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lixiviación de
•
estériles
Integrantes:
• Sonia Barrios Galleguillos
En casi todos los proyectos a rajo abierto, los yacimientos de metales se encuentran enterrados debajo de una
capa de suelo o roca, llamado “material estéril” o “desecho de roca” que debe ser retirada o excavada para
permitir el acceso al yacimiento de mineral. La mayoría de los proyectos mineros genera una enorme cantidad
de material estéril o desecho de roca.
Depósito de estériles
Como parte de las operaciones mineras se generan 2 formas principales de residuos: relaves mineros y roca estéril.
Los desechos de roca estéril se generan en la tronadura (explosiones realizadas como parte de los procesos de
extracción del mineral) resultando una amplia variedad de partículas rocosas altamente heterogéneas, cuyo rango de
tamaña varía de arcillas a grandes bloques. Las propiedades físicas y mineralógicas de las partículas rocosas dependen
principalmente de la naturaleza de la formación geológica original y de los métodos utilizados en la operación minera.
Estos desechos se disponen en grandes pilas o sitios de depósito situados cerca del rajo,
también denominados botaderos, donde suelen permanecer de forma indefinida.
Localización y construcción de botaderos
Todo botadero de estériles debe ubicarse lejos de toda fuente o cuerpo de agua, como mínimo a 30 m de la orilla de
cualquier tipo de cause, continuo o intermitente y considerar las condiciones hidrográficas locales.
El dimensionamiento físico de los botaderos debe proveer la suficiente capacidad para manejar el total de estériles.
Se debe garantizar la estabilidad del botadero.
Se puede construir realizando apilamiento en los extremos de forma perpendicular al piso, avanzando en el sentido de
la pendiente de la ladera.
Impacto en los Recursos Hídricos
Tal vez el impacto más significativo de un proyecto minero es el efecto en la calidad y disponibilidad de los recursos
hídricos en la zona del proyecto. Las preguntas principales son si tanto el agua superficial como el agua subterránea
permanecerán aptas para consumo humano, y si la calidad de las aguas superficiales en el área del proyecto seguirá
siendo adecuada para mantener las especies acuáticas nativas y la vida silvestre terrestre.
Cuando los materiales como escombros o desechos de roca, se excavan y se exponen al
oxígeno y al agua, se puede formar ácido si el hierro y materiales sulfurosos
(especialmente la pirita) son abundantes y hay una insuficiente cantidad de material
que lo neutralice para contrarrestar la formación de ácido. El ácido se convertirá en
lixiviado o disolverá metales y otros contaminantes que se encuentran en los materiales
minados y formará una solución ácida con alto contenido de sulfatos, rica en metales
(incluyendo elevadas concentraciones de cadmio, cobre, plomo, zinc, arsénico, etc.
Impacto en los Recursos Hídricos
El lixiviado de compuestos tóxicos tales como el arsénico, selenio y otros metales puede ocurrir aún en ausencia de
condiciones ácidas.
Entre los sulfuros de hierro que se oxidan, se encuentra la pirita que tiene gran presencia en la mayoría de los
depósitos minerales que se explotan en el mundo.
En cuanto a la lixiviación, se deben prevenir las infiltraciones de soluciones tóxicas lixiviadas mediante cubiertas
adecuadas y sistemas de subdrenaje para colectar o reciclar la solución para su tratamiento y minimizar la infriltración
al suelo.
Diseñar la instalación de tuberías que lleven las soluciones y que estos contengan un
sistema de contención secundario.
La forma de controlar un poco más este tipo de contaminación es llevando a cabo sistemas de control de drenajes e
impermeabilización en el caso de las pilas de lixiviación y también donde se encuentran los botaderos y su correcta
construcción.