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El Yetzer Hará - (los malos instintos)

Todos conocemos el concepto del Yetzer Hará y sabemos quién es y qué quiere de nosotros.
Vamos a analizar bien este tema para poder entender su manera de trabajar y así adquirir
consejos para luchas contra el Yetzer Hará.
Es el Yetzer Hará, es el Satán y es el Malaj Hamavet:
La Guemará nos dice que el Yetzer Hará, es el Satán y es el Malaj Hamavet. [1] Vamos a
entender qué nos quieren decir la Guemará.
Cuentan que un niño le aconsejó a su amigo que rompiera un espejo que estaba en la
escuela ya que era algo muy divertido y lo iba a disfrutar mucho; aunque el amigo no quería
mucho, éste le insistía mucho hasta que el amigo lo hizo. Mientras estaba rompiendo el
espejo, fue este niño con el director para acusar al amigo que estaba rompiendo el espejo.
Cuando llegó el director, vio al niño cómo estaba rompiendo el espejo con todas sus ganas y
por supuesto que el niño que lo acusó no le comentó al director que él había sido quien lo
había incitado, sino al contrario, este niño le recomendó al director que lo expulse de la
escuela.
Así mismo se comporta el Yetzer Hará.
El Yetzer Hará nos incita a pecar, luego va como acusador con Hashem y luego le
recomienda a Hashem que nos castigue.
Es lo que se refieren los Jajamim:
Yetzer Hará: Es el instinto que nos incita a pecar.
Satán: Es quien nos acusa con Hashem.
Malaj Hamavet: Es quien le aconseja a Hashem que seamos castigados hasta la muerte.
¿Para qué fue creado el Yetzer Hará?
Pregunta Rab Jonatan Aishbitz: ¿Para qué fue creado el Yetzer Hará? Él mismo contesta lo
siguiente:
Si el Yetzer Hará no se hubiera creado, todos los actos del hombre hubieran sido íntegros,
así como los ángeles celestiales, por eso quiso Hashem probarnos y analizar nuestros actos,
hasta dónde estamos dispuestos y hasta cuánto nos esforzamos para apegarnos a
Hashem[2]
El Yetzer Hará vive con nosotros todo el tiempo:
Cuando Rab Itzjak Hutner era un joven y estudiante en la Yeshibá; se sentó en su mesa para
estudiar y empezó a hablar sólo.
El Rosh Yeshibá se acercó a él y lo vio muy extraño, ya que estaba hablando sólo. Y le
preguntó con quién estaba hablando, ya que no hay nadie frente a él.
Rab Itzjak le contestó que estaba estudiando con su pareja de estudio (Jabrutá) que era el
Yetzer Hará.
El Rosh Yeshibá se sorprendió más todavía y le preguntó por qué no había escogido a una
mejor pareja de estudio, como el Yetzer Hatov.
Rab Itzjak Hutner contestó así: Ayer escuché en su conferencia que dio, que debemos
escoger una pareja de estudio que nunca llegue tarde al estudio; así que escogí al Yetzer
Hará, ya que él nunca llega tarde; llega a tiempo todos los días.[3]
¿Cómo pudiste luchar contra el Yetzer Hará sin ninguna arma?
Desde edad muy temprana, Israel que se transformaría en el famoso Rabi Israel de Ruzin,
demostró tener cosas buenas y excepcionales. En el festejo de su bar mitzva uno de los
invitados pregunto:
"Dime Israel, si tu Yetzer Hatob llego para ayudarte apenas hoy, que tienes la obligación de
cumplir con las Mitzvot ¿Cómo pudiste luchar contra el Yetzer hara sin ninguna arma todos
estos años"?
"Pues cada vez que venia a hacer que hiciera algún pecado, le decía algo que siempre me
funcionaba"
"¿Que le decías?", pregunto el hombre, lleno de curiosidad.
"Le decía que la halaja exige que el juez considere un caso recién cuando estén las 2
partes. Y si el Yetzer hara quería que yo hiciera todas sus cosas que el me pedía, debía de
esperar a que entrara a la escena el Yetzer Hatob y pudiera dar su propia versión de la
historia."
El Yetzer Hará tiene sus maneras de luchar:
Se cuenta de un Yehudí comerciante en Manhattan que hacía muchos negocios con un Goy y
tenían mucho éxito Baruj Hashem, pero repentinamente empezó a decaer el negocio de este
gentil. Fue tanto el aprieto, que necesitaba de varios millones de dólares para poder afrontar
la crisis en la que se encontraba. Fue a ver al Yehudí y le dijo:
—Estoy en serios apuros económicos. Ayúdame.
—Con mucho gusto —contestó el Yehudí—. ¿Cuánto necesitas?
—Se trata de varios millones de dólares.
El Yehudí se los prestó y, al paso del tiempo, este Goy se los pagó en su totalidad.
La vida da muchas vueltas (que siempre tengamos éxito) y ahora fue el Yehudí quien
necesitaba dinero. Trató de conseguirlo y nadie le prestaba. Recordó a su amigo el gentil.
Fue a verlo, le pidió y él sí se los prestó.
Con tantos altibajos en lo material, este Yehudí también experimentaba altibajos a nivel
religioso (que nadie sepa). En su grupo de comerciantes hubo una fiesta muy importante.
Todos fueron y el Yehudí también asistió. La cena fue a todo lujo y, como platillo principal,
¡un stake (New York Cut), 100% no Kosher!
El Yehudí tomó el cuchillo y cortó un pedazo. Lo metió en su boca y se lo comió… El Goy, su
amigo, al darse cuenta de lo que el judío estaba haciendo, se le acercó diciéndole:
—¡No vuelvo a prestarte un solo centavo nunca más! Yo creía en ti porque pensé que eras
temeroso de tu Di-s, pero ahora que sé que no le temes y no respetas Sus leyes, no tengo
ninguna garantía de que eres pagador.
El Yetzer Hará convence a la persona en hacer lo que uno no quiere hacer:
Una persona llega a una tienda de telas, y le pide al vendedor un metro de tela de seda color
azul.
Ya que en la tienda no tenían ese tipo de tela; el vendedor, que era muy inteligente, estaba
convenciendo al cliente que se lleve otro tipo de tela y le enseñó otra tela diferente color
negro.
El vendedor le dice al cliente: Mire señor, esta tela es mucho mejor que lo que usted quiere;
esta tela es más resistente, tiene más durabilidad, y no sólo eso, sino que el negro es lo que
se está usando ahora, ya que el azul que usted quiere está fuera de moda.
El cliente, después de tanto escuchar, le repitió al vendedor: Quiero un metro de tela se
seda color azul, y si no tienes, me voy.
Dice el Saba De Nobardok: Así exactamente se comporta el Yetzer Hará: Muchas veces llega
el Yetzer Hará con la persona y lo trata de convencer que no haga esta Mitzvá exactamente
así, o que le cambie un poco o que lo haga diferente, etc.
Debemos saber que lo que Hashem pide, es exactamente lo que debemos de darle y no
debemos de cambiarle el tipo o calidad de Mitzvá que nos ordenó.
¿Cómo ver al Yetzer Hará?
Los Tzadikim verán al Yetzer Hará como una enorme montaña y se preguntarán: ― ¿Cómo lo
logramos? Los Reshaim lo verán como un pelo finito y dirán: ― ¿Cómo no pudimos?
Lo tenía que vencer así y así:
Cuando venga la persona a su juicio celestial a juzgarlo por algún pecado que haya hecho, le
van a enseñar el mismo pecado pero en otra persona después de que ya haya hecho el
pecado.
Si la persona se asombra y se enoja y dice: “Pero tenía que hacer así y así para no caer en el
pecado”; lo juzgarán que él también hubiera tenido que pasar la prueba y no haber caído en
el pecado.[4]
Si analizamos esto, seguramente si viéramos los pecados de otra gente, nos hubiéramos
sorprendido cómo no pasó la prueba; pero lo malo es que nosotros tampoco las pasamos.
No es bueno que la persona tenga 2 corazones:
Está escrito en la Torá: “Vayomer Hashem Elokim: Lo Tob Eyot Haadam Lebado” – “Y dijo
Hashem: No es bueno que la persona se quede sola”.
Escribió el Ben Ish Jay:[5] El Yetzer Hará es conocido como “corazón”, ya que los deseos
vienen directamente del corazón.
Así mismo explica la Guemará, lo que leemos en el Kriat Shema: “Bejol Lebabeja” – “Con
todo tu corazón”, esto viene a enseñarnos, que debemos amar a Hashem con nuestros 2
instintos: El Yetzer Hará y el Yetzer Hatob”.
El trabajo de la persona en este mundo, es vencer al Yetzer Hará con nuestro Yetzer Hatob; y
si lo vence, ya sólo tendríamos 1 sólo instinto para trabajarle a Hashem.
Y es lo que dice el Pasuk: “No es bueno que la persona se quede sola”, en hebreo, la palabra
“sola” se dice: “Lebado” ‫לבדו‬, que quiere decir: ‫לב‬-‫דו‬, es decir, 2 corazones.
No es bueno que la persona tenga 2 corazones, sino únicamente el instinto bueno – Yetzer
Hatob”, para que esté gobierne siempre al malo.
EL YEZER HARA , EL INSTINTO DEL MAL por RAB ELI MANSUR.
En el libro de Bereshit (4,7) nos relata la Torá lo que Di-S le dice a Kain al verlo bravo y
desganado por no haber recibido su ofrenda y le dice: Si no vas a hacer el bien, el Yetzer
hara (instinto del mal) te esperara en la puerta, y esta en tu búsqueda, pero si quieres
puedes dominarlo.
El Kli Yakar explica este pasuk de acuerdo a lo que dicen Jazal, los que comparan al instinto
del mal con una mosca. El explica que una mosca no tiene la fuerza de crear un hueco
fresco en la carne, pero que es lo que hace?, se para en donde existe ya una herida abierta y
trata de engrandecerla, esta es precisamente la manera en que el instinto del mal trabaja.
El no tiene el poder de dañar a un Tzadik, que no le da oportunidad de entrar. Es solo cuando
el viene hacia gente que ya ha pecado, que el puede entrar y le causa pecar aun mas y esto
es a lo que HaShem se refería cuando le dijo a Kain que si el seguía con su pecado el
instinto del mal lo estará esperando a la puerta, el va a esperar por ti solo a que peques una
vez y va a tener el ímpetus para hacerte pecar otra vez, ya que un pecado lleva a otro.
Si la persona se aparta del primer pecado, no abriendo la puerta, el Yetzer hara queda fuera
del juego.
El Gaon de Vilna explica también este concepto de de una forma similar, el Yetzer no tiene
ninguna fuerza sobre la persona si no se le abre la puerta.
Para entender la idea del Gaon tenemos que introducir que hay 3 niveles a los que la
persona se enfrenta: uno debajo de el, uno por encima y el otro, a su nivel. El nivel debajo de
el lo componen esas cosas que lleva en el subconsciente como prohibidas o obligatorias,
que nada le hará transgredir o cumplir con su obligación. El nivel que esta por encima de el
se compone de las cosas que están fuera de su alcance, no las sabe o no las quiere saber
que están prohibidas o que son obligatorias, como resultado las transgrede
indiscriminadamente sin remordimiento de conciencia.
En estos dos niveles que podemos llamar el área blanca y el área negra de la vida de la
persona, en estas 2 áreas explica el Gaon el Yetzer no tiene entrada en el corazón de la
persona, en una porque no puede entrar y en la otra porque no necesita (viendo que la
persona peca por su propia voluntad).
Pero es cuando la persona opera en el nivel en el que esta -donde tiene duda si pecar o no-
es cuando la puerta se abre y se le permite entrar (al instinto del mal) para “ayudarlo“ a
tranquilizarse y a tomar la decisión sobre la cual esta pensando. Es en estas áreas grises de
la vida de la persona que el Yetzer toma un rol activo.
Esto es lo que Di-S le dijo a Kain, que no creyera que no tenia ayuda del todo y estaba en
manos del Yetzer hará, todo lo contrario el tenia la fuerza de tomar la iniciativa y detenerlo a
distancia, manteniendo la puerta cerrada.
Si hacia esto iba a encontrar al Yetzer Hará volviéndose cada vez mas débil al pasar del
tiempo.
No lo has vencido:
Una persona llego al Bet Midrash del Admor de Gur, en la noche de Shabat, y se sentó en el
Tish (su comida sabática con los jasidim), cerca del Rebe.
Mientras seguía con devoción cada movimiento de su Rebe, bebiendo cada una de sus
palabras con fervor, apareció - de la nada - una mosca que empezó a fastidiarlo danzando a
su alrededor… la espantó con su mano… pero la mosca volvió y se posó en su frente… volvió
a espantarla, pero parecía que la mosca se había encariñado con él… Insistía
caprichosamente… la espantaba y volvía… la espantaba y volvía… de repente le zumbaba en
la oreja, de repente aparecía en la punta de su nariz… Hasta que finalmente terminó con su
paciencia… y con un certero golpe la aplastó contra la mesa y la mató!
El hombre se sorprendió por su reacción. Una gota de sudor corrió por su frente. ¡Es Shabat,
y esto está prohibido por la Torá!
No sabía hacia donde mirar, por donde escaparse, sintió que en su interior subía el fuego de
la vergüenza. Todos a su alrededor habían presenciado su tropiezo, quien sabe también el
Rebe había visto todo…
Pero en unos instantes comprobó que el suyo no había sido un golpe mortal… la mosca se
debatió entre la vida y la muerte durante unos instantes, pero poco a poco se fue
rehabilitando hasta que finalmente desplegó sus alas y salió volando. Un suspiro de alivio…
De pronto un silencio absoluto inundó el Bet Hamidrash, todos se aprestaron a escuchar las
palabras del Admor.
Se escuchó la voz del Rebe: Dijeron los Jajamim, al final del Masejet Berajot, que el instinto
malo se compara a una mosca… ¿En qué se parecen uno a la otra? Si te parece que
levantaste tu mano y le diste un certero golpe, estás equivocado.
¡No! No está muerto. Está vivo. Probablemente algo golpeado y confundido, pero pronto se
rehabilitará y volverá a levantarse como si nada hubiera pasado…
La enseñanza del partido de fútbol:
Nuestra Torá nos cuenta de un formidable enemigo que nos acompaña cada dia en cada
acción a lo largo de nuestra vida. Este enemigo es conocido como el "Yetzer Hará", la
inclinacion/tendencia al mal. Después de que Kayin trae una ofrenda no muy "eleborada" Di-
s le habla: "Seguramente, si tratas de superarte, serás perdonado. Pero si no te arrepientes,
entonces el pecado estara en la puerta de vuestra casa. Tienes un deseo dentro tuyo, pero
puedes conquistarlo" (Génesis 4:7).
Con esta breve introduccion al concepto del "Yetzer Harah" quiero compartir una historia
que recientemente escuche, que tal vez sea especial para esta epoca en que termina aqui
en Estados Unidos las grandes ligas de beisbol que atrapan a tantas personas. Tambien
puede ser una lección para aquéllos como yo que a veces pegamos nuestras orejas a las
frivolas conversaciones del subterráneo de Nueva York.
El Rab Sholom Schwadron había notado como uno de los estudiantes de la yeshiva habia
faltado el domingo y lunes. En la mañana del martes se acercó al joven para preguntarle por
que no habia ido a estudiar esos dos días. "Te conozco desde hace dos años, y nunca has
faltado un solo día a la yeshiva. Estoy seguro que algo importante ocurre. Por favor dime si
ocurre algo serio."
El joven al principio no quiso hablar, pero después de vacilar unos segundos logro decirle:
"contaría todo, pero, Rebbe, usted no entendería". "Prueba a ver si entiendo o no" Rab
Sholom le respondió. "Haré todo lo posible para tratar de entender y apreciar lo que me
cuentes".
"Vamos a ver", respondido el estudiante, confiado sin importar qué explicación daría, sería
incomprensible para el Rab que probablemente nunca haya visto en su vida una pelota de
fútbol. "Falte a la yeshiva porque estaba viendo las finales de fútbol del Maccabi Tel Aviv. De
hecho, probablemente tambien falte a la yeshiva mañana", dijo el alumno con verguenza.
"Pasa que es la final del campeonato".
El Rab Schwadron no se mostro enojado, todo lo contrario, parecio interesarse mucho.
"Estoy seguro que este juego de fútbol debe ser realmente excitante. Cuenteme, ¿cómo se
juega al fútbol? ¿Cual es el objetivo? ¿Quien gana?.
"Hay once jugadores, y el objetivo es patear una pelota dentro del arco. Solo el portero
puede tocar la pelota con la mano", le respondio el estudiante lleno de entusiasmo,
mientras que la cara de Rab Schwadron se iluminaba con el relato del joven.
El Rab Schwadron sabia que este joven era un buen estudiante y quiso que este comodo.
"Asi que hay que meter la pelota en el arco para ganar...Si es asi, vaya ahora, patea la pelota
en el arco, y regresa a yeshiva", sugirio el Rab.
El estudiante se rió. ¡"Rebbe, usted no entiende! ¡El equipo contrario también tiene once
hombres y un portero, y ellos tratan de detener al adversario para que no metan la pelota en
el arco".
"Dígame," le dijo el Rab Schwadron. Estos otros hombres del otro equipo, ¿están allí las 24
horas del dia?". "Claro que no!" dijo el estudiante riendose. "Se van a casa a la noche"
¿Hacia donde estaba yendo el Rab con todas estas preguntas?, se cuestiono el joven.
El Rab Schwadron se le acerco al oido y en secreto le dijo su brillante plan. "Por qué no nos
metemos en el estadio esta la noche mientras los contrarios no estan y pateamos la pelota
en el arco cuándo nadie mira? ¡Entonces despues, podemos regresar a la yeshiva!".
El joven se dio por vencido frustrado de ver que el Rab no habia entendido. ¡ Oy! ¡Rebbe!
Usted no entiende. ¡No se hacen goles si el otro equipo no trata de detenerte! ¡No tiene
ningun sentido patear la pelota dentro de un arco vacio y sin adversario que este del otro
lado!
" Ah!" grito el Rab Sholom con tono de victoria. ¡Ahora escucha por un momento lo que
acabas de decir: Notiene ningun sentido patear la pelota dentro de un arco vacio si no hay
adversarios del otro lado. Lo mismo sucede con el estudio de la Tora: justamente cuando
hay adversarios, cuando hay un deseo de faltar a clase, cuándo el Yetzer Harah trata de
desviarnos del camino es cuando realmente se acumulan puntos. ¡Ven mañana, y jamas
podra imaginar cuántos goles marcaras para el equipo de Hashem".
¡No hace falta decir ni que el joven entendió el mensaje y estaba al día siguiente estudiando
en la yeshiva.
La Tora nos enseña sobre la naturaleza del Yetzer Harah y como este nos desafia en cada
momento. El Yetzer Harah siempre esta listo para bloquear nuestras intenciones de cumplir
mitzvot. Nuestro trabajo es darnos cuenta de que debemos vencerlo cuando el deseo es
mayor. Porque cuando es más difícil hacer lo correcto, ahí es cuando realmente acumulamos
puntos.
SHALOM
Por. Rav Salomón Michan.

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