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Transformaciones socio-territoriales del Área Metropolitana de Montevideo

Alicia Artigas, Manuel Chabalgoity, Alejandro García, Mercedes Medina y Juan Trinchitella

Transformaciones socio-territoriales del


Área Metropolitana de Montevideo
Alicia Artigas, Manuel Chabalgoity, Alejandro García,
Mercedes Medina y Juan Trinchitella

Abstract

In the context of globalization processes, economic restructuring and state reform,


the article describes and analyses the main social and territorial transformations that
have been taking place in Montevideo Metropolitan Area. This transformations mainly
refer to population dynamics, changes in the structure and morphology of the territory
and changes in the economic base, as well as the advance in social segregation
processes and new arrangements for institutional management. Finally, some
reflections around these issues are proposed, leading to the identification of
singularities in the Montevideo metropolitan process

Key words: Montevideo, metropolitan areas, population dynamics, socio-terri-


torial segregation.

Resumen

Asumiendo como contexto el avance de los procesos de globalización, reestructura-


ción económica y reforma del Estado, el presente artículo desarrolla una breve ca-
racterización y análisis de las principales transformaciones socio-territoriales del Área
Metropolitana de Montevideo. Éstas se relacionan con el comportamiento de la po-
blación; los cambios en la estructura y morfología del territorio; las modificaciones en
la base económica; el avance en los procesos de segregación social; y las modalida-
des de gestión institucional. A su vez, se generan algunas reflexiones en torno a
estas variables relevantes que permiten identificar ciertas singularidades del proce-
so metropolitano de Montevideo.

Palabras clave: Montevideo, áreas metropolitanas, transformaciones territoria-


les, dinámica poblacional, segregación socio-territorial.

Revista eure (Vol. XXVIII, Nº 85), pp. 151-170, Santiago de Chile, diciembre 2002

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Transformaciones socio-territoriales del Área Metropolitana de Montevideo
Alicia Artigas, Manuel Chabalgoity, Alejandro García, Mercedes Medina y Juan Trinchitella

1. Introducción Se localiza en jurisdicción de tres de los 19


departamentos (unidades político-administra-
tivas) que conforman el territorio nacional.
"Hoy en día viajamos a velocidades que
Incluye la totalidad del Departamento de Mon-
nuestros antepasados
tevideo, sede de la ciudad del mismo nombre
ni siquiera podían concebir.
y capital del país, más de la mitad del territo-
Las tecnologías relacionadas con el
rio del Departamento de Canelones y la por-
movimiento -esde los automóviles a las
ción sur-este del Departamento de San José
autopistas de hormigón armado- han
(figura 1).
posibilitado que los enclaves humanos r
ebasen los congestionados centros y se
extiendan hacia el espacio periférico. "Globalización", "aldea global", "tecnosfera",
El espacio se ha convertido así en un "mundialización": todas ellas son metáforas,
medio para el fin del movimiento puro". diferentes miradas desde la cultura, la socie-
dad y la economía, y construidas a partir de
los importantes cambios operados en las últi-
Richard Sennett, "Carne y Piedra"
mas décadas. Sobre la infoesfera desarro-
llada por la telemática se desarrolla una red
Este artículo tiene por finalidad desa- mundial dispersa, articulada por nodos –ciu-
rrollar un breve análisis sobre el Área dades globales -donde las empresas
Metropolitana de Montevideo (AAM) y transnacionales han concentrado los puestos
sus principales transformaciones bajo los de mando y control de las actividades econó-
efectos de los cambios informacionales y tec- micas, junto a servicios avanzados que
nológicos, el proceso de globalización y la re- viabilizan el nuevo orden financiero y produc-
estructuración económica. El AMM, ubicada tivo mundial. Los nodos de la red (Sassen,
en el litoral sur de Uruguay con más de 100 1997) se han instalado preferentemente so-
km. de costas sobre el Río de la Plata, ocupa bre formaciones metropolitanas jerarquiza-
2
una extensión territorial de 2.500 km y con- das, integrando nuevas redes y jerarquías en
centra el 57% de la población total del país. su proceso de evolución. A decir de Castells

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(1998), asistimos a un cambio operado sobre rados en el territorio nacional, con resultados
la dialéctica entre lugares y flujos. que muestran -a finales de siglo- claros indi-
cios y evidencias de globalidad en términos
Este proceso señala un marcado fortaleci- físico-espaciales, y muchas pruebas de
miento de las relaciones inter-ciudades a nivel periferización y dualización socio-territorial.
global, en desmedro de las mantenidas tradi- Dichas transformaciones se operaron a partir
cionalmente con sus territorios, con la consi- de un escenario nacional que en los ’50 mos-
guiente mutación de su estructura territorial. traba, en términos generales, un relativo pri-
Esta fase contemporánea de modos y relacio- vilegio y singularidad en el contexto latinoame-
nes de producción capitalistas a partir de los ricano. Montevideo se transforma sin haber
cambios operados en la década del ‘70, se transitado por los típicos procesos latinoame-
caracteriza por un fuerte proceso de ricanos en virtud de los cuales las áreas me-
interrelación económica y cultural del planeta, tropolitanas crecieron y se expandieron con
el debilitamiento de los espacios nacionales, fuerte incorporación de inmigración rural, que
el surgimiento de bloques regionales y la trans- contribuyó de modo decisivo al crecimiento
formación de territorios y escenarios urbanos. de los niveles de segregación y marginación
social y territorial.

Según De Mattos (2000: 3), "los caminos


que los distintos países y empresas escogie- De allí entonces que las transformaciones
ron para salir de la crisis económica que se socio-territoriales fueran percibidas y
había agudizado a mediados de la década de vivenciadas por la población con una fuerte
los años ‘70 estuvieron fuertemente condijo- sensación de caída y pérdida, lo cual contri-
nados por los efectos simultáneos e interre- buye a explicar y generar una sostenida re-
lacionados de la afirmación de un nuevo pa- sistencia socio-cultural a los cambios, deter-
radigma científico-técnico y del incontenible minando que muchos de ellos aún se encuen-
avance de la globalización de la economía". tren inconclusos de acuerdo al modelo domi-
nante. Tal el caso de la promovida reforma y
privatización del Estado.
Desde el siglo XIX, el desarrollo del capita-
lismo moderno y el afianzamiento del Estado
nacional han compartido un papel relevante en Es en estos contextos que se analizan los
la configuración del territorio, en particular en aspectos más significativos de las transfor-
los procesos de metropolización. Estos ámbi- maciones operadas en el AMM, en particular
tos espaciales hoy manifiestan tendencias de las relacionadas con la población, su compor-
expansión-vaciamiento poblacional, concentra- tamiento y dinámica; las transformaciones en
ción-dispersión de las actividades económicas, la estructura y morfología del territorio; algu-
marginalidad-integración social y valorización- nos cambios relevantes en la base económi-
deterioro de las calidades ambientales. ca; el avance en los procesos de segrega-
ción y dualización socio-territorial; y los esti-
los de gestión institucional.
Montevideo y su Área Metropolitana no
son ajenas a ese contexto, aproximándose a
un nuevo orden espacial construido sobre la 2. El territorio heredado
matriz de un territorio heredado. La muy
temprana urbanización la ubica entre las ciu- El estilo de desarrollo predominante en
dades intermedias de América Latina (Porto América Latina durante el último siglo motivó
Alegre, Rosario, Córdoba) que alcanzaron e impulsó una serie de procesos socioeconó-
pronto desarrollo y consolidación urbana, so- micos con fuertes derivaciones y repercusio-
cial e institucional. A partir de los años ‘70 se nes en la conformación de los territorios na-
inicia un singular y lento proceso de transfor- cionales, destacando en particular la expan-
maciones, a ritmo similar a los cambios ope-

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sión de la frontera agropecuaria; el crecimien- la temprana "urbanización de la sociedad na-


to urbano y la metropolización; y la industria- cional" (Martorelli, 1978:16-23) y el surgimien-
lización no planificada (CEPAL-PNUMA, to y consolidación del Área Metropolitana de
1990). Si bien tales procesos adquirieron con- la ciudad capital. A comienzo de los años ‘60,
notaciones particulares en cada país, en Uru- el 80 % de la población nacional vivía en ciu-
guay tuvieron una expresión territorial dades y centros urbanos, y la metropolización
marcadamente diferencial de temprana ma- de Montevideo era una realidad instalada y
nifestación en las formas de uso y ocupación consolidada.
del espacio. Estos factores contribuyen a ex
plicar en gran parte las actuales modalidades 3. Las principales
de ocupación territorial. transformaciones del Área
Metropolitana de Montevideo
En particular, se puede indicar:
Una primer entrada al estudio sobre las
- La rápida ocupación y conformación del formas de expansión del AMM refiere al aná-
territorio nacional, que determinó que ya lisis de la evolución y distribución territorial
a fines del siglo XIX la expansión de la de su población, inscribiéndola dentro de los
frontera agropecuaria hubiera alcanzado cambios operados en el modelo de desarro-
sus actuales límites territoriales. Esto llo capitalista al transitar desde la fase de sus-
marca una clara diferencia, en tanto du- titución de importaciones a la fase de ajuste
rante la etapa de consolidación de los te- estructural, en el contexto de sostenida ex
rritorios nacionales en América Latina (si- pansión de la globalización, liberalización y
glos XIX y XX) la expansión de la fronte- apertura de las economías nacionales.
ra agrícola fue uno de los recursos más
utilizados para enfrentar los nuevos de- A comienzos de los ‘60, con una clara in-
safíos socioeconómicos que se iban pre- sinuación de la crisis del modelo sustitutivo
sentando en los distintos países de la de importaciones pero aún con fuertes rémo-
región, al menos en las primeras fases ras del Estado benefactor, se empieza a com-
de consolidación del proceso de desa- pletar el ciclo de expansión territorial metro-
rrollo capitalista. politana. Este ciclo adoptó desde sus inicios
una modalidad radial desde Montevideo ha-
- Las propias condiciones fundacionales cia la campaña, trascendiendo los límites de
de Montevideo-puerto, que ubicaron su jurisdicción territorial (hacia los departa-
desde el inicio el rol director que cum- mentos de San José y Canelones), "creán-
pliría como centro nacional dominan- dose una imagen de ciudad ramificada, apo-
te y único, condicionando y determinan- yada en la trama del sistema de rutas de
do las formas territoriales de la expan- penetración" (Altezor & Barrachini, 1971: 254),
sión y desarrollo de las infraestructuras que comandó en gran medida la localización
de comunicación, de los equipamientos industrial en sus primeras etapas, hasta
1
y del sistema nacional de ciudades. El 1947 .
carácter radial-lineal de la estructura vial
de rango nacional (las rutas N° 1, 5, 6, 7 Se reconoce un temprano proceso de
y 8 e Interbalnearia), así como la troncal conurbación en la dirección de todas las ru-
de la vía férrea, contribuyeron a conso-
lidar el rol hegemónico de Montevideo y
su Área Metropolitana. 1
A comienzos de este año, el gobierno depar-
tamental de Montevideo reglamenta en su jurisdicción
la Ley de formación y ampliación de Centros Pobla-
Tales fenómenos, junto a otras razones de
dos Nº 10.724, sancionada el año anterior por el Par-
índole principalmente demográfica, explican lamento Nacional.

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tas no costeras, donde existían centros urba- politana, aunque aún distará mucho su
nos de la etapa fundacional. Lo novedoso de completación y saturación urbana (figura 2).
esta década (1960-1970) es el empuje de la
conurbación costera con fuerte valorización 3.1. Las dinámicas poblacionales
social, inicialmente como fenómeno de ocu-
pación no permanente o de temporada. Ya
en 1970 estos autores afirmaban: "Esta cua- La posibilidad de contar con buena infor-
lidad temporal se desdibuja en la medida que mación censal desde 1963 hasta el último
nos acercamos al arroyo Carrasco, y en la censo de 1996 -con dos instancias interme-
misma medida que la gran ciudad expulsa par- dias-, nos permite analizar con acierto el trán-
te de sus habitantes de sus áreas más valori- sito entre la fase anterior y los resultados de
zadas, localizándose progresivamente en la por lo menos diez años muy significativos del
franja costera cercana, a la manera de ciu- período de la liberalización y desregulación.
dad dormitorio" (Altezor & Barrachini, 1971: 256).
En términos de población, para 1963 el
Esas modalidades de temprana expansión AMM concentraba el 56% del total nacional,
metropolitana, generadas en gran parte bajo con una tasa de urbanización ubicada ya en
el modelo de ejecución de fraccionamiento, un 92%. Montevideo-ciudad concentraba el
construcción edilicia y muy posterior dotación 86% de los habitantes metropolitanos, y los
2
de infraestructura , y desarrolladas como ex centros de la primera y segunda periferia si-
tensión de las periferias de centros o zonas milares proporciones, en torno al 7%. Cabe
urbanos, permitieron identificar y conformar agregar que para ese momento, la zona rural
los grandes límites exteriores de las manchas del área metropolitana concentraba el 8% del
urbanas de lo que se conocería posteriormen- total de su población, con más de 115.000
te como la primera y segunda corona metro- personas. La importancia de presentar estos
indicadores demográficos radica en que a tra-

2
Este situación se genera en los departamentos de San José y Canelones, cuyos gobiernos departa-
mentales no adoptaron igual postura que en Montevideo en relación con la aplicación de la ley de Centros
Poblados.

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vés de su evolución ¾a lo largo del período metropolitana había modificado su participa-
1970¾1996 (desarrollo del ajuste estructural) ción en el país tan sólo en un 1% (pasando a
se pueden constatar algunas de las singula- representar el 57%), con una tasa de urbani-
ridades de la expansión metropolitana, y el zación apenas superior a la anterior (de
intento de relacionarla con fenómenos simi- 94,6%), y una baja tasa de desruralización,
lares en la región. muy inferior a la observada en el total nacio-
nal. Se plantea aquí otro guarismo muy sin-
En 1996, más de treinta años después y gular del país: el Area Metropolitana de
en pleno auge de la nueva fase del desarrollo Montevideo concentra el 33,6% de la po-
capitalista (apertura total, impulso privatizador, blación rural nacional, lo cual significa un
tercerización de la economía, desindustriali- 10% más que en 1963 (cuadro 1).
zación, auge del MERCOSUR), la población

Surge entonces una primera constatación: más bien por la redistribución de la población
los avances de los procesos de reestruc- dentro del territorio metropolitano, aspecto en
turación y globalización parecen no haber el que sí surgieron cambios de significación,
generado cambios significativos en los pautando un proceso de desarrollo y consoli-
indicadores de evolución poblacional glo- dación territorial metropolitana, y signado por
bal. Dicho de otro modo, el AMM no constitu- fuertes modificaciones en las densidades de
yó un foco de atracción y concentración urbanización de los distintos sectores territo-
3
poblacional en el contexto nacional . Por lo riales, y por un proceso acotado y localizado
tanto, las transformaciones deben explicarse de cambios de uso de suelo rural que se ur-
no tanto por las variaciones de población, sino banizó bajo diferentes formas.

3 Cabe entonces preguntarse cuáles fueron


Se debe considerar el fenómeno de emigra-
ciones muy fuertes en la década del ‘70, y retomadas los cambios más significativos en la distribu-
con ímpetu a partir de la mitad de los ‘90. Estudios de ción de población metropolitana en los distin-
la Dra. Adela Pellegrino señalan que el origen de es- tos sectores territoriales. Para ello, en el Cua-
tas migraciones es casualmente el AMM, por lo cual dro 2 se presentan los datos de evolución y
las cifras manejadas habría que relativizarlas, aun- distribución de población, discriminados por
que en todo caso se reafirma que no parece ser un grandes sectores territoriales.
área de atracción de población.

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Al respecto, es posible obtener algunas


conclusiones relevantes: segunda corona, que modificó su parti-
cipación desde un 6,5% al 8,5% en todo
- Una sostenida pérdida de peso de Mon- el periodo analizado.
tevideo urbano, que disminuye en un 10%
su participación durante el periodo, - En la primera corona metropolitana se
con fuertes modificaciones internas en generaron los mayores cambios demo-
cuanto a la localización. Este proceso gráficos, que al analizarlos por corredor,
fue calificado ya en 1990 como "de in- destacan el fuerte ritmo de crecimiento
volución urbana generalizada" (Acuña, poblacional de los costeros. Sin embar-
1990: 16), donde más del 40% de la go, el corredor norte, de vieja consoli-
superficie de la ciudad consolidada con dación urbana, continúa concentrando
todos los servicios pierde población de la mayor proporción de población de la
modo sostenido, y como contrapartida corona a pesar de los inferiores ritmos
se genera una fuerte expansión de la de crecimiento experimentados. En la
4
periferia de la ciudad" . segunda corona o periferia metropolita-
na, los cambios operados fueron meno-
- Un fuerte crecimiento de los centros res, mejorando su participación en ape-
poblados de la primera corona metro- nas un 2% del total.
politana, que duplica su participación
(del 7 al 15%), terminando de confor- - El análisis de la distribución territorial del
mar el denominado Centro Metropolita- crecimiento de la población metrópoli-
no, que resulta del continuo de la man- tana en el último periodo (139.000 per-
cha urbana originada en Montevideo que sonas) confirma y reafirma las anterio-
se extiende, de manera diferencial, a tra- res apreciaciones. Destaca la alta radi-
vés de los corredores metropolitanos. cación en la primera corona con más del
Un crecimiento menor se observó en la 49% de las personas, ubicándose casi
población urbana de los centros de la la mitad en la Ciudad de la Costa. La
segunda corona capta el 30% del creci-
miento. Sólo un 20% se ubica en Mon-
tevideo-ciudad, principalmente en su
4
En términos de población, para el último pe- periferia.
ríodo intercensal el crecimiento de la periferia de Mon-
tevideo alcanza al 25,28 %, el decrecimiento de las
áreas centrales alcanza al 13,4 % y las áreas inter- Finalmente, se puede concluir que, al con-
medias presentan una relativa estabilidad, según da- trario de lo que sucede en otras regiones me-
tos del INE. tropolitanas, en nuestro caso el avance de los

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procesos analizados no derivó cambios de to poblacional. Las nuevas condiciones eco-


significación en el crecimiento global de nómicas, sociales y culturales que han moti-
población, aunque la movilidad y las cam- vado a las clases medias y altas a la ocupa-
biantes preferencias de localización terri- ción periférica, el sostenido crecimiento y de-
torial experimentaron fuertes modificacio- sarrollo hacia la costa este y los procesos de
nes. Éstas se visualizan con mucha mayor segregación social han incidido directamente
nitidez al analizar las transformaciones en la en el despoblamiento, sustitución y sucesión
morfología y estructura del territorio. de usos urbanos. Son relevantes los cambios
manifestados en la centralidad tradicional, con
3.2. Cambios en la estructura, la paulatina pérdida de significación sociocul-
morfología y expansión tural emblemática del centro polifuncional, de-
metropolitana sarrollado tradicionalmente en torno a la Ave-
nida 18 de Julio, eje central estructurador his-
tórico de Montevideo, en el que coexistían los
Para la interpretación de las nuevas di- usos residenciales de clase media y alta con
námicas se definen grandes áreas urbanas y una aglomeración de actividades que concen-
componentes metropolitanos: el área central, traba servicios comerciales, recreativos y ad-
las áreas intermedias, las periferias y la Ciudad ministrativos, públicos y privados de escala
de la Costa como caso particular de las mis- nacional y departamental.
mas, y finalmente las áreas rurales (figura 3).
Esto ha impactado sobre la morfología del
El área central. Como ya se ha esboza- sector, donde no se han operado sustitucio-
do, está sometida a un proceso de vaciamien-

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nes ni reciclajes del contenedor edilicio, con Carrasco y Punta Carretas, barrios costeros
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la consiguiente degradación del parque cons- privilegiados de Montevideo . Cabe destacar,
truido, una subutilización de las infraestruc- en tanto centro de servicios a escala metro-
turas y servicios urbanos instalados y un pro- politana de la zona, la importancia del Mon-
ceso de degradación del espacio público, en tevideo Shopping Center y del Shopping
especial de la calle barrial, ahora sólo afecta- de Punta Carretas. En ambos casos se han
da a su aspecto funcional básico de circula- instalado actividades que tradicionalmente se
ción, con pérdida de uso comunitario. desarrollaban en el Centro, lo que permite
inferir que este fenómeno está asociado al
El tradicional "kilómetro cero" de Montevi- vaciamiento de sus funciones.
deo, ubicado en la Plaza Libertad, sobre la
nombrada Avenida 18 de Julio, albergaba en La localización del Montevideo Shopping
su entorno inmediato un sistema de intercam- Center ha llevado a la transformación
bio de transporte de personas y pequeñas sustantiva de un sector de residencia. La ubi-
cargas de escala internacional, nacional y me- cación privilegiada del predio en la primera
tropolitana. Se completaba con el servicio fe- fila del Puerto Deportivo del Buceo, en un
rroviario cuya terminal nacional se ubicaba en enclave con altos valores paisajísticos y ex
su proximidad. celente conectividad, coadyuvó a su desarro-
llo. Esta operación consistió en la instalación
Grandes tiendas por departamentos des- de un shopping, la construcción del World
aparecieron a mediados de los ‘60, dando lu- Trade Center, un centro de negocios y una
gar a la aparición de las galerías comerciales serie de edificios residenciales de alta cate-
(pequeños locales que sustituían esos rubros) goría sobre la Rambla costera. Este conjunto
que se desarrollaron sobre la base del con- ha transformado el uso del suelo en su entor-
dominio en propiedad horizontal de los edifi- no, donde se han instalado sedes de bancos,
cios en altura con destino a vivienda y ofici- empresas y negocios financieros.
na. Esta concentración comercial-residencial
permaneció hegemónica en el ámbito metro- En el caso del Shopping de Punta Carre-
politano, coexistiendo con incipientes centra- tas, se instalaron el centro comercial -dirigido
lidades barriales como Paso Molino y La al mercado de alto poder adquisitivo- y el Ho-
Unión, así como con otras más antiguas de tel Sheraton -de cinco estrellas- en el antiguo
alcance local, como La Paz-Las Piedras (de- predio de la cárcel de Punta Carretas. Esta
partamento de Canelones) entre las más im- construcción ha impactado fuertemente en su
portantes. entorno, tradicionalmente residencial, que ha
recibido múltiples actividades comerciales y de
Las áreas intermedias, la policentrali- servicios asociados a la vivienda y el comer-
zación. Sobre mediados de los ‘80 aparecen cio. Como consecuencia, se observa un cam-
las primeras deslocalizaciones funcionales bio en el valor de las propiedades, con
que pautan la pérdida de las características la consiguiente movilidad de población.
del Centro. La concentración de comercios y
servicios en grandes espacios cubiertos y
5
seguros comienza a surgir en la ciudad como La relocalización del Kilómetro Cero en la ter-
artefactos de la globalización, compitiendo minal de Tres Cruces no es ajena a este proceso de
con el centro tradicional. Estas nuevas áreas pérdida de significación y peso del centro. Aquí se
concentran los servicios de transporte colectivo de
comerciales dotadas de seguridad, estacio-
escala interdepartamental e internacional como las
namientos y desarrollo edilicio híbrido y flexi- pequeñas cargas y áreas comerciales. Su entorno ya
ble, capaz de albergar usos mixtos, se desa- está fuertemente impactado por un desarrollo edilicio
rrollan en la faja costera este de la ciudad. En en altura con destino terciario, que coexiste con la tra-
efecto, los shoppings se localizan en Pocitos, dicional aglomeración de servicios hospitalarios y de
salud, muchos con porte y escala nacional.

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Este proceso de relocalización y dispersión cionados shoppings y el parque de ex


de actividades terciarias, administrativas, ser- posiciones del Laboratorio Tecnológico
vicios y comercio no siempre aparece vincula- del Uruguay (LATU), que incorporan em-
do a los shoppings. En muchos casos ocupa prendimientos hoteleros e inmobiliarios
áreas residenciales en las que se produce un destinados a residencia y oficinas.
cambio de uso, no necesariamente asociado
a un cambio morfológico. Tal es el caso de la - Recalificación del espacio público con
Avenida Bulevar Artigas en su tramo sur, y de valores emblemáticos o patrimoniales,
algunas zonas de Pocitos y Carrasco, barrios y la refuncionalización del viejo parque
costeros de la ciudad. Este proceso de des- edilicio. Ejemplos significativos de este
centralización de actividades y surgimiento de proceso son la sede del MERCOSUR
nuevas centralidades es tomado por el Plan en el viejo Parque Hotel, el reciclaje de
Montevideo (Plan de Ordenamiento Territorial) los Hoteles del Prado y Carrasco, la
del año 1998, que las incorpora como parte transformación para vivienda de Fábri-
del modelo territorial vigente. ca Alpargatas y Mercado Agrícola y el
equipamiento y nuevo diseño de la Ram-
Un caso diferente es el de las grandes bla Costera, avenidas, plazas y parques
superficies comerciales de los hipermercados. de la ciudad.
Las mismas responden a lógicas de accesi-
bilidad y buena conectividad metropolitana, Estas intervenciones de carácter puntual
así como a la masa crítica definida en nue- en áreas acotadas de la ciudad o en edificios
vas localizaciones y su actual movilidad. La específicos están presentes en la ciudad in-
misma ha hecho prevalecer el transporte au- termedia, la costa y el área central, y aunque
tomotor individual sobre el autobús tradicio- comparten los rasgos generales de la nueva
nal, que no ha acompañado los distintos cam- modalidad, presentan particularidades propias
bios metropolitanos, manteniendo su en cuanto a su conformación programática y
estructuración en un haz convergente y la inclusión o no de la actividad habitacional.
radio-céntrico. Estos nuevos espacios comer-
ciales se implantan en nodos de comunica-
ción metropolitanos. El caso de mayor desa- Las periferias. El concepto de peri-urba-
rrollo es el área de hipermercado Geant, de no está pautado por la desconcentración fun-
la cadena francesa Casino, ubicado en el de- cional asociada a la ciudad difusa. De hecho,
partamento de Canelones, en el corredor vial ésta se distingue de la simple difusión urba-
que articula el este costero de Montevideo con na y de la urbanización del campo porque está
6
la Ciudad de la Costa . dotada de una estructura funcional autóno-
ma. En este sentido, "reconocer la diferencia
entre nuevas y tradicionales periferias impli-
Esta dinámica de la ciudad intermedia, ca no solo fijarse en la baja densidad de ocu-
donde se desarrollan la mayoría de las nue- pación o en la tipología de viviendas unifami-
vas centralidades que aglutinan actividades liares aisladas, sino en sus modos de desa-
terciarias, incluye: rrollo, su composición y organización social"
(Dematteis, 1998: 27)
- La construcción de perímetros urbanos
específicos como el Plan Fénix, los men- Las nuevas periferias ya no se definen
como las anteriores en relación con el centro.
6 Se reduce mucha de la anterior dependencia
El Hipermercado Geant es una superficie co- con el centro metropolitano como lugar de tra-
mercial localizada en una zona suburbana. Consta de
un supermercado y locales comerciales dirigidos a me-
bajo y de servicios calificados.
dianos y bajos ingresos. La operación requirió una
serie de modificaciones en la red vial de su entorno,
así como infraestructura de desagüe de pluviales.

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El fenómeno expansivo de Montevideo tos irregulares que presionan el área produc-


sobre el territorio productivo circundante no tiva. El continuo urbano se desarrolla con muy
presenta las mismas características en los bajas densidades hasta el límite departamen-
distintos corredores metropolitanos. En parti- tal. En el Departamento de San José se da
cular, la expansión de la ciudad hacia el este una fuerte localización industrial en torno a la
sobre la costa es un fenómeno singular del ruta, y el tejido presenta discontinuidades. En
AMM. La fuerte atracción de la costa un principio promocionado como lugar de se-
montevideana para el afincamiento de pobla- gunda residencia (al igual que en el corredor
ción desde mediados del siglo XX se ve par- este), no se consolida como tal, pasando a
ticularmente desarrollada a partir de los ‘70, albergar sectores de bajos ingresos, con ca-
con un crecimiento acelerado en el corredor lidades urbanas y ambientales muy bajas con-
este. El desarrollo del cinturón costero, pre- viviendo con un ecosistema de valor desta-
ferido por las clases medias altas, se extien- cado como son los humedales del Río Santa
de sobre una serie de balnearios del departa- Lucía.
mento limítrofe de Canelones. Viviendas de
temporada se convierten en residencia per- Hacia el norte, las plantas urbanas de La
manente, conformando la actual Ciudad de Paz, Las Piedras y Progreso, originalmente
la Costa (reconocida como ciudad por Decreto fundadas sobre la antigua Ruta 5 y la vía fé-
Nacional en 1994). Este corredor pasa a con- rrea y con fuerte presencia de industria
formarse como una prolongación del continuo extractiva, han cambiado su rol al realizarse
urbano de Montevideo, destinado a residen- la nueva ruta, al oeste de las mismas. El con-
cia permanente, con calidades paisajísticas tinuo urbano consolidado que conforman ha
que lo constituyen como un atractivo para modificado su rol de acceso a la ciudad al
sectores de ingresos medios. La Avenida trasladarse la ruta y al disminuir el uso del trans-
Giannattasio, su principal estructurador, so- porte ferroviario, a la vez que el uso extractivo
bre el que se consolida la centralidad lineal se va desplazando fundamentalmente hacia
de la zona, divide las características socioeco- el oeste, por agotamiento de las canteras.
nómicas de los pobladores. En torno a la Ruta Conforman una de las principales centralida-
Interbalnearia se comienzan a establecer des locales de la primera corona metropolita-
equipamientos de escala metropolitana, vin- na. Los nuevos usos industriales y equipa-
culados a la cercanía del aeropuerto interna- mientos se instalan sobre el nuevo trazado
cional y a la conectividad que brinda esta ruta de acceso al centro.
con el este del área metropolitana (cemente-
rios privados, barracas de materiales de cons-
trucción, programas de ocio y recreación). Al La zona rural. El tejido productivo, como
norte de esta ruta, sobre el tejido productivo ya se ha planteado, no escapa a las presio-
y aprovechando las regulaciones diferentes nes de las nuevas lógicas económicas, reci-
con Montevideo, se localizan los clubes de biendo el impacto localizado de un conjunto
campo, urbanizaciones cerradas de uso resi- de actividades, en particular el de algunos em-
dencial que responden a las nuevas lógicas prendimientos característicos del proceso de
de ocupación de suelo para vivienda. globalización como las zonas francas, que en
el caso de la Zona Franca Montevideo ha
asociado a sus actividades propias (servicios
El corredor oeste, en torno a la Ruta N° 1 de alta especialización, actividades industria-
-que une Montevideo con la Ciudad de Colo- les de alta tecnología), propuestas de desa-
nia, principal puerto de entrada de pasajeros rrollo urbano para sectores de alto nivel, eli-
desde Buenos Aires-, presenta característi- minando porciones importantes de suelo pro-
cas diferentes. En el borde urbano de Monte- ductivo. Intentos similares se generan con
video, la ocupación del suelo se da prioritaria- fuerte presión de los inversores para eliminar
mente por la emergencia de asentamien- nuevo suelo productivo y desarrollar centra-

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les de logística y portuaria. Todos estos em- más reciente y con menos antecedentes, pero
prendimientos se dan en el área rural prote- con fuerte impulso y subsidios, se promueve
gida de Montevideo, asentada en un el desarrollo forestal. La tradicional industria
parcelario de pequeño tamaño y alta densi- sustitutiva (alimentos y textiles, principalmen-
dad vial. te) se encuentra ahora fuertemente condijo-
nada por la inexistencia de subsidios y cam-
Hacia la segunda corona metropolitana bios en las políticas arancelarias.
se ha instalado en la última década un im-
portante número de industrias de capitales Tales cambios, sumados al escenario del
fundamentalmente extranjeros, derivado de MERCOSUR, facilitaron varios años de cre-
una fuerte acción de marketing en el caso cimiento económico durante la década de los
del Departamento de San José, cuya muni- ‘90, sobre la base de dirigir hacia los socios
cipalidad ha dado beneficios impositivos e regionales la mayor parte de nuestras expor-
incluso ha llegado a comprar predios que taciones. Se operó una pérdida de importan-
luego ha cedido sin costos a los inversores. cia en los mercados tradicionales con una
Se han combinado aquí los factores conver- fuerte baja en la competitividad de nuestros
gentes de la desregulación territorial y am- productos y servicios. La fragilidad econó-
biental con los procesos de liberalización mica y financiera derivada de la alta depen-
7
económica . dencia regional de economías sustentadas
en una paridad monetaria con el dólar deter-
3.3. Algunos cambios significativos en minó que cuando los socios entraron en pro-
la base económica metropolitana blemas económicos, comenzara un proceso
sostenido de estancamiento y recesión en
nuestra economía. Éste se inicia con la de-
El nuevo modelo económico imperante ha valuación del real en enero de 1999 y se
dejado atrás el desarrollo basado en la pro- agudiza con la caída de la convertibilidad en
moción de industrias sustitutivas de importa- Argentina a fines del 2001.
ciones en pos de la apertura económica y la
desregulación. Así comienza a verificarse en
los primeros años del gobierno de facto, y se Cabe destacar que, a partir de la apertura
reafirma en el posterior gobierno democráti- y desregulación económica operada desde los
co a partir de la suscripción de la ronda Uru- años ‘70, la plaza financiera y bancaria na-
guay del GATT en 1986. Estos hechos han cional sufrió un sustancial cambio en cuanto
influido directamente en la reestructuración a su porte en las operaciones de escala re-
productiva signada por un fuerte proceso de gional. Esto ha concentrado en la Ciudad Vieja
desindustrialización y avance del sector ser- un distrito financiero integrado a las redes
vicios. Por otra parte, la base agroexportadora globales que contribuye a viabilizar una even-
tradicional se ha modificado con el surgimien- tual radicación de puestos de control de las
to y promoción de nuevos sectores dinámi- empresas en el distrito central.
cos como el lácteo y el arrocero. De manera
Los cambios operados en las comunica-
7
El impacto sobre la actividad agropecuaria ha ciones e infraestructura logística ubican en el
sido menor que en Montevideo, por sustituir activida- puerto de Montevideo un ejemplo significati-
des menos intensivas, desarrolladas en parcelario de vo de adaptación a las nuevas modalidades
tamaño muy superior. En general, los efectos más ne-
operacionales, aunque a ritmo muy inferior al
gativos se han derivado de los procesos productivos
desarrollados sin la observancia de los requisitos am- observado en los países de la región. Sobre
bientales, lo cual ha sido motivo de conflictos recu- marcos de gestión que involucran la
rrentes, además de provocar problemas de contami- tercerización de la operación de los muelles
nación de aguas y suelos que afectan la producción (antes monopólica del Estado), avanzó hacia
de los predios del entorno.

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la concesión de obra pública para ampliación tribuidas en 10.000 unidades de producción.


8
y operación de las playas de contenedores . Éstas se localizan desde el borde urbano de
la ciudad hacia el interior del país, dedicadas
Las zonas francas dentro del territorio na- a las actividades agropecuarias. En la prime-
cional, y en particular las que se incluyen en ra corona son en promedio de pequeña y
el área metropolitana, como las de Libertad mediana escala, con fuerte proporción de pro-
(al oeste sobre Ruta 1), Florida (en la Ruta 5) ducción familiar y altos índices de usos del
y la Zona Franca de Montevideo (al N-E de suelo, que en todos los tiempos ha sido de
Montevideo, en el cruce de la Ruta 101 con gran significación nacional por los valores de
la 8), surgen como resultado de una estrate- producción y productividad que representan.
gia inicial generadora de actividad industrial Hacia los bordes externos del AMM, los nive-
para la región. Una vez avanzado el proceso les de intensidad de uso del suelo disminu-
de integración regional MERCOSUR, las mis- yen hacia actividades más extensivas y se
mas han pasado a jugar un rol logístico de incrementa la escala de producción, con ma-
grandes depósitos fiscales, donde se alma- yor presencia de explotaciones de tipo em-
cenan insumos en admisión temporaria, arti- presarial.
culando el puerto de Montevideo y sus venta-
jas competitivas con los destinos finales en Constituyendo menos del 2% del total de
los países vecinos. la superficie bajo producción agropecuaria en
el país, es asiento de alrededor del 18% de
La apertura económica, incentivos fisca- los productores, y en su ámbito se genera
les y nuevas movilidades en la región han fa- poco más del 18% del empleo agrícola na-
cilitado el desarrollo del sector turístico den- cional. Tales datos dan cuenta de una impor-
tro de la ciudad de Montevideo. El primer ho- tante actividad de carácter intensivo, lo cual
tel cinco estrellas de Montevideo se instala a se ve reafirmado al señalar que en el AMM
fines de los ‘80, y durante los ‘90 se amplía la se ubica más de la mitad de las tierras de
oferta con la reforma y/o construcción de va- producción hortícola y frutícola del país, con-
rios de cuatro estrellas. Esta reconversión centrando el 61% de los productores de rubros
hotelera está orientada al turismo de eventos intensivos. Incluye renglones agroindustriales
y convenciones, operado por cadenas inter- de fuerte reconversión en la década de los
nacionales con la consiguiente incorporación ‘90, como la vitivinicultura, asociada a una sig-
de Montevideo dentro de sus circuitos. Los nificativa incorporación de avanzada tecno-
emprendimientos más relevantes están aso- logía, tanto en la fase agraria como en la in-
ciados a la incorporación y posibilidad de ex dustrial del complejo.
plotación de casinos.
Similares consideraciones se aplican al
Uno de los rasgos más característicos y rubro lechería, de histórica impronta en la
diferenciadores del AMM constituye la exis- conformación y estructura del territorio me-
tencia, dentro de sus límites territoriales, de tropolitano (parcelario y caminería). En el AMM se
una zona rural con suelos de alto valor pro- localizan las plantas de procesamien-
ductivo, con más de 250.000 hectáreas dis- to más importantes de la principal industria
láctea del país, CONAPROLE (ésta se ubica
entre las más grandes empresas privadas
8
También se destaca el reciente nacionales en términos de exportaciones). En
emprendimiento de un puerto privado en Puntas de estos dos ejemplos de rubros productivos, son
Sayazo, al oeste de la bahía, que ofrece junto a su varios los casos de asociación con capitales
proximidad al nodo vial de acceso metropolitano, un extranjeros para avanzar los procesos de
calado de 15 metros (la autorización mediante decre- reconversión y modernización industrial re-
to presidencial para iniciar la concesión es de enero
sueltos bajo diversos formatos (joint venture
del 2002).

eure 163

 
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u otros). BONPROLE, asociación de 3.4. Segregación y dualización


CONAPROLE con la BONPART francesa socioterritorial.
para la producción de quesos finos para la
exportación, es el mayor ejemplo de los radi- Existe una relación estrecha entre la se-
9
cados en el AMM . gregación espacial y la segregación social
urbana. Esta segregación social tiene múlti-
A pesar de esas significativas caracterís- ples dimensiones de análisis.
ticas, la zona rural del AMM no ha escapado
a los impactos de los procesos analizados, Según el Foro Internacional de Pobreza
con diferentes consecuencias locales debido 11
Urbana de 1998 , la pobreza es entendida
a la heterogénea gestión del territorio que se como un proceso multidimensional afectado
realiza según la administración departamen- por condiciones culturales, interpretadas en
tal involucrada. En el Anteproyecto y Proyec- forma subjetiva por la población que vive en
to del Plan de Ordenamiento Territorial se esta situación y percibida de manera diferen-
analizan las grandes causas del retroceso te de acuerdo al género, edad, origen étnico
territorial de la actividad agrícola en el Área y habilidades. Incluye muchas formas de con-
Metropolitana, que iniciado en la década de sumo que escapan a la cobertura de los in-
los ‘80, continúa hoy en forma sostenida pese gresos y al concepto de línea de pobreza.
a la protección de la misma por el Plan de
10
Ordenamiento .
La lógica del mercado laboral en el proce-
9
La importancia de la actividad agrícola en el so de globalización económica y los avances
uso y conformación territorial del AMM, en las modali- tecnológicos generan modificaciones en el
dades del crecimiento urbano y localización de activi-
dades y en las formas de gestión institucional pérdida de competitividad de las actividades
implementadas, se ve reafirmada al considerar que agropecuarias tradicionales del AMM, por lo cual los
dentro de los límites de la primera corona se localiza fenómenos de contacto o de interfase de usos (prác-
la mitad de las unidades de producción, se genera la ticas de robo y apropiaciones indebidas de produc-
mitad del empleo agrícola y se concentra el 60% de tos, animales y herramientas desde la proximidad ur-
las unidades de rubros intensivos. Todo ello sobre una bana) constituyen otro incentivo al abandono del pre-
superficie en producción que es apenas el 25% del dio, y generación en muchos casos de baldíos rura-
total del AMM. les, propensos a la invasión por asentamientos pre-
10
Dentro de estas causas se puede destacar: carios; y (d) la presión del sector inmobiliario y de otros
(a) la pérdida de rentabilidad de las actividades pro- sectores económicos ejercida sobre los gobiernos
ductivas, principalmente de pequeña escala, como departamentales para autorizar la localización en zona
consecuencia de la apertura de los mercados que fue- productiva de actividades de residencia, de grandes
ron invadidos por productos a menores precios, debi- emprendimientos (centrales de carga y logísticas), de-
do en general a los subsidios de origen. Ante la aper- mandando la desregulación, incluso sobre áreas pro-
tura del mercado, la introducción de mejoras tecnoló- tegidas normativamente en el caso de Montevideo.
gicas para enfrentar la nueva competitividad impues- En varios de estos casos la compra de terrenos en
ta no fue un camino de fácil adopción, por la escala producción y su transformación en baldíos rurales por
de los productores y por las dificultades financieras de los parte de los inversores, constituyó una práctica utili-
mismos; (b) los trazados y expropiaciones co- zada como modo de presión.
11
rrespondientes a las Rutas 1 y 5 de acceso a Monte- El Foro Internacional sobre Pobreza Urbana
video desde los ‘80 se desarrollaron sobre suelos de fue creado en las conferencias de Recife, Estambul y
alto valor productivo, dividiendo unidades de produc- Florencia para el seguimiento y la ejecución de inicia-
ción agropecuaria que se tornaron inviables con los tivas destinadas a reducir la pobreza urbana. Las dis-
remanentes de la expropiación. El trazado paralelo a cusiones y acuerdos de dichas conferencias crearon
las rutas existentes generó una ancha franja de pre- las bases y modos de funcionamiento del Foro. Recife
dios rurales bordeada por rutas, que desata intereses entregó una visión teórica y el documento principal
de inversores y de procesos especulativos por la even- sobre políticas de erradicación de la pobreza. Florencia
tual localización de otros usos del suelo para activida- elaboró el concepto de buena gobernabilidad, de las
des con mayores rentabilidades; (c) el crecimiento de formas en que la comunidad puede llevarlo a la prác-
las periferias urbanas que se acelera durante el últi- tica y estableció áreas de actividades para la reduc-
mo período intercensal (1985-1996) coincide con la ción de la pobreza.

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empleo. Los empleos de sectores de indus- rias y su diferenciación en primera y segunda


trias fordistas van disminuyendo, mientras la corona. Por ejemplo, hay el doble de jóvenes
oferta de empleo surge fundamentalmente en menores de 15 años con hijos en la primera
trabajos no especializados, de bajo nivel de corona que en el área central, y aun más en
ingreso. Simultáneamente, otros sectores la segunda. El 40% de los jóvenes con ense-
especializados ascienden en la escala de in- ñanza primaria incompleta habita en la peri-
gresos. Esta situación se refleja en una se- feria, mientras que el 5% lo hace en la costa
gregación espacial en la ciudad. "Las Este de Montevideo. Un 29% de los hombres
disparidades de ingresos y las diferencias en jóvenes de la ciudad consolidada no estudia
cuanto a protecciones y estabilidad laboral ni busca trabajo, mientras que en la periferia
también se manifiestan en la localización de este porcentaje alcanza el 71% (Veiga &
las clases en el territorio urbano. Una de las Rivoir, 2001).
expresiones más notorias de la reducción de
los ámbitos de interacción informales entre En consecuencia, en el escenario de los
distintos estratos socioeconómicos es la pro- procesos de globalización y reestructuración
gresiva polarización en la composición social económica se puede coincidir en lo expresa-
de los vecindarios. El resultado de estos pro- do por Veiga y Rivoir en cuanto a que "cre-
cesos es un creciente aislamiento social de cientemente algunas dimensiones estratégi-
los pobres urbanos con respecto a las corrien- cas, como el acceso a la educación y el co-
tes principales de la sociedad. Dicho aisla- nocimiento, se transforman en instrumentos
miento se convierte en un obstáculo impor- de desigualdad, reproduciendo mecanismos
tante para acumular los activos que se nece- de exclusión social entre la población" (23).
sitan para dejar de ser pobre, lo que hace que
la pobreza urbana socialmente aislada se
constituya en el caso paradigmático de la ex 3.5. La gestión institucional del AMM
clusión social" (Katzman, 2001:173).
La presencia de múltiples jurisdicciones
Salario y empleo dan una pauta clara para político-administrativas en las áreas metropo-
seguir el comportamiento de la pobreza de litanas constituye uno de sus rasgos más ca-
ingreso en nuestro medio. Desde 1982 se racterísticos, y es a la vez un significativo pro-
produce un debilitamiento estructural en los blema de vieja data y dificultosa solución.
ingresos de los asalariados, colocándolos en Torres (2001) y Barrios (2001), en sus traba-
un 60% del poder adquisitivo de 1970. Este jos sobre Buenos Aires y Caracas respecti-
deterioro en los ingresos se basa en el incre- vamente, abordan esta temática poniendo de
mento de la desocupación, la sustitución de relevancia las dificultades que generan para
empleos con otros de menor calidad y la con- una gestión coordinada de las áreas metro-
solidación de la informalidad y precariedad del politanas.
empleo. Complementariamente, en la déca-
da del ‘90 el desempleo crece del 8,8 al 11,3% Este fenómeno, presente en el AMM des-
en 1999, situándose a fines del 2001 en de los inicios de su conformación, ha visto
14,7%, incrementándose el nivel de empleo aumentada su magnitud durante la última
precario y el subempleo que superan en con- década del siglo pasado como consecuencia
junto el 35% (Cámara de Representantes, de los procesos analizados, y debido a los
2001: 6-10). cambios políticos operados en los gobiernos
departamentales. Por lo tanto, la gestión in-
En grandes cifras, más del 50% de la po- tegral y coordinada del desarrollo metrópoli-
blación montevideana está fuera de la ciudad tano, que desde la década de los ‘60 fue pues-
consolidada. Los indicadores de riesgo son ta en relevancia por trabajos académicos, hoy
representativos de la situación de las perife- surge como una necesidad ineludible que for-
ma parte del discurso y agenda política con-

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temporánea, no así de la actuación cotidiana Medio Ambiente, se genera un nuevo esce-


de los gobiernos municipales. La continuidad nario en la relación institucional que condi-
de la mancha urbana que define el centro ciona la definición del espacio y el modelo
metropolitano multi-jurisdiccional, la operación para la gestión coordinada del AMM.
de servicios de red, la construcción de infra-
estructuras básicas, la gestión de cuencas Por primera vez en la historia los tres go-
compartidas y las regulaciones de desarrollo biernos departamentales están regidos por
urbano constituyen algunos de los temas que distintos partidos políticos. Asimismo, surge
sólo pueden ser abordados con éxito desde también una institución del gobierno nacional
una visión y ámbito de gestión metropolitano, (Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Terri-
articulado a las instancias correspondientes torial y Medioambiente) con expresas com-
del ámbito nacional. petencias en la ordenación del territorio y ges-
tión del ambiente, con fuertes niveles de con-
En tanto el desarrollo territorial del depar- currencia en muchas materias que hasta el
tamento de Montevideo respondió en gran momento aparecían de exclusiva competen-
medida a regulaciones derivadas de proce- cia municipal. En ese contexto institucional,
sos de planificación más o menos integrales, el avance de los procesos de globalización
las formas de uso y ocupación del territorio ha agudizado la competencia entre munici-
en los otros departamentos metropolitanos pios metropolitanos, asociada principalmen-
(San José y Canelones) se desarrollaron en te a la disputa por captar inversión extranje-
el marco de regulaciones muy flexibles o en ra, lo cual dificulta aun más la posibilidad de
ausencia de las mismas, sin ningún contexto consolidar una visión integrada de la gestión
planificador explícito. Este proceso fue parti- del AMM y de alcanzar mínimos consensos
cularmente preocupante en todas las ocupa- para articular los cometidos de la gestión de
13
ciones urbano-industriales generadas a par- escala nacional .
12
tir de 1947 sobre los límites departamenta-
les con Montevideo, conformando los nuevos Por tales razones, los escasos espacios y
desarrollos urbanos de la primera corona temas de coordinación intermunicipal que se
metropolitana. han instalado y desarrollado en el ámbito
metropolitano a partir de los ‘90, han respon-
Hacia 1984, desde el ámbito de los go- dido en general más que a la voluntad de un
biernos departamentales se genera la prime- accionar coordinado de los gobiernos muni-
ra respuesta institucional con la celebración cipales, a las demandas de organismos in-
de un Convenio de Coordinación Intermuni-
cipal, en cuyo contexto se crea la Comisión
Técnica Asesora con la finalidad de encarar
la gestión coordinada de temas de interés 13
En este periodo, Montevideo profundiza su
común. En una primera etapa, los temas iden- gestión planificadora sobre nuevas bases, donde el
tificados fueron todos de ordenación del terri- Plan de Ordenamiento Territorial, con vigencia legal
torio. Luego de 1990, con el cambio de orien- desde 1998, constituye el marco de referencia para la
tación política en el gobierno de Montevideo gestión del territorio departamental sustentado en un
y la creación en el ámbito nacional del Minis- proceso de fuerte descentralización y participación
social (juntas locales, consejos vecinales, centros co-
terio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y
munales zonales). En tanto, en los departamentos
vecinos se mantiene aún un estilo de gestión centrali-
zado sin contexto planificador explícito y con gran fle-
xibilidad de regulaciones, donde las respuestas –cuan-
12
En 1947 se promulga un conjunto de regula- do las ha habido- han sido de carácter fragmentario
ciones que ordenaron la expansión urbana en Monte- (ordenanzas urbanísticas para algunos centros po-
video, congelando algunos límites y motivando la lo- blados), lo cual pone a estos territorios con mayores po-
calización de actividades urbanas en los departamen- sibilidades para captar algunas actividades e inver-
tos vecinos, donde no existían restricciones. siones. En el ámbito nacional no existe aún un marco
regulatorio para la ordenación del territorio.

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ternacionales de crédito, que han exigido ex 4. Reflexiones finales y algunas


plícitas instancias de coordinación para otor- singularidades del Área Metropolitana
gar los préstamos. Tal es el caso del Plan de Montevideo
Metropolitano de Gestión de Residuos Sóli-
dos, los Programas de Integración de Asen-
tamientos Irregulares y algunas obras de sa- El análisis conjunto del comportamiento de
neamiento, por indicar los más importantes. las variables relevantes presentadas en el
En definitiva, las estrategias de gestión ítem anterior permite sustentar la afirmación
institucional de los gobiernos municipales del de que, desde los años ‘60 a la fecha, se han
Área Metropolitana de Montevideo, de dife- operado transformaciones en el uso y ocupa-
rente alcance programático, constituyen uno ción del territorio metropolitano. Los cambios
de los elementos para explicar alguna de las ocurridos se han apoyado sobre fuertes de-
principales desigualdades de uso y ocupación terminantes de un territorio heredado, que
del territorio en el contexto del modelo de eco- no ha modificado, en lo esencial, su estructu-
nomía abierta. ra y morfología global. La conectividad radial
histórica, a través de su mejoramiento y cua-
lificación, ha facilitado un incremento sustan-
A escala nacional, los procesos de partici- tivo en la movilidad, proceso básico para ex
pación social, a través del recurso de plebis- plicar la reestructuración interna del área me-
14
cito de las leyes , han condicionado la utili- tropolitana.
zación plena de las principales herramientas
utilizadas por los gobiernos nacionales para
su inserción en los procesos de globalización. La ciudad de Montevideo sufre la pérdida
En concreto, las privatizaciones de las princi- de funciones en su área central, y en menor
pales empresas públicas no se han podido medida, en la intermedia. Como contraparti-
ejecutar como en la mayoría de los países de da, se expande la mancha urbanizada, trans-
la región, imponiendo, por lo tanto, modifica- formando e integrando antiguas conurbacio-
ciones sustantivas a las estrategias de la in- nes en un centro urbano metropolitano
versión extranjera dirigida a sectores distin- policéntrico. En un contexto general de
tos al financiero. desregulación, se insertan nuevas lógicas de
cooperación público-privada, permitiendo la
transformación de grandes piezas urbanas
14 que atraen funciones y -consecuentemente-
En 1992, a través de un Plebiscito Nacional,
población, tradicionalmente localizadas en el
el 80% de la población derogó la ley conocida como
de Privatización de las Empresas Públicas. En 2001- área central, generando nuevas centralida-
2002 se dieron los pasos legales para obtener la ad- des. Este proceso se asocia a los avances
hesión del 25% de la ciudadanía con la finalidad de tecnológicos que permiten la desconcentra-
someter a plebiscito la ley que habilita al Poder Ejecu- ción funcional de empresas e instituciones fi-
tivo para privatizar algunos segmentos de la Empresa nancieras.
Pública de Telecomunicación, ANTEL. Esta contun-
dente manifestación determinó que el propio Ejecuti-
vo promoviera la derogación de dicha ley sin llegar a También se observan nuevas tendencias
concretar el acto plebiscitario. También se comienza en el afincamiento residencial. Por una parte,
a recorrer los caminos para plebiscitar la derogación desde los avances tecnológicos, la accesibi-
de una reciente ley que habilita procesos de lidad producto de la difusión del uso del auto-
privatización en ANCAP, empresa pública de refinación móvil, así como el uso de las telecomunica-
y distribución de combustibles. La única concesión de ciones, facilitan el surgimiento de incipientes
servicio público existente refiere al agua potable y
saneamiento acotada al Departamento de Maldonado,
procesos de suburbanización y periurbaniza-
la cual está fuertemente cuestionada social y política- ción, asociados a nuevas pautas de confort
mente, presentando por tanto un futuro incierto. para el tramo de ingresos medios-altos y al-
tos, localizados principalmente en el Depar-
tamento de Canelones, en torno a la expan-

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sión costera platense (Ciudad de la Costa y de ingresos en el territorio asociado a las nue-
su área próxima). Por otra, surgen fuertes vas localizaciones residenciales -cuyo sus-
procesos de suburbanización y periferización, tento principal se vincula con la desocupación
en forma de asentamientos irregulares, aso- abierta creciente y con la precarización labo-
ciados a estrategias de sobrevivencia de ral-, comienzan a encontrarse importantes
amplios sectores de población, inicialmente evidencias de que en el AMM se "ha acen-
segregados de las áreas consolidadas de la tuado el proceso de urbanización de la mise-
ciudad, que hoy día se reproducen en situa- ria, produciéndose, como resultados de las
ción de creciente pobreza. medidas de ajuste, una disminución de las ya
escasas clases medias existentes y un en-
Estas modalidades de expansión y frag- sanchamiento de los sectores sociales afec-
mentación socio-territorial del uso residencial tados por la pobreza" (Fernández, 1993: 38).
metropolitano son hoy las principales modali-
dades de construcción de ciudad. Como con- En el orden político institucional, los pro-
trapartida, generan un significativo vaciamien- cesos de reforma del Estado que se expan-
to de las zonas urbanas consolidadas, que dieron durante la década de los ‘80 en Améri-
se van deteriorando o bien cambian su forma ca Latina, pautados en general por marcados
de uso y ocupación. empujes de desregulación económica y por
la promoción de procesos de privatización y/
La particular modalidad, intensidad y rit- o concesión de empresas estatales y servi-
mo de las transformaciones territoriales me- cios públicos, fueron la base para generar un
tropolitanas permiten afirmar que Montevideo escenario atractivo tendiente a captar inver-
no es una ciudad global ni transita hacia ese sión extranjera (Ciccolella, 1999). En el caso
modelo. Más bien tiende hacia una mega-ciu- uruguayo, y particularmente en su territorio
dad de la periferia, aún algo distante de for- metropolitano, tales procesos adquieren sin-
mar parte del "museo de los horrores" que gularidad al alcanzar menores niveles de ex
describe Fernández (1993: 38) para las pansión y desarrollo con relación al resto de
"mega-ciudades del sur". los países de la región.

El AMM recibe cambios, sufre crisis, alber- A su vez, dichos procesos transitaron ca
ga tensiones, rasgos y señales que la ubican minos no lineales, con avances y retrocesos,
entre ambos modelos de ciudad. Por un lado, con altos niveles de involucramiento y parti-
una plaza financiera como nave insignia del cipación social, como el caso ya citado de los
proceso, con apenas dos compañeros de ruta, plebiscitos promovidos por iniciativa ciudada-
el Puerto de Montevideo y su playa de conte- na contra las privatizaciones, a través de los
nedores (de muy reciente y trabajosa conce- cuales "fue quedando muy clara la soledad
sión pública), y la Zona Franca de Montevi- del Estado y de los intereses a los que res-
deo, con mayor antigüedad y proyección. Es- ponde su actuación" (Fernández, 1993: 41).
tos visibles hitos del período analizado, am- Si se agrega que los procesos de
pliamente promovidos desde el Estado, cons- desregulación territorial no fueron homogé-
tituyen fragmentos territoriales característicos neos en el país, y menos entre los departa-
del modelo de ciudad global, que "más que mentos del AMM, se puede comprender el
centros de comando constituyen centros de bajo nivel de inversión extranjera directa lo-
transmisión de estrategias y procesos calizada en dicho ámbito, comparado con
exógenos, lo que se traduce en su menor im- otras situaciones metropolitanas del propio
pacto en la ciudad" (Torres, 2001: 55). MERCOSUR.

Por otra parte, en la medida que se En otro orden, resulta muy interesante
incrementa el distanciamiento entre estratos señalar, por su grado de singularidad, que

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precisamente durante la década del ‘90, y Castells, M. (1994). La ciudad informacional.


contrariando las tendencias y el discurso li- Tecnologías de la información, reestruc-
beral, en el país se sancionaron un conjunto turación económica y el proceso urbano
de importantes normas legales15, las cuales regional. Madrid, Alianza Editorial.
plantean niveles muy superiores en materia CEPAL-PNUMA (1990). "América Latina y el
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Finalmente, también por su nivel de sin- estructuración socioterritorial en los años
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ción particular merecen las áreas rurales de Chabalgoity, M. (1995). "Áreas caracterizadas
producción agrícola, en particular las del de- de uso agrícola", AA.VV, Montevideo Re-
partamento de Montevideo, las cuales desde gión Metropolitana. Montevideo: Instituto
1996 están sometidas a un régimen de pro- de Teoría de la Arquitectura y Urbanismo,
tección patrimonial legalmente establecido, Facultad de Arquitectura, Universidad de
constituyendo otro claro ejemplo de "resisten- la República.
cia sociocultural" a transitar por sendas de Dematteis, Giuseppe (1998). "Suburbaniza-
discutida modernidad, fenómeno que viene ción y periurbanización. Ciudades
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