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1) Según Parsons, en una sociedad determinada existen fines colectivos que derivan de un sistema de valores

compartido por sus miembros. Estos últimos al depositar cierto grado de confianza en sus gobernantes y líderes,
los legitiman y les confieren un mandato para lograr dichos fines. De esta manera, el poder es concebido por
Parsons como el medio por el cual los objetivos fundamentales y comunes de una sociedad son alcanzados.
Además, Parsons remarca que el uso del poder constituye una forma para alcanzar objetivos deseados por ambas
partes de una relación de poder y no implica la opresión o la explotación de los detentores del poder sobre el resto
de la sociedad.
De acuerdo a la teoría marxista, la historia de todas las sociedades ha sido la historia de las luchas de clases.
Todas las sociedades han estado divididas fundamentalmente entre dos grandes grupos: los opresores y los
oprimidos. Esta división genera un conflicto constante entre estas clases. Y esta lucha finaliza con un cambio
revolucionario de toda la sociedad.
En la moderna sociedad burguesa, la división de las clases está basada en la desigual distribución de los medios
de producción. De esta manera, la sociedad está compuesta fundamentalmente por la burguesía (propietaria de los
medios de producción) y el proletariado (propietario únicamente de su fuerza de trabajo). Para mantener esta
diferenciación, la burguesía no sólo ha conquistado la industria y el mercado universal sino también la hegemonía
exclusiva del poder político en el Estado representativo moderno. Así, el poder en la sociedad moderna, basado en
la administración del Estado, es el medio por el cual la burguesía mantiene su dominio económico, político y
cultural sobre el proletariado, y este dominio se deriva de la desigual distribución de los medios de producción. En
este marco, la visión de Marx está alejada de la visión de Parsons ya que en la postura del primero no existen fines
colectivos en una sociedad basada en la lucha de las clases y por otro lado la legitimación de los líderes y
gobernantes no se deriva de la confianza depositada por los miembros de la sociedad, sino de su relación con el
control de los medios de producción. Sin embargo, según Marx, si la propiedad de los medios de producción no
estuviera en manos de una parte de la sociedad y consecuentemente fueran de propiedad colectiva, la sociedad no
estaría dividida en clases y finalmente el poder podría ser un medio de realización de objetivos comunes a la
sociedad, en el sentido de Parsons, y no una forma de dominación de una clase sobre otra.
De acuerdo a la teoría de Weber, en una sociedad existen intereses inconciliables y en conflicto y de esta
manera el poder es la capacidad que tiene uno o varios miembros de una sociedad de imponer su propia voluntad
o sus propios intereses, a pesar de la resistencia del resto de los miembros. En esta visión no existe (como sí
ocurre en la postura de Parsons) un acuerdo entre los miembros de una sociedad en basa a fines colectivos que se
derivan de un sistema de valores compartido. Como se dijo anteriormente, los miembros de una sociedad poseen
intereses diferenciados, incompatibles y en conflicto. Así, el poder es el medio para la consecución de los
objetivos de uno o de varios miembros de la sociedad gracias a la imposición de su voluntad sobre la de los
demás. Finalmente, la visión de Weber no es compartido por Parsons.

2) A partir de la dictadura militar de 1976 y en consonancia con la situación económica y política del resto del
mundo, se abandona el modelo de desarrollo basado en el estado de bienestar para dar lugar al estado neoliberal.
En este nuevo modelo de desarrollo se produce un cambio profundo en los compromisos que el Estado está
dispuesto a aceptar en materia de asistencia y de protección social.
De esta forma, en relación con la situación mundial de la economía y con las políticas económicas aplicadas a
partir de 1976 se produce una evidente degradación del bienestar económico y social, que representa una
degradación paralela en la capacidad de ejercicio de los derechos públicos. De esta manera, el programa neoliberal
introduce un nuevo modelo de desarrollo y un nuevo concepto de democracia y de ciudadanía, los cuales carecen
de contenido igualitario. El nuevo sistema de valores que impone la teoría neoliberal está basado en la exclusión
social. En este nuevo régimen la exclusión se presenta como anulación de los espacios de participación política,
económica, social y cultural. El Estado descarta de sus funciones la cohesión social y la reproducción de la
sociedad, degradándose las instituciones políticas y permitiendo la desaparición de un agente esencial de la
socialización.
En este marco, los medios de comunicación y en particular los espacios audiovisuales se revelan como el lugar
privilegiado del debate político, de la formación de identidades y del consumo masivo de productos culturales.
Debido a que el Estado neoliberal ha renunciado a la movilización popular y a las mediaciones partidarias, los
miembros de la sociedad han perdido espacios para la participación política, la cual suponía construir una
identidad social que dotaba de sentido a la práctica política y a la vida social en su conjunto.
Durante el último cuarto de siglo, los gobernantes no sólo han utilizado los medios de comunicación como
amplificadores de la palabra sino también como una nueva y única forma de contacto (y es aquí donde radica la
importancia de los medios de comunicación), presentándose como “uno más de nosotros” y haciendo política
desde los medios hablando “de otra cosa”. Es decir, excluyendo a la población de su participación en cuestiones
políticas.
Además la polarización socio-económica y la anulación de los espacios de participación publica, que se traduce
en un aumento del desinterés por cuestiones políticas y del individualismo, generan trabas para la comunicación
entre los diversos y diferenciados miembros de la sociedad, tomando, los medios de comunicación y en particular
la televisión, un papel muy importante para la construcción de la realidad social y de las identidades. Y
finalmente, los medios de comunicación contribuyen a aumentar la exclusión ya que constituyen el único medio
por el cual el Estado toma contacto con la sociedad y anula cualquier alternativa de participación política por parte
de los miembros de la sociedad.

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