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La memoria es una función del cerebro que permite al organismo codificar, almacenar
y recuperar la información del pasado.1 Algunas teorías[cita requerida] afirman que surge como resultado
de las conexiones sinápticas repetitivas entre las neuronas, lo que crea redes neuronales (la
llamada potenciación a largo plazo). Sin embargo, aunque este fenómeno se ha estudiado por más
de 30 años en animales, todavía no hay suficientes estudios sobre su existencia en la corteza
cerebral humana.2
Índice
1Historia
2Fases
3Memoria sensorial
4Memoria a corto plazo
o 4.1Subsistemas
o 4.2Consecuencias de la limitación de recursos
5Memoria a largo plazo
o 5.1Clasificación por tipo de información
5.1.1Memoria no declarativa (implícita)
5.1.2Memoria declarativa (explícita)
6Los recuerdos
7Patologías
o 7.1Alteraciones cuantitativas
7.1.1Amnesia
7.1.2Hipomnesia
7.1.3Hipermnesia
7.1.4Dismnesia
o 7.2Alteraciones cualitativas
o 7.3Tratamientos contra la pérdida de la memoria
8Mecanismos de olvido
9Los 7 pecados de la memoria (según Schacter)
10Véase también
11Referencias
12Bibliografía
13Bibliografía complementaria
14Enlaces externos
Historia[editar]
Esquema de los varios tipos de memoria como género literario
El psicólogo William James (1890) fue el primero en hacer una distinción formal entre memoria
primaria y memoria secundaria (memoria a corto y memoria a largo plazo, respectivamente). Esta
distinción reside en el centro del influyente modelo de almacenamiento
múltiple de Atkinson y Shiffrin (1968).8
En general, se considera que Hermann Ebbinghaus (1885) fue el pionero en el estudio experimental
de la memoria, al haberse utilizado a sí mismo para estudiar fenómenos básicos tales como
las curvas de aprendizaje y del olvido e inventar sílabas sin sentido para dicho propósito.
Durante gran parte de la primera mitad del siglo XX, la memoria no constituyó un tema respetable
para los psicólogos experimentales, lo que refleja el dominio del conductismo. Sin embargo, algunos
conductictas —en particular, los estadounidenses— estudiaron la llamada conducta
verbal utilizando el aprendizaje de pares asociados, en el cual se representan pares de palabras no
relacionadas, donde el primer miembro del par representa el estímulo y el segundo la respuesta.
Este enfoque asociacionista hizo que el estudio de la memoria tuviera una posición firme dentro del
marco conceptual conductista, y que desde entonces se le observa de manera más clara en
la teoría de interferencia, que es una de las principales teorías del olvido.
Desde la revolución cognoscitiva que tuvo lugar en la década de 1950, la memoria se ha vuelto un
tema integral dentro del enfoque del procesamiento de información, cuyo núcleo es la analogía con
la computadora.
Fases[editar]
Esquema del proceso de memorizar, según :Abenteuer Psyche (Gabriele Amann, Rudolf Wippinger), 1.
Auflage, Abbildung 3.16
En el proceso de almacenamiento de los conocimientos en la memoria es posible diferenciar las
siguientes fases:
codificación o registro: Transformación de la información sensorial en elementos reconocibles y
manipulables por la memoria mediante códigos verbales (palabras, números, letras) y códigos
visuales (imágenes y figuras). Esta codificación no es neutra sino que de toda la información
sensorial que llega se selecciona la que interesa y se interpreta de acuerdo a vivencias e ideas
anteriores. En esta operación influyen de manera decisiva la atención y concentración. Algunos
obstáculos para la atención y la concentración son las distracciones externas (conversaciones,
radio, televisión, ruidos...); las distracciones internas (preocupaciones, indecisión, problemas
personales, falta de interés...); y las distracciones fisiológicas (fatiga física, dieta, sueño,
enfermedades...)
almacenamiento: Retención de la información con el fin de conservarla y recuperarla cuando
sea necesario. Según dónde se guarden los datos permanecerán más o menos tiempo en la
memoria, desde unos segundos, hasta toda la vida.
recuperación, recordar o recolección: Localización y reactualización de la información
almacenada. Esto es a lo que llamamos recordar, es decir, evocar y reconocer la información
adquirida y almacenada en la memoria. La recuperación significa traer a la conciencia la
información.9
Memoria sensorial[editar]
Artículo principal: Memoria sensorial
El almacén ecoico, por su parte, mantiene almacenados los estímulos auditivos hasta que el
receptor haya recibido la suficiente información para poder procesarla definitivamente en la
memoria operativa.
El sistema neuronal ejecutivo central coordina los recursos del sistema y los distribuye por
diferentes almacenes, denominados esclavos, según la función que se pretenda llevar a
cabo. Se centra, por lo tanto, en tareas activas de control sobre los elementos pasivos del
sistema; en este caso, los almacenes de información.
El lazo articulatorio o bucle fonológico, por su parte, se encarga del almacenamiento pasivo
y mantenimiento activo de información verbal hablada. El primer proceso hace que la
información se pierda en un breve lapso, mientras que el segundo —repetición— permite
refrescar la información temporal. Además, es responsable de la transformación automática
del lenguaje presentado de forma visual a su forma fonológica, por lo que, a efectos
prácticos, procesa la totalidad de la información verbal. Esto se demuestra cuando se trata
de recordar una lista de letras presentadas de forma visual o auditiva: en ambos casos, una
lista de palabras de sonido semejante es más difícil de recordar que una en la que éstas no
sean tan parecidas. Asimismo, la capacidad de almacenamiento del «lazo articulatorio» no
es constante como se creía (el clásico 7±2), sino que disminuye a medida que las palabras
que deben recordarse son más largas.
La agenda visoespacial es el almacén del sistema que trabaja con elementos de carácter
visual o espacial. Como el anterior, su tarea consiste en guardar este tipo de información.
La capacidad de almacenamiento de elementos en la «agenda visoespacial» se ve
afectada —como en el «lazo articulatorio»— por la similitud de sus componentes, siempre y
cuando no sea posible traducir los elementos a su código verbal (por ejemplo, porque el
«lazo articulatorio» esté ocupado con otra tarea). Así, será más difícil recordar un pincel, un
bolígrafo y un lápiz que recordar un libro, una pelota y un lápiz.