Responsabilidad corporativa y compromiso de la comunidad en la mina de cobre

Tintaya

La actividad minera en el Perú es un factor económico muy llamativo no sólo por

ser el principal motor de la economía nacional, sino también por vivir una constante lucha

entre la aceptación, la responsabilidad, el apoyo y las costumbres. Durante ya mucho

tiempo, la mina Tintaya ha sido una de las más rentables a nivel nacional; sin embargo, hay

problemas que han ido empañesiendo su imagen y posibilidad de desarrollo. Durante el

desarrollo del proyecto surgieron varios problemas de los cuales la minera es culpable tanto

directa o indirectamente. En este sentido, se realizará un análisis sobre las medidas tomadas

por la empresa que empeoraron y la búsqueda de soluciones a sus conflictos.

El principal punto para comenzar con un análisis de la minera es la desconfianza en

la misma actividad. La posición de la población tenía una base muy comprensible pues

años atrás se había realizado la expropiación de tierras de comuneros. Esta acción, que si

bien era respaldada por el estado debido a su alto impacto en el desarrollo nacional es muy

impositiva y autoritaria por lo cual quedaron vulnerados los derechos de los campesinos.

Del mismo modo, existía mucho recelo respecto a la contaminación ambiental por la gran

cantidad de pasivos ambientales. En tercer lugar, se prevaleció el régimen de patronato a

pesar de la democracia existente. Este fenómeno llevó consigo al menosprecio de los

derechos básicos de los campesinos y las comunidades indígenas del país a pesar de la

ratificación nacional en temas de derechos civiles y sociales. Por último, el ingreso de

Mining Ombudsman Aid Abroad de Oxfam Australia para brindar apoyo a las comunidades

afectadas por la actividad minera.

 La búsqueda de una solución ante tales problemas vino de la mano por el continuo

impulso de Mining Ombudsman Aid Abroad de Oxfam Australia. En el 2001 se planteó

una mesa de diálogo; sin embargo fue hasta el 6 de febrero del 2012 que se llegó a dar en

donde se llegaron a los siguientes puntos. En primer lugar, se acordó reglas de respeto

mutuo y acuerdos sobre la interculturalidad, así como comprensión del tradicionalismo

local para de esta forma aminorar en gran medida la gran desconfianza y el recelo por

anteriores casos de violaciones de derechos básicos. En segundo lugar, se estableció una

metodología de trabajo basada en la colaboración equitativa de ambas partes (comunidad,

empresa) así como también se estableció una agenda de acción a manera establecer un

canal directo de comunicación y de consulta previa. En este sentido, se dio mas valor a los

dueños de los terrenos comunales mostrando la transparencia de acción de la empresa. Por

otro lado, se estableció apoyo de facilitadores externos en sentido de agilizar y mejorar la

comunicación entre ambas partes.

La comunicación entre la comunidad y la empresa debía de abarcar no sólo

preocupaciones, sino también debía de servir para prevenir posibles daños. En cuanto al

tema ambiental, tan mencionado en el desarrollo de actividades mineras, se tomó la

decisión de realizar una evaluación completa de los impactos ambientales con el propósito

de cubrir con inquietudes comunales. La finalidad de este punto mencionado es comparable

a la acción de muchas mineras que entran a zonas donde se ha desarrollado la minería con

anterioridad, se busca demostrar que la nueva minería es más cuidadosa del medio

ambiente mostrando un antes y un después de las zonas afectadas mediante políticas de

cuidado del medio ambiente como por ejemplo mediante el uso de geo membranas. Por

otro lado, se desarrolló sistemas de notificación de emergencias con la finalidad de alertar a

la población en el caso de incidentes como el que ya había ocurrido tiempo atrás. Cabe

señalar, que previo a la primera mesa de diálogo BHP Billinton Tintaya ya había realizado

su primera política de respeto a las comunidades cuando en el 2003 decidió no operar una

represa hasta contar con la aprobación de la mina Cañipia.

En conclusión, las decisiones BHP Billinton en el ámbito de la responsabilidad

social fueron medidas pertinentes para mejorar la relación entre la empresa y la comunidad;

sin embargo, cabe señalar que no fue por iniciativa propia, sino más bien por presión

económica y de intereses terciarios. A pesar de ello, la relación entre las partes interesadas

mejoró considerablemente tras el establecimiento de las mesas de diálogo y los acuerdos

alcanzados en la misma. En este sentido, las discrepancias que distanciaron a las partes

durante aproximadamente 20 años fueron apaciguadas adecuadamente en pro de del

desarrollo económico y social de la región.

Como recomendación para el caso presentado, se pudo haber tomado decisiones

más horizontales y sumisas para mantener un nivel mayor de confianza previo a establecer

una mesa de diálogo. En una exposición del profesor Lucio Ríos, dio una recomendación

muy básica pero acertada. Los representantes de BHP Billinton al adquirir la operación

debieron pedir las disculpas respectivas por todos los problemas causados en gestiones

anteriores y posterior a eso recién ofrecer una mesa de diálogo sin la necesidad de presión

de terceros, similar a la actitud tomada por el gerente general de La Compañía

Minera Antamina S.A cuando ocasionó un derrame significativo de su mineroducto. Por

otro lado, el desarrollo de actividades mineras debe de ser prioridad para el estado peruano

debido a un enorme impacto en el PBI nacional. En este sentido un desarrollo político-

minero-sociedad-ambiente es muy necesario si deseamos una relación amigable entre todas

las partes.

Referencias
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1. ¿Qué errores (si los hay) hemos hecho? 


En primer lugar, la gestión previa conllevó un desarrollo muy autoritario y político

en beneficio del empresariado dejando temas éticos de lado. Las repetidas
violaciones, expropiación de terrenos y contaminación ambiente. Así como también,
la poca colaboración con las comunidades afectadas por la actividad minera
conllevó a una situación muy tensa que dejó a BHP Billinton con la necesidad de
buscar soluciones.

2. ¿Qué más podríamos haber hecho de manera diferente? ¿Cuándo? 


Ante la adquisición de BHP Billinton, lo que se hubiera podido hacer desde un

inicio es formar mesas de diálogo previas a la adquisición de la operación minera.
Con la finalidad de mostrar un cambio de régimen muy utilitario y mucho más
responsable y colaborativo. Por otro lado, desde el momento que empezaban a
llegar los problemas se tuvo que optar por un modelo de negociación ¨gestionar
ahora¨ muy usado ante stateholders en minería.

3. ¿Qué debían hacer a continuación? 


En primer lugar, se debió pedir disculpas por los estragos que la actividad minera en
general produce o ha sido capaz de producir. En segundo lugar, si está dentro del
presupuesto se tendría la oportunidad de reubicar los terrenos expropiados. En tercer
lugar,realizar un plan de acción para remediar los pasivos ambientales que generan
una imagen antiecológica de la minería. En cuarto lugar, mantener un nivel de
comunicación horizontal con las comunidades con la finalidad de mostrarles el
respeto que solicitan. Todos estos puntos mencionados tienen que ser cumplidos
con la mayor prioridad posible pues no hacerlo genera incertidumbre de
cumplimiento de acuerdos que conllevan a nuevos conflictos

4. ¿Qué debían hacer en el largo plazo (y cuándo)? 


En minería, la planificación a largo plazo se considera por lo general a partir de los

5 años. En este sentido, lo más recomendable para una coexistencia pacífica y
colaborativa tiene que ser la conformación o mejoramiento del área de
responsabilidad social y relaciones comunitarias a manera de mantener continua
comunicación con las comunidades y evitar posibles conflictos que ocasiones
retrasos en la operación minera. Como una alternativa de desarrollo a largo plazo es
posible capacitar a los jóvenes en carreras técnicas cortas necesarias para la
operación con el sentido de ofréceles desarrollo y minimizar la posibilidad de
conflicto.