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EL KARMA EN LOS ÁNGELES

El plano físico es como un inmenso pozo gravitatorio. Las entidades espirituales que
encarnan están sujetas a los vaivenes de dicho plano: el ego actúa en forma
nefasta, haciendo que el ser encarnado protagonice distintos roles de dramatización. El
apego desmesurado puede llegar a transformar a la persona en un ser egocéntrico. Su
cuerpo de deseos se verá expuesto a diversas tentaciones egoicas y tanto los espíritus del
error, los demonios, como las energías lúdicas, aprovechan esa
brecha para manipular al ser humano y así sumirlo en conductas negativas, entorpecien
do su Evolución.
Los ángeles no están exentos de caer en las mismas circunstancias, pues al
encarnar en la Misión que fuese, su memoria es automáticamente borrada por el velo
akáshico.
Al igual que los espíritus, los ángeles encarnan con solo
un 10% y su 90% restante permanece en el plano 6º.
Entonces... ¿Cómo revierten su asignatura pendiente aquellos ángeles que cometieron
errores? Dentro del plano 6º hay un sub-plano llamado Limbo, donde van esos ángeles que
sufren un efecto kármico debido a una conducta errónea. Además, si las entidades
angélicas que han encarnado en el plano 1º cometieron actos de crueldad, ya sea por
impulsos emocionales o por ansias de poder, también pueden (de alguna manera) descender
de nivel de vibración. ¿Cómo? Así como la parte que encarna en el plano físico es un 10% del
total de la entidad, si arrastra karmas graves ese 10% puede bajar a los niveles 3, 2, -1 y -
2, y ya allí vivenciar el apego, la ignorancia o el dolor de los seres que habitan esos
planos. O sea, no desciende el total de la entidad (como pasa con los espíritus), sino el 10%
que cometió los actos hostiles que generaron esos karmas. Una vez aprendida la lección
kármica puede retornar a su plano o pedirle a los Lípikas volver a encarnar en el plano físico
para terminar la Misión que había dejado inconclusa en su vida terrenal anterior.
Recuerden que en el plano 1º no hay garantías de nada. Aquellos que encarnan (ángeles o
espíritus) pueden volver a equivocarse.
LA SANACIÓN ENERGÉTICA
Según la teoría del biofísico francés Régis
Duthail, la materia que nos rodea no es más que la
imagen relieve de una realidad fundamental
hecha únicamente de ondas de frecuencias. Esto significa que la materia está formada por
las mismas ondas del mundo espiritual, pero con una vibración más densa.

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En los años treinta, un anatomista de Yale,
Harold Saxon Burr, descubrió que un campo electromagnético envolvía el cuerpo de todo
ser vivo. Confirmó que todos los seres encarnados tenemos un campo energético de
protección que filtra las vibraciones negativas. Es conocido con el nombre de aura.
Con la esperanza de poder visualizar ese cuerpo eléctrico, había conectado un voltímetro en
el cuerpo de dos mil mujeres a quienes se les practicaba un Papanicolao. Y algunos de
esos cuerpos eléctricos, observó, presentaban a la altura de la pelvis un
accidente característico. Eso era sorprendente, porque dichas mujeres gozaban todas de
buena salud. Pero seis meses después, volvieron con un cáncer...
Duthail propone la siguiente explicación: este campo de Burr revela la calidad del tránsito,
vía cerebro, de las informaciones del espíritu hacia el cuerpo.
Supongamos que la conciencia de un individuo se encuentra un día "oscurecida" por un
stress, una angustia o un dolor moral. ¿Qué va a
suceder? Su córtex va a dejar pasar menos información del campo de la
conciencia y por ello la calidad de proyección holográfica va a bajar, deformando el cuerpo
eléctrico. Dañado, ese último ha de mandar, mediante fotones, una
señal degradada o corrompida a las células, que van a comenzar entonces a degenerarse. Y
luego aparecerá la lesión clínico-anatómica. Ese bajón energético será lo que desequilibre la
parte física.
Actualmente hay una nueva medicina que se ocupa del aura, una medicina
supraenergética. Porque la medicina actual cura solamente el órgano, que no es más que
la fase final de la enfermedad. Apenas se comienza a reconocer
la importancia del cuerpo electromagnético, cosa que los chinos llegaron a comprender
hace muchísimo tiempo. Pronto podría pensarse en restablecer un campo electromagnético
en su forma normal, aplicando en el organismo, por ejemplo, una frecuencia acústica que
influiría en el equilibrio físico-químico de las células.
Esa medicina no lucha contra las bacterias, sino contra un desequilibrio más
fundamental... el desequilibrio del aura. Debemos saber que las bacterias sólo proliferan
peligrosamente en presencia de un desequilibrio somático. En caso
contrario, permanecen tranquilas. Entonces,¿qué es lo que provoca tal desequilibrio?
Yo pienso que el miedo, el estrés y también el sentimiento de culpa son responsables de
muchas enfermedades, porque perturban la conciencia, alteran el holograma y
desinforman las células. El cuerpo se transforma en una esponja y absorbe influjos
nefastos en grandes cantidades. A partir de ahí vienen los trastornos psicosomáticos.
¿Qué rol tienen los ángeles en este tipo de
trastornos? Tengamos en cuenta que losángeles son Entidades de Luz que vibran en una
sintonía muy elevada. Esa vibración es curativa, aún en una proporción mayor que los

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conocidos ultrasonidos.
En distintos talleres angélicos he constatado que venía gente con problemas
psicosomáticos, lo que les causaba alteraciones en el funcionamiento
corporal. Y luego de “visualizar” a su ángel, las personas se sentían mejor. La energía
angélica había obrado en la parte física, sanando a la persona con trastornos. En otros
casos, la persona manifestaba directamente el problema que tenía y se le pedía al ángel
que envíe su energía sanadora a la parte donde se hallaba el desequilibrio. El resultado era
sorprendente: la persona se aliviaba considerablemente.
Debo hacer hincapié en que la energía sanadora no reemplaza a ningún tratamiento médico,
solo es una terapia alternativa y complementaria de la medicina tradicional.
Les adjunto un ejercicio mental para poder contactarnos con los ángeles:
Es importante, aunque no imprescindible, estar con ropa cómoda. El lugar puede estar en
silencio o con una música suave. Pueden estar
sentados sobre almohadones o en una superficie que no sea rígida. No es obligación
sentarse en postura yogui. Lo que se busca es que estén lo más cómodos posible.
Una vez acomodados, cierran los ojos. La persona instructora les guiará con su voz,
suave pero firme. Intentarán trabajar con el sentido del tacto, pero sin tocar ninguna parte
de su cuerpo. “Sentirán” mentalmente toda su piel. La recorrerán mentalmente hasta sentir
un cosquilleo. Eso indicará que estarán percibiendo su propia aura. Podrán percibir el calor
de sus manos, la pesadez de sus brazos, el cuello, los hombros... la respiración
acompasada. Sentirán sus piernas, sus pies... todo
su cuerpo. Una sensación de armonía les invadirá. Luego visualizarán su chakra
coronario, el centro energético que se encuentra en el centro de su cabeza. "Tocarán"
mentalmente ese centro y notarán una presión en el
mismo, como si “algo” lo tocara. En ese momento la persona instructora les pedirá
visualizar un rayo blanco azulado, la LUZ del Creador. Ese rayo penetrará por el centro de
su cabeza e inundará con su Luz vuestro cuerpo. Esa Luz bañará vuestro rostro, el
cuello, los hombros, el tórax, la cavidad abdominal, los brazos, las manos, las piernas y los
pies. Notarán una energía muy armonizadora. Un segundo rayo, ahora de color
dorado, llegará a vosotros. Es la energía Crística. Entrará por el chakra coronario y
hará el mismo recorrido que el anterior.
Notarán un cosquilleo vivificante. Luego, un tercer rayo, que será de color violeta, hará el
mismo recorrido que los dos rayos que lo precedieron. La energía transmutadora del
mismo cubrirá todos los influjos nefastos que pudiesen haber absorbido y la transformará
en Luz supraenergética.
Ya los tres rayos en combinación habrán
llevado vuestro ser a un estado de semiconciencia llamado alfa, donde estarán

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aletargados, pero sin perder el control de vosotros mismos.
La voz de la persona instructora los seguirá guiando. Su mente se transportará hacia una
vibración muy sutil, llevándolos fuera del plano físico. Allí, intentarán captar a vuestro
ángel. Cada uno lo visualizará de acuerdo a sus necesidades. Podrán ver la figura que
vuestro subconsciente capte: La mayoría siempre visualiza figuras antropomorfas, ya sea
un querubín o un esbelto mozalbete con largas alas. En realidad, los ángeles se
pueden percibir como trazos de Luz, en su forma real. Otros los ven como mandalas o
figuras geométricas, como símbolos, como jeroglíficos, etc.
La mente humana es un gran decodificador del concepto espiritual: “traduce” las ideas
en palabras e imágenes, aunque el ego, inherente al ser humano, “deforma” tanto
esa traducción, que nuestras emociones participan de los que captamos y entonces
adecuamos a nuestra necesidad lo que visualizamos. Por eso no todos vemos lo
mismo.
El contacto angélico es importante pues, una vez que visualizamos mentalmente a nuestro
ángel guía, le podemos pedir orientación (si tenemos problemas a resolver) y Sanación (si
nuestro organismo tiene altibajos físicos). Es entonces cuando el ángel nos manda su
Luz sanadora y la focaliza en el punto donde no circula la energía. El cuerpo
electromagnético o campo áurico se restablecerá y nuestras células normalizarán su
recepción de energía espiritual. De esa manera, el cuerpo tenderá a sanarse. La voz de
la persona instructora nos devolverá lenta y sutilmente al plano físico. Nuestra
vibración será más lenta... volveremos a sentir nuestro cuerpo, nuestra respiración...
hasta el cosquilleo de nuestra circulación sanguínea. Lentamente iremos abriendo los
ojos. Quizás haya bajado un poco nuestra temperatura corporal y tengamos algo de
frío. Eso se soluciona con una infusión caliente de té o de alguna otra hierba.
Aprendan a “estudiarse” ustedes mismos. Traten de sentir todos sus órganos. Notarán
que después de la experiencia que tuvieron se sentirán mejor, no solo física, sino
anímicamente.
Antes de retirarse den gracias a vuestro ángel y sepan que él los ama
incondicionalmente, porque el Servicio es Amor y así como la función del Sol es dar luz y
calor a nuestro pequeño mundo, la función de los ángeles es Sanar a través del Amor.
Gracias a todos ustedes por estar.
Les agrego una técnica explicando como un Sanador, por intermedio de su ángel, puede
llegar a estabilizar el desequilibrio áurico que produce trastornos físicos en la persona.
Sabemos que todos los seres humanos somos Canales Divinos o, como se dice
comúnmente, antenitas que captan energía de Dios. Todos tenemos el
Don de corregir las deficiencias energéticas de otro ser humano, pero muchas veces
nuestro propio ego nos acompleja y nos hacer creer que no podemos hacerlo. Por

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suerte, hay seres especiales que tienen el Don natural de sanar.
Las técnicas son variadas: Se puede sanar con colores, con gemas, con reiki o directamente
canalizando la Energía Crística como hago yo.
Recomiendo a aquellas personas que tienen la Gracia Divina de sanar, que pueden reforzar su
técnica mediante la ayuda angélica.
A diferencia de las personas que concurren a los talleres angélicos, los que desarrollaron el
Don de sanación no precisan comunicarse con su ángel, sino que forman una especie de
simbiosis con él, o sea, "comparten" la energía sanadora.
La técnica a realizar es la siguiente: La persona que realiza la Sanación tiene también el Don
de"captar" a la entidad angélica a traves de todo su cuerpo. Recordemos que el ángel
contactado se manifiesta como una elevada vibración. Esa sintonía fina se puede percibir en
toda la piel como un cosquilleo, de la misma manera que percibimos nuestra circulación
sanguínea.
"Sentimos" el ángel en nosotros, nos invade una sensación de armonía. Si estamos
conectados en empatía total entramos en éxtasis, un estado
donde nos sentimos transportados fuera del mundo sensible.
A medida que vamos practicando la técnica, la"conexión" se realiza más rápidamente y llega
un momento en que lo podemos hacer casi en forma automática. Aclaro que eso no significa
perder el estado de éxtasis.
Entonces, cuando percibimos a una persona con deficiencias en su campo áurico, pedimos
ayuda a nuestro ángel guía. Se juntarán ambas energías, la angélica y la que canalizará
nuestro Yo Superior. Ambas vibraciones estarán mancomunadas y proyectarán su LUZ al
campo electromagnético de la persona en cuestión, sanando su aura. De ese modo, los
trastornos psicosomáticos irán desapareciendo.
La fe es muy importante, pero la energía Divina actúa en forma independiente. Hace años
atrás pude canalizar esa energía para sanar a una beba de 8
meses. A esa edad no se puede hablar de fe, de efecto placebo ni de sugestión.
La sanación fue totalmente real... pero reitero que la energía sanadora no reemplaza a
ningún tratamiento médico, solo es una terapia alternativa y complementaria de la
medicina tradicional.
¿Cómo puede hacer un sanador para protegerse
diariamente y antes de hacer imposición de manos El secreto (que no es tal) es
“envolverse en Amor”.
Toda persona posee un Yo Interno contactado con su Yo Superior. Éste, a su vez, está
conectado con la Divinidad. Si buscamos con afán dentro
nuestro, detectaremos esa Divinidad y ella nos colmará de Amor.
Esa será la protección adecuada contra todo tipo de influencias negativas.

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La persona que realice imposición de manos, al estar “empapada” de ese Amor Divino,
cumplirá con creces su Misión Sanadora.
Para evitar que el ego influya en el Terapeuta, dejo en claro que la persona NO ES la que
sana, sino que en ese momento la misma se transforma en un canal Divino. El Amor del
Creador es el que Sana y agrego que para canalizar dicho
Amor, la persona sanadora tiene que estar en total sintonía con Dios... y eso solo se logra.

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