La
CUESTION
del
VINO
yvla
CERVEZA
POLO TRUJILLO*““LA CUESTION DEL
VINO Y LA CERVEZA’”’
Pol llegé a la oficina de Carpio y traia
con él a un nifio de aproximadamente
nueve a diez anos de edad, su camisa es-
taba rota, sus pantalones también estaban
rotos, y él, estaba completamente des-
peinado; sus zapatos tenian despegadas las
suelas. El] nifio parecia mas bien un por-
diosero, pues su cara también estaba sucia.
Cuando Pol presenti el nifio a Carpio,
el nifio parecia que habia Norado mucho.
Esa tarde Carpio le pregunto:
—{Cdémo te llamas, nifio?
—Mi nombre es Polito. —Contesté so-
Nozando.
—Pero {qué es lo que te pasa? —volvid
a preguntar Carpio. —Y —{Por qué
vienes asi?
E] nifio iba a responder pero Pol le dijo
a Carpio:
—Yo me encontré a este nifio en el
1vecindario de al lado, estaba sentado en
la banqueta y pasé por ese lugar como
a las once de la mafiana, y luego volvi
como a las tres, y todavia estaba alli.
Me dijo que vivia solamente a dos
cuadras y que tenia hambre, y es por
eso que lo he traido aqui, para darle
algo de comer.
Carpio buscé en la cocina de la iglesia
leche, pan y galletas, y se las trajo al nifio.
—Come, —le dijo Carpio, —pero des-
pués quiero que me cuentes tu historia,
porque algo te debe estar pasando y
ojala que nos lo cuentes a nosotros.
Después que el nifio comié, empezd a
contarles por qué habia llorado mucho ese
dia.
—Para mi los dias han sido muy tristes,
—empez6 diciendo Polito.
—Casi no voy a la escuela porque en mi
casa muy pocas veces hay qué comer,
no tengo zapatos, ni ropa y somos una
familia de seis. Pero casi todos mis her-
manos y mis hermanas sufren lo mismo
que yo. Les voy a contar lo que me ha
pasado estos dos Ultimos dias.
—Si, si, cuéntanos, —dijo Pol con mu-
cho interés y Carpio agregé: —Te oire-
mos con paciencia.
Polito dijo:—Mi padre es una persona
2