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CLASIFICACION DE LOS DELINCUENTES

CONCEPTOS GENERALES:

Su Motivación: Distintos hombres que se han ocupado de las investigaciones


criminológicas han hecho las clasificaciones tipológicas o biotipológicas y
psicotipológicas del hombre, con el propósito de establecer si en él existe cierta
correlación entre soma y psique, o más bien, entre cuerpo y alma, o como
dijera Goethe, para conocer si lo que está fuera está dentro, o viceversa. Los
conocimientos adquiridos en estas investigaciones han servido para descubrir,
a través del carácter del individuo, las causas de la conducta y el
temperamento de los delincuentes, y sus clasificaciones.

El profesor Leoncio Ramos nos dice, que "antes y después de la aparición de la


escuela positivista, la clasificación de los delincuentes ha sido un tema muy
preocupante para el Derecho penal y la Política Criminal "; y máximamente
ahora, cuando se ha presentado el aparente fracaso del sistema penitenciario
celular, y también, frente al nuevo concepto de la peligrosidad del delincuente,
lo que ha servido para justificar la aplicación de las medidas preventivas y la
defensa social. Este autor dominicano nos ha dicho, en relación con el tema
que estamos tratando, que "existen clasificaciones de delincuentes que son
anteriores a la aparición de las concepciones de las escuelas positivas; y otras
que son posteriores a estas escuelas.

Clasificaciones Anteriores al positivismo Penal: Se ha demostrado que


antes del surgimiento de las concepciones de las escuelas Positivistas, habían
existido ya, varias tentativas de clasificaciones. Detallaremos a continuación las
más significativas.

La Clasificación de Gall: Este célebre frenólogo creyó, según puede


apreciarse en su importante obra "Las Funciones del Cerebro", 1825, citada por
el profesor Leoncio Ramos, que "en las depresiones y protuberancias de la caja
craneana se puede entrever el grado de inteligencia y las varias tendencias
individuales, comprendida la moralidad. De donde el surgimiento del concepto,
según Di Tulio, de que como la locura, la criminalidad podría considerarse
como la consecuencia de alguna irregularidad en el desarrollo de las varias
regiones del cerebro o del cráneo. Fundamentado en sus concepciones
frenológicas, Gall concibió dos clases de delincuentes: 1.-Los delincuentes
arrastrados por la pasión; y 2.- Delincuentes obedientes a los instintos innatos.

La Clasificación de Toulmuche: Leoncio Ramos nos dice que Toulmuche, en


1835, en un Trabajo Histórico Sobre la Prisión de Rennes, clasificó los
delincuentes en:

1.- Delincuentes arrastrados por la miseria, la ignorancia, los malos consejos o


por las pasiones violentas; 2.- Delincuentes originariamente viciosos, que por
tanto son incorregibles.

Clasificación de Fregier: El mismo autor dominicano reseña, que Fregier, en


1840, en su obra titulada las Clases Peligrosas de la Población, hizo una
clasificación de los ladrones de la siguiente manera: 1.- Delincuentes
profesionales; 2.- Delincuentes por ocasión o debilidad de carácter, y 3.-
Delincuentes por necesidad

La Clasificación de Lauverne: Este autor, en su obra titulada Los Forzados,


1841, clasificó los delincuentes de la siguiente manera: 1. Delincuentes por
arrebatos (violentos, impulsivos, coléricos, etc.); 2. Delincuentes por voluntad
deliberada, y 3.- Delincuentes por instintos brutales.

La Clasificación de Ferrus: Leoncio Ramos nos explica, que Ferrus en su


obra Des Prisonniers, 1850, hizo una clasificación de los delincuentes, la que
ampliada por D'Haussonville, fue más tarde consolidada por el autor francés
Jolí en su obra Le Crime, y resumida y detallada por el Dr. Juan Pablo Ramos,
de la siguiente manera:

1.- Los delincuentes de naturaleza inertes; 2.- Los delincuentes prontos y vivos,
3.- Los delincuentes corrompidos y viciosos, y 4.-Los delincuentes calculadores
y feroces.

Las Características de los Delincuentes Clasificados por Ferrus:

Se puede confirmar que cada una de las clases de delincuentes tiene sus
características específicas; pero aquí sólo interesa describir las características
de los delincuentes clasificados por Ferrus, porque consideramos que con
éstas basta para darle al lector la información necesaria para su aprendizaje
sobre la materia. Detallaremos las características de cada una de las clases de
delincuentes concebidas por Ferrus y sus seguidores.

Características de los Delincuentes Inertes: Se ha demostrado que estos


delincuentes están representados por aquellos individuos que se dejan
arrastrar al delito sin hacer ninguna clase de resistencia y sin demostrar
ninguna clase de repugnancia; todo por debilidad de carácter, por falta de
voluntad. Estos debido a su debilidad de carácter y su carencia de voluntad,
suelen ser inducidos por la falsa educación, por la coacción del medio ambiente
y por otros factores del mismo tenor. Por tanto, Ferrus y sus seguidores dicen,
que "los delincuentes inertes representan un cuerpo muerto de la vida; forman
generalmente el ejército de los espías, cómplices, encubridores, etc. del delito".

Los Delincuentes Prontos y Vivos: Esta clase de delincuentes lo componen


aquellos hombres cuya imaginación se exalta fácilmente; quienes,- según dicen
dichos autores- un instante de efervescencia pasional, los precipita a ojos
cerrados hacia cualquier atentado. Son individuos que en una manifestación
pública producen cualquier disturbio ante la menor incitación colectiva, atacan a
la autoridad, cometen destrozos, hieren, incendian, etc., aunque un momento
después queden espantados de su propia acción. Son, en fin, aquellos
hombres que ante una ofensa sencilla reaccionan desproporcionadamente la
mayoría de las veces; pues, en ellos reina el arrebato.

Los Delincuentes Corrompidos y Viciosos: Los citados autores explican que


estos son delincuentes representados por individuos, cuyo amor al placer, a la
vida cómoda, a la haraganería, al lujo

Inmoderado, los hace vivir sin dignidad, sin respeto por sí mismos, y por tanto,
pertenecen a la mala vida delictuosa.

Los Delincuentes Calculadores Feroces: Se dice que son todos aquellos


criminales que mantienen por largo tiempo la intención de hacer el mal, y
quienes, con las más perversas intenciones, combinan con toda comodidad, el
empleo de los medios violentos.

Clasificaciones posteriores al positivismo penal: Fue el eminente médico


psiquiatra militar italiano César Lombroso quien inició estas clasificaciones, de
las cuales algunas han sido referidas en capítulos anteriores. Ahora, para una
mejor y más útil comprensión, reproduciremos algunas de las principales
clasificaciones de delincuentes, las que han sido concebidas a partir de las
útiles transformaciones criminológicas que el positivismo ha hecho al derecho
penal. Entre estas clasificaciones tenemos las siguientes:

La Clasificación de César Lombroso: En un capítulo anterior nos referimos al


delincuente nato; ahora daremos su más amplia clasificación:

1.-El Delincuente nato; 2.- El Delincuente de ímpetu o por pasión; 3.-El


Delincuente loco moral; 4.-Los Epilépticos; 5.-El Delincuente loco, el cual
incluye al loco psiquiátrico, al loco alcohólico, al loco histérico y al matoide; 6.-
El Delincuente de ocasión, y 7.- Los pesado-criminales, los criminaloides, los
habituales latentes y los epileptoides.

Esta clasificación ha sido tomada de la obra del profesor Ramos, quien nos ha
detallado las características, a pesar de que -según él- , las mismas figuran en
el libro El Hombre Delincuente, escrito por César Lombroso y publicado en
1876.

Clasificación de Enrico Ferri: Este gran investigador criminológico italiano, en


su importante obra Sociología Criminal", 1881, hace una significativa
clasificación de los delincuentes. Este investigador, respetando a Lombroso,
realizó una clasificación casi similar a la concebida por el creador de la Escuela
Antropológica. Así pues, Ferri reúne en una sola clase el loco moral, los
epilépticos, al delincuente loco, que incluye al loco psiquiátrico, al alcohólico, al
histérico, al matoide; así como a los pseudo-criminales, los criminaloides y los
epileptoides, creando con el conjunto al enajenado mental, y así organiza la
siguiente clasificación:

1.- Los criminales natos; 2.- Los criminales enajenados mentales o locos; 3.-
Los criminales habituales; 4.- Los criminales pasionales, y 5.- Los criminales
ocasionales. Según la mayoría de autores y criminalistas positivistas, ésta es
una de las clasificaciones más conocida y aceptada; y, según lo expresa
Leoncio Ramos, "se nota que la misma es una verdadera síntesis de anomalías
particulares manifestadas en cada una de las cinco categorías que contiene".
De estas cinco categorías, se han detallado en otra parte de este escrito, las
características del delincuente nato. Ahora daremos algunas características de
las demás categorías, pero de manera particular. Así, los criminales pasionales
están representados por individuos de "un temperamento sanguíneo y
nervioso", de una sensibilidad exagerada, y por ciertos desequilibrados
mentales o epileptoides, quienes aún han teñido una vida regular y hasta
irreprochable. Son muy apasionados y violentos y por eso, durante su juventud,
cometen actos agresivos contra las personas. Se confirma que ellos se
arrepienten inmediatamente después del hecho, que casi siempre cometen de
una manera súbita o sea sin ninguna clase de reflexión.

Los Criminales de Hábito: Se ha afirmado que éstos son aquellos que


después de haber cometido un primer acto, por causa de debilidad moral,
persisten y repiten el crimen, haciendo de la repetición una verdadera
profesión. Se dice que éstos casi siempre cometen su primer delito en la
juventud, delito que cometen con preferencia contra la propiedad. También,
que ellos, como los criminales natos, coinciden en los caracteres de la
precocidad y de la reincidencia, y que por tanto, a unos y a otros se les
considera como desadaptados sociales.

Los Criminales de Ocasión: Leoncio Ramos nos explica en sus "Notas de


Derecho penal", que el criminal de ocasión no tiene tendencia natural hacia el
delito; y que más bien, éste es casi siempre empujado a la criminalidad por las
circunstancias exteriores y por las tendencias resultantes de las condiciones
del medio que circunda al individuo, tales como la miseria, la incitación, las
oportunidades de impunidad, la necesidad extrema, etc. Se explica Además,
que este criminal tiene en su conducta la influencia del elemento psicológico, el
cual le separa del hombre honesto, y que se manifiesta con una debilidad de
resistencia a las tentaciones, aunque la misma juega en él un papel
secundario. Este criminal difiere tanto del criminal nato como del de hábito, y
por ello, Lombroso los dividió en criminaloides y en pseudo-criminales. De
éstos los primeros son autores de delitos ordinarios y los últimos de delitos
políticos, según la concepción de Lombroso.

Los Criminales Enajenados Mentales: Lombroso ha colocado éstos al lado


del criminal nato; pero ha considerado como enajenados mentales, aquellos
individuos que bajo la acción de una enfermedad mental, cometen crímenes y
delitos. Según los positivistas; el loco moral, como el criminal nato, obedece a
una fuerza moral de una impulsión irresistible, por estar atacado por una forma
fie locura que se designa con el nombre de "imbecilidad moral", "locura
razonante", que consiste en la ausencia del sentido moral, o bien, el sentido
social, de una manera congénita o adquirida, la que- según Lombroso- es
compatible con una aparente integridad del razonamiento.

Así pues, entre el hombre sano y el demente, Lombroso o más bien, la escuela
positiva italiana, coloca a un grupo, de individuos intermedios, que no son
enteramente cuerdos ni enteramente locos, y los nombra con el término de
matoides o semi-locos, a quienes se les ubica en el plano de la semi
responsabilidad penal o más bien, en un grado de responsabilidad atenuada.

La Clasificación de Benigno Di Tulio: He descubierto, que este eminente


criminólogo italiano, en su obra Tratado de Criminología Criminal, 1950, realiza
una importante clasificación de los delincuentes, que se detalla de la manera
siguiente:

1.-Delincuentes ocasionales; 2.-Delincuentes constitucionales (habituales,


profesionales y por tendencia), y 3.-Delincuentes enfermos mentales.

El divide los ocasionales en:

a.- Ocasional puro; b.- Ocasional común, Ocasional extraviado; d.-Ocasional


por estados emotivos. Asimismo divide a los Delincuentes constitucionales
clases:

1.- Constitucional común; 2.-Constituciónal con hipoevolutiva; 3.- Constitucional


con orientación neuropsicopática; 4.-Constitucional con orientación psicopática;
5.- Constitucional con orientación mixta. Este autor divide a los delincuentes
enfermos mentales en: a.-Delincuentes de alienación criminal; b.- Los locos
delincuentes anormales psíquicos, neuropsicopáticos, psicopáticos y enfermos
mentales.
Divide al delincuente constitucional con orientación neuropsicopática en
tres categorías:

1.- Los Epileptiformes, de los que se derivan los epileptoides, los convulsivos
motriz y los convulsivos psíquicos; 2.-Los Histeriformes, y 3.-Los
Neurasteniformes, de los que se derivan los eretísticos y los depresivos.

Además, divide al delincuente constitucional con orientación psicopática


en:

a.- El delincuente deficitario; b.- El delincuente sub-obsesivo; c.- El paranoide;


d.- El esquizoide/e.- El cicloide, y f.- El inestable.

El mismo Di Tulio da algunas características del delincuente ocasional, y sobre


él dice: que "está representado por aquellos individuos que en las relaciones de
la vida social, constituyen el gran grupo de los que saben adaptarse y pueden
desenvolver habitualmente su lucha por la vida sin delinquir, en cuanto están
generalmente provistos de fuerzas egoístas y altruistas que se encuentran en
estado de equilibrio; además, disponen habitualmente de una suficiente
capacidad de inhibición y resistencia".

También expresa Di Tulio, que "siendo tal equilibrio y tal resistencia los
elementos esenciales para su adaptación a la vida social, el individuo por
consiguiente, viene a encontrarse fácilmente expuesto al peligro de actuar bajo
la influencia prevalente de las fuerzas egoístas, y de cometer acciones
contrarias a los intereses de la sociedad y a las exigencias de las leyes, todas
las veces que, por causas varias, se debilitan tales elementos".

Agrega este autor, que según Ferri, "los delincuentes ocasionales, son aquellos
que, sin presentar una tendencia nativa al delito, caen más bien por el incentivo
de ofertas tentadoras para las condiciones personales y por el ambiente
externo, físico y social; y que, generalmente no existe recaída, si estas
tentaciones desaparecen". Expresa, que por eso, ellos no cometen en general
aquellos

Delitos que pertenecen a la delincuencia natural, y delinquen siempre, en


condiciones individuales y sociales muy diferentes de aquellas en que
delinquen los delincuentes constitucionales y habitúales".
Dice que Ferri expresa, que "también en el delincuente ocasional una parte de
la causa donde se determina el delito, pertenece al orden antropológico,
porque, sin peculiares disposiciones individuales, los estímulos externos no
bastarían". Además, que según Ottolenghi, "también un hombre normal puede
en determinadas circunstancias ocasionales, ser llevado al delito, por lo que el
delincuente ocasional no se revela, sino producto de ocasión". Revela, que
para De Sanctis, "el delincuente ocasional es aquel que se mantiene en todo y
por todo en la media, tales como son: nivel intelectual, nivel moral, conducta
social, suceso en la vida, desarrollo presto de los aprestos psíquicos de
resistencia, de defensa y posibilidad inconsciente de medio grado; y quien, en
un cierto momento de la vida, sobreviviendo una o más circunstancias
excepcionales aproximatorias, como son estímulos o suma de estímulos
realizadores; cede, poniéndose en lucha con la conciencia social".

Por otro lado, Vervaeck dice, según Di Tulio, que "es necesario admitir la
existencia de la delincuencia ocasional, como expresión de particulares
sucesos episódicos debidos a circunstancias excepcionales bien valorables, y
debidos a factores psicosociales de la delincuencia". Vervaeck, entre los
factores psico-sociales recuerda los sufrimientos en general, las pasiones, la
vida mundana, la literatura, los periódicos, el cinematógrafo, etc.". Además,
sostiene, que "la necesidad es un factor ocasional de muchos hurtos y delitos
por abuso de confianza, falsedad, etc., que vienen favorecidos también de
gastos inmotivados e injustificados; y que, entre las pasiones, son
especialmente el amor, los celos, la venganza, la cólera, el sentimiento del
honor mal comprendido, etc., que siendo favorecidos por una educación
sentimental y social errada, de un descenso del nivel moral, impulsan al
individuo a hacerse justicia por sí mismo".

Di Tulio añade, que Falco sostiene que "los verdaderos delincuentes


ocasionales son aquellos en los que es solamente la ocasión la que determina
el acto criminoso, y que tal ocasión debe ser accidental, imprevista y hasta
imprevisible". Esta teoría tiene mucho fundamento, debido a que libera del dolo
al delincuente ocasional, y mantiene como única causa eficiente del delito, las
circunstancias ocasionales que se presentan al individuo de manera imprevista
e imprevisible.
El eminente antropólogo criminal italiano Di Tulio, afirma, que según Saporito,
"el delincuente ocasional es el más inmediato al hombre normal, en cuanto es
aquel que para actuar criminosamente tiene necesidad de una acción eficaz del
ambiente, de una acción externa prevalente respecto al elemento personal, que
queda inerte e improductivo de acciones criminosas hasta cuando falte el
adecuado factor externo".

Luego, apoyado en la teoría de Saporito, Di Tulio dice que "resulta evidente


que los estudiosos, mientras están todos concordes en reconocer la existencia
del delincuente ocasional, o más bien, de aquellos que son llevados a delinquir
por causas prevalentes o exclusivamente exógenas y ambientales, no están a
la vez de acuerdo en fijar los límites y describir los caracteres diferenciales con
los otros tipos de delincuentes". Di Tulio aclara el estatus de la delincuencia de
la minoridad y establece una clasificación sobre los menores delincuentes
ocasionales. Divide éstos en dos grupos: 1.- Aquel representado por los
menores que delinquen por circunstancias inherentes al abandono moral y a
las condiciones ambientales en que viven, y según el mismo autor italiano, son
los llamados menores delincuentes ocasionales y ambientales, y 2.- Aquel
representado por los menores que delinquen por circunstancias inherentes sea
tanto al ambiente como a la propia personalidad individual. Agrega, que
pertenecen al primer grupo los menores que delinquen ocasionalmente; es
decir, aquellos en que el delito viene a ser el resultado de particular situación
higiénica, familiar, social, por lo que es natural que pudieren ser cometidos por
la juventud, actos ilícitos y antisociales, que a veces, -dice- chocando contra las
restricciones de las leyes penales, suelen transformarse en acciones
delictuosas. Del segundo grupo, Di Tulio deja entrever que a él corresponden
todos aquellos menores que cometen robos ocasionales por legítima defensa,
o bien, para satisfacer las naturales exigencias de la vida instintiva, movida por
la sugestión o por necesidad hedonística, u otras causas; o robos aislados por
estados emotivos y pasionales totalmente episódicos y accidentales.

Entiende el afamado autor, que estos mismos conceptos valen para los
adultos, por lo que dentro del grupo de delincuentes ocasionales adultos
podemos hallar tres tipos diferentes, que son: a 1.1 delincuente ocasional,
llevado al delito por circunstancias puramente accidentales; b.- El ocasional,
llevado al delito por formas variadas de extravíos, adquiridas a través de
condiciones higiénicas difíciles, malas compañías, hábitos dañosos, repetidas
sugestiones malsanas y otras; y c.- ocasional, que es impulsado al delito por
estados emotivos y pasionales. Así, citando a Falco, Di Tulio nos expresa, que
con respecto al primero de estos tipos, no existe duda que hay casos en que el
individuo es llevado al delito por circunstancias del todo accidentales, o también
por circunstancias imprevistas e imprevisibles. Expresa también, que entre
estos delincuentes llamados ocasionales puros, suelen hallarse aquellos que
se rinden culpables de particulares delitos de índole político- social, tales como
algunos contraventores, o quienes cometen delitos por ignorancia de la ley, o
por imprudencia, o por descuido, o por imprevisión.

Sostiene, que "entre los delincuentes del grupo de ocasionales comunes


pueden hallarse todos aquellos individuos que, en circunstancias favorables de
particulares condiciones biosociológicas, se rinden culpables de robos en los
comercios, de encubrimiento y de acaparamiento de objetos de valor, de
géneros alimenticios, etc., para fines de obtener ganancias ilícitas; además,
recurren a enredos fraudulentos en la explotación de negocios propios, quizás
bajo el impulso de la necesidad; o se rinden culpables de apropiaciones
indebidas o de substracciones de dinero, de prevaricación, etc.- Y, entre los
delincuentes ocasionales por estado emotivo o pasional, tenemos aquel tipo de
individuo medio y socialmente normal, que a causa de particulares
características fisio-psicológicas, es proclive a caer más o menos fácilmente en
perturbaciones emotivas y pasionales, que si bien permaneciendo en los límites
fisiológicos, pueden hacer quebrar momentáneamente su capacidad de
resistencia. Finalmente dice, que es evidente que el delincuente ocasional por
estado emotivo o pasional, no debe ser confundido ni con el uno ni con el otro
tipo de delincuente ocasional.

Salientes Características del Delincuente Constitucional: Benigno Di Tulio


nos expresa, que "pasando a describir los caracteres salientes del delincuente
constitucional, consideramos oportuno establecer que la masa de ciudadanos
de todos los países, está siempre compuesta de individuos llamados
indiferentes, es decir, que no permiten ser distinguidos ni diferenciados
de los demás, por su comportamiento social".
Además, que también está compuesta de individuos llamados originales, que
son aquellos que a la vez se diferencian de los otros, o bien de la mayoría, por
su particular temperamento y carácter, y en quienes se notan actitudes y
tendencias, que más o menos, salen claramente de lo ordinario y de lo habitual.

Sostiene, que "los individuos indiferentes, son aquellos que forman la masa
gregaria del pueblo, que no protesta jamás por su propia iniciativa, sino que
acepta silenciosamente todas las nuevas vicisitudes político-sociales; que sigue
generalmente al más fuerte; conserva celosamente sus propios hábitos, de los
cuales no puede salir sin grave dificultad y gran sufrimiento; se contenta
fácilmente con la propia posición material y moral; que no está perturbada ni
por grandes ideales ni por tendencias perversas, y transcurre su propia jornada
y su propia vida en una atmósfera de gregaria monotonía y de modesta
tranquilidad".

Agrega, que "sobre tales individuos actúan, como freno al mal proceder, sean
las leyes con su acción intimidatriz, sea la conciencia moral con su particular
sentido de íntima repugnancia reprobación, o sea la religión con el temor de
sanciones espirituales ultraterrenas". También dice, "y todo esto porque
mientras falta en ellos, generalmente, una verdadera capacidad para delinquir,
existe sólo una más o menos fuerte tendencia a pecar y a cometer acciones
inmorales, que se resuelven por lo menos en un hecho psíquico que no supera
los confines de una simple intención, de un motivo sentimental, de un íntimo
deseo; y que es más bien, a lo que los criminólogos freudianos designan como
la expresión de una criminalidad fantástica o imaginaria , que "se trata de una
tendencia que no se traduce acción, la que habitualmente queda en estado de
latencia, sea por la escasa energía con que se desarrolla ósea por la presencia
de suficientes contra estímulos que permiten , a tales individuos controlarse,
dominar sus propios deseos, y por con siguiente ser capaces de actuar según
las normas establecidas por la moral común y las propias leyes, a excepción,
dice, cuando vienen a encontrarse frente a un estado de necesidad, o bajo la
influencia una momentánea desviación moral, o bajo un estado de extravió
adquirido, como consecuencia de condiciones ambientales particularmente
desfavorables, o en estado emocional y pasional de una cierta intensidad".
Agrega además, que "frente a tal masa de individuos indiferentes o
conformistas, que son los fieles conservadores de la tradición y de las varias
leyes biológicas y sociológicas indispensables al gobierno y a la vida de los
pueblos, existen los originales, o sea aquellos que se distinguen de la masa por
cualquiera de sus particulares caracteres, y quienes se dividen en dos grandes
grupos, que son:

a.- Los originales superiores o hiperevolutivos, y b.- Los inferiores o


hipoevolutivos".

Insiste, que "los originales superiores o hiperevolutivos, son aquellos en


quienes se notan aptitudes intelectuales, afectivas, sentimentales y volitivas
superiores a lo normal, y además son, - según dice el eminente criminólogo
italiano-, individuos con la inteligencia más alta y más intensa, de voluntad más
fuerte y más compleja, destinados en general, a ocupar puestos de mando en
la vida política, cultura, económica y artística en todo país". Cambio,- dice-, "los
originales inferiores o hipoevolutivos, son aquellos que se diferencian de la
masa por actitudes intelectuales, sentimentales y volitivas de grado inferior a lo
normal; y por consiguiente, por un comportamiento social, en que más que la
bondad, la gran inteligencia y la fuerte voluntad, se notan con bajeza de ánimo
y maldad, mentalidad limitada y voluntad débil". Señala así mismo, que "ellos
representan por tanto, una categoría de Individuos de grado evolutivo inferior,
que son más fácilmente llevables ,a chocar lunar contra las exigencias de la
vida social y a rehusarse a obedecer la ley" Expresa, además, que "no es
menester creer que el diferenciar tales individuos originales hipoevolutivos de la
masa de los indiferentes y de los conformistas, sea tarea muy fácil y accesible
a todos; en cuanto su propio carácter hipo evolutivo, además de escapar
fácilmente a una observación superficial, se revela por lo menos, sólo bajo la
influencia de particulares circunstancias ambientales, y de estímulos exógenos
o endógenos, particularmente intensos".

Di Tulio agrega, que "pasando a describir los caracteres más importantes de


tales tipos de delincuentes llamados constitucionales comunes, es bueno
precisar que ellos presentan siempre, particulares características, las cuales
pueden ser morfológicas y funcionales, siendo las más frecuentes e
importantes, aquellas llamadas psicológicas". Entre las psicológicas, cita la
intelectualidad incompleta con notas de desequilibrio y de desarmonía; con
perturbaciones variadas, pero siempre muy leves, de la conciencia, de la
ideación, de la lógica y de la crítica; con sentido exagerado de la propia
personalidad; y con consecuente tendencia al egocentrismo y a la vanidad".
También, "variabilidad en el tono humoral con tendencia a perturbaciones
afectivas; excitabilidad y emocionalidad desarrolladas frecuentemente hasta la
irritabilidad y la emotividad, de donde la frecuente intolerancia contra la
disciplina en general; anomalías cuantitativas y cualitativas, relacionadas con la
esfera sexual; voluntad débil, con consecuente tendencia a la sugestibilidad
exagerada y a la escasa capacidad de contener los impulsos de los
sentimientos y el impulso de la propia acción, en conformidad con las
exigencias de la vida social". Agrega, que es necesario notar, que en estos
mismos sujetos, además de las citadas características, se halla
constantemente una sentimentalidad moral escasa, o un estado de
dismoralidad o de debilidad moral, que es sobre todo, consecuente al estado
de hipo evolución que caracteriza toda su personalidad. Estima, que este
estado de debilidad moral hace que tales individuos, cuando suelen
encontrarse bajo la influencia de estímulos criminógenos y de situaciones
ambientales desfavorables, aún se comportan con bastante facilidad de modo
antisocial y se rinden culpables de delitos en general. Sostiene, además, que
"por esto se comprende que tales delincuentes constitucionales comunes,
tienen mucha afinidad aun con aquellos denominados psico-degenerados, o
más bien, anormales psíquicos, entre los cuales se encuentran los débiles
mentales, desarmonices, tímidos, pesimistas, distímicos, desequilibrados,
logopaticos, agotados, egocéntricos, vanidosos, hipo-efectivo, Irritables,
emotivos, intolerantes, eróticos, inestables, hipo públicos, sugestionables,
impulsivos, etc., quienes presenta tendencias variadas a la errónea
interpretación de la realidad, y además, tendencias a la mentira, a la vanidad, a
los estados pasionales, al fanatismo, a la prodigalidad, a la intolerancia de In
disciplina en general, a la inestabilidad en el trabajo, al ocio, ,a la vagancia,
etc. Por lo visto advertimos, que tanto Di Tulio como otros criminólogos
conciben otras clases de delincuentes constitucionales, de los cuales algunos
han sido citados en estas notas; pero, como forman parte del estudio de una
profunda psicología que no debe ser contenido de este humilde manual, por
ello no nos hemos ocupado de d escribirlos; pues, éste no es un ensayo de
criminología antropológica, sino una recopilación de teorías, opiniones y
resultados de criminología general, escritos con la pretensión de iniciar al
estudioso de esta ciencia, en múltiples aspectos de su temática investigativa.
Por tanto, le sugerimos a quienes deseen profundizar sus conocimientos en la
psicología del delincuente constitucional, remitirse a la importante obra de
Benigno Di Tulio, titulada " Antropología Criminal".

La Clasificación de los Delincuentes según Exner: El profesor Leoncio


Ramos nos dice, que Exner en su Biología Criminal, previa advertencia de que
dicha obra no es completa, nos da una clasificación de los delincuentes,
observados desde distintos puntos de vista. Indica, que nos da un esquema
distinto por cada directriz, el que por su claridad y precisión, parece que puede
ser útil, precisamente cuando se trate de hacer una formación de grupos de
delincuentes, con características más o menos salientes. En lo adelante se
dará a conocer la clasificación de los delincuentes concebidos por Exner, no
con el único propósito de nombrarla, sino también para valorar su contenido y
descubrir el motivo que tuvo el profesor Ramos para preferirla. El afamado
Exner clasifica los delincuentes de la siguiente manera:

1.-Tipos Caracterológicos: Esta clasificación se perfila según sea la actitud


del individuo para la comisión del delito.

2.- Tipos Sociológico-Criminales: Esta se muestra según sea la


peculiaridad de la carrera delictiva del individuo.

3.-Tipos Psicológico-Criminales: Esta obedece a los móviles anímicos que


conducen al individuo hacia el delito.

4.- Tipo Biológico-Hereditario: La misma se fundamenta sobre las


presunciones concebidas conforme a la disposición congénita del individuo
hacia el delito.

5.- Tipo Político-Criminal: Esta se hace de acuerdo a la clase de tratamiento


correspondiente al fin que se persigue con el delincuente.

6.- Clasificación Legal: Esta concibe tipos de delincuentes, según la


apreciación del legislador, quien la establece mediante la Ley Penal.
Los Tipos Caracterológicos: Con palabras distintas, el profesor Ramos nos
dice, que "así como ha fracasado el intento de reunir datos suficientes y ciertos
para hacer una clasificación de los delincuentes desde el punto de vista
somático, también está condenada al fracaso la labor que se realiza para
demostrar que exista un delincuente tipo o un delincuente nato desde el punto
de vista psicológico o caracterológico; y ello así,- dice-, porque todavía no se
han podido descubrir rasgos de carácter que sean comunes a todos los
delincuentes, debido a que a hechos jurídicamente idénticos, pueden
corresponder orígenes psicológicos o caracterológicos distintos.

El ilustre dominicano nos explica, que "no siendo el delincuente una clase
especial de hombre, debido a que en él se pueden hallar todos los tipos de
caracteres que existen en un pueblo dado, a lo más que se puede aspirar es, -
dice- a descubrir y señalar lo que sea característico para cada grupo
determinado y limitado de delincuentes", o como dice Exner, "señalar una suma
de peculiares características que pueden conducir a su portador, con toda
proba-bilidad, al delito"; pues, Exner emplea el término probabilidad, a fin de
expresar que no se trata de algo necesario y seguro, porque Según él, "el
carácter no puede concebirse como un mosaico, en el cual disposiciones y
estados se disponen para determinadas maneras de pensar, querer y
comportarse".

Exner, para facilitar el estudio de esta clasificación, ha tomado como base, -


dice el profesor Ramos-, una que puede aplicarse, tanto a los delincuentes de
estado así como a los de ocasión, y por tal razón los divide en "activos" y
"pasivos", dándoles un especial matiz caracterológico a cada tipo, porque
mientras los primeros intervienen con vigor en el mundo circundante,
moldeando las circunstancias vitales y oponiendo resistencia al influjo extraño,
ya sea éste bueno o malo; los segundos se dejan llevar por la corriente,
además son débiles en la resistencia y fácilmente influenciables en todos los
sentidos.

Los Delincuentes de Estado Activo: Leoncio Ramos nos refiere, que


Stumpfl expresa, que "éstos son todos aquellos que se distinguen por su
especial vitalidad en la resistencia’’. Además, que "dentro de este grupo,
pueden incluirse los insensibles, los hipotímicos, los afanosos de notoriedad,
los explosivos, los fanáticos y otros. También, que "se puede incluir al
delincuente profesional", los especialistas profesionales del robo con fracturas,
los usureros, los abortadores, la mayoría de los atracadores, homicidas y
navajitas, en tanto que no son delincuentes ocasionales -según Exner-, así
como los chulos, que son individuos que,- según dicho autor-, "toman a broma
la autoridad y la ley, y se prestan a cometer delitos unos tras otros".

Los Delincuentes de Estado Pasivo: Se afirma de la misma manera, que


éstos son aquellos individuos que por su debilidad de carácter, intervienen en
el delito sin prestar ninguna clase de resistencia ante toda dificultad vital.
Así, según Exner, "en este grupo se incluyen a los abúlicos, a los veleidosos, a
los asténicos, a los depresivos, a los inseguros de sí mismos, etc., y a los
delincuentes habituales en el sentido estricto de la palabra, quienes son
individuos que casi nunca actúan antisocialmente de manera consciente". El
ilustre criminólogo alemán cita, entre los delincuentes de estado, una larga
lista, de la cual se pueden nombrar a muchos mendigos habituales, a una gran
cantidad de homosexuales, los Violadores de niños, y a todos aquellos que
sucumben por debilidad de carácter.

Los Delincuentes de Ocasión Pasivos y Activos: El mismo Exner nos


expresa, - dice Leoncio Ramos-, que "entre los primeros se incluyen a la
mayoría de los delincuentes ocasionales, que sin tener una inclinación hacia el
delito, no tienen suficiente fuerza de carácter para resistir ante una tentación
seria". Además nos dice, que "entre ellos pueden citarse los infanticidas, las
mujeres que se dejan provocar el aborto, los conductores de vehículos, y todos
aquellos delincuentes que se dejan arrastrar por las faltas y las negligencias".
Añade, que" entre los activos, o sea los provocadores, entrarían los
delincuentes pasionales, aquellos que actúan con convicción, los pendencieros
políticos, los irascibles, los impetuosos sexuales, los adolescentes que se
exceden por petulancia y deseo de aventuras, el criado expulsado que, por
venganza quema la finca, y una gran cantidad de alcohólicos, y según mi
propio parecer, de adictos a las drogas o sustancias narcóticas.
La Clasificación Sociológico-Criminal

El afamado criminólogo alemán nos dice al respecto, que "esta forma de


agrupar a los delincuentes no obedece a su carácter, sino a la forma de la
manifestación externa de la carrera del delincuente, sobre la cual,- según
él-, nada se ha podido descubrir en cuanto a que si este es un delincuente
ocasional o de estado". El citado criminólogo alemán, atendiendo a la
peculiaridad de la vida del delincuente que se haya tomado en consideración,
ha dividido el grupo en distintas clases, entre las cuales tenemos las siguientes:

1.- Tipo según las Características del Delito cometido y su dirección hacia
el ataque:

Se afirma que estos delincuentes se caracterizan de manera particular, porque


casi siempre tienden a cometer La. Misma clase de delitos, empleando los
mismos métodos y medios de actividad; siendo, en principio, incapaces de
cometer otras clases de delitos distintos a los de su especialidad. Debido a
estas peculiaridades, el eminente criminólogo alemán nos dice, que "un
estafador o un usurero reincidentes, dejarían pasar la mejor ocasión de robo, y
un homicida no dejaría caer sobre su conciencia un delito de codicia, todo lo
cual indica la existencia de una íntima Relación entre el modo de ser de la
persona, su forma de actuar y el acto producido". Sostiene, que la Policía
Judicial, basada en estas peculiaridades, puede preparar listas de delincuentes
con el propósito de facilitar las investigaciones criminales.

2.- Clases según la Energía Delictiva desarrollada por el Agente, de la cual


se derivan

Los Delincuentes peligrosos y los gravosos: Exner indica, que "los


primeros son considerados como enemigos d la sociedad, debido a la
magnitud e importancia de los ataques que de ellos se esperan; y los
segundos, por su régimen de vida inútil y parasitaria que llevan, más que
un peligro agresivo para la sociedad, representan una carga".- Además
sostiene, que cimbas clases de delincuentes pueden convertirse en
delincuentes habituales.
3.- Clases según la Historia Criminal del Delincuente:

Si se Toma en cuenta la edad vital en la que el agente se inicia en la tarea


criminal, el delincuente puede ser considerado precoz, siempre que se
haya iniciado al crimen durante su juventud; y tardío, si se ha iniciado a
dicha actividad en una edad avanzada. Para Exner, esta división tiene una
gran importancia, debido a que cuando se descubre que el delincuente se ha
iniciado a la tarea criminal en edad precoz, también se descubre que la
manifestación delictiva, o es debida a la disposición constitucional del individuo,
o está en ella profundamente arraigada.

Se afirma al respecto, que existen estadísticas que demuestran, mediante


cifras valederas, que la mayor parte de los delincuentes muy peligrosos y
tenaces, fueron condenados durante su niñez por la comisión de delitos".
Ponemos de manifiesto que en nuestro país no se toman en cuenta datos
estadísticos para determinar la precocidad delictiva del individuo; empero, en la
práctica, se reconoce, que la delincuencia precoz del joven ejerce en el
delincuente adulto una notable influencia. Reiteramos, que por causas varias,
la delincuencia juvenil está muy extendida en nuestra República, y que, los más
peligrosos y tenaces delincuentes adultos se iniciaron en el ámbito de la
criminalidad durante la niñez.

La Clasificación de Tipos de Delincuentes Psicológico-Criminales:

Sobre esta clasificación, el profesor Ramos nos explica que "el motivo
fundamental por el cual ha sido realizada la acción delictiva recae casi
siempre sobre la propia personalidad del agente; y que por tanto, es
importante investigar, como ya lo ha señalado Enrico Ferri, los móviles del
hecho, y descubrir si el delito ha sido obra de la codicia, de la avidez sexual, de
la venganza, o por motivos políticos o pasionales".

Por otra parte, Di Tulio, a fin de darle mayor énfasis a la orientación psicopática
de su delincuente constitucional, ha reunido un conjunto de particulares
peculiaridades que le han servido para separar de los demás, al citado tipo de
delincuente. En su Antropología Criminal, este distinguido autor nos dice, que
"una tercera forma de delincuencia constitucional, bastante frecuente, es
aquella en que la predisposición al delito es sostenida principalmente por
particulares anomalías psíquicas, que se revelan de gran importancia,
especialmente en relación a la persistencia y a la exteriorización de las
diversas tendencias y actitudes delincuenciales". Expresa además, que
"existen psicópatas superiores, cuyas acciones pueden tener un alto valor
moral, y psicópatas inferiores, que en general, desarrollan una actividad
socialmente negativa". Es evidente, - dice-, que el crimmólogo se interese por
los últimos, y así entendida la figura del delincuente psicopático, se comprende
que como estudiosos de los mismos, han podido encontrar entre los
delincuentes reincidentes y habituales, porcentajes muy altos de delincuentes
psicopáticos; variando estos porcentajes, desde 40% (Riedl, Schell) al 63%
(Schiedt), o al 83% y 88% (Michell, Riss), o al 90% (Vervaeck), y hasta el 99%
(Stumpfl), entre los repetidamente reincidentes.

El afamado autor italiano nos expresa, que según Exner, "si se considera la
psicopatía como una anormalidad del carácter, todo delincuente condicional o
bien constitucional, puede considerarse como un psicópata, teniendo presente
que en algunos casos su anormalidad es tan débil que aparece solamente
como una variante caracterológica". También nos dice, que, "ahora es propio,
entre estos delincuentes psicopáticos, encontrar algunos tipos más
importantes, que recuerdan plenamente aquellos descriptos por nosotros, -
dice-, a propósito de las variadas orientaciones sintomatológicas de la
delincuencia constitucional". Además, que

"se admite así, la existencia de delincuentes psicopáticos apáticos, privados de


sentimientos altruistas, fríamente crueles, escasamente afectivos,
intensamente deficientes morales, que responden por su comportamiento, al
inmoral constitucional insensible de Tanzi, y a aquel constitucional con
orientación hipo evolutiva descrito por nosotros,- dice él.- El mismo autor nos
explica además, que según Schneider, Stumpfl y Exner, existen además de los
delincuentes psicopáticos ó hipertímicos, en los cuales hay exuberancia
afectiva unida a escasa capacidad de resistencia, aquellos denominados
psicopáticos explosivos, que corresponden en general a los inmorales
constitucionales expansivos de Tanzi, y a aquellos constitucionales neuro
psicopáticos descritos por nosotros, dice Di Tulio.
Este autor divide al tipo de delincuente constitucional de orientación psicopática
en varios grupos, entre los cuales pueden citarse, los siguientes: a.- los de
orientación deficitaria; b.- Los de orientación sub-obsesiva; c.- los de
orientación paranoide; d.- los de orientación esquizoide; e.- los de orientación
cicloide y f.- los de orientación inestable.

Delincuente constitucional de orientación deficitaria:-Di Tulio señala, que


"en lo que respecta a la delincuencia de orientación psicopática deficitaria, en la
que prevalecen las notas de un deficiente desarrollo intelectual, y de una
mentalidad de tipo imbecilesca, ninguna duda hay, - dice-, sobre la existencia
de algunos sujetos en quienes la predisposición constitucional al delito, si bien
surgiendo sobre la base de desviaciones instintivas y de una debilidad moral
constitucional, está plenamente deformada y sostenida por un escaso
desarrollo de aquellos que son los caracteres superiores de la esfera
intelectual". También, que "se trata de delincuentes constitucionales que están
contraseñados por un ejemplo intelectual deficitario, que complica en modo
particular las funciones más delicadas del raciocinio y de la crítica". Además,
que "el escaso desarrollo de las funciones superiores intelectuales los rinde
fuertemente y los hace proclives para actuar con escaso discernimiento, y a
ejercer acciones antisociales y delictuosas de todo género, en cuya dinámica
juegan intensamente los caracteres de la imprevisión y de la imprudencia". Y
por tal motivo,- dice-, ellos están destinados a dar gran contribución a la
criminalidad en general, y a hacerse ladrones, estafadores, incendiarios,
violentos y aún homicidas, con tanta mayor frecuencia cuanto más se
encuentren bajo la influencia de sugestiones malsanas y de estímulos
criminógenos en general".

El Delincuente Constitucional con Orientación psicopática Obsesiva: Di


Tulio nos dice, que "este tipo de delincuente está caracterizado, por el
particular hecho de que en su personalidad, junto a las otras anomalías, existe
aquella peculiar condición fisio-psíquica que constituye lo que se llama
temperamento obsesivo o diátesis obsesiva, o más bien, diátesis de
incoercibilidad psíquica (Tanzi), y de hipotensión psicológica (Sauret), o de
debilidad de voluntad (Ribot)". Se trata de un sujeto en el cual, —dice-, "como
consecuencia de sus características, toda idea delictuosa, no sólo tiende a
desarrollarse con particular frecuencia e insistencia, sino que una vez
desarrollada, acierta provocar un estado de polarización de la conciencia y de
leve obsesión, que facilita intensamente su actuación". Añade, por otro lado,
que es bien notorio que el impulso al delito de tipo obsesivo, se presenta bajo
forma de estado tendencial, tal como en los delincuentes constitucionales, o
bajo forma de impulsión más o menos morbosa, que muy frecuentemente es
sintomática de otras enfermedades.

Delincuentes de Orientación Paranoide: Asimismo, Di Tulio nos expresa,


que "la delincuencia con orientación psicopática, puede además desarrollarse a
través de una orientación en que, entre otras anomalías fisio-psíquicas, se
hallan otras más o menos relevantes de paranoidismo, que actúan reforzando
la predisposición hacia el delito, y a la vez dirigiéndola contra particulares
actividades criminosas". Agrega además, que "es notorio que la frecuencia de
caracteres paranoides en los criminales, ha estado muchas veces puesto de
relieve, especialmente en cuanto a las categorías de delincuentes políticos y
estafadores". Señala como principales delincuentes de orientación paranoide,
aquellos que han sido recordados con el nombre de semidementes, o
degenerados superiores (Magnan), o característicos (Venturi), o
psícodegenerados (De Sanctis, Ottolenghi), los cuales,- según él-, revela; su
anormalidad desde la infancia; destacándose además, como egoístas y malos,
orgullosos, desconfiados, testarudos, intensamente

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