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Trabajo Final
Año: 2015
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Eje: Las sociedades a través del tiempo
Actividad 1
Se solicitará a los alumnos que lean y analicen los dos primeros textos que aparecen a
continuación. Al finalizar la lectura, los alumnos -guiados por el docente realizarán las siguientes
consignas:
-Identificar cuáles son los actores sociales mencionados en los textos. (Los alumnos pueden
subrayarlos y comentar la tarea en forma oral para que el docente apunte en el pizarrón).
-Agrupar a los actores sociales por clase social e indicar a qué actividades se dedican.
-Imaginar que ustedes son amigos de José Winiger, trabajador socialista que presidió la
movilización del 1ro de Mayo de 1890 y él les pide un gran favor: que le den letra para organizar su
discurso de reclamo por los derechos laborales. Escriban su discurso pensando en las necesidades
de los hombres y mujeres de fines del siglo XIX.
-Buscar en Google imágenes de algunas fotografías de la época para ilustrar los textos.
Texto I
Texto II
1
1890 - Buenos Aires
Los conventillos
Pobres y ricos pagan la misma entrada en el teatro Colón, cuando llega el carnaval, pero pasando
la puerta los brazos ocupan su lugar y los cerebros el suyo, y nadie comete el sacrilegio de
equivocarse de sitio. En la pista bailan los de abajo y en palcos y salones se divierten los de arriba.
Buenos Aires es como un teatro. La gente copetuda duerme en palacios franceses de de dos o tres
plantas, en el barrio Norte, y solas duermen las solteronas que prefieren morir vírgenes antes que
mezclar la sangre con un extranjero de medio pelo. Los que mandan decoran su abolengo, o lo
producen, mediante chorros de perlas y heráldicas labradas en vajilla de plata, y ostentan
porcelanas de Sajonia o América.
Al sur, se apretujan los golpeados de la tierra. En las abandonadas casonas coloniales de tres
patios, o en conventillos especialmente construidos, duermen por turnos, los trabajadores venidos
de Nápoles o Vigo o la Besarabia. Jamás se enfrían las camas, escasas en el ningún espacio
invadido de braseros y palanganas y cajones que se hacen letrina, y el silencio es un lujo
imposible. Pero, a veces en las noches de fiesta, el acordeón o la mandolina o la gaita traen
perdidas voces a estas mujeres lavanderas y costureras, sirvientas de patrones y maridos y alivian
la soledad de estos hombres que de sol a sol curten cueros, envasan carne, serruchan madera,
barren calles, cargan bultos, alzan y pintan paredes, arman cigarrillos, muelen trigos y hornean pan
mientras sus hijos lustran botines y vocean el crimen del día.
Actividad 2
Nuevamente se propondrá la lectura comentada de un texto de Roberto Artl que se presenta más
abajo. Al finalizar se acompañará a los alumnos en la resolución de las siguientes consignas:
- Comparar la descripción de los trabajos realizados por las mujeres que se comentan en los textos
de Eduardo Galeano (I y II) y en el de Roberto Artl (III).
- ¿Qué cambió y qué no, considerando que unos textos se refieren a 1890 y el otro a 1929?
- Aguafuertes porteñas es una serie de textos cortos que Roberto Arlt publicó entre 1926 y 1933 en
distintos periódicos que tratan aspectos de la vida cotidiana de Buenos Aires en una gran época de
cambios y tienden a discutir la idea de progreso. Ahora te proponemos escribir un “Aguafuerte” de
tu pueblo o ciudad, un texto que comente algo que sucede allí en relación al trabajo, pero te
proponemos un desafío. Esta “Aguafuerte” deberá escribirse en términos “positivos”, o sea,
valorizando el trabajo o la acción de los trabajadores. Una vez terminada la tarea, las aguafuertes
se socializarán en una puesta en común y se debatirán cuáles son los desafíos en relación al
empleo y los derechos del trabajador.
Texto III
2
Todos los días a las cinco de la tarde, tropiezo con muchachas que vienen de buscar costura.
Flacas, angustiosas, sufridas. El polvo de arroz no alcanza a cubrir las gargantas donde se marcan
los tendones; y todas caminan con el cuerpo inclinado a un costado: la costumbre de llevar el atado
siempre del brazo opuesto. […] más de una vez me he quedado pensando en estas vidas, casi
absolutamente dedicadas al trabajo. […] las mañanas y las tardes inclinadas sobre la Neumann o
la Singer, haciendo pasar todos los días metros y más metros de tela y terminando a las cuatro de
la tarde, para cambiarse, ponerse el vestido de percal, preparar el paquete y salir; salir cargadas y
volver lo mismo […] En tantos años de vida, ¿Cuántos minutos de felicidad han tenido estas
mujeres? Y usted, con terror siente que desde adentro le contesta una voz que estas mujeres no
fueron nunca felices. ¡Nunca! Nacieron bajo el signo del trabajo y desde los siete o nueve años
hasta el día en que se mueren, no han hecho nada más que producir, producir costura e hijos, eso
y lo otro, y nada más. Cansadas o enfermas trabajaron siempre. […]
Actividad 3
Tras la lectura del testimonio de Ángel Perelman, se les comentará en forma oral como surgió y se
creó la Confederación General del Trabajo (CGT) a partir de la fusión de otras centrales obreras
Unión sindical Argentina (USA) y Confederación Obrera Argentina. Luego se les pedirá a los
alumnos que re-lean el testimonio y comenten por qué la CGT nació en 1930 y no antes, si a ellos
les parece que existe o no una relación entre su nacimiento y la crisis del 30.
Texto IV
La palabra crisis que ese año surgió por primera vez no era una simple palabra para mí. Cayó
sobre mi cabeza como un verdadero martillazo. Mi padre, como tantos otros miles de obreros, fue
despedido de su trabajo. En los primeros años de la crisis, muchas fábricas cerraban y creaban
verdaderos ejércitos de desocupados. Aparecieron las Villas Desocupación y los Barrios de Latas
en Puerto Nuevo (…). La crisis económica me obligó a abandonar la escuela a los diez años, para
ir a trabajar como aprendiz en un taller metalúrgico. La explotación capitalista y la lucha de clases
las aprendí primero en esa fábrica del año treinta que leyéndolas en los libros. Me pagaban un
peso por día, pero eran jornadas sin horario, salvo el de entrada que era siempre el mismo. La hora
de salida la fijaba el patrón generalmente a las 8 de la noche. Fueron años duros. Toda la felicidad
de una familia obrera consistía – pese a los bajos salarios y la escasa fuerza de la organización
sindical – en conservar el trabajo, en tener empleo. Cuando venía el despido, cosa que era
frecuente, empezaban los largos días esperando en los cafés del barrio. No faltaba nunca un
amigo que tenía los 10 centavos para tomar un pocillo de café, que era un medio de alquilar la
mesa a la cual nos agregábamos unos cuantos. Así pasábamos las horas los muchachos de esa
época, pero nos íbamos a acostar temprano porque a las 4 de la mañana del día siguiente había
que ir a la Avenida de Mayo, donde se vendía y repartía el diario La Prensa, donde concurríamos
cada uno, con la esperanza de comprar un ejemplar y encontrar en los clasificados de Pedidos
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algún taller para ir a ofrecerse. No era una tarea fácil, porque había que tomar tranvía y
generalmente cuando uno llegaba a la puerta de la fábrica había una larga cola: eran los tiempos
de los desesperados, de los ingeniosos y de las pequeñas raterías. Un amigo del barrio, durante
mucho tiempo hizo razzias bien temprano recorriendo las puertas sucesivas de una cuadra,
levantando las botellas de leche. Se tomaba un litro por día y el resto la vendía. Si llegaba una
enfermedad no había más solución que arrimarse a algún caudillo parroquial para que le
consiguiera a uno muestras gratis o autorización para obtener una cama en un hospital, cosa difícil
de conseguir.
A la edad de 14 años y ya con cuatro de obrero, no pude menos que interesarme por la política.
Como para no interesarme. Había muchas manifestaciones realizadas por los desocupados.
Algunos partidos de izquierda protestaban por la miseria reinante. Las asambleas sindicales
aunque escasas en número – porque los sindicatos carecían de fuerza en un período de
desocupación – reunían a los trabajadores más militantes y decididos. Yo empecé a concurrir a
toda clase de reuniones y de actos. Una reunión sindical fue disuelta con violencia por la policía y
fui a parar a la Sección Especial. No me hicieron nada porque era casi un chico. Pero vi con mis
propios ojos cómo a un obrero le arrancaron una uña con una tenaza para que confesara y
delatara a sus compañeros del comité de huelga de una casa metalúrgica.
Actividad 4
4
- Preguntas para realizar la lectura de las obras.
¿Qué es lo que ven en esta pintura?
¿Qué les parece que están haciendo las personas que están en la pintura?
¿Por qué el pintor eligió esta temática para representarla en su obra?
- Luego se armará un afiche con una lista del vocabulario aprendido, por ejemplo: huelga,
desocupación, derechos laborales, explotación, escasez, empleo, etc.
Bibliografía
Diseño Curricular para la Educación Primaria / Segundo Ciclo / Ciencias Sociales. Volúmen 1/
Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Bs. As., 2008. La Plata.
Denkberg, Ariel y Díaz, Sebastián. Ciencias Sociales en la escuela. Enseñar sobre el trabajo y
los trabajadores en la Argentina. Capítulo 5.
http://www.encuentro.gov.ar/content.aspx?id=809