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CLASE 21. LECTURA 1.

COMPRAVENTA

MEZA BARROS

Acción rescisoria por lesión enorme

Acciones especiales otorgadas a vendedor y comprador no obstan a que se pueda pedir la acción
rescisoria por lesión enorme.  Art. 1836: “Además de las acciones dadas en dichos artículos
compete a los contratantes la de lesión enorme en su caso”.

Consecuencias de la falta de entrega de la cosa vendida

Incumplimiento de la obligación del vendedor de entregar la cosa produce las consecuencias


que prevé la regla general del art. 1489.  El derecho alternativo para el comprador de pedir
el cumplimiento o la resolución del contrato, con indemnización de perjuicios.

Art. 1826 inc. 2º reproduce esta regla general


Art. 1826. El vendedor es obligado a entregar la
cosa vendida inmediatamente después del contrato o a la
época prefijada en él.
Si el vendedor por hecho o culpa suya ha retardado
la entrega, podrá el comprador a su arbitrio perseverar
en el contrato o desistir de él, y en ambos casos con
derecho para ser indemnizado de los perjuicios según las
reglas generales.
Todo lo cual se entiende si el comprador ha pagado
o está pronto a pagar el precio íntegro o ha estipulado
pagar a plazo.
Pero si después del contrato hubiere menguado
considerablemente la fortuna del comprador, de modo que
el vendedor se halle en peligro inminente de perder el
precio, no se podrá exigir la entrega aunque se haya
estipulado plazo para el pago del precio, sino pagando,
o asegurando el pago.

a) Vendedor debe encontrarse en mora de cumplir. (Retardar por hecho o culpa suya
la entrega).
b) Es necesario que el comprador haya pagado o esté pronto a pagar el precio o haya
estipulado pagarlo a plazo.

B. Obligación de Saneamiento

Ideas generales

Art. 1824.
Art. 1824. Las obligaciones del vendedor se reducen
en general a dos: la entrega o tradición, y el
saneamiento de la cosa vendida.
La tradición se sujetará a las reglas dadas en el
Título VI del Libro II.

No basta con que entregue la cosa vendida. Además debe entregarla en condiciones tales que
el comprador pueda gozar de ella tranquila y útilmente.
“No logrará el comprador una posesión tranquila o pacífica de la cosa vendida cuando se vea
turbado en dicha posesión a consecuencia de los derechos que terceros hagan valer con
relación a ella”.

“No obtendrá una posesión útil si la cosa adolece de defectos que la hacen inadecuada para el
objeto que tuvo en vista al comprarla”.

En ambos casos el comprador quedaría defraudado en sus justas expectativas, si no dispusiera


de recursos para exigir del vendedor que le ampare en la posesión y subsane los vicios o defectos
de la cosa. Este recurso es la ACCIÓN DE SANEAMIENTO.

En el contrato de compraventa, el vendedor SE OBLIGA A GARANTIZAR AL COMPRADOR LA


POSESIÓN TRANQUILA Y ÚTIL DE LA COSA QUE VENDE. SE OBLIGA, EN OTROS TÉRMINOS, AL
SANEAMIENTO.

Art. 1837  Señala el doble objetivo del saneamiento.


Art. 1837. La obligación de saneamiento comprende
dos objetos: amparar al comprador en el dominio y
posesión pacífica de la cosa vendida, y responder de los
defectos ocultos de ésta, llamados vicios redhibitorios.

Caracteres de la obligación de saneamiento

1) Obligación de saneamiento es de la naturaleza del contrato de compraventa. Le


pertenece, pero sin necesidad de estipulación. Puede ser modificada y aun abolida,
sin que por ello el contrato deje de existir o degenere en otro diverso.

La obligación de entrega es de la esencia del contrato de CV.

2) Obligación de saneamiento tiene un carácter EVENTUAL. Se hace exigible a


condición de que ocurran ciertos hechos que pueden o no suceder.

Obligación de saneamiento se torna exigible: i) Comprador es turbado en la posesión de la cosa


(saneamiento de la evicción) o si el comprador no logra un adecuado provecho de la cosa por
los defectos de que adolece (saneamiento de los vicios redhibitorios)

a. Saneamiento de la evicción

Objeto de la obligación de saneamiento de la evicción

Su objeto, tal como lo explicita el art. 1837 -> “Amparar al comprador en el dominio y posesión
pacífica de la cosa vendida”. El amparo se traduce en la defensa del comprador pro parte del
vendedor cada vez que sea víctima de la agresión de terceros que pretendan derechos sobre la
cosa, que embaracen su goce y turben su posesión. ¿Qué pasa si sobreviene la evicción? 
Vendedor debe indemnizar al comprador.

Por tanto, obligación de saneamiento de evicción consta de dos etapas.

1) Defender al comprador contra los trceros que reclaman derechos sobre la cosa.
2) Indemnizar al comprador si la evicción, no obstante, se produce.

Naturaleza de la obligación de saneamiento

Obligación de saneamiento de la evicción, en cuanto se traduce en defender al comprador, es


una obligación de hacer. Hecho debido: Defensa del comprador.
En cuanto la obligación de saneamiento se convierte en la de indemnizar al comprador evicto
 Obligación de dar.

Art. 1840: Consecuencias de estas características.


Art. 1840. La acción de saneamiento es indivisible.
Puede por consiguiente intentarse insólidum contra
cualquiera de los herederos del vendedor.
Pero desde que a la obligación de amparar al
comprador en la posesión, sucede la de indemnizarle en
dinero, se divide la acción; y cada heredero es
responsable solamente a prorrata de su cuota
hereditaria.
La misma regla se aplica a los vendedores que por
un solo acto de venta hayan enajenado la cosa.

Si son varios los deudores de la obligación de saneamiento -pluralidad que puede ser originaria
o derivativa- la acción del comprador para exigir que se le ampare es indivisible.  Deudores no
pueden defender al comprador pro partes; el objeto de la obligación no es susceptible de
ejecución parcial.

Fracasada la defensa y producida la evicción  Obligación de indemnizar al comprador es


divisible; su objeto es pagar una suma de dinero. Se divide entre los vendedores por partes
iguales y, entre sus herederos, a prorrata de sus cuotas.

Requisitos para que sea exigible la obligación de saneamiento

1) Que el comprador sea turbado en el dominio y posesión de la cosa vendida.  QUE EL


COMPRADOR SE VEA EXPUESTO A SUFRIR EVICCIÓN DE LA COSA.
2) Es necesario que el comprador haga saber al vendedor la turbación de que es víctima
para que acuda en su defensa.  QUE EL VENDEDOR SEA CITADO DE EVICCIÓN.

Concepto de la evicción

La evicción es el RESULTADO DE UNA DERROTA JUDICIAL SUFRIDA POR EL COMPRADOR.

Art. 1838
Art. 1838. Hay evicción de la cosa comprada, cuando
el comprador es privado del todo o parte de ella, por
sentencia judicial

Este concepto es incompleto. La privación que sufra el comprador debe provenir de una causa
anterior a la celebración del contrato de CV.
Art. 1839. El vendedor es obligado a sanear al
comprador todas las evicciones que tengan una causa
anterior a la venta, salvo en cuanto se haya estipulado
lo contrario.

Evicción, por tanto, es la privación que experimenta el comprador de todo o parte de la cosa
comprada, en virtud de una sentencia judicial, por causa anterior a la venta.

Elementos de la evicción: Enunciación

A. Que el comprador sea privado de todo o parte de la cosa vendida.


B. Que esta privación tenga lugar por una sentencia judicial.
C. Que la privación provenga de una causa anterior a la CV.

Privación total o parcial

Lo que constituye esencialmente la evicción es la privación total o parcial que experimenta el


comprador de la cosa. Privación puede ser total o parcial. Cualquiera que sea La magnitud de la
turbación que sufra el comprador tiene derecho al saneamiento. TotaL: Dueño la reivindica.
Parcial: tercero reclama sobre la cosa un derecho de usufructo o servidumbre.

Necesidad de una sentencia judicial

Evicción = Derrota judicial del comprador.  Proceso y sentencia que le desposea total y
parcialmente de la cosa.

Consecuencias.

a) Reclamos extrajudiciales que terceros formulen al copmprador, pretendiendo derechos


sobre la cosa, no hacen exigible la obligación de saneamiento. -> Reclamos pueden
inspirar justo temor al comprador. Esto lo habilita solo a la suspensión del pago del
precio, en los términos que el art. 1872 señala.
b) Abandono voluntario que haga el comprador al tercero, de todo o parte de la cosa, no
obliga al vendedor al saneamiento.

 Caso de evicción sin sentencia  Art. 1856.


Art. 1856. La acción de saneamiento por evicción
prescribe en cuatro años; mas por lo tocante a la sola
restitución del precio, prescribe según las reglas
generales.
Se contará el tiempo desde la fecha de la sentencia
de evicción; o si ésta no hubiere llegado a
pronunciarse, desde la restitución de la cosa.

c) Solamente está obligado el vendedor al saneamiento de las turbaciones de derecho de


que el comprador sea víctima, esto es, de aquellas que provengan de derechos que
terceros pretendan sobre la cosa. (Turbación de derecho = ejercicio de una acción en
contra del comprador).

Vendedor no ha de responder ante turbaciones de hecho.

La evicción debe tener una causa anterior a la venta

Art. 1839.
Art. 1839. El vendedor es obligado a sanear al
comprador todas las evicciones que tengan una causa
anterior a la venta, salvo en cuanto se haya estipulado
lo contrario.
Art. 1843. El comprador a quien se demanda la cosa
vendida, por causa anterior a la venta, deberá citar al
vendedor para que comparezca a defenderla.
Esta citación se hará en el término señalado por el
Código de Enjuiciamiento.
Si el comprador omitiere citarle, y fuere evicta la
cosa, el vendedor no será obligado al saneamiento; y si
el vendedor citado no compareciere a defender la cosa
vendida, será responsable de la evicción; a menos que el

Evicciones motivadas por causas posteriores a la venta las soporta exclusivamente el comprador.

Citación de evicción

Para que el vendedor acuda en defensa del comprador y quede obligado a indemnizarle, es
menester que tenga noticia del juicio que amenaza con privarle total o parcialmente la cosa.

Art. 1843: “El comprador a quien se demanda la cosa vendida, por causa anterior a la venta,
deberá citar al vendedor para que comparezca a defenderla”.

Falta de citación exonera completamente de responsabilidad al vendedor.  Art. 1843 inc. 3º .


Si el comprador omitiere citarle, y fuere evicta la
cosa, el vendedor no será obligado al saneamiento; y si
el vendedor citado no compareciere a defender la cosa
vendida, será responsable de la evicción; a menos que el
comprador haya dejado de oponer alguna defensa o
excepción suya, y por ello fuere evicta la cosa.

Forma y oportunidad de la citación.  Art. 1843 inc 2.  Art- 584 del CPC.

La citación de evicción procede en toda clase de juicios.

¿A quién puede citarse de evicción?  Art. 1841

Es obvio que el demandado puede citar de evicción a su vendedor. Pero también puede citar de
evicción a los antecesores del vendedor.
Art. 1841. Aquel a quien se demanda una cosa
comprada podrá intentar contra el tercero de quien su
vendedor la hubiere adquirido, la acción de saneamiento
que contra dicho tercero competería al vendedor, si éste
hubiese permanecido en posesión de la cosa.

El comprador adquiere sobre la cosa todos los derechos de sus antecesores y, entre ellos, la
acción de saneamiento de cada comprador contra su vendedor. El último comprador reúne en
sus manos todas estas acciones.

Desarrollo de la obligación de saneamiento del vendedor citado de evicción

El vendedor citado de evicción debe defender al comprador y apersonarse al juicio con tal
objeto; violará su obligación si no comparece.

Una vez citado el vendedor, puede presentarse una de la siguientes dos situaciones:

a) El vendedor no comparece
b) El vendedor se apersona en el juicio.

Si el vendedor no comparece, vencido el término de emplazamiento de que dispone para


comparecer  “Continuará sin más trámite el procedimiento”.  Art. 1843

Esta regla tiene una excepción. El comprador debe hacer lo que esté de su parte para impedir
la evicción, si deja de oponer alguna de aquellas excepciones que sólo a él competían y se
produce como consecuencia la evicción, no será responsable el vendedor, pese a que fue
citado y no compareció al juicio.  Art. 1843
Ejemplo: Si el comprador omitió deducir una excepción de prescripción adquisitiva que,
agregando a la suya la posesión de sus antecesores habría podido invocar.  Vendedor, para
eximirse de responsabilidad, le tocará acreditar que el comprador disponía de una excepción
suya que no opuso y que, por esta omisión, la evicción se produjo.

Si el vendedor comparece, se sigue el juicio con él.

Actitudes:
Art. 1845. Si el vendedor no opone medio alguno de
defensa, y se allana al saneamiento, podrá con todo el
comprador sostener por sí mismo la defensa; y si es
vencido, no tendrá derecho para exigir del vendedor el
reembolso de las costas en que hubiere incurrido
defendiéndose, ni el de los frutos percibidos durante
dicha defensa y satisfechos al dueño.

Obligación del vendedor.


Art. 1855. Si la sentencia negare la evicción, el
vendedor no será obligado a la indemnización de los
perjuicios que la demanda hubiere causado al comprador,
sino en cuanto la demanda fuere imputable a hecho o
culpa del vendedor.

Si la sentencia es desfavorable para el comprador  1840  obligación de defender pasa a ser


de indemnizar.

1847 señala las indemnizaciones que deben pagarse en caso de evicción total.
Art. 1847. El saneamiento de evicción, a que es
obligado el vendedor, comprende:
1º. La restitución del precio, aunque la cosa al
tiempo de la evicción valga menos;
2º. La de las costas legales del contrato de venta
que hubieren sido satisfechas por el comprador;
3º. La del valor de los frutos, que el comprador
hubiere sido obligado a restituir al dueño; sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1845;
4º. La de las costas que el comprador hubiere
sufrido a consecuencia y por efecto de la demanda; sin
perjuicio de lo dispuesto en el mismo artículo;
5º. El aumento de valor que la cosa evicta haya
tomado en poder del comprador, aun por causas naturales
o por el mero transcurso del tiempo.
Todo con las limitaciones que siguen.
CLASE 21 LECTURA 2. DE LA MAZA

CONFIGURACIÓN DE LA OBLIGACIÓN DE ENTREGAR A TRAVÉS DE LA AUTONOMÍA PRIVADA:


DERECHOS DE TERCEROS

¿Exige la obligación de entrega del vendedor un traspaso libre de derechos de terceros?


Depende.

Introducción

Paper analiza como nuestros tribunales han entendido la obligación de entrega.  Se examinará
desde un solo ángulo: La existencia de derechos de terceros sobre la cosa que resultan
incompatibles con la posición que el comprador estima garantizada por el contrato de CV. En
otras palabras, interesa considerar SI EL VENDEDOR QUE TRASPASA MATERIAL Y
JURÍDICAMENTE UNA COSA SOBRE LA CUAL EXISTEN DERECHOS DE TERCEROS CUMPLE O NO
CON SU OBLIGACIÓN DE ENTREGA.

Punto de partida: Una entrega en la que existen derechos de terceros es una entrega imperfecta.
Punto consiste en determinar si esa entrega imperfecta constituye, en los términos del artículo
1824 CC, un incumplimiento de la obligación de entrega o bien, únicamente, activa la protección
del régimen de la evicción.

Para de la maza, la respuesta a esto depende, y depende de la autonomía privada. 


Naturalmente el vendedor no está obligado a transferir el dominio de la cosa, por lo tanto, a
fortiori, tampoco está obligado a entregar una cosa libre de derechos de terceros.  Puede
alterarse (1444) cuando las partes han convenido una entrega libre de derechos de terceros.

II. La obligación de entrega: Qué y cómo.

Comprensión de obligación de entrega: Para entenderla, hay que responder a dos preguntas.
Qué debe entregarse. Cómo debe entregarse.

Desagregación de la obligación de entrega según Alessandri:

1. Conservar la cosa hasta su entrega.


2. Responder por los deterioros producidos por el hecho o culpa del vendedor.
3. Poner la cosa a disposición del comprador, es decir, la obligación de entregar
propiamente dicha.
4. Entregarla en el tiempo y lugar convenidos.
5. Costear los gastos que se hicieren para ponerla en disposición de ser entregada.
6. La de entregarla con todos sus frutos y accesorios.

Números 1 y 2 son obligaciones previas a la entrega. 3, 4 y 5 se refieren a como debe realizarse


la entrega. El número 6 se refiere a qué se debe entregar. Para de la Maza, los dos números
relevantes son el 3 y el 6.

El número 3 responde a Cómo ha de entregarse la cosa. ¿Qué ha de entenderse por “poner la


cosa a disposición del comprador”?  Sentencia CS 10 de octubre de 2007 “Si bien según lo
señala el artículo 686 del CC, la tradición del dominio de los bienes raíces se lleva a cabo por la
inscripción del título en el Registro del Conservador, no lo es menos que, para que la obligación
se cumpla íntegramente es menester -como lo señala la doctrina, por todos, el catedrático de
Derecho Civil, Profesor Ramón Meza Barros, en este orden de consideraciones y similitud de
enfoque que el vendedor proporcione al comprador no tan solo la posesión legal, sino que
también la posesión material.

Por poner la cosa a disposición del vendedor ha de entenderse, entonces, proporcionarle a éste
su posesión legal y material.

El número 6 responde a qué debe entregarse: LA COSA CON TODOS SUS FRUTOS Y
ACCESORIOS.

¿Cumple con la obligación de entrega quien transfiere material y jurídicamente una cosa con
derechos de terceros incompatibles con la posición jurídica que el contrato busca asegurar?

III. ENTREGA, DERECHOS DE TERCEROS Y EVICCIÓN

Caso de venta de predio de 490 hectáreas “sin derechos de terceros”, pero luego terceros
acceden a este por vías de hecho. Quien compra el predio demanda al banco Santander, quien
se lo había vendido por incumplir sus obligaciones contractuales. Tribunal considera que el
asunto que debía resolver: “Radica en determinar si efectivamente ha existido un
incumplimiento contractual por parte del demandado y ello ha causado los perjuicios alegados
y si proceden ser indemnizados; en caso que lo fueren, habrá que determinar la naturaleza y
el monto de aquellos”.

Jueza del tribunal entiende que se incumplen las obligaciones contractuales por el solo hecho
de que existiesen perturbaciones de hecho y otras en sede judicial. La jueza entendió que como
se había pactado que el predio se entregaba libre de todo gravamen “sobre el demandado
pesaba la obligación de entregar el predio libre de todo ocupante”.  ¿Razón? Obligación de
dar no se agota en la transferencia material y jurídica, sino en una entrega que permita el
ejercicio de las facultades de uso y goce.  “Al transferir el dominio del predio en cuestión
sabiendo que había problemas de deslindes, que la superficie no correspondía a la realidad, que
existían otros ocupantes reclamando derechos sobre éste, el demandado causó un daño al actor
porque si bien no vendió cosa ajena, el contrato fue imperfecto, dado que no cumplió con su
obligación de entrega como correspondía, porque no confirió la tenencia material de la cosa, ello
en conformidad a lo dispuesto en los artículos 1548 y 1793 del CC”.

CA de Valdivia no es convencida por esto y establece que la entrega se cumple con la puesta a
disposición material y jurídica de la cosa, sin importar si hay derechos de terceros. Lo desprende
del art. 1815 y la existencia de la obligación de saneamiento de la evicción.

Respecto al art. 1815 la CA dijo: “Que, entonces, si jurídicamente no co0nstituye incumplimiento


contractual (de la obligación de entregar en la compraventa) el hecho de que todo el objeto del
contrato (la totalidad del predio, en la especie) resulte ser de dominio ajeno, entonces, a fortiori,
menos puede serlo la circunstancia de que una sección menor del mismo sea objeto de disputa
dominical, como ocurre en la especie”.

Recordar: “Nuestro código reprodujo la regla romana, según la cual el vendedor se obliga a
poner al comprador en posesión tranquila y pacífica de la cosa vendida de modo que, entre
nosotros, aquel no se obliga a dar la propiedad al comprador”.

Del hecho que pueda cumplirse con la obligación de entrega aun cuando la cosa tenga derechos
de terceros no se sigue que el comprador quede desprotegido frente a esta situación.  2do
argumento de la corte de apelaciones  SE REFIERE AL SANEAMIENTO DE LA EVICCIÓN. 
Vendedor no incumple al no hacer dueño al comprador; ya que su obligación no era hacerlo
dueño, sino proporcionarle una posesión pacífica y útil de la cosa y para ello se consagran el
específico mecanismos de la citación de evicción y las determinadas acciones redhibitorias y
quanti minoris, que concretan la responsabilidad del vendedor, estableciendo las obligaciones
de defensa judicial para el caso de amenaza judicial de pérdida total o parcial de la cosa yh de
indemnización subsidiaria para el caso de concretarse ese riesgo; la posibilidad de rescindir y la
obligación de indemnizar cuando los vicios ocultos son tales que afectan gravemente la
funcionalidad del bien; y la obligación de indemnizar cuando los vicios ocultos son tales que
afectan gravemente la funcionalidad del bien; y la obligación de rebajar el precio en caso
contrario.

Lo que el tribunal señala es que la existencia de derechos de terceros no es una cuestión que
corresponda a la obligación de entrea, SINO A LA DE SANEAMIENTO DE LA EVICCIÓN. Por lo
que si el comprador deseaba solicitar la indemnización de perjuicios debía hacerlo al amparo de
las reglas de evicción, no de las generales de incumplimiento.  Razón: En este tipo de
cumplimiento defectuoso existe una regla especial (la de evicción) que desplaza a la general
por incumplimiento de la obligación de entrega.

Razonamiento de los jueces de la Corte de Apelaciones.

Entender la situación de la forma que se entendió en la sentencia primigenia:

1) Altera la regla invariable de que el alcance de la obligación de entregar se refiere a la


posesión y no al dominio, permitiendo que se deje sin efecto el contrato y se pida
indemnización de perjuicios cuando existen cuestionamientos dominicales, aun
parciales, sobre la cosa.
2) Hace meramente optativa para el comprador la obligación legal imeprativa del artículo
1843 del CC, que estipula que “el comprador a quien se demanda la cosa vendida, por
causa anterior a la venta, deberá citar al vendedor para que comparezca a defenderla”.
Y desoye el inc. 3º del referido artículo que reza que “si el comprador omitiere citarle, y
fuera evicta la cosa, el vendedor no será obligado al saneamiento; y si el vendedor citado
no compareciere a defender la cosa vendida, será responsable de la evicción; a menos
que el comprador haya dejado de oponer alguna defensa o excepción suya, y por ello
fuere evita la cosa”.

Caso: venta de taxibus que estaba prendado. Taxibus es retirado de circulación por que el
vendedor no cumplió con sus obligaciones. Comprador demanda al vendedor de resolución del
contrato. Tribunal dice que no se puede optar por resolución del contrato, ya que el vendedor
cumplió con su obligación de entregar. La entrega se limita, según el tribunal, al traspaso legal y
material de la cosa. “El vendedor no se obliga a dar la propiedad al comprador, sino a
constituirlo en poseedor”. “Otra cosa y muy distinta a la infracción de la obligación de entrega
lo constituye el hecho que el actor se haya visto turbado en la posesión pacífica y tranquila del
vehículo por vías de derecho el embargo y retiro de que habla en su demanda toda vez que
esto cae en el campo de la obligación de saneamiento y específicamente de la evicción”.

Para estas cortes, los cumplimientos defectuosos que se explican por la presencia de derechos
de terceros no configuran incumplimiento de la obligación de entrega, pues existe una norma
especial que se ocupa de ellos. Al abrigo de estas sentencias y de la opinión doctrinaria, parece
ser que el vendedor NO ESTÁ OBLIGADO A ENTREGAR LA COSA LIBRE DE DERECHOS DE
TERCEROS Y, POR LO TANTO, SÍ LO HACE NO INCUMPLE CON LA OBLIGACIÓN DE ENTREGA. 
Su protección corresponde al régimen de evicción.
IV. LA OBLIGACIÓN DE ENTREGA REVISITADA.

Caso venta de departamento en Penco.  cláusula del contrato decía que las partes establecen
que la venta se hacía en el estado que se encuentra actualmente el departamento, con todos
sus usos, derechos, costumbres y servidumbres libres de todo gravamen, prohibición y embargo,
con todo lo edificado y planteado.  Luego de entrega material del inmueble, la compradora
constató que el predio se encontraba gravado por una hipoteca a favor del banco del Estado de
Chile por la suma de 620 UF y que también existía una prohición de gravar, enajenar y arrendar,
a favor del mismo banco.  Frente a esta situación la compradora dedujo una acción de
cumplimiento forzada de la obligación de entrega, pidiendo, concretamente que se obligara a la
vendedora a alzar el gravamen y prohibición y que no haciéndolo se le embargaran bienes
suficientes para lograr ese alzamiento.

 Vendedora señala que había cumplido sus obligaciones pues había hecho la tradición y
la entrega material del inmueble.  Señala también que la obligación de saneamiento
no se encontraba incumplida pues hasta el momento la compradora no había sido
privada de la cosa.

Palabras de la CA de Concepción respecto del incumplimiento contractual alegado.  “Que de


ese modo, la cuestión a decidir, en primer término, es si la obligación de entregar la cosa
vendida, que el artículo 1824 del CC pone de cargo del vendedor, comprende o no la de
transferírsela libre de gravámenes o derechos en favor de terceros, cuando el vendedor ha
declarado vender una especie libre de ellos y si, por lo mismo, la demandada ha cumplido o no
esa obligación”.

1) Sentencia comienza diciendo que el CC impone al vendedor la obligación de entrega de


la cosa vendida y la de garantía de que ella no contiene vicios ocultos, así como la de
responder su evicción.
2) La obligación de entrega involucra tanto el traspaso material de la cosa como su
tradición.
3) En tercer lugar, la sentencia fija aquello que debe entregarse en los siguientes términos:
“Petro lo que el vendedor ha de entregar es la misma cosa que se individualiza en el
contrato y esa obligación sólo se cumple si lo entregado es la cosa tal yu como ha sido
convenida, de forma que, faltándole alguna parte o afectándole algún derecho en
favor de un tercero que pueda producir su evicción, el vendedor no ha cumplido
cabalmente su obligación”.
4) En cuarto lugar, los sentenciadores se hacen cargo de la ligazión existente entre la
obligación de entrega y el saneamiento de la evicción.  Obligación de entrega y la de
saneamiento no están desligadas. “Si la cosa vendida está gravada con cargas o si existen
derechos de terceros o aun si la cosa es ajena, la obligación de saneamiento se hace
efectiva desde que el tercero reclame su derecho, en tanto que, mientras ello no suceda,
si el comprador advierte la existencia de tales derechos, aunque no reclamados por su
titular, puede prevalecerse de las acciones a que da lugar el cumplimiento de la
obligación de entregar”. -> Conclusión que contiene nuestro código en los artículos
1828, 1838, 1843, 1489.
Art. 1828. El vendedor es obligado a entregar lo
que reza el contrato.
Art. 1838. Hay evicción de la cosa comprada, cuando
el comprador es privado del todo o parte de ella, por
sentencia judicial
Art. 1843. El comprador a quien se demanda la cosa
vendida, por causa anterior a la venta, deberá citar al
vendedor para que comparezca a defenderla.
Esta citación se hará en el término señalado por el
Código de Enjuiciamiento.
Si el comprador omitiere citarle, y fuere evicta la
cosa, el vendedor no será obligado al saneamiento; y si
el vendedor citado no compareciere a defender la cosa
vendida, será responsable de la evicción; a menos que el
comprador haya dejado de oponer alguna defensa o
excepción suya, y por ello fuere evicta la cosa.
Art. 1489. En los contratos bilaterales va envuelta
la condición resolutoria de no cumplirse por uno de los
contratantes lo pactado.
Pero en tal caso podrá el otro contratante pedir a
su arbitrio o la resolución o el cumplimiento del
contrato, con indemnización de perjuicios

 Vendedor está obligado a entregar lo que reza el contrato, regla dispuesta a propósito
de la obligación de entregar y que hace de la obligación de entregar no solamente un
paso material y jurídico de la cosa, sino también comoprender en ella, una identidad
entre aquello que forma el objeto de la obligación y lo efectivamente entregado, puesto
que, en definitiva, no se trata sino de la particularización de la regla general del art. 1569
que impone como requisito objetivo del cumplimiento la exactitud, identidad e
integridad de la prestación, pues guarda aun vigencia la formula del derecho romano:
aliud pro alio, invito creditori solvi non potest.

-> Cuando la CV recaiga sobre un cuerpo cierto, el vendedor está obligado igualmente a
entregar la cosa tal y como ha sido convenida, querida por las partes; en consecuencia, si la
cosa vendida y entregada está afectada por un vicio oculto, ignorado por el comprador, o si
lleva consigo una posibilidad de evicción, el vendedor no ha cumplido con su obligación de
entrega.  Una vez que un tercero se adelante a reclamar derechos sobre la cosa por causa
anterior a la venta, SURGE PARA EL VENDEDOR LA OBLIGACIÓN DE DEFENSA Y SANEAMIENTO.
 DIFERENCIA ENTRE AMBAS OBLIGACIONES ES PUES MÁS D OPORTUNIDAD QUE DE
CONTENIDO.

En razón de esta sentencia, cabe preguntarnos nuevamete cómo se debe cumplir con la
obligación de entrega y qué es lo que se debe entregar.

Respecto a cómo se debe cumplir con la obligación de entrega: Ya no se trata del simple
traspaso material y jurídico de la cosa.  Sino del traspaso LIBRE DE DERECHOS DE TERCEROS.
Por lo tanto, también hemos respondido a la segunda pregunta, se cumpel cuando la cosa está
libre de derechos de terceros.

V. ENTREGA COMO TRADICIÓN Y ENTREGA COMO CONFORMIDAD AL CONTRATO: ¿SON


REALMENTE INCONSISTENTES LAS SENTENCIAS?

Art. 1824: “Las obligaciones del vendedor se reducen en general a dos: la entrega o tradición, y
el saneamiento de la cosa vendida”.
Respecto a las sentencias anteriormente expresadas, es posible deslindar dos formas diversas
de entender la obligación de entrega.

1) Forma de entrega como tradición.  Corte de Apelaciones de Valdivia.


2) Forma de entrega como conformidad al contrato.  Corte de apelaciones de
concepción de 1993  Entrega libre de derechos de terceros.

VI. LA ACTIVIDAD DEL TERCERO, UN CRITERIO POCO PERSUASIVO.

Respecto a corte de apelaciones de concepción  Podríamos afirmar que mientras el tercero


no ha notificado judicialmente al comprador debemos entender la entrega como conformidad
al contrato. Pero, una vez que ha tenido lugar dicha notificación, entendemos la entrega como
tradición. Dicho de otra forma, mientras el tercero no ha notificado consideraremos que la
presencia de derechos de terceros ha de entenderse como un incumplimiento de la obligación
de entrega que autoriza recurrir al régimen general de los remedios del incumplimiento
contractual. Sin embargo, después de la notificación esto no es posible y sólo puede buscar
tutela en el régimen de la evicción.  Para de la maza este es un criterio poco persuasivo para
defender la compatibilidad de las sentencias.

1) Hecho de notificación no debiese alterar las consecuencias del incumplimiento de


obligación de entrega.
2) Para que este criterio tuviera esa fuerza explicativa sería necesario que de la lectura de
la sentencia de la CA de Concepción de 1993 se desprendiera que una vez notificada la
acción intentada por el tercero ya no es posible servirse de las acciones propias del
régimen general del incumplimiento.  No dice eso.
3) Corte de apelaciones de Valdivia. “Entonces, si jurídicamente no constituye
incumplimiento contractual (de la obligación de entrega en la compraventa) el hecho de
que todo el objeto del contrato (la totalidad del predio, en la especie) resulte ser de
dominio ajeno, entonces, a fortiori, menos puede serlio la circunstancia de que una
sección menor del mismo sea objeto de disputa dominical, como ocurre en la especie”.
En opinión de esta corte nunca existió incumplimiento de la obligación de entrega
porque el vendedor no se obligó a una entrega libre de derechos de terceros.
4) CA de Concepción  No dice que la obligación de entrega únicamente se entienda
cumplida cuando la cosa se traspasa libre de derechos de terceros, sino que en ese caso
particular no se entendía cumplida. Esto nos lleva al siguiente criterio.

VII. LA AUTONOMÍA PRIVADA

Considerando 3ro de la sentencia de la CA de Concepción: “Qué en dicha CV, cláusula cuarta,


se dijo por las partes que la venta se hacía en el estado que se encuentra actualmente el
departamento, con todos sus usos, derechos, costumbres y servidumbres, libre de todo
gravamen, prohibición y embargo, con todo lo edificado y planteado”. El considerando 7º: “Por
su parte, la obligación de entregar implica entre nosotros, tanto la de hacer la tradición como
la de pasar materialmente la cosa a poder del comprador. Pero lo que el vendedor ha de
entregar es la misma cosa que se individualiza en el contrato y esa obligación sólo se cumple
si lo entregado es la cosa tal y como ha sido convenida, de forma que, faltándole alguna parte
o afectándole algún derecho en favor de un 3º que pueda predecir su evicción, el vendedor no
ha cumplido cabalmente su obligación”.

Corte reflexiona sobre la obligación de entrega in concreto y no in abstracto, a la luz de las


estipulaciones contractuales de las partes.
Lo que sucede no es que la obligación de entrega, digamos, naturalmente exigiera al traspaso
de la cosa sin derechos de terceros, sino que el acuerdo de las partes -digamos esta vez,
accidentalmente- le concedió esa virtualidad. Por lo tanto, si el vendedor entrega la cosa con
derechos de terceros cumple imperfectamente, porque, como ha sostenido al CS en su sentencia
de 8 de septiembre de 2009: “La falta de cualquier aspecto que comprenda la obligación de
hacer entrega de la especie objeto del contrato de CV, por parte del vendedor al comprador,
importa incumplimiento de la misma. Por lo mismo, la satisfacción de una o más de tales
particularidades determina el cumplimiento parcial de la obligación por parte del vendedor”.

Cuestión previa a resolver  Si las partes, a través de sus acuerdos, pueden modificar la
obligación de entrega. -> Doctrina nacional y comparada plantea que si es posible. Alessandri
Rodriguez: “Las obligaciones propias del vendedor y que nacen del contrato de venta por el solo
efecto de celebrarse sin necesidad de que las partes, es decir, las obligaciones que la ley impone
son dos: La entrega de la cosa y el saneamiento de la misma. Sin perjuicio de ellas, los
contratantes pueden estipular otras o atenuar o modificar esas dos. En tal caso deben pactarse
expresamente, pues, a falta de tal convenido, el vendedor no tiene sino las señaladas por la ley
y en la extensión que ésta establece.  Para Alessandri, la CV establece naturalmente un par de
obligaciones para el vendedor, sin embargo, las partes pueden modificarlas (en este caso, la de
entrega) y si lo hacen, no es la configuración natural de las obligaciones que los obliga, sino el
pacto.

Es determinante en la comprensión de la obligación de entrega por parte de los tribunales la


existencia de pacto entre las partes que modelan la relación.  Algo semejante sucede con la
sentencia de la Corte de Apelaciones, donde fue central el hecho de que la cláusula cuarta del
contrato disponía que el inmueble se vendía.

Caso complejo: El de la CA de Valdivia  existía una cláusula que planteaba que la cosa debía
venir libre de gravámenes.  Corte no toma en serio el pacto de las partes.

Cláusula de conformidad como cláusula de renuncia.


CLASE 22. LECTURA 3 DE CV

RAMÓN MEZA BARROS – OBLIGACIONES DEL COMPRADOR

Obligaciones del comprador

CV como contrato bilateral genera también obligaciones para el comprador. La obligación


fundamental del comprador es pagar el precio. Como el vendedor entrega la cosa (es su
obligación), la contrapartida lógica de ésta obligación para el comprador es la de recibir la cosa.

A) Obligación de recibir la cosa comprada

La obligación del comprador de recibir la cosa comprada consiste en hacerse cargo de la misma,
tomado posesión de ella. Forma de cumplir esta obligación variará según la naturaleza de la
cosa. La recepción de la cosa puede ser simbólica de la misma manera que lo puede ser la
enmtrega.

Mora en recibir la cosa comprada

Código: Art. 1827 (única disposición del Código respeco a la obligación de recibir la cosa).
Art. 1827. Si el comprador se constituye en mora de
recibir, abonará al vendedor el alquiler de los
almacenes, graneros o vasijas en que se contenga lo
vendido, y el vendedor quedará descargado del cuidado
ordinario de conservar la cosa, y sólo será ya
responsable del dolo o de la culpa grave.

Dos efectos produce la mora del comprador en recibir la cosa.

A) Debe abonar al vendedor los perjuicios que sean consecuencia de la mora.


B) El vendedor queda descargado del cuidado ordinario de la cosa y sólo responde de los
estragos que sufra por su culpa lata o dolo.

(No excluye el art. 1827 los derechos del vendedor para pedir el cumplimiento o la resolución
del contrato, con indemnización de perjuicios.  estos derechos resultan de la aplicación del
art. 1489; el art. 153 inc. 1º consagra expresamente estos derechos del vendedor).

B. Obligación de pagar el precio

Esta es la obligación fundamental del comprador. Se encuentra contenida en el artículo 1871


del CC.
Art. 1871. La principal obligación del comprador es
la de pagar el precio convenido.

La obligación de pagar el precio, cómo la de entregar la cosa vendida, es de la esencia del


contrato de compraventa.

Lugar y época del pago del precio

Normas generales: El pago debe hacerse en el lugar señalado por la convención y, a falta de
estipulación, cuando la obligación es de género, en el domicilio del deudor (Art. 1587 y 1588).
Art. 1587. El pago debe hacerse en el lugar
designado por la convención.
Art. 1588. Si no se ha estipulado lugar para el
pago y se trata de un cuerpo cierto, se hará el pago en
el lugar en que dicho cuerpo existía al tiempo de
constituirse la obligación.
Pero si se trata de otra cosa se hará el pago en el
domicilio del deudor.

Las obligaciones deben cumplirse de inmediato, si las partes no han postergado expresamente
su incumplimiento.

El art. 1872 deroga ligeramente estas normas por lo que toca al lugar y época en que se debe
pagar el precio.
Art. 1872. El precio deberá pagarse en el lugar y
el tiempo estipulados, o en el lugar y el tiempo de la
entrega, no habiendo estipulación en contrario.
Con todo, si el comprador fuere turbado en la
posesión de la cosa o probare que existe contra ella una
acción real de que el vendedor no le haya dado noticia
antes de perfeccionarse el contrato, podrá depositar el
precio con autoridad de la justicia, y durará el
depósito hasta que el vendedor haga cesar la turbación o
afiance las resultas del juicio.

I. Si las partes expresan su voluntad, rigen las normas generales (convención).


II. Si las partes guardan silencio, tales reglas generales sufren una derogación; el pago no
deberá hacerse de inmediato y en el domicilio del deudor, sino en el momento y en el
lugar de la entrega.

Consecuencia de esto es que fijado un plazo para la entrega, este mismo plazo rige, sin necesidad
de estipulación, para el pago del precio.

Derecho del comprador para suspender el pago del precio

El comprador puede excusarse de pagar el precio en la época convenida o fijada por la ley; en
suma, cuando se ve expuesto a perder la cosa.

El comprador evicto tiene derecho a que el vendedor le restituya el precio; es lógico que si le
amenaza una evicción y no ha pagado el precio, puede suspender el pago para evitar una inútil
repetición de lo pagado y el riesgo consiguiente.

Art. 1872 inc. 2º


Art. 1872. El precio deberá pagarse en el lugar y
el tiempo estipulados, o en el lugar y el tiempo de la
entrega, no habiendo estipulación en contrario.
Con todo, si el comprador fuere turbado en la
posesión de la cosa o probare que existe contra ella una
acción real de que el vendedor no le haya dado noticia
antes de perfeccionarse el contrato, podrá depositar el
precio con autoridad de la justicia, y durará el
depósito hasta que el vendedor haga cesar la turbación o
afiance las resultas del juicio.

Suspensión del pago, por tanto, tendría dos causas.

I. Que el comprador sea turbado en la posesión de la cosa.


II. Que el comprador pruebe que existe contra la cosa una acción real de que el vendedor
no le dio noticia antes de celebrarse el contrato.

Comprador no puede retener el precio en su poder, éste debe ser depositado en virtud de una
autorización judicial. Lo puede retener el comprador como depositario por autorización judicial.
El propósito termina: a) Por la cesación de la turbación; b) por el otorgamiento de una caución
que asegure las resultas del litigio.

Consecuencias de la falta de pago del precio

Incumplimiento de obligación de pagar el precio, conforme al precepto general del art. 1489,
autoriza al vendedor para pedir la resolución del contrato o su cumplimiento, con
indemnización de perjuicios.

Art. 1873 repite esta norma.


Art. 1873. Si el comprador estuviere constituido en
mora de pagar el precio en el lugar y tiempo dichos, el
vendedor tendrá derecho para exigir el precio o la
resolución de la venta, con resarcimiento de perjuicios

La falta de pago del precio ha de ser reputada al comprador, es decir, debe este estar en mora.

Efectos de la resolución del contrato por falta de pago del precio

Existen, por ley, efectos entre las partes y efectos respecto terceros de la resolución del contrato
de CV por incumplimiento de la obligación del comprador de pagar el precio.  Efectos son, en
gran medida, la aplicación de los principios generales que regulan los efectos de la condición
resolutoria cumplida, con algunas importantes modificaciones.

EFECTOS ENTRE LAS PARTES

Resuelto el contrato, las partes tienen derecho a que se las restituya al estado anterior a su
celebración. Por esto, el comprador debe al vendedor determinadas prestaciones.

I. El vendedor tiene derecho a que se le restituya la cosa.  Art. 1487  Cumplida la


condición resolutoria deberá restituirse lo que se hubiere recibido bajo tal condición.
II. El vendedor tiene igualmente derecho a que se le restituyan los frutos que el
comprador hubiere percibido mientras tuvo la cosa en su poder. Los frutos deben
restituirse íntegramente si el comprador no pagó ninguna parte del precio o en
proporción a la parte insoluta del mismo.

Art. 1875.
Art. 1875. La resolución de la venta por no haberse
pagado el precio, dará derecho al vendedor para retener
las arras, o exigirlas dobladas, y además para que se le
restituyan los frutos, ya en su totalidad si ninguna
parte del precio se le hubiere pagado, ya en la
proporción que corresponda a la parte del precio que no
hubiere sido pagada.
El comprador a su vez tendrá derecho para que se le
restituya la parte que hubiere pagado del precio.
Para el abono de las expensas al comprador, y de
los deterioros al vendedor, se considerará al primero
como poseedor de mala fe, a menos que pruebe haber
sufrido en su fortuna, y sin culpa de su parte,
menoscabos tan grandes que le hayan hecho imposible
cumplir lo pactado.

Por regla general: Cumplida la condición, no se deben los frutos percibidos en el tiempo
intermedio, salvo que la ley, el testador, el donante o los contratantes, según los varios casos,
hayan dispuesto lo contrario (Art. 1488).
Art. 1488. Verificada una condición resolutoria, no
se deberán los frutos percibidos en el tiempo
intermedio, salvo que la ley, el testador, el donante o
los contratantes, según los varios casos, hayan
dispuesto lo contrario.

Cuando la resolución tiene lugar por falta de pago del precio, la regla general se altera y el
comprador debe restituir los frutos en la forma indicada.

III. En caso de haberse dado arras, el vendedor tiene derecho “para retener las arras o
exigirlas dobladas” (Art. 1875 inc. 1º).
IV. Tiene el vendedor derecho para que el comprador le indemnice los deterioros que haya
experimentado la cosa.  Para estos efectos se considerará al comprador como
poseedor de mala fe “a menos que pruebe haber sufrido en su fortuna, y sin culpa de
su parte, menoscabos tan grandes que le hayan hecho imposible cumplir lo pactado
(Art. 1875 inc. 3º).
V. Le asiste al vendedor el derecho de demandar la indemnización de los perjuicios que
el incumplimiento del contrato le haya ocasionado. (Art.1873).

Prestaciones que el vendedor debe realizar en favor del comprador

I. El comprador tiene derecho “para que se le restituya la parte que hubiere pagado del
precio (Art. 1875 inc. 2o)
II. Tiene igualmente derecho para que se le abonen las mejoras, reputándosele, para estos
efectos, como poseedor de lama fe.

Debe el vendedor, por lo tanto, abonarle las mejoras necesarias; no tiene derecho ni a las
mejoras útiles ni voluptuarias, y podrá llevarse sólo los materiales de dichas mejoras, siempre
que pueda separarlos sin detrimento y que el vendedor rehúse pagarle el precio que tendrían
una vez separados (Art. 809, 909, 910 y 912).

Sin embargo, el comprador será reputado de buena fe si probare que su fortuna, sin culpa suya,
ha sufrido menoscabos tan considerables que le hicieron imposible cumplir el contrato (Art.
1875, inc. 3º).

EFECTOS RESPECTO DE TERCERO

Resolución del contrato no afecta a terceros de buena fe.

Art. 1876 aplica al contrato de CV los principios generales de los art. 1490 y 1491.
Art. 1876. La resolución por no haberse pagado el
precio no da derecho al vendedor contra terceros
poseedores, sino en conformidad a los artículos 1490 y
1491.
Si en la escritura de venta se expresa haberse
pagado el precio, no se admitirá prueba alguna en
contrario sino la de nulidad o falsificación de la
escritura, y sólo en virtud de esta prueba habrá acción
contra terceros poseedores.
Art. 1490. Si el que debe una cosa mueble a plazo,
o bajo condición suspensiva o resolutoria, la enajena,
no habrá derecho de reivindicarla contra terceros
poseedores de buena fe.

Art. 1491. Si el que debe un inmueble bajo


condición lo enajena, o lo grava con hipoteca, censo o
servidumbre, no podrá resolverse la enajenación o
gravamen, sino cuando la condición constaba en el título
respectivo, inscrito u otorgado por escritura pública

Por tanto, si la cosa vendida es mueble, los terceros deben estar de mala fe, o sea, conocer el
hecho de que el comprador adeudaba parte del precio. Si la cosa es inmueble, será menester
que en el título respectivo, inscrito u otorgado por escritura pública, conste la existencia de dicho
saldo de precio.

Declaración en la escritura de venta de haberse pagado el precio

Importa esta declaración (de haberse pagado el precio) en relación con el ejercicio de la acción
resolutoria por falta de pago del mismo.

Art. 1876 inc. 2º .


Art. 1876. La resolución por no haberse pagado el
precio no da derecho al vendedor contra terceros
poseedores, sino en conformidad a los artículos 1490 y
1491.
Si en la escritura de venta se expresa haberse
pagado el precio, no se admitirá prueba alguna en
contrario sino la de nulidad o falsificación de la
escritura, y sólo en virtud de esta prueba habrá acción
contra terceros poseedores

Cuando en la escritura se declara íntegramente pagado el precio, la buena fe de los terceros


es INDUDABLE. El legislador no admite que se ponga en duda esta buena fe y, por lo tanto,
aunque comprador y vendedor convengan en que el precio no fue realmente pagado, no podrá
accionar este último contra los terceros.  Para que el vendedor accione contra terceros tiene
que atacar la escritura misma.

¿Rige la disposición para accionar el vendedor contra el comprador que conserva la cosa en su
poder?  Para el autor la respuesta sería negativa.

Cláusula de no transferirse el dominio sino por el pago del precio

Precedentes romanos: Los proyectos del código establecían que la tradición de la cosa vendida
no transfería el dominio mientras no se pagara el precio o se asegurara la satisfacción del
vendedor, a menos de estipularse un plazo para el pago. Sistema abandonado.

Art. 680
Art. 680. La tradición puede transferir el dominio
bajo condición suspensiva o resolutoria, con tal que se
exprese.
Verificada la entrega por el vendedor, se transfiere
el dominio de la cosa vendida, aunque no se haya pagado el
precio, a menos que el vendedor se haya reservado el
dominio hasta el pago, o hasta el cumplimiento de una
condición.

Condición implícita de no transferirse el dominio a pesar de la entrega, por no estar pagado el


precio, quedó abolida.  Según el 680, sería menester una expresa reserva.

En clara contradicción con el art. Citado, el art. 1874 atribuye a la cláusula de no transferirse el
dominio sino por el pago del precio un alcance diferente.  El dominio, pese a la estipulación,
se transfiere al comprador; la falta de pago del precio no impide que se haga dueño, sino que
otorga al vendedor el derecho de pedir el cumplimiento del contrato o su resolución, con
indemnización de perjuicios.
Art. 1874. La cláusula de no transferirse el
dominio sino en virtud de la paga del precio, no
producirá otro efecto que el de la demanda alternativa
enunciada en el artículo precedente; y pagando el
comprador el precio, subsistirán en todo caso las
enajenaciones que hubiere hecho de la cosa o los
derechos que hubiere constituido sobre ella en el tiempo
intermedio.

Mientras el art. 680 establece que si el vendedor se reserva expresamente el dominio hasta que
el precio se pague, la tradición no hará dueño al comprador, el art. 1874 declara, enfáticamente,
que tal reserva no obsta para la adquisición de la propiedad por el adquirente.

El comprador adquiere el dominio expuesto a resolverse si, constituido en mora de pagar el


precio, el vendedor opta por pedir la resolución del contrato.

Concluye el art. 1874 diciendo: “Pagando el comprador el precio, subsistirán en todo caso las
enajenaciones que hubiere hecho de la cosa o los derechos que hubiere constituido sobre ella
en el tiempo intermedio”.

PACTOS ACCESORIOS DEL CONTRATO DE COMPRAVENTA

Pueden agregarse al contrato de compraventa distintos pactos accesorios. El CC reglamenta tres


de estos pactos:

I. El pacto comisorio
II. El pacto de retroventa
III. El pacto de retracto.

El art. 1887 dispone que “pueden agregarse al contrato de venta cualesquiera otros pactos
accesorios lícitos; y se regirán por las reglas generales de los contratos”.

1. PACTO COMISORIO

Concepto, sus clases y sus efectos

El pacto comisorio es la condición resolutoria de no cumplirse lo pactado, expresamente


estipulado.
El pacto comisorio puede ser SIMPLE o con CLÁUSULA DE RESOLUCIÓN IPSO FACTO, que
también es denominado como CALIFICADO.

Pacto comisorio simple: Aquel en que se estipula lisa y llanamente, que se resolverá el
contrato si no se cumple lo pactado.

No difiere en sus efectos de la CRT. El contrato no se resuelve de pleno derecho. El comprador


y el vendedor tienen el derecho alternativo de pedir el cumplimiento o la resolución del
contrato.

Pacto comisorio calificado: Es aquel en que se estipula que el incumplimiento resolverá


ipso facto, en el acto o sin más trámite, el contrato de CV. Tampoco resuelve el contrato de
pleno derecho: El acreedor podrá aun pedir el cumplimiento. El deudor podrá enervar la acción
resolutoria, pagando dentro de las 24 horas subsiguientes a la notificación judicial de la
demanda.

2. PACTO DE RETROVENTA

Art. 1881
Art. 1881. Por el pacto de retroventa el vendedor
se reserva la facultad de recobrar la cosa vendida,
reembolsando al comprador la cantidad determinada que se
estipulare, o en defecto de esta estipulación lo que le
haya costado la compra.

Ejemplo: A vende a B un predio en $5.000 y se reserva el derecho de recuperarlo, reembolsando


dicha suma, en el plazo de dos años.

El pacto de retroventa importa una condición resolutoria del contrato de CV. El contrato está
expuesto a desaparecer por el hecho futuro e incierto consistente en que el vendedor haga
valer su opción de recobrar la cosa vendida. Se trata de una condición pura o meramente
potestativa, porque depende de la sola voluntad del vendedor.

Ventajas e inconvenientes del pacto de retroventa

El pacto de retroventa es un eficaz medio de procurarse dinero el propietario de una cosa de


la que no desea desprenderse definitivamente. El dueño de la cosa la vende y obtiene el dinero;
puede luego recobrarla pagando la suma convenida, o, en su defecto, lo que recibió por ella.
Este pago es en el fondo la restitución de la suma prestada.

Requisitos del pacto de retroventa.

Para que produzca efectos, deben concurrir los siguientes requisitos.

I. Facultad concedida al vendedor de recobrar la cosa.


II. Obligación del vendedor de reembolsar al comprador.
III. Un plazo concedido al vendedor para ejercitar su derecho

A) Es esencial, como se comprende, que el vendedor se reserve la facultad de recobrar la cosa


vendida.  Estipulación debe hacerse en el mismo contrato de CV; no puede útilmente pactarse
después de su celebración. La estipulación a posteriori importaría una promesa de
compraventa.
B) El art. 1881 previene que el vendedor debe reembolsar el precio que se estipulare, y, a falta
de estipulación, el mismo precio de la venta.

C) Es indispensable un plazo para que el vendedor ejercite su derecho. Art. 1885: “El tiempo en
que se podrá intentar la acción de retroventa no podrá pasar de 4 años, contados desde la
fecha del contrato”. Las partes pueden, pues, señalar un plazo que no exceda de 4 años.

CLASE 23, LECTURA 4, CV

CONDICIONES PARA EJERCITAR EL DERECHO QUE EMANA DEL PACTO DE RETROVENTA

Es preciso que concurran las siguientes condiciones:

a) Que el vendedor haga valer judicialmente su derecho; B) que en el acto de ejercerlo ponga el
precio a disposición del comprador; c) que el derecho se haga valer en tiempo oportuno; d) que
se dé el correspondiente aviso al comprador.

a) Si las partes se avienen a ejecutar la retroventa: vendedor reembolsa el precio y el


comprador devuelve la cosa. Si el comprador se resiste, el vendedor debe acudir a la justicia
para ejercitar su derecho.

Art. 1855 emplea la expresión “Intentar la acción” que indica la necesidad de que el derecho
del vendedor se ejercite judicialmente.

No es suficiente, por lo tanto, una manifestación extrajudicial de la voluntad del vendedor de


ejercitar su derecho.

b) En el acto de hacer valer su derecho, el vendedor debe pagar el precio.

c) El vendedor deberá invocar el pacto de retroventa en tiempo oportuno, esto es,


dentro del plazo convenido, que no será superior a 4 años. Expirado este plazo, el derecho del
vendedor se extingue.

d) En fin, para ejercitar su derecho, el vendedor debe avisar al comprador con la debida
anticipación.

Art. 1855 inc. 2º.


Art. 1885. El tiempo en que se podrá intentar la
acción de retroventa no podrá pasar de cuatro años
contados desde la fecha del contrato.
Pero en todo caso tendrá derecho el comprador a que
se le dé noticia anticipada, que no bajará de seis meses
para los bienes raíces ni de quince días para las cosas
muebles; y si la cosa fuere fructífera, y no diere
frutos sino de tiempo en tiempo y a consecuencia de
trabajos e inversiones preparatorias, no podrá exigirse
la restitución demandada sino después de la próxima
percepción de frutos.

Efectos del pacto de retroventa

A) Si el vendedor no ejercitó su derecho en el plazo convenido o legal, fallará la condición


resolutoria del contrato de venta. Caducarán los derechos del vendedor y los del comprador se
consolidarán definitivamente.
B) Por la inversa, si el vendedor ejercita su acción en la oportunidad debida, se habrá cumplido
la condición resolutoria, se resolverá el contrato de venta y las cosas volverán al mismo estado
en que se encontrarían si no se hubiera contratado.

Efectos entre las partes

Comprador y vendedor se deben mutuas prestaciones.

A) Comprador está obligado, desde luego, a restituir la cosa, con sus accesorios. Art.
1833 inc. 1º: “El vendedor tendrá derecho a que el comprador le restituya la cosa vendida con
sus accesorios naturales”.

b) El comprador debe indemnizar al vendedor por los deterioros de la cosa.  El


vendedor “Tendrá asimismo derecho a ser indemnizado por los deterioros imputables a hecho
o culpa del comprador” (arT. 1833 INC. 2º).

c) Por su parte, el vendedor debe pagar al comprador las mejoras introducidas en la


cosa. “Será obligado al pago de las expensas necesarias, pero no de las invertidas en mejoras
útiles o voluptuarias que se hayan hecho sin su consentimiento” (Art. 1833 inc. 3º).

Efectos contra terceros

Se siguen las reglas generales, es decir, la resolución del contrato de compraventa les afectará
a condición de que estén de mala fe.

Art. 1882: “El pacto de retroventa en sus efectos contra terceros se sujeta a lo dispuesto en los
art. 1490 y 1491”.

El derecho que nace del pacto de retroventa es intransferible.

Art. 1884 prohíbe la cesión: “El derecho que nace del pacto de retroventa no puede cederse”.
El derecho del vendedor podría, sin embargo, transmitirse por causa de muerte.

3) PACTO DE RETRACTO

Concepto y efectos

Pacto de retracto o adictio in diem es aquel en que las partes convienen que se resolverá la
venta si, en un plazo determinado, se presenta un nuevo comprador que ofrezca al vendedor
condiciones más ventajosas que el comprador primitivo.

Art. 1886.
Art. 1886. Si se pacta que presentándose dentro de
cierto tiempo (que no podrá pasar de un año), persona
que mejore la compra se resuelva el contrato, se
cumplirá lo pactado; a menos que el comprador o la
persona a quien éste hubiere enajenado la cosa, se
allane a mejorar en los mismos términos la compra.
La disposición del artículo 1882 se aplica al
presente contrato.
Resuelto el contrato, tendrán lugar las
prestaciones mutuas, como en el caso del pacto de
retroventa.

a) El plazo para mejorar la compra no puede exceder de un año.


b) Para evitar la resolución, el comprador o la persona que hubiere adquirido de él la cosa puede
mejorar la compra en los mismos términos que el nuevo comprador.

En otras palabras, en igualdad de condiciones, el contrato no se resuelve y la ley hace


prevalecer el interés del comprador.

Entre las partes y respecto de terceros, el pacto de retracto produce los mismos efectos que el
pacto de retroventa (Art. 1886 inc. 2º y 3º) .

DE LA RESCISIÓN DE LA VENTA POR LESIÓN ENORME

Concepto y fundamento de la lesión enorme

La lesión es el perjuicio pecuniario que las partes sufren como consecuencia de la falta de
equivalencia de las prestaciones recíprocas de un contrato conmutativo.

Compraventa como ejercicio de especulación // Legislador no ha podido ignorar que un grave


desequilibrio de las prestaciones no ha podido ser consentido sino bajo el imperio de una
presión a la que el contratante no ha sido capaz de resistir.

Una imperiosa necesidad de dinero ha forzado seguramente al vendedor a vender a cualquier


precio; su consentimiento se encuentra profundamente viciado y la ley acude en su ayuda
autorizándole para pedir aun la rescisión del contrato  Estabilidad del contrato requiere que
el desequilibrio de las prestaciones sea de gran entidad para que se justifique la rescisión. La
lesión, en otros términos, debe ser enorme.

Requisitos de la rescisión por lesión enorme

I. Que la venta sea susceptible de rescindirse por causa de lesión.


II. Que la lesión sea enorme, en los términos que la ley señala.
III. Que la cosa no haya perecido en poder del comprador.
IV. Que el comprador no haya enajenado la cosa.
V. Que la acción correspondiente se entable en tiempo oportuno.

Ventas rescindibles por causa de lesión

Solo en los actos que la ley expresamente señala.

Art. 1888
Art. 1888. El contrato de compraventa podrá
rescindirse por lesión enorme

En términos generales, sólo tiene cabida en el contrato de compraventa de bienes raíces.

A) no procede la acción rescisoria por lesión enorme “en las ventas de bienes muebles”
(Art. 1891)
Art. 1891. No habrá lugar a la acción rescisoria
por lesión enorme en las ventas de bienes muebles, ni en
las que se hubieren hecho por el ministerio de la
justicia

Por lo tanto, no tiene cabida en las ventas comerciales  Art. 126 del Ccom dispone: “No hay
rescisión por causa de lesión enorme en los contratos mercantiles”.
b) No habrá tampoco lugar a la acción rescisoria en las ventas “que se hubieren hecho
por el ministerio de la justicia” (Art. 1891).

c) No cabe la rescisión por lesión enorme, aunque se trate de inmuebles, en las ventas
de minas. Art. 170 del Código de Minería.

Cuando la lesión es enorme.

La desproporción entre las prestaciones de comprador y vendedor debe ser monstruosa; la ley
reputa legítima una diferencia moderada. Puede sufrir lesión enorme tanto el vendedor como
el comprador  Art. 1889.
Art. 1889. El vendedor sufre lesión enorme, cuando
el precio que recibe es inferior a la mitad del justo
precio de la cosa que vende; y el comprador a su vez
sufre lesión enorme, cuando el justo precio de la cosa
que compra es inferior a la mitad del precio que paga
por ella.
El justo precio se refiere al tiempo del contrato.

Para determinar el justo precio debe atenderse al tiempo de celebración de la venta (art. 1889
inc. 2º).

Pérdida de la cosa por el comprador

Para que proceda la rescisión por lesión enorme es preciso que la cosa no haya perecido en
poder del comprador.

Art. 1893.
Art. 1893. Perdida la cosa en poder del comprador
no habrá derecho por una ni por otra parte para la
rescisión del contrato.
Lo mismo será si el comprador hubiere enajenado la
cosa; salvo que la haya vendido por más de lo que había
pagado por ella; pues en tal caso podrá el primer
vendedor reclamar este exceso, pero sólo hasta
concurrencia del justo valor de la cosa, con deducción
de una décima parte.

La disposición se explica porque rescindido el contrato deberá restituirse la cosa. Esta restitución
se torna imposible cuando la cosa ha perecido.

Enajenación de la cosa por el comprador

Ninguno de los contratantes podrá pedir la rescisión de la venta “si el comprador hubiere
enajenado la cosa” (Art. 1893, inc. 2º).

Rescisión de la venta por causa de lesión es diferente de forma sustancial de la rescisión del
mismo contrato por causas diferentes; por regla general, la nulidad judicialmente declarada da
acción contra terceros (Art. 1689 inc. 2º).

En caso de que el comprador haya enajenado la cosa “por más de lo que había pagado por ella”,
“podrá el primer vendedor reclamar este exceso, pero sólo hasta concurrencia del justo valor
de la cosa, con deducción de una décima parte (Art. 1893 inc. 2º).
Ejemplo: A vende a B en $1.000 una cosa cuyo justo precio es de $2.200 y B, a su turno, la vende
en $2.500. A tiene derecho a reclamar el exceso de $300. Pero si B vende en $4.500 no tendrá
derecho al total de la diferencia porque ésta tiene como límite el justo precio con deducción de
una décima parte y que asciende a $1.980.

Prescripción de la acción rescisoria por lesión enorme

Art. 1896.
Art. 1896. La acción rescisoria por lesión enorme
expira en cuatro años contados desde la fecha del
contrato.

Como prescripción del corto tiempo, con arreglo al art. 2524, la prescripción de la acción
rescisoria corre contra toda clase de personas

Irrenunciabilidad de la acción rescisoria.

Ley proclama que la acción rescisoria es irrenunciable. Autorizar la renuncia importaría abolir la
acción. “La ley no habría prestado sino un socorro inútil e ilusorio al desgraciado y al oprimido”.

Art. 1892.
Art. 1892. Si se estipulare que no podrá intentarse
la acción rescisoria por lesión enorme, no valdrá la
estipulación; y si por parte del vendedor se expresare
la intención de donar el exceso, se tendrá esta cláusula
por no escrita.

Efectos de la rescisión por lesión enorme

EL objeto de la acción rescisoria es invalidar la compraventa. Sus efectos son los propios de la
nulidad; en suma, el vendedor recobrará la cosa y el comprador el precio pagado por ella.

La rescisión por lesión enorme tiene una interesante modalidad. La rescisión se funda en la
inicua desproporción entre las prestaciones de comprador y vendedor. El restablecimiento del
equilibrio de tales prestaciones desagravia a las partes, y de este modo desaparecen sus
motivos de queja.

Si la víctima de la lesión ha sido el vendedor, podrá el comprador hacer subsistir el contrato


aumentando el precio. Si al contrario, la víctima ha sido el comprador, puede hacer lo mismo el
vendedor restituyendo parte del precio excesivo.

Los efectos de la rescisión serán diversos, pues, según que el demandado opte por evitar que el
contrato se rescinda o por aceptar la rescisión.

Efectos si el demandado opta por evitar la rescisión.

El comprador y vendedor víctima de lesión enorme, tienen derecho para pedir la rescisión del
contrato.

Pronunciada la rescisión, nace para los contratantes el derecho de ENERVAR EL FALLO,


AUMENTANDO EL PRECIO EL COMPRADOR O RESTITUYENDO PARTE DEL MISMO EL
VENDEDOR.

Art. 1890
Art. 1890. El comprador contra quien se pronuncia
la rescisión, podrá a su arbitrio consentir en ella, o
completar el justo precio con deducción de una décima
parte; y el vendedor en el mismo caso, podrá a su
arbitrio consentir en la rescisión, o restituir el
exceso del precio recibido sobre el justo precio
aumentado en una décima parte.
No se deberán intereses o frutos sino desde la
fecha de la demanda, ni podrá pedirse cosa alguna en
razón de las expensas que haya ocasionado el contrato.

Es una facultad que tanto vendedor como comprador pueden ejecutar a su arbitrio.

La opción del demandado nace una vez fallado el pleito y declarada la nulidad. La facultad de
optar compete al comprador o al vendedor “contra quien se pronuncia la rescisión”.

La ley fija la cantidad que debe pagar el demandado para evitar la rescisión.

No están obligados el comprador y el vendedor a completar el primero el justo precio ni a


restituir el segundo el exceso sobre el precio justo. El comprador debe pgar y el vendedor debe
restituir una décima parte menos.

Frutos y expensas

El comprador o el vendedor deben abonar frutos e intereses, pero sólo desde la fecha de la
demanda. “No se deberán intereses o frutos sino desde la fecha de la demanda” expresa el inc.
2º del art. 1890, esto es, por el tiempo comprendido entre el contrato y la iniciación del juicio.
La disposición añade que no podrá “pedirse cosa alguna en razón de las expensas que haya
ocasionado el contrato”.

Efectos si el demandado consiente en la rescisión del contrato

La rescisión de la venta, en principio, da derecho a las partes a ser restituidas al mismo estado
en que se hallarían si no se hubiera celebrado el contrato nulo, con algunas importantes
limitaciones.

a) El vendedor debe restituir la cosa y el comprador el precio, con intereses y frutos,


pero sólo desde la demanda.

b) Las partes no están obligadas a pagar las expensas del contrato.

c) El art. 1894 expresa: “El vendedor no podrá pedir cosa alguna en razón de los
deterioros que haya sufrido la cosa; excepto en cuanto el comprador se hubiere aprovechado
de ellos”.

d) La rescisión de la venta por lesión enorme no afecta a los terceros adquirentes. Si la


cosa se ha enajenado por el comprador, no hay derecho para pedir la rescisión del contrato.

e) La rescisión no afecta tampoco a los terceros en cuyo favor hubiere constituido el


comprador algún derecho real. El Art. 1895 dispone: “El comprador que se halle en el caso de
restituir la cosa, deberá previamente purificarla de las hipotecas u otros derechos reales que
haya constituido en ella”. Hipotecas y demás derechos reales no se extinguen de pleno derecho
por la rescisión del contrato.

III. LA PERMUTA
Definición

Define el art. 1897 el contrato de permuta.


Art. 1897. La permutación o cambio es un contrato
en que las partes se obligan mutuamente a dar una
especie o cuerpo cierto por otro.

Definición inexacta. No sólo es permuta el cambio de una cosa por otra, sino también el cambio
de una cosa por otra + dinero “Si la cosa vale más que el dinero” (Art. 1794). El trueque de cosas
genéricas no es permuta: constituye un contrato innominado.

La permuta se rige por las reglas de la CV.

I. Por regla general, el contrato de permuta es consensual.  Art. 1898 “El cambio se
reputa perfecto por el mero consentimiento”.
II. Por excepción la permuta es solemne cuando “una de las cosas que se cambian o ambas
sean bienes raíces o derechos de sucesión hereditaria” En tal caso, “para la perfección
de contrato ante la ley, será necesaria escritura pública” (Art. 1898).
III. Las cosas que no pueden venderse tampoco pueden permutarse (Art. 1899 inc. 1º) .
IV. No son hábiles para celebrar el contrato de permuta “las personas que no son hábiles
para el contrato de venta (Art. 1899 inc. 2º).

Art. 1900. Las disposiciones relativas a la


compraventa se aplicarán a la permutación en todo lo que
no se oponga a la naturaleza de este contrato; cada
permutante será considerado como vendedor de la cosa que
da, y el justo precio de ella a la fecha del contrato se
mirará como el precio que paga por lo que recibe en
cambio.

IV. LA CESIÓN DE DERECHOS

La cesión de derechos lato sensu es el traspaso de un derecho por acto entre vivos. Título XXV
del Libro IV trata la materia en diferentes materias:

1) La cesión de créditos personales.

2) La cesión del derecho de herencia.

3) La cesión de derechos litigiosos.

1. CESIÓN DE CRÉDITOS PERSONALES

Concepto de créditos personales. Es una expresión redundante. Los créditos son


necesariamente personales en el sentido de que sólo pueden reclamarse de quienes por un
hecho suyo o por disposición de la ley han contraído la obligación correlativa (Art. 578).

¿A qué se refiere el legislador con “créditos personales”? -> Cierto tipo de créditos en que se
encuentra precisamente determinado el acreedor, denominados, por lo mismo
“nominativos”.

CRÉDITOS NOMINATIVOS, A LA ORDEN Y AL PORTADOR


En principio, todos los créditos son transferibles, excepto aquellos que tienen un carácter
personalísimo. La manera de efectuar la cesión varía según la forma del título de que consta el
crédito.  Desde este punto de vista, los créditos pueden ser NOMINATIVOS, A LA ORDEN o
AL PORTADOR.

Créditos nominativos: Son aquellos en que se indica con toda precisión la persona del
acreedor y que no son pagaderos sino precisamente a la persona designada. Ejemplo: Crédito
del comprador por el precio de la CV.

Créditos a la orden: Son aquellos en que al nombre de la persona del titular se antepone
la expresión “A la orden” u otra equivalente. Tales créditos son pagaderos a la persona
designada o a quién ésta ordene o designe. Las letras de cambio, los pagarés y cheques adoptan
generalmente esta forma.

Créditos al portador: Son aquellos en que no se designa la persona del acreedor o


llevan la expresión “al portador”.  Billetes de banco, los bonos hipotecarios, los cheques en
que no se han borrado las palabras “al portador”.

El código civil rige sólo la cesión de créditos nominativos.

Art. 1908
Art. 1908. Las disposiciones de este título no se
aplicarán a las letras de cambio, pagarés a la orden,
acciones al portador y otras especies de transmisión que
se rigen por el Código de Comercio o por leyes
especiales.

La cesión de los créditos a la orden se verifica mediante endoso (Art. 164 del Ccom), que es un
escrito puesto al dorso de la letra de cambio y demás documentos a la orden por el cual se
transfiere el dominio del documento o, más bien dicho, del crédito de que da constancia (Art.
17 y ss. De ley N° 18.092).

Los documentos al se ceden por “la mera tradición manual” (Art. 164 del C. de Comercio).

NATURALEZA JURÍDICA DE LA CESIÓN

Se ubica en el libro IV entre permuta y arrendamiento. Esto sugiere que la cesión es un contrato.
La cesión es la TRADICIÓN DE LOS DERECHOS PERSONALES O CRÉDITOS.

A) El artículo 1901 establece como se perfecciona la cesión, entre cedente y cesionario


“a cualquier título que se haga”.
Art. 1901. La cesión de un crédito personal, a
cualquier título que se haga, no tendrá efecto entre el
cedente y el cesionario sino en virtud de la entrega del
título.

La cesión requiere de un título. Éste puede adoptar diversas formas  CV, permuta, donación,
aporte en sociedad, etc.

b) El art. 1907 reglamenta la responsabilidad que contrae el cedente en la cesión “a


título oneroso”. Esto deja ver que, una vez más, es menester un título, que también puede ser
gratuito, caso en que el cedente no contrae las responsabilidades que señala la disposición
citada.
Art. 1907. El que cede un crédito a título oneroso,
se hace responsable de su existencia al tiempo de la
cesión, esto es, de que verdaderamente le pertenecía en
ese tiempo; pero no se hace responsable de la solvencia
del deudor, si no se compromete expresamente a ello; ni
en tal caso se entenderá que se hace responsable de la
solvencia futura, sino sólo de la presente, salvo que se
comprenda expresamente la primera; ni se extenderá la
responsabilidad sino hasta concurrencia del precio o
emolumento que hubiere reportado de la cesión, a menos
que expresamente se haya estipulado otra cosa

c) El art. 1901 reproduce casi literalmente la regla del art. 699.

FORMALIDADES DE LA CESIÓN

Deben ser enfocadas desde un doble ángulo: 1) Entre las partes; 2) respecto de terceros.
Perfecta la cesión entre las partes, aun puede no estarlo respecto del deudor cedido y de
terceros.

PERFECCIONAMIENTO DE LA CESIÓN ENTRE PARTES

Solo acuerdo de voluntades (o sólo contrato) no es suficiente para que se perfeccione la cesión.

Como no se concibe la entrega del crédito, cosa incorporal, el legislador la ha reemplazado por
la entrega del título.

Art. 1901
Art. 1901. La cesión de un crédito personal, a
cualquier título que se haga, no tendrá efecto entre el
cedente y el cesionario sino en virtud de la entrega del
título.

En virtud de ésta entrega del título, el cesionario se convierte, frente al cedente, en titular del
crédito.

Al efectuarse la entrega: Art. 1903


Art. 1903. La notificación debe hacerse con
exhibición del título, que llevará anotado el traspaso
del derecho con la designación del cesionario y bajo la
firma del cedente

(Deberá anotarse en el documento mismo el traspaso del derecho, con designación del
nombre del cesionario y bajo la firma del cedente – 1903).

Cesión de créditos que no constan por escrito

LA ENTREGA DEL TÍTULO SUPONE QUE EL CRÉDITO CONSTE POR ESCRITO. ¿La imposibilidad de
efectuar la entrega importa que no pueden cederse los créditos que no constan por escrito? 
La escritura de cesión en que se especifique el crédito servirá de título que habrá de entregarse
al cesionario.

Perfeccionamiento de la cesión respecto del deudor y terceros.

La entrega del título deja perfecta la cesión entre las partes, esto es, entre el cedente y el
cesionario.
Para que la cesión se perfeccione respecto del deudor cedido y de terceros, es menester que
se notifique al deudor o éste acepte la cesión. // MIENTRAS NO INTERVENGA LA NOTIFICACIÓN
O ACEPTACIÓN, PARA EL DEUDOR Y TERCEROS EL TITULAR DEL CRÉDITO CONTINÚA CIENDO EL
CEDENTE.
Art. 1905. No interviniendo la notificación o
aceptación sobredichas, podrá el deudor pagar al
cedente, o embargarse el crédito por acreedores del
cedente; y en general, se considerará existir el crédito
en manos del cedente respecto del deudor y terceros

Esta disposición prevé dos consecuencias particulares a este principio general.

I. El deudor podrá pagar válidamente al cedente.


II. Los acreedores del cedente podrán embargar el crédito que se reputa pertenecerle.

Mientras no medien la notificación o aceptación, la cesión es inoponible al deudor y a terceros.

Formas de perfeccionarse la cesión respecto del deudor cedido y de terceros.

Art. 1902
Art. 1902. La cesión no produce efecto contra el
deudor ni contra terceros, mientras no ha sido
notificada por el cesionario al deudor o aceptada por
éste.

Basta notificación del deudor O la aceptación del mismo.

Notificación del deudor

a) Notificación del deudor ha de ser judicial. Debe efectuarse personalmente, previa resolución
judicial  Art. 47 CPC.

b) La iniciativa de la notificación del deudor corresponde al cesionario. El cesionario está


primordialmente interesado en que la notificación se practique y, además, tiene el título del
crédito que le ha sido entregado por el cedente. No hay inconveniente para que se cometa este
encargo al cedente que, en tal caso, se reputará como un representante del cesionario.

c) La notificación debe practicarse cumpliendo con los requisitos generales de toda notificación
personal; además, deberá cumplir con lo dispuesto en el art. 1903.
Art. 1903. La notificación debe hacerse con
exhibición del título, que llevará anotado el traspaso
del derecho con la designación del cesionario y bajo la
firma del cedente.

Aceptación del deudor

La aceptación del deudor puede ser EXPRESA o TÁCITA.

Aceptación expresa: Explícita declaración del deudor de que aprueba la cesión.

Aceptación tácita: “Un hecho que la suponga, como la litiscontestación con el cesionario, un
principio de pago al cesionario, etc.” (Art. 1904)
La notificación del deudor, hecha por un ministro de fe, previa orden judicial, marca con toda
exactitud el momento en que se ha perfeccionado la cesión respecto del deudor y terceros. El
código no ha rodeado la aceptación de ningún requisito de forma.

Prestada la aceptación verbalmente  Problema de la prueba  1708 y 1709

Si la aceptación consta de instrumento privado  Quedará plenamente probada respecto del


deudor cuando el documento sea reconocido o mandado tener por reconocido.

Respecto de terceros, el documento no adquirirá fecha cierta sino desde que ocurra alguno de
los hechos previstos en el art. 1703; la aceptación no puede hacerse valer contra terceros sino
desde que el instrumento adquiera fecha cierta a su respecto.

De este modo, puede ocurrir que el deudor deba cosniderar como su acreedor al cesionario,
mientras los terceros pueden continuar reputando tal al cedente.

EFECTOS DE LA CESIÓN

Estos deben considerarse en dos aspectos

1) Será menester examinar el alcance o extensión de la cesión.

2) Será preciso considerar la responsabilidad que con motivo de la cesión contrae el


cedente.

EXTENSIÓN DE LA CESIÓN.
Art. 1906. La cesión de un crédito comprende sus
fianzas, privilegios e hipotecas; pero no traspasa las
excepciones personales del cedente

El cesionario gozará del crédito en los mismos términos que el cedente. La cesión no transfiere
excepciones del cedente, a excepción de la nulidad relativa, que, de acuerdo con el art. 1684,
pueden invocar las personas en cuyo favor la establece la ley y sus cesionarios.

La excepción de compensación

Que la cesión se perfeccione por notificación o aceptación es indiferente. Esta distinción sólo
importa para decidir si el deudor cedido puede oponer al cesionario una compensación que
habría podido oponer al cedente.

Art. 1659 inc. 1º


Art. 1659. El deudor que acepta sin reserva alguna
la cesión que el acreedor haya hecho de sus derechos a
un tercero, no podrá oponer en compensación al
cesionario los créditos que antes de la aceptación
hubiera podido oponer al cedente.
Si la cesión no ha sido aceptada, podrá el deudor
oponer al cesionario todos los créditos que antes de
notificársele la cesión haya adquirido contra el
cedente, aun cuando no hubieren llegado a ser exigibles
sino después de la notificación

“Es lógico que el deudor no pueda oponer en compensación al cesionario los créditos adquiridos
contra el cedente posteriores a la aceptación. El cedente ha dejado de ser acreedor y, en suma,
ya no median entre ambos obligaciones recíprocas. Pero tampoco puede compensar el deudor
los créditos que adquirió antes de la aceptación y que hubiera podido oponer al cedente. La
aceptación sin reservas importa una renuncia de la compensación”.

Cuando la cesión se perfecciona por la notificación del deudor, la situación cambia. El deudor
podrá oponer al cesionario “todos los créditos que antes de notificársele la cesión haya
adquirido contra el cedente, aun cuando no hubieren llegado a ser exigibles sino después de
la notificación” (Art. 1659 inc. 2º).

Responsabilidad del cedente

La responsabilidad que contrae el cedente con motivo de la cesión depende de si el título es


gratuito u oneroso.

Art. 1907  responsabilidad del cedente cuando la cesión es a título oneroso. Cedido a título
gratutio, no cabe ninguna responsabilidad al cedente.
Art. 1907. El que cede un crédito a título oneroso,
se hace responsable de su existencia al tiempo de la
cesión, esto es, de que verdaderamente le pertenecía en
ese tiempo; pero no se hace responsable de la solvencia
del deudor, si no se compromete expresamente a ello; ni
en tal caso se entenderá que se hace responsable de la
solvencia futura, sino sólo de la presente, salvo que se
comprenda expresamente la primera; ni se extenderá la
responsabilidad sino hasta concurrencia del precio o
emolumento que hubiere reportado de la cesión, a menos
que expresamente se haya estipulado otra cosa.

Por el solo hecho de la cesión onerosa y sin necesidad de especial estipulación, el cedente
responde de que era efectivamente acreedor al tiempo de efectuarse. Se requiere pacto especial
para que el cedente se responsabilice por la solvencia del deudor. A falta de esta estipulación
expresa, el cesionario debe soportar los riesgos de la insolvencia del deudor cedido. Si se pacta
la responsabilidad de la insolvencia, esta atañe solo a la insolvencia al tiempo de la cesión; el
riesgo de insolvencia futura debe asumirlo el cedente de una manera expresa.

Art. 1907 sobre responsabilidad del cedente: “Debe reembolsar al cesionario “del precio o
emolumento que hubiere reportado la cesión”’.

2. CESIÓN DEL DERECHO DE HERENCIA

PRESUPUESTO NECESARIO DE LA CESIÓN

La cesión de un derecho de herencia o legado presupone necesariamente que se haya abierto


la sucesión.

El derecho de suceder por causa de muerte a una persona viva no puede ser objeto de un
contrato, aunque intervenga el consentimiento de la misma persona (Art. 1463). Los pactos
sobre sucesión futura adolecen de objeto ilícito y, por lo mismo, de nulidad absoluta.

Maneras de efectuar la cesión.

Esta puede hacerse de dos maneras:

a) Especificando los bienes comprendidos en la cesión.

b) Sin especificar los bienes de que se compone la herencia o legado.


Las reglas del párrafo 2 del título “de la cesión de derechos” son aplicables sólo cuando falte la
especificación de los efectos que integran la herencia o legado. No se hace cuestión de los bienes
que forman la herencia o legado; se transfiere el derecho de suceder a título de heredero o
legatario.

Efectos de la cesión

Por efectos de la cesión, el cesionario adquiere todos los derechos y contrae todas las
responsabilidades del cedente.

Consecuencias que derivan de la calidad de heredero o legatario de que el cesionario queda


investido, desde el momento de la apertura de la sucesión:

I. Cedente debe al cesionario todos los elementos activos de la sucesión: Debe hacerle
entrega de los bienes comprendidos en la herencia o legado, deber tan obvio que el
legislador no juzgó necesario señalarlo.
II. Debe el cedente al cesionario igualmente, los frutos que haya percibido, los créditos que
haya cobrado, los precios recibidos por la enajenación de bienes sucesorios, etc.

Art. 1910
Art. 1910. Si el heredero se hubiere aprovechado de
los frutos o percibido créditos o vendido efectos
hereditarios, será obligado a reembolsar su valor al
cesionario.
El cesionario por su parte será obligado a
indemnizar al cedente de los costos necesarios o
prudenciales que haya hecho el cedente en razón de la
herencia.
Cediéndose una cuota hereditaria se entenderá
cederse al mismo tiempo las cuotas hereditarias que por
el derecho de acrecer sobrevengan a ella, salvo que se
haya estipulado otra cosa.
Se aplicarán las mismas reglas al legatario

III. El cesionario deberá reembolsar al cedente “los costos necesarios o prudenciales que
haya hecho el cedente en razón de la herencia” (Art. 1910 inc. 2º).
IV. El cesionario beneficia del derecho de acrecer.  Art. 1910 inc. 3º

Responsabilidad del cedente

Esto depende de que la cesión se verifique a título oneroso o gratuito. El cedente a título gratuito
no contrae ninguna responsabilidad (no debe ninguna garantía al cesionario).

Respecto a cesión onerosa  Art. 1909


Art. 1909. El que cede a título oneroso un derecho
de herencia o legado sin especificar los efectos de que
se compone, no se hace responsable sino de su calidad de
heredero o de legatario.

No es responsable el cedente de la existencia de tales o cuales bienes, ni de que formen parte


de la herencia o legado, a menos que así se haya estipulado; sólo garantiza o asegura al
cesionario que se encuentra realmente investido del derecho a la herencia o legado.
Responsabilidad del cesionario ante terceros.

El cesionario se hace responsable del PASIVO de la herencia o legado respecto del cedente.
Pero, ante terceros, el CEDENTE continúa siendo responsable. Los acreedores pueden siempre
dirigirse contra el cedente y hacer abstracción de la cesión. EL CEDENTE QUEDA SIEMPRE
DIRECTAMENTE OBLIGADO, PERO TEDNRÁ DERECHO A QUE EL CESIONARIO LE REEMBOLSE LO
PAGADO. Los acreedores igualmente podrán accionar contra el cesionario. Al perseguir al
cesionario, los acreedores le aceptarían ciertamente como deudor y se estaría en presencia de
una delegación perfecta o novatoria.

Cómo se efectúa la tradición del derecho de herencia.

¿La tradición del derecho de herencia, cuando la integran bienes inmuebles, requiere de la
inscripción en el Registro Conservatorio de Bienes Raíces? Jurisprudencia se ha inclinado por dar
una respuesta negativa a esta pregunta. La tradición no requeriría de la inscripción porque la
ley no lo ha establecido expresamente y porque la herencia es una universalidad jurídica,
independiente de las cosas que la componen.

Con estas premisas se concluye que la tradición se verifica por cualquier medio que importe
ejercicio del derecho de dominio por el cesionario, como la provocación del juicio de partición o
la intervención en él, la petición de la posesión efectiva, etc.  Para Meza Barros, esta doctrina
merece críticas severas.

a) Las cosas corporales se dividen en muebles e inmuebles (Art. 566) e igual clasificación
es aplicable a las cosas incorporales o derechos (Art. 580).

La herencia ha de ser mueble o inmueble; sustraerla de esta clasificación para calificarla de


una universalidad jurídica es metafísica.

b) La ley, en efecto, no ha señalado una forma especial de tradición de la herencia. Es


ésta razón para concluir que la tradición se efectúa de acuerdo con la naturaleza de los bienes
que la integran, o sea, la tradición de los inmuebles se verificará por la correspondiente
inscripción, la de los créditos hereditarios por la entrega del título, etc.

c) La doctrina generalmente aceptada importa negar la necesidad de una tradición para


adquirir la herencia. En nada se parece a una tradición la petición de la posesión efectiva o el
ejercicio de la acción de partición.

d) La falta de inscripción conservatoria crea una solución de continuidad en el Registro


de Propiedades notoriamente contraria al propósito del legislador, reiteradamente manifestado
en las disposiciones del Código y especialmente en el Mensaje.

e) La sustracción de los inmuebles al régimen a que normalmente está sometida su


enajenación, a pretexto de formar parte de una herencia, conduce a dejar sin aplicación diversas
medidas que adopta la ley para proteger a los incapaces.
PEÑAILILLO – CESIÓN DE DERECHOS PERSONALES.

TRADICIÓN DE LOS DERECHOS PERSONALES

Derechos personales o créditos son bienes incorporales. Siendo bienes, pueden transferirse por
actos entre vivos y transmitirse por causa de muerte. Su transferencia por acto entre vivos
requiere de un título y la subsecuente tradición. Para efectuar la tradición de estos derechos
personales, el código reservó un precepto especial  Art. 699; esta tradición se efectúa por la
entrega del título hecha por el cedente al cesionario.
Art. 699. La tradición de los derechos personales
que un individuo cede a otro se verifica por la entrega
del título hecha por el cedente al cesionario.

Título: Instrumento en que el crédito consta, donde se encuentra escriturado (Art. 1901, que en
general repite lo dispuesto en el 699, emplea la expresión “título” es dos acepciones distintas:
como antecedente jurídico, que justifica la tradición, y luego como instrumento en el cual el
crédito consta).

Art. 1901 y ss. Regulan los efectos de la cesión (cesión = tradición).

Para que la transferencia produzca efecto respecto del deudor y terceros  Se necesita notificar
de la transferencia a aquél, o que él acepte (Art. 1902 y ss.) Antes que acepte o le sea notificada
la transferencia, le es inoponible; el deudor podría pagar al primitivo acreedor y pagaría bien.

Entrega del título en que el crédito consta puede ser REAL o SIMBÓLICA, LO QUE ES POSIBLE
RESPECTO DE COSAS CORPORALES MUEBLES.

La afirmación de que la entrega del título en que el crédito consta puede ser no sólo real sino
también simbólica, esto porque esta forma de tradición por entrega del título se consignó en
un precepto especial, distinto de las normas dispuestas para las cosas corporales muebles, de
modo qe su comprensión debe ser estricta; más discutible es la amplitud con que aquí se ha
admitido la noción de tradición simbólica, en la cual se ha aceptado una simple descripción
del título transferido, efectuada en la escritura en que se transfiere.  Argumento: “No es
necesaria la entrega real puesto que, como se verá luego, pueden transferirse los créditos que
no están escriturados y, en tales casos, es evidente que no podrá exigirse la entrega del título
(documento), porque no existe; de este modo -se ha dicho-, así como en tales situaciones la
tradición se efectuará sin entrega material, asimismo puede efectuarse acá. Pero podría
contestarse que la exigencia de la entrega material o limitadamente simbólica se pide en todo
caso en que el crédito conste por escrito, y la exención de esa entrega se reserva sólo para los
casos de créditos no escriturados.”

Respecto a los créditos que no constan por escrito  Bien podría decirse que no pueden ser
transferidos porque no habría manera de cumplir a su respecto el art. 1901. En la doctrina
parece prevalecer la solución de que pueden transferirse, considerando que si se mantiene a
todo trance la exigencia de la entrega del título, al no ser posible en ellos esa entrega, quedarían
como intransferibles, conclusión que, por su trascendencia (dejar un bien en estado de
incomerciable), requeriría de norma expresa. La jurisprudencia ha resuelto que, admitido que
son cesibles, como en tales ocasiones no es posible cumplir con la exigencia de la entrega del
título, habrá que entender efectuada su tradición por una especial declaración en el sentido
de que se transfiere el dominio del respectivo crédito, declaración que podrá consignarse en
el mismo acto o contrato.
TRADICIÓN DE DERECHOS LITIGIOSOS

Art. 1911 a 1914


Art. 1911. Se cede un derecho litigioso cuando el
objeto directo de la cesión es el evento incierto de la
litis, del que no se hace responsable el cedente.
Se entiende litigioso un derecho, para los efectos
de los siguientes artículos, desde que se notifica
judicialmente la demanda.

Art. 1912. Es indiferente que la cesión haya sido a


título de venta o de permutación, y que sea el cedente o
el cesionario el que persigue el derecho.

Art. 1913. El deudor no será obligado a pagar al


cesionario sino el valor de lo que éste haya dado por el
derecho cedido, con los intereses desde la fecha en que
se haya notificado la cesión al deudor.
Se exceptúan de la disposición de este artículo las
cesiones enteramente gratuitas; las que se hagan por el
ministerio de la justicia; y las que van comprendidas en
la enajenación de una cosa de que el derecho litigioso
forma una parte o accesión.
Exceptúanse asimismo las cesiones hechas:
1º. A un coheredero o copropietario por un
coheredero o copropietario, de un derecho que es común a
los dos;
2º. A un acreedor en pago de lo que le debe el
cedente;
3º. Al que goza de un inmueble como poseedor de
buena fe, usufructuario o arrendatario, cuando el
derecho cedido es necesario para el goce tranquilo y
seguro del inmueble.

Art. 1914. El deudor no puede oponer al cesionario


el beneficio que por el artículo precedente se le
concede, después de transcurridos nueve días desde la
notificación del decreto en que se manda ejecutar la
sentencia.

Tal como en la cesión del derecho de herencia, en estas reglas se establecen efectos de la
transferencia, mas no se precisa la forma como ha de efectuarse la tradición.

Art. 1911: “Se cede un derecho litigioso cuando el objeto directo de la cesión es el evento
incierto de la litis, del que no se hace responsable el cedente”.

Requiere, para su tradición (traspaso de derecho litigioso) de un título y un modo  Art. 1912
(que demuestra que por cesión ha de entenderse tradición).

Ejemplo: El demandante vende a un tercero su derecho litigioso; procede que, a continuación,


le efectúe la tradición; en que forma la realiza es lo que debe examinarse aquí.

a) Se ha propuesto que la circunstancia de ser litigioso el derecho no impide calificarlo


de derecho real o personal. Ha de atenderse a esa distinción para tener la respuesta. Si el
derecho litigioso es real, se aplican las reglas tratadas para ellos; si es mueble, rige 684, si es
inmueble, será necesaria la inscripción conservatoria.

Si el derecho litigioso es personal  Aplican reglas para tradición de derechos personales (Art.
1901, 1902, 1903); Como estos preceptos exigen entrega del título, siguiendo a la jurisprudencia
se admite que la actuación en el litigio, por parte del cesionario, en reemplazo del cedente, con
su consentimiento expreso o tácito, podría constituir tradición del derecho litigioso, equivalente
a las simbólicas del art. 684.

b) Este planteamiento se ha objetado.  Se observa que tratándose de los derechos


reales la tradición sería difícil de efectuar cuando el cedente no tiene la cosa mueble en su poder
o no tiene inscrito a su nombre el inmueble. Se postula que aun cuando en términos mediatos
lo cedido pudiere ser un derecho real o personal, en términos inmediatos lo cedido es siempre
“EL EVENTO INCIERTO DE LA LITIS” (Art. 1911), y siendo siempre esa pretensión lo cedido, la
forma de efectuar la tradición ha de ser también una sola; como la ley no lo señala, tendrá que
estar constituida por una manifestación de voluntad en tal sentido, concretamente una
actuación realizada en el litigio por el cesionario, con consentimiento expreso o táctico del
cedente y conocimiento de las demás partes del juicio, por la que el cesionario substituye al
cedente en la posición que éste tenía en la controversia.
ARRENDAMIENTO

Art. 1915 -> Definición “El arrendamiento es un contrato en que las dos partes se obligan
recíprocamente, la una a conceder el goce de una cosa, o a ejecutar una obra o prestar un
servicio, y la otra a pagar por este goce, obra o servicio un precio determinado”.

1. La concesión del goce de una cosa


2. La ejecución de una obra.
3. La prestación de un servicio.

Importancia del arrendamiento

Satisface la necesidad cotidiana de procurarse el goce de cosas que no es posible adquirir, de


procurarse servicios indispensables, etc. Código lo regula “in extenso”.

Caracteres generales del contrato

a) El arrendamiento, en sus diversas formas, es un contrato consensual. Se perfecciona por


el solo consentimiento de las partes, acordes en el precio y en la cosa, obra o servicio.
b) El arrendamiento es, asimismo, un contrato bilateral, oneroso y conmutativo. Ambos
contratantes contraen mutuas obligaciones, se gravan en beneficio recíproco y sus
prestaciones se miran como equivalentes.

1. Arrendamiento de cosas

1. Ideas generales

El arrendamiento de cosas es el contrato en que una de las partes se obliga a conceder el goce
de una cosa y la otra a pagar por este goce un determinado precio.

a) Quien confiere el goce se denomina ARRENDADOR.

b) quien debe pagar el precio se denomina ARRENDATARIO. (Art. 1919).


Art. 1919. En el arrendamiento de cosas la parte
que da el goce de ellas se llama arrendador, y la parte
que da el precio arrendatario

El arrendatario de predios urbanos se denomina INQUILINO (Art. 1970); el arrendatario de


predios rústicos, se denomina COLONO (1979).
Art. 1970. Las reparaciones llamadas locativas a
que es obligado el inquilino o arrendatario de casa, se
reducen a mantener el edificio en el estado que lo
recibió; pero no es responsable de los deterioros que
provengan del tiempo y uso legítimo, o de fuerza mayor o
caso fortuito, o de la mala calidad del edificio, por su
vetustez, por la naturaleza del suelo, o por defectos de
construcción.
Art. 1979. El colono o arrendatario rústico es
obligado a gozar del fundo como buen padre de familia; y
si así no lo hiciere, tendrá derecho el arrendador para
atajar el mal uso o la deterioración del fundo,
exigiendo al efecto fianza u otra seguridad competente,
y aun para hacer cesar inmediatamente el arriendo, en
casos graves.

Diferencias entre el arrendamiento de cosas y la compraventa

Ofrece el arrendamiento de cosas una notable semejanza con la CV.

Ambos contratos son consensuales, bilaterales, onerosos y conmutativos; requieren ambos de


cosa, precio y consentimiento como elementos esenciales. En ambos contratos una parte se
obliga a entregar una cosa y a procurar a la otra un goce tranquilo y útil, respondiendo del
saneamiento de la evicción y vicios redhibitorios.

Diferencias:

1) CV es un titulo traslaticio de dominio.  Sirva para transferirlo; seguida de la tradición,


conduce al comprador a la adquisición del dominio, a condición de que el vendedor y tradente
sea propietario. El arrendamiento, en cambio, es un título de mera tenencia.  El arrendatario
no adquiere el dominio, ni siquiera la posesión de la cosa arrendada, puesto que no la tiene
como señor o dueño, sino que reconociendo un dominio ajeno.

2) El goce de la cosa que el vendedor se obliga a procurar al comprador es un goce definitivo y


perpetuo. El goce que el arrendador debe conceder al arrendatario es necesariamente temporal
y, al cabo de terminado el goce, la cosa debe ser restituida.

El arrendamiento de cosas y el derecho de usufructo

Tanto en el derecho de usufructo como en el de arrendamiento de cosas se concede a una


persona la facultad de gozar una cosa ajena. Diferencia: El usufructo es un derecho real,
mientras que el derecho resultante para el arrendatario es un derecho personal.

Usufructuario: Tiene derecho real, mientras que el arrendatario tiene un derecho personal.

Tiene el usufructuario un derecho real de goce que no impone al nudo propietario ninguna
obligación correlativa, como no sea la de dejar gozar al usufructuario, esto es, no turbarle en
el ejercicio de su derecho.  El arrendatario, en cambio, tiene un crédito contra el arrendador
para que le proporcione el goce de la cosa; su rol es activo: hacer gozar a su acreedor, el
arrendatario.

2. Elementos del contrato

Consensus, res, pretium.

a. Consentimiento

El arrendamiento de cosas es consensual y se perfecciona por el solo consentimiento de las


partes acerca de la cosa y el precio. No es menester un acto escrito para que el contrato se
repute perfecto.  El otorgamiento de contrato escrito reviste una gran importancia práctica.

1) Un acto escrito puede facilitar la prueba del contrato.

2) Es de gran conveniencia práctica que el contrato se otorgue por escritura pública y, aun, que
se inscriba en el Registro Conservador de Bienes raíces.  Art. 53 del reglamento del CBR 
Arrendamiento es un título que puede inscribirse.  De esta manera las partes pueden
disponer de un título ejecutivo para reclamar compulsivamente el cumplimiento de sus mutuas
obligaciones.  En caso de enajenarse la cosa, los adquirentes quedarán obligados a respetar
el arriendo, deben respetarlo aun los acreedores hipotecarios cuando el arrendamiento se
encuentra inscrito con anterioridad a la inscripción de la hipoteca.

Solemnidades especiales del contrato

Suele el arrendamiento estar revestido de solemnidades legales. Cabe advertir  Tales


solemnidades no son exigidas por la ley en consideración al contrato en sí mismo, sino en
atención a la calidad de las personas que lo celebran.

Ejemplo: Para dar en arrendamiento los bienes raíces de la mujer, por más de 5 años si son
predios urbanos y por más de 8 si son rústicos, el marido necesita el consentimiento de la mujer
(Art. 1756). Análoga regla rige para arrendar la mujer administradora de la sociedad conyugal
de los bienes del marido (1761).

Solemnidades voluntarias

Pueden las partes estipular las solemnidades que juzguen convenientes y dar al contrato en
consecuencia, un carácter solemne.
Art. 1921. Si se pactare que el arrendamiento no se
repute perfecto mientras no se firme escritura, podrá
cualquiera de las partes arrepentirse hasta que así se
haga, o hasta que se haya procedido a la entrega de la
cosa arrendada, si intervienen arras, se seguirán bajo
este respecto las mismas reglas que en el contrato de
compraventa.

b. La cosa arrendada

La cosa debe reunir los requisitos generales del objeto de toda declaración de voluntad: SER
LÍCITO, DETERMINADO Y EXISTIR O ESPERARSE QUE EXISTA. Por la naturaleza especial del
contrato de arrendamiento, la cosa no debe ser consumible.

Art. 1916
Art. 1916. Son susceptibles de arrendamiento todas
las cosas corporales o incorporales, que pueden usarse
sin consumirse; excepto aquellas que la ley prohíbe
arrendar, y los derechos estrictamente personales, como
los de habitación y uso.
Puede arrendarse aun la cosa ajena, y el
arrendatario de buena fe tendrá acción de saneamiento
contra el arrendador, en caso de evicción

Pueden arrendarse: Bienes raíces y muebles, las cosas corporales e incorporales.  Puede
arrendarse un derecho de usufructo (793); el derecho derivado del contrato de arrendamiento
es también susceptible de arrendarse mediante un subarriendo (Art. 1946).

NO SON SUSCEPTIBLES DE ARRENDAMIENTO:

A) Las cosas cuyo arriendo la ley prohíbe.

b) Los derechos personalísimos.

c) Las cosas consumibles de las que no puede hacerse un uso acorde con su naturaleza sin que
se destruyan, puesto que es esencial que la cosa debe ser restituida al término del contrato.

Art. 1916  Puede arrendarse la cosa ajena.


Art. 1916. Son susceptibles de arrendamiento todas
las cosas corporales o incorporales, que pueden usarse
sin consumirse; excepto aquellas que la ley prohíbe
arrendar, y los derechos estrictamente personales, como
los de habitación y uso.
Puede arrendarse aun la cosa ajena, y el
arrendatario de buena fe tendrá acción de saneamiento
contra el arrendador, en caso de evicción

El arrendatario de buena fe, esto es, el que ignoraba la circunstancia de ser ajena la cosa, “tendrá
acción de saneamiento contra el arrendador, en caso de evicción”.

c. El precio

Caracteres del precio

Como en la CV  debe ser REAL O SERIO Y DETERMINADO. Por tanto, el precio no habrá de ser
fingido o simulado ni irrisorio. El arrendamiento degeneraría en un contrato gratuito.  La
determinación del precio es una exigencia que fluye de los principios generales. La cantidad a
que asciende el precio puede ser incierta con tal que en el contrato se fijen normas o se
contengan datos que sirvan para determinarlo.

Mientras que en la CV el precio debe consistir en dinero, el arrendamiento “puede consistir ya


en dinero, ya en frutos naturales de la cosa arrendada” (Art. 1917).

En caso de pagarse el precio con frutos de la cosa, puede fijarse una cantidad determinado o
una cuota o parte alícuota de los de cada cosecha. Ésta última forma de pago del precio es
frecuente en el arrendamiento de predios rústicos y recibe la denominación de aparcería,
vulgarmente llamada mediería.

El precio puede fijarse en una cantidad alzada o en una cantidad periódica. “Llamase renta
cuando se paga periódicamente” (Art. 1917 inc. 2º)

Forma de determinar el precio

Art. 1918.
Art. 1918. El precio podrá determinarse de los
mismos modos que en el contrato de venta.

Por tanto: Precio puede fijarse por partes o por un tercero.  Art. 1808 inc. 2º.

3. Obligaciones del arrendador

Art. 1915  Obligación del arrendador es conceder el goce de la cosa arrendada.


Art. 1915. El arrendamiento es un contrato en que
las dos partes se obligan recíprocamente, la una a
conceder el goce de una cosa, o a ejecutar una obra o
prestar un servicio, y la otra a pagar por este goce,
obra o servicio un precio determinado.

Esta es la única obligación que el arrendador contrae. Esta obligación de hacer gozar al
arrendatario, por el término del contrato, es compleja y se descompone en varias obligaciones
que señala el art. 1924.
Art. 1924. El arrendador es obligado:
1º. A entregar al arrendatario la cosa arrendada;
2º. A mantenerla en el estado de servir para el fin
a que ha sido arrendada;
3º. A librar al arrendatario de toda turbación o
embarazo en el goce de la cosa arrendada.

a. Obligación de entregar la cosa

La obligación de entregar es de la esencia del contrato.  La obligación de entregar la cosa


arrendada es de la esencia del contrato de arrendamiento. Sólo mediante la entrega puede el
arrendatario lograr el goce que persigue.

LAS DEMÁS OBLIGACIONES SON DE LA NATURALEZA DEL CONTRATO Y SUSCEPTIBLES DE SER


ALTERADAS CONVENCIONALMENTE.

Forma de la entrega
Art. 1920. La entrega de la cosa que se da en
arriendo podrá hacerse bajo cualquiera de las formas de
tradición reconocidas por la ley.

Esta disposición no es exacta. La entrega de la cosa mueble arrendada podrá hacerse por
cualquiera de los medios de efectuar la tradición que señala el art. 684. Si se da en
arrendamiento un crédito, habrá de entregarse el título.

Cuando la cosa arrendada es un inmueble, la entrega obviamente no podrá verificarse por


medio de la inscripción del título en el registro del conservador.  La entrega a que se obliga
al arrendador es la entrega material de la cosa que permite al arrendatario gozarla.

La inscripción por medio de la cual se hace la tradición de los inmuebles supone un título
traslaticio de dominio y el arrendamiento es un título de mera tenencia.

Tiempo y lugar de la entrega

En cuanto al tiempo y lugar de la entrega, deben observarse las reglas generales

a) La entrega deberá verificarse en la época señalada por las partes y, a falta de estipulación,
inmediatamente después de celebrado el contrato.

b) La entrega se hará, en primer término, en el lugar convenido; en el silencio de las partes, la


entrega se verificará en el lugar en que se encontraba la cosa al tiempo del contrato o en el
domicilio del arrendador, según se trate de cosas específicas o genéricas (Art. 1587, 1588, 1589).

Estado en que debe entregarse la cosa

Debe entregarse la cosa en estado de servir para el fin para que fue arrendada. De otro modo,
el arrendatario no podrá obtener el adecuado goce de la cosa que se propuso al contratar.
POR CONSIGUIENTE, SON DE CARGO DEL ARRENDADOR LAS REPARACIONES DE TODO GÉNERO
QUE SEA MENESTER EFECUTAR ANTES DE QUE EL ARRENDATARIO ENTRE A GOZAR DE LA COSA.

El ARRENDATARIO debe efectuar ciertas reparaciones cuya necesidad se hace presente durante
el arrendamiento; probablemente se han hecho necesarias por su culpa o de las personas por
quienes responde. Pero ninguna responsabilidad lógicamente le cabe para tomar a su cargo las
reparaciones que se hacen necesarias por causas anteriores al goce, ya que su necesidad no
puede serle imputable por ningún motivo.
CLASE 26 PARTE B

CESIÓN Y SUBARRIENDO

Consecuencia de la obligación de cuidar de la cosa es la prohibición que la ley impone al


arrendatario de subarrendar o ceder el arriendo, a menos que se le autorice expresamente
para ello.

Art. 1946
Art. 1946. El arrendatario no tiene la facultad de
ceder el arriendo ni de subarrendar, a menos que se le
haya expresamente concedido; pero en este caso no podrá
el cesionario o subarrendatario usar o gozar de la cosa
en otros términos que los estipulados con el
arrendatario directo

El subarrendamiento y la cesión del arriendo son cosas distintas. Subarrendar es dar en


arriendo la cosa que se tiene a título de arrendatario.

En el subarriendo hay dos arrendamientos superpuestos; el subarrendador se encuentra


doblemente obligado y asume una doble calidad: de arrendatario en el primero contrato y de
arrendador en el segundo, respecto del subarrendatario.

Ceder el arriendo  Transferir a un tercero el derecho de goce que del contrato de


arrendamiento deriva para el arrendatario. El cesionario ocupa el lugar del cedente y se crea
una relación directa entre el cesionario y el arrendador. Por consiguiente, la cesión es una
operación de efectos más radicales que el subarrendamiento.

Obligación de efectuar las reparaciones locativas

Art. 1927
Art. 1927. La obligación de mantener la cosa
arrendada en buen estado consiste en hacer durante el
arriendo todas las reparaciones necesarias, a excepción
de las locativas, las cuales corresponden generalmente
al arrendatario.
Pero será obligado el arrendador aun a las
reparaciones locativas, si los deterioros que las han
hecho necesarias provinieron de fuerza mayor o caso
fortuito, o de la mala calidad de la cosa arrendada.
Las estipulaciones de los contratantes podrán
modificar estas obligaciones.

Arrendador debe realizar reparaciones necesarias no locativas y aún éstas si los deterioros que
las han hecho indispensables provienen de fuerza mayor o caso fortuito, o de mala calidad de la
cosa. -- “El arrendatario es obligado a las reparaciones locativas” 1940 inc. 1º
Art. 1940. El arrendatario es obligado a las
reparaciones locativas.
Se entienden por reparaciones locativas las que
según la costumbre del país son de cargo de los
arrendatarios, y en general las de aquellas especies de
deterioro que ordinariamente se producen por culpa del
arrendatario o de sus dependientes, como descalabros de
paredes o cercas, albañales y acequias, rotura de
cristales, etc
e) Obligación de restituir la cosa arrendada

Carácter temporal del goce del arrendatario

El goce del arrendatario es necesariamente temporal; por consiguiente, debe restituir la cosa
al arrendador al término del contrato.
Art. 1947. El arrendatario es obligado a restituir
la cosa al fin del arrendamiento.
Deberá restituirla en el estado en que le fue
entregada, tomándose en consideración el deterioro
ocasionado por el uso y goce legítimos.
Si no constare el estado en que le fue entregada,
se entenderá haberla recibido en regular estado de
servicio, a menos que pruebe lo contrario.
En cuanto a los daños y pérdidas sobrevenidas
durante su goce, deberá probar que no sobrevinieron por
su culpa, ni por culpa de sus huéspedes, dependientes o
subarrendatarios, y a falta de esta prueba será

Estado en que debe restituir la cosa

“En el estado en que le fue entregada” (ART. 1947 inc. 2º)  Uso de la cosa implica natural
desgaste. Disposición contempla esto.

Es probable que las partes hayan dejado constancia del estado en que se encontraba la cosa; en
tal caso, no surgirán dificultades acerca de cómo debe efectuarse la restitución. Si no establecen
el estado en que se entregó la cosa, la ley establece la presunción de que fue en estado
satisfactorio. Esta presunción es simplemente legal y cede ante la prueba contraria que el
arrendatario rinda.  Art. 1947 inc. 3º.

Los daños y pérdidas sobrevinientes durante el goce de la cosa, se presumen culpables. Toca al
arrendatario acreditar que no han sobrevenido por su culpa o de sus huéspedes, dependientes
o subarrendatarios (Art. 1947 inc. 4º)

Forma de restitución

La entrega debe efectuarse poniendo la cosa materialmente a disposición del arrendador. 


1948.
Art. 1948. La restitución de la cosa raíz se
verificará desocupándola enteramente, poniéndola a
disposición del arrendador y entregándole las llaves.

Incumplimiento de la obligación de restituir.

Terminado el arriendo, el arrendatario debe restituir la cosa; se hace exigible su obligación.


PARA QUE EL ARRENDATARIO QUEDE CONSTITUIDO EN MORA DE RESTITUIR ES MENESTER QUE
SEA REQUERIDO O RECONVENIDO POR EL ARRENDADOR. No basta con que el plazo estipulado
expire; trátase de un caso de excepción en que la ley exige que se requiera al deudor para
constituirle en mora.
Art. 1949. Para que el arrendatario sea constituido
en mora de restituir la cosa arrendada, será necesario
requerimiento del arrendador, aun cuando haya precedido
desahucio; y si requerido no la restituyere, será
condenado al pleno resarcimiento de todos los perjuicios
de la mora, y a lo demás que contra él competa como
injusto detentador. (Cuando se constituye en mora)

Derecho legal de retención del arrendador

El arrendador, al igual que el arrendatario, goza del derecho legal de retención. ¿Por qué? Se le
concede este derecho para seguridad del pago dl precio o renta y de las indemnizaciones que,
por diversos conceptos, el arrendatario le adeude. ¿Cuándo lo puede hacer valer?

A consecuencia de:

1. De usar el arrendatario de la cosa contrariamente a los términos o al espíritu del


contrato.
2. De los deterioros que cause por no cuidar la cosa como un buen padre de familia.
3. Del hecho de incurrir el arrendatario en mora en la restitución de la cosa
4. De la terminación del contrato por culpa del arrendatario.
5. Por concepto de precio o renta.

¿Sobre que recae el derecho legal de retención?  Art. 1942


Art. 1942. El arrendatario es obligado al pago del
precio o renta.
Podrá el arrendador, para seguridad de este pago, y
de las indemnizaciones a que tenga derecho, retener
todos los frutos existentes de la cosa arrendada, y
todos los objetos con que el arrendatario la haya
amoblado, guarnecido o provisto, y que le pertenecieren;
y se entenderá que le pertenecen, a menos de prueba
contraria.

Expiración del contrato de arrendamiento

Causales de extinción del arriendo

El contrato de arrendamiento de cosas termina del mismo modo que los otros contratos. Art.
1950 señala diversas causales de terminación propias o peculiares de este contrato.
Art. 1950. El arrendamiento de cosas expira de los
mismos modos que los otros contratos, y especialmente:
1º. Por la destrucción total de la cosa arrendada;
2º. Por la expiración del tiempo estipulado para la
duración del arriendo;
3º. Por la extinción del derecho del arrendador,
según las reglas que más adelante se expresarán;
4º. Por sentencia del juez en los casos que la ley
ha previsto.

A estas causales han de añadirse otras, como el desahucio, la circunstancia de necesitar el


arrendador de la cosa para efectuar reparaciones en ella, etc.
a. Destrucción de la cosa

Pérdida total de la cosa arrendada

La pérdida de la cosa debe ser total. Destruida íntegramente la cosa no podrá en lo sucesivo el
arrendador procurar al arrendatario el goce de la misma; el arrendatario, a su vez, quedará
liberado de la obligación de pagar el precio; su obligación carece de causa.

Solamente la destrucción total y culpable de la cosa hará responsable al arrendatario de los


consiguientes perjuicios.
Art. 1945. Cuando por culpa del arrendatario se
pone término al arrendamiento, será el arrendatario
obligado a la indemnización de perjuicios, y
especialmente al pago de la renta por el tiempo que
falte hasta el día en que desahuciando hubiera podido
hacer cesar el arriendo, o en que el arriendo hubiera
terminado sin desahucio.
Podrá con todo eximirse de este pago proponiendo
bajo su responsabilidad persona idónea que le substituya
por el tiempo que falte, y prestando al efecto fianza u
otra seguridad competente.

Este artículo establece que la terminación del arrendamiento por culpa del arrendatario le obliga
a esta indemnización y, especialmente, al pago de la renta por el tiempo que falte hasta la
expiración del plazo estipulado o hasta que, mediante el desahucio, hubiera podido cesar el
contrato.

¿Qué pasa si la destrucción es solamente parcial?  Juez debe decidir si tendrá lugar la
terminación del arriendo o se concede al arrendatario una rebaja del precio o renta (1932 inc.
2º).
Art. 1932. El arrendatario tiene derecho a la
terminación del arrendamiento y aun a la rescisión del
contrato, según los casos, si el mal estado o calidad de
la cosa le impide hacer de ella el uso para que ha sido
arrendada, sea que el arrendador conociese o no el mal
estado o calidad de la cosa al tiempo del contrato; y
aun en el caso de haber empezado a existir el vicio de
la cosa después del contrato, pero sin culpa del
arrendatario.
Si el impedimento para el goce de la cosa es
parcial o si la cosa se destruye en parte, el juez
decidirá, según las circunstancias, si debe tener lugar
la terminación del arrendamiento, o concederse una
rebaja del precio o renta.

b. Expiración del tiempo estipulado

Contrato de arrendamiento es, por su esencia, temporal. Su duración puede ser determinada o
indeterminada.

Se entiende que el tiempo de duración es determinado cuando: a) Las partes lo han convenido
así expresamente; b) Cuando el tiempo es determinado por la naturaleza del servicio a que la
cosa se destina; c) cuando el tiempo es determinado por la costumbre del país.  En estos
casos, la expiración del término pone fin automáticamente o ipso jure al contrato, sin que sea
menester un aviso previo o una expresa declaración de voluntad de las partes.
Art. 1954. Si en el contrato se ha fijado tiempo
para la duración del arriendo, o si la duración es
determinada por el servicio especial a que se destinó la
cosa arrendada, o por la costumbre, no será necesario
desahucio.

Contrato por tiempo indeterminado

Contrato durará indefinidamente mientras las partes no expresan su voluntad de ponerle fin
(esto cuando el tiempo del contrato no ha sido expresado ni tampoco la naturaleza del contrato
obliga a ponerle fin, o la costumbre).

Arrendador y arrendatario deben darse mutuo aviso de su intención de no perseverar en el


contrato. Este aviso previo se denomina DESAHUCIO.
Art. 1951. Si no se ha fijado tiempo para la
duración del arriendo, o si el tiempo no es determinado
por el servicio especial a que se destina la cosa
arrendada o por la costumbre, ninguna de las dos partes
podrá hacerlo cesar sino desahuciando a la otra, esto
es, noticiándoselo anticipadamente.
La anticipación se ajustará al período o medida de
tiempo que regula los pagos. Si se arrienda a tanto por
día, semana, mes, el desahucio será respectivamente de
un día, de una semana, de un mes.
El desahucio empezará a correr al mismo tiempo que
el próximo período.
Lo dispuesto en este artículo no se extiende al
arrendamiento de inmuebles, de que se trata en los
párrafos 5 y 6 de este título.

Art. 1953. Si se ha fijado tiempo forzoso para una


de las partes y voluntario para la otra, se observará lo
estipulado, y la parte que puede hacer cesar el arriendo
a su voluntad, estará sin embargo sujeta a dar la
noticia anticipada que se ha dicho.

El desahucio. Sus formas

Es un aviso anticipado que una de las partes da a la otra de su voluntad de poner fin al contrato.
Debe darse con cierta anticipación.

Este aviso tiende a precaver los perjuicios que a las partes ocasionaría el término inopinado
del arrendamiento.  Es el desahucio un ACTO UNILATERAL; la aceptación de la parte a quien
se dirige carece de importancia.

Puede el desahucio ser JUDICIAL o EXTRAJUDICIAL (Art. 588 CPC)

El desahucio EXTRAJUDICIAL puede ser VERBAL O ESCRITO.

El desahucio extrajudicial tiene serios inconvenientes.  Dado verbalmente, no podrá probarse


por testigos cuando la cuantía del contrato sea superior a 2 UTM; otorgado por escrito, el
documento queda en poder del desahuciado y la parte que dio el desahucio no puede contar
con dicho documento para acreditar que formuló oportunamente el aviso.

El desahucio judicial, como su nombre lo indica, es el que se da por medio de una notificación
judicial.  Art. 588 CPC dispone que el desahucio judicial se efectuará notificando al arrendador
o arrendatario el decreto con que el juez manda poner en conocimiento de uno u otro la noticia
anticipada a que se refiere el art. 1951 CC. // 589 y 590
Irrevocabilidad del Desahucio
Art. 1952. El que ha dado noticia para la cesación
del arriendo, no podrá después revocarla, sin el
consentimiento de la otra parte.

El desahucio es irrevocable; no obstante se trata de un acto unilateral de voluntad del


arrendador o del arrendatario, no es posible que uno u otro se retracten unilateralmente.

Esta regla se encuentra sobradamente justificada.  Se supone con fundamento que el


desahuciado ha debido adoptar medidas en previsión de la terminación del arrendamiento, tales
como buscar otro arrendatario el arrendador u otra cosa susceptible de ser arrendada el
arrendatario.

Anticipación con que debe darse el desahucio.

Ha cuidado el legislador de reglamentar minuciosamente la anticipación con que debe darse


el desahucio
Art. 1951. Si no se ha fijado tiempo para la
duración del arriendo, o si el tiempo no es determinado
por el servicio especial a que se destina la cosa
arrendada o por la costumbre, ninguna de las dos partes
podrá hacerlo cesar sino desahuciando a la otra, esto
es, noticiándoselo anticipadamente.
La anticipación se ajustará al período o medida de
tiempo que regula los pagos. Si se arrienda a tanto por
día, semana, mes, el desahucio será respectivamente de
un día, de una semana, de un mes.
El desahucio empezará a correr al mismo tiempo que
el próximo período.
Lo dispuesto en este artículo no se extiende al
arrendamiento de inmuebles, de que se trata en los
párrafos 5 y 6 de este título.

Momento en que se extingue el contrato

Cuando el contrato se ha celebrado por un tiempo determinado, obviamente se extingue


cuando expira dicho término. Si es procedente el desahucio, el contrato termina en el momento
en que expira el plazo del mismo.

Lógica consecuencia: Hasta esa época, subsiste el derecho del arrendador de percibir el precio
o renta. Si el arrendatario restituye anticipadamente la cosa deberá, no obstante, pagar la renta
hasta el fin del contrato.
Art. 1955. Cuando el arrendamiento debe cesar en
virtud del desahucio de cualquiera de las partes, o por
haberse fijado su duración en el contrato, el
arrendatario será obligado a pagar la renta de todos los
días que falten para que cese, aunque voluntariamente
restituya la cosa antes del último día.
Tácita reconducción

Supóngase que terminado el contrato de arrendamiento, el arrendatario continúa detentando


la cosa, sin protesta del arrendador. De esta situación de hecho no se sigue como consecuencia
que las partes hayan entendido prorrogar el contrato.

El CC no admite, sino en términos muy restringidos, la tácita reconducción, esto es, la


renovación del contrato por el hecho de que el arrendatario retenga la cosa con la aparente
anuencia del arrendador.
Art. 1956. Terminado el arrendamiento por
desahucio, o de cualquier otro modo, no se entenderá en
caso alguno que la aparente aquiescencia del arrendador
a la retención de la cosa por el arrendatario, es una
renovación del contrato.
Si llegado el día de la restitución no se renueva
expresamente el contrato, tendrá derecho el arrendador
para exigirla cuando quiera.
Con todo, si la cosa fuere raíz y el arrendatario
con el beneplácito del arrendador hubiere pagado la
renta de cualquier espacio de tiempo subsiguiente a la
terminación, o si ambas partes hubieren manifestado por
cualquier otro hecho igualmente inequívoco su intención
de perseverar en el arriendo, se entenderá renovado el
contrato bajo las mismas condiciones que antes, pero no
por más tiempo que el de tres meses en los predios
urbanos y el necesario para utilizar las labores
principiadas y coger los frutos pendientes en los
predios rústicos, sin perjuicio de que a la expiración
de este tiempo vuelva a renovarse el arriendo de la
misma manera.

Para que se entienda renovado el arriendo es preciso que las partes así lo convengan
expresamente. Y, como una lógica consecuencia de que el contrato no se entiende renovado, el
arrendador puede reclamar en cualquier tiempo la restitución de la cosa.

Art. 1956 “Si llegado el día…”

Casos en que tiene lugar la tácita reconducción

Por excepción acepta el Código la reconducción tácita: “Con todo, si la cosa fuere raíz (…) (1956
inc. 3º).

Para que tenga lugar esta excepción:

1. Que la cosa arrendada sea inmueble.


2. Que el arrendatario conserve la tenencia de la cosa.
3. Que el arrendatario haya pagado, con el beneplácito del arrendador, la renta
correspondiente a un período posterior a la extinción del contrato, o las partes hayan
ejecutado otros hechos demostrativos de su inequívoca intención de perseverar en el
arriendo.

La reconducción importa la celebración de un nuevo contrato de arrendamiento, en las mismas


condiciones que el anterior; se mantendrá idéntico el precio y las demás modalidades del
contrato, pero variará su duración.
Cualquiera haya sido la duración del arriendo que terminó, el nuevo arrendamiento durará hasta
tres meses si el bien arrendado es urbano, y hasta que puedan recogerse los frutas pendientes
y aprovecharse las labores realizadas, si se trata de un predio rústico.

Suerte de las cauciones en caso de tácita reconducción

Como el contrato que liga a las partes es un nuevo contrato, se extinguen las cauciones
constituidas por terceros para la seguridad de las obligaciones derivadas del primero.

En otros términos: La renovación no afecta a los terceros; estos no quedarán obligados sino a
condición de que accedan al nuevo contrato.

Art. 1957
Art. 1957. Renovado el arriendo, las fianzas como
las prendas o hipotecas constituidas por terceros, no se
extenderán a las obligaciones resultantes de su
renovación.

c. Extinción del derecho de arrendador

Principio general y causas de extinción del derecho del arrendador.

La extinción del derecho del arrendador pone fin al contrato por aplicación del principio
fundamental que enuncia el aforismo “Resoluto jure dantis resolvitur jus accipientis”.

Arrendador: Se obliga a procurar al arrendatario el goce de la cosa, y esta obligación, de carácter


sucesivo, se prolonga durante la vigencia del contrato. La pérdida de los derechos que el
arrendador tenía en la cosa le coloca en la imposibilidad de satisfacer sus obligaciones y, por
ende, determina la extinción del contrato.

Diversas son las causas que extinguen el derecho del arrendador. La extinción puede producirse:
Por hecho o culpa del arrendador || Por causas independientes de su voluntad.

Para efectos de indemnizaciones  Tiene considerable interés discriminar si la extinción de su


derecho le es o no imputable.

Efectos de la extinción involuntaria


Art. 1958. Extinguiéndose el derecho del arrendador
sobre la cosa arrendada, por una causa independiente de
su voluntad, expirará el arrendamiento aun antes de
cumplirse el tiempo que para su duración se hubiere
estipulado.
Si, por ejemplo, el arrendador era usufructuario o
propietario fiduciario de la cosa, expira el
arrendamiento por la llegada del día en que debe cesar
el usufructo o pasar la propiedad al fideicomisario; sin
embargo de lo que se haya estipulado entre el arrendador
y el arrendatario sobre la duración del arriendo, y sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo 794, inciso
2.º.

La extinción del derecho del arrendador supone que otra persona adquiere este derecho; la
expiración del contrato significa, en otros términos, QUE LOS TERCEROS QUE ADQUIEREN LOS
DERECHOS QUE EL ARRENDADOR PERDIÓ NO ESTÁN OBLIGADOS A RESPETAR EL
ARRENDAMIENTO. PARA ELLOS EL CONTRATO ES RES INTER ALIOS.
Se justifica de esta manera, plenamente, que el contrato expire aunque exista un plazo
señalado para su duración.

La disposición citada supone dos ejemplos: Si el arrendador era usufructuario o propietario


fiduciario de la cosa, “expira el arrendamiento por la llegada del día en que debe cesar el
usufructo o pasar la propiedad al fideicomisario”, pese a las estipulaciones que mediante entre
arrendador y arrendatario sobre la duración del arriendo (Art. 1958 inc. 2º).

Responsabilidad del arrendador

Precisar responsabilidad del arrendador en caso de expirar el contrato por causas ajenas a su
voluntad, responsabilidad que se traduce en el pago de perjuicios, es menester distinguir si
estaba de buena o mala fe.

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