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“La violación de derechos humanos en

el
Procedimiento Penal Abreviado”.

C. Miguel Ángel Aguilar López.

1
"Una sociedad se embrutece más con el
empleo habitual de los castigos que con la
repetición de los delitos."

Oscar Wilde. 1890. “El alma del hombre


bajo el Socialismo”

PREÁMBULO

En los medios, la academia, así como en los foros especializados se ha


cuestionado la idoneidad del sistema penal, se examina a detalle los
abusos en que se incurre en aras de la procuración, administración de
justicia, los problemas derivados de los subsistemas que lo integran:
Procuración de Justicia, Administración de Justicia y el Sistema
Penitenciario1.

Se critica la frecuente violación de derechos fundamentales, así como un


proceso de reduccionismo para las garantías procesales del inculpado,
pretendiendo justificar con ello un discurso de <expansión, o explosión>
del Derecho Penal. Ya que de esta expansión se trata de buscar una
política criminal orientada a la eficientización, en lugar de la legitimación
de todo el sistema penal.

De tal manera el sistema penal se encuentra inmerso en una crisis de


sentido lo que afecta consecuentemente al Derecho Procesal Penal, por

1
De acuerdo con ZAFFARONI Eugenio Raúl, (Coord.) en el libro “Proceso Penal y
Derechos Humanos”. El proceso penal. Sistema Penal y Derechos Humanos. Porrúa.
México. 2000. p. 5, el Derecho penal en sentido amplio se divide en derecho penal
realizador o procesal y derecho penal ejecutivo, o bien de un derecho penal sustantivo
y otro adjetivo, también se puede hablar de un derecho penal de fondo y otro de forma.

2
ser parte integral de éste, pues gran parte de sus funciones declaradas
incumplen con los principios y finalidades que los animan2.

Por lógica ante toda esta problemática la percepción pública en los dos
últimos lustros, indica que en México se vive en un clima de inseguridad
atribuyéndose al Derecho Procesal Penal por su morosidad y por su falta
de modernización, lo que ha provocado que no haya credibilidad en el
sistema y en especial en el procedimiento penal. Sin embargo esta
apreciación parte de una falsa idea que deriva del desconocimiento de
las instituciones, de su marco regulatorio. Al mismo tiempo se carece de
información propia y la escasa que se posee deriva de la percepción de
terceros, por lo cual éste conocimiento se encuentra influenciado por
ésta misma vorágine de opinión3.

Desde la perspectiva del presente trabajo una gran parte de la


problemática se atribuye al Derecho Procesal Penal, pues no había sido
reformado esencialmente, sino hasta el año 2008 con la reforma
Constitucional que culminó con la entrada en vigor del Código Nacional
de Procedimientos Penales.

Esto implica una nueva visón de Ius Puniendi y del procedimiento penal
que se pueda estructurar partiendo de la dimensión del hombre y del
respeto a sus derechos, posibilitando en el futuro un cambio radical del
sentido de la crisis, permitiendo la implementación de medios
alternativos de solución de los conflictos tales como: la mediación penal
y figuras más allá de la mediación penal, mucho más amplias que un de

2
Principio de Lesividad, Proporcionalidad Mínima, Intrascendencia, Humanidad, Buena
Fe, ZAFFARONI Eugenio Raúl. et alli. “Derecho Penal Parte General. Porrúa. Mex. 2001.
pp. 199-128.
3
Cfr. GONZÁLEZ PLASCENCIA Luis. “Ciudades Seguras V, Percepción Ciudadana de la
Inseguridad”. Editorial Fondo de Cultura Económica, Universidad Autónoma
Metropolitana y Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. México 2002. p 30.

3
procedimiento penal abreviado parecido al Plea Bargaing: la Divertio4 y
la Probatio5, así como la consolidación de procedimientos orales en
Campeche.

Lo anterior no implica de ninguna manera que el Estado renuncie al del


poder punitivo penal, ya que la idea básica no se sustenta en
radicalismos abolicionistas, sino en la congruencia con la corriente del un
derecho penal mínimo.

Se trata de introducir gracias a la reforma Constitucional nuevos


esquemas procedimentales tales como la Probatio, Divertio, mediación6
y procedimientos orales. Con ello se tiene una nueva cultura jurídico
penal en nuestro País que tendrá que permear a nuestro Código de
Procedimientos Penales en el Estado de Campeche.

Siendo que en el Código de Procedimientos Penales del Estado de


Campeche, es posible plantear los modelos que representen verdaderas
alternativas a los procedimientos ordinarios y sumarios. Dentro del
derecho penal comparado se advierte que en países como Estados
Unidos de Norteamérica, Canadá, Argentina, España, Alemania operan
alternativas, o salidas al procedimiento penal, en estos modelos se pone
al inculpado a prueba bajo determinadas condiciones que serán fijadas
por el Ministerio Público, o el propio Juez Penal a fin de se busquen
sustitutos que eviten el estigma del estudio de la culpabilidad.

4
La Divertio, es una institución jurídica, a través de la cual, el Ministerio Público, se
abstiene de ejercitar acción penal en contra del inculpado si este cumple con
determinadas condiciones.
5
Figura procesal en la que el Órgano Jurisdiccional, mediante el acuerdo llevado a cabo
con el inculpado que se somete a determinadas condiciones, se abstiene a dictar
Sentencia en el asunto penal.
6
Los Estados de Sonora, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Estado de México, Colima,
Guadalajara, entre otros, tienen incorporado procedimientos de medicación de acuerdo
con la información contenida en la página web: www.mediacionenmex.org

4
En la presente tesis de investigación se analizará la figura del
procedimiento penal abreviado, ya que desde la perspectiva del
garantismo penal y el derecho penal mínimo, esta es injusta en el sentido
que violenta los derechos humanos, el principio de presunción de
inocencia, la igualdad procesal de las partes y el debido proceso.

Por lo que se asemeja al Plea Beagaing, figura que impera en los Estados
Unidos de Norteamérica por su alta eficacia, ya que aproximadamente un
90% de los procedimientos llevados ante las Cortes, se solucionan
mediante este modelo, que requiere para su aplicación que el inculpado
se declare culpable, es decir el inculpado tiene que confesar la autoría
del delito.

Resultando, desde la visión del Garantismo Penal, en cierto modo una


tortura sui generis y con ello a pesar del atractivo pragmatismo de la
medida, se caería en un retroceso muy grave, ya que se privilegiaría
injustamente a la confesión y se reinventaría como la reina de las
pruebas para fundar una determinada pena, cuestión que está
totalmente superada en el Derecho Procedimental Mexicano.

Éste examen que se hará en la presente tesis se llevará a cabo con el


andamiaje teórico del Garantismo Penal 7, se pugna porque el Órgano
Judicial al cumplir con su función de aplicar el Derecho al caso concreto lo
haga de una manera racional y eficaz en plena concordancia con la
corriente de pensamiento filosófico/jurídico de Ferrajoli, posibilitándose la
aplicación de una serie de penas mínimas que puedan fácilmente
conmutarse con alternativas a la prisión, tales como trabajo comunitario,
sanciones pecuniarias, condena condicional, etc., alcanzando
7
El Garantismo de acuerdo con Ferrajoli, es entendido en el sentido de Estado
Constitucional de Derecho, esto es el conjunto de vínculos y reglas racionales
impuestos a todos los poderes en tutela de de los derechos de todos. Cfr. FERRAJOLI
Luigi “El Garantismo y la Filosofía del Derecho” Universidad Externado de Colombia.
2000. p. 132

5
equivalencia con el discurso Constitucional de legitimación y
racionalización a partir de la protección de las Garantías Individuales,
pues en nuestro País el Derecho Penal está sujeto y condicionado a su
respeto irrestricto para la protección del individuo de los abusos de la
autoridad en materia penal.

El Estado Mexicano cuenta con una reconocida mística Garantista, en


contrapunto con la postura de la actual Política Criminal, en la que se
pretende transformar el espectro punitivo del derecho penal en aras de
un eficientismo exacerbado, aún cuando ello implique la violación de
derechos fundamentales; para ilustrar lo anterior se cita tal es el caso del
debate acerca de la pena de muerte ya proscrita a nivel Constitucional, la
implementación de la pena del ergastolo, el arraigo, la violación de
comunicaciones privadas, la castración química.

Con los parámetros ofrecidos en el presente trabajo de investigación, se


logrará la construcción de un Ius Puniendi, flexible que, al mismo tiempo
puede ser eficaz, por llegar a resolver reflexiva y consensualmente un
sinnúmero de asuntos penales en diferentes niveles como en la
Procuración y Administración de Justicia, sin que necesariamente se
conculque o se pongan en un estado de peligro los derechos
fundamentales de las partes, resultando todo un sistema funcional en su
estructura interna, como quedó asentado líneas arriba.

6
INTRODUCCIÓN.-

El Quid de la presente investigación, es el diseño de un procedimiento


penal abreviado eficiente, sin que ello importe la lesión o, vulneración de
las garantías procesales del inculpado que se encuentran consagradas en
nuestra Constitución, así como los derechos de la víctima, evitando con
ello un proceso de Victimización Secundaria8.

El diseño de una reforma procedimental penal se debe basar en la


consecución de un Derecho Penal Mínimo, para humanizar el Derecho de
Castigar, haciéndolo racional y legítimo, mediante modelos de
procedimientos alternos que varíen la pretensión punitiva estadual.

Con ellos se evitaría en los casos de delitos no graves el abuso de la


prisión preventiva, pues con la lógica del sistema del procedimiento
penal imperante se viola el principio de Presunción de Inocencia por
privar de la libertad al inculpado, aun cuando se desconozca de su
culpabilidad, o inocencia, vilipendiándose el más importante de los
derechos del ser humano: La libertad.

Se pretende que el procedimiento penal abreviado, sea más humanistas


y sin las características propias de un proceso inquisitivo que requiere, en
la generalidad de los casos, de la tortura que aún no se ha podido
erradicar y la confesión del inculpado para llevar a cabo el estudio de
culpabilidad, siendo que la novedad consistiría en que no es necesario ni
la reflexión de que el inculpado sea, o no culpable, pues no es necesario
por un convenio, celebrado entre el Estado y el inculpado.

8
Vid YEBRA NÚÑEZ René “Victimización Secundaria” Ángel Editor. México 2002. p.39

7
Este nuevo diseño se estructura, como se dijo a partir del convenio de
voluntades, entre el inculpado y el Ministerio Público.

Este procedimiento tendrá como base la consensualidad inter partes y,


en el supuesto hipotético, que no pueda establecer tal arreglo, se podrá
seguir el caso en los procedimientos establecidos clásicamente para la
aplicación del derecho al caso concreto. Es decir, en un primer momento
se posibilitará un arreglo y, en el caso que no se de tal, el inculpado
puede seguir su procedimiento ya sea en la vía ordinaria como sumaria.

8
CAPÍTULO I
ESTADO DEL ARTE DEL CÓDIGO
NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES

1. ANÁLISIS DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL.-

Identificar la crisis del Sistema Penal obliga a practicar una reflexión en la


que se tienen que recorrer los contenidos de cada fase de éste, desde la
Procuración de Justicia, la función Jurisdiccional, hasta el Sistema
Penitenciario. Para nuestra visión la quintaesencia del sistema penal es
la fase del juzgamiento, incluso podemos confundir el propio sistema
penal con la fase jurisdiccional9.

Desde esta perspectiva, es interesante anotar que el proceso penal es el


medio a través del cual el sistema penal llega al conocimiento de la
sociedad, por ser una especie de fase extrema en la que se dirimen los
contenidos de la inocencia y de la culpabilidad, entendida como
reprochabilidad del autor de un delito.

Díaz de León10, recomienda que el proceso penal debe ser tomado como
una herramienta, en vez de un fin, a través del cual se impone una pena,
ya que el Estado particularmente como Estado de Derecho, sólo se
concibe si el Ius Puniendi se aplica única y exclusivamente por medio de
un procedimiento, que fin de cuentas es el que le permite legitima el
derecho penal subjetivo y como consecuencia de ello se puede mantener
la paz social mediante la seguridad jurídica que garantice una prevención
general y especial respecto del delito, de manera cierta, pacífica por obra

9
Cfr. GARCÍA RAMÍREZ Sergio “El Sistema Penal”. Estudios Jurídicos. UNAM. 2000. p.
480.
10
Crf. DÍAZ DE LEÓN Marco Antonio. “Juicio Oral en el Proceso Penal”. Jornadas
Iberoamericanas. Oralidad en el proceso y justicia penal alternativa. INACIPE. México. p.
438

9
de la jurisdicción. Pretender por algún gobierno aplicar la ley penal, sin
proceso, es oprimir al pueblo y tiranizar al individuo.

De tal forma, el Proceso Penal debe consistir en un sistema ordenado,


razonado con normas instrumentales que sirven para adquirir un
conocimiento cierto, mediante pruebas, del hecho punible, de la
responsabilidad del inculpado. Por lo que hay una unión dialéctica entre
la ley procesal y el derecho penal sustantivo, siendo medular el proceso
para la justificación del Ius Puniendi11.

El Procedimiento Penal, debe ser una construcción lógica del


pensamiento humano, mediante el cual se espera establecer un principio
de certidumbre para cada uno de los polos del procedimiento (inocencia
y reprochabilidad), de los extremos que lo fundan motivan.

La crisis del sistema penal ha permeado en las políticas de prevención


del delito, de procuración, de administración de justicia y en el sistema
penitenciario. Por lo tanto, esta problemática debe ser tratada desde
diversos puntos de vista y no como se ha hecho de una manera
completamente parcial, desde el punto de vista de las instituciones, sin
tomar en consideración los intereses de la víctima, del delincuente y de
la sociedad.

García Ramírez12, advierte que el sistema penal está en entredicho, a


menudo, por la Administración de Justicia; y ésta se halla en entredicho
con frecuencia, porque lo están la eficacia y la rectitud del Estado. Se
camina sobre un suelo resbaladizo, en el que se arriesgan el prestigio y
la imparcialidad del sistema penal.

11
Ibidem p. 439
Cfr. GARCÍA RAMÍREZ Sergio “El Sistema Penal”. Estudios Jurídicos. UNAM. 2000. p. p.
12

492

10
No solo la imparcialidad considerada en sí misma, objetivamente, sino la
percepción parcial que la sociedad tenga acerca de ella. Finalmente
concretiza el problema a través de la máxima anglosajona: “justice must
not only be done, it must also be seen to be done”. (La justicia no debe
solo hacerse, debe también verse para que se haga)

La crisis es causada por la dinámica de la vida contemporánea que


conlleva una creciente expansión del catálogo de los delitos y las penas,
por la incursión de un fundamentalismo ideológico de la concreción de un
Derecho Penal Máximo, que en aras de una funcionalización del sistema
penal superlativo reduce el espacio de los derechos públicos del
inculpado que se traducen garantías procesales.

Se estima que teniendo un derecho procedimental “máximo”, eficiente


en cuanto al número de sentencia condenatorias y con ello a la
radicalización de la pretensión punitiva estatal, se logrará una mejora
sustancial en el sistema social en que vivimos, pero esta función de
bienestar no es propia del sistema penal, ni mucho menos del
procedimiento penal, ya que el Derecho Penal como sistema no es prima
ratio, o sola ratio sino ultima ratio13, para la solución de conflictos.

Es necesario llevar a cabo un proceso autodiagnóstico para determinar


cual es la situación que vive el proceso penal en Campeche; en el
discurso formal el proceso se encuentra inspirado en el respeto de los
derechos fundamentales consagrados en nuestra Carta Magna, un
sinnúmero de instituciones procesales penales tiene una verdadera
inspiración democrática, lo que se traduce en que en los actos relativos a
la aplicación de justicia estén motivado dentro de la legalidad, sin abuso
alguno de poder o corrupción.
13
Cfr. ROMEO CASABONA Carlos María “La Vinculación Dogmática Penal y Política
Criminal”. Revista de Política Criminal y Ciencias Penales. Agosto. 1999. Número
Especial 1. Ius Poenale. México 1999. p. 198

11
Díaz de León14, estima que se sigue sosteniendo como un Estado fuerte
y de Derecho, se respeta el principio de legalidad, en cuanto que las
autoridades no pueden hacer otra cosa más que lo que la ley les permite,
además se tiene muy valorado el principio de libertad en virtud que el
gobernado puede hacer todo aquello que no la ley no prohíbe; se cuenta
con el Juicio de Amparo que tutela las garantías individuales.

El Proceso Penal se relaciona con el delito, con el delincuente, con la


Averiguación Previa, con el derecho sustantivo, y con la ejecución de
sanciones, de ahí que esté inmerso en la Política Criminal del Estado, por
lo que debe existir una vinculación estrecha entre el respeto a los
derechos fundamentales, con la eficiencia que bajo la perspectiva de
mano dura, de rigidez que la Política Criminal de nuestro Estado
preconiza, por lo que en la agenda política nacional se encuentra incluida
la revisión integral de la organización del aparato de justicia penal, a
partir de la reforma Constitucional.

1.1 Factores que provocan la crisis del Derecho Procedimiental en México.


1.1.1 Crisis del Estado de Derecho.-

El procedimiento Penal en México sufre de una crisis de Estado de


Derecho y esto queda evidenciado cuando hay una demanda social
creciente de servicios de justicia adecuados, idóneos, porque el proceso
penal adolece de sistemas normativos que revaloren la condición
humana de las partes que intervienen en él. En el proceso penal, se
conservan ideas ya superadas por la moderna dogmática penal 15. Con un

14
DÍAZ DE LEÓN Marco Antonio “Proceso Penal y Derechos Humanos” Revista de
Política Criminal y Ciencias Penales. Memoria del Primer Seminario Internacional de
Derecho Penal. México. Número Especial. 1999. p.298
15
Cfr. BESARES ESCOBAR Marco Antonio “Derechos Humanos y Procuración de Justicia”
Revista de Política Criminal y Ciencias Penales. Memoria del Primer Seminario
Internacional de Derecho Penal. México. Número Especial. 1999. p. 318

12
sentido analítico se observa que existe una desvinculación entre el
pensamiento garantista con un proceso penal altamente inquisitorio.

Se examina que el proceso penal es infuncional y un elemento que lo


propicia es una ajenidad de criterios y principios propios del Estado
democrático y de Derecho. Paulatinamente, se toman criterios propios
de un Derecho Penal Máximo, en el que no es necesario garantías, ya
que el proceso se puede traducir en una investigación simplemente, que
sirve para proteger a la sociedad de un mal que la aniquilaría (Derecho
Penal de Emergencia)16.

El Derecho Penal y el Derecho Procesal Penal, en vez de ser un


instrumento para proteger los derechos de los ciudadanos, se convierte
en un instrumento de dominación, de control social perverso y de
sujeción del hombre frente al Estado. Lo anterior resulta muy serio en
cuanto a la idea de qué tipo de Estado que se pretende tener. Si se
ambiciona que se instaure un Estado Constitucional, Democrático y de
Derecho, justamente estas características son las claves para que se
funde la ontología y el propio funcionamiento del proceso penal (el apego
irrestricto a la Constitución, Contar con una legitimación racional y
respetar el principio de legalidad), pues de tal forma se reconoce y tutela
la dignidad del individuo, redimensionándose el procedimiento penal a
partir de la óptica del hombre y no de la visión y conveniencia del Estado.
Por lo que el Estado, el proceso penal y las instituciones integrantes del
sistema penal pueden ser rediseñadas a partir del reconocimiento de los
derechos fundamentales.

1.1.2 La Selectividad del Derecho Procedimental.-

16
Cfr. ZAFFARONI Eugenio Raúl “Las Alternativas a la Prisión”. Cuadernos para la
Reforma de la Justicia. Las penas sustitutivas de prisión. UNAM. México. 1995. p. 6

13
Como segundo factor resalta que el Sistema Penal es altamente
discriminador, porque las personas que son objeto de un proceso son las
personas más marginadas.

Zaffaroni17, establece que el Derecho Penal y por ende el Proceso Penal


es altamente selectivo, cae sobre el infeliz y, de acuerdo con su visión,
esto es eterno. De acuerdo con el autor, cerca del 95% de la población
penal que forzosamente tuvieron que estar personas sujetas al sistema
penal, al proceso penal, son ladrones, pequeños ladrones.18

Parece que los hechos más groseros son cometidos por personas sin
acceso positivo a la comunicación, terminan siendo como los únicos
delincuentes, creándose un estereotipo en el imaginario colectivo de
personas <desvaloradas>, asociándolas con cargas negativas que
existen en la sociedad en forma de perjuicio, lo que termina creando la
imagen pública del delincuente con componentes altamente clasistas,
racistas, etarios, de género y estéticos, estableciéndose como una
regularidad de la población penitenciaria19.

El poder punitivo criminaliza seleccionando, por regla general, a las


personas que encuadran en los estereotipos criminales y que por ello
resultan ser vulnerables por ser sólo capaces de obrar ilícitamente y esto
se asume como roles demandados según los valores negativos, o
contravalores asociados al estereotipo. El poder penal del Estado, obra
en forma de filtro dependiendo de la vulnerabilidad de las personas20.

El proceso de selectividad se pone de relieve y se acentúa en sociedades


más estratificadas, en donde reina una mayor polarización de la riqueza

17
. Ibidem. p. 20
18
Ibidem p. 22
19
Ibidem. p. 8
20
Ibidem. p.10

14
y existe una escasa posibilidad de movilidad vertical entre los estratos
de la misma. A este fenómeno el poder penal del Estado reacciona con
mucha mayor violencia y por consecuencia tenemos un proceso penal de
derecho penal máximo.

Zaffaroni, para visualizar desde un contexto global el problema expone


que
la selectividad penal es estructural y por, ende no hay sistema penal en
el mundo cuya regla general no sea la criminalización secundaria en
razón de la vulnerabilidad del candidato, sin perjuicio de que en algunos
esta característica estructural alcance grados y modalidades aberrantes,
en síntesis: la inmensa disparidad entre el programa de criminalización
primaria y sus posibilidades de realización como criminalización
secundaria, obliga a la segunda a una selección que recae, por regla
general, sobre fracasados reiterativos de empresas lícitas que insisten en
sus fracasos, en buena medida debido a los requerimientos de rol que el
propio poder punitivo les formula, al reforzar su asociación con las
características de las personas mediante el estereotipo selectivo. 21

1.1.3 EL PROCEDIMIENTO PENAL ES ALTAMENTE VIOLATORIO DE


DERECHOS FUNDAMENTALES DE LAS PARTES.-
Como tercer factor, se tiene identificado que el procedimiento en nuestro
días tiene como adjetivo el hecho que es altamente violatorio de
Derechos Fundamentales, no tan solo para los inculpados sino también
para los sujetos pasivos del delito, como ejemplo de lo anterior se tiene
que en muchos de los casos los Jueces, no son realmente Jueces de
Instrucción, ya que se limitan a convalidar la investigación practicada por
el Ministerio Público, evitando por sistema entrar al estudios de
cuestiones trascendentales, como el análisis de la Constitucionalidad de
la Detención por flagrancia, o por caso urgente del Inculpado; referente
al término Constitucional para el dictado del auto que resuelve la
21
Ibidem. p. 12

15
situación jurídica del inculpado se tiene la tendencia que se evade entrar
al estudio del fondo del asunto reservándose esto para el dictado de la
Sentencia y con ello, gravemente se refleja una actitud temerosa por
parte de los jueces en el Estado de Campeche.

Esto obedece que con la finalidad de mantener índices estadísticos


satisfactorios, o en el peor de los casos por estudiar someramente el
contenido del expediente, niegan toda medida que se benéfica para el
inculpado, dejando los sobreseimientos y absoluciones a la segunda
instancia, situación que en gran parte de los casos lo soporta sobre los
hombros de una impotencia el inculpado del delito que está bajo prisión
preventiva22.

Para enfatizar el párrafo que antecede, sería idealístico pensar en que se


tengan Jueces con el valor que presupone su jurisdicción y seguramente
veremos un Poder Judicial en el Estado de Campeche valiente al estilo de
Dworkin, Zaffaroni, Hassemer, Posner, Baltasar Garzón Real, etc.

1.1.3.1 El Ministerio Público una Institución altamente violatoria de


Derechos Fundamentales.-

El Ministerio Público tomado en consideración como parte en el proceso,


en esta carrera desenfrenada hacia la eficiencia cuantitativa deja de ser
tutor del control de la legalidad y acusador racional, para erigirse en una
especie de instancia automatizada de acusación sin sentido y de apelar
todo aquello que beneficie al procesado sin tener en cuenta la naturaleza
del acto,23 equiparando al delincuente como a un enemigo al que hay que
restarle cualquier oportunidad, y pareciera ser que la idea básica es
acabarlo funcionalmente hablando.

22
Cfr. ZAFFARONI Eugenio Raúl. Op. Cit. n. 24. p.22
23
Idem.

16
1.1.4 El abuso de la Prisión Preventiva.-

Otra cuestión que viene a perjudicar en el Procedimiento es el abuso de


la Prisión Preventiva, por violentarse el principio de Presunción de
Inocencia debido a que se privilegia la cárcel mientras se desarrolla el
proceso una vez dictado el auto de formal prisión, en el caso de delitos
graves y en los no graves cuando no se deposita la caución dejando la
garantía de libertad a un lado.

La libertad es una valor fundamental, esencial para el individuo de tal


suerte que aún cuando se restringa provisional, o preventivamente no
deja de ser una violación, un castigo, porque acarrea muchos males para
muchas personas24.

Al abusar de la prisión preventiva sistemáticamente en la dinámica que


se tiene en el Estado de Campeche, se encuentra la razón por la que los
centros de Readaptación Social, cuenten con una mayor población sujeta
a proceso, en vez de sentenciados. Llegándose, en la práctica a hipótesis
que resultan paradójicas, en el sentido que el procedimiento dura más en
su conjunto que la pena a imponer.

Ferrajoli25, determina que si no se quiere reducir el principio de


Presunción de Inocencia a puro oropel inútil, debe aceptarse que el uso y
abuso de la prisión preventiva es radicalmente ilegítimo y además idóneo
para provocar el desvanecimiento de las demás garantías penales y
procesales, ya que todo arresto sin juicio ofende al sentido común de la
justicia por parecer un acto de fuerza y arbitrio.
24
Cfr. MORENO HERNÁNDEZ Moisés. “El proceso Penal en México D.F. “El proceso penal
y Derechos Humanos”. Porrúa. México. 2000. p. 438
25
FERRAJOLI Luigi. Op. Cit. p. 555

17
Ferrajoli, tiene la visión que el reo puede acudir personalmente ante el
Juez, ya que de esta forma se asegura la dignidad del acusado y también
por necesidades procesales, como la igualdad con el órgano de
acusación26; añade que la prisión preventiva se justifica solo en los
procesos por los delitos más graves y a partir de exigencia de la
instrucción.

En el proceso penal mexicano, esta posibilidad es totalmente nugatoria,


no existe un medio formal/legal que permita que el inculpado pueda
acercarse al órgano jurisdiccional con la finalidad de poder pactar acerca
de su asunto, es decir no se plantea la hipótesis de negociar, mediar,
acordar o convenir ya sea con el Ministerio Público o con el órgano de
administración de justicia, simplemente hay que conformarse hasta el
dictado de Sentencia Definitiva para que posteriormente se pueda
allanarse a la Sentencia y si así es procedente por la penalidad
impuesta, solicitar el Beneficio de Condena Condicional, o en el
supuesto de no ser procedente ésta Impugnar la Sentencia
Condenatoria. Así de rígido e inamovible es el procedimiento penal en
el Estado de Campeche.

1.2. Desafíos Intrasistémicos.

1.2.1. El Poder Legislativo.

Samuel González Ruíz27, opina que es de vital importancia el papel de la


función legislativa, pues de ésta depende que se cuente con un marco
normativo que sirva de base a un sistema penal de corte democrático, o

26
Ibidem p. 559
27
Vid GONZÁLEZ RUÍZ Samuel et alli “El sistema de justicia penal y su reforma”
Fontamara. México. 2005. p. 559

18
a uno de corte autoritario, de este depende la forma acusatoria, o
inquisitoria del procedimiento.

De éstas orientaciones dependerá que la libertad del hombre se


garantice, o no, es de esperarse que exista mas conciencia acerca de la
función legislativa y trascendencia para que se sumen a las potestades
del que son inherentes, y se evite aprobar o rechazar sin la reflexión
adecuada de las reformas legislativas, de su necesidad y sus
implicaciones

En la crisis penal se critica severamente la forma inadecuada de actuar


del Ministerio Público, la Policía y al Poder Judicial, pero muy pocas veces
se critica al Poder Legislativo siendo que éste también tiene
responsabilidad en la solución de la problemática.

Parece que el poder legislativo está legitimado para hacer su trabajo en


razón de la legitimación del voto popular, pudiendo establecer poses y
actitudes autoritarias, dando origen, por consecuencia a contenidos
arbitrarios de la ley, cuando debe ser todo lo contrario, en razón de su
legitimación democrática se debe observar que cualquier acto emanado
del legislativo debe ofrecer seguridad jurídica para los individuos.

Es por eso que el legislador se rige preferentemente por razones


coyunturales y circunstanciales y, en virtud de ello, da origen a medidas
igualmente coyunturales, o incluso de emergencia que aparentemente
constituyen respuestas eficaces a las exigencias de la sociedad pero que
en la mayoría de los casos, además de no ajustarse a la ideología de la
constitución, solo tienen un efecto momentáneo y parcial28.

28
Ibidem p.561

19
El legislador, entendido como Poder Legislativo, debe estar consciente
de la importancia y delicadeza de la tarea legislativa para que actué con
mayor responsabilidad y mayor prudencia, tal como se exige en otros
órganos del Estado, partiendo de que la base de que en el Estado de
derecho no es admisible la idea del legislador omnipotente que puede
determinar a antojo los contenidos de la ley, sin importar si estos son
valiosos o no.

Además deben estar conscientes y convencidos de que el sistema penal


que requiere el país, aparte de ser funcional para garantizar la protección
de los bienes jurídicos de los individuos y de la colectividad, debe
corresponderse con los lineamientos que establecen tanto la Constitución
Política como los instrumentos internacionales suscritos por México.

El legislador tiene que abandonar la idea que el mejoramiento del


sistema penal consiste exclusivamente en la radicalización irracional del
espectro punitivo del Estado, pues dicha severidad no por lógica tiene
que tener un mejor logro de los objetivos de la justicia materia, en
cambio se ha demostrado que conlleva una mayor afectación a otro tipo
de intereses, así como la perdida de la credibilidad de las instituciones
formales e informales que intervienen en el procedimiento penal.

1.2.2 La Procuración de Justicia.

En un análisis retrospectivo el Ministerio Público como institución


muestra un cierto grado de incomprensión y de inadaptación ante las
necesidades sustantivas y adjetivas en materia penal en nuestro País,
así como en el Estado de Campeche, ya que ante la reforma integral en
materia penal de 1993, no pudo adecuarse a ésta, siendo que en el año
de 1999, pues se consideró que dicha reforma favoreció la impunidad y
dio lugar al incremento de la criminalidad en nuestro País,

20
abandonándose el contenido de los artículos 16 y 19 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, que establecían la
obligatoriedad de acreditar ‘‘plenamente’’ los elementos del tipo penal y
la probable responsabilidad para girar la orden de aprehensión y dictar el
auto de formal prisión29.

Por lo que el Ejecutivo Federal envió una iniciativa de reforma en la que


se abandonaron grandes avances para la configuración de un mejor
Procedimiento Penal, verbigracia la acreditación de los elementos del
tipo penal que constituían una serie de requisitos que limitaban el poder
penal, al momento de analizar los requisitos para el Ejercicio de la Acción
Penal; el libramiento de Orden de Aprehensión y Detención, así como en
el estudio del Auto de Formal Prisión.

En su exposición de motivos en la reforma en comento, se argumentó se


establecieron formalidades y tecnicismos excesivos que obligan al
Ministerio Público a integrar un expediente similar al requerido para
dictar sentencia, convirtiendo la indagatoria en deficiente juicio previo a
cargo del Ministerio Público; además se reconoció que el Ministerio
Público, tenía una serie de limitaciones de carácter técnico o profesional;
además se estableció que la Constitución no debe seguir ninguna
corriente doctrinal, pues en la reforma “Integral”, se adoptó una corriente
penal que ha tenido éxito en otras naciones, pero que no ha contribuido
a mejorar la procuración de justicia en nuestro país30.

Lógicamente, se llegó a la aciaga afirmación de que la principal causa de


la ineficiencia institucional lo constituía justamente la reforma penal por
establecer demasiadas exigencias para el Ministerio Publico para poder

29
DÍAZ-ARANDA Enrique. “Política criminal de la reforma de 1999, al procedimiento
penal mexicano”, en “Proyectos Legislativos y otros Temas Penales, Segundas Jornadas
sobre Justicia Penal”. UNAM. 2003. p. 27
30
Ibidem p. 35

21
ejercitar la acción penal, obtener una orden de aprensión, o un auto de
formal prisión. Se propuso su derogación y por el establecimiento de
regulaciones legales más laxas que posibilitarán una actuación menos
limitada, regresando con ello al viejo esquema de los elementos del
Cuerpo del Delito, y haciendo eco de esa medida regresiva, en el Estado
de Campeche, se entiende por éste la comprobación de los elementos
objetivos que constituyan la materialidad de la figura delictiva, en
términos del artículo 132 del Código de Procedimientos Penales en vigor.

Un reto fundamental para que pueda implementarse un nuevo orden


procesal penal funcional, reside en que el Ministerio Público debe
desenvolverse con mayor autonomía, independencia y con mayor
profesionalismo, asumiendo el liderazgo de la investigación de los delitos
y logre mantener a la Policía Ministerial bajo su control, pues es notorio
que no se investiga.

Las indagatorias se practican mediante “investigaciones de gabinete”, es


decir, no tan sólo se burocratiza la función, sino también al funcionario,
quien se limita a solicitar a las partes que lleven las pruebas ante la
Institución, constituyéndose en una especie de comparsa de los intereses
de las partes.

1.2.3 Plano Judicial.

En el caso de la función judicial, como en todas aquellas encomendadas


al hombre, existen deficiencias de grado por razón de la naturaleza de la
misma función; en otras palabras, la función de juzgar es realizada por el
ser humano, al decir, o proclamar el derecho, de manera imparcial,
respecto de los conflictos que requieren de una solución.

22
Una transformación integral al sistema procesal, necesariamente
impactará la función judicial, en virtud de que esta última se lleva a cabo
al interpretar y aplicar aquellos principios y criterios contenidos en la
legislación penal, pero también presenta implícitamente algunos
problemas que constituyen causas de la crisis de la justicia penal, como
son: la falta de independencia y de imparcialidad y aquellos vicios
procesales que retardan y hacen nugatorio el acceso a la justicia para el
gobernado; la verticalidad de la decisiones jurisdiccionales, la excesiva
solemnidad en las actuaciones que implica el cumplimiento de
ritualismos sacramentales; la falta de discursividad; el hecho que el Juez
solamente es un Juez de Autos, pues limita su función al fondo y
trasfondo de lo que establecen los autos que conforman un expediente, o
un toca; la tasación de las pruebas, cuando en un sistema procesal oral,
el criterio que debe prevalecer es la reflexión del órgano judicial y, en
cambio, en el Estado de Campeche, se llevan a cabo integraciones de
averiguaciones como equiparaciones análogicas de recetas de cocina,
con la finalidad que se aseguren con los contenidos de las pruebas los
valores de pruebas pre-tasadas en el Código de Procedimientos Penales.

Lo anterior tiene como objeto la búsqueda de una Condena, restando la


posibilidad del desarrollo del arbitrio judicial, pues el Juez en el Estado de
Campeche, se concreta a analizar documentos públicos que tiene una
tasa de prueba plena en términos de los artículos 269 y 273 del Código
Penal del Estado de Campeche; asimismo inspecciones ministeriales y
careos que el único objetivo que tiene es la ratificación de la declaración
rendida en averiguación previa, previo el adoctrinamiento que se le hace
al testigo de no abandonar su postura inicial.

Con todas esas diligencias tasadas, el arbitrio judicial se ve seriamente


mermado, en muchas de las ocasiones por la propia naturaleza de las
probanzas, los jueces se encuentran en un determinismo de dictar

23
sentencias condenatorias; sentencias que se fundan, en muchas de las
ocasiones, en la transcripción de diligencias. Dejando la reflexión
profunda del fondo del asunto, el Cuerpo del Delito y la Probable
Responsabilidad, o la Plena Responsabilidad, limitada a escasos párrafos
en comparación con el torrente de transcripciones repetitivas hasta el
hartazgo que sirven para engrosar los expedientes y justificar el trabajo
de secretarios y personal de los juzgados, en el sellado de copias,
fotocopias, firmas y cancelaciones.

1.3 Eficientización del Procedimiento Penal.

Se dice que el Sistema del Derecho Penal, así como el procedimiento


penal es una maquinaria hecha para no funcionar, pues de la amplísima
gama de hechos definidos como delito en la ley penal, sólo algunos
pocos, los menos son atrapados por el sistema de justicia criminal, la
gran mayoría de las víctimas se abstiene de denunciar; la policía
comunica sólo algunos de los hechos detectados; y el órgano ministerial
no investiga hasta el final una gran mayoría de los delitos llevados a su
conocimiento. Esta irregularidad se denomina la "cifra oscura" o "cifra
negra"31.

Aunque parezca ilógico parece que el derecho penal se asemeja a una


maquina programada para funcionar mal porque de tal forma se
garantiza la supervivencia de todo el sistema32.

En contrasentido de los desafíos intrasistémicos detectados a nivel de


procedimiento penal, se debe trabajar por un verdadero cambio, una
transformación integral y que no solamente se tenga el ánimos de
aligerar por medio de reformas banales que concretan el concepto de
31
POQUET Alejandro “Temas de Derecho Penal y Criminología”. Ediar. Argentina. 2005.
p. 134
32
Idem

24
eficiencia en la reducción de días a los términos. Por ejemplo, una
muestra de ello sería enorgullecerse de una reforma eficaz cuando se
contempla una reducción en el término para desahogar pruebas de
treinta a quince.

Ese tipo de reformas hoy día son risibles, en cambio en términos


generales, el objetivo primario de las tendencias procesales
contemporáneas reside en abandonar los arcaicos procesos inquisitorios,
por verdaderos sistemas adversariales, orales y abreviados.

Se pretende que en el Estado de Campeche, aprovechando el análisis del


anteproyecto de un nuevo Código de Procedimientos Penales, se haga
una metamorfosis el sistema tradicional de llevar un procedimiento a
través de un proceso seguido en la forma de un expediente, hacia un real
juicio que pueda tramitarse en forma oral y consensual
<discursivamente>33.

Se trata de encontrar un Procedimiento en el que haya un respeto


irrestricto por el principio de inocencia y de derecho de defensa.
Alternamente se pretende una reforma en la justicia penal, desde un
enfoque político, social y económicamente, ésta reforma debe consistir
en mejorar el servicio. Una mejora específica, que se puedan medir con
indicadores precisos de cantidad y calidad34.

En concreto, es de vital importancia la eficientización de la justicia penal


a través de mejores normas y el aumento de recursos, capacitación,

33

Vid VARGAS VIANCOS Juan Enrique “La nueva generación de reformas procesales
penales en Latinoamérica”. Ponencia presentada en el Instituto de Investigaciones
Jurídica de la U.NA.M , en el Congreso Internacional de Derecho Penal, celebrado en la
Ciudad de México del día 19 al 23 de Junio de 2005. p. 1
34
DUCE Maurice J., FIX FIERRO Héctor et alli “En busca de una justicia distinta”. UNAM.
México. 2004. p. 456 y ss.

25
tecnología e infraestructura física, etc, para poder hacer una seria
transformación.

Se tiene que admitir que estos objetivos son básicos e indispensables,


pero lo esencial es la entera satisfacción para las personas que incurren y
recurren al sistema de justicia penal. De ¿qué sirve para la opinión
pública, tener a todo el personal capacitado en sistemas
computacionales, bien uniformados, en oficinas ergonómicas, si se sigue
con un modelo de juzgamiento que deriva desde la conquista?

La opinión pública seguirá teniendo la impresión generalizada pensando


que el sistema de Procuración y Administración de Justicia, es el “Tendón
de Aquiles” de nuestra democracia; Por lo tanto como respuesta el Poder
Público adquiere un discurso en el que la principal característica es la
radicalización del contenido punitivo, sentenciado condenatoriamente en
la mayor parte de los asuntos con la finalidad de tener buenos
indicadores estadísticos.

Resulta insubstancial que se tenga una Procuraduría y Poder Judicial


sólidos, con tecnología de punta, con estructuras bien establecidas y en
las que se haya erradicado la corrupción; de nada sirve que se tenga la
mejor capacitación para sus servidores públicos cuando un delito queda
impune, cuando el quehacer de justicia es tardada y vacía por no
obtener la reparación del daño la víctima del delito, o en el peor de los
casos Condenar a un inocente. Estas aparentes metas solo son
herramientas que son de vital trascendencia cuando se llega a prestar
efectivamente el servicio a la sociedad35.

La medición de resultados y de metas de manera cuantitativa y


cualitativa otorga parámetros de eficiencia en el sistema de Justicia
35
Idem

26
Penal, con la finalidad de identificar, diagnosticar la problemática
existente así como predecir futuros escenarios y soluciones latentes. La
búsqueda de la eficiencia, en materia de Política Pública, debe estar
ligada con la idea de la escasez, puesto que los recursos no son
suficientes para satisfacer todas las necesidades, de tal forma que se
tiene que privilegiar ciertas necesidades utilizando óptimamente los
recursos disponibles para cubrir el máximo de necesidades, evitando su
desperdicio36.

Estas ideas son nuevas y pueden parecer bastantes absurdas en


apariencia, si se contrastan con el punto de vista tradicional que se ha
tenido sobre la justicia, conforme a ésta visión conformista la justicia es
un tema de principios, de valores, que debe ser cumplidos sin ningún tipo
de consideración externa ni transacción, de tal forma no caben las
mesuras, los cálculos, ni los costos, pero esto representa dar pasos hacia
el pasado, hacia atrás debido a que el sistema penal es susceptible de
eficientización.

Estos criterios de eficiencia son tan dispares cuando se analiza que en el


sistema penal, de acuerdo con el principio de legalidad, se declara que
conocerá y tramitará de igual manera todos los delitos que se cometan.

En la práctica no todos los casos son iguales, existen algunos que se


investigan con mayor vehemencia y otros simplemente son materia de
justificación de un archivo. El problema se produce cuando no se pueden
racionalmente explicar la selectividad del sistema de entre investigar uno
u otro asunto.

Un ejemplo de ello se da cuando se investiga a nivel de Procuración de


Justicia y cuando se lleva el procedimiento de un secuestro, en
36
Ibidem 457

27
comparación de un delito bagatela como lo es el allanamiento de
morada, daño en propiedad ajena, lesiones, etc.

13.1 Corrientes de Eficientización de la Justicia Penal.

De tal suerte que a nivel de procedimiento existen dos grandes


movimientos para eficientizar la Justicia Penal, agrupándose en dos
generaciones

1.3.1.1 Primera Generación.- Se caracteriza tan sólo por utilizar como


instrumento de cambio transformaciones normativas y de tal manera la
reforma se hacía pensando en que los nuevos textos legales podrían
solucionar las graves y complejos problemas del Procedimiento Penal. 37

1.3.1.2 Segunda Generación.- Esta segunda generación entiende que la


reforma es más complicada estableciendo que la panacea para la crisis
no es la reforma normativa, sino la clave esta en su implementación. 38

La primera generación se caracteriza como un trabajo por excelencia de


abogados, siendo lo anterior más complejo porque, a través de la norma
jurídica, se pretende inculcar una cultura de la legalidad lo que es difícil
al menos a corto tiempo.

En cambio la segunda generación tiene un enfoque mucho más amplio,


multidisciplinario ya que lo esencial no es el aspecto normativo, sino la
aplicación de la ley, haciendo énfasis en la difusión de la norma y
capacitación adecuada al cambio de prácticas y ritos en materia de
procuración e impartición de justicia.39

37
Vid VARGAS VIANCOS Juan Enrique Op. Cit. p. 3
38
Vid Idem
39
Cfr. Idem

28
Las reformas procesales no han constituido una mejora seria a los
problemas de mora y de congestión en el procedimiento penal, ya que
estas no han constituido un sisma en la lógica del procedimiento escrito
tradicional en nuestro país. Esta lógica es el principal obstáculo para
tener un sistema más eficiente.

Por regla general, se pretende ajustar únicamente los términos


procesales, acortándolos, si se tiene un lapso de cinco días, con una
reforma triunfalista equivalente a una panacea se reduce a tres, si se
tiene un periodo para ofrecer pruebas de treinta días se reduce a quince.
Lo anterior no constituye ningún beneficio ideológico, ya que la
verdadera lógica sobre la que se sustenta el procedimiento no se ha
erradicado, por ejemplo, si tenía anteriormente diez días para resolver un
asunto, ahora se tienen cinco, tanto antes como ahora se pueden utilizar
hasta el último día para dictar una resolución, cuando se pudo resolver
en minutos, o en una sola audiencia.40

Tocante a la segunda generación de las reformas para agilizar los


procedimientos penales, respecto de su operación se ha pretendido
introducir las denominadas “Técnicas de Gestión” que consiste en
trasladar estrategias utilizadas principalmente en el manejo de bancos.

La experiencia de los bancos ha sido aprovechada para procurar la


eficiencia en el procedimiento penal; los intentos de asimilar las
experiencias de los bancos en ramas tan disímiles como el proceso penal,
se han dado sobre todo en Estados Unidos de Norteamérica, desde el año
1940 y esta experiencia se ha reproducido en América Latina a partir de
los años noventa.

40
Vid Ibidem. p. 468

29
Los bancos durante los años ochenta, se centraron en dotar de
infraestructura a sus clientes y al propio Estado, pero esta visión empezó
a cambiar cuando los bancos empezaron a trabajar en la transformación
del Estado, en el marco de reformas estructurales que siguieron a la
crisis de la deuda externa; estas reformas trataron de volver más
eficiente al estado para liberarse de las pesadas cargas de regulaciones e
intervenciones estaduales en materia económica.

Estas motivaciones fueron sustentadas por Douglass North, profesor de


la Universidad de Princeton, y ganador del premio Nobel de Economía en
el año de 1993, a través de su aporte a la nueva economía institucional,
cambio institucional y desempeño económico; su obra modifica los
supuestos neoclásicos sobre la conducta de los individuos, además que
destaca el papel de las instituciones informales, estudia los procesos de
cambio institucional y desarrolla el concepto de “dependencia de la
trayectoria”. Este marco teórico convirtió esa obra en un clásico de la
economía institucional.41

Desde esa visión, las instituciones son las verdaderas reglas del juego,
en torno a las cuales se producen los intercambios, siendo entonces las
que determinan los costosos que pueden ser éstos. Una de las
instituciones más importantes es el Poder Judicial que cuenta con reglas
basadas en normas y coercibilidad para forzar el cumplimiento de sus
determinaciones y el respeto a la ley, sin que sea necesario que las
partes negocien su constitución, ni su forma de funcionamiento, ni los
alcances de sus relaciones.

41
Cfr. CABALLERO Gonzalo y KINGSTON Christopher “Cambio cultural, dinámica
institucional ciencia cognitiva: hacia una comprensión multidisciplinaria del desarrollo
económico”. (Understanding the Process of Economic Change, DOUGLASS C.NORTH,
Princeton, Princeton University Press, 2005). Revista de economía institucional. Vol 7.
No. 13. Segundo semestre. 2005. Universidad Externado de Colombia. En línea
http://www.economiainstitucional.com/pdf/No13/gcaballero13.pdf

30
La premisa con la que los bancos comenzaron a trabajar, es que en el
sector judicial no es imprescindible dictar nuevas leyes para que éste
funcione bien; se afirma que el principal problema no es que las leyes
sean malas, sino que no se aplican, los juicios pueden ser más breves, en
el discurso formal, pero en la práctica son largos.

1.4 Ritualismo Procedimental, en materia penal.-

Se advierte que la estructura de los Poderes Judiciales en general, pero


sobre todo en el Estado de Campeche, han tenido muy pocas
transformaciones, la división del trabajo en el seno de estos está
altamente jerarquizada, debido a que existen órganos inferiores y
superiores, estos revisan vía recursos el trabajos de aquellos, pudiendo
alterar sus decisiones, predeterminar su forma de trabajo, por medio de
disposiciones generales que se disfrazan de criterios de homogenización
administrativa, también conocida como la “consulta”, “orden” o
“instrucción” y “tesis”.

Incluso entre muchos de los criterios de eficiencia, se cuentan con


criterios de pura forma, como en determinar si los jueces inferiores
siguieron, o no con todos los ritualismos del proceso, se califica como
eficiencia, inconcebiblemente, el hecho que las hojas, o siguiendo el
ritual sacramentado “fojas”, vale lo mismo decir, hoja, foja, página, folio,
estén selladas, que contengan las firmas de los funcionarios que tienen
que hacerlo, que estén testadas, que los expedientes estén bien
costurados.

Se conmensura a los juzgados del fuero común en el Estado de


Campeche, en función de sus éxitos o fracasos en apelaciones, o ante
los Amparos Indirectos y Directos, según sea el caso; lo que se traduce

31
en que se puede gestar una praxis bastante perniciosa que consistente
en el hecho de que un órgano no pretende arriesgar su trabajo
jurisdiccional con una decisión bastante atrevida, limitándose a cuidar su
trabajo para que la decisión de fondo la tome el superior jerárquico.
Cuando lo importante no es que se pierda o gane un juicio porque la
función es ciega como “Themis”, el juez no tiene preferencia, es
imparcial.

Al limitarse los cambios en las reformas de Primera Generación tan sólo


a los aspectos procesales, se olvidó que las definiciones de fondo no
pueden materializarse, sino se ordena adecuadamente el funcionamiento
de las instituciones al cumplimiento de ellas que quedan perfectamente
establecidas a nivel Constitucional y de las normas secundarias.

1.4.1 Tradición Colonial en el Procedimiento Penal.

La estructura de los Poderes Judiciales, en general en nuestro País como


en toda América Latina, ha tenido ínfimos cambios desde la Colonia
Española; dicha estructura se basaba en el ideario consistente en que la
base de la función de resolver los conflictos le compete exclusivamente
al Rey quien puede delegar la función, luego entonces el poder de
estos no es autónomo, sino delegado del monarca.

Ante el esquema democrático que nos inspira, en la actualidad no se


pueden aplicar estas estructuras retrogradas pues el poder de un juez
no proviene de una delegación de índole Cortesana, sino que se origina
directamente en la soberanía popular, de nuestra democracia; así los
Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, no son jefes de
los jueces, entender lo anterior es de vital importancia para resguardar
la independencia interna de los jueces, de tal forma que este ejercicio
también debe hacerse a nivel del Estado de Campeche, donde los

32
Magistrados del H. Tribunal Superior de Justicia del Estado, no son
“monarcas” de los jueces, en cambo son parte de todo un organigrama
con funciones plenamente detalladas en la ley y cada quien con roles
distintos.

Esta lógica se da en el Poder Judicial del Estado de Campeche, pues los


Jueces “A´quo” le deben reportar a sus “superiores”, y quienes, en
ocasiones, pueden alterar sus resoluciones, u ordenarle que conduzcan
su trabajo de una determinada sentido, por vías administrativas, no
jurisdiccionales.

1.4.2 La forma es fondo en el Procedimiento Penal.

El carácter cortesano de la función judicial, se aprecia cuando se aprecia


lo ridículo y anacrónico de los rituales que se dan en la función;
examinamos los nombres con que deben ser tratadas las autoridades
judiciales; las ceremonias que deben realizarse para tener acceso a ellas.
A´quo, A´quem, Usía, Su señoría, etc; basta examinar superficialmente
el léxico utilizado por los abogados, recargado, barroco, rayando en lo
absurdo por lo excesivo de formas, cacofónicas:”Me permito exponer”,
“Protesto lo Necesario en Derecho”, “Por medio del presente,
documentos y copias simples de ley”, “el sujeto de marras”, “el
interfecto”.

Finalmente todo se concreta a una cuestión de semiótica, una cuestión


de lingüística, de códigos de comunicación, incluso estos se ven en la
forma en que se estructuran los escritos presentados ante los jueces, las
formas de resoluciones, acuerdos, cédulas, notificaciones, cumpliéndose
el adagio que el fondo es forma.

33
Por lo tanto, basados en estas formas y no en el fondo de la función
misma, los jueces toman con mucha más importancia si siguieron, o no
con todos los ritos del proceso y no en función de los éxitos o fracasos
obtenidos.

La manera en que como se construye la decisión jurisdiccional en el


sistema inquisitivo es a través de la realización rutinaria de una serie de
trámites, la mayoría de ellos preestablecidos, ya sea por las normas
procesales, o por la costumbre.

En el quehacer de formar el expediente, quehacer que es toral, debido a


que los Jueces son Jueces de autos, intervienen diferentes personas
subalternas del Juez, que en muchas de las ocasiones su contribución es
esencial al contenido de la actividad jurisdiccional. Por lo tanto, muchos
funcionarios inferiores jerárquicos subalternos tienen, o parecen tener
mucho más poder incluso que los propios jueces, de ahí que es mejor en
determinados casos hablar y hacer el alegato de oreja con el Secretario,
el Oficial, el Actuario que con el propio Juez.42

La falta de una administración técnica y profesional del personal auxiliar


inferior jerárquicamente y el tipo de trabajo que éstos deben desarrollar
llevan a múltiples ineficiencias, como ser la imposibilidad de especializar
adecuadamente a ese personal, las dificultades para estandarizar el
trabajo, las complejidades para instaurar sistemas adecuados de
evaluación y estímulo, la existencia de jerarquías confusas y muchas
veces irreales.

En fin, la importancia mayor de los vínculo de parentesco, o amistad que


la competencia, por ejemplo se advierte que existen funcionarios
judiciales que no tienen conocimiento cómo funcionan los nuevos medios
42
Cfr. VARGAS VIANCOS Juan Enrique Op. Cit. p. 12

34
informáticos, no saben consultar bases de datos, jurisprudencias en
línea, no tiene idea de argumentación, hermenéutica, Derecho
Internacional Público, Derecho de Amparo, Civil, las corrientes
emergentes del derecho penal o procedimental penal, etc. Simplemente,
se limitan a llevar a cabo su “acuerdo, o proveído” sin ser reflexivos
sobre el mismo trabajo que llevan a cabo, sin expresar punto de vista
alguno sobre el particular pues es cómodo recibir órdenes, sin arriesgar
el criterio propio.

1.5 Aptitudes, Habilidades y Valores del Servidor Público del


Procedimiento Penal.

Resulta necesario para una buena administración pública en materia de


Procuración y Administración de Justicia, que se cumplan con los roles y
perfiles que se establecen las leyes, además que los funcionarios
cuenten con habilidades, aptitudes y valores que le permitan gestionar
el producto esencial de un juzgado, aquél del que depende su eficiencia:
la organización de audiencias, tareas que son puramente administrativas,
sin ningún contenido jurisdiccional desde el momento en que todas las
decisiones de tal naturaleza son tomadas por los jueces durante las
audiencias precisamente.

Por último, la profesionalización de la gestión implica que los empleados


de los tribunales pasan a tener funciones técnicas específicas, no
jurisdiccionales, gracias al término de la delegación de funciones. Por lo
que pueden existir empleados encargados de la atención de público
formados en relaciones públicas; empleados encargados del
funcionamiento de los sistemas informáticos; empleados dedicados a los
servicios generales, bajo la atenta dirección de administradores
profesionales que pueden auxiliar en esta vorágine del servicio al Juez
quien solamente se va a dedicar a la función jurisdiccional.

35
Los administradores incluso pueden estarán dedicados a distribuir el
trabajo que ingresa entre los jueces que conforman su tribunal, preparar
las agendas de audiencias diarias y velar porque cada una de ellas
pueda efectivamente producirse sin inconvenientes.

Lo que se propone para radicalizar la estructuración y mejorar la libertad


de jurisdicción es tener una organización mucho más horizontal, en la
que las decisiones relevantes no se tomen, ni mucho menos se apliquen
en el sentido de la gravedad universal, sino a través de los consensos y
la versatilidad de la pretensión punitiva.43.

1.6 Capacidad de respuesta del sistema

Digno de admiración es que la eficiencia del sistema se da en proporción


a las causas penales que puedan resolverse anualmente, con el objeto
que el sistema judicial no se congestione, en Chile se definió que 89% de
los asuntos que le ingresaran anualmente debían resolverse, lo anterior
se determinó con base en un modelo computacional bajo distinto
escenarios la dotación de recursos económicos, humanos y materiales
que requería el sistema. En nuestro País, así como en el Estado de
Campeche, establecerse igualmente metas acordes con nuestra realidad
económica y de saturación del servicio, pues sin lugar a dudas, ese 89%
está muy lejos de la eficiencia que tenemos en nuestros Procesos
Penales44.

43
Vid DUCE Maurice J., FIX FIERRO Héctor et alli . Op Cit. p.479
44
Vid VARGAS VIANCOS Juan Enrique Op. Cit. p. 15

36

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