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a) Cimentación normal, y

b) Cimentación artificial

Cimentación normal se dice cuando la base del muro o columna se asientan directamente
sobre el terreno resistente, considerándose conveniente una profundidad no mayor de 2 mts.

Cimentación no artificial se denomina cuando estando el terreno resistente a una


profundidad mayor de 2 mts. No es posible asentar directamente la cimentación sobre él,
recurriéndose a algún sistema especial o artificial para alcanzar y utilizar el terreno
resistente.

Dentro de la cimentación normal llamamos: cimientos corridos a los que constituyen la base
de muros y cuya ejecución no se interrumpe caracterizándose por su uniformidad; y
cimientos aislados a los que constituyen las bases de columnas, llamándosele zapatas.

El ancho del cimiento corrido, llamado simplemente cimiento, depende del cálculo, aunque
para el suelo de grava de lima y trazándose de una vivienda hasta de dos pisos, hay valores
empíricos, por ejemplo, 0.40 m. Para base de muros de cabeza. En cuanto a la altura se
muestra por el calculo que es suficiente que sea igual al ancho, pero es necesario que el
nivel de la cara inferior del cimiento esté por lo menos a 1.00 m. Bajo el nivel del suelo para
prevenir que las aguas superficiales como aniegos, riegos, etc. Modifiquen las condiciones
de resistencia del terreno; de la misma manera el nivel de la cara superior del cimiento se
llena hasta casi el nivel del suelo para evitar el mayor costo de encofrado en los sobre
cimientos. (Fig. 9).

El sobre cimiento es la parte de la cimentación que va entre el cimiento y el muro, de allí su


nombre; debe tener una altura tal que aleje la humedad del suelo, siendo a 0.30 m. Una
altura conveniente para no aumentar el costo de encofrado. Su nivel superior puede coincidir
con el nivel del falso piso, con el nivel del piso terminado o estar generalmente a unos 0.10
m. Del nivel del piso terminado; en caso de terrenos muy húmedos es recomendable echar
en la cara superior del sobre cimiento una capa de asfalto para evitar que la humedad suba
al muro, sobre todo si se teme la presencia del salitre. El ancho es igual al ancho del muro
que va a soportar y se trazará sobre los cimientos. (Fig. 8).
Las zapatas hemos dicho que constituyen la base de las columnas y son de concreto armado
cuando llevan una malla de fierro o parrilla; igualmente deben profundizarse hasta encontrar
el terreno resistente pero no a menos de 1.00 m. Del nivel del suelo. Para comodidad del
trazo de la columna y mantener la estabilidad de la parrilla se construye una sub-zapata con
concreto pobre de 2” a 3” de espesor. Se excavará cuidadosamente la zona de la zapata
para evitar la ejecución de encofrado lateral. (Fig. 10).

TERRENO
Cimentación, propiamente dicha, es la obra que media entre el terreno y los muros o entre
terreno y estructura, según la naturaleza del edificio a construir. Prácticamente se puede
cimentar en cualquier terreno siempre que se observen los procedimientos recomendados
por las investigaciones, para dicha clase de terreno. Lo ideal, por lo rápido y económico,
seria cimentar sobre roca, pero como la mayoría de las veces esto no es posible, hay que
adaptarse a las circunstancias del terreno, debiendo analizarse el comportamiento del
mismo antes de comenzar una edificación.

El objeto de toda cimentación es transmitir el terreno todas las cargas y sobrecargas de un


edificio. Esta claro que si el terreno fuese lo suficiente duro y firme, no harían falta cimientos,
sino que sobre la misma rasante del terreno se podrían construir las paredes o estructuras.
Pero como esto no sucede así generalmente, hay que buscar la manera de que estas cargas
y sobrecargas asienten en una mayor superficie del terreno a fin de que a cada porción del
suelo le corresponda menos peso que soportar, consiguiéndose, por tanto, una menor fatiga
del terreno.

Efectivamente el terreno cede bajo la presión de una carga obligando a sus moléculas a
que se modifiquen sus distancias y posiciones, produciéndose entonces una deformación,
la cual será menor cuanto mayor sea la cohesión y dureza del terreno.

Cuando un cimiento se apoya, o mejor dicho, tiene como base un terreno compacto formado
por capas de reconocido espesor, resistencia y extensión no hay peligro alguno para la
estabilidad del edificio. Cuando el suelo no es compacto, pero está constituido por bancos
de pequeña extensión y pequeña potencia, mientras los estratos o capas tengan un espesor
constante, entonces se podrá cimentar con alguna tranquilidad; pero si por el contrario el
terreno es comprensible y está formado por capas de espesor variable, entonces toda la
cimentación está expuesta a un verdadero peligro.

CLASIFICACIÓN DE TERRENOS
En general el terreno estará formado por varias capas supuestas de naturaleza y resistencia
diferentes. Es el caso, pues, de averiguar si se dispone de una capa resistente, la
profundidad a que se encuentra y el espesor (potencia) de la misma. Teniendo conocimiento
de esto cuando se adopta tal o cual tipo de fundación más racional, segura y económica al
mismo tiempo.

Los terrenos del punto de vista de fundación se dividen en dos grandes categorías:

Categoría A.- Terrenos incomprensibles o resistentes:

1) No socavables por el agua: piedra en general, tosca (formada por la mezcla de arcilla y
caliza).

2) Socavables por el agua: arena, grava, arcilla, greda (formada por la mezcla de arcilla y
arena).
Categoría B.- Terrenos compresibles:

Fango, tierra vegetal, de relleno, arenas de médanos (dunas) movibles por el viento, cieno,
turba.

Los terrenos de la categoría A, incompresibles y no socavables por el agua, son terrenos


excelentes para las fundaciones de gran resistencia.

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