por los Romanos en el area de Caledonia inicialmente
atribuida a los Britones. Los Pictos eran un pueblo de lengua y costumbres no
indoeuropeas, como la de tatuarse el cuerpo, comun a la de los bereberes de
Marruecos hasta la prohibición del Corán, y que, como aquellos, al no
disponer de mujeres suficientes, tomaban sus esposas de los escoceses (Bede
'Historia Ecclesiastica' Book I Chapter 1) .
Otras teorias suponen a los maragatos una rama de los vaqueiros, otro grupo a
quienes los paisanos locales manifestaban franca hostilidad, en las tabernas se
les servia la bebida en vasos hechos de cuerno como muestra de desprecio
pues les estaba vedado los de cristal reservados sólo para los locales, los bailes
en las romerías tenían que hacerlos aparte, les estaba prohibido portar cruces,
pendones o imágenes en las procesiones, estaban relegados a la parte posterior
de las iglesias y las canciones y dichos ofensivos sobre ellos se prodigaban;
Diego das Marinas, noble asturiano señor de la Campona, Grado, a mediados
del siglo XVII había elevado una petición al rey para que se castrase a los
vaqueiros y que de esta forma no se propagase esa, en su miserable opinión,
despreciable raza y en el XVIII José Fuertes de Sierra, descendiente de la
nobleza asturiana de los Miranda, hace las misma consideraciones. Aunque
tambien era evidente el mestizaje en mayor o menor grado de estos pueblos
con autoctonos, mantuvieron la conciencia de no pertenecer al pais en el que
se encontraban, así, llamaban a los locales con apodos despectivos como
"xaldos" que en euskera significa memo, ingenuo (txaldan) o babayos que en
euskera significa fatuo, imbécil (babalore, babazto o babazorro como
llamaban los vascos a los alaveses y vizcaínos). Igual que los vascos antes de
pacificarse practicaban el bandolerismo, y luego al pacificarse adoptaron los
mismos oficios que los vascos, pastoreo, el carboneo, la arriería y la trajinería,
casqueros, o los populares serenos, oficios transmitidos de padres a hijos que
coparon hasta finales del XIX y que estaban mal considerados en la sociedad
española de aquellos años, y tambien sus apellidos: como los maragatos
Larriera, Aldaz, Betarte y los vaqueiros: como Ardura (en euskera encargado,
responsable, cuidador), Boto (en euskera el lugar apartado en la era para el
carboneo), Parrondo (es el apellido vasco Barrondo -natural, normal, común-
o Iben Barrondo hoy transformado en Ibarrondo) y toponimos como los de la
braña de Butxacente o Bullacente (precipicio obturado) en la parroquia de
Rellanos, la braña de Businán (en euskera butxatzen: bloqueado, obstruido,
taponado, del que derivan los apellidos vascos Busian, Busiain, Besoain,
Beasoain), Busindre (euskera: bustitzen: empapado, mojado), Zreicu (en
euskera Zarakar: sarna ), Beisapie (en euskera Basabehi: vaca montaraz,
vacuno de monte, bovino de monte); Uria nombre de diversas aldeas vascas
con torrentes o lago, de la palabra bereber Uurir que da nombre a varios oasis
o Luarca (posible identidad con la Lorca murciana y la Lorca Navarra,
procedentes de Lurqa, arabización del nombre original Ilurci/Ilurco). El Pacto
de Teodomiro (en el 713) entre Abd al-Aziz arabización del nombre original )
uno de los asentamientos de vaqueiros de alzada; Tambien idéntica costumbre
a la de los vascos del Pirineo era la de formar el mayor escándalo posible,
haciendo sonar cenzerros, cuando bajaban de la montaña con su ganado de
trashumancia y pasaban por el medio de las villas, para que los "xaldos"
saliesen a ver el buen ganado que tenían y así darles envídia. El propio Sabino
Arana confirma en su obra el deseo de los vascos de distanciarse de los suyos
: "aquí padecemos muy mucho cuando vemos la firma de un Pérez al pie de
unos versos eusquéricos, u oímos hablar nuestra lengua a un cochero riojano,
a un liencero pasiego o a un gitano". Pasiegos,Vaqueiros, Maragatos y Vascos
compartian tambien con los vascos la misma forma de vida nómada y de
montañeses en lugares altos, mal comunicados y poco aptos para la
agricultura, donde abrían cuevas para su vivienda segun la costumbre
berebere, así los Maragatos se instalaron en el monte Teleno, el antiguo
Tilenus, monte sagrado de los astures de 2.188 m. de altitud y compartían
tambien con los vascos la dedicacion al pastoreo trashumante y no estar
asentados de forma permanente en ningún sitio ni estar empadronados; sus
aldeas (palabra importada del vasco como alcalde que sustituyo en España a
partir del S XII a los antiguos 'lugar' o 'vila' y a 'rexedor' o regidor o mas tarde
'maior' al mismo tiempo que aparecen en la documentacion otros terminos
orientales como azea, zapato y otros), carecian de demarcación territorial
propia, como los asentamientos jitanos y eran normalmente pastores al
servicio de los Monasterios, por eso estaban organizados en feligresias o en
anteiglesias como los vascos, que no recibieron el privilegio de villas hasta el
S XVII. Como los vascos, los vaqueiros no tienen un folclore propio, sino que
se trata de su reinterpretación como grupo social de las tradiciones de su
entorno.
Otro grupo del mismo origen étnico fueron los ' macips ' (esclavos) en
Cataluña, que se autodenominaban bastaixos (del vasco bazter: separados,
apartados ), que aunque ya eran libres en el primer cuarto del Siglo XIV y
organizados en cofradias, las '' Usatges '' catalanas les atribuian las
obligaciones propias de los siervos, como acarrear sobre sus espaldas desde la
cantera real de Montjuic las impresionantes rocas que despues serían labradas
a pié de obra de la catedral de Santa Maria de La Mar de Barcelona. Tambien
eran traidos de Canarias como esclavos, en concreto está documentada la
traida a España desde La Gomera de cientos de esclavos denominados
"moros" por Ferrand de Peraza, hijo de Diego de Ferrara, tráfico que finalizó
en 1477 por carta ejecutoria de los Reyes Católicos ante las protestas de la
iglesia que ya los consideraba como "cristianos e libres, pues estavan en
amparo de la Santa Madre Iglesia", como imploraba Fray Juan de Frías ante
los reyes Isabel y Fernando, que denunció también la complicidad del
Gobernador de Canarias Fernando Peraza en este tráfico indigno y, tras su
muerte, de su viuda Doña Beatriz de Bobadilla que continuó con este tráfico a
través de Alonso de Cota , que se vió obligada a devolver 500.000 maravedíes
a fin de restituir lo cobrado a los compradores por la venta de dichos canarios
pues, a partir de entonces, bajo la tutela de la iglesia, fueron considerados
cristianos, libres y horros. Pero todas estas poblaciones continuaron
padeciendo la discriminación tanto por parte de la sociedad, como de la
autoridad civil y, la propia iglesia que los tutelaba, ya que los relegaba a la
parte posterior de los templos tras una señal o marca en el suelo o tras una
"viga", discriminaciones que no fueron eliminadas hasta mediados del XVIII
tras varios edictos gubernamentales, como el dictado por el gobernador
Cermeño, pero para entonces el odio de estas poblaciones a los españoles se
habia alimentado y transmitido de generación en generación. Sin embargo ese
mismo trato discriminatorio tambien les sirvió para gozar de ciertos
privilegios de los que no disfrutaba la población natural, como era el estar
exento de levas, de algunos impuestos, de trabajos comunales y del servicio
militar. Este estado de cosas no habría de cambiar hasta principios del siglo
XIX. Los que emigraban a "las villas" o a la "capital" procuraban esconder su
ascendencia e incluso, llegado el caso, eran los primeros en mofarse de su
grupo etnico. Si bien es verdad que en el pasado se les discriminó y
vilipendió, en este siglo les han salido tantos apologistas que en su afán
redentor han llegado casi al ridículo. Restos de estos enclaves moriscos
aislados, todos ellos de montaña y centros de operaciones de antiguos
bandoleros o guerrilleros, fueron Urriellu (Cabrales, Asturies),Urría (Somiéu,
Asturies), la loma de Arzabal (Asturies) en cuyas laderas se juntan cuatro
concejos asturianos: Gijón, Villaviciosa, Siero y Sariego. La poblacion de este
origen mas o menos dispersada por toda la Iberia y también Europa, se
encuentra racialmente integrada desde hace varios siglos. Tambien en los
topónimos, principalmente de Guipuzcoa quedó plasmada la identidad bereber
de los vascos de origen, no solo en el bandidaje que asoló esas tierras durante
siglos, sino en el morfema “mor” –moro– que se aplicó a los nombres o
asentamientos de vascos, como Murua, Murueta, Morueta (de donde los
nombres Mairu, Mauru, Maruri, Marauri, Marulanda, Muruzábal), Libano y
Murelaga (antes Aulestia), éstas últimas pertenecientes a la merindad de
Busturia, que al repoblarse con vascos sustituyeron a los topónimos anteriores.
Amurrihuri (estar de murria es estar de paso; Amurrio: nostalgia vasco) es
nombre de un asentamiento de vascos en los Montes Obarenes de Burgos.
Al igual que las lenguas indoeuropeas, entre ellas la lengua celta, la diversidad
en el panorama de la lengua berebere tiene un único sustrato básico - camítico
– que es el libio antiguo, de la que se ramifica el berebere como una única
lengua fragmentada en dialectos. Así lo constató San Jeronimo quien dejó
escrito que la lengua punica era un dialecto de la hebrea: ' lingua Punica
vicina est et contermina Hebraeae' (Sanctus Hieronymus Quoest y Genes.); Lo
mismo se documenta en los textos de Petrus Johannis Olivi, In Gen., cap. 12: '
lingua Punica, quae vicina et conjuncta est Hebraeae' y 'Linguam autem
Punicam videtur Hieronymus hic vocare linguam Phoeniceam, idest
provinciae Phoenicis, in qua sunt Tyrus et Sidon: licet alibi saepe sumatur pro
terra Africana et Mauritana'; y en los textos de Santo Tomas: ' Lingua quoque
Punica, quae de Hebraeorum fontibus manare dicitur, proprie virgo halma
appellatur ' (Santo Tomas de Aquino, Catena in Mt., cap. 1, ). Los eibarreses,
llamaban "giputz - coanos" a los habitantes de las aldeas o asentamientos de
vascos que estos autodenominaban ' gibutz ' (SXII), palabra que en euskera
significa unión, eslabón (de una cadena), hermandad, como en berebere y
hebreo, de donde viene el nombre de Guipúzcoa, pues en su origen no era
provincia, sino hermandad de villas repobladas con vascos de fundacion
medieval, traídos por las Cartas pueblas y Reales Cédulas como la del Rey
Don Enrique III en 1397 que dió las ordenanzas de esta hermandad;
Guipúzcoa, nombre euskera, en oposición a los nombres de Vizcaya y Alva
ambos de origen cántabro, el primero del celta indoeuropeo 'Bis' (doble) y
'Cay' (cayo, protuberancia) por la marcada forma de su bahia entre dos cayos,
y el de Alava, del topónimo prerromano celta Alba (blanco) apócope de
Alava, por su cerro de escarpados roquedos calizos, atestiguado como Alapoi
en bronce de Medinaceli (la antigua Occilis, la ciudad celtíbera de los belos ),
donde aparecen opoi y Alapoi y Alabensis y Alaba en Ptol. II, 6, 58N y Plinio
(N.H., III 25) que cita a los Alabanenses como civitas de los Vardulos en el
Conventus Cluniensis. El toponimo antiguo Alba es citado entre los Vardulos
tanto en el Itinerario de Antonino como en el Anonimo de Ravena y en
Ptolomeo (II, 6,66) lo que descarta toda posibilidad de que fuera ciudad
vascona, ya que los vascones estaban asignados al Conventus
Caesaragustanus.
Por lo que respecta a la popular tesis vascoiberista sostenida desde antiguo por
ilustres eruditos vascos, como E. de Garibay, B. De Echave, el Padre
Larramendi, P.P. de Astarloa y J. B. de Erro y Azpíroz, tuvo como máximo
difusor en el extranjero a G. de Humboldt en su obra Primitivos pobladores de
España y Lengua Vasca, publicada en alemán en 1821. El eminente lingüista
H. Schuchardt desarrolló la tesis vascoiberista (Die iberische Deklination,
1907) estudiando las inscripciones ibéricas sobre la lectura que de éstas había
hecho Hübner. Pero buena parte de las interpretaciones de Hübner hubieron de
ser rechazadas, con lo que la tesis de Schuchardt de que el vasco es el
representante moderno del ibero perdía su punto de apoyo. Menéndez Pidal,
basándose principalmente en datos tomados de la toponimia peninsular, fue un
claro defensor de esta teoría, opinaba que la relación que guardaban las
lenguas de tipo vasco con las de tipo ibérico de Levante se iría esclareciendo
sobre todo mediante el estudio de la toponimia, y no tuvo el menor recelo en
calificar el euskera como lengua neo-iberica. Hoy la opinión de los
especialistas es absolutamente contraria a esta tesis, pues los celtíberos
aparecen contínuamente en las fuentes antíguas en todo el Levante Ibérico,
por lo que esas otras lenguas no indoeuropeas o, mal llamadas, íberas serían
necesariamente las habladas por las posteriores invasiones púnicas. Tanto A.
Tovar como L. Michelena han analizado los casos en que se puede hablar de
correspondencia de términos ibéricos y vascos y han llegado a la conclusión
de que son tan escasas las correspondencias seguras que no pueden justificar
un parentesco genético, sino simples préstamos. El mismo Schuchardt,
además de la relación con el ibero, estudió las evidencias del parentesco con
lenguas de la familia afroasiática o camitosemítica particularmente del Norte
de Africa, relación que ya había sido apuntada en 1894 por G. von der
Gabelentz y lingüistas como Uhlenbeck y Lafon. En el volumen de la revista
Euskera de 1972 se puede leer la exposición de H.G.Mukarovsky sobre las
relaciones entre vasco y bereber que presentó este linguista en los primeros
Encuentros Internacionales de Vascólogos Gernika-Lejona 1980; tambien
Krutwig Sagredo en su obra "Computer Shock Baskonia" año 2001 (página
326) reconoce la similitud entre euskera, wanche y bereber documentada en
los testimonios del vaticano sobre la conquista de Canarias, aunque matiza
que la similitud es mas propiamente entre líbico y euskera. El antropólogo
francés Broca señala tambien el claro origen africano del pueblo vasco y las
muchas semejanzas entre las lenguas berberiscas y la lengua vasca. La
escritura bereber originalmente fue una forma modificada del alfabeto púnico,
algunos de los signos son claramente comunes a ambos alfabetos como g, h, z,
y, l, n, q, r, š, t. Esta escritura sobrevive aún entre los Tuareg. Las
inscripciones líbicas de Canarias también usan signos basados en el antiguo
alfabeto bereber. Con la politica de normalización linguistica, para
"reconstruir" el euskera se creó el batúa que es el vasco que ahora se enseña
en los centros escolares, reconstruido a base de neologismos y prestamos
extraños al vasco en mas de la mitad de su vocabulario.
La diferencia entre estos invasores cartagos, phoenos (fenicios) o libiofenicios
y la poblacion española prerromana era manifiesta. En la batalla de Ilipa, la
mas difícil a la que Publio Cornelio Escipión se enfrento en Hispania, al
propagarse la noticia de su enfermedad y después el rumor de su muerte, la
guarnición romana que se mantenía acuartelada en Sucro (206 ó 205 a. de J.C)
y que vigilaba el norte peninsular, se rebeló contra sus mandos y entró en
abierta sedición. El fenicio Magón Barca buscó a la desesperada sacar partido
de la situación enviando agentes con dinero para sobornar a los cabecillas de
la rebelión, lo que le permitió tomar las ciudades de lacetanos, suesetanos y
sedetanos, mientras los regulos ilergetes permanecían inactivos. Mandonio
miembro del ejercito cartagines, tras enfrentarse con Asdrúbal se había puesto
a las órdenes de Publio Cornelio Escipión, pero cuando corrió el rumor de la
muerte de Escipion, se volvió de nuevo contra los romanos, atacando al
territorio sedetano (o puede que edetano) donde mantenía un campamento
atrincherado levantado en la ultima de sus incursiones meses atrás de unos
20.000 hombres y 2.500 jinetes, pero de nuevo esta guarnición cartaginesa
huyó en desbandada tras ser rodeados y atacados por los ejercitos romanos y
aliados. En estos sucesos, la aparente inactividad del rey Ilergete Indibil, e
incluso su supuesta colaboración con Mandonio sostenida por algunos
historiadores, era forzada por los punicos que tenían secuestrados a su mujer e
hijos, situación que confirma que no solo no fué represaliado por Escipión,
sino que el consejo de la ciudad Ilergeta entregó Mandonio a los romanos, que
lo ejecutaron y aprobó el pago de una compensación económica para hacer
frente a los gastos del ejercito romano en su defensa, pues así es como lo
atestigua Livio (Liv. XXVI-50) ) que tambien narra como el Princeps
Celtiberorum Allucius facilitó a Escipion una caballeria compuesta por 1.400
jinetes elegidos entre su clientela en agradecimiento al ejercito romano por el
rescate de su prometida de manos de los cartagineses y Polibio (Polib.X, 37-
38) que relata como las tropas de Indibil acamparon con las romanas de
Escipión y marcharon contra Asdrúbal; en estas fechas (209 a.C.) las crónicas
no hacen mención alguna a vascones. El ejercito púnico fué definitivamente
derrotado en Ilipa (207 ó 206 a. de J.C.), por mas que el incombustible Magón
Barca albergase hasta el ultimo momento la esperanza de restablecer el
dominio cartagines aprovechando la sublevación de los legionarios en Sucro.
Desde Iliturgis, regresó Escipión hasta Turdetania contra otra ciudad, esta vez
Castulo, tomada por otro contingente púnico al mando de Himilcón, huído de
la derrota de Ilipa pocos meses atrás, el cual, atemorizado por las noticias
llegadas de Iliturgis, para pactar su rendición a los romanos solicitó la
mediación del rex de la ciudad Cerdubelo, nombre tipicamente celta prueba de
la importancia de este elemento en la Turdetania como lo indican los nombres
celtas de las monedas de Obulco (Tovar, Zephyrus, 3, 1952, 219 y ss.), otras
numerosas fuentes (Str. III, 2, 15) y la misma familia de Séneca, de
ascendencia céltica. Cerdubelos, de acuerdo con los romanos, entregó a los
cartagineses que pasaron a la cautividad. Los historiadores han venido
considerando iberos a los kessetanos también nombrados cossetanos que
poblaron la Ciutadella de Calafell y toda la zona del Penedès, pero Schulten
los identifica con los vascos y tambien las tésis de los autores modernos que
situan a los vascos en lugares tan distantes como la región de Sangüesa
(Masdeu), esto es, toda el area donde se había producido la masiva
desbandada de las tropas púnicas de Anibal y Asdrúbal, tésis avalada tambien
por el nombre "goseti" ( hambriento en vasco). Tambien hasta hace poco los
historiadores han llegado a presentar a Mandonio y a Indibil como celtíberos o
íberos, e incluso como hermanos, pero lo cierto es que, además de la
diferenciación que hicieron de ellos los romanos, el nombre Mandonio es
punico y perfectamente traducible desde el vasco (Mandonio en vasco es duro,
insensible y tambien mulo), mientras que Indibil no encuentra vinculo alguno
con la lengua vasca y está relacionado en cambio con el nombre celtíbero
Andevalo tal como lo cita Plinio. De hecho, todos los nombres cartagineses
tiene traducion mas o menos directa desde el vasco, lo que no ocurre en
ningun caso con los nombres celtiberos. Asdrúbal Janto, en vasco de
(h)Austura-bal: el gran aplastador, apabullador, pulverizador y Janto: amo,
cacique, (los Jantos -hoy Jauntxos- de las bandas que asaltaban las haciendas
y repartían el botín entre los suyos); mientras que Amilkar Barca: del vasco
Amilkari: "El arrollador" arrollar, precipitarse, no olvidemos que este
personaje era tambien conocido en la antiguedad como "El Rayo" lo que es
plenamente coherente con esta etimología ; y Barca del vasco barka o abarka:
rama o ramaje o de ramaje -calzado de ramaje; y Magón, en vasco "El
Arquero" puesto que Makon es arco en vasco. Evidentemente, la lengua
celtibérica y la latina son mucho más parecidas entre sí que ésta última con el
púnico, por lo que estos nombres son aproximaciones latinas de los genuinos
términos púnicos.
Los textos que han sobrevivido, que datan de unos 500 aC, establecen el mapa
linguistico europeo y de ellos se desprende que las lenguas europeas
pertenecen a una única familia Indo-Europea, a la que son ajenas el vasco,
ugrofines, turko, hungaro, estonio y sami (la lengua de la pequeña minoría
indígena de Laponia), pertenciente la primera a la rama semito camítica y las
segundas, denominadas ugro-finesas, uralo-finesas o ugro-altaicas, a la rama
intermedia entre ésta y la altaica (mongol, manchú) procedentes de las
sucesivas invasiones, púnicas (S II aC), Hunos de Attila (S V), Otomana (S
XVI) y Tartara hasta bien entrado el S XVIII, todos del mismo origen origen
semito-camita que invadieron Europa por ambos extremos. Bey o Beg,
nombre que las tribus turcomanas usaban para designar a su jefe, era el mismo
título de los monarcas de Túnez.
La misma linea indoeuropea atestiguan los bronces "res" de Cortona, que son
ordenanzas y reparcelaciones de terrenos. La tessera de Caurel (Lugo) datada
en el 28 dC hecha entre Tillego, hijo de Ambato y los magistrados de los
lougos (lugares) del castellum Toletense, Latino hijo de Aro y Aio hijo de
Temaro (A. Tolosa Leal. Las Tesserae Celtibéricas y F. J. Rubio Orecilla: La
tésera celtibérica de Sasamón); la tésera de hospitalidad de Monte Cildá
publicada en la revista "Complutum"; la inscripción de Retortillo (Julióbriga,
Cantabria). Sobre el utillaje celtíbero, la Fusayola de Monreal de Ariza con la
inscripción : SUSATI KALIN UTA AS (USAD CAÑAMO Y USO), Kalina
se conserva en ruso como nombre del cáñamo (Viburnum opulus). Todo ello,
así como los nombres indígenas Ambato, Sekaida, Danuvio, Bodo, Bovecio,
Cadus, Lugua (femenino de Lug), Brigetino, etc., dejan bastante claro el
origen celta de los pueblos indígenas de España, lo que obliga a abandonar el
intento de interpretar nuestro legado arqueológico a partir del vasco, como se
comprobó con el Bronce de Botorrita, que abandonó esa via por el concurso
de filólogos como Tovar y De Hoz que señalaron el claro matiz indoeuropeo
de la inscripción y más concretamente su celtiberismo.
En todos los textos epigráficos celtiberos estan presentes las palabras que
nuestros antepasados comenzaron a escribir, al menos en el siglo VII a. de C.
Afirmar, según suele hacerse, que estas voces, vivas en el castellano actual
con idéntica forma y contenido, son “préstamos del latín” es pura “boutade”.
Cierto que, en ambos aspectos, son iguales o muy similares a sus
correspondientes latinas, pero hoy es un hecho indiscutido ya que el etrusco,
lengua también prerromana esta íntimamente vinculada a la celtibérica. Entre
estas palabras podemos citar: estanca (estanque, presa) en el Bronce de
Luzaga; liga (liga, pez), en el tapón de la colección Pellicet; katibu (cautivo)
en la piedra de Alcalá del Río; berga (berga, viga, vara, palo) y anka (anca,
cadera) en el Bronce n° 1 de Botorrita; kame (cama), salto (salto, cubrición),
gusto (gusto, placer), bono (bueno) y pasio (pasión) en el plomo de Ullastret I;
gente (gente) en la tésera colección Turiel n° 13; parte (parte) en el vaso del
Caballo de Lliria; ira (ira, cólera) en el Plomo de Pech Mahó y en otros más;
aire (aire) en el Plato de plata de Abengibre; anima (ánima) en la Estela de
Tarragona; goza (gozar) en la Tésera de Uxama; mundo (mundo) en la Tésera
La bota; selda (celda) en las Estelas funerarias de Cretas y en las de Cabanes y
otros; ama (ama, madre) en la Estela de Fraga; tita (tita, gallina) en la Tésera
de Turiel n° 4; punta (punta, vértice) en el Bronce de Kortona; gisa (guisa,
manera) en el plomo Serreta de Alcoi; boto (botón, yema de árbol) en los
Plomos de Castellón y Vall d’Uxó; kaden (cadena) en el Denario de Liedres;
era (era, tiempo, época) en el Plomo del Vall d’Uxó y en el Bronce grande de
Botorrita; beda (veda, prohibición) en el Bronce grande de Botorrita; ara (arar)
en el Plomo de Caudete de las Fuentes; anisa (anís) en el Vaso de El
Alcomocal; seda (seda) en el Huso de Peña de las Majadas; orto (huerto) en el
Kálato de Alloza; luto (luto) en el Bronce de Luzaga.
Istolacio, Indortes y Orisson fueron los tres primeros rex hispanos que se
alzaron en armas contra la invasión púnica, capitaneando a los tartesios,
célticos, lusitanos y beliones. Fue el primer gesto documentado de la
resistencia y luchas sostenidas desde el año 238 a.C. contra la invasión
cartaginesa que hasta entonces se había limitado a fundar colonias comerciales
en el litoral. Amílcar prosiguió por el Ebro con su gente hacia los Pirineos, y
en la región de los laletanos echó los cimientos de Barcelona, que denominó
Barcino, nombre patronímico de su linaje. Su proyecto era la total conquista
de España, que hubiera realizado de no haber tropezado con la oposición de
los tartesios y los célticos del Cuneo, que se levantaron en armas, prestos a la
defensa de su independencia amenazada, capitaneados por Istolacio.
Derrotados por Amílcar, fueron devastados sus campos y condenando
Istolacio al suplicio de cruz. Después invadió las tierras de los lusitanos y de
los vettones, donde cincuenta mil combatientes mandados por Indortes le
opusieron resistencia, pero fueron finalmente arrollados e Indortes, al igual
que Istolacio, fue crucificado por los cartagineses. Pronto iba a encontrar
Amílcar resistencia más vigorosa que la que había hallado hasta entonces.
Bloqueaba el cartaginés la ciudad de Hélice o Vélice, la antigua Bellia, que se
cree con fundamento fuese Belchite, cuando llamaron los beliones en su
socorro a otros celtíberos. Uno de sus caudillos o régulos, llamado Orissón,
pasó al campo de Amílcar fingiéndose su amigo con un cuerpo de tropas, con
la intención de volverse contra él en ocasión y momento oportunos, los
españoles entonces se valieron. de gran número de carros tirados por novillos,
a cuyas astas ataron haces embreados de paja o leña, que encendieron al
comenzar la refriega. Acuciados por el fuego, los novillos embisten furiosos
las filas enemigas, causando horrible espanto a los elefantes y caballos del
cartaginés, cargando entonces los confederados celtíberos contra los púnicos y
aprovechando Orissón la oportunidad del momento, para unirse a los
celtíberos y embestir contra las filas enemigas. El mismo Amílcar pereció en
esa batalla, y los restos de su ejército se refugiaron en Acra-Leuka. El ardid de
que se valió Orissón para derrotar a los cartaginenses debía constituir una
diversión pública entre los celtíberos, y de ella se cree son reminiscencia: el
toro júbilo, que se corre en algunos pueblos de la provincia de Soria; el toro de
la pólvora, usando en la Mancha; y otros varios toros de fuego, que forman
parte de muchas fiestas españolas. Sucesor de Amílcar fue Asdrúbal, su yerno.
Deseoso de vengar la muerte de su suegro y de castigar la traición de Orissón,
entró por las tierras de Hélice, llevándolo todo a sangre y fuego. Es tradición
que Orissón cayó en su poder y que Asdrúbal logró satisfacer su venganza: la
Historia no vuelve a hablar de aquel caudillo cuyo nombre, junto con los de
Istolacio e Indortes, abre el registro de los primeros héroes de la
independencia española.
Desde Cadiz partieron los punicos hacia Italia, desperdigando parte de sus
tropas en el recorrido, dando lugar, entre otros muchos, a los asentamientos
vascones. Cadiz se sacudió entonces el poder de Cartago (203 ac) y acudió al
senado como aliada, y, puesto que no era ciudad conquistada sino liberada,
fué declarada ciudad franca (197 ac). Balbo el gaditano (Cornelio Balbo)
construyó junto a Cadiz una ciudad nueva y de las dos resultó una que por lo
mismo se llamó Didyma. Por las mismas fechas, hacia el último tercio del S
III ac, debió producirse la toma de Mastia Tartesion o Massia de los
massienos o mastieoni, invadida por los poenos en la Segunda Guerra Púnica,
que la renombraron Qart-Hadaschat o Nueva Cartago (Cartagena) en recuerdo
de su Karthago africana, segun la cita de Diodoro, tras haber derrotado al rey
español Orison, Asdrubal tomo como esposa a su hija y pasó a cuchillo a
quienes causaron la muerte de Amilcar; de aquí partió Aníbal con mas de
100.000 hombres, 12.000 caballos con sus jinetes y 40 elefantes y desde el
puerto 40 buques al mando de Amilcar, que cayeron ante la flota romana en
las bocas del Ebro sin que Asdrubal llegase a tiempo de evitarlo. En un solo
dia recuperó Escipion , con Lelio que le seguía costeando al mando de la
armada, la ciudad de Cartagena, que habian dejado los púnicos al mando de
Magon, quien la rindió a los romanos cesándo entonces la carniceria. Todos
aquellos cartagineses que habian quedado con vida quedaron esclavos (mas de
10.000), haciendo Escipion distinción de los españoles que allí estaban como
rehenes y aún de los que hubiesen hecho traición aliándose con los punicos,
devolviéndolos a todos a sus casas y familias. Sucedió todo esto el año 211
antes de nuestra era, tal como lo relató Livio y puede leerse tambien en Silio
Italico.
De las fuentes de Estrabon, se deduce que los celtas cántabros habitaban toda
la costa hasta el Pirineo. Mas tarde, las crónicas históricas del año 456 dC
sitúan en los actuales territorios de Navarra a los celtas berones y autrigones,
en el solar junto al Cantábrico que hoy se denomina País Vasco, a los
Caristios en Vizcaya y Alava hasta el Sur de Vitoria, a los Autrigones en
Vizcaya y a los Vardulos en Guipúzcoa y Norte de Alava, todos ellos celtas,
étnica y lingüísticamente afines y del mismo tronco cántabro, como La Rioja
(cuya etimología proviene del río Oja, afluente del río Tirón), comarca de los
celtas berones descritos por Estrabon. Originalmente Navarra era una
restringida extensión geográfica que comprendía una parte de la zona media
occidental de hoy según se desprende de una disposición de 1167 de Sancho
el Sabio sobre nombramiento de merinos ( mayores , de maior-unos) en la
zona vascuence o 'navarra', donde se lee: 'Orti Lehoarriç faciet ut lingua
Navarrorum dicitur unamaçter'. Este territorio llamado Navarra por
antonomasia, según tradición conservada hasta fines de la Edad Media, era
pequeño y lindante con Pamplona. Así lo recuerda a finales de la época
medieval el Príncipe de Viana en su Crónica donde la antigua Navarra
comprendía "las cinco villas de Goñi, de Yerri, Valdelana, Améscoa,
Valdegabol, de Campezo e la Berrueza e Ocharán".
A pesar del escaso interés que los bascones suscitaron en la historia, donde
únicamente son mencionados para describir los saqueos y matanzas que
perpetraban sobre los pueblos celtas de la zona, los datos aportados por las
fuentes y vestigios arqueológicos son suficientemente esclarecedores como
para deducir que los mitos que han elaborado los nacionalistas vascos sobre su
supuesto origen enigmático y su supuesta condicion de pueblo autóctono e
incluso anterior a los celtas que poblaban el solar navarro, pirenaico y
cantábrico, no es más que un planteamiento voluntarista carente de toda base
científica y contradictorio con los datos y testimonios existentes:
8º Las merindades aparecen por primera vez en documento escrito del SVII
durante el reinado de Ervigio. En esas fechas bajo el gobierno visigodo, los
celtíberos castellanos habían recuperado sus solares y ciudades y comenzaban
a fundar otras nuevas y a imponer el orden social a través de las instituciones
de los merinos que administraban la justicia, adoptando los acuerdos de
gobierno en sus antíguos lugares históricos o sagrados como el del roble de
Guernica o Gernika, cuya etimologia proviene Kern-unno-ka (lugar del uno
cornudo), por su probable dedicacion a esta deidad celta, de la raiz Kern
(cuerno) que comparte la localidad cantabra de Cabuerniga, antiguamente
Karneka o Kaórnica, como se registra en la Carta-puebla o Fuero de
Brañosera del año 824 (custodiado hasta la desamortizacion de Mendizabal en
el Monasterio de San Pedro de Arlanza) en el que se llamaba a sus habitantes
cornecanos: "et per illa foze via quadiscurrunt Asturianos et Cornecanos" (y
por la hoz por la que discurre el camino de asturianos y cornecanos) y luego
Kaorneka en el Cartulario de Covarrubias del año 978, de probable origen
comun son los gaelicos O' Kearney, Kearney, Kerney, McCarney, McKarney,
Carney, Cearney etc irlandeses y la localidad Cearnaigh de Irlanda y los
apellidos españoles Cernuda, Carne, Cornello, Cornelio, cernicalo etc.
Asi como queda acreditada la falta de relación etnica y cultural entre vascos y
celtas, las cronicas antiguas abundan en testimonios sobre la afinidad de los
celtas españoles con los pueblos indoeuropeos, como ponen de manifiesto las
de Diodoro en las que aparecen los celtas hispanos luchando junto a Dionisio
de Siracusa en Grecia en fecha anterior al 367 aC y, a los griegos en Hispania
junto a los celtas indigetes, cuyo nombre tomaron de su ciudad principal "
Indica " descrita por Estephano Byzantino como "ciudad celtica" y como:
"Urbs Hispaniae prope Pyrenoeum" y a quienes atribuye tambien Ptolomeo
las ciudades de Iuncaria y Deciona. Como los Tartesos, tambien los Indigetes
recibieron en su región, que hoy es El Ampurdan, a los griegos phoceos,
procedentes de la region de Phocis cuyos pueblos fueron destruidos por los
persas según refiere Pausanias. Los Indigetes permitieron a los griegos
establecer su ciudad, Emporiae, unida a la suya Indica, por la muralla
existente, donde una puerta, quedaba abierta durante el dia para la mutua
comunicación, y se cerraba de noche. Como relató Livio: "Jam tunc Emporiae
duo oppida erant mira divisae unum Graeci habebant a Phocea, unde et
Massilienses oriunde, alterum Hispani" . Estrabon refiere que los españoles
mantuvieron su mismo gobierno despues de la llegada de los griegos, y
aunque unos mismos muros los guardaban a todos, la muralla que los dividia
nada estorbaba al mutuo auxilio frente al enemigo comun. Admiró Tito Livio
que se mantuviesen en tan buena armonia, que no se leyera hubiese entre ellos
jamás un motivo de discordia. Los griegos dice, confiaban a los españoles
todos sus intereses y les hacian guardas de ellos, los griegos masilienses (que
tambien fundaron las ciudades de Rhode en la region de los indigetes y la de
Marsella en Francia) careciendo de campos que cultivar compraban de los
españoles los frutos necesarios a la vida.
La religión y los dioses celtas, son los antecedentes de los santos y liturgia
cristiana, como los dioses vinculados a los oficios, como Lugo patrono de los
zapateros, o su equivalente Llew en Mabinogi, cuyos herederos son los santos
patronos de cada oficio o profesión. Los celtas creian en la existencia del alma
inmortal (Cesar en Bello Galico) y en el fín del mundo identificado con la
caida del cielo sobre la tierra, que parecia ser el unico temor de los celtas,
según las últimas palabras de Cuchullain en Irlanda y por los celtas del Bajo
Danubio ante Alejandro Magno en Macedonia (335 a.C). En rituales de
castigo se utilizaba la muerte por estrangulamiento con garrote, segun muestra
la arqueología en Lindow man (England). Beltene o Beltaine o Cétshamain es
la segunda de las cuatro grandes festividades celtas, que marca el comienzo
del Verano (Samos), el fin del período oscuro, asociada a Bellenus, Belinus o
Belenus (el Bello), deidad de carácter solar y curadora. La primera
descripción de los Beltaine es de Julio César. En la ceremonia del Beltane, el
ganado, especialmente vacas, son conducidas entre dos fuegos encendidos
durante la noche con nueve maderas sagradas de nueve árboles diferentes
portadas por nueve personas, usualmente con madera de roble; la gente saltaba
las hogueras y pasaba por encima como símbolo de buena fortuna y petición
por la seguridad de sus sembrados y luego pasaba entre el humo de las
hogueras con sus ganados en un rito de limpieza y purificación originalmente
encomendado al patronazgo del Dios Belenos o Belinos (de aqui el nombre de
la celebracion Beltaine o Beltina) y posteriormente a la virgen patrona de cada
localidad. Esto sucede en la víspera del 1 de mayo, al amanecer la noche del
30 de abril (por oposición a Samain donde los fuegos arden al crepúsculo). El
mes de mayo estaba consagrado a la Diosa Maia, originalmente una ninfa
griega de las montañas, que después se identifica con la más hermosa de las
Pleyades de donde toma su nombre este mes. Actualmente se celebra
cristianizado con el nombre de fiesta o noche de San Juan con la
escenificación anual del rito de alzado de mayos y cucañas para bailar
alrededor del palo, Maypole, May Pole, en España Palo de Mayo con cintas de
colores trenzadas desde su parte superior, se escapa hoy dia a nuestra
compresión, salvo alguna interpretación de fertilidad traída por los pelos por
algún autor. En las hogueras españolas se queman las hierbas de San Juan, se
abren las puertas de los establos a los animales para que reciban el rocio de la
madrugada de San Juan que les protegerá de las adversidades, particularmente
de los maleficios de las brujas o lamias, los habitantes de muchas poblaciones
cantan a coro y cantan tambien los gallos de los campanarios de las iglesias de
los pueblos sumergidos en las lagunas, como la de Antela en Galicia y muchas
poblaciones de Europa cercanas a alguna ciudad sumergida. Son famosos los
bailes de paloteo de Segovia y la cercana Ayllón, nombre celta que significa
álamo. En Avila, con innumerables restos de los vettones, bajo los auspicios
de su patrona la Virgen del Roble, se celebra la fiesta de los Cucurrumachos,
en la que hombres del pueblo vestidos con pieles de animales y con crines de
caballo bailan alrededor de un poste en la plaza del pueblo . En Soria todavía
hay pastores que llevan Sagum y el dia de San Juan se desatan los demonios,
en San Pedro Manrique se llevan a su Virgen patrona a otra ermita para que
no vea bailar a la gente alrededor y encima del fuego. Esta fiesta, es igual de
importante que la de Samhain, (del Proto-Celtico *samani, germánico
*samana: suma, reunion, asamblea, compañia, luego relacionado con el fin del
verano, antiguo irlandes: samfuin) pues ambas tienen una función de puente
en el calendario celta, una es un paso hacia Samos y la otra hacia Giamos; la
población Guisamo de Galicia, parece unir los dos caminos. El cristianismo ha
incorporado la mitología celta del mes de la Diosa Maia dedicando mayo a
Maria, y otra de las reminiscencias de esta tradición es la eleccion de la reina
de las fiestas o reina de mayo, o Maja (antiguamente pronunciado Masha
como en gallego). Estos rituales de ''a Festa dos Mayos'' se siguen practicando
en Galicia con el ritual llamado "do afumamento do ganado"
Es posible que el nombre del Dios celtico "Bel" y Belenos (bel-unnos el bello-
uno) asociado a la luz y la belleza, y la coincidencia, al menos fonética, del
nombre de la ciudad donde nació Cristo, añadido al símbolo de la cruz en la
que murió, fueran asociadas como algo premonitorio al simbolismo ancestral
de su Dios de la luz y a la cruz celta representada primitivamente por el
tetraskel o svástica indoeuropea adaptada con la llegada del cristianismo a las
formas iniciales como la Cruz de Sobrado de Trives en Galicia o la Cruz de
Lonan en la Isla de Man, evolucionadas posteriormente a formas mas
complejas pero conservando siempre el círculo inicial del disco solar,
favoreciendo la adopción del cristianismo por el mundo indoeuropeo como
algo propio y familiar a su cultura ancestral. Tambien las figuras del zodiaco:
el Hombre, el Leon, el Toro, y el Aguila, que de las cuatro noches principales
del ciclo festivo celta, fueron sincretizados por la iconografía cristiana: el
hombre de San Mateo, el león de San Marcos, el toro de San Lucas y el águila
de Santiago. Las esculturas tetramórficas de los pórticos cristianos románicos
eran continuidad de sus viejos ritos religiosos. Paralelamente las brujas o
lamias parecen ligadas a la cultura bereber introducida en Europa a partir de
las invasiones fenicias o punicas, identificadas en Galicia con las mouras o
moras en canciones de cuna tradicionales y otros puntos de España, para
asustar a los niños y obligarlos a portarse bien, en contraposicion a la
divididad femenina benefactora Macha o Maga galaico-irlandesa. Estan
tambien los foros o lugares de culto como el Vestio Alonieco, Coso Calaeunio
o Calaevnio en Santa María de Serantes (La Coruña); Coso Oenaeco (unico,
oneko, eneko, irlandés oenach) en Torres de Nogueira ; y las divinidades a las
que se rinde culto: Maga-Reaicoi :“ Reina Maga”, Bandua Lansbrica (Bandua:
protector). Tongo-Nabiaeco :“Juramento de Nabia”; Crougin Toudadigoe:
“croyo (túmulo) al dios del pueblo (Toutatis)”; Coso Meobrigo, Iove
Caeilobrigo, etc.
Julio Cesar en su biografía sobre las Galias deja escrito que: "los aquitanos,
eran de parecido físico, lengua y costumbres iguales que la provincia vecina,
la Hispania Citerior. En las crónicas históricas de Ptolomeo ninguno de los
pueblos del territorio várdulo o caristio tiene nombre de tipo vasco. Los textos
históricos reunidos por Schulten hace muchos años aseguran la perduración de
la completa separacion entre los vascones y los celtas de la Hispania Citerior y
la Galia hasta el año 808. Tambien esta documentada la hostilidad de los
vascones con los pueblos astures y galaicos durante el reinado de Fruela I, hijo
de Alfonso I y de Ermesinda, hija de Pelayo, entre los años 757 y su muerte,
en el 768. La unidad etnica de los pueblos prerromanos del cantábrico esta
atestiguada por Parphirius, que dijo: "Cantabria quae est gens Gallaeciae"
(Cántabros que son tribus Galaicas), Orosio: "Cantabri et Astures Gallaeciae
provinciae partio sunt" (Cántabros e Astures forman parte de la provincia
Gallaeciae), y plenamente confirmado por los topónimos prerromanos, los
antropónimos, los nombres de las gentilidades (o divisiones tribales) de
Vardulos, Caristios y Autrigones, idénticos a los de los demas celtíberos de la
peninsula, como se comprueba en los siguientes:
Todo ello muestra que estos pueblos hispánicos, que tambien habitaban las
zonas hoy vasconizadas, compartian con el resto de los españoles una lengua
comun de sustrato célta antecedente del español actual.
En 1340 el Infante Don Juan Manuel y Juan Nuñez de Lara Señor de Vizcaya,
al frente de la caballeria castellana, liberaron Tarifa de los moros
Benimerines. En estas fechas el rey Alfonso XI de Castilla, con tropas de las
coronas de Aragón, Navarra, Protugal, preparaba en Sevilla una nueva
campaña contra la inavasión musulmana, a la que se unieron las tropas
europeas de ingleses, escoceses, franceses, borgoñeses y alemanes, cuyo
mando confió el rey Alfonso XI al escocés James Douglas, que en esta batalla
portaba sobre su pecho la reliquia del corazón de Robert Bruce (Brave Heart)
pereciendo en Teba (Malaga) al acudir en ayuda de sus compatriotas
escoceses, sorprendidos por los jinetes bereberes con la trampa "tornafuye",
consistente en fingir la huida y volver encerrando al adversario por los
flancos.
Finalmente, las guerras carlistas del S XIX, presentadas por los nacionalistas
como el genuino litigio vascón, no fueron otra cosa que una guerra de
intereses dinásticos entre absolutistas y liberales en el seno de la familia real
española. Tal como recogen las crónicas, en 1820 la villa de Bilbao proclamó
la Constitución de Cádiz de 1812 y a la muerte de Fernando VII en 1833, los
partidarios del hermano de Fernando VII, el infante Carlos l, iniciaron la
denominada guerra carlista contra los liberales, partidarios de su viuda Doña
Cristina y de la Constitucion Española de 1.812.
Todas las instituciones que hoy se presentan como vascas, fueron fundacion
española, lengua en la que quedaron escritas las más viejas leyes
constitucionales de esas tierras, los Fueros, como prueban todas las
inscripciones y transcripciones de todos los acuerdos adoptados por la
Hermandad de Guernica, entre ellas, las siguientes:
“9 Marzo 1384, miércoles. GUERNICA
Los alcaldes del fuero de Vizcaya se pronuncian a favor de la villa de
Lequeitio en el pleito con los vecinos de la merindad de Marquina sobre
límites y aprovechamiento de montes.
9 Marzo 1384, miércoles. GUERNICA
Sentencia dada por Juan Furtado de Mendoza, Prestamero mayor, Juan
Alfonso de Castro Donato Beedor y Corregidor, y los cinco Alcaldes del fuero
de Vizcaya en junta general de so el arbol de Guernica a 9 de Marzo del año
de 1384 por testimonio de Pero Sanchez de Frias escribano publico, para que
al Concejo de la Villa de Lequeitio se le amparase en la posesion de sus
terminos y montes conforme su privilegio; declarando no haver provado los
de Amallo Parroquianos de Berriatua la pretension de querer gozar los
montazgos compreensos en el Privilegiado de Lequeitio, como si fuesen Usas,
ò Egidos comunes. Enel exordio de dicha sentencia se relaciona haverse
juntado dichos Jueces en Amallo a 30 de Febrero, y en Villa viciosa de Ybita
(que es Marquina), en 2 de Marzo y haber asignado el plazo para la Junta
general para que alegasen de su Derecho los de Amallo. Siguese en el reverso
de la citada sentencia, que esta escrita en pergamino, un Mandamiento del
Corregidor Gonzalo Moro, expedido en 22 de Febrero del año de 1399, para
que se guardase la Sentencia relacionada, y fuese amparado el Concejo de
Lequeitio en sus terminos.”
10º Nombres y toponimia celta que los nacionalistas presentan como vascos:
Ademas de las instituciones ancestrales de los celtas castellanos, los
nacionalistas presentan tambien como vascas viejas palabras españolas, como
el numeral “hogei”, el toponímico “Deba” o “tegí” ( techo), Maite (amado),
Gori (Incandescente), Erbi (Liebre), Mendi (Monte), Orein (Ciervo), Orkatz
(Corzo), Andere utilizado exclusivamente en textos hispanos de la Rioja,
Galicia, Aragon y Navarra como tratamiento femenino (andera) o masculino
(andero); como el galo "andero-", griego "antheros", irl.med. "adarc", irl.ant.
"ander", etc. y que ha dado origen a los apellidos españoles Andrade y los
nombres femeninos como el de Andregota Galindez de Aragon hija de
Galindo Aznarez , Andregota Garces de Gascuña, esposa de Raimundo II,
Andrea y Andres, tema presente en Alejandro (Alex -defensor- y andro -
hombre-) y a nuestro Santander, el Sant Andres vulgarizado por sustitución de
la particula "dre" por "der" de más facil pronunciacion por gran parte del
vulgo. Estas y otras palabras fueron incorporadas por los vascos a su
vocabulario y a sus apellidos.
Son tambien muy numerosos los nombres de los pobladores celtas de las
zonas vasconizadas que los nacionalistas hacen pasar hoy por vascos, entre
ellos Zuazo (Suessatium), Lezama-Leguizamon (Segisamum, también ciudad
de los turmódigos y a su vez derivado de Segisama formado con el tema
céltico sego que significa acto de alcanzar un objetivo, de triunfar o vencer y
con el final céltico sama), Castro Urdiales (Castrum Uardulies o Castro de los
Vardulos), Vardulia compuesto de Uard y el diminutivo ullia (Guarda-ullia,
zona de pequeñas torres vigia o guardiolas), Uxama, que es en celta noble,
elevado, en gaélico Uasal, en galés Uchel, en galo Uxello, Bayona (de Baía
hoy Bahía, como Bay en inglés) en razón de su situación frente a grandes rias,
por ello el nombre de las dos Bayonas francesa y Bayona de Pontevedra
(Baiona en gallego) con identica posición de bahías y las Santas Baia de
Galicia y Asturias, los apellidos españoles mas comunes como Garcia,
Martinez, Lopez, Jimenez, Sanchez, Carreño, Carranza y otros muchos
nombres de nuestra toponimia y antroponimia como Vergara o Bergara (de la
raiz "berg": pico, monticulo, protuberancia, y de aquí la denominacion
popular del miembro viril) vasconizado recientemente en Bergareche, sin los
cuales no les es posible construir su particular Historia de Euskal Herria.
Llevan los nacionalistas vascos muchos años enredando nuestra historia para
tratar de encajar la suya sin conseguirlo, pero sí que han conseguido
convencer a muchos de que la parte de ascendencia vasca que inevitablemente
casi todos portaremos actualmente en mayor o menor medida, aunque fuera
insignificante o incluso sólo supuesta, puede eliminar nuestra ascendencia
española.
No son precisamente las crónicas de la historia un relato que agrade oir a los
nacionalistas vascos, pero todos debemos conocerlas porque “Veritas
Liberavit Vos” –solo la verdad nos hace libres-