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IFIGENIA CRUEL: OBRA DRAMÁTICA DE ALFONSO REYES

SHEILA YVONNE CARTER

Alfonso Reyes—humanista, escritor y crítico mexi­ tras fuerzas, intentamos emanciparnos de la angustia
ca n o-ejem p lifica en su obra Ifigenia cruel (1923) su creen­ que tal experiencia nos dejó, proyectándola sobre el cielo
cia en la existencia de una reciprocidad entre la vida de un artístico, descargándola en un coloquio de sombras.
(p. 354)
artista y su obra. Sobre esta reciprocidad habla en su libro
Este "em ancipam os de la angustia que tal experiencia nos
de crítica literaria, El deslinde. En su obra dramática,
d e jó ," además de referirse a esta obra, también corres­
Ifigenia cruel, desarrolla el tema fundamental del deseo
ponde a las ideas de Reyes con respecto al catarsis produ­
del hom bre de ejercer su libertad.
cido por la literatura para el escritor y el lector (o el pú­
En su comentario a su "poema dram ático," explica
blico). Explica:
cómo la reciprocidad entre la vida de un artista y su obra
Este juego divino que es la literatu ra.... quiere empujar
se aplica al dramaturgo m ismo. Explica el papel impor­
fronteras del alma y del lenguaje. Se revuelve entonces
tante que desempeñó el estudio de la literatura griega y se castiga, purgándose en sí mismo. Unos lo han lla­
durante la primera parte de su vida adulta. Durante esta mado estallido; otros, purificación; y los antiguos,
época en M éxico, inmediatamente antes de la revolución catharsis. La emoción que expresa o que comunica lleva
de 1910, el ambiente educacional, cultural y literario pro­ disueltas todas las pasiones, todos los anhelos, todas
dujo una crisis en la vida de los estudiantes y de los escri­ las reivindicaciones contra el pequeño suceder coti­
diano.4
tores. Por su participación en el grupo de intelectuales
La literatura como fuente de alivio emocional, además, se
jóvenes, llamado Savia M oderna, se despertó en Reyes
simboliza en el papel del coro en la tragedia griega. Nota­
un interés por los estudios griegos y helénicos. Dice:
mos que, aunque no se adhiere a todas las técnicas del
Ya estaba yo entregado al estudio de los griegos y en
drama griego, tales como el uso de la oda trágica (stasim on )
ciertos cuadernos de apuntes consta que el 8 de agosto
de 1908 comenzaba a concebir el ensayo sobre las Elec­ en la cual el coro se m ueve'en una dirección—la estrofa
tros que aparece en Cuestiones estéticas . . . En aquel (o vuelta)—al recitar, o la antistrofa, o la epoda o el éxodo,
cuaderno de notas constan también los primeros apun­ emplea el coro. Afirmando otra relación entre el arte y
tes sobre el tema de Ifigenia . . A ■ la vida, declara Reyes en su comentario a la obra (p. 356),
Su estudio de la literatura griega condujo a Reyes a una que el coro representa la parte apasionada de nuestro ser,
conciencia de la relación entre ciertas situaciones en su porque en medio del torbellino de la vida, solemos alzar
propia vida y ciertos aspectos de esa literatura. Esto dio la cabeza y prorrumpir en exclamaciones y lamentos, en
como resultado su versión personal de la obra dramática desahogos líricos, llantos y cantos como el coro mismo;
de Eurípides sobre un mito griego en su obra Ifigenia y de esos gritos se mantiene la vida.
cruel.2 Según su propia confesión, esta obra es en parte Reyes considera la tragedia griega como ejemplo de un
autobiográfica. Explica: producto literario en el cual las tres funciones formales
de la poesía, el drama y la narrativa colaboran para formar
¿Qué final dar al episodio? ¿Ifigenia había de huir de
Táuride, como en mis grandes modelos? No lo sabíamos un perfecto organismo estético. Señala5 que las tres cate­
aún hace unos cuantos años. Un súbito vuelco de la gorías de personas son: los héroes que personifican el
vida vino a descubrirme la verdadera misión redentora episodio, porque su función es promover y mantener la
de la nueva Ifigenia, haciendo que su simbolismo cre­ acción; los mensajeros que narran los acontecimientos
ciera solo, como una flor que me hubiera brotado que tienen lugar de entre bastidores; y el coro que sirve
adentro, (p. 359)
de válvula emocional. En Ifigenia cruel se representan
Por lo tanto, el aspecto de la obra de Reyes que la distingue estas categorías de personas. Hay la heroína Ifigenia, el
entre otras versiones—el rechazo de Ifigenia de toda idea m ensajero, el pastor que anuncia la llegada de Orestes y
de retorno a Grecia—fue motivado por un acontecimiento Pílades en la costa de Tauros, y el coro de las mujeres de
en la vida del escritor. Tauros. Por lo tanto, en su obra Reyes ha empleado estas
La crítica Barbara Aponte comenta de esta manera el características típicas de la tragedia griega que aparecen en
rechazo de Ifigenia de la idea de retorno a su patria: la obra original, pero hay ciertas variaciones en el argu­
The Iphigpnia who prefers her Iiberty to a retum to mento.
Greece is the Reyes who left the strife of Mexico and Reyes ha interpretado la obra griega según su propósito
vengeful thoughts behind him in search of his own que es presentar Ifigenia como símbolo del hombre en
freedom .3 general. Es por medio de este personaje que el escritor
Ella ve una relación indudable entre la resolución de la expresa su tema del deseo del hombre en buscar su libertad.
obra y cierto aspecto de la vida del escritor. Respecto a En Ifigenia cruel muestra cómo el hombre, cuando se carea
esta relación, dice también Reyes: con alternativas en este mundo de inseguridad y desorden,
La Ifigenia encubre una experiencia propia. Usando del escoge la que ejerce su libertad. Respecto a sus variaciones,
escaso don que nos fue concedido, en el compás de nues­ dice:
Tenem os derecho—una vez que por cualquier camino La obra es básicamente sicológica, y Reyes emplea una
alcanzamos la posesión de un módulo—para manejarlo form a y un estilo que m ejor expresan sus propósitos. El
a nuestra guisa. ¿Y qué otra cosa han hecho los trágicos empleo de térm inos concretos da forma a la cualidad abs­
de todos los tiempos, sino volver a contar a su modo una
tracta de una acción que es esencialmente interna. Reyes
historia conocida en lo general? (p. 351)
m ismo dice que emplea;
Su m anera de emplear la obra griega, por consiguiente, determinadas palabras m uy concretas. . . mano, brazo,
es determinada por su intención estética. pie, oro, piedra, sangre, leche; vocabulario de entrañas,
La obra griega, traducida Iphigenia in Tauris, fue escrita verbos de estallido y agitación, adjetivos de dureza.
por el poeta Eurípides (del siglo quinto a. de J. C.) y se ha (p. 359)
interpretado en el teatro francés, alemán e italiano. El mito El pasaje que aparece al final de la obra es característico de
en el cual se basa la obra cuenta cómo Agamenón, cazando la form a de expresión que es sucinta mas expresiva. Es la
en A ulis, mató un ciervo que le era sagrado a Artemisa. sección donde el coro canta a la m ujer renacida y la anima
A causa de esto, la diosa demandó el sacrificio de su hija, en su nueva libertad:
Ifigenia. Pero cuando estaba por m orir, Artemisa la arre­ Alta señora cruel y pura;
bató y la llevó a Tauros donde se hizo sacerdotisa en el compénsate a ti misma, incomparable ;
acaríciate sola, inmaculada ;
templo de la diosa. Aquí su deber radicaba en el ofreci­
llora por ti, estéril ;
m iento de sacrificios a la estatua de Artemisa, de cualquier ruborízate y ám ate, fructífera;
forastero que se hallara en Tauros. Al comienzo de la obra asústate de ti, músculo y daga;
de Eurípides, Ifigenia está anhelando volver a Grecia; en escoge el nombre que te guste
Ifigenia cruel, ha perdido la memoria de su vida pasada, y llámate a ti misma como quieras :
y por eso, anhela recobrarla para ser una persona completa, Ya abriste pausa en los destinos, donde
brinca la fuente de tu libertad, (p. 349)
como las otras m ujeres que ve a su alrededor. Esta varia­
En estas líneas, Reyes emplea una acentuación esdrújula
ción es necesaria para el tema porque cuando Orestes, en
que es algo rara en español. Los varios acentos antepenúl­
un largo soliloquio, esboza la historia de la familia de
timos resultan en un ritmo que es vivo, elástico, poderoso
Ifigenia, ella se da cuenta de que pertenece a una raza
y tiene la majestad de los antiguos cantos griegos. Esta
malévola que es maldecida por los dioses. La revelación
forma apropiadamente expresa el contenido: un himno
repentina del pasado olvidado le produce un gran horror
a una m ujer "n u ev a ," animándola a cobrar aliento y hacer
de saber que es miembro de una familia criminal, y , por
lo que quiere—ejercer su libertad.
eso, no puede convencerse de volver a su patria.
Característicos del estilo preciso que se emplea en Ifige-
En la obra de Reyes, Ifigenia le habla al coro de mujeres
nia cruel son los adjetivos bien seleccionados y los sustan­
de Tauros, mientras que en la de Eurípides, el coro está
tivos hábilmente colocados para obtener el efecto máximo,
formado de m ujeres griegas. Este cambio también es nece­
y la serie de verbos en el imperativo, que da fuerza a la
sario, porque en la obra original, el coro se entrega a los
declaración. Reyes también emplea muy eficazmente la
recuerdos sobre Grecia alentando a la heroína en su nos­
puntuación: los dos puntos y los puntos y comas hacen
talgia por su patria, pero en Ifigenia cruel, para hacer
que cada línea esté situada por sí misma, y aun propulsada
posible y lógica su decisión de quedarse en Tauros, el coro
en la próxima, como una serie de escalones. Este da énfasis
de m ujeres de Tauros participa en el anhelo de Ifigenia
a la noción que Ifigenia ha escogido un camino que conduce
por el conocimiento de una vida pasada que necesita para
a la libertad. Este arreglo de las líneas como escalones se
ser una persona completa.
emplea por todo el pasaje con dos excepciones: "guste”
Además, en Iphigenia in Tauris, Orestes viene a Tauros term ina la línea, pero es con el imperativo penúltimo que
para llevarse la estatua de Artemisa para librarse del tor­ está seguido del imperativo último " y llámate a ti misma
m ento de las Furias, y tiene éxito en hacerlo, como tam­ como qu ieras." Estos dos puntos demandan una decla­
bién en regresar a su hermana que había creído muerta. ración explicativa que es el contenido de las dos líneas que
En la obra de Reyes, Orestes viene por Ifigenia pero no la siguen. " Y a ," con el pretérito "abriste,” indica un primer
regresa. paso realizado, luego la palabra "pau sa" enfatiza el hecho
Para el desarrollo del tema de Ifigenia cruel, es necesario que su acción ha causado que el hado vacile por un mo­
que la estatua se quede en Tauros, puesto que Ifigenia opta m ento; la palabra "donde" con que termina la línea, le
por quedarse allí y por continuar ofreciéndole sacrificios. da mucha importancia por su posición y es particularmente
Por eso, se excluye de esta obra su traslado. significante en conducir a la última línea. "B rin ca" tiene
En su tratamiento del tema de Ifigenia cruel, Reyes ha mucha fuerza dinámica y el sujeto, colocado después de
optado por apartarse de la costumbre de la mayoría de las ella para más pertinencia es "la fuente de tu libertad." El
tragedias griegas en las cuales las acciones de los héroes y sentido de "fu e n te " es muy expresivo aquí porque esta
de las heroínas son determinadas por el hado porque Ifige- palabra connota la fuente así como algo del cual una nueva
nia se ingenia por abrir "pausa en los destinos" (p. 349). vida brotará. El acento en la sílaba final de la línea da la
A sí, Reyes demuestra que el hombre puede librarse de las idea de finalidad, de victoria. Las dos últimas líneas sugie­
leyes del destino valiéndose de su capacidad de decidir y ren que la grieta abierta en el muro del destino es el lugar
de su fuerza de determinación. por donde las aguas vivas de la libertad brotarán y nunca
pararán completamente. A sí, Ifigenia, símbolo del hombre La repetición anafórica de "alg u ien " al comienzo de cada
en general, ha descubierto el sentido de la vida: la libertad línea que describe sus acciones muestra que, en este m o­
de escoger, o, a lo menos, el sentido de tener la libertad de m ento, no puede controlar su comportamiento. La última
escoger. línea, "alguien me exprime, me exprime el corazón,"
Todas las estrofas de la obra se escriben en verso libre parece ser un esfuerzo de parte de Reyes para conseguir
con la excepción de un cuasisoneto que es la forma del par­ nuestra simpatía por este personaje que ejecuta actos crue­
lam ento de Orestes al principio de la tercera escena. Esta les porque está actuando bajo la influencia poderosa de
m étrica irregular consiste en líneas de siete a trece sílabas, Artem isa. De veras, Ifigenia no se presenta como un per­
y el endecasílabo es el más común. Esta versificación, por sonaje de un solo lado, pero vemos otras cualidades como
la cual es difícil producir ritmos melodiosos, es apropiada su sentimentalismo tocante a los pensamientos agradables
a la expresión del tema serio del deseo del hombre de bus­ de los días de su juventud y de su madre. Vemos también
car su propia libertad. la fuerza de su carácter, y , sobre todo, sus cualidades
Ifigenia decide ejercer su libertad y opta por quedarse humanas que parecen anular su rasgo cruel, porque éste
en Tauros para romper la conexión con su línea familiar se ve como el resultado de circunstancias ingobernables. El
m ala. Lo explica de esta manera Reyes: énfasis en las emociones típicamente humanas de Ifigenia
Cuando Ifigenia opta por su libertad y . . . se resuelve y en su sentimiento de miedo: "com enzó este miedo
a rehacer su vida humildemente, oponiendo un "hasta la rg o ," este miedo persistente, y en el control de Artemisa
aqu í" a las persecuciones y rencores políticos de su tie­ sobre ella: " y o soy tu carnicera, oh D iosa," en la necesidad
rra, opera en cierto modo la redención de su raza me­
de amigos y de familia y de querer saber su identidad sir­
diante procedimientos ... que, en forma sencilla, directa,
y en un acto breve y preciso de la voluntad, bien podrían, ven para demostrar la intención de Reyes de generalizar
creo y o, servir de alivio a muchas supersticiones de nues­ su tem a del deseo del hombre de ejercer su libertad, de esco­
tros días. (p. 316) ger su propio camino en la vida, más bien que ser contro­
Reyes ve, en la afirmación de su líbre albedrío en optar por lada por su familia o su ambiente. Ilustra, por medio de
romper con el pasado y rehacer su vida, una lección para las acciones de su personaje, que, aunque el hombre nece­
el hombre moderno, que debe romper con las tradiciones sita la seguridad de una familia, no debe ser dominado
y las lealtades insignificantes y dañosas que lo fuerzan a por sus lazos, necesita hacer sus propias elecciones en la
que actúe contra los dictados de su conciencia. Esta acción vida.
del personaje de su obra dramática que sirve de ejemplo El sentido simbólico de Ifigenia del hombre en general
para el hombre moderno es consistente con la idea de Reyes se sostiene por toda la obra por medio de una referencia
respecto a la función social de la literatura que, según él, constante a su cuerpo humano. Hay la mención todope-
puede ser "u n plano de arquitectura para un edificio por netrante de su garganta, sus brazos, sus piernas, su cuello,
co n stru ir."6 como en este pasaje donde habla Ifigenia acerca de la in­
El recurso principal en la expresión del tema radica en fluencia de Artemisa sobre ella: " Y pusiste en mi garganta
la caracterización. Reyes establece un paralelo entre la un temblor,/ hinchiendo mis orejas con mis propios cla­
heroína que logra realizar sus ideales de libertad y los otros m ores" (p, 318), y el coro dice:
personajes que no los realizan. El autor examina los senti­ ¡ O h cabellera híspida que no puedo peinar !
m ientos y los comportamientos resultantes de tales acti­ ¡ Oh frente y nuca broncas de besar !
¡ Brazos redondos, piernas ágiles,
tudes opuestas.
pies elásticos y perfectos! (p. 320)
En la primera parte de la obra vemos a Ifigenia bajo la
influencia de la diosa y no puede ejercer su propia voluntad, Como es típico de un ser humano, Ifigenia necesita la sim­
pero, gradualmente mientras adelanta la obra, se ingenia patía y el amor:
a decidirse a no sacrificar las víctimas más recientes mien­ . . . siento que circula
una fluida vida por mis venas:
tras espera información tocante a su identidad. Entonces,
algo blando que, a solas, necesita
al final de la obra, al recomenzar su servicio a la diosa llega
lástima y piedades.
a ser su propia selección, porque tiene la alternativa de
volver a Grecia. Quiero, a veces, salir a donde haya
El personaje principal por el cual el tema se desarrolla tentación y caricia, (p. 320)
es, por supuesto, Ifigenia, Como indica el título, su rasgo Habla Ifigenia del deseo innato del hombre de luchar por
principal es su crueldad a causa de su papel de sacerdotisa librarse cuando se le domina:
a A rtem isa, responsable de consagrar las víctimas huma­ Y en la gozosa angustia
nas para el sacrificio, y Reyes en esta obra sicológica enfa­ de apretar a la bestia que me aprieta,
tiza el estado mental de su personaje. entramos en el mundo
hasta pisar con todo el cuerpo el suelo, (p. 321)
Presenta a Ifigenia actuando contra su voluntad. Se
Notamos cómo generaliza Reyes esta idea con el cambio
ha puesto en su papel involuntariamente:
de "m e aprieta" a "en tram os" que tiene un sentido más
Alguien se asoma al mundo por mi alma ;
alguien husmea el triunfo por mis poros; conclusivo. Porque esta propensión a ejercer la libertad
alguien m e alarga el brazo hasta el cuchillo ; es poseída en común por todos los hombres. Se emplean
alguien m e exprime, me exprime el corazón, (p. 321) tales palabras como agarrarse, exprimirse, inundar, apre­
tar, tenazas y dom ar que sugieren una fuerza activa que No puede el noble decir lo que le plazca.
domina y controla. ¡ Q ué vanas apariencias nos gobiernan !
Para dar énfasis en la opresión de Ifigenia, la compara Cierto es que servimos a la plebe.
Reyes con las m ujeres de Tauros que poseen la libertad. Licencia tienen otros para clamar a voces,
no el monarca prudente,. . . (p. 348)
Les dice ella: "N inguna costumbre os su jeta." La palabra
"co stu m b re" sugiere la idea de "tradición" que, como A sí su posición de monarca requiere un comportamiento
demuestra el conflicto trágico, es lo que amenaza la liber­ cauteloso y discreto. El noble no puede expresarse como
tad de Ifigenia. Las m ujeres se ponen de acuerdo que se quiera, sino que, todas las veces, tiene que mantener la
expresen librem ente: dignidad que se espera de él. Está, por consiguiente, res­

No hay de nosotras quien no ceda a la canción, tringido en su ejercicio de la libertad.


poniendo en ella lo que cada una sabe a solas, Orestes se considera dominado por su linaje:
No fue ciega la ira que me devolvió Micena,
No hay de nosotras quien a las lágrimas no acuda, incubando en el monte mis furores de niño;
Con esa gula íntima de probar un secreto, (p. 324) nodriza ruda me criaba para el cuchillo,
El coro, que en la obra de Reyes tiene un papel más activo y soy dardo de mano derechera, (p. 332)
que en la tragedia griega, le dice a Ifigenia que el hombre Se ve obligado por el destino y , por eso, no se separa de
p u ede , de veras, librarse del hado de las estrellas, así ter­ su línea familiar como hace Ifigenia.
minando la obra con una afirmación del tema: Ifigenia cruel —la obra dramática de Alfonso R e y e s -
¡ O h mar que bebiste la tarde varía de ciertos modos de la obra de Eurípides. Estas varia­
hasta descubrir sus estrellas : ciones son determinadas por el tema que es el deseo de
no lo sabías, y ya sabes
hom bre de ejercer su libertad. Reyes emplea una forma
que los hombres se libran de ellas! (p. 350)
y un estilo que es consistente con su tema y con ciertos
En comparación con Ifigenia, Toas, rey de los tauros, conceptos de su teoría literaria.
se ve obligado por su posición a conducirse de cierta mane­
ra. Dice:1 University o f the W est Indies, M ona, jam aica

1 Cita de Manuel Olguín, Alfonso Reyes, ensayista. Vida y pensa- 4 Alfonso Reyes, El deslinde, en Obras completas, XV, pp. 206-7.
miento (México: Ediciones de Andrea, Col. Studium, 1965), pp. 15-6. 5 Apuntes para la teoría literaria, en Obras completas, XV, pp
2 .Alfonso Reyes, Obras completas, X (México: Fondo de Cultura 452-3.
Económica, 1959), pp. 313-59. « El deslinde, p. 221.
3 Barbara Aponte, Alfonso Reyes and Spain (Austin: Univ. of Texas
Press,T972), p. 27.

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