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© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

Seminario Internacional
Retos, oportunidades y herramientas
para la gestión turística en Ciudades del
Patrimonio Mundial

Prof. Dr. Juan Ignacio Pulido Fernández


Laboratorio de Análisis e Innovación Turística (LAInnTUR)
Departamento de Economía. Universidad de Jaén

Red Temática de Docencia en Turismo


© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

ANTECEDENTES Y APROXIMACIONES
CONCEPTUALES AL TURISMO SOSTENIBLE

1951-1973. Creencia en la sustituibilidad sin fin de los


recursos y en la capacidad del ser humano para resol-
ver los problemas derivados de la degradación
ambiental.

1972: Primer Informe al Club de Roma. Gran debate


internacional sobre la imposibilidad de un crecimiento
económico ilimitado.

Empieza a tomar importancia el valor del “capital


natural”.
Informe Global 2000. Barney, 1982
Estrategia Mundial para la Conservación,
“Desarrollo sostenible”
UICN, 1980
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

1987: Informe Brundtland

Es el que acuña conceptualmente el término “desarrollo


sostenible”.

Según el propio Informe, “el medio ambiente y el desa-


rrollo no son contradictorios, sino que están unidos
inexorablemente. El desarrollo no puede subsistir sobre
una base de recursos deteriorada ambientalmente; el
medio ambiente no puede protegerse cuando el creci-
miento no tiene en cuenta los costes de la destrucción
ambiental” (CMMAD, 1987).
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

No obstante, ello no significa que se deba aceptar


cualquier tipo de crecimiento económico, sino sólo
aquel que permita una utilización eficiente de los
recursos naturales, la orientación de la evolución
tecnológica y la modificación de las instituciones
de acuerdo con el potencial actual y futuro de las
necesidades humanas, tratando, además, de mejo-
rar los aspectos distributivos de la actividad
económica.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

El desarrollo sostenible, entendido como un proceso


dinámico, requiere un cambio estructural en los siste-
mas productivos, los estilos de consumo, las formas de
gestión y las pautas de comportamiento del conjunto
de la sociedad. No se puede reducir el enfoque del de-
sarrollo sostenible a los aspectos estrictamente ecoló-
gicos y de eficiencia en la utilización del “capital natu-
ral” por cuanto las implicaciones del concepto de sos-
tenibilidad superan estos aspectos para referirse al
conjunto de actividades del desarrollo socioeconómico,
la armonización entre las tasas de uso y de renovación
de los recursos, las relaciones intra e intersectoriales y
la equidad de las transformaciones productivas.
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1992: Cumbre de la Tierra. Formalizó los términos y


conceptos de referencia del debate

Tres premisas básicas:

- Permite responder a las necesidades del presente sin


comprometer la capacidad de las generaciones futu-
ras.

- Es un proceso de cambio.

- No existe un modelo ideal de desarrollo sostenible,


ya que los sistemas político-económicos y las carac-
terísticas ecológicas son diferentes en cada territorio.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

2002: Cumbre de Johannesburgo. Río+10

La búsqueda de un significado preciso para el concepto


de sostenibilidad, o de desarrollo sostenible, no ha
dado hasta ahora unos resultados tangibles, de manera
que, a efectos prácticos, la sostenibilidad debe enten-
derse únicamente en términos aproximados.

Principios básicos del desarrollo sostenible:


- Solidaridad
- Globalidad y transversalidad
- Participación
- Articulación
- Precaución
- Responsabilidad
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

EL PARADIGMA DE LA
SOSTENIBILIDAD
¿PERO QUÉ ES LA SOSTENIBILIDAD?

UN PROCESO DE CAMBIO CUALITATIVO


PRODUCTO DE LA VOLUNTAD POLÍTICA QUE,
CON LA PARTICIPACIÓN IMPRESCINDIBLE DE
LA POBLACIÓN LOCAL, ADAPTA EL MARCO
INSTITUCIONAL Y LEGAL, ASÍ COMO LOS
INSTRUMENTOS DE PLANIFICACIÓN Y
GESTIÓN, A UN DESARROLLO TURÍSTICO
BASADO EN UN EQUILIBRIO ENTRE LA
PRESERVACIÓN DEL PATRIMONIO NATURAL Y
CULTURAL, LA VIABILIDAD ECONÓMICA DEL
TURISMO Y LA EQUIDAD SOCIAL DEL
DESARROLLO.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

EL PARADIGMA DE LA
SOSTENIBILIDAD

EFICIENCIA
EQUIDAD SOCIAL ECONÓMICA

- Beneficios para la sociedad local Economía - Viabilidad de la actividad


- Respeto de los valores basada en la turística en el espacio de destino
socioculturales comunidad - Viabilidad de las empresas
- Empleo local - Satisfacción de la demanda
- Renta
- Calidad de vida
- Participación pública TURISMO
SOSTENIBLE
Conservación Integración
con equidad economía-
medio
ambiente

- Preservación de la biodiversidad
- Utilización racional de los recursos
naturales
- Conservación de los recursos naturales
CONSERVACIÓN
desde una perspectiva intergeneracional
AMBIENTAL
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

EL PARADIGMA DE LA
SOSTENIBILIDAD
Cuádruple envolvente de la sostenibilidad:

 La experiencia ha demostrado que la transición de


los destinos turísticos hacia la sostenibilidad
requiere de un liderazgo institucional claro,
contundente y sin fisuras.

 Los gobiernos, de cualquier nivel administrativo,


deben asumir la responsabilidad de proporcionar el
marco de referencia necesario para la transición
hacia modelos de producción y consumo
sostenibles, utilizando su capacidad para orientar
cualquier tipo de intervención en el territorio.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

EL PARADIGMA DE LA
SOSTENIBILIDAD
La importancia de su implicación deriva no sólo de su
evidente capacidad de generar “efectos demostración” a
través de su propio comportamiento, sino que tienen en
su poder buena parte de los instrumentos para alentar el
cambio de comportamiento del resto de actores que
intervienen en el proceso de desarrollo turístico.

Es necesario, por tanto, que exista una voluntad


inequívoca de asumir ese liderazgo, voluntad que, por
otro lado, debe estar por encima de la alternancia en el
poder y de las prioridades estratégicas de cada grupo
gobernante, pues, la sostenibilidad no es un valor
intercambiable, sino una exigencia ineludible para el uso
racional y equitativo de los recursos.
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EL PARADIGMA DE LA
SOSTENIBILIDAD
 Por otro lado, la lógica del turismo sostenible requiere un
proceso eminentemente participativo, cuyo éxito depende
de la capacidad para involucrar a la sociedad, tanto a los
visitantes como a los residentes, que son, pero, sobre
todo, que deben sentirse, los protagonistas de estos
procesos.

 Es necesario la construcción de un referente institucional


de participación social a nivel local, la construcción del
capital social local como elemento imprescindible para
asegurar la puesta en práctica por parte de los actores del
territorio de estrategias de desarrollo turístico sostenible
para integrar las decisiones económicas con las
ambientales y sociales, vertebrando de forma armoniosa
los diferentes niveles de decisión, de manera que la
sostenibilidad deje de plantearse como un objetivo más o
menos utópico y se convierta en una exigencia ineludible
para el uso racional y equitativo de los recursos.
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EL PARADIGMA DE LA
SOSTENIBILIDAD

 El tercer elemento de esta envolvente de la


sostenibilidad es la componente ética. La consecución
del turismo sostenible requiere que la sociedad en
general, y en particular todos los agentes implicados
en el desarrollo turístico de un destino, compartan un
conjunto de valores hacia la sostenibilidad. Unos
principios que permitan superar el carácter hedonista,
utilitarista y materialista que caracteriza el consumo
del turista actual por otro tipo de comportamiento en el
que se reconozcan los valores intrínsecos de la
naturaleza, la identidad cultural y la organización social
de un territorio más allá de su mero valor material
como bien de consumo.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

EL PARADIGMA DE LA
SOSTENIBILIDAD

 Pero, no sólo es necesario cambiar los valores de


consumo. Algunos episodios (blanqueo de dinero,
mafias, enriquecimiento ilícito, …) protagonizados por
gestores públicos y empresarios en algunos destinos
turísticos evidencian que, con independencia de la
necesidad de mejorar los instrumentos en el marco de
la legislación de contenido territorial y urbanístico, la
sostenibilidad requiere un elevado grado de
compromiso de los agentes que conforman la oferta,
que les lleve, incluso, a enfrentarse a este tipo de
prácticas que, bajo el disfraz de supuestas actividades
turísticas generadoras de empleo y riqueza, están
generando un serio perjuicio para estos destinos.
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EL PARADIGMA DE LA
SOSTENIBILIDAD
 Por último, junto con los instrumentos tradicionales de
la política turística (de carácter normativo y
presupuestario), cada vez adquiere más fuerza un
nuevo elemento, que en la actualidad es determinante
para la gestión competitiva y sostenible de cualquier
destino turístico: la gestión del conocimiento.

 En un momento como el actual, en el que el entorno de


las organizaciones y de los destinos se modifica
continuamente, con cambios cada vez más rápidos e
intensos que han provocado una creciente
incertidumbre en los mercados, que está exigiendo
estrategias cambiantes para hacer frente a los nuevos
retos, el conocimiento se convierte en una ventaja
competitiva de primer orden.
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EL PARADIGMA DE LA
SOSTENIBILIDAD
 Por otra parte, en la medida en que la sostenibilidad
implica un proceso de cambio, parece lógico
disponer de un sistema de información que permita
evaluar la eficiencia de ese proceso. Todo ello
requiere mejorar la información y el conocimiento
sobre todos los aspectos relacionados con el grado
de desarrollo turístico sostenible del destino, así
como con los cambios que se están produciendo en
su entorno, de manera que se puedan adoptar
medidas correctoras que ayuden eficazmente a
mantener el control de los impactos generados por el
turismo y, en consecuencia, a mejorar su capacidad
competitiva.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

EL PARADIGMA DE LA
SOSTENIBILIDAD

EFICIENCIA
EQUIDAD SOCIAL ECONÓMICA

- Beneficios para la sociedad local Economía - Viabilidad de la actividad


- Respeto de los valores basada en la turística en el espacio de destino
socioculturales comunidad - Viabilidad de las empresas
- Empleo local - Satisfacción de la demanda
- Renta
- Calidad de vida
- Participación pública TURISMO
SOSTENIBLE
Conservación Integración
con equidad economía-
medio
ambiente

- Preservación de la biodiversidad
- Utilización racional de los recursos
naturales
- Conservación de los recursos naturales
CONSERVACIÓN
desde una perspectiva intergeneracional
AMBIENTAL
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SOSTENIBILIDAD DÉBIL (Economía Ambiental)

La naturaleza tiene un valor instrumental para el


ser humano y el desgaste de los recursos y servi-
cios ambientales puede compensarse con inversio-
nes en nuevas tecnologías y mecanismos de susti-
tución.

El medio ambiente es uno de los tipos de capital


que forman el capital total del sistema económico
y, además, existe una sustituibilidad perfecta entre
estos diversos tipos de capital.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

El objetivo es que el capital, en su conjunto


(el capital total), al menos, se mantenga constante
para que las generaciones futuras conserven sus
cotas de utilidad, consumo per cápita y bienestar
social. Por tanto, si se produce una pérdida de
capital natural, éste puede ser perfectamente sus-
tituido por otra forma de capital y puede seguir
cumpliéndose el objetivo.
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SOSTENIBILIDAD FUERTE (Economía Ecológica)

El subsistema económico se encuentra limitado


por el ecosistema global y el mantenimiento del
capital natural es imprescindible e insustituible,
en su mayor parte, por capital artificial. Según esta
visión, la naturaleza tiene un valor inherente en sí
misma y nos provee de funciones que son irreem-
plazables por el capital hecho por el hombre.
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No es admisible la idea neoclásica de la sustitución


perfecta de las diversas formas de capital, pues
ignora el papel de ciertos bienes y servicios natura-
les en el mantenimiento de los sistemas que garan-
tizan la vida. Por ello, se plantea la necesidad de
considerar un principio de precaución, basado en
las condiciones de incertidumbre, ignorancia e
irreversibilidad de los procesos ecológicos.

Según esta visión de la sostenibilidad, la economía


sería un subsistema abierto y dependiente del
sistema ecológico global, y la garantía de la soste-
nibilidad implica un estado estacionario, o sin cre-
cimiento cuantitativo, aunque admite el desarrollo
cualitativo.
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EL ECOSISTEMA TURÍSTICO
Ecosistema turístico como una unidad de análisis territorial compuesta
por elementos abióticos –suelo, recursos naturales, infraestructuras,
equipamientos, construcciones- y bióticos –población, turistas,
biodiversidad-, especializada en la generación o comercialización de
productos y/o servicios turísticos. La producción y venta de estos
productos y/o servicios se traduce en una serie de flujos físicos
(materiales y energéticos) y socioeconómicos.

Ecosfera
Ecosistema global
Sistema social mundial

Turistas, residentes
Reciclad
Ecosistema y sociedad o
turístico

Energía, Urbanismo Residuos


agua y Economía turística Transporte Infraestructuras y y
material Servicios equipamientos emisione
es s
Alojamientos

Medio ambiente
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LOS PRINCIPIOS GENERALMENTE


ACEPTADOS DEL TURISMO
SOSTENIBLE
 La multidimensionalidad del desarrollo turístico
sostenible.
 La perspectiva transversal.
 La noción social de equidad.
 El principio de corresponsabilidad.
 Un enfoque de gestión integrada del ciclo de vida.
 La necesidad de medir la consecución de
objetivos.
 Por un desarrollo turístico sostenible sostenido.
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La multidimensionalidad del
desarrollo turístico sostenible
Sostenibilidad ecológica de los destinos
turísticos y su entorno, que debe garantizar
que el desarrollo sea compatible con el
mantenimiento de los procesos ecológicos
esenciales, la diversidad biológica y de los
recursos.

Sostenibilidad social y cultural, así como de la


identidad propia de las comunidades enclavadas
en las zonas turísticas, que debe garantizar que el
desarrollo sostenible aumente el control de los …
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… individuos sobre sus vidas, sea compatible con


la cultura y los valores de las personas y manten-
ga y refuerce la identidad de la comunidad local.

Sostenibilidad económica y empresarial de las


actividades turísticas, así como de los sectores
vinculados a las mismas, que debe garantizar que
el desarrollo sea económicamente eficiente, bene-
ficie a todos los agentes del destino o región turís-
tica y que los recursos sean gestionados local-
mente, de manera que se conserven para las
Generaciones futuras.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

La perspectiva transversal
 Se trata de interacciones y de enfoques
transectoriales, transdisciplinarios y
transversales .
 Ello requiere una triple condición:
 Un sistema político democrático que asegure a sus
ciudadanos una participación efectiva en la toma de
decisiones.
 Un sistema social que evite las tensiones provocadas
por un desarrollo desequilibrado.
 Un sistema internacional que promueva modelos
perdurables de comercio y finanzas.
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La noción social de equidad


 Garantizar la justicia en el acceso a los bienes y servicios y en la distribución
de los beneficios y costes de dicho desarrollo turístico.
 El principio de justicia social no debe aplicarse sólo entre generaciones
(equidad intergeneracional), sino también dentro de ellas (equidad
intrageneracional), es decir, las generaciones futuras tienen el mismo derecho
que las actuales a satisfacer sus necesidades y aspiraciones (básicamente
centradas en la consecución de una mejora de su calidad de vida), pero
también entre las generaciones actuales hay que garantizar el mismo derecho
al acceso a los beneficios generados por el desarrollo turístico.
 Ello conduce a dos tipos de planteamientos:
 La necesidad de redistribuir los beneficios y costes del desarrollo turístico
entre la población de un territorio y entre la población de los diferentes
territorios.
 La exigencia de mantener un equilibrio dinámico en el tiempo
(intergeneracional) que permita que el actual aprovechamiento turístico de
los recursos de un territorio no condicione –sino, al contrario- su uso, ni
mucho menos su existencia, futuro.
 Hay que diseñar y poner en marcha mecanismos de compensación inter e
intrageneracional, que deben partir de la introducción (cuestión harto
complicada actualmente, dado el pensamiento económico imperante,
condicionado por la lógica del mercado) de aspectos éticos y de equidad al
concepto de turismo sostenible, pero también de la proyección de los avances
tecnológicos en el futuro (cuestión también complicada).
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El principio de corresponsabilidad

La sostenibilidad del desarrollo turístico implica


un ejercicio de responsabilidad compartida entre
todos los agentes que intervienen en el mismo,
para lo que hay que definir nuevos espacios de
cooperación interadministrativa, público-privada
y de participación social que favorezcan la toma
de decisiones en el proceso de cambio.

Es necesario, por tanto, introducir nuevos instru-


mentos de cogestión y corresponsabilidad social
para mejorar la gobernanza del sector.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

El enfoque de la gestión integrada


del ciclo de vida
 Con independencia de la necesidad de conocer,
por supuesto, la capacidad de carga de un destino
turístico, la respuesta desde el punto de vista del
desarrollo sostenible del turismo exige el
conocimiento de varios aspectos clave: i) la etapa
en la que los patrones de producción y consumo
turísticos ofrecen una mayor facilidad para operar
los cambios que requiere el desarrollo sostenible;
ii) los puntos del ciclo de vida en los que se va a
producir la intervención; y iii) los protagonistas del
ciclo, susceptibles de actuar eficientemente.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

El enfoque de la gestión integrada


del ciclo de vida

Estancamiento Declive
Límites críticos de
TU capacidad
RIS Sostenibilidad
TA
Madurez
S

Desarrollo

Introducción

TIEMPO
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

La necesidad de medir la consecución de los


objetivos: el uso de indicadores de
sostenibilidad
Es necesario disponer de un sistema de informa-
ción que permita evaluar la eficiencia del proceso.

Hay que seleccionar un conjunto de indicadores


que ayuden a los gestores a conocer en cualquier
momento, de forma sistemática y objetiva, el grado
de desarrollo turístico sostenible, de manera que se
puedan adoptar medidas correctoras que ayuden
eficazmente a mantener el control de los impactos
generados por el turismo y, en consecuencia, a
lograr la competitividad de cualquier destino
turístico.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

Ese conjunto de indicadores no puede circunscri-


birse exclusivamente a cuestiones de carácter
medioambiental, sino que deben contemplar las
tres dimensiones propias de este paradigma
(medioambiental, social y económica), de manera
que se manifieste el carácter integral de los pro-
cesos de desarrollo turístico sostenible.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

Por un desarrollo turístico


sostenible sostenido
El desarrollo sostenible no es un objetivo cuyo
alcance suponga la superación y posterior olvido
de un reto concreto, sino que se trata de un pro-
ceso eminentemente complejo que debe contem-
plarse desde una perspectiva dinámica en la que
las situaciones de sostenibilidad son inestables y
cambiantes tanto por la propia dinámica del pro-
ceso como por la percepción que socialmente se
tiene del mismo.

El objetivo no es tanto alcanzar un desarrollo


turístico sostenible, cuanto mantener en el tiempo
esa situación de sostenibilidad del desarrollo
turístico.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

Para garantizar una gestión turística sostenible


de cualquier territorio, es necesario arbitrar
fórmulas de adaptación continua del proceso a
los cambios ambientales, socioculturales,
económicos, tecnológicos e institucionales que
se vayan produciendo.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

UNA VISIÓN HETERODOXA DEL


PARADIGMA DEL TURISMO
SOSTENIBLE
 El respeto y protección de los capitales críticos.
 El concepto de capital social local.
 Las nociones ecológicas de resiliencia, capacidad
de carga y huella ecológica.
 En busca de la ecoeficiencia.
 El concepto de sistema turístico complejo
adaptable.
 La apuesta por la innovación y los recursos del
conocimiento.
 La opción del consumidor informado y
responsable.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

El respeto y protección de los


capitales críticos
1. CAPITAL NATURAL RENOVABLE;
2. CAPITAL NATURAL NO RENOVABLE;
3. CAPITAL NATURAL DE MERCADO;
4. CAPITAL NATURAL DE NO MERCADO;
5. CAPITAL NATURAL CULTIVADO“: Intermedio entre natural y artificial
(plantaciones forestales, cosechas agrícolas, pesquerías, ganadería, etc). Proporciona
materias primas e "inputs" complementarios para el capital artificial, pero no servicios
ecológicos fundamentales.
6. CAPITAL NATURAL CRÍTICO“: INSUSTITUIBLE.;
Servicios Ambientales, gracias al funcionamiento integrado de los ecosistemas:
estabilidad homeostática de la biosfera, ciclos químicos y biológicos, la asimilación de
residuos, el reciclado de nutrientes, la regeneración de suelos o la herencia genética.
biodiversidad genética, de especies, y de habitats de alto valor ecológico; ecosistemas
frágiles, arrecifes de coral, montañas, zonas costeras y humedales.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

El concepto de capital social


local

La lógica del turismo sostenible implica un proceso


eminentemente participativo, cuyo éxito depende
de la capacidad para involucrar a la sociedad.

Gran parte de las decisiones que afectan a la cons-


trucción de la sostenibilidad del desarrollo turístico
de cualquier territorio corresponden al ámbito
territorial local.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

Es necesaria la construcción de un referente insti-


tucional de participación social a nivel local, la
construcción del capital social local como elemento
imprescindible para asegurar la puesta en práctica
por parte de los actores del territorio de estrategias
de desarrollo turístico sostenible para integrar las
decisiones económicas con las ambientales y socia-
les, vertebrando de forma armoniosa los diferentes
niveles de decisión, de manera que la sostenibilidad
deje de plantearse como un objetivo más o menos
utópico y se convierta en una exigencia ineludible
para el uso racional y equitativo del medio ambiente.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

Las nociones ecológicas de resiliencia,


capacidad de carga y huella ecológica

Capacidad de carga turística: población máxima


(residente y visitante) que puede acoger un destino
turístico sin poner en peligro la viabilidad de los
sistemas naturales, económicos y sociales de un
territorio.

Resiliencia (o capacidad de adaptación): la capaci-


dad adaptativa y de recuperación de los sistemas
cuando han sido sometidos a esfuerzos. La capa-
cidad de resistir al cambio.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

Huella ecológica del producto turístico: la cantidad


de territorio productivo necesario para abastecer
de bienes y servicios turísticos a la población
(residente y visitante) de un destino determinado.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

En busca de la ecoeficiencia
 Para estas empresas es posible minimizar los efectos
ambientales y el impacto del uso de los recursos durante un
ciclo vital de los productos, con mejoras de productividad y
costes mínimos. Dicho de otra forma, es posible combinar la
eficiencia ecológica con la eficiencia económica. Este es, pues,
el concepto de ecoeficiencia, “el resultado alcanzado por el
reparto de bienes y servicios a precios competitivos que
satisfacen las necesidades humanas y aportan calidad de vida,
a la vez que reducen progresivamente el impacto ecológico y la
intensidad de recursos a lo largo del ciclo vital, a un nivel similar
a la capacidad de carga calculada para la Tierra” .
 Se trata, por tanto, de una estrategia que permite procesos de
producción más eficientes y la creación de mejores productos y
servicios, a la vez que se reduce el uso de recursos, residuos y
contaminación a lo largo de la cadena de valor.
 El objetivo es crear más valor con menos impacto a través de la
separación de los bienes y servicios a partir del uso de la
naturaleza.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

En busca de la ecoeficiencia
 Hay serie de aspectos de la ecoeficiencia que la convierten en un elemento
estratégico indispensable dentro de la economía actual. Estos aspectos son:
 Desmaterialización, se trata de romper la vinculación tradicional entre la
producción y el consumo de recursos naturales y la degradación del medio
ambiente. En ocasiones, se consigue sustituir flujos de materia por flujos de
conocimiento. En otras ocasiones, la desmaterialización se concreta en la
comercialización de productos adaptados a las necesidades de los clientes (el
planteamiento, en este caso, es que se producen menos residuos cuando no
se producen los productos que el consumidor no quiere).
 Ciclos de producción cerrados, en los sistemas ecológicos no existen residuos
porque todo se reincorpora en el ciclo de la materia. Se trata, por tanto, de que
el sistema económico siga este modelo de actuación. El objetivo es trabajar de
forma continua hacia ciclos de producción cerrados y empresas con cero
residuos, donde cualquier producto se devuelve a los sistemas naturales como
un nutriente, o se convierte en un input intermedio en la fabricación de otro
producto.
 Extensión de servicios, caminamos desde una economía dirigida por la oferta
hacia una economía dirigida por la demanda. Las empresas tienen como
objetivo principal satisfacer la demanda y para ello deben desarrollar productos
adaptados a las necesidades de los clientes. Los clientes están obteniendo
cada vez un mayor acceso a los servicios de producto alquilando bienes,
particularmente bienes duraderos, en lugar de comprarlos totalmente.
 Extensión funcional, las empresas están fabricando productos “más
inteligentes”, con una funcionalidad nueva e incrementada, y vendiendo
servicios para fomentar el valor funcional de los productos.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

El concepto de sistema turístico


complejo y adaptable
 El desarrollo del ecosistema no está totalmente determinado, sino
que se produce mediante una adaptación continua a su medio, de
manera que pequeños cambios en variables críticas pueden
producir transformaciones importantes en todo el sistema, aunque
cambios en otro tipo de variables puedan no tener la mínima
importancia. Por ello, es necesario, en consecuencia, conocer las
interacciones que se producen entre todos los elementos del
sistema, generando mecanismos de gestión adaptables,
interdisciplinarios y capaces de operar en un contexto de creciente
complejidad.
 Los sistemas turísticos complejos adaptables operan de forma
similar al resto de ecosistemas complejos. Así, si uno de los
componentes del sistema turístico complejo adaptable sufre una
perturbación, ésta afectará más lejos de su lugar de origen, casi
siempre con resultados múltiples e inesperados; de ahí la
necesidad de una gestión flexible, adaptable, experimental y
altamente interdisciplinar que permita, mediante enfoques
integradores, dar respuesta a los múltiples estados dinámicos en
los que se pueda encontrar el sistema turístico.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

El concepto de sistema turístico


complejo y adaptable
 El conocido como bucle de Holling sintetiza los diferentes ciclos por
los que pasa un sistema turístico en función de su grado de
madurez. Según este planteamiento, la capacidad de un sistema
turístico para mantener sus funciones frente a los cambios
exteriores viene determinada por tres propiedades: el potencial
disponible para el cambio; el grado de conectividad entre las
variables y procesos; y la resiliencia del sistema. Los sistemas
turísticos impactados pasan por cuatro fases, cuya sucesión es
muy rápida en las dos primeras, para luego ir ralentizándose.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

El concepto de sistema turístico


complejo y adaptable
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

La apuesta por la innovación y


los recursos del conocimiento

Una sociedad basada, en mayor medida, en los


conocimientos, la creatividad, la diversidad, las ap-
titudes y la información, puede ampliar las opcio-
nes humanas en el uso de los recursos naturales.

“es más calidad y conocimiento, y menos cantidad


y residuos”.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

La opción del consumidor


informado y responsable

Los ciudadanos y la sociedad civil, en general,


deben modificar su conducta como usuarios o con-
sumidores finales de bienes y servicios turísticos,
racionalizando su consumo y practicando un turis-
mo cada vez más responsable.

Es más factible cambiar las pautas de consumo


que tratar de modificar los volúmenes o niveles de
consumo.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

Hay que reorientar las pautas de consumo en todos


los sectores de la sociedad, fomentando mecanis-
mos de cooperación y promoviendo normas, pre-
cios e incentivos que faciliten la adopción de hábi-
tos de consumo racionales y ecológicos.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

LA NECESIDAD DE
COMPATIBILIZAR OBJETIVOS

- POLÍTICO: dinamizar el territorio


- EMPRESARIAL: generar valor y
OBJETIVOS ganar dinero Deben coincidir
- SOCIAL: mejorar la calidad de
vida
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2009)

Instrumentos
para la gestión
sostenible de
las empresas
turísticas
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 La sostenibilidad no es una cuestión exclusiva de la


administración pública, a pesar de que ésta es
determinante en su consecución.

 Es necesario plantear la sostenibilidad desde el


punto de vista del sistema turístico, del que forman
parte la sociedad local, la administración pública, las
empresas y los propios turistas.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 Las empresas turísticas empiezan a asumir la


creciente sensibilización ambiental de la demanda
turística y responden mediante diferentes
instrumentos voluntarios que permiten responder
con eficiencia a estas nuevas expectativas.

 De una primera época, en que las empresas


reaccionan de manera negativa a los requerimientos
ambientales exigidos por normas jurídicas, se ha
pasado a la época actual, en la que se considera
que ya no se trata de imposiciones más o menos
aceptadas, sino del convencimiento de que la
sensibilidad empresarial hacia el medio ambiente
supone unos beneficios muy claros para las
empresas, en general, aumentando claramente su
competitividad.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 Los beneficios de esta mayor sensibilización


ambiental de las empresas son:
 Reducción de los costes ambientales y, por tanto, de los
costes generales de las empresas: la gestión y la
optimización adecuada de los recursos naturales, y de
otros, reduce los consumos de energía, agua, materias
primas, la generación de residuos, etcétera; asimismo, este
objetivo se ve facilitado por la búsqueda e implantación de
las mejores tecnologías disponibles y de tecnologías
limpias.
 Permite acceder a mercados más exigentes y restringidos
por razones ambientales, diferenciándose, así, activamente
con respecto a sus competidores; aumentando, así, la
actividad de la propia empresa.
 Favorece nuevas oportunidades y actividades
empresariales, mejorando ambientalmente los productos
propios o acudiendo a la producción o reutilización de
otros, o accediendo al mercado bursátil y a líneas de crédito
específicas.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 Mejora la imagen general de la empresa y su credibilidad


frente a clientes, consumidores, competidores,
Administraciones Públicas y opinión pública.
 Ayuda y favorece a las empresas en el cumplimiento de la
legislación ambiental y la adopción de medidas adecuadas a
las políticas ambientales correspondientes, reduciendo las
reclamaciones y denuncias, con el ahorro de costes
derivados correspondientes.
 Reduce los riesgos ambientales, más allá del cumplimiento
legal, contribuyendo, así, a la reducción de costes de la
empresa (por ejemplo, en materia de seguros).
 Permite introducir mejoras técnicas y de funcionamiento en
la propia empresa, facilitando la actividad empresarial y el
acceso a ciertos contratos y actividades (por ejemplo,
contratos públicos, al ser creciente la introducción de
exigencias ambientales en los pliegos de condiciones
correspondientes).
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 En general, mejora las relaciones de las empresas con las


Administraciones Públicas, en particular con las
competentes en materia ambiental.

 Así pues, las empresas, en términos amplios, son


agentes económico-sociales de su tiempo y, por ello,
van sumiendo y adoptando actitudes y posiciones
más respetuosas con el medio ambiente y los
recursos naturales, que son las exigidas por las
sociedades actuales.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

1 CÓDIGOS DE BUENA CONDUCTA

Los códigos de conducta son guías y recomenda-


ciones que la misma industria establece, o ayuda
a establecer, como líneas de actuación deseables
para afrontar los problemas ocasionados.

Se trata de compromisos voluntarios que suelen


ser preferidos por las empresas como alternativa
a la regulación medioambiental. A veces, incluso,
se anticipan a este tipo de regulaciones.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

Los objetivos más habituales de estos Códigos


suelen ser:
- Servir como catalizadores para el diálogo entre
administraciones, industria, comunidades locales,
ONG’s y otros grupos de interés en el desarrollo
turístico.

- Crear una conciencia en la industria y en los go-


biernos sobre la importancia de una correcta polí-
tica y gestión ambiental, y estimularlos a promo-
ver un entorno de calidad y, consecuentemente,
una industria sostenible.

- Incrementar la conciencia entre visitantes nacio-


nales e internacionales sobre la importancia del
comportamiento adecuado con respecto al entor-
no ambiental y cultural.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

- Incrementar la conciencia entre visitantes nacio-


nales e internacionales sobre la importancia del
comportamiento adecuado con respecto al entor-
no ambiental y cultural.

- Sensibilizar a las poblaciones residentes sobre la


importancia de la protección ambiental y de la
relación entre el residente y el turista.

- Estimular la cooperación entre los sectores in-


dustriales, administraciones, comunidades loca-
les y ONG’s para lograr los mencionados objeti-
vos.

Los códigos existentes han sido desarrollados


principalmente por organizaciones gubernamen-
tales, asociaciones empresariales u ONG’s.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

El contenido más habitual de estos Códigos suele


ser:

1.Compromiso global con el medio ambiente: los


códigos incluyen el compromiso de que el desarro-
llo del turismo debe ser sostenible y tomar en con-
sideración todos los aspectos del entorno natural
y humano.

2.Reconocimiento de la responsabilidad global: los


códigos señalan que el sector privado debería acep-
tar la responsabilidad sobre el impacto del desarro-
llo turístico y debería emprender acciones correc-
toras en los casos en los que fuera necesario
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

3.Consideración del medio ambiente en la planifica-


ción y desarrollo del sector: el turismo debe ser de-
sarrollado como una actividad sostenible, por ello
su planificación y desarrollo deben ser integrados
en las políticas territoriales.

4.Prácticas de gestión ambiental: los códigos des-


criben prácticas de gestión ambiental concretas
para aumentar los impactos positivos de la activi-
dad empresarial sobre el medio ambiente y redu-
cir los impactos negativos (v.g. minimizar consu-
mo de agua y energía, etc.).
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

5.Cooperación con otros sectores: los códigos enfa-


tizan la importancia de una cooperación y comuni-
cación efectiva entre los sectores públicos y
privados, así como la necesidad de intercambiar
información y experiencias entre los distintos sec-
tores que conforman la actividad turística.

6.Conciencia pública: otro de los compromisos reco-


gidos en casi todos los códigos es el de aumentar la
conciencia pública sobre la importancia ambiental y
culturalmente responsable
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

2 GUÍAS DE BUENAS PRÁCTICAS

Las guías de buenas prácticas son instrumentos


para mejorar la gestión ambiental de una
empresa o establecimiento turístico a través de la
aplicación de una serie de medidas de reconocido
éxito.

En función de los principales impactos


ambientales que genera la empresa se intenta
establecer unas líneas de actuación para
reducir estos impactos mejorando la gestión.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

La gran ventaja que tiene este instrumento es su


bajo coste económico, ya que existen
numerosas actuaciones que, sin coste alguno,
o con pequeñas inversiones, alcanzan un efecto
considerable sobre la calidad ambiental y el
balance económico de la empresa.

Además, se trata de una herramienta muy flexible,


ya que las buenas prácticas pueden ser adaptadas
a la situación particular de cada empresa y
graduadas según el ritmo de
implantación deseado.

Generalmente, no precisan experiencia previa por


parte de la empresa y pueden ser utilizados como
primer paso para la posterior implementación de
una auditoría medioambiental o de un sistema de
gestión ambiental.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

Las áreas de acción más habituales en la mayoría


de las guías son las siguientes:

Ahorro de energía: minimización del consumo


energético, maximización e la eficiencia de las
fuentes de energía utilizadas, promoción del uso
de fuentes de energía renovables, etc.

Ahorro de agua: promoción de todas las medidas


posibles para ahorrar agua, implantación de siste-
mas de reutilización de agua, introducción de cam-
bios de comportamiento de los turistas, etc.

Gestión de residuos: prevención de la generación


de residuos desde el origen y reducción de la can-
tidad de residuos al mínimo necesario, reutiliza-
ción de productos, reciclaje de productos y mate-
riales, etc.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

Sustancias peligrosas: ausencia absoluta de ver-


tido de aceites, grasas y sustancias tóxicas por los
desagües, eliminación o reducción de equipos y
consumibles con halones o CFC, realización de
analíticas de aguas residuales y emisiones de cal-
deras, eliminación o restricción al mínimo de sus-
tancias tóxicas y peligrosas, etc.

Compras: selección de productos y servicios que


sean menos perjudiciales para el medio ambiente,
en particular, alimentos, productos de limpieza,
equipos de mantenimiento, cosméticos y produc-
tos de higiene personal y material de la oficina,
etc.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

Las principales limitaciones de este tipo de


manuales se encuentran en que la información
facilitada pierde actualidad y en que,
generalmente, no pueden ofrecer ayuda más
allá de soluciones simples y aisladas.

Tampoco ofrecen la posibilidad para la empresa


de establecer prioridades en la gestión ambiental
ni de evaluar el progreso alcanzado.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

3 ECOETIQUETAS

El ecoetiquetado es un instrumento voluntario


que va ganando interés en la industria del
turismo.

Los sistemas de ecoetiquetado tienen como


objetivo otorgar un distintivo a los productos o
servicios que, en comparación con otros que
cumplen la misma función, son menos
perjudiciales para el medio ambiente.

De esta manera, el consumidor puede reconocer


en un producto o servicio ecoetiquetado que
éste cumple unas rigurosas especificaciones...
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

... ambientales exigidas por el organismo


otorgador, y considerar esta información en
su decisión de compra.

Así, las ecoetiquetas se convierten en poderosos


instrumentos de marketing.

Pero las ecoetiquetas no son sólo eso, sino que


también son instrumentos de gestión ambiental
ya que pueden ayudar a los empresarios a
identificar puntos críticos, agilizar la
implantación de soluciones ecoeficientes basa-
das en medidas de ahorro y tecnologías limpias,
y garantizar una fuente de información pública
sobre el comportamiento ambiental de las
empresas.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

La Organización Internacional de
Normalización (ISO) ha diseñado diferentes
normas para definir diferentes tipos de etiquetas
ecológicas.

También existen numerosos premios


y concursos que, del mismo modo que las
ecoetiquetas, pretenden premiar a los productos
o servicios que destacan en determinadas
propiedades o características más respetuosas
que las de sus competidores.

Según el Programa de Naciones Unidas para el


Medio Ambiente, los principales objetivos de las
ecoetiquetas en turismo son los siguientes:
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

- Aumentan la concienciación ambiental de las


partes interesadas en el turismo: empresas,
autoridades locales y consumidores.

- Pueden servir para implicar a las numerosas


pequeñas y medianas empresas del sector en
actividades ambientales.

- Pueden mejorar el comportamiento ambiental


del sector turístico respecto a objetivos deter-
minados.

- Suministran información ambiental para con-


sumidores, y de esta manera les ayudan a
tomar decisiones en base a esta información.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

4 AUDITORÍAS AMBIENTALES/ECOAUDITORÍAS

 Se trata, básicamente, de un instrumento de análisis de


la situación. Se define como “una herramienta de
gestión que integra una sistemática, documentada,
periódica y objetiva evaluación de los procesos de
organización y de los componente y equipos, con el
propósito de conservar el medio ambiente.

 En definitiva, se trata de evaluar de forma


independiente y sistemática la gestión de los procesos
con incidencia ambiental de acuerdo con unos
estándares determinados a fin de identificar los
posibles incumplimientos de estos estándares y sus
causas como paso previo a la elaboración de un plan
de gestión ambiental que deberá corregir las
deficiencias de un modo priorizado.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 La aplicación de auditorías ambientales genera una


serie de ventajas; entre las generalmente admitidas
por la literatura especializada cabe destacar:
 Protección de la calidad ambiental.
 Posibilidad de beneficiarse de ayudas e incentivos de
acuerdo con un marco normativo regional o local.
 Reducción del riesgo de pleitos y regulaciones adicionales.
 Incremento de las oportunidades de empleo.
 Identificación y reducción de costes en utilización del agua,
evacuación de residuos y energía.
 Creación de bases de datos ambientales para la toma de
decisiones.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 La ecoauditoría define unos objetivos cuantificables


que permiten realizar un seguimiento en el tiempo de
los efectos positivos de la aplicación de la política
ambiental, detectando eficazmente las desviaciones
con respecto a esos objetivos que exijan nuevas
actuaciones. Por tanto, es una herramienta que
favorece un modelo de desarrollo turístico
respetuoso con el medio ambiente y con la
utilización sostenible de los recursos, a la vez que
implica a todos los agentes sociales en el proceso
de elaboración de la estrategia ambiental del
territorio.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 En definitiva, se trata de una adaptación de los


procedimientos de auditorías industriales
implantadas a partir de la década de los setenta. Las
diferencias evidentes con el turismo exigen que la
metodología de análisis requiera una adaptación a
las condiciones y objetivos concretos de aplicación
de la auditoría ambiental. No obstante, existen
ejemplos que demuestran la validez de la aplicación
de estos procedimientos en la industria turística.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 En cualquier caso, la propia complejidad del


producto turístico y su identificación global con el
destino turístico (en el que se incluyen desde las
infraestructuras a las empresas de alojamiento)
dificultarían la validez de una ecoauditoría para un
establecimiento específico si ésta no se integra en
un sistema de evaluación de la calidad ambiental
aplicable al conjunto del destino turístico.

 Se trata, en este caso, de diseñar sistemas que


permitan integrar un conjunto de elementos lo más
amplio posible que sinteticen la complejidad y el
carácter dinámico del destino turístico.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 Para facilitar su comprensión y organización, la


auditoría medioambiental, o ecoauditoría, se puede
estructurar en 3 apartados:
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

5 SISTEMAS DE GESTIÓN AMBIENTAL

 Los sistemas de gestión ambiental (SGA) ofrecen un


instrumento estructurado y sistemático para
incorporar la variable ambiental a todos los aspectos
de la gestión de la empresa. Se trata de una especie
de plan estratégico que, de acuerdo con la política
ambiental de la empresa, determina los objetivos y
metas a corto, medio y largo plazo y coordina los
recursos humanos, técnicos y económicos
necesarios para su consecución. Así que, un
sistema de gestión ambiental permite a las
empresas evaluar y mejorar su comportamiento
ambiental y, a la vez, difundir la información
correspondiente al público y a otras partes
interesadas.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 Estos sistemas están cada vez más extendidos en


las empresas turísticas y su implantación permite a
éstas obtener las ventajas propias de todo sistema
de gestión sumadas a los beneficios ambientales,
concretamente, la mejora de la imagen frente a sus
clientes, proveedores administración pública y
personal interno, así como la mejora de la
competitividad de la empresa a través de la
racionalización del uso de recursos y la reducción
de los residuos.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 Finalmente, las empresas que se adhieran a un SGA


se aseguran el cumplimiento de la legislación
ambiental. Por otra parte, desde el punto de vista de
la imagen de la empresa, su utilidad parece más que
evidente: si en la elección del destino turístico pesan
cada vez más cuestiones de carácter ambiental, la
existencia de una certificación objetiva de la calidad
de este destino turístico constituirá, sin duda, un
elemento a tener en cuenta en la decisión sobre el
destino turístico elegido.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 En general, las auditorías ambientales permiten


evaluar el impacto ambiental causado por una
empresa e identificar los ámbitos de actuación para
reducirlo. En este sentido, el SGA parte de una
evaluación inicial, que informa sobre la situación
ambiental de partida de la empresa, y utiliza
auditorías periódicas para evaluar el progreso y el
cumplimiento de los objetivos y metas del SGA y la
adecuación a la norma de referencia.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 Los estándares de sistemas de gestión ambiental


surgieron en la década de los años noventa como
consecuencia del éxito de la serie de normas ISO
9000 para Sistemas de Gestión de Calidad.
Actualmente, existen diferentes normas de carácter
voluntario para diseñar e implantar un SGA.

 Las más conocidas son las ISO-14000, indicar que


se trata de un conjunto de normas internacionales
cuyo fin es asegurar la calidad ambiental en la
producción de bienes y servicios. En la actualidad,
operan la norma ISO-14001, sobre sistemas de
gestión ambiental para garantizar un respeto al
entorno en las operaciones de la empresa y una
mejora continuada, y la norma ISO-14010, sobre
auditorías medioambientales.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 Cuando se decidió crear una norma internacional ya


existían pautas reguladoras de los sistemas de
gestión medioambientales, pero al proponerse a
principios de los noventa el desarrollo de la Norma
UNE-EN ISO 14001, muchos gobiernos participaron
en el proyecto. Las normas de la serie ISO 9000, de
Aseguramiento de la Calidad, y la BS 7750 sirvieron
de inspiración para la determinación de la forma y la
naturaleza de la ISO 14001.

 En general, la implantación de un sistema de gestión


ambiental implica la realización de las siguientes
etapas:
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 Con la aplicación del SGA se incluyen en un sistema


de gestión general y documentado, y de forma
natural, todos aquellos aspectos de las actividades y
servicios que pueden generar un impacto sobre el
medio ambiente, siendo aplicable a todo tipo de
organización, cualquiera sea su naturaleza. No
obstante, es importante señalar que su origen está
muy ligado a las organizaciones empresariales de
tipo industrial, por esta razón fueron éstas las
primeras en implantarlo.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 El sistema así diseñado debería estar capacitado


para:

 Establecer una política medioambiental adecuada para la


organización
 Identificar los aspectos medioambientales de su actividad.
 Identificar los requisitos legales y reglamentarios aplicables.
 Fijar los objetivos y metas medioambientales.
 Establecer programas para alcanzar los objetivos y metas.
 Planificar el control, seguimiento y auditorías para asegurar
que se cumple con la política y que el sistema sigue siendo
apropiado.
 Ser capaz de adaptarse a circunstancias cambiantes.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2009)

La
Responsabilidad
Social
Corporativa en
las empresas
turísticas
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 La cuestión esencial y sustantiva del concepto de


Responsabilidad Social Corporativa es asumir que la
empresa tiene también obligaciones respecto a la
sociedad, más allá de sus propietarios y accionistas.

 Admitir la responsabilidad social corporativa implica


reconocer que la empresa tiene obligaciones que
exceden del ámbito del mercado y, por ahora, del
marco normativo, exigiéndose, así, su aceptación
voluntaria, así como reconocer que la empresa no es
un instrumento neutro al servicio de intereses
privados, sino que es un agente económico-social
que debe tender a conseguir objetivos y metas en
tales ámbitos.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 En relación con el medio ambiente, la empresa no


puede desdeñar por más tiempo su responsabilidad
en la nueva dirección que supone un desarrollo
económico y social sostenible. Las empresas deben
saber responder a esta conciencia ambiental que se
ha convertido en uno de los elementos esenciales de
su legitimidad o credibilidad social. La
consideración ambiental de las decisiones
empresariales es, actualmente, un hecho
económico, un elemento de la cuenta de resultados
de la empresa; no hablándose ya de externalidades
para referirse a las consecuencias ambientales de la
actividad empresarial.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 Admitido lo anterior de forma pacífica, sin embargo,


la primera dificultad que surge pasa por situar
adecuadamente los diversos conceptos aparecidos.
Por ello, es conveniente realizar un breve análisis de
los conceptos utilizados con más frecuencia en la
actualidad.

 Así, la Unión Europea utiliza el concepto de


Responsabilidad Social Corporativa para referirse a
la integración voluntaria, por parte de las empresas,
de las preocupaciones sociales y medioambientales
en sus operaciones comerciales y en sus relaciones
son sus interlocutores o partes interesadas
(stakeholders); teniendo en cuenta también los
aspectos económico-financieros.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 Por su parte, Naciones Unidas maneja el concepto de Global


Compact o Pacto Mundial, impulsando la adopción de una
serie de principios y valores compartidos que den rostro
humano al mercado mundial, y promoviendo la
construcción de los pilares social y ambiental necesarios
para mantener la nueva economía global. Esos principios, a
los que nos referiremos más adelante, integran el contenido
de la responsabilidad de la empresa.

 La Global Reporting Initiative, impulsada por CERES


(Coalition for Environmentally Responsible Economies) y el
PNUMA, tiene por objetivo principal el desarrollo de
informes o memorias corporativas de sostenibilidad
armonizadas (incluyendo aspectos sociales, económicos y
ambientales); fomentando, así, que la información sobre
cuestiones sociales y ambientales se sitúe al mismo nivel
que la información económico- financiera, contribuyendo al
desarrollo sostenible.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

CAMBIOS EN EL POSICIONAMIENTO COMPETITIVO


DE LAS EMPRESAS TURÍSTICAS
MATERIA PRIMA

EXPERIENCIA
FIDELIZACIÓN
PUBLICIDAD

MARKETING
PRODUCTO

VENTAS

RSC
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 La Responsabilidad Social Corporativa implica


reaccionar de forma positiva a las necesidades de la
sociedad, a las demandas sociales:
 Es una forma e competir en los mercados.
 Es una forma de diferenciación (cada vez es más
difícil competir vía precio).

 ¿Cómo construir un destino turístico socialmente


responsable?
 Administraciones: i) impulsar proyectos
emblemáticos; ii) dar a conocer las buenas
prácticas.
 Empresas: actuar; integrar la RSC dentro de la
estrategia empresarial.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

LA MATRIZ VIRTUOSA (THE VIRTUE MATRIX)

Que sea Sólo se


bueno para hace
la sociedad cuando el
y bueno margen de
para el beneficio es
negocio Filantropía Filantropía suficiente
estratégica bienintencionada

Lo hacen
los
competidores
Lo exige el
Cumplir la entorno
Obligación Legal Presión social
Ley más
próximo
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 Estrategia efectiva: ¿cómo se justifica la


necesidad de la RSC?

 Mejora de la sociedad: aunque sea por


puro egoísmo empresarial; no hay
empresa de éxito en territorios fracasados.
 Mejora de la imagen corporativa: es
necesario gestionar la imagen de marca.
 Desarrolla las relaciones con los
stakeholders: comunidad local,
trabajadores, sindicatos, ecologistas, etc.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

 ¿Qué hacer en Responsabilidad Social


Corporativa?

 Valor percibido: que responda a las


necesidades concretas de la sociedad.
 Diferenciación competitiva: que esté
vinculado con lo que hace la empresa.
 Extensibilidad: que se conozca, para ello
hay que difundir la apuesta de la empresa
por la RSC, incluyéndolo en (folletos,
dossiers de empresa, etc.).
 Elegir una idea-fuerza.
 Diálogo con los stakeholders.
© Juan Ignacio Pulido Fernández (2011)

GRACIAS POR
SU ATENCIÓN

Email: jipulido@ujaen.es
http://www.jipulido.es

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