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FUNDAMENTOS DE LA INVESTIGACIÓN
EQUIPO DE TRABAJO:
Miranda Galván Ignacio
Solís Alvarado Francisco Javier
Venegas Hernández Luis Fernando
1° Semestre
Ingeniería Civil
DOCENTE:
Contenido
INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 3
MARCO CONCEPTUAL............................................................................................................. 6
RESUMEN ................................................................................................................................ 7
OBJETIVOS .............................................................................................................................. 8
Generales ..................................................................................................................... 8
Específicos ................................................................................................................... 8
HIPÓTESIS ............................................................................................................................... 9
ANTECEDENTES..................................................................................................................... 13
DESARROLLO......................................................................................................................... 17
CONCLUSIONES..................................................................................................................... 26
BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................... 28
INTRODUCCIÓN
Hoy en día hemos escuchado mucho acerca del bullying, aunque antes lo conocíamos como
“carreta” o “llevaderas”. Este tipo de acoso se presenta habitualmente en las escuelas. La
mayor parte de los estudios sobre acoso escolar se han centrado en los niños entre 8 y 12
años. Sin embargo, se ha observado conducta de agresión e intimidación entre compañeros
en niños mucho más pequeños desde los 3 y 4 años. Para muchos niños, la educación
preescolar y primaria es su primera etapa de relacionarse con sus iguales y, dependiendo
de estas primeras interacciones, desarrollarán aspectos básicos de su personalidad y por
ende de su socialización. Por eso es importante que esas relaciones sean sanas y no estén
marcadas por la agresividad, ya sea como víctimas o como acosadores.
En México es el primer lugar de bullying a escala internacional. De acuerdo con las cifras de
la UNAM y el Politécnico, de los más de 26 mil alumnos que hay en el nivel básico, entre el
60% y 70% han sufrido de violencia escolar.
Estos problemas son “llevaderas” que puede ser un simple juego, pero que puede salirse
de control, a tal grado que el agredido puede ser maltratado no solo con palabras, sino que
hasta a veces puede llegar a lo físico; no solamente en la escuela, puede ser acosado
también en las redes sociales.
Es una situación que todos, o al menos la mayoría, sabemos que existe, conocemos lo
mínimo sobre ello e incluso lo hemos percibido en nuestro alrededor en más de una ocasión
y no hacemos nada porque pensamos que es un simple juego de niños.
Cada vez más son noticias en la vida diaria, tanto de casos próximos como en diferentes
medios de comunicación, de situaciones de acoso escolar o bullying. Es un hecho que los
padres que se encuentren con esta situación puedan sentirse confusos, desinformados y/o
desprotegidos. En muchos casos no saben cómo afrontar dicho suceso.
Empezaremos por definir el concepto de acoso escolar o bullying, dado que, con relativa
frecuencia, se tiende a confundir con discusiones o malentendidos entre los/as niños/as,
algo que se debe abordar de forma absolutamente diferente. Es cierto que para definir el
acoso escolar partimos de una situación de agresión.
La institución escolar tiene el derecho y el deber de ser un lugar seguro. Las necesidades
individuales de los alumnos son físicas y psicológicas e incluyen sentirse seguros e sus
interacciones con sus iguales y profesores, y un clima de aceptación que les proporcione
oportunidades para aprender las habilidades para desenvolverse con éxito en su entorno
escolar.
El bullying en escuelas primarias, tema en el que se lleva a cabo una investigación a fondo
de lo que es bullying; somos seres humanos, pensamos, razonamos, y tomamos decisiones,
no somos inconscientes, y no hay excusa alguna para justificar que agredes a otra persona,
psicológica o físicamente, todas las personas somos libres de hacer lo que nos plazca
siempre y cuando no perjudiquemos a la sociedad en general, mucho menos a la naturaleza
(flora y fauna). Tratar este tema es de suma importancia ya que algunos niños sufren cada
día de traumas causados por otras personas, y estos por temor, a veces, se quedan callados,
y la situación es que aunque ellos piensen que no se agravará, pasa lo contrario, por tal
motivo vemos la necesidad de investigar más las escuelas primarias, públicas o privadas,
pues todos los niños tienen derecho de tener una buena infancia, y no dejar que llegue
alguien más y se las arruine, con ese coraje centralizado solo en un punto, con esa gallardía,
ética, moral y un conjunto de conocimientos intuitivos, científicos, empíricos, dado que
somos personas adultas, pensamos de manera diferente a esos niños, y podemos proponer
algunas pautas que coadyuven en la solución de dichos conflictos en las escuelas primarias,
llamado bullying.
En estos casos, la investigación es una de las vías para solucionar el problema, en este caso,
científica. Tantos niños, jóvenes como adultos, tienen derecho de llevar una vida plena, sin
ser molestado, o que otra persona llegué y aviente piedras en nuestro camino para que
tropecemos, no es justo, y por eso, manos a la obra ya que hay muchos niños que salvar.
OBJETIVOS
Generales
Recabar datos en escuelas primarias, para su posterior captura e interpretación en tablas
compuestas por barras con propósito de elaborar un índice de repercusión del bullying en
escuelas primarias del municipio de Apatzingán.
Específicos
Identificar principales causas del bullying y determinar la gravedad del asunto en cuestión,
pues en proporción a este se propondrán alternativas para la solución a ellas mediante
acciones activas o pasivas como conferencias, torneos académicos, culturales o deportivos
ya que ello canalizará los anhelos y energías del agresor y las víctimas hacia actividades
productivas y, por lo tanto, disminuirán los índices del bullying y darán tranquilidad,
confianza en sí mismo y una buena autoestima a ambos, tanto al agresor como a la víctima.
Dentro del tema del bullying, decidiríamos centrarnos en las escuelas primarias. Y
buscaríamos información específica y clara, de porque o como se genera el bullying y
quienes son los responsables y a quienes perjudican.
Después de recolectar la información aplicaríamos una encuesta a los padres de los alumnos
y de acuerdo a las respuestas las graficaríamos. Así poder llegar a una respuesta o
conclusión.
CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
ANTECEDENTES
1. España
En España el 1.6% de los niños y jóvenes sufren bullying de forma constante y un 5.7% lo
vive de forma esporádica. Una encuesta del Instituto de la Juventud (INJUVE) eleva el
porcentaje de víctimas de violencia física o psicológica habitual al 3% de alumnos.
En la misma encuesta se revela que un 16% de niños y jóvenes encuestados reconoce haber
participado en burlas o agresiones psicológicas hacia otros compañeros. “El defensor del
pueblo” señala que un 5% de los alumnos reconoce que un compañero le pega, mientras
que el Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA) indica que un 49% dice ser
insultado o criticado en el colegio y que un 13.4% reconoce haber pegado a sus compañeros.
Los doctores Lorelo-Abdala, Perea Martínez y López Navarrete afirman que, en EE. UU.,
desde los finales de los años 90 una elevada frecuencia de incidentes de violencia escolar
ha dirigido la atención hacia este problema. Algunos estudios sobre las muertes que ocurren
en la escuela, causadas por conductas violentas entre 1994 y 1999, mostraron que los
perpetradores de homicidios fueron individuos que habían sufrido violencia escolar. La
prevalencia del bullying en este país es alta. En 1993, el 56% de los estudiantes del 8° al 12°
grado sufrieron alguna forma de violencia en sus escuelas. En 1998, una investigación sobre
el tema en estudiantes del 6° al 10° estimó que cerca del 30% de ellos fue víctima del o de
los participantes en este fenómeno; sea como perpetradores, como víctimas o como
víctima-perpetradores. Adicionalmente las conexiones, con otras formas de violencia
juvenil como el “bullying”, se han relacionado con el abuso de drogas, disturbios
emocionales y síntomas de enfermedad física, lo cual ha generado consecuencias graves,
propiciadas por la prevención de esta problemática en el ambiente escolar, siendo prioridad
de la salud pública.
3. México
En México, la Clínica de Atención Integral al Niño Maltratado (CAINM), del Instituto Nacional
de Pediatría de la Secretaría de Salud, ha estudiado durante más de 20 años al fenómeno y
ha señalado que existen diferentes formas de maltrato hacia los menores de edad.
Consideran tres grupos de variantes debido a la frecuencia, del conocimiento y
consideración del personal de salud.
De acuerdo con el informe de la ONU sobre violencia contra los niños en México, así como
para Paloma Cobo y Romeo Tello, afirman que el 65% de los niños y niñas han declarado
haber sufrido por lo menos un episodio de bullying y desafortunadamente sus
consecuencias son graves, destacando: la baja autoestima, trastornos emocionales,
problemas psicosomáticos, bajo rendimiento escolar, ansiedad y, la más importante, los
pensamientos o intentos de suicidio.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2006 mostró que los adolescentes siguen
denunciando que sufren de diferentes formas de violencia. Los 24 golpes directos, seguido
por conductas consideradas por ellos como maltratos, abuso sexual y otras, son las
expresiones más comunes. Cerca del 25% de las víctimas manifiesta haber sufrido violencia
en las escuelas, sin precisar la forma o el perpetrador. De lo anterior debe asumirse que el
riesgo de violencia en las escuelas es una realidad en el país, tal como lo señalan los doctores
Loredo-Abdala, Perea Martínez y López Navarrete.
En los últimos años los medios de comunicación se han mostrado más sensibles a la
violencia, tanto en la familia (de género, sobre todo), como a la que se produce en el medio
escolar (bien entre adultos -padres a profesores, bien entre alumnos -bullying); sin
embargo, el tratamiento incorrecto de estos sucesos y la mala difusión mediática puede dar
lugar a un enfoque inadecuado del problema en dos direcciones: 1) favorecer una
“normalización” o habituación ante la falta de interés o conformismo y 2) encauzar a la
población hacia una “generalización o trivialización” del problema, de modo que a cualquier
conflicto entre escolares se le asigne esta etiqueta.
DESARROLLO
BULLYING
Hoy en día, el término bullying (palabra inglesa que significa intimidación) está de moda,
debido a los numerosos casos de persecución y agresiones detectados en las escuelas y
colegios, y que están llevando a muchos escolares a vivir situaciones verdaderamente
aterradoras.
Hace ya tres décadas, la comunidad escolar y médica ha puesto atención en una forma de
violencia, la cual tiene algunas peculiaridades en su génesis y expresión, y que ocurre
generalmente en individuos que viven la etapa temprana o intermedia de su adolescencia.
Se distingue como una forma de agresión crónica y recurrente ejercida por uno o varios
jóvenes sobre otro u otros, lo que involucra irremediablemente el ambiente en que se da la
relación entre los actores. Esta manifestación de acoso y violencia entre “iguales”, en el
ambiente escolar, ha sido denominada por los europeos como el “bullying” y por los
orientales como “Ijime”, el cual se refiere a la violencia entre los menores de edad con
repercusiones biopsicosociales que merecen su análisis y descripción.
Como ya se ha mencionado este fenómeno hace referencia a todas las formas de actitudes
agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por
uno o más estudiantes contra otro u otros. El que ejerce el Bullying lo hace para imponer su
poder sobre el otro, a través de constantes amenazas, insultos, agresiones, entre otros, y
así tenerlo bajo su completo dominio a lo largo de meses e incluso años. La víctima sufre
callada en la mayoría de los casos. El maltrato intimidatorio le hará sentir dolor, angustia o
miedo, a tal punto que, en algunos casos, puede llevarle a consecuencias devastadoras
como el suicidio. El bullying o acoso psicológico es un proceso mediante el cual un agresor
o un grupo de agresores buscan a sus compañeros de escuela para molestarlos y hostigarlos
constantemente. Es común entre hombres o mujeres, pero también se da de la interacción
de ambos géneros. El agresor utiliza apodos, criticas, juicios, exclusiones, golpes, amenazas,
manipulación, mentiras y toda clase de estrategias que, por desgracia funcionan. Sus
actitudes se repiten muchas veces y nunca se cansa, al contrario, mientras más controla a
sus víctimas se siente más poderoso, y también disfruta comportándose así.
Este trastorno social de gran prevalencia, se ha incrementado, entre otras razones, porque
no existen instrumentos jurídicos ni educacionales que favorezcan la identificación
oportuna ni métodos que tiendan a aminorarlo, utilizando recursos no punitivos.
Todo parece indicar que la mayoría de los efectos del fenómeno son irrelevantes, aunque
la posibilidad y riesgo de perder la integridad física es remota. Sin embargo, existen
circunstancias en las que por violencia extrema, susceptibilidad de la víctima, entorno
propicio y enfermedad concurrente, se puede llegar a extremos en los que ocurre un daño
orgánico severo, capaz de causar trastornos funcionales secundarios e inclusive la muerte.
La familia. Núcleo social más importante en el que nace, crece y se desarrolla una
persona, donde cada uno de sus integrantes juega un papel individual y de grupo.
El resultado de su estructura y función incide directamente en el comportamiento
del individuo para sí mismo e inclusive para otros. El cuidado, la comunicación, las
claras expectativas de desarrollo, la convivencia familiar, los conocimientos de
anticoncepción, el monitoreo así como la supervisión de conductas, darán
protección y prevención a la génesis del fenómeno bullying; por el contrario, serán
factores de riesgo el ambiente de violencia doméstica, el nivel educativo bajo,
expectativas paternas escasas, antecedentes de suicidio en la familia sin dejar en el
olvido las actitudes sexuales permisivas.
Los iguales. Suelen ser los referentes más importantes en la segunda década de la
vida, y es así como Guerra de Alcántara M. asegura que la autoestima siempre
estará abierta a influencias externas y va a ser alimentada por la sensación de ser
valorado por los demás; por lo tanto, habrá que hacer un ajuste positivo por ese
grupo, así como lo que le satisface y/o lo que le divierte. Las formas agresivas y
violentas de la relación social, orientadas hacia la agrupación, suelen ser
funcionales.
Incluye toda acción corporal como golpes, empujones, patadas, formas de encierro, daño a
pertenencias, etc. Además de que estas acciones constituyen el método más habitual de
este fenómeno, es importante hacer notar que en los últimos años se han mezclado (con
una frecuencia alarmante) con diversas formas de abuso sexual.
Gesticular: esta es la más difícil de detectar, ya que puede consistir en una mirada,
una señal obscena, una cara desagradable o un gesto.
Conductas de acoso escolar que consisten en acciones de hostigamiento y manifiestan
desprecio, falta de consideración y respeto por la dignidad del niño o adolescente. Los
principales indicadores de este acoso son el odio, la ridiculización, la burla, el menosprecio,
la crueldad y la manifestación gestual del desprecio, así como la imitación burlesca.
Mensajes desde el anonimato, sin que el emisor se vea en la necesidad de dar la cara y de
asumir la responsabilidad de sus palabras. Estos mensajes incluyen amenazas,
difamaciones, groserías y diferentes formas de comunicación agresiva y violenta.
El bullying, al hablar de cierto tipo de violencia entre niños, esconde persistentemente sus
orígenes y los entornos que favorecen la violencia de los padres en los hogares, las
discordias en la comunidad y las conductas escolares hostiles, agresivas o indiferentes de
profesores y autoridades. Aislado, reducido en su definición y alcances, se banaliza el
fenómeno de la violencia generalizada y tampoco posibilita su abordaje en tanto que
bullying. Al no reconocer su origen y causas; al no hablar de la compleja violencia humana
en sus diferentes formas, las soluciones que se encuentran son una suerte de placebos que
lo convierten en un mal crónico. Simplificado, las soluciones que se presentan como lógicas
suelen ser: eliminar la permisividad de los padres y adultos (la llamada falta de límites),
vigilar los ambientes escolares, advertir al victimario de las consecuencias de sus actos y
proteger a los niños que tienden a ser víctimas. Lo demás no le toca a la escuela, “nosotros
nos dedicamos a enseñar”, suelen repetir profesores y autoridades. Es decir, las soluciones
no eliminan los problemas de violencia, sino que aspiran a controlarlo. La lógica es:
evitemos que ciertos niños agresivos se conviertan en golpeadores recurrentes y que otros
caigan en la posición de víctimas, como si ese control eliminara la problemática.
Es un hipermamífero, dado que, marcado hasta la edad adulta por la simbiosis infantil con
la madre, desarrolla como amor y ternura, cólera y odio, la afectividad de los mamíferos,
conservando en forma de amistades adultas sus fraternidades juveniles ampliando las
solidaridades y rivalidades, expandiendo las cualidades de memoria, inteligencia,
afectividad, propias de esta clase, forzando hasta el extremo la aptitud de amar, gozar y
sufrir.
Es por eso que debemos estar atentos, dedicarnos cien por ciento en esta tarea, ya que
como futuros docentes estamos en la obligación de tomar medidas para generar cambios.
Para que no existan más casos como el de Pamela, para que ningún niño sufra más y el
agresor cambie su actitud, es algo difícil, pero no imposible, ya que vivimos en una sociedad
que cada día es más violenta.
Con esfuerzo se puede crear conciencia y así callar los gritos silenciosos de quienes padecen
este terrible mal, llamado bullying.
GRÁFICA DE LA ENCUESTA
BIBLIOGRAFÍA