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FACULTAD DE INGENIERIAS Y ARQUITECTURA

ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA INDUSTRIAL

TEMA: Fish

PRESENTADO POR :

Zambrano Alí, Tatiana

Patiño Torres, Yosimar

Cornejo Zegarra, Astrid

Huamani Caccya , jackeline

Paredes , dante

Reno

DOCENTE: Mg. Horviet Pinto Santos de Vela

AQP-PERU

2018
Introducción

"A andar se aprende andando. A nadar se aprende nadando y a tomar decisiones se


aprende... ¿tomando decisiones? Pues no, uno puede estar tomando decisiones toda
su vida y no mejorar el modo de tomarlas".

Uno puede tomar una buena decisión y no conseguir el resultado que pretendía y al
revés. Este hecho nos está diciendo que no es posible saber, a la vista de los
resultados, si se ha decidido bien. "La toma de decisiones es algo complejo, y observar
los resultados de nuestras decisiones no nos permite hacer un juicio sobre si estamos
decidiendo bien o no. En estas condiciones, ¿cómo podemos mejorar nuestras
decisiones?

"Iceberg a la vista" es una buena guía para ayudarnos a tomar mejores decisiones que
nos permitan conseguir nuestros objetivos. Para ello, los autores recurren a la conocida
tragedia del Titanic y trazan un paralelismo entre las malas decisiones adoptadas en el
hundimiento del barco bautizado como "el insumergible" y las decisiones que todos
adoptamos en nuestra vida laboral y personal.

¿Algunas claves para decidir bien? "Identificar cuáles son nuestros objetivos; plantear
los problemas de forma realista; no auto engañarnos pensando que las cosas son como
pensamos que son en lugar de como en realidad son; tener claro qué información es
relevante en cada situación; reconocer que la incertidumbre existe y gestionarla". Si se
siguen estas claves, aunque nunca podremos garantizar que en una dirección
determinada nos van a salir las cosas bien, sí que se puede garantizar que estamos
tomando bien las decisiones, que cada vez aprendemos a tomarlas mejor y que, a la
larga, obtendremos mejores resultados que si adoptamos un proceso es defectuoso".

Resumen

Todos los días tomamos miles de decisiones, desde despertarnos hasta irnos a dormir.
Por este motivo son fundamentales unos buenos principios de toma de decisiones para
tener éxito en cualquier ámbito de nuestra vida: personal, familiar, profesional, etc
Tomando como hilo conductor la historia del Titanic e ilustrándonos con varias decenas

de ejemplos y consejos, los autores nos guían por perennes principios de toma

decisiones muy ligados a sesgos cognitivos en los que es fácil que uno caiga.

1. Preócupate por decidir bien más que por acertar. Si no decidimos


activamente ni somos conscientes del proceso de toma de decisiones,
difícilmente mejoraremos con el tiempo. No somos responsables de los
resultados de nuestras decisiones, sino de cómo las tomamos.
2. Identifica claramente tus objetivos. Reflexiona sobre cuales son realmente tus
objetivos primarios y sé ambicioso si lo que buscas son resultados con impacto.
Es fácil embelesarse con objetivos secundarios o ser excesivamente conformista
con los resultados buscados.
3. Plantea tus problemas de forma realista. Céntrate en los hechos y no en las
opiniones o juicios de valor. No te centres en buscar culpables o en incluir la
solución en el enunciado de los problemas, ya que estarás limitando tus
alternativas y, en consecuencia, tu capacidad de decidir.
4. No te autoengañes, es muy fácil hacerlo. La “huida hacia adelante” es un
mecanismo subconsciente natural, así como buscar pretextos para justificar las
decisiones erróneas. El enemigo muchas veces está en casa. Lucha contra tu
propio autoengaño.
5. Atiende sólo a la información relevante. ¿Para qué quieres recabar miles de
datos si estos no son significativos o su coste no compensa el valor que pueden
aportar? ¿Tiendes a desestimar o minusvalorar información relevante porque es
contraria a tus intereses?
6. Reconoce la incertidumbre y gestiónala. Tal y como se dice en el libro.
“mantener el escepticismo sobre las propias suposiciones nos permite en todo
momento replantearnos una situación y tomar mejores decisiones”. Además, hay
que tener en cuenta que toda decisión implica asumir riesgos.
7. Sé creativo y genera alternativas. Si tenemos sólo una única idea, estamos en
grave peligro. Para decir bien es conveniente generar un buen número de
alternativas y, para ello, es recomendable saber distinguir bien entre las fases de
‘generación de alternativas’ y ‘evaluación de alternativas’.
8. Ten en cuenta que tus decisiones tienen consecuencias. no sólo sobre el
problema, también sobre ti mismo y los demás. Tenlo siempre en cuenta, así
como los potenciales resultados negativos de llevar a cabo una decisión en estos
tres ámitos. Mantén siempre el horizonte en el largo plazo.
9. Lo que decidas ponlo en práctica. De nada sirve la reflexión si no viene
acompañada por la acción. Si no hacemos lo que decidimos o no prestamos
atención a cómo se ejecuta nuestra decisión, de poco habrá servido decidirnos
por la alternativa más adecuada.
10. Sé consciente de que no todo es racionalidad. El ser humano no es
unidimensional. Entre otras, hay que tener en cuenta también la vertiente
emocional. Por otra parte, el papel de la intuición es clave en las decisiones que
se tienen que tomar con celeridad, aunque realmente sólo es valiosa si existe
suficiente preparación previa en toma de decisiones.
Recomendaciones

Recomiendo firmemente su lectura por tratarse de una obra entretenida, ligera y fácil de
digerir en tiempos muertos, al tiempo que es muy instructiva y, sobretodo, evoca a la
reflexión e introspección personal a lo largo de sus 126 páginas.

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