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DEPRESIVO
David Puchol Esparza
Licenciado en Psicología
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Los estados de ánimo y las emocionde ánimo y las emociones están en constante
evolución y cambio.Para la mayoría de las personas estos cambios y oscilaciones
emocionales se enmarcan dentro de unos límites predecibles y ante situaciones más o
menos conocidas,lo que les permite ejercer cierto grado de control sobre las mismas.Sin
embargo otras personas se muestran aparentemente ‘incapaces’ de ejercer cierto control
y gobierno sobre sus propias emociones.Bien por su duración,por su intensidad,por su
frecuencia o por su aparente ‘autonomía’,estos sentimientos ‘escapan’ a su
control,interfiriendo de forma significativa en todos los ámbitos de su vida,alcanzando
la categoría de patológicos,con consecuencias potencialmente letales para el sujeto.
...El primer episodio puede presentarse a cualquier edad, desde la infancia hasta la
senectud. La frecuencia de los episodios y la forma de las recaídas y remisiones pueden
ser muy variables, aunque las remisiones tienden a ser más cortas y las depresiones
más frecuentes y prolongadas al sobrepasar la edad media de la vida.”
Una de las mejores descripciones de lo que debe suponer vivir sufriendo un trastorno
maniaco-depresivo,o trastorno bipolar en la terminología psiquiátrica actual,es la
ofrecida por el Dr. Kay Redfield Jamison (1993) en su obra ‘Touched With Fire: Manic-
Depressive Illness and the Artistic Temperament’.El propio Dr. Redfnt’.El propio Dr.
Redfield Jamison sufre este trastorno,por lo que conoce,de primera mano,de lo que está
hablando:
Hay mucha menos investigación sobre los trastornos maníaco-depresivos que sobre los
trastornos depresivos.Además,al ser un cuadro de aparición relativamente infrecuente,
los estudios efectuados en la población general ofrecen datos estadísticamente menos
fiables y significativos que los realizados sobre otros trastornos.Sin embargo si es
posible ofrecer algunos datos que permitan una primera aproximación a esta
enfermedad.
A pesar de lo que com& pesar de lo que comúnmente se cree,tanto los niños como los
adolescentes son susceptibles de desarrollar este trastorno,teniendo una probabilidad
significativamente mayor aquellos cuyos padres ya presentan esta enfermedad.A
diferencia de lo que sucede en el caso de los adultos,donde la distinción entre episodios
está mejor definida,los niños y los adolescentes tienden a presentar
oscilaciones,especialmente rápidas e intensas,entre los estados de ánimo maníacos y
depresivos dentro del mismo día con mayor frecuencia que en el caso de los pacientes
de mayor edad.Los niños bipolares presentan una mayor tendencia a mostrar
comportamientos agresivos y/o destructivos.Los episodios mixtos son especialmente
frecuentes entre los adolescentes que presentan el trastorno maníaco-depresivo (Geller
& Luby,1997).
“Hipomanía es un grado menor de manía en el que las alteraciones del humor y del
comportamiento son demasiado persistentes y marcadas como para ser incluidas en el
apartado de ciclotimia pero a su vez no se acompañan de alucinaciones o ideas
delirantes.Hay una exaltación leve y persistente del ánimo (durante al menos
vaute;nimo (durante al menos varios días seguidos), un aumento de la vitalidad y de la
actividad y por lo general, sentimientos marcados de bienestar y de elevado
rendimiento físico y mental.
En los episodios depresivos típicos,por lo general, el enfermo que las padece sufre un
estado de ánimo entristecido y desesperanzado,una sensación de inadecuación y
aislamiento profundo junto a una pérdida de la capacidad de interesarse y disfrutar de
las cosas, una disminución de su vitalidad y de la energía que provoca una reducción de
su nivel de actividad y a un cansancio exagerado, que aparece incluso tras un esfuerzo
mínimo.
“A. Se cumplen los criterios tanto para un episodio maníaco como para un episodio
depresivo mayor -excepto en la duración- casi cada día durante al menos un período de
una semana.
C. Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia -p.
ej., una droga, un medicamento u otro tratamiento- ni a enfermedad médica -p. ej.,
hipertiroidismo-.”
Es importante destacar que mas del 50% de los pacientes con trastorno bipolar abusan
del alcohol u otro tipo de sustancias durante su enfermedad.Existe una evidencia bien
conocida de la relación entre el consumo,por ejemplo,de cocaína y la presencia de un
trastorno bipolar subyacente.El alcohol y el abuso de sustancias son a menudo
circunstancias enmascaradoras de esta realidad y que añaden,si cabe,mayor complejidad
al problema (Akiskal,1996).
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS