You are on page 1of 4

Edgar Alejandro Anzola Novoa

Docente: Magda Trujillo


Espacio académico: Aprendizaje de la lectura y escritura en la educación inicial básica
primaria
Biografía lectora y escritora

En primera medida quiero aclarar que nunca había escrito algo parecido a esto, dentro de
mi carrera solo estamos inmersos en teorías y conceptos, pero no hay tiempo por
preocuparnos por nosotros mismos, por saber cómo es que aprendemos o hemos
aprendido, nunca he escrito nada sobre mí, y menos una autobiografía, y menos sobre mi
proceso educativo ¡Pero llegó el momento!
Como es una biografía, claramente tengo que empezar por mi nacimiento, que se dio a los
25 días del año de 1996, en la ciudad de Bogotá. Desde ese momento siempre he vivido en
el mismo lugar; el sur de la ciudad, estudiando mí primaria y bachillerato en el mismo
colegio, siendo éste una institución pública. No fui al jardín, así que empecé mi proceso de
escolarización a los 5 años sin tener precedente anterior de haber estado en un salón de
clases.
Que haya empezado a estudiar a mis 5 años de edad no quiere decir que no tuviera idea de
lo que era leer y escribir, en primera medida porque en casa mi madre me iba enseñando
las letras del abecedario, sin que yo tuviera muy claro qué era eso. Pero siendo objetivos, ni
yo ni nadie (supongo) ha aprendido a leer a los 5 años, o a los 4, sino que desde el mismo
momento del nacimiento aparece el contacto con el lenguaje; que es lo que abarca todo, (y
según algunos pensadores, lo que nos hace humanos, o nos diferencia del resto de
animales) y entre eso, los procesos de lectura y escritura, así que no puedo afirmar que mi
primer contacto con la lectura y escritura fue a los 5 años, o mientras mi mamá me
enseñaba los letras del abecedario sino que ese proceso complejo ya había comenzado
desde el mismo momento que tuve contacto con el lenguaje como tal.
Según mi madre, empecé a pronunciar palabras más o menos coherentes al tener un año
de edad, así que allí sería el primer contacto, no con el lenguaje en general porque ese
contacto ya se había dado anteriormente, sino con los primeros fonemas, que en un
principio no tenían sentido, pero que al ir pasando el tiempo se empiezan a relacionar
fonemas y luego palabras con la realidad que nos rodea.
Ya al pronunciar algunas letras y palabras entendemos que al nombrarlas van adquiriendo
un significado, por ejemplo, cuando veíamos un perro nos decían: ‘’mira en guau guau’’,
dándonos a entender una característica de el objeto observado, o sea, en primera medida
conocemos las características de algo antes que su nombre. Segundo, al ya haber
interiorizado una de las características del perro pasamos a nombrarlo, pero no de
cualquier manera sino como ya se ha definido por convención por nuestros antepasados,
aquello ya requiere un grado más alto de abstracción. Ducho en otras palabras: primeros
conocemos el significante de algo para luego conocer el significado, en los primeros meses
de vida nombramos letras sin conocer para luego hacer una imagen mental de lo que
estamos nombrando.
Para aclarar mejor la idea anterior, voy a dar un ejemplo: cuando niños veíamos, en primera
instancia el significante, como puede ser unas nubes grises en el cielo, para luego
interiorizar el concepto y poder entender el significado que nos quiere decir que lloverá
pronto.
En esta primera parte del escrito, me encargué de narrar cómo fue mi primer encuentro
con la lectura y escritura, que no llega a ser, como se tendería a pensar, en el momento en
que nos dan el libro de ‘’Nacho lee o Coquito’’, sino que se da desde mucho más atrás en la
vida, y que si no fuera por esa interiorización de los conceptos, la tarea de sentarnos y
observar unos signos en unas hojas de papel no tendría sentido sin ese proceso cognitivo
primario, que aunque esto es una biografía, son procesos que compartimos todos lo que
sabemos leer y escribir.
Después de este proceso, ya me puedo ubicar en la parte temporal de mis 5 años de edad,
donde mi profesora empezó a reforzar ese proceso que ya venía realizando desde años tras
sin saberlo y de forma inconsciente, al enseñarme las vocales y luego las consonantes, para
dar paso a palabras y luego a frases. Como se evidencia, siempre desde lo más particular a
lo más general, y de lo concreto a lo abstracto, como era el ejemplo del perro, porque a los
8 meses de edad tenía que observar al perro para saber qué era, pero a los 5 años el grado
de abstracción era distinto, ya no necesitaba estar viendo a un perro en frente para poder
sabe qué era, e incluso articular letras para forma la palabra ‘’perro’’ y formar una oración
lo ello.
No recuerdo con claridad qué libros o técnicas usaron en el colegio y en la casa para
enseñarme a leer y escribir. Preguntándole a mí mamá me dice que usaba el libro Nacho
lee, para enseñarme a leer y a escribir, siempre era un problema porque no escribía las
letras correctamente, o dicho de otra manera más coloquial ‘’escribía feo’’ y es algo con lo
que todavía sigo. Tampoco recuerdo con exactitud el momento en el cual ya podía escribir
con coherencia mis ideas, pero a lo que voy es que no es un sistema de lenguaje ya
terminado o acabado en su totalidad.
Puede que a los 5 años haya aprendido la técnica para leer y escribir, pero no había
adquirido las suficientes herramientas para la escritura y la lectura, algo que todavía, a mis
22 años de edad está en formación, porque sigo adquiriendo nuevos conceptos, y más
abstractos, mucho más abstractos que ‘’perro’’ o ‘’gato’’ como a mis 5 años, como por
ejemplo: liberalismo, mercado, ética, moral, estructuralismo, modernidad, etc., dentro de
mi contexto educativo, que hasta estos momentos de mi formación académica estoy
comprendiendo e interiorizando, pero que no hubiera sido posible adquirir o comprender
su significado sin haber pasado antes por los procesos en el colegio, o incluso antes de ello.

Para leer y escribir no solo se necesita hacer un ejercicio visual y motriz de la mano, sino
que también influye en demasía el acto de escuchar, ya que sin el sentido de la escucha ni
siquiera podríamos hablar, y siendo así, mucho menos escribir, por ello creo que es muy
importante, a la hora de escribir y leer, también saber escuchar, o sea, se dice que para
saber leer hay que saber escribir y viceversa, para saber escribir hay que saber leer, pero
para hacer éstas dos acciones anteriormente nombradas hay que saber escuchar, con ello
no solo me refiero al acto de percibir sonidos, sino de entender los significantes y
significados de una palabra interiorizándola cono concepto, entonces por eso se podría
hablar de una triada en el proceso de lectoescritura adjuntado el proceso de escuchar, que
a simple vista puede sonar muy fácil pero es lo menos explorado en este ámbito, porque
como quien dice: ‘’nadie nos enseña a escuchar, tenemos que hacerlo por nosotros
mismos’’. Tal vez por eso a las personas más distraídas se les dificulte más los procesos de
lectoescritura, al no poner demasiada atención a su escucha.
La verdad no puedo brindar más detalles sobre los primeros pasos dentro de mi proceso de
lectoescritura, ya que tengo recuerdos muy vagos al respecto, y que no serían muy
coherentes describirlos ya que no los tengo demasiado claros, pero lo que sí puedo afirmar
es que los procesos de lectoescritura no empiezan ni terminan en la primeria con la
profesora de preescolar o primero de primaria, sino que es un proceso mucho más antiguo,
casi desde que nacemos, o cómo diría Durán (2002):

¿Cómo se puede dar a entender a los más pequeñines que lo que se espera de ellos
entre los cuatro y los cinco años es el resumen y el compendio de un proceso en el que la
humanidad ha invertido millones de años? (P. 8)

Lo que nos quiere decir que este proceso no está terminado, ni dentro de nosotros, ya que
el día que aprendamos a leer y sobre todo a escribir en su perfección tal vez nunca llegue,
porque tampoco es un proceso terminado en nosotros, pero tampoco lo es en general sino
algo que comenzó hace más de seis mil años, y no sabemos cuánto tiempo en el futuro
también pueda emplearnos.
El proceso de lectoescritura, en ocasiones, no le damos demasiada importancia, ya que
creemos que ya lo hemos interiorizado, pero como ya he argumentado; no es así, debemos
seguir cultivando estas habilidades prácticamente de por vida, ya que son las que permiten
desenvolvernos en la vida, no solo académica sino en general con nuestros pares, y
personalmente enriquecen mucho más mi conocimiento ya que en la carrera me
desempeño, (que son las Ciencias Sociales), la escritura, pero sobre todo la lectura, son los
pilares fundamentales en la adquisición de nuevos conocimientos.

You might also like