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Derecho Penal
TEORÍAS ABSOLUTAS DE LA PENA: Son aquellas que sostienen que la pena halla su justificación en si misma, sin
que pueda ser considerada como un medio para fines ulteriores. Es “absoluta” porque en esta teoría el sentido de la
pena es independiente de su efecto social.
Esta teoría interpreta que la misión de la pena consiste únicamente en hacer desistir al autor de futuros delitos. El fin
de la pena apunta a la prevención que va dirigida al autor individual (por esto es especial). Es una teoría relativa
porque se refiere al fin de prevención de delitos.
Según Liszt la prevención especial puede actuar en tres formas:
-asegurando a la comunidad frente a los delincuentes (mediante el encierro de éstos)
-intimidando al autor, mediante la pena para que no cometa futuros delitos
-preservándole de la reincidencia mediante su corrección (resocialización o socialización)
Se toman en cuenta las consecuencias que de la pena se pueden esperar para la vida futura del autor. No se enfoca
en el conjunto de la sociedad, sino solo en el autor que vulnero el ordenamiento jurídico.
La aplicación de la pena evitaría que el sujeto cometa actos ilicítos buscando evitar el peligro para la sociedad, pero
también concibe la idea de resociabilización y supone el condicionamiento interno del sujeto que ha infringido las
normas para que no vuelva a delinquir.
Se busca entender que hay condicionantes y factores que llevan al autor a delinquir, y se realiza una especie de “juicio
de peligrosidad” sobre el autor (muy subjetivo y abstracto), que apunta hacia el futuro. El condenado debe tener la
oportunidad de poder integrarse otra vez en la sociedad luego del cumplimiento de su pena.
Esta teoría cumple extraordinariamente bien con el cometido del Derecho Penal en cuanto se obliga exclusivamente a
la protección del individuo y de la sociedad, pero al mismo tiempo, quiere ayudar al autor (no expulsarlo ni marcarlo,
sino integrarlo).
Sin embargo, su defecto más grave consiste probablemente en que, al contrario de la teoría de la retribución, no
proporciona una medida (baremo) para la pena, sino que se trataría de retener al condendo el tiempo necesario hasta
que estuviera resocializado (lo que llevaría a la introducción de una condena con pena de duración indeterminada).
Además por un delito de poca importancia se podría aplicar una pena privativa de la libertad de muchos años, si se
presentase una profunda alteración de la personalidad.
Por otro lado, se enfrenta con la cuestión de que, con qué derecho los ciudadanos deben dejarse educar y tratar por el
Estado (Kant y Hegel veían a ello como una violación de la dignidad humana).
Otro punto debil es que no se sabe qué hacer con los autores que no están necesitados de resocialización: no solo
con autores de hechos imprudentes o autores ocasionales de pequeños delitos, sino también con personas que han
cometido delitos graves pero en los que no existe peligro de reincidencia (porque el hecho se cometió en una situación
de conflicto irrepetible, o cuando las distintas circunstancias temporales hacen imposible su nueva comisión)
-negativa: Se puede describir como el “concepto de intimidación de otros que corren el peligro de cometer delitos
semejantes”.La ejecución de la pena tiene lugar para que la amenaza de la ley sea una verdadera amenaza para toda
la sociedad. Apunta a coaccionar a la comunidad en su conjunto mediante la aplicación de las penas.
Esta teoría tampoco incluye una medida para la delimitación de la duración de la pena. La prevención general negativa
corre el riesgo entonces de convertirse en terror estatal (penas sin medida).
Por otro lado, tiene peso la objeción de que un castigo con fines preventivos atenta contra la dignidad humana, porque
el castigo sólo pesa sobre el autor por motivo de la comunidad ( o sea, de otro) para la resocialización, y la facultad
para ello requiere de una justificación que esta teoría no puede dar por si misma.
Por ultimo, no puede darle impulso alguno a la ejecución de la pena, sobretodo en le negativa, porque una ejecución
de la pena que tiende a la mera intimidación de los ciudadanos, incitará más a la reincidencia que a su evitación, y de
esta manera, perjudicará más que lo que beneficiará a la lucha contra la criminalidad
Jakobs: Expresa que cuando se habla de delito, se lo entiende como un acto que en si es una expresión de sentido
comunicacional. El acto delictivo viene a pretender quebrar la conformación social (y la aplicación de la pena viene a
remediar esto). En la medida en que el Estado no actue frente a los comportamientos que quebrantan la conformación
social, le estaría sacando legitimidad a la aplicación de las penas.
Lo que se determina como delito se hace a partir de la conformación social, que va variand a través de un proceso que
se hace de forma general. No se puee partir de la subjetividad para determinar la configuración de una sociedad.
Cuando la sociedad pena, se rehúsa a concebir un cambio en su configuración. Al igual que una persona rechaza una
propuesta que no encaja en su forma de ser (ratificando de esta forma su modo de ser), la sociedad rechaza la
propuesta de abandonar la expectativa defraudada (ratificando así su identidad).
Princpio de legalidad: “nullum crimen, nulla poena sine lege” (no hay crimen, ni pena sin ley que previamente lo haya
contemplado como tal). Indica que tanto el crimen(delito) como también la pena (sanción) deben estar establecidos por
la ley con carácter previo al hecho y en forma precisa. Con este principio se busca limitar el poder del Estado. El
fundamento del castigo solo puede ser una ley en sentido formal, sancionada según el procedimiento, la comeptencia
y el contenido limitado que regula nuestra CN, que esté vigente al momento de la comisión del hecho y que prevea
como delictiva la conducta reprochada. Su fundamento normativo se encuentra en el art 18CN. Tiene diversas
manifestaciones:
a)Ley previa:
La ley debe ser sancionada con anterioridad al hecho juzgado y este requisito prohíbe la retroactividad de la ley penal
más grave, con excepción de la ley penal más benigna que si puede aplicarse de manera retroactiva. La ultraactividad
de la ley penal es una excepción siempre que sea más favorable para el imputado, y su fundamento se basa en que
sería inadmisible imponer o mantener una sanción cuando el hecho ya no es considerado delito, o bien una pena que
ha devenido desproporcionada en relación con la menor gravedad que la sociedad atribuye ahora a ese hecho. Esto
presupone un cambio de valoración social respecto de la reprobación del hecho.
ART 2CP:Si la ley vigente al tiempo de cometerse el delito fuere distinta de la que exista al pronunciarse e fallo o en el
tiempo intermeio, se aplicará siempre la más benigna. Si durante la condena se dictare un ley más benigna, la pena se
limitará a la establecida por esa ley. En todos los casos del presente artículo, los efectos de la nueva ley se operaran
de pleno derecho.
*El Código dispone que la nueva ley se aplique a los hechos cometidos con anterioridad a su vigencia, si sus
disposiciones resultan benignas (retroactividad) y decide la aplicación de la ley derogada para los actos realizados
durante su vigencia cuando es más favorable (ultractividad: muestra la supervivencia de la ley más allá de su período
de existencia). El código resuelve que la ley más favorable se aplique también en el caso de estarse ejecutando la
sentencia. Se aplica la irretroactividad cuando la ley establece como delito un hecho considerado como lícito en el
momento de su realización.
Pero ocurre que en el caso de las leyes penales transitorias o temporales, en una ley que esta destinada a regir en un
área específica durante cierto tiempo por razones determinadas queda prohibido aplicar el principio de la ley penal
más benigna (art 2cp). Estas leyes nacen para que regir en un tiempo determinado o bajo ciertas condiciones, no
reflejan ningún cambio de valoración etico-social. Si se aplicara la ley penal más benigna estas leyes dejarían de tener
razón de ser, su creación no tendría sentido porque no se aplican nunca. Entonces, estas leyes funcionan siempre de
formal ultractiva aunque se trate de una ley penal más gravosa que la vigente en el momento del juicio.
Ley intermedia: Es la que, entrando en vigencia después de realizado el hecho, resulta derogada antes de que recaiga
sentencia en el proceso, consagrando mayores beneficios en la situación jurídica del imputado, tanto con referencia a
aquélla como a ésta. Razones de equidad justifican la consideración de la ley intermedia y su eventual aplicación
como la más benigna, ya que el imputado no puede ser perjudicado por la demora del proceso.
Puede suceder que entre la época de comisión del delito y la de la sentencia se hayan sucedido tres o más leyes, es
decir, una ley en el momento de comisión del delito, otra en el intermedio y otra en la sentencia. El Código penal en el
art. 2 resuelve claramente este problema estableciendo que si la ley vigente al tiempo de comisión del delito fuere
distinta de la que exista al pronunciarse el fallo o en el tiempo intermedio, se aplicará siempre la más benigna.
Por último, la prohibición de retroactividad de la ley penal más grave alcanza también a los presupuestos de la
punición. El estatuto vigente al momento del hecho no puede ser modificado en perjuicio del imputado. Asi, si la acción
correspondiente al delito cometio es dependiente de instancia privada, esta condición no puede ser suprimida con
relación a los hechos ya cometidos. Tampoco pueden agravarse retroactivamente las reglas de prisión preventiva, ni
restringirse las e excarcelación.
b)Ley escrita:
Debe tratarse de una ley naturalmente escrita, pero además, de una ley en sentido formal, no sólo material (norma de
carácter general), de modo que debe estar dictada por el Congreso. Por lo tanto se supone sólo cierta clase de ley
scripta: una ley sancionada mediante el procedimiento prescripto por la Constitución. En principio, el Congreso no
puede delegar en el Poder Ejecutivo la posibilidad de configurar el hecho punible o la sanción a aplicar; al menos tiene
que indicar el núcleo de la acción prohibida, pudiendo quedar definidos ciertos elementos normativos del tipo por otras
normas, eventualmente no legales.
Un aspecto critico de este principio esta dado por las llamadas leyes penales en blanco: son aquellas que imponen
una sanción, pero la descripción de la figura delictiva a la que se refieren, está contenida en otra norma jurídica,
pudiendo remitirse a otra ley penal o de otro sector del orden jurídico, o a alguna norma reglamentaria,
jerárquicamente inferior, que necesariamente las debe complementar. La razón de que se dicten estas clases de leyes
penales en blanco es que se trata de prescribir sobre conductas que varían a lo largo del tiempo o que requieren ir
adaptándose a las circunstancias. Lo que sería contrario al principio de garantía y legalidad en materia penal, sería
que las normas de rango inferior impusieran las sanciones en lugar de describir los tipos penales.
Con respecto a la delegación de atribuciones que son competencia exclusiva del Poder Legislativo como es la dictar
las leyes penales, según Núñez, no habría problema en la remisión, siempre y cuando la ley remitente describa
aunque sea en forma genérica la conducta sancionable. Estas leyes no se pueden tratar de inconstitucionales, porque
el nucleo de la prohibición esta claro.
La ley escrita supone una exclusión del derecho consuetudinario. No puede imponerse una sanción en base a las
costumbres o los principios generales del derecho. Toda norma jurídica debe ser publicada, no puede ser secreta. Las
normas entran en vigencia a partir de su publicación en el Boletín Oficial: 8 días se cuentan a partir de su publicación,
a menos que la misma ley diga otra cosa (por ejemplo, que es obligatoria desde tal fecha). Nadie puede decir que no
conoce la ley para excusar su incumplimiento.
c)Ley stricta:
Este aspecto esta dirigido al juez, en el sentio de la sujeción del juez a la ley (principio de sujeción o de vinculación).
La norma jurídica debe ser clara, estricta y precisa. No se debe olvidar que los destinatarios son los ciudadanos, no
sabios en la materia, y que se pretende que sus conductas se amolden a lo establecido: si el mensaje no se entiende,
no podrán acomodar sus acciones al ordenamiento jurídico penal, en este caso. Esto impica la prohibición de analogía
en materia penal. El juez no puede extender la sanción a acciones no abarcadas por el texto, aún cuando hubiera
razones para pensar que la acción no abarcada es casi tan disvaliosa como la acción descripta en el tipo penal. No se
puede hacer una aplicación extensiva analógica en perjuicio del imputado. La analogía in malam partem, esto es,
aquella interpretación menos favorable para el reo y que no puede acogerse al tenor literal de los términos del tipo
penal, se encuentra prohibida. Más discutible sería la analogía in bonam partem, aquella interpretación analógica que
favorece al reo.
d)Ley cierta:
Este aspecto esta dirigido al legislador y secundariamente al juez. Supone que el legislador debe evitar cláusulas
deliberadamente vagas y tiene que tratar de delimitar la materia de la prohibición satisfaciendo un estándar mínimo de
concreción de la conducta prohibida. A esto se lo llama “mandat de determinación” del principio de legalidad. Aún
cuando, de hecho, es escasa la probabilidad de que un tribunal declare inconstitucional una ley penal en razón de que
la conducta está descripta de modo insuficiente, se asienta en el núcleo del principio de legalidad no sólo que haya
una ley escrita, previa, no ampliable por analogía, sino también cierta (en la determinación del ámbito de lo prohibido y
de la reacción penal a imponer)
Se entiende por fuente del Derecho Penal todo aquello de donde se originen las normas que lo integran, Acerca de las
fuentes del Derecho se les dan un doble significado y sobre este se hace la distinción entre fuente de producción y
fuente de conocimiento.Se considera como única fuente de producción del Derecho Penal al Estado, debido a que las
normas jurídicas relativas a esa materia, no son sino la expresión de su voluntad,por la facultad que tiene de regular la
conducta humana para lograr una mejor convivencia social.
a)Las fuentes directas o inmediatas: Se integran por las disposiciones que por su naturaleza son capaces de obligar, y
entre ellas se cuenta a la ley que tratándose de Derecho Penal constituye su única fuente en virtud del principio de
legalidad nullum crimen nulla poena sine lege (No hay delito ni pena sin ley). Lo que dice la ley es lo que se aplica (por
eso es vinculante). Es la única que crea derecho
b)Las fuentes indirectas o mediatas: Sólo tienen el carácter de medios auxiliares ya que a falta de disposición legal el
legislador reconoce a los principios generales del Derecho, a la costumbre y a la jurisprudencia, teniendo ésta
aplicación sólo en material penal. Un criterio que se sostienen por no pocos tratadistas consiste en que los tribunales
sólo están facultados para aplicar la ley dentro de las atribuciones que las mismas le reconocen y en su caso realizar
la interpretación que corresponda, pero no para crear el Derecho lo que equivaldría a reconocerle a la Jurisprudencia
el carácter de fuente, ya que ellos es una facultad reservada exclusivamente al Poder Legislativo.
Fuente de producción de la ley penal: la voluntad que hace a la creación de la norma; concretamente al sujeto: el
legislador nacional que se encuentra facultado para la creación de las leyes penales
Principio de reserva: Todas las acciones que cada individuo realice según su plan de vida, y no afecten a terceros, ni
al orden y la moral pública, deben considerarse realizadas dentro de un ámbito de libertad personal. Por lo tanto, en
los actos de la determinada “zona de libertad” el Estado no puede tener ninguna injerencia. A nivel normativo, en el
sistema jurídico argentino, el principio de reserva se encuentra contemplado en el artículo 19 de la Constitución
Nacional.
La expresión “de reserva” esta destinada al principio que impone que la conducta a castigar no puede ser una de
aquellas acciones privadas de los hombres que están exentas de la autoridad de los magistrados.
El interepretar el “ambito privado” como algo ajeno a la injerencia de las autoridades estatales (como algo que ocurre
dentro de una cabeza, lo interno de la persona) es una interpretación erronea del principio de reserva. Que algo
produza un daño puede deberse a las más variadas razones no determinantes; lo determinante es que alguien haya
motivado su comportamiento de modo incorrecto, que haya actuado como no debía (en las malas acciones lo que
decide es la voluntad, no el resultado)
Lo determinante del principio de reserva, no es el hecho de que signos externos puedan indicar cuando hay un
quebrantamiento de la norma merecedor de sanción, sino que tiene que haber un ambito de libertad de acción, incluso
en el desarrollo hacia el mundo externo que no puede ser alcanzando por ninguna injerencia estatal (ni sancionatoria,
ni de otra clase).
El principio de lesividad implica que ningún derecho puede legitimar una intervención punitiva cuando no media por lo
menos un conflicto jurídico, entendido como la afectación de un bien jurídico total o parcialmente ajeno, individual o
colectivo. Sólo puede existir un delito cuando las acciones ejecutadas por un individuo afectan al derecho de otro; en
consecuencia, el poder punitivo del Estado se manifiesta sólo cuando la conducta de un sujeto afecta a los demás.
Bazterrica: (1986) El máximo tribunal declaró inconstitucional la penalización de la tenencia de drogas para uso
personal; a pesar de las disidencias de los jueces Fayt y Caballero; porque entendió que está interfiriendo en la zona
de reserva que la Constitución Nacional reconoce a cada persona en el artículo 19, resguardando las libertades
individuales de cada uno excluyendo toda autoridad de los órganos estatales.
Di Capua: (1989) La corte suprema rechaza el recurso extraordinario porque la tenencia de la droga con el aludido
propósito de ser consumida en un lugar público en que se realizaría un festejo juvenil constituye una situacipon
diferente a lo contemplado en el caso Bazterrica (por lo que su invocación como fundamento para impugnar el fallo
apelado resulta insuficiente)
Montalvo: (1990) No es la cantidad lo que debe ponderarse en el caso de delito de tenencia de estupefacientes, sino la
naturaleza y efectos de la sustancia pues, por lo general, el tenedor para comprar la droga, oficia de traficante y éste
lleva consigo cantidades pequeñas para pasar por consumidor, con lo cual se asegura su propio abastecimiento, y
después, al ser detenido, declara que la droga es para uso personal. La teoría de la insignificancia elaborada a partir
de sostener la atipicidad de la tenencia de pequeñas cantidades de estupefacientes, atenta contra el fin querido por el
legislador al incriminar esa tenencia: proteger a la comunidad del flagelo de la droga y terminar con el traficante. Es
inadmisible justificar la incriminación de la tenencia de estupefacientes para el propio consumo con el argumento de
combatir por esa vía al narcotraficante, en tanto nuestra ley fundamental prohíbe utilizar a las personas como meros
instrumentos para alcanzar objetivos públicos que se reputen socialmente valiosos, desconociendo que ellas
constituyen fines en sí mismas. (Del voto en disidencia del doctor Petracchi).
Arriola: (2009) La Corte Suprema de Justicia de la Nación dijo que es inconstitucional castigar a una persona adulta
por tener y consumir marihuana si no pone en peligro a terceros. Dijo que hay que proteger la libertad personal. No
ordenó la despenalización
1.La Corte no se expidió ni legitimó el consumo con ostentación hacia terceros, ni aquel con intención de
comercializar, y sólo se refirió a la marihuana. Los condenados tenían marihuana y no hacían ostentación de la droga,
ni había peligro para terceros, ni había adicción demostrada, ni hubo evidencia alguna acerca de que tuvieran
intenciones de comercializarla.
2.No se consagró un permiso legal para consumir indiscriminadamente sino sólo en el supuesto que definió con rigor.
3.No se adoptaron posiciones sobre la conveniencia de la sanción penal del consumo de drogas o su despenalización.
Inicialmente se puede afirmar que este principio establece que sólo puede perseguirse y castigarse penalmente a
quien intervino en la comisión de un delito por un hecho propio, con dolo o culpa, y con una motivación racional
normal. Asimismo, determina que la culpabilidad es un presupuesto y un límite de la pena.Presupone la garantía de
que nadie puede ser considerado como culpable, ni por ende, penado si no estuvo personalmente a su alcance, con el
empleo de una capacidad razonable, evitar el hecho ilícito (la culpabilidad como evitabilidad). Al sujeto se le reprocha
que haya motivado su comportamiento defectuosa o deficitariamente. Este principio:
a)reafirma el principio del der. Penal del hecho, porque esta en juego la evitabilidad del hecho para el sujeto imputado
b)determina que la responsabilidad es personal: se responde por lo que uno mismo hace, no por lo que hace el otro.
c)limita la medida de la pena por la medida de la culpabilidad. No es legítimo perseguir fines preventivos más alla de la
medida de culpabilidad. Las medidas de seguridad reconocen un fundamento distinto y por ello NO entran dentro de
este principio (sino en el proporcionalidad)
Asimismo del principio de culpabilidad se infiere, de un lado, que la pena presupone en todo caso culpabilidad, por lo
que quien actúa sin ella no puede ser castigado (exclusión de la responsabilidad por el simple resultado) y de otro, que
la pena tampoco puede superar la medida de la culpabilidad (medición de la pena respetando el límite al máximo de la
culpabilidad).
La idea de proporcionalidad no solo es necesaria para limitar las medidas, sino también para graduar las penas y el
principio de culpabilidad. No basta, entendido en sus justos términos, para asegurar la necesaria proporcionalidad
entre delito y pena. El principio de culpabilidad exige que pueda culparse al sujeto por la lesión para la que se la
castiga lo que requiere ciertas condiciones. Nada dice esto de la gravedad de la lesión ni por tanto de que deba
ajustarse a la cuantía de la pena a ésta.
. Adecuación al fin.
. Necesidad.
ESPACIAL:
1. Principio de territorialidad: establece que un Estado es competente para ejercer jurisdicción penal sobre
todos los delitos que ocurran en su territorio. Esto es así aun si la víctima o el imputado son ciudadanos extranjeros y
no disponen de ningún fuero especial. Su clara contrapartida es que, en principio, un estado no tiene jurisdicción para
declararse competente con respecto a los delitos cometidos por fuera de su territorio. Con respecto a qué se considera
territorio, en el caso argentino podríamos decir que se encuentran englobados por el mismo: la superficie geográfica
del suelo argentino, el mar territorial, su lecho y subsuelo que se extiende por 12 millas marinas y las 12 millas de la
zona contigua que se cuentan desde el fin del mar territorial. Las embajadas y las misiones diplomáticas argentinas
situadas en el extranjero se encuentran excluidas del principio de territorialidad (porque se encuentran resguardadas
bajo las Convenciones de Viena de Relaciones Diplomáticas, sobre Relaciones Consulares y sobre Misiones
Especiales)
En lo que respecta al llamado territorio flotante, en virtud del principio de bandera, habrá que determinar si el
buque es público o privado para saber si se aplica o no la ley penal argentina.Son buques publicos los que se
utilzan para fines públicos. Por otra parte, en todos los demás casos en los que no se encuentren afectados al
servicio del poder público, serán buques privados aunque pertenezcan a la Nación o Provincias.
Los delitos cometidos en los buques públicos argentinos serán juzgados de acuerdo a la ley penal argentina,
mientras que en los buques privados sólo se aplicará la legislación penal argentina cuando el hecho no haya
ocurrido en aguas jurisdiccionales de otro estado. Entonces: a los buques públicos siempre se les aplica la ley
de su bandera (sin importar las aguas en las que este). A los buques privados se les aplica la ley de su
bandera, salvo que entren en aguas jurisdiccionales de otro Estado, en donde se aplicaría la ley de este último
-A las aeronaves privas se les aplica la ley del Estado sobre el que estan voando o de donde se hiciere el
primer aterrizaje después de cometido el hecho (siempre que no hubiea extradición)
-Los hechos ocurridos, los actos realizados y los delitos cometidos en una aeronave privada argentina sobre
territorio argentino, sus aguas jurisdiccionales o donde ningún estado ejerza soberana, estan regidos por las
leyes de la Nación Argentina y seran juzgados por sus tribunales.
-Corresponde igualmente la jurisdicción de los tribunales argentinos y la aplicación de las leyes de la Nación,
en el caso de hechos ocurridos, actos realizados o delitos cometidos a bordo de una aeronave privada
argentina, sobre territorio extranjero, si se hubiese lesionado un interés legítimo del Estado argentino o de
personas domiciliadas en l o se hubiese realizado en la República el primer aterrizaje posterior al hecho, acto o
delito.
-En los hechos ocurridos, los actos realizados y los delitos cometidos en una aeronave privada extranjera en
vuelo sobre el territorio argentino o sus aguas jurisdiccionales, la jurisdicción de los tribunales argentinos y la
aplicación de las leyes de la Nación sólo corresponde en caso de:
1) Que infrinjan leyes de seguridad pública, militares o fiscales.
3) Que comprometan la seguridad o el orden público, o afecten el interés del Estado o de las
personas domiciliadas en él, o se hubiese realizado en la República el primer aterrizaje posterior al hecho,
acto o delito si no mediase, en este último caso, pedido de extradición.
-Los hechos ocurridos, los actos realizados y los delitos cometidos en una aeronave pública extranjera
sobre territorio argentino o sus aguas jurisdiccionales est n regidos por la ley del pabellón y ser n juzgados
por sus tribunales.
-Teoría de la acción:Esta teoría propugna que el lugar de comisión del delito es aquel donde el sujeto ha
realizado su acción u omisión ilícita.
-Teoría del resultado: esta teoría considera que el delito se ha cometido en el lugar donde se consuma el
mismo o donde tiene sus efectos
-Teoría de la ubicuidad: establece que el delito se considera cometido tanto en el lugar donde se ha ejecutado la
acción/omisión como en donde se ha dado el resultado o sus efectos.
1.Principio de nacionalidad: EN NUESTRO PAÍS NO SE INVOCA. La relación entre el estado y las personas
habitando en el territorio del primero recibe el nombre de nacionalidad. La nacionalidad le otorga al individuo una
serie de derechos y obligaciones en el estado del cual es nacional.
-Nacionalidad activa: El principio de nacionalidad activa establece que el estado tiene jurisdicción para juzgar los
delitos cometidos por sus nacionales en el extranjero.
-Nacionalida pasiva: Este principio permite a un Estado reclamar el juzgamiento de un individuo que ha cometido
un delito contra nacionales del estado.
2.Principio protector real/defensa: El principio protector, real o de defensa establece que la ley penal de un
determinado estado puede ser aplicada con respecto a los no nacionales que han cometido un hecho por fuera
del territorio del estado cuando el mismo es perjudicial para la preservación de la seguridad nacional. Es decir
cuando, extraterritorialmente, se vulneran bienes jurídicos de vital importancia para el estado desde un punto de
vista social, económico o político
3.Principio de universalidad: Este principio establece que todos los estados tienen jurisdicción para juzgar ciertos
delitos que son contrarios a la comunidad internacional en todo su conjunto.
Por consiguiente, cualquier estado está facultado para juzgar acusados de este tipo de delitos
independientemente del lugar donde los hechos han sido cometidos, sin que hubiera ningún tipo de relación de
nacionalidad con el estado que pretendiera juzgar dichos delitos (ej: pirateria o crimenes de guerra).
TEMPORAL:
Se aplica la ley vigente en el momento de la comisión del delito. El principio que gobierna la validez temporal de
la ley es el de la irretroactividad (rige la ley que estaba vigente al momento de la comisión del hecho delictivo).
El tiempo de la comisión del delito es:
-En el caso de una acción es el momento de su ejecución
-En el caso de una omisión es en el momento en que debía realizarse la acción omitida
-En el caso de los delitos permanentes, desde el momento en que se crea el estado típico constitutivo del delito,
hasta su conclusión.
Pero el principio de irretroactividad no es absoluto, sino que presenta excepciones:
Principio de retroactividad: autoriza la aplicación de la ley a un hecho ocurrido con anterioridad a su entrada
en vigencia, siempre que beneficie al acusado. Al fallar, se aplica la ley vigente en ese momento procesal, la
cual es distinta a la que regía en el momento de la comisión del hecho.
Principio de ultractividad:permite que la ley vigente al tiempo de la comisión del delito o en el tiempo
comprendido entre el hecho y el fallo, posteriormente sustituida por otra más gravosa, siga rigiendo para la
regulación del hecho, aún después de su derogación.
La extraactividad de la ley penal, es decir la aplicación de la ley fuera de su período normal de vida legislativa, se
encuentra regulada en el art. 2 del Código Penal, reconociendo en la actualidad, fundamento constitucional. (ej: como
en el caso de las leyes penas transitorias o temporales)
PERSONAL: El ámbito personal de validez refiere que todas las normas no son válidas para todas las
personas. Por sus características, algunas normas serán aplicables a un grupo concreto o a un sólo individuo.
•Genéricas.-las que obligan a todos los comprendidos dentro de la categoría designada por la norma.
Fallo Cristalux: El 11 de abril de 2006 la Corte Suprema de Justicia de la Nación sentó un importante precedente en materia de aplicación del
principio de la ley penal más benigna a las leyes penales en blanco[. En el caso“Cristalux” la Corte modificó su anterior posición indicando que
en el caso de leyes penales en blanco, como el Régimen Penal Cambiario, corresponde la aplicación del principio de retroactividad de la ley
penal más benigna, principio que cuenta hoy con jerarquía constitucional. Sin embargo, el voto mayoritario de la Corte limitó dicha aplicación,
aclarando que el principio no resulta aplicable de manera indiscriminada sino dentro de un estricto margen de razonabilidad.