Relación entre conciencia y ética

En base al texto de José Ramón Ayllón, la conciencia es el instrumento ético que se encarga de
distinguir el bien y el mal, este sexto sentido se encuentra presente en todos los individuos y
sociedades. Aunque la conciencia es fruto de la educación familiar y escolar, existe una relación
más profunda con esta: está grabada en el corazón de la persona. Es el desarrollo lógico y
sensato de la inteligencia que forma parte de la esencia y estructura psicológica del individuo.
Muchas personas importantes dan su punto de vista: el filósofo Confucio define la conciencia
como la luz de la inteligencia para distinguir el bien y el mal, otros han llamado conciencia moral
como un muro de contención contra el mal y le han otorgado el máximo rango entre las
cualidades humanas; y también ha sido considerada como la misma voz de Dios que habla al
hombre por medio de su inteligencia. Sin embargo, estas ideologías han sido cuestionadas
durante el tiempo. Nietzsche propone que jamás se ha cuestionado el valor superior del bien
sobre el mal, y creó una problemática “¿Y si fuera verdad lo contrario?”.

No obligar a nadie a obrar en contra de su conciencia es un principio que se debe respetar

siempre ya que al ser la raíz de toda elección moral, la conciencia nos hace libres. Sin embargo
no es infalible ya que muchas veces puede estar engañada y corrompida (falta de información,
prejuicios, costumbres, etc.). Así esta puede actuar de acuerdo a los intereses, prejuicios (ya que
también se define que es absoluta), entre otros, entonces es necesario adecuarla para obrar
bien. Se debe educar al individuo desde pequeño sin ser interrumpido, el objetivo es que aplique
sus juicios morales durante las situaciones que presente en su vida, así podrá evitar las
influencias negativas a la que esté sometido. Una buena manera de educación ligada al equilibrio
personal implicar tres reglas: hacer el bien y evitar el mal; no hacer a nadie lo que no queremos
que nos hagan a nosotros y no hacer el mal para obtener un bien. Se describe también que la
conciencia es propia y exclusiva del hombre, por lo tanto es capaz de juzgar una acción como
buena o mala y actuar en consecuencia. Por lo tanto, la conciencia actúa como una brújula que
orienta al hombre a tomar decisiones morales.

Por otro lado, la ética es una búsqueda racional de las mejoras formas de vivir a nivel personal
y con los demás, ya que el ser social es parte del individuo. Entonces decir que la ética es la
herramienta utilizada para orientar hacia las mejores acciones y decisiones, es muy general. La
mejor definición es la conciencia.
Referencia

Ayllón, J. (2005). Ética razonada. España: Palabra.