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DEPRESIÓN

¿QUÉ ES?
El hecho de sentirse triste, “deprimida”, de tener pensamientos negativos o dificultad para
dormir no significa necesariamente que usted sufra una depresión. Los momentos de
“depresión”, de tristeza, de duda o de cuestionamiento forman parte de la vida.

A lo largo de la vida y en relación con los acontecimientos que nos van sucediendo, las personas
experimentamos una amplia gama de sentimientos, del más triste al más optimista. Dentro de
esta variedad de emociones, la tristeza, el desánimo y la desesperación son experiencias
humanas normales. Estas disminuciones en el estado de ánimo no deben confundirse con las
que experimenta una persona deprimida.

La depresión es una enfermedad mental. Para hablar de depresión y, por lo tanto, de


enfermedad, se requiere:

✓ Que estos sentimientos se presenten de forma (casi) continua durante un periodo


superior a dos semanas.
✓ Que causen un malestar importante en una o varias áreas de la vida diaria (dificultad o
imposibilidad para levantarse, de ir a trabajar, salir a hacer la compra…).
✓ Que se vean afectadas áreas de la persona como pueden ser: la pérdida o ganancia
significativa de peso; que se padezca de insomnio o de hipersomnia; agitación o retraso
psicomotor; fatiga o pérdida de energía; sentimientos de inutilidad o de culpabilidad
excesiva o inapropiada; disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o de
tomar decisiones; la aparición de pensamientos de muerte recurrentes e ideas suicidas
(sin un plan determinado o con un plan específico para llevarlo a cabo), llegando, incluso
a haber intentado el suicidio.

La depresión es en España la enfermedad mental más diagnosticada, con una prevalencia1 del
5,2%. Además, si se le añade el trastorno mixto ansioso-depresivo, las estadísticas aumentan
considerablemente. Según la Organización Mundial de la Salud, las mujeres son más propensas
que los hombres a la depresión y a la ansiedad, con casi el doble de posibilidades de sufrir un
episodio a lo largo de su vida.

Existen varios tipos de trastornos depresivos, los más comunes son el trastorno depresivo grave,
el trastorno distímico y la depresión menor:

Trastorno depresivo grave. También llamado depresión grave, se caracteriza por una
combinación de síntomas que interfieren con la habilidad para trabajar, dormir, estudiar, comer,
y disfrutar de las actividades que antes resultaban placenteras. La depresión grave incapacita a
la persona y le impide desempeñarse con normalidad. Es posible que un episodio de depresión
grave ocurra solamente una vez en de la vida de una persona, pero mayormente, puede volver
a aparecer durante las diferentes etapas de la vida.

1
Organización Mundial de la Salud. (2017). Depresión y otros trastornos mentales comunes: estimaciones
globales de salud.

1 Saray García Silva – Psicóloga col. 1560 – 636-600-891


Trastorno distímico. También llamado distimia, se caracteriza por síntomas depresivos de larga
duración (dos años o más) pero menos graves que los de la depresión grave. Es posible que la
distimia no incapacite a una persona, pero le impide desempeñarse con normalidad o sentirse
bien. Quienes tienen distimia también pueden padecer uno o más episodios de depresión grave
a lo largo de sus vidas.

Depresión menor. Los síntomas de la depresión menor son similares a los de la depresión grave
y la distimia, pero son menos graves y/o generalmente duran menos tiempo.

¿CUÁLES SON SUS SÍNTOMAS?


No todas las mujeres con enfermedades depresivas presentan los mismos síntomas. Además, la
gravedad, frecuencia y duración de los síntomas pueden variar según la persona y su
enfermedad en particular.

Los síntomas de la depresión incluyen:

✓ Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad o "vacío".


✓ Sentimientos de desesperanza y/o pesimismo.
✓ Irritabilidad, inquietud, ansiedad.
✓ Sentimientos de culpa, inutilidad y/o impotencia.
✓ Pérdida de interés en las actividades o los pasatiempos que antes resultaban
placenteros, incluso las relaciones sexuales.
✓ Fatiga y falta de energía.
✓ Dificultad para concentrarse, recordar detalles y tomar decisiones.
✓ Insomnio, despertar durante la noche o hipersomnia (dormir demasiado).
✓ Comer demasiado o perder el apetito.
✓ Pensamientos suicidas, intentos de suicidio.
✓ Dolores o malestares persistentes, dolores de cabeza, retorcijones en el estómago
(cólicos) o problemas digestivos que no se alivian, ni siquiera con tratamiento.

¿POR QUÉ SE PRODUCE?


Por lo general, se considera que existen factores biológicos, psicológicos y ambientales
(aquellos relacionados con el entorno social o la familia).

Algunos de estos factores pueden actuar bastante antes de que se presente la depresión,
“preparando el terreno”, y se les conoce como factores de riesgo o de vulnerabilidad. Por
ejemplo, el hecho de tener un padre o una madre que hayan sufrido depresión, aumentaría el
riesgo de poder verse afectada por esta enfermedad; del mismo modo, el haber vivido
acontecimientos traumáticos o conflictivos graves en la familia durante la primera infancia, está
asociado con un mayor riesgo de depresión en la edad adulta.

Otro grupo de factores actúan justo antes de la depresión, la desencadenan, y se les conoce
como factores precipitantes. Por ejemplo, la pérdida de un ser querido o una ruptura amorosa.

2 Saray García Silva – Psicóloga col. 1560 – 636-600-891


¿QUÉ TRATAMIENTOS HAY?
El tratamiento para los problemas de depresión depende del nivel de la misma, del tipo de
trastorno que se padezca y del historial médico de la persona.

A menudo, el tratamiento puede incluir la ingesta de medicamentos antidepresivos (como los


inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y los antidepresivos tricíclicos). Los
profesionales sanitarios deben tener presente los posibles efectos adversos de los
antidepresivos, las posibilidades de llevar a cabo uno u otro tipo de intervención y las
preferencias individuales.

La asistencia psicológica o psicoterapia es otro tratamiento común. Las investigaciones han


demostrado que varias formas específicas de psicoterapia son efectivas contra la depresión
(aunque, por desgracia, esta asistencia no está siempre disponible en el Sistema Sanitario).

La psicoterapia puede ser la mejor opción para tratar la depresión leve y moderada. Pero, es
posible que para los casos graves de depresión o para ciertas personas, la psicoterapia no sea
suficiente, por lo que la vía más efectiva consiste en la combinación de ambos métodos.

También se pueden acompañar los métodos tradicionales con las terapias de medicina
alternativa o complementaria (MAC), algunas de las cuales pueden ayudar a mejorar los
síntomas de la depresión, como pueden ser la actividad física regular, que aumenta los niveles
de químicos del cerebro que controlan el estado anímico (muchos estudios muestran que todos
los tipos de actividad física, incluso yoga y Tai Chi, ayudan a mejorar la salud mental de las
mujeres)2; y la fitoterapia que consiste en la utilización de plantas medicinales que aportan
beneficios al organismo, siempre bajo la estrecha supervisión de un especialista3.

¿DURANTE CUÁNTO TIEMPO SE APLICAN LOS TRATAMIENTOS?


En los adultos que sufren un episodio depresivo o depresión y responden bien al tratamiento
inicial con antidepresivos, estos no deben suspenderse antes de transcurridos entre 9 y 12
meses de la recuperación. Hay que vigilar periódicamente el tratamiento, en particular el
cumplimiento terapéutico. La frecuencia de los controles estará determinada por el
cumplimiento terapéutico, la gravedad del cuadro y las cuestiones de factibilidad local.

En relación a la psicoterapia existen algunos tratamientos de corta duración (10 a 20 semanas)


y otros de larga duración, según las necesidades de la persona, la sintomatología que presenta,
las áreas afectadas de su vida y la motivación que presenta para conseguir los cambios deseados.

¿CÓMO SOBRELLEVAR LA ENFERMEDAD?


Es muy común que una persona con depresión se sienta agotada, impotente y sin esperanza.
Hacer algo para ayudarse a sí misma puede ser muy difícil, pero es importante que se dé cuenta
de que estos sentimientos son parte de la depresión y no reflejan las circunstancias reales. A

2
Harner, H., Hanlon, A.L., Garfinkel, M. (2010). El efecto del yoga Iyengar en la salud mental de mujeres
encarceladas: un estudio de factibilidad (versión en inglés). Nursing Research; 59(6): 389-99.
3
Piera, M. (2003). Fitoterapia, psicoterapia y depresión. Farmacia Profesional. 17(9): 56.

3 Saray García Silva – Psicóloga col. 1560 – 636-600-891


medida que comience a reconocer su depresión y comience con un tratamiento, los
pensamientos negativos desaparecerán. Mientras tanto, puede hacer lo siguiente:

✓ Comience a hacer actividades o ejercicios físicos moderados. Vaya al cine o a algún otro
evento o actividad que solía disfrutar. Participe en actividades religiosas, sociales o de
otro tipo.
✓ Asígnese metas realistas.
✓ Divida las tareas grandes en tareas pequeñas, establezca algunas prioridades y haga lo
que pueda cuando pueda.
✓ Trate de pasar tiempo con otras personas y elija un amigo/a o un familiar de confianza
como confidente. Trate de no aislarse y deje que los demás la ayuden.
✓ Su ánimo mejorará poco a poco, no de inmediato. No espere salir de su depresión en un
"abrir y cerrar de ojos". Frecuentemente, durante el tratamiento de la depresión, el
sueño y el apetito comenzarán a mejorar antes de que desaparezca su estado de ánimo
deprimido.
✓ Posponga las decisiones importantes, tales como casarse, divorciarse o cambiar de
trabajo, hasta que se sienta mejor. Hable sobre sus decisiones con otras personas que
la conozcan bien y tengan una visión más neutral de su situación.
✓ Recuerde que los pensamientos positivos reemplazarán a los pensamientos negativos a
medida que su depresión responda al tratamiento.

APRENDA A CONTROLAR SUS PENSAMIENTOS NEGATIVOS


Nuestros sentimientos vienen determinados por nuestros pensamientos, por la manera en la
que interpretamos lo que nos sucede. Por ello, cambiando nuestra forma de pensar,
modificaremos nuestras emociones y nuestra conducta también variará.

Una manera particularmente eficaz de conseguir esto es mediante la realización de un registro


diario de sus pensamientos. Esto le ayudará a darse cuenta de los tipos de ideas que pasan por
su mente cuando cambia su estado de ánimo, identificará qué respuestas le ayudarán a evitar
pensamientos provocadores de ansiedad, tristeza o enfado, también podrá poner a prueba si
son buenos los argumentos positivos y las respuestas racionales que plantea ante las
situaciones.

A continuación se explica cómo completar los registros de pensamientos. El objetivo es hacerlos


al menos durante dos semanas y realizar anotaciones cada vez que sienta cambios de humor.

➢ Fecha - Si usted siente que su estado de ánimo está cambiando para peor, anote la fecha
y la hora en el registro de sus pensamientos. Esto resaltará si hay momentos concretos
en los que su estado de ánimo está más afectado, haciéndole ver que éste no es
permanente.

➢ Emociones - Anote exactamente cómo se siente en este punto. Puede escribir acerca de
la ira, la tristeza, la ansiedad, irritabilidad o cualquier cosa que sienta. Califique esta
emoción con una nota de “0 a 100”, donde el 50 significa que usted tiene un grado
moderado de la emoción y el 100 significaría el grado máximo.

4 Saray García Silva – Psicóloga col. 1560 – 636-600-891


➢ Situación – Anote la actividad relacionada con la aparición de esta emoción. Podría ser
cualquier cosa, desde un encuentro con una persona en particular, estar en un ambiente
específico o incluso sólo un pensamiento que pasaba por su cabeza. Esto le ayudará a
conocer si hay circunstancias particulares que provocan cambios en su estado de ánimo.
Estas situaciones no siempre se asocian a los mismos estados de ánimo, dependerá de
cómo interpretemos lo que está ocurriendo.

➢ Los pensamientos automáticos - Anote las ideas exactas que le vinieron a la mente
cuando su estado de ánimo comenzó a cambiar. No importa lo extrañas que sean,
escríbalas y dele una calificación de “0 a 100” según el grado en que crea que esa idea
puede ser cierta. Una calificación de 0 significa que usted siente que este pensamiento
es absolutamente falso y 100 significa que a usted no le cabe duda de que este
pensamiento es cierto.

➢ Respuesta racional - Después de haber pensado la situación, trate de anotar las


explicaciones (respuestas racionales) que usted podría dar acerca de las circunstancias,
respuestas alternativas a esos pensamientos automáticos contraproducentes. Esto le
ayudará a identificar que no siempre lo primero que pensamos es lo más probable.

➢ Resultado - Ahora escriba en una escala de “0 a 100” hasta qué punto se cree su
pensamiento original, después de pensar sobre él racionalmente. También debe anotar
cómo se siente después de pensar en la situación racionalmente y la tasa de sus
emociones en una escala de “0 a 100”. Se trata de comprobar que al dar otra explicación
también sentimos de otra manera. Lo último que debe tener en cuenta es lo que
realmente puede hacer ahora para mejorar la situación.

A continuación se proporciona un cuadro de registro para ejemplificar la técnica:

5 Saray García Silva – Psicóloga col. 1560 – 636-600-891

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