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Morbilidad en el prematuro:
enfermedades respiratorias, apneas,
trastornos hemodinámicos, oxigenación
tisular, persistencia del conducto arterioso
L. Fayol, F. Arnaud, I. Mercanti
La inmadurez de los pulmones, principalmente por déficit de surfactante, y del centro respiratorio es
la causa del síndrome de dificultad respiratoria, de la displasia broncopulmonar y de las apneas del
prematuro. La administración prenatal de corticoides, la instilación precoz de surfactante exógeno y
las nuevas técnicas no invasivas de ventilación han revolucionado el porvenir de estos recién nacidos.
No obstante, la supervivencia de recién nacidos cada vez más prematuros se acompaña, en algunos
casos, de enfermedad respiratoria crónica, cuyo tratamiento curativo resulta limitado. La persistencia del
conducto arterioso se asocia a la mayoría de complicaciones de la gran prematuridad. Sin embargo, no
está claramente establecido que su cierre sistemático (mediante tratamiento médico o quirúrgico) en los
primeros días de vida mejore el porvenir de estos niños.
© 2012 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.
EMC - Pediatría 1
Volume E – 4-002-N-30 2012
doi:10.1016/S1245-1789(12)61047-6
E – 4-002-N-30 Morbilidad en el prematuro: enfermedades respiratorias, apneas, trastornos hemodinámicos, oxigenación tisular, persistencia del conducto arterioso
Cuadro 1.
Estadios del desarrollo pulmonar.
Período Estadio Duración Número de generaciones Características
de conexiones
Embrionario Embrionario De 26 días a 7 semanas 5 Formación de las vías respiratorias principales (tráquea, bronquios)
Fetal Seudoganglionar → 16 semanas 14 Formación del árbol bronquial (hasta el bronquiolo terminal)
Nacimiento de las células que originan los acinos
Canalicular → 26 semanas 20 Formación de las estructuras respiratorias periféricas: nacimiento de
la barrera alveolocapilar y aparición del surfactante
Sacular → 38 semanas 23 Disminución del grosor de los tabiques
Posnatal Alveolar → 2 años Alveolización por tabicación
Remodelación de los tabiques (fusión de los capilares) y
reestructuración del lecho vascular por intususcepción
Cuadro 2.
Puntuación de Silverman.
Variable 0 1 2
Balanceo toracoabdominal Ausente Tórax móvil Respiración paradójica
Tiraje Ausente Intercostal leve Intercostal + supraesternal
Retracción xifoidea Ausente Moderada Acentuada
Aleteo nasal Ausente Moderado Acentuado
Gemido espiratorio Ausente Audible con el estetoscopio Continuo
Descartar:
- hernia diafragmática
Pensar en una infección Trastorno respiratorio - atresia de coanas
- atresia esofágica
- malformaciones faciales
Figura 1. Árbol de decisiones. Orientación etiológica de un trastorno respiratorio. VRS: vías respiratorias superiores.
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Morbilidad en el prematuro: enfermedades respiratorias, apneas, trastornos hemodinámicos, oxigenación tisular, persistencia del conducto arterioso E – 4-002-N-30
Cuadro 3.
Tratamiento del síndrome de dificultad respiratoria del recién nacido en función del término al nacer.
Edad gestacional < 27 SA 27–31 SA ≥32 SA
Tratamiento profiláctico durante los primeros 15 Presión positiva continua precoz (4–6 cmH2 O) Presión positiva continua si trastorno respiratorio
minutos de vida (surfactante pulmonar porcino
␣ 200 mg/kg)
Extubación y relevo con presión positiva Tratamiento precoz si trastorno respiratorio y Tratamiento precoz si trastorno respiratorio y
continua lo más precoz posible FiO2 ≥ 0,3 ± signos radiológicos FiO2 ≥ 0,4 ± signos radiológicos
EMC - Pediatría 3
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Cuadro 5.
Definiciones de la displasia broncopulmonar (según Bancalari y Jobe, 2001).
Edad gestacional <32 SA ≥32 SA
Momento de la valoración 36 SA o retorno al domicilio >28 d o retorno al domicilio
Oxigenoterapia > 21% durante al menos 28 días
DBP menor Aire ambiental a las 36 SA o retorno al domicilio Aire ambiental a los 56 d o alta retorno al domicilio
DBP moderada FiO2 < 30% a las 36 SA o retorno al domicilio FiO2 < 30% a los 56 d o retorno al domicilio
DBP grave FiO2 ≥ 30% y/o presión positiva a las 36 SA o FiO2 ≥ 30% y/o presión positiva a los 56 d o
retorno al domicilio retorno al domicilio
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Morbilidad en el prematuro: enfermedades respiratorias, apneas, trastornos hemodinámicos, oxigenación tisular, persistencia del conducto arterioso E – 4-002-N-30
aspecto clínico han evolucionado mucho en las últimas décadas El tratamiento muy precoz con corticoides por vía sistémica
debido a la mejora en el tratamiento de estos recién nacidos [10] . (primera semana de vida) o moderadamente precoz (segunda y
El principal factor de riesgo de la DBP es la edad gestacional y el tercera semanas) disminuye la incidencia de DBP debido a su
peso al nacer. Su incidencia ha variado poco en los últimos 20 años acción antiinflamatoria. No obstante, actualmente se mantienen
debido a la intervención sobre niños cada vez más inmaduros, serias reservas sobre esta práctica debido al aumento de la morbili-
pero resulta infrecuente después de las 30 SA. La DBP menor afecta dad neurológica asociada (disminución del perímetro craneal, del
al 50% entre las 26–28 SA y al 80% por debajo de 26 SA. La DBP volumen cerebral, del rendimiento motor y del cociente de des-
moderada o grave afecta al 30% por debajo de 25 SA y al 20% arrollo) [13] . La hidrocortisona en dosis sustitutiva podría constituir
entre 26–28 SA. una alternativa, pero su eficacia e inocuidad no están claramente
establecidas. En cuanto a los corticoides inhalados, su uso profi-
láctico no ha mostrado efectos.
Fisiopatología La administración intramuscular precoz y repetida de vitamina
La DBP es la consecuencia de agresiones pulmonares múltiples A parece disminuir ligeramente la incidencia de DBP, pero no se
sobre un pulmón inmaduro que a veces se asocian a susceptibi- utiliza en la práctica corriente.
lidad genética. El oxígeno, a través de sus metabolitos activos, es Finalmente, la administración precoz de cafeína, que se utiliza
muy agresivo para el pulmón inmaduro. La exposición prolon- para tratar las apneas, disminuye a la mitad la incidencia de DBP
gada provoca una disminución de la alveolización e interfiere con y mejora los resultados neurológicos a largo plazo.
la síntesis de surfactante. Por su parte, la hiperinflación pulmo-
nar de la ventilación mecánica induce lesiones de estiramiento y Tratamiento curativo
participa en el proceso inflamatorio. La inflamación perinatal y Oxigenoterapia. A largo plazo, el oxígeno se administra
la inflamación posnatal pueden ser responsables de lesiones pul- mediante cánula nasal con flujo continuo para mantener una
monares por aflujo celular y aumento de la síntesis de mediadores SpO2 por encima del 92% y evitar así episodios de hipoxia. La
proinflamatorios [11] . medición continua de la oximetría pulsada durante varias horas
permite adaptar la oxigenoterapia, cuya duración varía desde
pocas semanas hasta varios meses. El crecimiento satisfactorio
Sintomatología y evolución constituye el mejor reflejo de un buen ajuste de la oxigenoterapia.
Presentación clínica: Excepcionalmente, puede ser necesario recurrir a una ventilación
• oxigenodependencia; prolongada durante varios meses.
• síntomas respiratorios (tos, sibilancias, limitación al esfuerzo); Tratamiento con corticoides por vía sistémica. Un trata-
• signos de lucha; miento curativo tardío (después de tres semanas) disminuye la
• estertores húmedos, sibilancias, crepitantes; incidencia de DBP grave sin disminuir la mortalidad y siempre con
• radiografía torácica muy patológica. aumento de la morbilidad neurológica. No obstante, una tanda
La evolución, muy variable de un niño a otro, está mar- corta de betametasona en dosis bajas (0,125 mg/kg/d durante tres
cada por un mayor riesgo de sobreinfecciones broncopulmonares, días) puede utilizarse en reanimación en los casos de enfermedad
atelectasias y edema pulmonar, responsables de numerosas hospi- pulmonar crónica grave en niños ventilados o particularmente
talizaciones durante los primeros 2 años de vida. Se puede observar inestables.
retraso del crecimiento posnatal, debido al aumento de las nece- Tratamiento con corticoides por vía inhalatoria. Los corti-
sidades energéticas por el trabajo respiratorio y a la insuficiencia coides inhalados parecen mejorar la distensibilidad pulmonar y
del aporte de proteínas y calorías por disminución de la ingesta. El facilitar la extubación, pero no modifican la evolución de la DBP.
principal riesgo radica en la hipoxemia crónica o en la repetición Su utilización podría reservarse a los cuadros de displasia grave
de accidentes hipóxicos agudos, involucrados en alteraciones del con signos obstructivos.
desarrollo neurológico, retraso del crecimiento, acentuación de la Broncodilatadores. Los beta-2-miméticos mejoran la disten-
HTAP y descompensación cardíaca derecha. sibilidad y disminuyen las resistencias sin efectos a largo plazo.
A más largo plazo, resulta frecuente la hiperreactividad bron- El bromuro de ipratropio parece ser útil como coadyuvante en la
quial. La hipoxia durante el esfuerzo y la disminución del fase aguda.
volumen pulmonar en los casos de DBP moderada o grave Diuréticos. Los diuréticos, sobre todo la furosemida, limitan
hace temer un posible deterioro respiratorio precoz en la edad la retención hidrosódica y el edema pulmonar sin disminuir la
adulta [12] . Por otro lado, la DBP grave y, en particular, la ven- incidencia de DBP. Los diuréticos del asa favorecen la nefrocalci-
tilación mecánica prolongada se asocian a un mayor riesgo de nosis, lo que lleva a proponer los ahorradores de potasio en caso
alteración del desarrollo. de utilización prolongada.
Los aportes calóricos adecuados (100–140 kcal/kg/d) resultan
esenciales en el tratamiento de la BPD, debido al aumento del
Tratamiento
gasto calórico en los pacientes con insuficiencia respiratoria.
Tratamiento preventivo Evitar cualquier sobreinfección pulmonar en estos niños frági-
El tratamiento prenatal con corticoides reduce la frecuencia y les pasa por su propia vacunación y por la de las personas de su
gravedad de la DBP. Limitar el volotraumatismo y el barotrauma- entorno. Es necesario hacer recomendaciones estrictas de higiene
tismo, así como el suministro de oxígeno, es el objetivo prioritario a la familia.
del tratamiento de los trastornos respiratorios relacionados con la
prematuridad. Se han probado diversas estrategias de «ventilación
suave» (gentle ventilation): oscilaciones de alta frecuencia con
volumen corriente inferior al espacio muerto, ventilación sin-
Trastornos hemodinámicos
cronizada, ventilación en volumen asegurado y ventilación no y oxigenación tisular
invasiva. Parece prometedora la aplicación precoz de PPC nasal
desde el nacimiento, asociada a la administración precoz de sur- La función del sistema cardiovascular consiste en asegurar el
factante, de forma profiláctica en los recién nacidos de alto riesgo transporte de oxígeno desde los capilares pulmonares a las células
de SDR o de forma curativa, seguida de extubación precoz y relevo periféricas y el del dióxido de carbono de las células periféricas a
con PPC nasal [4, 6] . los capilares pulmonares. Para ello, el flujo sanguíneo y la presión
La disminución de los umbrales de alarma de SpO2 reduce la de perfusión deben ser suficientes para asegurar el transporte de
duración de la oxigenación y la ventilación sin repercusiones oxígeno y la perfusión de los órganos, necesarios para garantizar
sobre el desarrollo neurológico. La mayoría de equipos utiliza el la cobertura de su consumo de oxígeno. El fallo del sistema cardio-
85 y el 92% como límites inferior y superior, respectivamente, de vascular provoca trastornos hemodinámicos que pueden poner en
SpO2 durante los primeros días de vida. juego el pronóstico vital a corto plazo y el desarrollo neurológico
La utilización precoz y prolongada de iNO en el SDR para pre- a más largo plazo. Por lo tanto, deben diagnosticarse pronto y hay
venir la DBP resulta aún controvertida. que instaurar un tratamiento de acuerdo con su etiología.
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E – 4-002-N-30 Morbilidad en el prematuro: enfermedades respiratorias, apneas, trastornos hemodinámicos, oxigenación tisular, persistencia del conducto arterioso
90
80 Percentil 95
Presión sistólica (mmHg)
70 70
0 0
22 24 26 28 30 32 34 36 38 40 42 22 24 26 28 30 32 34 36 38 40 42
Edad gestacional (semanas) A Edad gestacional (semanas) B
Figura 2. Presión arterial en función de la edad gestacional.
A. Presión sistólica.
B. Presión diastólica.
110
100
90
Presión sistólica (mmHg)
Percentil 95
80
70 Presión diastólica (mmHg) 70
60 60
Percentil 95
50 50
40 40
Percentil 5
30 30
20 20
10 10 Percentil 5
0 0
24 26 28 30 32 34 36 38 40 42 44 46 24 26 28 30 32 34 36 38 40 42 44 46
Edad posconcepcional (semanas) A Edad posconcepcional (semanas) B
Figura 3. Presión arterial en función de la edad posconcepcional.
A. Presión sistólica.
B. Presión diastólica.
6 EMC - Pediatría
Morbilidad en el prematuro: enfermedades respiratorias, apneas, trastornos hemodinámicos, oxigenación tisular, persistencia del conducto arterioso E – 4-002-N-30
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E – 4-002-N-30 Morbilidad en el prematuro: enfermedades respiratorias, apneas, trastornos hemodinámicos, oxigenación tisular, persistencia del conducto arterioso
descendente, desvía el 90% del flujo ventricular derecho y comparable a la de la indometacina pero con mejor tolerancia,
produce una derivación de la circulación pulmonar con resis- sobre todo renal. El tratamiento consta de tres administracio-
tencias muy elevadas. Una PaO2 baja y los niveles altos de nes en perfusión intravenosa de 20 minutos con intervalos de
prostaglandinas permiten mantener su abertura. La inversión 24 horas. La dosis de carga es de 10 mg/kg y va seguida de dos dosis
de la derivación en el conducto, el aumento de la PaO2 res- de 5 mg/kg. Es posible una segunda tanda. Las contraindicaciones
ponsable de vasoconstricción y la disminución de los niveles de son idénticas a las de la indometacina. La mayor eficacia se obtiene
prostaglandinas permiten su cierre rápido tras un parto a término. en la primera semana de vida [19] . Las medidas habitualmente aso-
En los recién nacidos prematuros, el cierre del conducto se ciadas consisten en reducir el aporte hidrosódico (alrededor del
retrasa debido a una concentración elevada de prostaglandinas, 20% con aportes de sodio de 2–3 mEq/kg/d) y en limitar o, incluso,
un aumento de sensibilidad a éstas, la hipoxia y el efecto vaso- interrumpir la nutrición enteral. Debe efectuarse un seguimiento
dilatador óxido nítrico [16] . La persistencia del conducto arterioso estrecho de la diuresis, el aumento de peso, la función renal y la
(PCA) se considera como un factor de riesgo de morbilidad respi- natremia. Es posible administrar diuréticos, aunque su eficacia se
ratoria. El cortocircuito intraductal izquierda-derecha aumenta el encuentra debatida.
flujo sanguíneo en un lecho vascular pulmonar inmaduro y crea Si el tratamiento médico fracasa o está contraindicado, debe
un edema alveolointersticial que impide una correcta hematosis. valorarse la colocación de un clip quirúrgico. Esta interven-
El aumento del gasto cardíaco izquierdo comporta el riesgo de evo- ción puede efectuarse en la unidad de cuidados intensivos. Las
lución hacia una insuficiencia cardíaca con hipotensión arterial. complicaciones son posibles pero poco frecuentes, del tipo de
Finalmente, a nivel sistémico, el cortocircuito izquierda-derecha neumotórax, parálisis de las cuerdas vocales, derrame pericárdico,
puede ser responsable de robo diastólico mesentérico, asociado a hemorragias intraventriculares, sepsis o trastornos hemodinámi-
la aparición de enterocolitis necrosante y de robo diastólico cere- cos, con una mortalidad del 0–10%.
bral asociado a la aparición de hemorragias intraventriculares y Finalmente, algunos equipos han utilizado un tratamiento con-
leucomalacia periventricular [17] . servador de la PCA, mediante adaptación del soporte ventilatorio
La incidencia de la PCA es inversamente proporcional a la edad y disminución de los aportes hídricos y sódicos.
gestacional. Afecta al 40% de los nacimientos prematuros y al 80%
de los recién nacidos con peso al nacer menor de 1.000 g.
Indicaciones terapéuticas
Clínica La necesidad de cerrar el conducto arterioso persistente en todos
los prematuros resulta muy controvertida y no se ha establecido
Los signos clínicos son poco sensibles. En los recién nacidos un consenso al respecto [20] . Existen varias actitudes. El trata-
prematuros con síndrome de dificultad respiratoria, el conducto miento farmacológico puede administrarse de forma profiláctica,
arterioso se hace sintomático a los pocos días de vida, con agrava- presintomática o tardía.
miento inexplicable de la enfermedad respiratoria. La exploración El tratamiento profiláctico con indometacina se asocia a una
física muestra signos característicos: soplo cardíaco sistólico que se menor incidencia de PCA y de hemorragias intraventriculares
percibe mejor en el borde izquierdo del esternón, hiperdinamismo graves, así como del recurso a la cirugía. Sin embargo, no se ha
precordial, pulso periférico saltón, presencia de pulso palmar, des- demostrado mejora de la morbilidad respiratoria ni del pronóstico
censo de la presión arterial diastólica y taquicardia sinusal. En neurosensorial a los 18 meses de edad corregida. La utilización
muchos casos, el soplo cardíaco se presenta aisladamente y el profiláctica de ibuprofeno disminuye la incidencia de la PCA y
recién nacido permanece asintomático. La radiografía de tórax el recurso a los demás tratamientos, pero se asociaría a riesgo de
puede mostrar un aumento de la trama vascular, cardiomegalia y muerte en casos de HTAP asociada.
aumento del calibre de la aorta descendente. El tratamiento curativo presintomático puede instaurarse ante
La ecocardiografía Doppler es el medio de referencia para diag- un conducto arterioso significativo en la ecografía cardíaca reali-
nosticar la PCA, que se intenta detectar actualmente en el estadio zada precozmente (24–48 h), antes de que existan repercusiones
presintomático. Los parámetros que determinan un cortocircuito clínicas.
izquierda-derecha significativo en las primeras 72 horas de vida El tratamiento curativo tardío se instaura ante una PCA sinto-
son: mática desde el punto de vista hemodinámico y/o respiratorio. Su
• diámetro del conducto arterioso igual o superior a 1,4 mm/kg; cierre no mejora por sí solo la morbilidad respiratoria. La PCA y la
• relación entre el diámetro de la aurícula izquierda y el diámetro displasia broncopulmonar están estrechamente relacionadas, pero
de la aorta descendente igual o superior a 1,4; es probable que su asociación sólo sea el reflejo de la gran inmadu-
• velocidad media y diastólica en la arteria pulmonar izquierda rez de estos recién nacidos. La intervención actual consiste en no
igual o superior a 0,42 m/s y 0,20 m/s, respectivamente [18] . tratar sistemáticamente la PCA sino reservar este tratamiento a los
Un diámetro superior a 1,5 mm/kg en las primeras 48 horas de casos en que los beneficios esperados no se limitan sólo al cierre del
vida permitiría predecir una PCA significativa. conducto. La evaluación de la relación beneficio-riesgo del trata-
miento es esencial, más teniendo en cuenta que, en la mayoría de
casos no sintomáticos de PCA, ésta se resuelve espontáneamente
Tratamiento en pocas semanas.
Una restricción hídrica relativa que posibilite una pérdida de
peso del 10–15% durante los primeros 5 días de vida disminuye la
incidencia de PCA. Existen dos tipos de tratamiento curativo para
inducir el cierre del conducto arterioso: farmacológico y quirúr-
Conclusión
gico.
Los avances en medicina perinatal han permitido mejorar la
Los inhibidores de la síntesis de las prostaglandinas conforman
intervención frente a las enfermedades respiratorias y hemodiná-
el tratamiento farmacológico. La indometacina, primera molécula
micas de recién nacidos cada vez más inmaduros. No obstante, a
utilizada, permite el cierre del conducto en el 80% de los recién
más largo plazo, la prematuridad expone al riesgo de insuficiencia
nacidos tratados. Sin embargo, su eficacia varía en función de la
respiratoria crónica.
edad gestacional y la proporción de cierres no excede el 60% de
los niños de menos de 26 SA. La dosis recomendada es de 0,1-
0,25 mg/kg mediante perfusión intravenosa durante 30 minutos
cada 12–24 horas durante un período de 3–5 días. Las contraindi- Bibliografía
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Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Fayol L, Arnaud F, Mercanti I. Morbilidad en el prematuro: enfermedades respiratorias,
apneas, trastornos hemodinámicos, oxigenación tisular, persistencia del conducto arterioso. EMC Pediatría 2012;47(1):1-9 [Artículo E – 4-002-N-30].
Disponibles en www.em-consulte.com/es
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