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ESTADO DEL ARTE

Los modelos de estimación de la erosión hídrica y evaluación de las pérdidas de suelo,


comenzaron con las investigaciones del Forest Service de USA (1915) y de M.F. Miller
(1917), al analizar los efectos de distintos tipos de cobertura vegetal y la rotación de cultivos
sobre escorrentías y la erosión en parcelas experimentales.

los primeros intentos para desarrollar métodos de estimación de la erosión se realizaron en


estados unidos, en la década de los años veinte del siglo pasado, como una respuesta a las
elevadas tasas de erosión y pérdida de suelo debido a la modernización de la agricultura.
según HAGEN Y FOSTER [1]

al analizar los efectos de distintos tipos de cobertura vegetal y la rotación de cultivos sobre
escorrentías y la erosión en parcelas experimentales. Estos estudios se complementaron con
la investigación de la importancia del impacto de la gota de lluvia sobre el suelo desnudo,
hecha por Laws (1940) y Ellison (1947). [2]

El primer modelo que consideró de manera conjunta los parámetros de la cubierta vegetal,
(C), longitud de la pendiente (L), la inclinación de la pendiente (S), el valor de la
precipitación (P30), así como la erodabilidad del suelo (e) fue el de Musgrave desarrollado
en 1947.

Luego de un análisis empírico a partir de una gran cantidad de datos tomados en parcelas de
erosión en más de 40 localidades de los estados unidos de américa, se desarrolló la ecuación
universal de pérdida de suelo (usle) por un grupo de trabajo de investigadores dirigidos por
W.H. WISCHMEIER [2].

El Forest Service y el Soil Conservation Service trabajaron durante cuarenta años


aproximadamente para mejorar los métodos previos, dando como resultado el modelo del
USLE (Universal Soil Loss Equation), desarrollada principalmente por Wischermeier y
Smith en 1978.

con esta perspectiva, se masificó el uso de la usle en el territorio norteamericano. en otras


partes del mundo y se realizaron numerosas investigaciones para adecuar los factores de la
ecuación en zonas con características diferentes de las que se dedujeron inicialmente.
Posteriormente se efectuaron investigaciones tendentes a revisar y actualizar los factores de
la USLE y se obtuvo la Ecuación Universal de Pérdida de Suelos Revisada (RUSLE) [3],
basada en la misma fórmula, éste método varía del USLE en: una aproximación que toma en
cuenta la variación temporal en el cálculo del factor K; una nueva ecuación para calcular el
factor LS; una aproximación subfactorial para evaluar el manejo de la vegetación, nuevos
valores a las prácticas de conservación (State of Michigan University, 2002).[17] Finalmente,
el modelo RUSLE queda de la siguiente manera: E= R K LS C P

a) El Factor R representa la erosividad de la lluvia en función de la energía cinética de la


precipitación
b) El Factor K equivale la erodabilidad del suelo

c) El Factor LS mide el efecto de la longitud y la magnitud de la pendiente

d) El Factor C expresa el valor de la cobertura vegetal

e) El Factor P estima el valor de las prácticas de conservación.

En 2004, se aplicó los modelos USLE/RUSLE para estimar la pérdida de suelo en la cuenca
la zona cafetera colombiana

Los autores mencionan que, aunque la USLE fue diseñada para el cálculo de la erosión
hídrica en parcelas individuales, la ecuación se puede adaptar para estimar la erosión en
cuencas mediante la inclusión de la información de escurrimientos hidrológicos (Cléric et al,
2001). [18]

La erosión hídrica de suelos en Colombia es un problema que afecta directamente la fertilidad


del suelo, ocasionando baja producción de los cultivos e incrementando los costos en
producción Rivera & Gómez (1991). [19]

En la zona cafetera hay procesos naturales que favorecen erosión como lo son las fuertes
lluvias, material parental susceptible y las altas pendientes. En este sentido Castillo (2004),
menciona que la erosión hídrica puede convertir el terreno en áreas degradadas.

Mientras Sagredo (2005), afirma que los índices máximos se presentan cuando existe un uso
y manejo inadecuado de estos a favor de la pendiente. Por lo tanto, se hace necesario estimar
la pérdida del suelo debido a la erosión hídrica en el departamento del Quindío, y de esta
manera identificar zonas donde ocurre este proceso. Para calcular la pérdida de suelo en este
caso para erosión potencial se hace por medio de la implementación de un modelo
matemático empírico para el cálculo de la pérdida de suelo USLE/ RUSLE [21]

Modelos de erosion

Modelo empírico: El modelo más sencillo, y se considera del tipo caja negra b Qs = aQ
donde Qs es la descarga de sedimentos, q es la descarga del agua, a y b son constantes que
pueden ser calculados por mínimos cuadrados.

Modelo Musgrave Modelo para estimación de pérdida de suelo por erosión hídrica, en este
modelo de Musgrave la cantidad de erosión, está dada por:

E (mm / año) =0.00527ECS xL xP

en donde: C Cobertura vegetal E Erosionabilidad relativa del suelo S Pendiente en porcentaje


L Longitud de pendiente P30 Precipitación máxima en 30 min (mm)
Este modelo Soil Loss Estimator for Southern Africa, fue desarrollado en

zimbaue Z = K * X *C (tn/ha)

K perdida media anual del suelo (t/ha)

X factor adimensional que combina longitud y grado de la pendiente

C factor adimensional que depende del manejo del cultivo

ln K = blaE + a

a = 2.884 − 8.2109F

b = 0.4681+ 0.7663F

X= L 1/2 + 0.076 + 0.53s+0.76s2 / 25.65

X debe ser multiplicado por y= s/0.572s+0.428

C = e −0.06 o c= (2.3 − 0.01i)/ 30

Solo para mencionarlo, este método emplea dos operadores, una fase hidráulica y otra
fase de sedimentación
Fase hidráulica:
E = R 11.9 + 8.7 log I
(Q = Re xp( − Rc / R0)
Fase de sedimentación
F= K (Ee-aA)b.10-3
G = CQd senS.10-3
Tomada de: Zonificación de la degradación de suelos por erosión en Colombia. Fuente:
Subdirección de Ecosistemas e Información Ambiental - IDEAM, Grupos de Suelos y
Tierras, 2015. Cartografía Básica - IGAC, 2012.
En los modelos de erosión se debe tener en cuenta las variaciones estacionales de las
condiciones ambientales naturales, por ejemplo, los ciclos anuales de congelación–deshielo
en las zonas climáticas templadas. Además, es necesario que tenga en cuenta las
perturbaciones de las condiciones de la superficie del suelo por las labores de labranza, que
normalmente se efectúan de acuerdo con los cambios estacionales. Estas labores agrícolas
afectan la estructura del suelo, la porosidad, la densidad y la distribución de tamaños;
propiedades que perturban las características hidráulicas del suelo [6].

SOLUCIONES AL PROBLEMA

Entre las tecnologías utilizadas para el control de la erosión se encuentran la bioingeniería,


especialmente utilizando pastos, vetíver, bambú o guadua y árboles; las obras de manejo de
aguas de escorrentía, cortacorrientes, canales revestidos en piedra y en concreto, torrenteras;
barreras de vegetación, colocación de suelos orgánicos, revegetalización con tela de fibra de
cabuya (fique); utilización de bambú con malla metálica; los “trinchos”; los taludes
reforzados con geotextiles; los gaviones de piedra y con bolsas de arena; el bolsacreto y los
exápodos de concreto armado. La mayoría de las tecnologías utilizadas en Colombia son
adaptaciones locales.5 Los principios de ingeniería para el control de la erosión son básicos,
siendo la vegetación uno de los mejores materiales naturales para el control de erosión; sin
embargo, los geosintéticos fabricados y comercializados para aplicaciones en control de la
erosión han variado significativamente el concepto de control de erosión en la última década.
El problema de la retención del suelo, la protección, la revegetación y el refuerzo de césped
puede ser resuelto con muchos materiales, tanto orgánicos como sintéticos, con propiedades
específicas que deben tenerse en cuenta para lograr un rendimiento adecuado (Carroll et al.,
1992).[16]
Marco teórico
La erosión comprende el desprendimiento, transporte y posterior depósito de materiales de
suelo o roca por acción de la fuerza de un fluido en movimiento; puede ser generada tanto
por el agua como por el viento (Suárez, 1998) [7] El 40% del territorio colombiano presenta
erosión de ligera a severa y la zona andina es la más afectada, con el 88% del área en estado
de erosión hídrica (Olmos y Montenegro, 1987) [8]
Erosión hidráulica El movimiento del agua que circula por el cauce de una corriente de agua
produce el desprendimiento y transporte de los materiales que conforman su perímetro
mojado. En una cañada o río pueden ocurrir dos tipos de erosión general que afectan el cauce:
a. Erosión lateral que amplía su ancho, aumentando la altura de los taludes.
b. Profundización del cauce. La erosión en ambos casos depende de las características
geotécnicas de materiales del fondo y los taludes, su geometría, pendiente y características
del flujo de agua. La estabilidad del talud en sí depende de los parámetros de resistencia (c’.
φ’), el peso unitario, la altura, pendiente y la presencia y características de discontinuidades
geológicas.
Para cada tipo de suelo hay una velocidad a la cual se produce arrastre. En un ensayo sencillo
de laboratorio en el cual se simula un canal revestido de suelo, se encuentra la velocidad a la
cual se produce el arrastre de las partículas. La erosión se inicia con el desprendimiento de
la partícula en el perímetro del cauce por acción de la fuerza tractiva (Figura 1). El proceso
de erosión es complejo y se pueden desarrollar modelos que permiten predecir las cantidades
de erosión, incorporando factores geotécnicos e hidráulicos. Estos modelos son generalmente
válidos para ríos de pendientes bajas, pero no son aplicables a los torrentes y ríos en áreas
montañosas. Existen, sin embargo, algunos criterios de orden general que pueden emplearse
para poder predecir los fenómenos en forma cualitativa. [9] Breusers H.N.C

Figura 1 Tomada de: Breusers H.N.C

Construcción de puentes Uno de los elementos antrópicos que más efectos tiene sobre la
erosión y la dinámica fluvial es la construcción de puentes contrayendo la sección de la
corriente de agua. El puente genera represamiento del flujo y redireccionamiento de la
corriente generando erosión tanto aguas arriba como aguas abajo (Figura 2).

Figura 2 Sitios en los cuales se produce erosión lateral por la construcción de puentes.

La construcción de un puente genera un direccionamiento del flujo hacia aguas abajo,


modificando la hidráulica local sustancialmente. Grissinger y Murphey (1983) [10] reportan
un caso en el cual la construcción de un puente modificó la sinuosidad del canal hacia aguas
abajo desde 1.22 en el año 1944, a 1.38 en el año 1977 (Figura 3) El efecto del puente tuvo
repercusiones hasta el siguiente control geológico, aproximadamente un kilómetro aguas
abajo.
Los cruces de vías u obras lineales superficiales sobre las corrientes o ríos necesariamente
equivalen a un cambio en las condiciones de la corriente y en algunos casos se produce
modificaciones que conducen a problemas de erosión. El hombre puede forzar un río hacia
una condición no natural pero el río intentará nuevamente volver a su condición natural. Entre
más fuerte es la modificación, mayor es la reacción del río. El trabajo de controlar un río es
más fácil si no se trata de forzarlo (Przedwojski, 1995) [11]

figura 3 tomada de: Grissinger y Murphey (1983)


Efectos de la construcción de una represa Al construirse una represa se disminuye el aporte
de sedimentos degradándose el río aguas abajo, el cual cambia de forma, se produce
socavación por erosión no recuperable y puede generarse inestabilidad lateral de las
laderas. El canal se profundiza en forma similar a como ocurre en una rectificación; en
forma progresiva hacia arriba, llegando incluso a poner en peligro la estabilidad de la
represa (Figura 4)
(Rahn, 1977). [12]

figura 4. Tomada de: (Rahn, 1977).


Tipos de modelos de erosión
Modelos de erosión empíricos. La totalidad de modelos de erosión empíricos que se
encuentran en la literatura o que se utilizan actualmente en programas computacionales
disponibles, se derivan de la Ecuación Universal de Pérdida de Suelo USLE. La USLE se
diseñó para parcelas dedicadas a la agricultura, es válida para áreas de una hectárea. La USLE
toma en cuenta la longitud de la pendiente (factor L), la inclinación (factor S), el clima (factor
R), los suelos (factor K), el cultivo (factor C) y el manejo del suelo (factor P). El uso de la
USLE y sus derivados están limitados a la estimación de la erosión bruta y carecen del cálculo
de la sedimentación a lo largo de la ladera, en depresiones, valles o canales.

La obtención del factor de erosividad de la lluvia, expresado en MJ.mm.ha-1 hr-1 año-1 (R),
se realizó a través de la ecuación obtenida por Wischmeier & Smith (1958) [12]. Se
seleccionaron todas las fajas pluviográficas correspondientes a tormentas mayores a 13,5
mm. Luego para cada tormenta se evaluó la energía cinética total (Ec), mediante la
ecuación 1.

Ec = 210 + 89 log10 * I 1)

donde I es la intensidad de las precipitaciones (mm h-1)

Modelos de erosión basados en procesos. Según Piest et al. [4]. Hagen y Foster [5] señalan
que la mayoría de las modelos de erosión basados en procesos dividen el paisaje en las
siguientes áreas fuente: áreas entre surcos, surcos y cárcavas efímeras, mientras que las zonas
de acumulación se encuentran en las depresiones del terreno. Estas áreas representan
elementos hidrológicos que pueden interrelacionarse de acuerdo con los patrones de flujo del
paisaje. Los modelos de erosión basados en procesos tratan cada uno de los procesos de forma
independiente.

Los modelos de misterio o de caja* negra se estructuran utilizando como herramientas


métodos de regresión múltiple, con logaritmos de producción de sedimentos y otras
variables (Flaxman, 1972; Meeuwigg, 1970), para configurar una forma multiplicativa de
ecuación como la EUPS. En este tipo de modelos la mayor cantidad de variables se
encuentra en lo relacionado con el suelo, hecho que denota la dificultad para identificar su
influencia sobre las tasas de erosión (Thornes, 1980; Morgan, 1997). [22]
Limitaciones de los modelos de erosión

los modelos de erosión están subordinados a modelos hidrológicos, cuyos resultados son
variables de entrada para el modelo de erosión. Así, el modelo de erosión hereda las mismas
capacidades y limitaciones que el modelo hidrológico en el que se basa.

Un modelo de erosión debe tener en cuenta las variaciones estacionales de las condiciones
ambientales naturales, por ejemplo, los ciclos anuales de congelación–deshielo en las zonas
climáticas templadas. Además, es necesario que tenga en cuenta las perturbaciones de las
condiciones de la superficie del suelo por las labores de labranza, que normalmente se
efectúan de acuerdo con los cambios estacionales. Estas labores agrícolas afectan la
estructura del suelo, la porosidad, la densidad y la distribución de tamaños; propiedades que
perturban las características hidráulicas del suelo [13]. Los modelos normalmente ignoran
estos cambios temporales.

Otra limitación de los modelos de erosión es la dificultad para calibrar y validar los resultados
arrojados por el modelo, debido a la imposibilidad de obtener medidas directas de campo de
una forma lógica, sistemática e instrumental. Generalmente los modelos de erosión se validan
usando datos de caudal líquido y carga de sedimentos tomados en la salida de la cuenca. Esto
implica que no se puede examinar uno de los aspectos más importantes del modelo: la
predicción de la variación espacial de los procesos de erosión y sedimentación en la cuenca.
Una validación de este tipo puede enmascarar variaciones espaciales importantes dentro de
la cuenca.

La falta de conocimiento de la distribución espacial de procesos hidrológicos y


sedimentológicos, y de los parámetros asociados, da como resultado una calibración del
modelo en la cual se supone una homogeneidad mayor que la que en realidad se presenta. El
resultado puede ser una calibración correcta, esto es hidrogramas y sedimento gramas
simulados cercanos a los observados, partiendo de razones incorrectas [14]. Estas cuestiones
son un campo abierto a la investigación, que se resumen como el principio de la
equifinalidad [15-16]. Dicho principio, originario de la teoría de sistemas, dice que en
sistemas abiertos un estado final se puede alcanzar a partir de muchas formas posibles.
Bibliografía
[1]L. Hagen y G. Foster, “Soil erosion prediction technology”, Proceedings of Soil Erosion
and Productivity Workshop, pp. 117-135, 1990
[2]. W. Wischmeier y D. Smith, Predecir la erosión de la lluvia: una guía para la
planificación de la conservación. Agriculture Handbook 537, USA: USDA Ed., 1978.
[3] K. Renard, G. Foster, G. Weesies, y J. Porter, "RUSLE - La Ecuación Universal de
Pérdida de Suelo Revisada", Soil and Water Conservation Society Bull., 1989.
[4] R. Piest, L. Kramer, H. Heineman, "Movimiento de sedimentos desde la cuenca
hidrográfica loessial", en Presente y tecnología prospectiva para predecir rendimientos y
fuentes de sedimentos, Washington: U. Science y E. Administration Eds., 1975, pp. 130-
141.
[5]. L. Hagen y G. Foster, "Tecnología de predicción de la erosión del suelo", Proceedings
of Soil Erosion and Productivity Workshop, págs. 117-135, 1990.
[6] D. Regüés y F. Gallart, "Patrones estacionales de las respuestas de escorrentía y erosión
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mediterránea (Vallcebre, Sureste de los Pirineos)", Earth Surface Process and
Landforms, vol. 29, pp. 755-767, 2004.
 Marco histórico y estado del arte de los modelos de evolución del paisaje y de erosión,
Rev. ing. univ. Medellín vol.8 no.15 suppl.1 Medellín Julio 2009
[7] Suárez, Jaime, Estabilidad de taludes y deslizamientos, s. d.
[8] Rivera P., José Horacio; Sinisterra R., Juan Armando; Calle D., Zoraida, Restauración
ecológica de suelos degradados por erosión en cárcavas en el enclave xerofítico de Dagua,
Valle del Cauca, Colombia, s. d.
[9]Breusers H.N.C., Raudkivi A.J., (1991). “Scouring”, IAHR Hydraulic Structures Design
Manual. Balkema A.A., Rotterdam p 143.
[10] Grissinger E.H., Murphey J.B. (1983) “Morphometric evolution of man – modified
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Orleans. Pp. 273-283.
[11] Przedwojski B, Blazejewski y Pilarczyk K.W. (1995) “River training techniques” 621.
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[12] . Wischmeier, WH & DD Smith. 1958. Rainfall energy and its relationship to soil loss.
Eos, Transactions American Geophysical Union 39(2): 285-291.
[13] D. Regüés y F. Gallart, "Patrones estacionales de las respuestas de escorrentía y
erosión a las precipitaciones simuladas en una zona de badland en las condiciones de la
montaña mediterránea (Vallcebre, Sureste de los Pirineos)", Earth Surface Process and
Landforms, vol. 29, pp. 755-767, 2004.

[14]. K. Beven, y A. Binley, "El futuro de los modelos distribuidos: calibración del modelo
y predicción de la incertidumbre", Hydrological Processes, vol. 6, pp. 279-298, 1992.

[15]. K. Beven, "Profecía, realidad e incertidumbre en el modelado hidrológico


distribuido", Advances in Water Resources, vol. 16, pp. 41-51, 1993.

[16] Carroll Jr, R.G, Rodencal J., Collin J.G., Geotextiles and Geomembranes., Volume 11,
Issues 4-6, 1992, pp. 523-534.

[17] University, M. S. (2002). Rusle. Recuperado el 11 de Octubre de 2013, de Rusle:


http://35.8.121.139/rusle/about.htm

[18] Clérici, C., & García, P. (2001). Aplicaciones del modelo USLE/RUSLE para estimar
pérdidas de suelo por erosión en Uruguay y la región sur de la cuenca del Río de la Plata.
Agrociencia, V (1): 92-103.

[19]Rivera, H. & Gómez, A. (1991) Erosividad de las lluvias de la zona


cafetera central colombiana (Caldas, Quindío y Risaralda). Cenicafé 42 (2):37–52.

[20] Rivera, J. H., Lal, R., Amézquita, E., Mesa, O. & Chaves, B. (2010) Predicción de la
erodabilidad en algunos suelos de ladera de la zona cafetera colombiana. Cenicafé 61 (4):
344-357

[21] Determinación del riesgo a la erosión potencial hídrica en la zona cafetera del
Quindío, Colombia Andrés Felipe Castro Quintero, Luz Adriana Lince Salazar, Orlando
Riaño Melo

 22 THORNES, J.B. 1980. «Erosional process of running water and their spatial and
temporal controls; a theorical viewpoint», en M. J. Kirkby y R.P.C. Morgan (eds), Soil
erosion, Chichester,Wiley.
 23 Estimación de la Erosión Hídrica Actual y Potencial de la Sub-cuenca de Sayula, Jalisco, México
2015

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