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COMPRAVENTA
MEZA BARROS
Acciones especiales otorgadas a vendedor y comprador no obstan a que se pueda pedir la acción
rescisoria por lesión enorme. Art. 1836: “Además de las acciones dadas en dichos artículos
compete a los contratantes la de lesión enorme en su caso”.
a) Vendedor debe encontrarse en mora de cumplir. (Retardar por hecho o culpa suya
la entrega).
b) Es necesario que el comprador haya pagado o esté pronto a pagar el precio o haya
estipulado pagarlo a plazo.
B. Obligación de Saneamiento
Ideas generales
Art. 1824.
Art. 1824. Las obligaciones del vendedor se reducen
en general a dos: la entrega o tradición, y el
saneamiento de la cosa vendida.
La tradición se sujetará a las reglas dadas en el
Título VI del Libro II.
No basta con que entregue la cosa vendida. Además debe entregarla en condiciones tales que
el comprador pueda gozar de ella tranquila y útilmente.
“No logrará el comprador una posesión tranquila o pacífica de la cosa vendida cuando se vea
turbado en dicha posesión a consecuencia de los derechos que terceros hagan valer con
relación a ella”.
“No obtendrá una posesión útil si la cosa adolece de defectos que la hacen inadecuada para el
objeto que tuvo en vista al comprarla”.
a. Saneamiento de la evicción
Su objeto, tal como lo explicita el art. 1837 -> “Amparar al comprador en el dominio y posesión
pacífica de la cosa vendida”. El amparo se traduce en la defensa del comprador pro parte del
vendedor cada vez que sea víctima de la agresión de terceros que pretendan derechos sobre la
cosa, que embaracen su goce y turben su posesión. ¿Qué pasa si sobreviene la evicción?
Vendedor debe indemnizar al comprador.
1) Defender al comprador contra los trceros que reclaman derechos sobre la cosa.
2) Indemnizar al comprador si la evicción, no obstante, se produce.
Si son varios los deudores de la obligación de saneamiento -pluralidad que puede ser originaria
o derivativa- la acción del comprador para exigir que se le ampare es indivisible. Deudores no
pueden defender al comprador pro partes; el objeto de la obligación no es susceptible de
ejecución parcial.
Concepto de la evicción
Art. 1838
Art. 1838. Hay evicción de la cosa comprada, cuando
el comprador es privado del todo o parte de ella, por
sentencia judicial
Este concepto es incompleto. La privación que sufra el comprador debe provenir de una causa
anterior a la celebración del contrato de CV.
Art. 1839. El vendedor es obligado a sanear al
comprador todas las evicciones que tengan una causa
anterior a la venta, salvo en cuanto se haya estipulado
lo contrario.
Evicción, por tanto, es la privación que experimenta el comprador de todo o parte de la cosa
comprada, en virtud de una sentencia judicial, por causa anterior a la venta.
Evicción = Derrota judicial del comprador. Proceso y sentencia que le desposea total y
parcialmente de la cosa.
Consecuencias.
Art. 1839.
Art. 1839. El vendedor es obligado a sanear al
comprador todas las evicciones que tengan una causa
anterior a la venta, salvo en cuanto se haya estipulado
lo contrario.
Art. 1843. El comprador a quien se demanda la cosa
vendida, por causa anterior a la venta, deberá citar al
vendedor para que comparezca a defenderla.
Esta citación se hará en el término señalado por el
Código de Enjuiciamiento.
Si el comprador omitiere citarle, y fuere evicta la
cosa, el vendedor no será obligado al saneamiento; y si
el vendedor citado no compareciere a defender la cosa
vendida, será responsable de la evicción; a menos que el
Evicciones motivadas por causas posteriores a la venta las soporta exclusivamente el comprador.
Citación de evicción
Para que el vendedor acuda en defensa del comprador y quede obligado a indemnizarle, es
menester que tenga noticia del juicio que amenaza con privarle total o parcialmente la cosa.
Art. 1843: “El comprador a quien se demanda la cosa vendida, por causa anterior a la venta,
deberá citar al vendedor para que comparezca a defenderla”.
Forma y oportunidad de la citación. Art. 1843 inc 2. Art- 584 del CPC.
Es obvio que el demandado puede citar de evicción a su vendedor. Pero también puede citar de
evicción a los antecesores del vendedor.
Art. 1841. Aquel a quien se demanda una cosa
comprada podrá intentar contra el tercero de quien su
vendedor la hubiere adquirido, la acción de saneamiento
que contra dicho tercero competería al vendedor, si éste
hubiese permanecido en posesión de la cosa.
El comprador adquiere sobre la cosa todos los derechos de sus antecesores y, entre ellos, la
acción de saneamiento de cada comprador contra su vendedor. El último comprador reúne en
sus manos todas estas acciones.
El vendedor citado de evicción debe defender al comprador y apersonarse al juicio con tal
objeto; violará su obligación si no comparece.
Una vez citado el vendedor, puede presentarse una de la siguientes dos situaciones:
a) El vendedor no comparece
b) El vendedor se apersona en el juicio.
Esta regla tiene una excepción. El comprador debe hacer lo que esté de su parte para impedir
la evicción, si deja de oponer alguna de aquellas excepciones que sólo a él competían y se
produce como consecuencia la evicción, no será responsable el vendedor, pese a que fue
citado y no compareció al juicio. Art. 1843
Ejemplo: Si el comprador omitió deducir una excepción de prescripción adquisitiva que,
agregando a la suya la posesión de sus antecesores habría podido invocar. Vendedor, para
eximirse de responsabilidad, le tocará acreditar que el comprador disponía de una excepción
suya que no opuso y que, por esta omisión, la evicción se produjo.
Actitudes:
Art. 1845. Si el vendedor no opone medio alguno de
defensa, y se allana al saneamiento, podrá con todo el
comprador sostener por sí mismo la defensa; y si es
vencido, no tendrá derecho para exigir del vendedor el
reembolso de las costas en que hubiere incurrido
defendiéndose, ni el de los frutos percibidos durante
dicha defensa y satisfechos al dueño.
1847 señala las indemnizaciones que deben pagarse en caso de evicción total.
Art. 1847. El saneamiento de evicción, a que es
obligado el vendedor, comprende:
1º. La restitución del precio, aunque la cosa al
tiempo de la evicción valga menos;
2º. La de las costas legales del contrato de venta
que hubieren sido satisfechas por el comprador;
3º. La del valor de los frutos, que el comprador
hubiere sido obligado a restituir al dueño; sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1845;
4º. La de las costas que el comprador hubiere
sufrido a consecuencia y por efecto de la demanda; sin
perjuicio de lo dispuesto en el mismo artículo;
5º. El aumento de valor que la cosa evicta haya
tomado en poder del comprador, aun por causas naturales
o por el mero transcurso del tiempo.
Todo con las limitaciones que siguen.
CLASE 21 LECTURA 2. DE LA MAZA
Introducción
Paper analiza como nuestros tribunales han entendido la obligación de entrega. Se examinará
desde un solo ángulo: La existencia de derechos de terceros sobre la cosa que resultan
incompatibles con la posición que el comprador estima garantizada por el contrato de CV. En
otras palabras, interesa considerar SI EL VENDEDOR QUE TRASPASA MATERIAL Y
JURÍDICAMENTE UNA COSA SOBRE LA CUAL EXISTEN DERECHOS DE TERCEROS CUMPLE O NO
CON SU OBLIGACIÓN DE ENTREGA.
Punto de partida: Una entrega en la que existen derechos de terceros es una entrega imperfecta.
Punto consiste en determinar si esa entrega imperfecta constituye, en los términos del artículo
1824 CC, un incumplimiento de la obligación de entrega o bien, únicamente, activa la protección
del régimen de la evicción.
Comprensión de obligación de entrega: Para entenderla, hay que responder a dos preguntas.
Qué debe entregarse. Cómo debe entregarse.
Por poner la cosa a disposición del vendedor ha de entenderse, entonces, proporcionarle a éste
su posesión legal y material.
El número 6 responde a qué debe entregarse: LA COSA CON TODOS SUS FRUTOS Y
ACCESORIOS.
¿Cumple con la obligación de entrega quien transfiere material y jurídicamente una cosa con
derechos de terceros incompatibles con la posición jurídica que el contrato busca asegurar?
Caso de venta de predio de 490 hectáreas “sin derechos de terceros”, pero luego terceros
acceden a este por vías de hecho. Quien compra el predio demanda al banco Santander, quien
se lo había vendido por incumplir sus obligaciones contractuales. Tribunal considera que el
asunto que debía resolver: “Radica en determinar si efectivamente ha existido un
incumplimiento contractual por parte del demandado y ello ha causado los perjuicios alegados
y si proceden ser indemnizados; en caso que lo fueren, habrá que determinar la naturaleza y
el monto de aquellos”.
Jueza del tribunal entiende que se incumplen las obligaciones contractuales por el solo hecho
de que existiesen perturbaciones de hecho y otras en sede judicial. La jueza entendió que como
se había pactado que el predio se entregaba libre de todo gravamen “sobre el demandado
pesaba la obligación de entregar el predio libre de todo ocupante”. ¿Razón? Obligación de
dar no se agota en la transferencia material y jurídica, sino en una entrega que permita el
ejercicio de las facultades de uso y goce. “Al transferir el dominio del predio en cuestión
sabiendo que había problemas de deslindes, que la superficie no correspondía a la realidad, que
existían otros ocupantes reclamando derechos sobre éste, el demandado causó un daño al actor
porque si bien no vendió cosa ajena, el contrato fue imperfecto, dado que no cumplió con su
obligación de entrega como correspondía, porque no confirió la tenencia material de la cosa, ello
en conformidad a lo dispuesto en los artículos 1548 y 1793 del CC”.
CA de Valdivia no es convencida por esto y establece que la entrega se cumple con la puesta a
disposición material y jurídica de la cosa, sin importar si hay derechos de terceros. Lo desprende
del art. 1815 y la existencia de la obligación de saneamiento de la evicción.
Recordar: “Nuestro código reprodujo la regla romana, según la cual el vendedor se obliga a
poner al comprador en posesión tranquila y pacífica de la cosa vendida de modo que, entre
nosotros, aquel no se obliga a dar la propiedad al comprador”.
Del hecho que pueda cumplirse con la obligación de entrega aun cuando la cosa tenga derechos
de terceros no se sigue que el comprador quede desprotegido frente a esta situación. 2do
argumento de la corte de apelaciones SE REFIERE AL SANEAMIENTO DE LA EVICCIÓN.
Vendedor no incumple al no hacer dueño al comprador; ya que su obligación no era hacerlo
dueño, sino proporcionarle una posesión pacífica y útil de la cosa y para ello se consagran el
específico mecanismos de la citación de evicción y las determinadas acciones redhibitorias y
quanti minoris, que concretan la responsabilidad del vendedor, estableciendo las obligaciones
de defensa judicial para el caso de amenaza judicial de pérdida total o parcial de la cosa yh de
indemnización subsidiaria para el caso de concretarse ese riesgo; la posibilidad de rescindir y la
obligación de indemnizar cuando los vicios ocultos son tales que afectan gravemente la
funcionalidad del bien; y la obligación de indemnizar cuando los vicios ocultos son tales que
afectan gravemente la funcionalidad del bien; y la obligación de rebajar el precio en caso
contrario.
Lo que el tribunal señala es que la existencia de derechos de terceros no es una cuestión que
corresponda a la obligación de entrea, SINO A LA DE SANEAMIENTO DE LA EVICCIÓN. Por lo
que si el comprador deseaba solicitar la indemnización de perjuicios debía hacerlo al amparo de
las reglas de evicción, no de las generales de incumplimiento. Razón: En este tipo de
cumplimiento defectuoso existe una regla especial (la de evicción) que desplaza a la general
por incumplimiento de la obligación de entrega.
Caso: venta de taxibus que estaba prendado. Taxibus es retirado de circulación por que el
vendedor no cumplió con sus obligaciones. Comprador demanda al vendedor de resolución del
contrato. Tribunal dice que no se puede optar por resolución del contrato, ya que el vendedor
cumplió con su obligación de entregar. La entrega se limita, según el tribunal, al traspaso legal y
material de la cosa. “El vendedor no se obliga a dar la propiedad al comprador, sino a
constituirlo en poseedor”. “Otra cosa y muy distinta a la infracción de la obligación de entrega
lo constituye el hecho que el actor se haya visto turbado en la posesión pacífica y tranquila del
vehículo por vías de derecho el embargo y retiro de que habla en su demanda toda vez que
esto cae en el campo de la obligación de saneamiento y específicamente de la evicción”.
Para estas cortes, los cumplimientos defectuosos que se explican por la presencia de derechos
de terceros no configuran incumplimiento de la obligación de entrega, pues existe una norma
especial que se ocupa de ellos. Al abrigo de estas sentencias y de la opinión doctrinaria, parece
ser que el vendedor NO ESTÁ OBLIGADO A ENTREGAR LA COSA LIBRE DE DERECHOS DE
TERCEROS Y, POR LO TANTO, SÍ LO HACE NO INCUMPLE CON LA OBLIGACIÓN DE ENTREGA.
Su protección corresponde al régimen de evicción.
IV. LA OBLIGACIÓN DE ENTREGA REVISITADA.
Caso venta de departamento en Penco. cláusula del contrato decía que las partes establecen
que la venta se hacía en el estado que se encuentra actualmente el departamento, con todos
sus usos, derechos, costumbres y servidumbres libres de todo gravamen, prohibición y embargo,
con todo lo edificado y planteado. Luego de entrega material del inmueble, la compradora
constató que el predio se encontraba gravado por una hipoteca a favor del banco del Estado de
Chile por la suma de 620 UF y que también existía una prohición de gravar, enajenar y arrendar,
a favor del mismo banco. Frente a esta situación la compradora dedujo una acción de
cumplimiento forzada de la obligación de entrega, pidiendo, concretamente que se obligara a la
vendedora a alzar el gravamen y prohibición y que no haciéndolo se le embargaran bienes
suficientes para lograr ese alzamiento.
Vendedora señala que había cumplido sus obligaciones pues había hecho la tradición y
la entrega material del inmueble. Señala también que la obligación de saneamiento
no se encontraba incumplida pues hasta el momento la compradora no había sido
privada de la cosa.
Vendedor está obligado a entregar lo que reza el contrato, regla dispuesta a propósito
de la obligación de entregar y que hace de la obligación de entregar no solamente un
paso material y jurídico de la cosa, sino también comoprender en ella, una identidad
entre aquello que forma el objeto de la obligación y lo efectivamente entregado, puesto
que, en definitiva, no se trata sino de la particularización de la regla general del art. 1569
que impone como requisito objetivo del cumplimiento la exactitud, identidad e
integridad de la prestación, pues guarda aun vigencia la formula del derecho romano:
aliud pro alio, invito creditori solvi non potest.
-> Cuando la CV recaiga sobre un cuerpo cierto, el vendedor está obligado igualmente a
entregar la cosa tal y como ha sido convenida, querida por las partes; en consecuencia, si la
cosa vendida y entregada está afectada por un vicio oculto, ignorado por el comprador, o si
lleva consigo una posibilidad de evicción, el vendedor no ha cumplido con su obligación de
entrega. Una vez que un tercero se adelante a reclamar derechos sobre la cosa por causa
anterior a la venta, SURGE PARA EL VENDEDOR LA OBLIGACIÓN DE DEFENSA Y SANEAMIENTO.
DIFERENCIA ENTRE AMBAS OBLIGACIONES ES PUES MÁS D OPORTUNIDAD QUE DE
CONTENIDO.
En razón de esta sentencia, cabe preguntarnos nuevamete cómo se debe cumplir con la
obligación de entrega y qué es lo que se debe entregar.
Respecto a cómo se debe cumplir con la obligación de entrega: Ya no se trata del simple
traspaso material y jurídico de la cosa. Sino del traspaso LIBRE DE DERECHOS DE TERCEROS.
Por lo tanto, también hemos respondido a la segunda pregunta, se cumpel cuando la cosa está
libre de derechos de terceros.
Art. 1824: “Las obligaciones del vendedor se reducen en general a dos: la entrega o tradición, y
el saneamiento de la cosa vendida”.
Respecto a las sentencias anteriormente expresadas, es posible deslindar dos formas diversas
de entender la obligación de entrega.
Cuestión previa a resolver Si las partes, a través de sus acuerdos, pueden modificar la
obligación de entrega. -> Doctrina nacional y comparada plantea que si es posible. Alessandri
Rodriguez: “Las obligaciones propias del vendedor y que nacen del contrato de venta por el solo
efecto de celebrarse sin necesidad de que las partes, es decir, las obligaciones que la ley impone
son dos: La entrega de la cosa y el saneamiento de la misma. Sin perjuicio de ellas, los
contratantes pueden estipular otras o atenuar o modificar esas dos. En tal caso deben pactarse
expresamente, pues, a falta de tal convenido, el vendedor no tiene sino las señaladas por la ley
y en la extensión que ésta establece. Para Alessandri, la CV establece naturalmente un par de
obligaciones para el vendedor, sin embargo, las partes pueden modificarlas (en este caso, la de
entrega) y si lo hacen, no es la configuración natural de las obligaciones que los obliga, sino el
pacto.
Caso complejo: El de la CA de Valdivia existía una cláusula que planteaba que la cosa debía
venir libre de gravámenes. Corte no toma en serio el pacto de las partes.
La obligación del comprador de recibir la cosa comprada consiste en hacerse cargo de la misma,
tomado posesión de ella. Forma de cumplir esta obligación variará según la naturaleza de la
cosa. La recepción de la cosa puede ser simbólica de la misma manera que lo puede ser la
enmtrega.
Código: Art. 1827 (única disposición del Código respeco a la obligación de recibir la cosa).
Art. 1827. Si el comprador se constituye en mora de
recibir, abonará al vendedor el alquiler de los
almacenes, graneros o vasijas en que se contenga lo
vendido, y el vendedor quedará descargado del cuidado
ordinario de conservar la cosa, y sólo será ya
responsable del dolo o de la culpa grave.
(No excluye el art. 1827 los derechos del vendedor para pedir el cumplimiento o la resolución
del contrato, con indemnización de perjuicios. estos derechos resultan de la aplicación del
art. 1489; el art. 153 inc. 1º consagra expresamente estos derechos del vendedor).
Normas generales: El pago debe hacerse en el lugar señalado por la convención y, a falta de
estipulación, cuando la obligación es de género, en el domicilio del deudor (Art. 1587 y 1588).
Art. 1587. El pago debe hacerse en el lugar
designado por la convención.
Art. 1588. Si no se ha estipulado lugar para el
pago y se trata de un cuerpo cierto, se hará el pago en
el lugar en que dicho cuerpo existía al tiempo de
constituirse la obligación.
Pero si se trata de otra cosa se hará el pago en el
domicilio del deudor.
Las obligaciones deben cumplirse de inmediato, si las partes no han postergado expresamente
su incumplimiento.
El art. 1872 deroga ligeramente estas normas por lo que toca al lugar y época en que se debe
pagar el precio.
Art. 1872. El precio deberá pagarse en el lugar y
el tiempo estipulados, o en el lugar y el tiempo de la
entrega, no habiendo estipulación en contrario.
Con todo, si el comprador fuere turbado en la
posesión de la cosa o probare que existe contra ella una
acción real de que el vendedor no le haya dado noticia
antes de perfeccionarse el contrato, podrá depositar el
precio con autoridad de la justicia, y durará el
depósito hasta que el vendedor haga cesar la turbación o
afiance las resultas del juicio.
Consecuencia de esto es que fijado un plazo para la entrega, este mismo plazo rige, sin necesidad
de estipulación, para el pago del precio.
El comprador puede excusarse de pagar el precio en la época convenida o fijada por la ley; en
suma, cuando se ve expuesto a perder la cosa.
El comprador evicto tiene derecho a que el vendedor le restituya el precio; es lógico que si le
amenaza una evicción y no ha pagado el precio, puede suspender el pago para evitar una inútil
repetición de lo pagado y el riesgo consiguiente.
Comprador no puede retener el precio en su poder, éste debe ser depositado en virtud de una
autorización judicial. Lo puede retener el comprador como depositario por autorización judicial.
El propósito termina: a) Por la cesación de la turbación; b) por el otorgamiento de una caución
que asegure las resultas del litigio.
Incumplimiento de obligación de pagar el precio, conforme al precepto general del art. 1489,
autoriza al vendedor para pedir la resolución del contrato o su cumplimiento, con
indemnización de perjuicios.
La falta de pago del precio ha de ser reputada al comprador, es decir, debe este estar en mora.
Existen, por ley, efectos entre las partes y efectos respecto terceros de la resolución del contrato
de CV por incumplimiento de la obligación del comprador de pagar el precio. Efectos son, en
gran medida, la aplicación de los principios generales que regulan los efectos de la condición
resolutoria cumplida, con algunas importantes modificaciones.
Resuelto el contrato, las partes tienen derecho a que se las restituya al estado anterior a su
celebración. Por esto, el comprador debe al vendedor determinadas prestaciones.
Art. 1875.
Art. 1875. La resolución de la venta por no haberse
pagado el precio, dará derecho al vendedor para retener
las arras, o exigirlas dobladas, y además para que se le
restituyan los frutos, ya en su totalidad si ninguna
parte del precio se le hubiere pagado, ya en la
proporción que corresponda a la parte del precio que no
hubiere sido pagada.
El comprador a su vez tendrá derecho para que se le
restituya la parte que hubiere pagado del precio.
Para el abono de las expensas al comprador, y de
los deterioros al vendedor, se considerará al primero
como poseedor de mala fe, a menos que pruebe haber
sufrido en su fortuna, y sin culpa de su parte,
menoscabos tan grandes que le hayan hecho imposible
cumplir lo pactado.
Por regla general: Cumplida la condición, no se deben los frutos percibidos en el tiempo
intermedio, salvo que la ley, el testador, el donante o los contratantes, según los varios casos,
hayan dispuesto lo contrario (Art. 1488).
Art. 1488. Verificada una condición resolutoria, no
se deberán los frutos percibidos en el tiempo
intermedio, salvo que la ley, el testador, el donante o
los contratantes, según los varios casos, hayan
dispuesto lo contrario.
Cuando la resolución tiene lugar por falta de pago del precio, la regla general se altera y el
comprador debe restituir los frutos en la forma indicada.
III. En caso de haberse dado arras, el vendedor tiene derecho “para retener las arras o
exigirlas dobladas” (Art. 1875 inc. 1º).
IV. Tiene el vendedor derecho para que el comprador le indemnice los deterioros que haya
experimentado la cosa. Para estos efectos se considerará al comprador como
poseedor de mala fe “a menos que pruebe haber sufrido en su fortuna, y sin culpa de
su parte, menoscabos tan grandes que le hayan hecho imposible cumplir lo pactado
(Art. 1875 inc. 3º).
V. Le asiste al vendedor el derecho de demandar la indemnización de los perjuicios que
el incumplimiento del contrato le haya ocasionado. (Art.1873).
I. El comprador tiene derecho “para que se le restituya la parte que hubiere pagado del
precio (Art. 1875 inc. 2o)
II. Tiene igualmente derecho para que se le abonen las mejoras, reputándosele, para estos
efectos, como poseedor de lama fe.
Debe el vendedor, por lo tanto, abonarle las mejoras necesarias; no tiene derecho ni a las
mejoras útiles ni voluptuarias, y podrá llevarse sólo los materiales de dichas mejoras, siempre
que pueda separarlos sin detrimento y que el vendedor rehúse pagarle el precio que tendrían
una vez separados (Art. 809, 909, 910 y 912).
Sin embargo, el comprador será reputado de buena fe si probare que su fortuna, sin culpa suya,
ha sufrido menoscabos tan considerables que le hicieron imposible cumplir el contrato (Art.
1875, inc. 3º).
Art. 1876 aplica al contrato de CV los principios generales de los art. 1490 y 1491.
Art. 1876. La resolución por no haberse pagado el
precio no da derecho al vendedor contra terceros
poseedores, sino en conformidad a los artículos 1490 y
1491.
Si en la escritura de venta se expresa haberse
pagado el precio, no se admitirá prueba alguna en
contrario sino la de nulidad o falsificación de la
escritura, y sólo en virtud de esta prueba habrá acción
contra terceros poseedores.
Art. 1490. Si el que debe una cosa mueble a plazo,
o bajo condición suspensiva o resolutoria, la enajena,
no habrá derecho de reivindicarla contra terceros
poseedores de buena fe.
Por tanto, si la cosa vendida es mueble, los terceros deben estar de mala fe, o sea, conocer el
hecho de que el comprador adeudaba parte del precio. Si la cosa es inmueble, será menester
que en el título respectivo, inscrito u otorgado por escritura pública, conste la existencia de dicho
saldo de precio.
Importa esta declaración (de haberse pagado el precio) en relación con el ejercicio de la acción
resolutoria por falta de pago del mismo.
¿Rige la disposición para accionar el vendedor contra el comprador que conserva la cosa en su
poder? Para el autor la respuesta sería negativa.
Precedentes romanos: Los proyectos del código establecían que la tradición de la cosa vendida
no transfería el dominio mientras no se pagara el precio o se asegurara la satisfacción del
vendedor, a menos de estipularse un plazo para el pago. Sistema abandonado.
Art. 680
Art. 680. La tradición puede transferir el dominio
bajo condición suspensiva o resolutoria, con tal que se
exprese.
Verificada la entrega por el vendedor, se transfiere
el dominio de la cosa vendida, aunque no se haya pagado el
precio, a menos que el vendedor se haya reservado el
dominio hasta el pago, o hasta el cumplimiento de una
condición.
En clara contradicción con el art. Citado, el art. 1874 atribuye a la cláusula de no transferirse el
dominio sino por el pago del precio un alcance diferente. El dominio, pese a la estipulación,
se transfiere al comprador; la falta de pago del precio no impide que se haga dueño, sino que
otorga al vendedor el derecho de pedir el cumplimiento del contrato o su resolución, con
indemnización de perjuicios.
Art. 1874. La cláusula de no transferirse el
dominio sino en virtud de la paga del precio, no
producirá otro efecto que el de la demanda alternativa
enunciada en el artículo precedente; y pagando el
comprador el precio, subsistirán en todo caso las
enajenaciones que hubiere hecho de la cosa o los
derechos que hubiere constituido sobre ella en el tiempo
intermedio.
Mientras el art. 680 establece que si el vendedor se reserva expresamente el dominio hasta que
el precio se pague, la tradición no hará dueño al comprador, el art. 1874 declara, enfáticamente,
que tal reserva no obsta para la adquisición de la propiedad por el adquirente.
Concluye el art. 1874 diciendo: “Pagando el comprador el precio, subsistirán en todo caso las
enajenaciones que hubiere hecho de la cosa o los derechos que hubiere constituido sobre ella
en el tiempo intermedio”.
I. El pacto comisorio
II. El pacto de retroventa
III. El pacto de retracto.
El art. 1887 dispone que “pueden agregarse al contrato de venta cualesquiera otros pactos
accesorios lícitos; y se regirán por las reglas generales de los contratos”.
1. PACTO COMISORIO
Pacto comisorio simple: Aquel en que se estipula lisa y llanamente, que se resolverá el
contrato si no se cumple lo pactado.
2. PACTO DE RETROVENTA
Art. 1881
Art. 1881. Por el pacto de retroventa el vendedor
se reserva la facultad de recobrar la cosa vendida,
reembolsando al comprador la cantidad determinada que se
estipulare, o en defecto de esta estipulación lo que le
haya costado la compra.
El pacto de retroventa importa una condición resolutoria del contrato de CV. El contrato está
expuesto a desaparecer por el hecho futuro e incierto consistente en que el vendedor haga
valer su opción de recobrar la cosa vendida. Se trata de una condición pura o meramente
potestativa, porque depende de la sola voluntad del vendedor.
C) Es indispensable un plazo para que el vendedor ejercite su derecho. Art. 1885: “El tiempo en
que se podrá intentar la acción de retroventa no podrá pasar de 4 años, contados desde la
fecha del contrato”. Las partes pueden, pues, señalar un plazo que no exceda de 4 años.
a) Que el vendedor haga valer judicialmente su derecho; B) que en el acto de ejercerlo ponga el
precio a disposición del comprador; c) que el derecho se haga valer en tiempo oportuno; d) que
se dé el correspondiente aviso al comprador.
Art. 1855 emplea la expresión “Intentar la acción” que indica la necesidad de que el derecho
del vendedor se ejercite judicialmente.
d) En fin, para ejercitar su derecho, el vendedor debe avisar al comprador con la debida
anticipación.
A) Comprador está obligado, desde luego, a restituir la cosa, con sus accesorios. Art.
1833 inc. 1º: “El vendedor tendrá derecho a que el comprador le restituya la cosa vendida con
sus accesorios naturales”.
Se siguen las reglas generales, es decir, la resolución del contrato de compraventa les afectará
a condición de que estén de mala fe.
Art. 1882: “El pacto de retroventa en sus efectos contra terceros se sujeta a lo dispuesto en los
art. 1490 y 1491”.
Art. 1884 prohíbe la cesión: “El derecho que nace del pacto de retroventa no puede cederse”.
El derecho del vendedor podría, sin embargo, transmitirse por causa de muerte.
3) PACTO DE RETRACTO
Concepto y efectos
Pacto de retracto o adictio in diem es aquel en que las partes convienen que se resolverá la
venta si, en un plazo determinado, se presenta un nuevo comprador que ofrezca al vendedor
condiciones más ventajosas que el comprador primitivo.
Art. 1886.
Art. 1886. Si se pacta que presentándose dentro de
cierto tiempo (que no podrá pasar de un año), persona
que mejore la compra se resuelva el contrato, se
cumplirá lo pactado; a menos que el comprador o la
persona a quien éste hubiere enajenado la cosa, se
allane a mejorar en los mismos términos la compra.
La disposición del artículo 1882 se aplica al
presente contrato.
Resuelto el contrato, tendrán lugar las
prestaciones mutuas, como en el caso del pacto de
retroventa.
Entre las partes y respecto de terceros, el pacto de retracto produce los mismos efectos que el
pacto de retroventa (Art. 1886 inc. 2º y 3º) .
La lesión es el perjuicio pecuniario que las partes sufren como consecuencia de la falta de
equivalencia de las prestaciones recíprocas de un contrato conmutativo.
Art. 1888
Art. 1888. El contrato de compraventa podrá
rescindirse por lesión enorme
A) no procede la acción rescisoria por lesión enorme “en las ventas de bienes muebles”
(Art. 1891)
Art. 1891. No habrá lugar a la acción rescisoria
por lesión enorme en las ventas de bienes muebles, ni en
las que se hubieren hecho por el ministerio de la
justicia
Por lo tanto, no tiene cabida en las ventas comerciales Art. 126 del Ccom dispone: “No hay
rescisión por causa de lesión enorme en los contratos mercantiles”.
b) No habrá tampoco lugar a la acción rescisoria en las ventas “que se hubieren hecho
por el ministerio de la justicia” (Art. 1891).
c) No cabe la rescisión por lesión enorme, aunque se trate de inmuebles, en las ventas
de minas. Art. 170 del Código de Minería.
La desproporción entre las prestaciones de comprador y vendedor debe ser monstruosa; la ley
reputa legítima una diferencia moderada. Puede sufrir lesión enorme tanto el vendedor como
el comprador Art. 1889.
Art. 1889. El vendedor sufre lesión enorme, cuando
el precio que recibe es inferior a la mitad del justo
precio de la cosa que vende; y el comprador a su vez
sufre lesión enorme, cuando el justo precio de la cosa
que compra es inferior a la mitad del precio que paga
por ella.
El justo precio se refiere al tiempo del contrato.
Para determinar el justo precio debe atenderse al tiempo de celebración de la venta (art. 1889
inc. 2º).
Para que proceda la rescisión por lesión enorme es preciso que la cosa no haya perecido en
poder del comprador.
Art. 1893.
Art. 1893. Perdida la cosa en poder del comprador
no habrá derecho por una ni por otra parte para la
rescisión del contrato.
Lo mismo será si el comprador hubiere enajenado la
cosa; salvo que la haya vendido por más de lo que había
pagado por ella; pues en tal caso podrá el primer
vendedor reclamar este exceso, pero sólo hasta
concurrencia del justo valor de la cosa, con deducción
de una décima parte.
La disposición se explica porque rescindido el contrato deberá restituirse la cosa. Esta restitución
se torna imposible cuando la cosa ha perecido.
Ninguno de los contratantes podrá pedir la rescisión de la venta “si el comprador hubiere
enajenado la cosa” (Art. 1893, inc. 2º).
Rescisión de la venta por causa de lesión es diferente de forma sustancial de la rescisión del
mismo contrato por causas diferentes; por regla general, la nulidad judicialmente declarada da
acción contra terceros (Art. 1689 inc. 2º).
En caso de que el comprador haya enajenado la cosa “por más de lo que había pagado por ella”,
“podrá el primer vendedor reclamar este exceso, pero sólo hasta concurrencia del justo valor
de la cosa, con deducción de una décima parte (Art. 1893 inc. 2º).
Ejemplo: A vende a B en $1.000 una cosa cuyo justo precio es de $2.200 y B, a su turno, la vende
en $2.500. A tiene derecho a reclamar el exceso de $300. Pero si B vende en $4.500 no tendrá
derecho al total de la diferencia porque ésta tiene como límite el justo precio con deducción de
una décima parte y que asciende a $1.980.
Art. 1896.
Art. 1896. La acción rescisoria por lesión enorme
expira en cuatro años contados desde la fecha del
contrato.
Como prescripción del corto tiempo, con arreglo al art. 2524, la prescripción de la acción
rescisoria corre contra toda clase de personas
Ley proclama que la acción rescisoria es irrenunciable. Autorizar la renuncia importaría abolir la
acción. “La ley no habría prestado sino un socorro inútil e ilusorio al desgraciado y al oprimido”.
Art. 1892.
Art. 1892. Si se estipulare que no podrá intentarse
la acción rescisoria por lesión enorme, no valdrá la
estipulación; y si por parte del vendedor se expresare
la intención de donar el exceso, se tendrá esta cláusula
por no escrita.
EL objeto de la acción rescisoria es invalidar la compraventa. Sus efectos son los propios de la
nulidad; en suma, el vendedor recobrará la cosa y el comprador el precio pagado por ella.
La rescisión por lesión enorme tiene una interesante modalidad. La rescisión se funda en la
inicua desproporción entre las prestaciones de comprador y vendedor. El restablecimiento del
equilibrio de tales prestaciones desagravia a las partes, y de este modo desaparecen sus
motivos de queja.
Los efectos de la rescisión serán diversos, pues, según que el demandado opte por evitar que el
contrato se rescinda o por aceptar la rescisión.
El comprador y vendedor víctima de lesión enorme, tienen derecho para pedir la rescisión del
contrato.
Art. 1890
Art. 1890. El comprador contra quien se pronuncia
la rescisión, podrá a su arbitrio consentir en ella, o
completar el justo precio con deducción de una décima
parte; y el vendedor en el mismo caso, podrá a su
arbitrio consentir en la rescisión, o restituir el
exceso del precio recibido sobre el justo precio
aumentado en una décima parte.
No se deberán intereses o frutos sino desde la
fecha de la demanda, ni podrá pedirse cosa alguna en
razón de las expensas que haya ocasionado el contrato.
Es una facultad que tanto vendedor como comprador pueden ejecutar a su arbitrio.
La opción del demandado nace una vez fallado el pleito y declarada la nulidad. La facultad de
optar compete al comprador o al vendedor “contra quien se pronuncia la rescisión”.
La ley fija la cantidad que debe pagar el demandado para evitar la rescisión.
Frutos y expensas
El comprador o el vendedor deben abonar frutos e intereses, pero sólo desde la fecha de la
demanda. “No se deberán intereses o frutos sino desde la fecha de la demanda” expresa el inc.
2º del art. 1890, esto es, por el tiempo comprendido entre el contrato y la iniciación del juicio.
La disposición añade que no podrá “pedirse cosa alguna en razón de las expensas que haya
ocasionado el contrato”.
La rescisión de la venta, en principio, da derecho a las partes a ser restituidas al mismo estado
en que se hallarían si no se hubiera celebrado el contrato nulo, con algunas importantes
limitaciones.
c) El art. 1894 expresa: “El vendedor no podrá pedir cosa alguna en razón de los
deterioros que haya sufrido la cosa; excepto en cuanto el comprador se hubiere aprovechado
de ellos”.
III. LA PERMUTA
Definición
Definición inexacta. No sólo es permuta el cambio de una cosa por otra, sino también el cambio
de una cosa por otra + dinero “Si la cosa vale más que el dinero” (Art. 1794). El trueque de cosas
genéricas no es permuta: constituye un contrato innominado.
I. Por regla general, el contrato de permuta es consensual. Art. 1898 “El cambio se
reputa perfecto por el mero consentimiento”.
II. Por excepción la permuta es solemne cuando “una de las cosas que se cambian o ambas
sean bienes raíces o derechos de sucesión hereditaria” En tal caso, “para la perfección
de contrato ante la ley, será necesaria escritura pública” (Art. 1898).
III. Las cosas que no pueden venderse tampoco pueden permutarse (Art. 1899 inc. 1º) .
IV. No son hábiles para celebrar el contrato de permuta “las personas que no son hábiles
para el contrato de venta (Art. 1899 inc. 2º).
La cesión de derechos lato sensu es el traspaso de un derecho por acto entre vivos. Título XXV
del Libro IV trata la materia en diferentes materias:
¿A qué se refiere el legislador con “créditos personales”? -> Cierto tipo de créditos en que se
encuentra precisamente determinado el acreedor, denominados, por lo mismo
“nominativos”.
Créditos nominativos: Son aquellos en que se indica con toda precisión la persona del
acreedor y que no son pagaderos sino precisamente a la persona designada. Ejemplo: Crédito
del comprador por el precio de la CV.
Créditos a la orden: Son aquellos en que al nombre de la persona del titular se antepone
la expresión “A la orden” u otra equivalente. Tales créditos son pagaderos a la persona
designada o a quién ésta ordene o designe. Las letras de cambio, los pagarés y cheques adoptan
generalmente esta forma.
Art. 1908
Art. 1908. Las disposiciones de este título no se
aplicarán a las letras de cambio, pagarés a la orden,
acciones al portador y otras especies de transmisión que
se rigen por el Código de Comercio o por leyes
especiales.
La cesión de los créditos a la orden se verifica mediante endoso (Art. 164 del Ccom), que es un
escrito puesto al dorso de la letra de cambio y demás documentos a la orden por el cual se
transfiere el dominio del documento o, más bien dicho, del crédito de que da constancia (Art.
17 y ss. De ley N° 18.092).
Los documentos al se ceden por “la mera tradición manual” (Art. 164 del C. de Comercio).
Se ubica en el libro IV entre permuta y arrendamiento. Esto sugiere que la cesión es un contrato.
La cesión es la TRADICIÓN DE LOS DERECHOS PERSONALES O CRÉDITOS.
La cesión requiere de un título. Éste puede adoptar diversas formas CV, permuta, donación,
aporte en sociedad, etc.
FORMALIDADES DE LA CESIÓN
Deben ser enfocadas desde un doble ángulo: 1) Entre las partes; 2) respecto de terceros.
Perfecta la cesión entre las partes, aun puede no estarlo respecto del deudor cedido y de
terceros.
Solo acuerdo de voluntades (o sólo contrato) no es suficiente para que se perfeccione la cesión.
Como no se concibe la entrega del crédito, cosa incorporal, el legislador la ha reemplazado por
la entrega del título.
Art. 1901
Art. 1901. La cesión de un crédito personal, a
cualquier título que se haga, no tendrá efecto entre el
cedente y el cesionario sino en virtud de la entrega del
título.
En virtud de ésta entrega del título, el cesionario se convierte, frente al cedente, en titular del
crédito.
(Deberá anotarse en el documento mismo el traspaso del derecho, con designación del
nombre del cesionario y bajo la firma del cedente – 1903).
LA ENTREGA DEL TÍTULO SUPONE QUE EL CRÉDITO CONSTE POR ESCRITO. ¿La imposibilidad de
efectuar la entrega importa que no pueden cederse los créditos que no constan por escrito?
La escritura de cesión en que se especifique el crédito servirá de título que habrá de entregarse
al cesionario.
La entrega del título deja perfecta la cesión entre las partes, esto es, entre el cedente y el
cesionario.
Para que la cesión se perfeccione respecto del deudor cedido y de terceros, es menester que
se notifique al deudor o éste acepte la cesión. // MIENTRAS NO INTERVENGA LA NOTIFICACIÓN
O ACEPTACIÓN, PARA EL DEUDOR Y TERCEROS EL TITULAR DEL CRÉDITO CONTINÚA CIENDO EL
CEDENTE.
Art. 1905. No interviniendo la notificación o
aceptación sobredichas, podrá el deudor pagar al
cedente, o embargarse el crédito por acreedores del
cedente; y en general, se considerará existir el crédito
en manos del cedente respecto del deudor y terceros
Art. 1902
Art. 1902. La cesión no produce efecto contra el
deudor ni contra terceros, mientras no ha sido
notificada por el cesionario al deudor o aceptada por
éste.
a) Notificación del deudor ha de ser judicial. Debe efectuarse personalmente, previa resolución
judicial Art. 47 CPC.
c) La notificación debe practicarse cumpliendo con los requisitos generales de toda notificación
personal; además, deberá cumplir con lo dispuesto en el art. 1903.
Art. 1903. La notificación debe hacerse con
exhibición del título, que llevará anotado el traspaso
del derecho con la designación del cesionario y bajo la
firma del cedente.
Aceptación tácita: “Un hecho que la suponga, como la litiscontestación con el cesionario, un
principio de pago al cesionario, etc.” (Art. 1904)
La notificación del deudor, hecha por un ministro de fe, previa orden judicial, marca con toda
exactitud el momento en que se ha perfeccionado la cesión respecto del deudor y terceros. El
código no ha rodeado la aceptación de ningún requisito de forma.
Respecto de terceros, el documento no adquirirá fecha cierta sino desde que ocurra alguno de
los hechos previstos en el art. 1703; la aceptación no puede hacerse valer contra terceros sino
desde que el instrumento adquiera fecha cierta a su respecto.
De este modo, puede ocurrir que el deudor deba cosniderar como su acreedor al cesionario,
mientras los terceros pueden continuar reputando tal al cedente.
EFECTOS DE LA CESIÓN
EXTENSIÓN DE LA CESIÓN.
Art. 1906. La cesión de un crédito comprende sus
fianzas, privilegios e hipotecas; pero no traspasa las
excepciones personales del cedente
El cesionario gozará del crédito en los mismos términos que el cedente. La cesión no transfiere
excepciones del cedente, a excepción de la nulidad relativa, que, de acuerdo con el art. 1684,
pueden invocar las personas en cuyo favor la establece la ley y sus cesionarios.
La excepción de compensación
Que la cesión se perfeccione por notificación o aceptación es indiferente. Esta distinción sólo
importa para decidir si el deudor cedido puede oponer al cesionario una compensación que
habría podido oponer al cedente.
“Es lógico que el deudor no pueda oponer en compensación al cesionario los créditos adquiridos
contra el cedente posteriores a la aceptación. El cedente ha dejado de ser acreedor y, en suma,
ya no median entre ambos obligaciones recíprocas. Pero tampoco puede compensar el deudor
los créditos que adquirió antes de la aceptación y que hubiera podido oponer al cedente. La
aceptación sin reservas importa una renuncia de la compensación”.
Cuando la cesión se perfecciona por la notificación del deudor, la situación cambia. El deudor
podrá oponer al cesionario “todos los créditos que antes de notificársele la cesión haya
adquirido contra el cedente, aun cuando no hubieren llegado a ser exigibles sino después de
la notificación” (Art. 1659 inc. 2º).
Art. 1907 responsabilidad del cedente cuando la cesión es a título oneroso. Cedido a título
gratutio, no cabe ninguna responsabilidad al cedente.
Art. 1907. El que cede un crédito a título oneroso,
se hace responsable de su existencia al tiempo de la
cesión, esto es, de que verdaderamente le pertenecía en
ese tiempo; pero no se hace responsable de la solvencia
del deudor, si no se compromete expresamente a ello; ni
en tal caso se entenderá que se hace responsable de la
solvencia futura, sino sólo de la presente, salvo que se
comprenda expresamente la primera; ni se extenderá la
responsabilidad sino hasta concurrencia del precio o
emolumento que hubiere reportado de la cesión, a menos
que expresamente se haya estipulado otra cosa.
Por el solo hecho de la cesión onerosa y sin necesidad de especial estipulación, el cedente
responde de que era efectivamente acreedor al tiempo de efectuarse. Se requiere pacto especial
para que el cedente se responsabilice por la solvencia del deudor. A falta de esta estipulación
expresa, el cesionario debe soportar los riesgos de la insolvencia del deudor cedido. Si se pacta
la responsabilidad de la insolvencia, esta atañe solo a la insolvencia al tiempo de la cesión; el
riesgo de insolvencia futura debe asumirlo el cedente de una manera expresa.
Art. 1907 sobre responsabilidad del cedente: “Debe reembolsar al cesionario “del precio o
emolumento que hubiere reportado la cesión”’.
El derecho de suceder por causa de muerte a una persona viva no puede ser objeto de un
contrato, aunque intervenga el consentimiento de la misma persona (Art. 1463). Los pactos
sobre sucesión futura adolecen de objeto ilícito y, por lo mismo, de nulidad absoluta.
Efectos de la cesión
Por efectos de la cesión, el cesionario adquiere todos los derechos y contrae todas las
responsabilidades del cedente.
I. Cedente debe al cesionario todos los elementos activos de la sucesión: Debe hacerle
entrega de los bienes comprendidos en la herencia o legado, deber tan obvio que el
legislador no juzgó necesario señalarlo.
II. Debe el cedente al cesionario igualmente, los frutos que haya percibido, los créditos que
haya cobrado, los precios recibidos por la enajenación de bienes sucesorios, etc.
Art. 1910
Art. 1910. Si el heredero se hubiere aprovechado de
los frutos o percibido créditos o vendido efectos
hereditarios, será obligado a reembolsar su valor al
cesionario.
El cesionario por su parte será obligado a
indemnizar al cedente de los costos necesarios o
prudenciales que haya hecho el cedente en razón de la
herencia.
Cediéndose una cuota hereditaria se entenderá
cederse al mismo tiempo las cuotas hereditarias que por
el derecho de acrecer sobrevengan a ella, salvo que se
haya estipulado otra cosa.
Se aplicarán las mismas reglas al legatario
III. El cesionario deberá reembolsar al cedente “los costos necesarios o prudenciales que
haya hecho el cedente en razón de la herencia” (Art. 1910 inc. 2º).
IV. El cesionario beneficia del derecho de acrecer. Art. 1910 inc. 3º
Esto depende de que la cesión se verifique a título oneroso o gratuito. El cedente a título gratuito
no contrae ninguna responsabilidad (no debe ninguna garantía al cesionario).
El cesionario se hace responsable del PASIVO de la herencia o legado respecto del cedente.
Pero, ante terceros, el CEDENTE continúa siendo responsable. Los acreedores pueden siempre
dirigirse contra el cedente y hacer abstracción de la cesión. EL CEDENTE QUEDA SIEMPRE
DIRECTAMENTE OBLIGADO, PERO TEDNRÁ DERECHO A QUE EL CESIONARIO LE REEMBOLSE LO
PAGADO. Los acreedores igualmente podrán accionar contra el cesionario. Al perseguir al
cesionario, los acreedores le aceptarían ciertamente como deudor y se estaría en presencia de
una delegación perfecta o novatoria.
¿La tradición del derecho de herencia, cuando la integran bienes inmuebles, requiere de la
inscripción en el Registro Conservatorio de Bienes Raíces? Jurisprudencia se ha inclinado por dar
una respuesta negativa a esta pregunta. La tradición no requeriría de la inscripción porque la
ley no lo ha establecido expresamente y porque la herencia es una universalidad jurídica,
independiente de las cosas que la componen.
Con estas premisas se concluye que la tradición se verifica por cualquier medio que importe
ejercicio del derecho de dominio por el cesionario, como la provocación del juicio de partición o
la intervención en él, la petición de la posesión efectiva, etc. Para Meza Barros, esta doctrina
merece críticas severas.
a) Las cosas corporales se dividen en muebles e inmuebles (Art. 566) e igual clasificación
es aplicable a las cosas incorporales o derechos (Art. 580).
Derechos personales o créditos son bienes incorporales. Siendo bienes, pueden transferirse por
actos entre vivos y transmitirse por causa de muerte. Su transferencia por acto entre vivos
requiere de un título y la subsecuente tradición. Para efectuar la tradición de estos derechos
personales, el código reservó un precepto especial Art. 699; esta tradición se efectúa por la
entrega del título hecha por el cedente al cesionario.
Art. 699. La tradición de los derechos personales
que un individuo cede a otro se verifica por la entrega
del título hecha por el cedente al cesionario.
Título: Instrumento en que el crédito consta, donde se encuentra escriturado (Art. 1901, que en
general repite lo dispuesto en el 699, emplea la expresión “título” es dos acepciones distintas:
como antecedente jurídico, que justifica la tradición, y luego como instrumento en el cual el
crédito consta).
Para que la transferencia produzca efecto respecto del deudor y terceros Se necesita notificar
de la transferencia a aquél, o que él acepte (Art. 1902 y ss.) Antes que acepte o le sea notificada
la transferencia, le es inoponible; el deudor podría pagar al primitivo acreedor y pagaría bien.
Entrega del título en que el crédito consta puede ser REAL o SIMBÓLICA, LO QUE ES POSIBLE
RESPECTO DE COSAS CORPORALES MUEBLES.
La afirmación de que la entrega del título en que el crédito consta puede ser no sólo real sino
también simbólica, esto porque esta forma de tradición por entrega del título se consignó en
un precepto especial, distinto de las normas dispuestas para las cosas corporales muebles, de
modo qe su comprensión debe ser estricta; más discutible es la amplitud con que aquí se ha
admitido la noción de tradición simbólica, en la cual se ha aceptado una simple descripción
del título transferido, efectuada en la escritura en que se transfiere. Argumento: “No es
necesaria la entrega real puesto que, como se verá luego, pueden transferirse los créditos que
no están escriturados y, en tales casos, es evidente que no podrá exigirse la entrega del título
(documento), porque no existe; de este modo -se ha dicho-, así como en tales situaciones la
tradición se efectuará sin entrega material, asimismo puede efectuarse acá. Pero podría
contestarse que la exigencia de la entrega material o limitadamente simbólica se pide en todo
caso en que el crédito conste por escrito, y la exención de esa entrega se reserva sólo para los
casos de créditos no escriturados.”
Respecto a los créditos que no constan por escrito Bien podría decirse que no pueden ser
transferidos porque no habría manera de cumplir a su respecto el art. 1901. En la doctrina
parece prevalecer la solución de que pueden transferirse, considerando que si se mantiene a
todo trance la exigencia de la entrega del título, al no ser posible en ellos esa entrega, quedarían
como intransferibles, conclusión que, por su trascendencia (dejar un bien en estado de
incomerciable), requeriría de norma expresa. La jurisprudencia ha resuelto que, admitido que
son cesibles, como en tales ocasiones no es posible cumplir con la exigencia de la entrega del
título, habrá que entender efectuada su tradición por una especial declaración en el sentido
de que se transfiere el dominio del respectivo crédito, declaración que podrá consignarse en
el mismo acto o contrato.
TRADICIÓN DE DERECHOS LITIGIOSOS
Tal como en la cesión del derecho de herencia, en estas reglas se establecen efectos de la
transferencia, mas no se precisa la forma como ha de efectuarse la tradición.
Art. 1911: “Se cede un derecho litigioso cuando el objeto directo de la cesión es el evento
incierto de la litis, del que no se hace responsable el cedente”.
Requiere, para su tradición (traspaso de derecho litigioso) de un título y un modo Art. 1912
(que demuestra que por cesión ha de entenderse tradición).
Si el derecho litigioso es personal Aplican reglas para tradición de derechos personales (Art.
1901, 1902, 1903); Como estos preceptos exigen entrega del título, siguiendo a la jurisprudencia
se admite que la actuación en el litigio, por parte del cesionario, en reemplazo del cedente, con
su consentimiento expreso o tácito, podría constituir tradición del derecho litigioso, equivalente
a las simbólicas del art. 684.
Art. 1915 -> Definición “El arrendamiento es un contrato en que las dos partes se obligan
recíprocamente, la una a conceder el goce de una cosa, o a ejecutar una obra o prestar un
servicio, y la otra a pagar por este goce, obra o servicio un precio determinado”.
1. Arrendamiento de cosas
1. Ideas generales
El arrendamiento de cosas es el contrato en que una de las partes se obliga a conceder el goce
de una cosa y la otra a pagar por este goce un determinado precio.
Diferencias:
Usufructuario: Tiene derecho real, mientras que el arrendatario tiene un derecho personal.
Tiene el usufructuario un derecho real de goce que no impone al nudo propietario ninguna
obligación correlativa, como no sea la de dejar gozar al usufructuario, esto es, no turbarle en
el ejercicio de su derecho. El arrendatario, en cambio, tiene un crédito contra el arrendador
para que le proporcione el goce de la cosa; su rol es activo: hacer gozar a su acreedor, el
arrendatario.
a. Consentimiento
2) Es de gran conveniencia práctica que el contrato se otorgue por escritura pública y, aun, que
se inscriba en el Registro Conservador de Bienes raíces. Art. 53 del reglamento del CBR
Arrendamiento es un título que puede inscribirse. De esta manera las partes pueden
disponer de un título ejecutivo para reclamar compulsivamente el cumplimiento de sus mutuas
obligaciones. En caso de enajenarse la cosa, los adquirentes quedarán obligados a respetar
el arriendo, deben respetarlo aun los acreedores hipotecarios cuando el arrendamiento se
encuentra inscrito con anterioridad a la inscripción de la hipoteca.
Ejemplo: Para dar en arrendamiento los bienes raíces de la mujer, por más de 5 años si son
predios urbanos y por más de 8 si son rústicos, el marido necesita el consentimiento de la mujer
(Art. 1756). Análoga regla rige para arrendar la mujer administradora de la sociedad conyugal
de los bienes del marido (1761).
Solemnidades voluntarias
Pueden las partes estipular las solemnidades que juzguen convenientes y dar al contrato en
consecuencia, un carácter solemne.
Art. 1921. Si se pactare que el arrendamiento no se
repute perfecto mientras no se firme escritura, podrá
cualquiera de las partes arrepentirse hasta que así se
haga, o hasta que se haya procedido a la entrega de la
cosa arrendada, si intervienen arras, se seguirán bajo
este respecto las mismas reglas que en el contrato de
compraventa.
b. La cosa arrendada
La cosa debe reunir los requisitos generales del objeto de toda declaración de voluntad: SER
LÍCITO, DETERMINADO Y EXISTIR O ESPERARSE QUE EXISTA. Por la naturaleza especial del
contrato de arrendamiento, la cosa no debe ser consumible.
Art. 1916
Art. 1916. Son susceptibles de arrendamiento todas
las cosas corporales o incorporales, que pueden usarse
sin consumirse; excepto aquellas que la ley prohíbe
arrendar, y los derechos estrictamente personales, como
los de habitación y uso.
Puede arrendarse aun la cosa ajena, y el
arrendatario de buena fe tendrá acción de saneamiento
contra el arrendador, en caso de evicción
Pueden arrendarse: Bienes raíces y muebles, las cosas corporales e incorporales. Puede
arrendarse un derecho de usufructo (793); el derecho derivado del contrato de arrendamiento
es también susceptible de arrendarse mediante un subarriendo (Art. 1946).
c) Las cosas consumibles de las que no puede hacerse un uso acorde con su naturaleza sin que
se destruyan, puesto que es esencial que la cosa debe ser restituida al término del contrato.
El arrendatario de buena fe, esto es, el que ignoraba la circunstancia de ser ajena la cosa, “tendrá
acción de saneamiento contra el arrendador, en caso de evicción”.
c. El precio
Como en la CV debe ser REAL O SERIO Y DETERMINADO. Por tanto, el precio no habrá de ser
fingido o simulado ni irrisorio. El arrendamiento degeneraría en un contrato gratuito. La
determinación del precio es una exigencia que fluye de los principios generales. La cantidad a
que asciende el precio puede ser incierta con tal que en el contrato se fijen normas o se
contengan datos que sirvan para determinarlo.
En caso de pagarse el precio con frutos de la cosa, puede fijarse una cantidad determinado o
una cuota o parte alícuota de los de cada cosecha. Ésta última forma de pago del precio es
frecuente en el arrendamiento de predios rústicos y recibe la denominación de aparcería,
vulgarmente llamada mediería.
El precio puede fijarse en una cantidad alzada o en una cantidad periódica. “Llamase renta
cuando se paga periódicamente” (Art. 1917 inc. 2º)
Art. 1918.
Art. 1918. El precio podrá determinarse de los
mismos modos que en el contrato de venta.
Por tanto: Precio puede fijarse por partes o por un tercero. Art. 1808 inc. 2º.
Esta es la única obligación que el arrendador contrae. Esta obligación de hacer gozar al
arrendatario, por el término del contrato, es compleja y se descompone en varias obligaciones
que señala el art. 1924.
Art. 1924. El arrendador es obligado:
1º. A entregar al arrendatario la cosa arrendada;
2º. A mantenerla en el estado de servir para el fin
a que ha sido arrendada;
3º. A librar al arrendatario de toda turbación o
embarazo en el goce de la cosa arrendada.
Forma de la entrega
Art. 1920. La entrega de la cosa que se da en
arriendo podrá hacerse bajo cualquiera de las formas de
tradición reconocidas por la ley.
Esta disposición no es exacta. La entrega de la cosa mueble arrendada podrá hacerse por
cualquiera de los medios de efectuar la tradición que señala el art. 684. Si se da en
arrendamiento un crédito, habrá de entregarse el título.
La inscripción por medio de la cual se hace la tradición de los inmuebles supone un título
traslaticio de dominio y el arrendamiento es un título de mera tenencia.
a) La entrega deberá verificarse en la época señalada por las partes y, a falta de estipulación,
inmediatamente después de celebrado el contrato.
Debe entregarse la cosa en estado de servir para el fin para que fue arrendada. De otro modo,
el arrendatario no podrá obtener el adecuado goce de la cosa que se propuso al contratar.
POR CONSIGUIENTE, SON DE CARGO DEL ARRENDADOR LAS REPARACIONES DE TODO GÉNERO
QUE SEA MENESTER EFECUTAR ANTES DE QUE EL ARRENDATARIO ENTRE A GOZAR DE LA COSA.
El ARRENDATARIO debe efectuar ciertas reparaciones cuya necesidad se hace presente durante
el arrendamiento; probablemente se han hecho necesarias por su culpa o de las personas por
quienes responde. Pero ninguna responsabilidad lógicamente le cabe para tomar a su cargo las
reparaciones que se hacen necesarias por causas anteriores al goce, ya que su necesidad no
puede serle imputable por ningún motivo.
CLASE 26 PARTE B
CESIÓN Y SUBARRIENDO
Art. 1946
Art. 1946. El arrendatario no tiene la facultad de
ceder el arriendo ni de subarrendar, a menos que se le
haya expresamente concedido; pero en este caso no podrá
el cesionario o subarrendatario usar o gozar de la cosa
en otros términos que los estipulados con el
arrendatario directo
Art. 1927
Art. 1927. La obligación de mantener la cosa
arrendada en buen estado consiste en hacer durante el
arriendo todas las reparaciones necesarias, a excepción
de las locativas, las cuales corresponden generalmente
al arrendatario.
Pero será obligado el arrendador aun a las
reparaciones locativas, si los deterioros que las han
hecho necesarias provinieron de fuerza mayor o caso
fortuito, o de la mala calidad de la cosa arrendada.
Las estipulaciones de los contratantes podrán
modificar estas obligaciones.
Arrendador debe realizar reparaciones necesarias no locativas y aún éstas si los deterioros que
las han hecho indispensables provienen de fuerza mayor o caso fortuito, o de mala calidad de la
cosa. -- “El arrendatario es obligado a las reparaciones locativas” 1940 inc. 1º
Art. 1940. El arrendatario es obligado a las
reparaciones locativas.
Se entienden por reparaciones locativas las que
según la costumbre del país son de cargo de los
arrendatarios, y en general las de aquellas especies de
deterioro que ordinariamente se producen por culpa del
arrendatario o de sus dependientes, como descalabros de
paredes o cercas, albañales y acequias, rotura de
cristales, etc
e) Obligación de restituir la cosa arrendada
El goce del arrendatario es necesariamente temporal; por consiguiente, debe restituir la cosa
al arrendador al término del contrato.
Art. 1947. El arrendatario es obligado a restituir
la cosa al fin del arrendamiento.
Deberá restituirla en el estado en que le fue
entregada, tomándose en consideración el deterioro
ocasionado por el uso y goce legítimos.
Si no constare el estado en que le fue entregada,
se entenderá haberla recibido en regular estado de
servicio, a menos que pruebe lo contrario.
En cuanto a los daños y pérdidas sobrevenidas
durante su goce, deberá probar que no sobrevinieron por
su culpa, ni por culpa de sus huéspedes, dependientes o
subarrendatarios, y a falta de esta prueba será
“En el estado en que le fue entregada” (ART. 1947 inc. 2º) Uso de la cosa implica natural
desgaste. Disposición contempla esto.
Es probable que las partes hayan dejado constancia del estado en que se encontraba la cosa; en
tal caso, no surgirán dificultades acerca de cómo debe efectuarse la restitución. Si no establecen
el estado en que se entregó la cosa, la ley establece la presunción de que fue en estado
satisfactorio. Esta presunción es simplemente legal y cede ante la prueba contraria que el
arrendatario rinda. Art. 1947 inc. 3º.
Los daños y pérdidas sobrevinientes durante el goce de la cosa, se presumen culpables. Toca al
arrendatario acreditar que no han sobrevenido por su culpa o de sus huéspedes, dependientes
o subarrendatarios (Art. 1947 inc. 4º)
Forma de restitución
El arrendador, al igual que el arrendatario, goza del derecho legal de retención. ¿Por qué? Se le
concede este derecho para seguridad del pago dl precio o renta y de las indemnizaciones que,
por diversos conceptos, el arrendatario le adeude. ¿Cuándo lo puede hacer valer?
A consecuencia de:
El contrato de arrendamiento de cosas termina del mismo modo que los otros contratos. Art.
1950 señala diversas causales de terminación propias o peculiares de este contrato.
Art. 1950. El arrendamiento de cosas expira de los
mismos modos que los otros contratos, y especialmente:
1º. Por la destrucción total de la cosa arrendada;
2º. Por la expiración del tiempo estipulado para la
duración del arriendo;
3º. Por la extinción del derecho del arrendador,
según las reglas que más adelante se expresarán;
4º. Por sentencia del juez en los casos que la ley
ha previsto.
La pérdida de la cosa debe ser total. Destruida íntegramente la cosa no podrá en lo sucesivo el
arrendador procurar al arrendatario el goce de la misma; el arrendatario, a su vez, quedará
liberado de la obligación de pagar el precio; su obligación carece de causa.
Este artículo establece que la terminación del arrendamiento por culpa del arrendatario le obliga
a esta indemnización y, especialmente, al pago de la renta por el tiempo que falte hasta la
expiración del plazo estipulado o hasta que, mediante el desahucio, hubiera podido cesar el
contrato.
¿Qué pasa si la destrucción es solamente parcial? Juez debe decidir si tendrá lugar la
terminación del arriendo o se concede al arrendatario una rebaja del precio o renta (1932 inc.
2º).
Art. 1932. El arrendatario tiene derecho a la
terminación del arrendamiento y aun a la rescisión del
contrato, según los casos, si el mal estado o calidad de
la cosa le impide hacer de ella el uso para que ha sido
arrendada, sea que el arrendador conociese o no el mal
estado o calidad de la cosa al tiempo del contrato; y
aun en el caso de haber empezado a existir el vicio de
la cosa después del contrato, pero sin culpa del
arrendatario.
Si el impedimento para el goce de la cosa es
parcial o si la cosa se destruye en parte, el juez
decidirá, según las circunstancias, si debe tener lugar
la terminación del arrendamiento, o concederse una
rebaja del precio o renta.
Contrato de arrendamiento es, por su esencia, temporal. Su duración puede ser determinada o
indeterminada.
Se entiende que el tiempo de duración es determinado cuando: a) Las partes lo han convenido
así expresamente; b) Cuando el tiempo es determinado por la naturaleza del servicio a que la
cosa se destina; c) cuando el tiempo es determinado por la costumbre del país. En estos
casos, la expiración del término pone fin automáticamente o ipso jure al contrato, sin que sea
menester un aviso previo o una expresa declaración de voluntad de las partes.
Art. 1954. Si en el contrato se ha fijado tiempo
para la duración del arriendo, o si la duración es
determinada por el servicio especial a que se destinó la
cosa arrendada, o por la costumbre, no será necesario
desahucio.
Contrato durará indefinidamente mientras las partes no expresan su voluntad de ponerle fin
(esto cuando el tiempo del contrato no ha sido expresado ni tampoco la naturaleza del contrato
obliga a ponerle fin, o la costumbre).
Es un aviso anticipado que una de las partes da a la otra de su voluntad de poner fin al contrato.
Debe darse con cierta anticipación.
Este aviso tiende a precaver los perjuicios que a las partes ocasionaría el término inopinado
del arrendamiento. Es el desahucio un ACTO UNILATERAL; la aceptación de la parte a quien
se dirige carece de importancia.
El desahucio judicial, como su nombre lo indica, es el que se da por medio de una notificación
judicial. Art. 588 CPC dispone que el desahucio judicial se efectuará notificando al arrendador
o arrendatario el decreto con que el juez manda poner en conocimiento de uno u otro la noticia
anticipada a que se refiere el art. 1951 CC. // 589 y 590
Irrevocabilidad del Desahucio
Art. 1952. El que ha dado noticia para la cesación
del arriendo, no podrá después revocarla, sin el
consentimiento de la otra parte.
Lógica consecuencia: Hasta esa época, subsiste el derecho del arrendador de percibir el precio
o renta. Si el arrendatario restituye anticipadamente la cosa deberá, no obstante, pagar la renta
hasta el fin del contrato.
Art. 1955. Cuando el arrendamiento debe cesar en
virtud del desahucio de cualquiera de las partes, o por
haberse fijado su duración en el contrato, el
arrendatario será obligado a pagar la renta de todos los
días que falten para que cese, aunque voluntariamente
restituya la cosa antes del último día.
Tácita reconducción
Para que se entienda renovado el arriendo es preciso que las partes así lo convengan
expresamente. Y, como una lógica consecuencia de que el contrato no se entiende renovado, el
arrendador puede reclamar en cualquier tiempo la restitución de la cosa.
Por excepción acepta el Código la reconducción tácita: “Con todo, si la cosa fuere raíz (…) (1956
inc. 3º).
Como el contrato que liga a las partes es un nuevo contrato, se extinguen las cauciones
constituidas por terceros para la seguridad de las obligaciones derivadas del primero.
En otros términos: La renovación no afecta a los terceros; estos no quedarán obligados sino a
condición de que accedan al nuevo contrato.
Art. 1957
Art. 1957. Renovado el arriendo, las fianzas como
las prendas o hipotecas constituidas por terceros, no se
extenderán a las obligaciones resultantes de su
renovación.
La extinción del derecho del arrendador pone fin al contrato por aplicación del principio
fundamental que enuncia el aforismo “Resoluto jure dantis resolvitur jus accipientis”.
Diversas son las causas que extinguen el derecho del arrendador. La extinción puede producirse:
Por hecho o culpa del arrendador || Por causas independientes de su voluntad.
La extinción del derecho del arrendador supone que otra persona adquiere este derecho; la
expiración del contrato significa, en otros términos, QUE LOS TERCEROS QUE ADQUIEREN LOS
DERECHOS QUE EL ARRENDADOR PERDIÓ NO ESTÁN OBLIGADOS A RESPETAR EL
ARRENDAMIENTO. PARA ELLOS EL CONTRATO ES RES INTER ALIOS.
Se justifica de esta manera, plenamente, que el contrato expire aunque exista un plazo
señalado para su duración.
Precisar responsabilidad del arrendador en caso de expirar el contrato por causas ajenas a su
voluntad, responsabilidad que se traduce en el pago de perjuicios, es menester distinguir si
estaba de buena o mala fe.