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INSTITUTO TECNOLÓGICO DE LA ZONA MAYA

MODULO NOH BEC

SOCIOLOGÍA RURAL

RESUMEN

1.1-SOCIEDAD Y CULTURA
“concepto de cultura”
“para comprender el concepto de cultura”
“una aproximación al concepto de cultura organizacional” y
“Pesca y acuicultura ribereña en los Pantanos de Centla:
cultura, sociedad y ambiente en la comunidad pesquera”

PROFESOR:
EMETERIO CHAN RIVAS

EQUIPO:
DIANA MENDOZA DEL ANGEL.
AMERICA BELINDA NAVARRETE
JESUS ABELARDO ARAUJO TEC
ELEAZAR HERNANDEZ RAMOS

4° SEMESTRE GRUPO UNICO.

INGENIERÍA EN AGRONOMÍA
Concepto de Cultura
THOMPSON, John B. El concepto de cultura.
En Ideología y cultura moderna.
Teoría crítica social en la era de la comunicación de masas.
Capítulo 3. Ed. Casa Abierta al Tiempo. 183-240

Introducción

El concepto de cultura alude a una variedad de fenómenos y a un conjunto de


preocupaciones que hoy día comparten analistas que trabajan en diversas
disciplinas, que van de la sociología y la antropología a la historia y la crítica
literaria. Derivado de la palabra latina culturam, el concepto adquirió una presencia
significativa en muchas lenguas europeas durante el inicio del periodo moderno.

Los primeros usos dados al concepto en las lenguas europeas preservaron parte
del sentido original de cultura, el cual significaba primordialmente el cultivo o el
cuidado de algo, como las cosechas o los animales. A partir del siglo XVI, el
sentido original se extendió poco a poco de la esfera de la labranza al proceso del
desarrollo humano: pasó del cultivo de las cosechas al cultivo de la mente. Sin
embargo, el uso del sustantivo independiente «cultura», para referirse a un
proceso general o al producto de dicho proceso, no fue algo común sino hasta
fines del siglo XVIII y comienzos del XIX. El sustantivo independiente apareció
primero en francés e inglés; y a fines del siglo XVIII, la palabra francesa se
incorporó al alemán, en el que primero se escribía Cultur y más tarde Kultur.A
principios del siglo XIX, la palabra «cultura» se usaba como sinónimo de la
palabra «civilización», o en algunos casos en oposición a ella. Derivado de la
palabra latina civilis, que significa de los ciudadanos o perteneciente a ellos, el
término «civilización» se usó inicialmente en francés e inglés a fines del siglo XVIII
para describir un proceso progresivo de desarrollo humano, esto es, un
movimiento hacia el refinamiento y el orden, y un alejamiento de la barbarie y el
salvajismo. Detrás de este nuevo sentido se encontraba el espíritu de la Ilustración
europea y su creencia confiada en el carácter progresista de la era moderna. En
francés e inglés se traslaparon los usos de las palabras «cultura» y «civilización»:
ambas se usaron cada vez más para describir un proceso general de
desarrollohumano, de «cultivarse» o «civilizarse». Sin embargo, en alemán estas
palabrasse usaban con frecuencia en oposición, de manera que Zivilisation adquirió
una connotación negativa y Kultur una positiva. La palabra «Zivilisation» se
asocia con la cortesía y el refinamiento de los modales, mientras que «Kultur» se
usaba para referirse a los productos intelectuales, artísticos y espirituales donde se
expresaban la individualidad y la creatividad de la gente. El contraste germano
entre Kultur y Zivilisation se vinculaba con los patrones de la estratificación social
de la Europa moderna temprana. Norbert Elias ha examinado con cierto detalle
este vínculo. Como observa Elias, en la Alemania del siglo XVIII el francés era la
lengua de la nobleza cortesana y de los estratos superiores de la burguesía; hablar
francés era un símbolo de prestigio de las clases altas. Además de las clases altas,
existía un estrato de intelectuales que sólo hablaban alemán y que pertenecían
principalmente a los círculos ofíciales cortesanos y ocasionalmente a la nobleza
terrateniente. Esta intelligentsia concebía su propia actividad en términos de sus
logros intelectuales y artísticos; se mofaba de las clases altas que, aun cuando no
lograban nada en este sentido, gastaban sus energías en refinar sus modales y en
imitar a los franceses. La polémica contra las clases altas se expresó en términos
del contraste entre Kultur y Zivilisation. «Nos cultivamos por medio del arte y de
la ciencia», señaló Kant, «nos civilizamos [al adquirir] una variedad de buenos
modales y refinamientos sociales». La intelligentsia alemana usaba el término
Kultur para expresar su posición peculiar ypara distinguirse y distinguir sus logros
de las clases altas, a las cuales no tenía acceso. En este sentido, la situación de
la intelligentsia alemana difirió significativamente de la francesa.El concepto de
cultura que emergió a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, y que fue
formulado principalmente por filósofos e historiadores alemanes, puede describirse
como la «concepción clásica». A grandes rasgos, esta concepción se puede definir
así: la cultura es el proceso de desarrollar y ennoblecer las facultades
humanas, proceso que se facilita por la asimilación de obras eruditas y artísticas
relacionadas con el carácter progresista de la era moderna. Es evidente que ciertos
aspectos de la concepción clásica —su énfasis en el cultivo de los valores y las
cualidades «superiores», su interés por las obras eruditas y artísticas, su vínculo
con la idea de progreso de la Ilustración— se mantienen vigentes en la actualidad
y están implícitos en algunos de los usos habituales de la palabra «cultura».
Sin embargo, la restricción y la estrechez mismas de la concepción clásica
constituyen también la fuente de sus limitaciones. Esta concepción privilegia
ciertas obras y ciertos valores sobre otros; considera tales obras y valores
como los medios por los cuales pueden cultivarse los individuos, es decir,
ennoblecerse en mente y espíritu. Este privilegio otorgado a ciertas obras y ciertos
valores se vinculó con la autoafirmación y la autoimagen de la intelligentsia
alemana y, en general, con la creencia confiada en el progreso asociado con la
Ilustración europea. El concepto de cultura no pudo soportar el peso de
semejantes suposiciones durante mucho tiempo. Ya he hecho notar las reservas
expresadas por Herder. Sin embargo, el cambio decisivo se presentó a fines del
siglo XIX con la incorporación del concepto de cultura a la naciente disciplina de la
antropología. En este proceso se despojó al concepto de cultura de algunas de
sus connotaciones etnocéntricas y se adaptó a las tareas de la descripción
etnográfica. El estudio de la cultura trataba ahora menos del ennoblecimiento de la
mente y el espíritu en el corazón de Europa, y se interesaba más por descifrar las
costumbres, prácticas y creencias de aquellas sociedades que constituían el otro
para Europa. El concepto de cultura se ha asociado tan estrechamente con el
desarrollo de la antropología que a veces se les consideran como virtualmente
coextensivos: la antropología, o al menos una de sus principales ramas, es el
estudio comparativo de la cultura. En vista de la centralidad que tiene el concepto
de cultura en la literatura antropológica, tal vez no resulte sorprendente que el
concepto se haya usado de varias maneras y se haya vinculado con muchos
supuestos y métodos diferentes. La concepción descriptiva de la cultura puede
rastrearse desde los escritos de los historiadores culturales del siglo XIX,
quienes estaban interesados en la descripción etnográfica de las sociedades
no europeas. Entre los más importantes estaba Gustav Klemm, cuya obra,
Allgemeine Cultur-Geschichte der Menschheit, se publicó en diez volúmenes entre
1843 y 1852. Klemm trató de proporcionar una descripción sistemática y amplia de
«el desarrollo gradual de la humanidad» al examinar las costumbres, habilidades,
artes, herramientas, armas, prácticas religiosas, y así sucesivamente, de
pueblos y tribus de todo el mundo. El trabajo de Klemm era conocido por E. B.
Tylor, profesor de antropología de la Universidad de Oxford, cuya obra más
importante, Primitive Culture, se publicó en dos volúmenes en 1871. La definición
de Tylor contiene los elementos clave de la concepción descriptiva de la cultura.
De acuerdo con esta concepción, la cultura se puede considerar como el
conjunto interrelacionado de creencias, costumbres, leyes, formas de
conocimiento y arte, etcétera, que adquieren los individuos como miembros de una
sociedad particular y que se pueden estudiar de manera científica. Todas estas
creencias, costumbres, etcétera, conforman «una totalidad compleja» que es
característica de cierta sociedad y la distingue de otras que existen en tiempos y
lugares diferentes. Tal como lo pone en claro la última observación, el enfoque
de Tylor comprende una serie de suposiciones metodológicas acerca de cómo
se debe estudiar la cultura. Tales suposiciones constituyen a la cultura como el
objeto de una investigación científica y sistemática; producen lo que podemos
describir como la cientifización del concepto de cultura. En tanto que la primera
concepción clásica de la cultura era sobre todo una noción humanística interesada
en el cultivo de las facultades humanas por medio de obras eruditas y artísticas, la
concepción descriptiva de la cultura, tal como apareció en los escritos de Tylor y
otros, se consideró como el principal apoyo de una nueva disciplina científica
relacionada con el análisis, la clasificación y la comparación de los elementos
constitutivos de diversas culturas. Sin embargo, la cientifización del concepto de
cultura no eliminó su énfasis original en la idea de progreso; en muchos casos
simplemente insertó la idea en un marco evolutivo. Lo anterior es evidente en el
trabajo de Tylor, quien consideraba las condiciones culturales de diversas
sociedades como «etapas de desarrollo o evolución, siendo cada una el
resultado de la historia anterior, y estando a punto de hacer su parte
correspondiente para moldear la historia del futuro». Además de analizar,
clasificar y comparar, el estudio de la cultura debería, según Tylor, intentar
recorrer el desarrollo de la especie humana, con miras a reconstruir los pasos
que llevaron del salvajismo a la vida civilizada. De aquí la preocupación de Tylor
por lo que él llama la «supervivencia en la cultura”: es decir, a partir de los restos
de formas culturales previas que persisten en el presente y que dan testimonio de
los orígenes primitivos y bárbaros de la cultura contemporánea. La cultura
comprende artefactos, bienes, procesos técnicos, ideas, hábitos y valores
heredados. «La cultura es una realidad sui generis y se debe estudiar como tal”.
El estudio de la cultura debe intentar separar esta herencia social en sus
elementos componentes y relacionarlos unos con otros, con el medio ambiente
y con las necesidades del organismo humano. De acuerdo con Malinowski,
el examen de las funciones de los fenómenos culturales, de las maneras en que
satisfacen las necesidades humanas, debe preceder todo intento por formular las
etapas del desarrollo social y los esquemas evolutivos. Durante mucho tiempo se
ha sostenido que el uso de símbolos es un rasgo distintivo de la vida humana.
En tanto que los animales no humanos pueden emitir señales de diversas clases
y responder a ellas, sólo los seres humanos han desarrollado plenamente,
según se argumenta, lenguajes en virtud de los cuales se pueden construir e
intercambiar expresiones significativas. Los seres humanos no sólo producen y
reciben expresiones lingüísticas significativas, sino que también dan significado
a construcciones no lingüísticas: acciones, obras de arte y objetos materiales de
diversos tipos. El carácter simbólico de la vida humana ha sido un tema de
reflexión constante entre los filósofos preocupados por el desarrollo de las
ciencias sociales y humanidades, y entre los profesionales dedicados a él. En el
contexto de la antropología, esta reflexión se ha concentrado en elaborar lo que
podemos describir como una «concepción simbólica» de la cultura. En la década
de 1940, L. A. White delineó en The Science of Culture una concepción en este
sentido. A partir de la premisa de que el uso de símbolos, o «simbollyng» como
lo llama él, es el rasgo distintivo del ser humano, White argumenta que la «'cultura'
es el nombre de un tipo preciso o clase de fenómenos, es decir, las cosas y los
sucesos que dependen del ejercicio de una habilidad mental, exclusiva de la
especie humana, que hemos denominado 'symbolling'».White divide después la
amplia categoría de los fenómenos culturales en tres sistemas: el tecnológico,
el sociológico y el ideológico, y los coloca en un marco evolutivo amplio que
enfatiza el papel de la tecnología. No obstante al desarrollar de esta manera su
descripción, White pierde gran parte del interés y la originalidad de su concepción
de cultura. Si bien sus estudios ayudaron a preparar el camino de una concepción
que subrayó el carácter simbólico de la vida humana, correspondió a otros autores
desarrollarla de manera plausible y efectiva.El término «estructural», no debe
confundirse con «estructuralista». Este último se usa generalmente para aludir a
una variedad de métodos, ideas y doctrinas asociados con pensadores franceses
como Lévi-Strauss, Barthes, Greimas, Althusser y, al menos en algunas fases de
su trabajo, Foucault. Los métodos estructuralistas se relacionan tradicional y
fundamentalmente con los primeros —es decir, con los rasgos estructurales
internos de las formas simbólicas— en tanto que la concepción estructural de la
cultura se preocupa por tomar en cuenta los contextos y procesos estructurados
socialmente. Podemos empezar a elaborar la concepción estructural de la cultura
discutiendo algunas de las características de las formas simbólicas

Conclusión

Los pueblos del mundo, desde su fundación, van desarrollando su cultura, la cual,
se plasma en sus formas de vida, organización social, filosofía y espiritualidad;
normatividad ética y jurídica; arte, ciencia y tecnología; economía y comercio,
educación; memoria histórica, lengua y literatura entre otros. El conjunto de estas
disciplinas y vivencias forman la identidad cultural de las identidades y les provee
los instrumentos necesarios para su desarrollo en el marco de ese contexto. Una de
las formas en la que los pueblos dinamizan su cultura y mantienen su identidad es
a través del conocimiento y la práctica de sus mismos valores.

América Navarrete.
Para comprender el concepto de Cultura

Tomás R. Austin Millán,


Sociólogo, Antropólogo Social.
UNAP Educación y Desarrollo, Año 1, Nº 1, Marzo 2000,
de la Universidad Arturo Prat, Sede Victoria,Chile

Introducción:
El concepto de cultura, fundamental en la Antropología Cultural, no es un concepto
corriente para un Antropólogo Social, por lo que hace algunos años inicié un
profundo estudio del tema, para evitar confusiones conceptuales, especialmente
porque para algunos autores cultura y organización social son conceptos
intercambiables, aumentando la confusión, debido a que este concepto tiene ha
adquirido diferentes significados, por la definición que les dan diferentes autores.

Etimología del concepto de "Cultura":


La palabra cultura proviene de la palabra cultüra, Latín (L), cuya última palabra
trazable es colere, L. Colere tenía una amplio rango de significados: habitar, cultivar,
proteger, honrar con adoración. Eventualmente, algunos de estos significados se
separaron, aunque sobreponiéndose ocasionalmente en los sustantivos derivados.
Así, 'habitar' se convirtió en colonus, L. de colonia. 'Honrar con adoración' se
desarrolló en cultus, L. de culto. Cultura tomó el significado principal de cultivo o
tendencia a (cultivarse), aunque con el significado subsidiario medieval de honor y
adoración. En castellano la palabra cultura estuvo largamente asociada a las
labores de la labranza de la tierra, significando cultivo; por extensión, cuando se
reconocía que una persona sabía mucho se decía que era "cultivada". "Honrar con
adoración" se convirtió en culto (hacer crecer la fe interior, lo que brota del alma);
habitar un lugar" se convirtió en colono (el surgir de la gente en un lugar no habitado
antes); "cultivar la tierra" se convirtió en cultivar (hacer brotar al reino vegetal, como
en "agricultura", agrícola, etc.); mientras que, "lo que brota del ser humano" se
convirtió en cultura.

Usos, acepciones y concepciones del término “Cultura”:


Parte de la confusión con el concepto de cultura surge cuando se le usa como
expresión y manifestación de las artes, donde se interpreta que las personas
instruidas y conocedoras de las artes y de otras gentes son muy instruidas,
asumiéndose que hay toda una gradación hasta los "incultos" (carentes de cultura);
por otro lado es sabido que también se usa para denominar a grupos humanos no
conocidos, pero muchas personas quedan confundidas con esta doble significación.
Para las ciencias sociales, el concepto de "cultura" es comúnmente precisado en
varias definiciones particulares que expresan lo que se entiende por cultura desde
las necesidades y elaboraciones de disciplinas específicas.
El concepto de la estética (o concepción humanista):
Es el sustantivo común y abstracto "que describe trabajos y práctica de actividades
intelectuales y específicamente artísticas, como en cultura musical, literatura,
pintura y escultura, teatro y cine, asi como los viajes también aportarían al permitir
conocimiento de otros pueblos y costumbres", es decir, se trata de un concepto de
cultura que considera que esta se acrecienta en la medida que se eleva hacia las
manifestaciones más altas del espíritu y la creatividad humana en las bellas artes.
En palabras de Fischer, "se dirá así de un individuo que tiene cultura cuando se
trata de designar a una persona que ha desarrollado sus facultades intelectuales y
su nivel de instrucción”. La razón por la que Fischer lo llama la concepción
humanista del término, partía de la base de que el progreso humano era continuo y
ascendente, sumando cada vez más conocimientos del hombre y la naturaleza, que
se traducían en el crecimiento de la filosofía, la ciencia y la estética

El concepto antropológico de cultura:


Para la Antropología, la cultura es el sustantivo común "que indica una forma
particular de vida, de gente, de un período, o de un grupo humano"; está ligado a la
apreciación y análisis de elementos tales como valores, costumbres, normas, estilos
de vida, formas o implementos materiales, la organización social, etc. Se podría
decir que a diferencia del concepto sociológico, aprecia el presente mirando hacia
el pasado que le dio forma, porque cualquiera de los elementos de la cultura
nombrados, provienen de las tradiciones del pasado, con sus mitos, leyendas y sus
costumbres de tiempos lejanos

El concepto sociológico:
El concepto sociológico se entiende como "el concepto abstracto que describe
procesos de desarrollo intelectual, espiritual y estéticos" del acontecer humano,
incluyendo la ciencia y la tecnología, como cuando se habla del desarrollo cultural
de un pueblo o país; Fischer dice que para la concepción sociológica la cultura se
define como "el progreso intelectual y social del hombre en general, de las
colectividades, de la humanidad". En general se usa el concepto de cultura en su
acepción sociológica, cuando el hablante se refiere a la suma de conocimientos
compartidos por una sociedad y que utiliza en forma práctica o guarda en la mente
de sus intelectuales. El concepto sociológico de cultura tiene una fuerte connotación
con la apreciación del presente pensando en el desarrollo o progreso futuro de la
sociedad para alcanzar aquello que llamamos el patrimonio cultural de la humanidad
o simplemente "la cultura universal".

El concepto del psicoanálisis:


Fischer lo toma del conocido libro de Freud, "El Malestar en la Cultura", y nos dice
que la definición freudiana se emparienta con el superego y dice: "La cultura
humana comprende, por una parte, todo saber y el poder adquirido por los hombres
para dominar las fuerzas de la naturaleza; y por otra, todas las organizaciones
necesarias para fijar las relaciones entre ellos", en otras palabras, para el
psicoanálisis, la cultura está constituida por todas aquellas presiones intrapsíquicas,
de origen social o colectiva, que constriñen la libre expresión del ego y repercutiendo
en la personalidad y hasta posiblemente en traumas psíquicos.
El problema de definir la cultura: Los cambios de significados de la cultura
antropológica desde la Antropología Social hasta Clifford Geertz.

La visión positivista de la cultura: primera mitad del siglo XX:


Originalmente la cultura fue entendida y explicada como un conjunto de
constricciones, presiones y acondicionamientos externos al ser humano, (las formas
de comportamiento y otros aprendizajes durante la socialización del niño) que
fijaban o determinaban pautas de conductas como adulto, donde se destacaban las
costumbres como el concepto amplio que representaba casi todo lo que el hombre
hacía, es decir, la cultura era vista como un determinante del comportamiento.

"Organización social" versus "cultura"

La primera definición antropológica de relevancia, fue la de Edward Taylor, quien,


en un simple párrafo, el primero de su libro, legó una definición que aún hoy algunos
usan y de paso, funda por escrito a la Antropología británica, al decir que: "Cultura
o civilización, tomada en su amplio sentido etnográfico, es ese complejo de
conocimientos, creencias, arte, moral, derecho, costumbres y cualesquiera otras
aptitudes y hábitos que el hombre adquiere como miembro de la sociedad". La
definición de Taylor hoy es considerada como imprecisa y poco clara, porque es
enumerativa y abierta.Tratando de resolver el problema de la falta de una definición
común, en 1952, Kroeber y Cluckhoholm, revisaron todas las definiciones de cultura
que se habían escrito hasta su tiempo (en inglés, por supuesto); encontraron nada
menos que 160 definiciones. Finalmente formularon una definición que aunque
extensa, toma en cuenta todas las particularidades y cualidades de la cultura, que
a su juicio satisfacían las necesidades conceptuales de la antropología cultural
norteamericana de su época: "La cultura consiste en pautas de comportamiento,
explícitas o implícitas, adquiridas y transmitidas mediante símbolos y constituye el
patrimonio singularizador de los grupos humanos, incluida su plasmación en
objetos; el núcleo esencial de la cultura son las ideas tradicionales (es decir,
históricamente generadas y seleccionadas) y, especialmente, los valores vinculados
a ellas; los sistemas de culturas, pueden ser considerados, por una parte, como
productos de la acción, y por otra, como elementos condicionantes de la acción
futura".

El concepto lingüístico de cultura: Goodenough y la cultura "en la mente":


Un segundo momento en la búsqueda de una definición que supera a las críticas
anteriores esta representado por Ward Goodenough, cuando dice que cultura "es lo
que uno debe conocer (saber o creer) para comportarse aceptablemente de acuerdo
a las normas de los demás". Lo que traslada la cultura al interior de la mente. Esta
definición interpreta a la cultura más bien como la construcción o representación
simbólica aprendida por los individuos, durante su periodo de enculturación,
obligando a los antropólogos que buscan describir una forma cultural en particular
a realizar una descripción de los fenómenos culturales que sean congruentes tanto
con el fenómeno analizado como con las conceptualizaciones de los nativos. La
antropóloga española María Jesús Buxó i Rey para quien "la cultura es el sistema
de conocimiento a partir de cuyos significados el ser humano tamiza y selecciona
su comprensión de la realidad en sentido amplio, así como interpreta y regula los
hechos y los datos de comportamiento social". En un trabajo posterior de la misma
antropóloga podemos leer que "lo que importa es aprender lo que es relevante en
el conjunto de ideas, creencias y suposiciones que los individuos son capaces de
representar mentalmente". El mismo artículo agrega más adelante que "Toda
identidad (cultural) es una construcción mental".

El concepto actual de cultura: Clifford Geertz y la hermenéutica antropológica:


La cultura es entendida como un proceso (o red, malla o entramado) de significados
en un acto de comunicación, objetivos y subjetivos, entre los procesos mentales que
crean los significados (la cultura en el interior de la mente) y un medio ambiente o
contexto significativo (el ambiente cultural exterior de la mente, que se convierte en
significativo para la cultura interior). Desde este punto de vista es posible
comprender a Clifford Geertz cuando dice que: "El concepto de cultura que
propugno... es esencialmente un concepto semiótico. Creyendo con Max Weber que
el hombre es un animal inserto en tramas de significación que él mismo ha tejido,
considero que la cultura es esa urdimbre y que el análisis de la cultura ha de ser,
por lo tanto, no una ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia
interpretativa en busca de significaciones".

Cultura y Contexto cultural:


CON + TEXTO. (CON: Junto a. TEXTO: Viene de la palabra latina texere luego text,
que significa paño y/o entramado, trama, tejido.) De esta forma la palabra contexto
se refiere al entramado o tejido de significados provenientes del medioambiente o
entorno, que impresionan el intelecto o campo de conocimientos (¿sistema
cognitivo?) de un grupo humano, como parte integrante de su cultura y su
visión de mundo o cosmovisión. En otras palabras, el contexto cultural es todo
aquello que forma parte del medioambiente o entorno y resulta significativo en la
formación y desarrollo de la cultura de un grupo humano específico. Por lo que:
“Contexto es el entorno ambiental, social y humano que condiciona el hecho de la
comunicación"

La Identidad Cultural es la cultura "contextuada":


La extrema variabilidad del fenómeno cultural, es uno de los aspectos que más
confunden a los estudiantes y estudiosos de la cultura. Los párrafos anteriores
justifican que no se pueda decir que un grupo humano es "idéntico" a otro, por
similar, próximo o parecido que sea. En realidad, la cultura de un grupo humano es
como su huella dactilar: no hay dos grupos humanos que tengan la misma cultura.
Los elementos del contexto cultural entregan cada uno su aporte connotativo al
significado común de las cosas en la vida cotidiana, estableciendo lo que se valora
y con ello las normas de convivencia, es decir, lo que se debe y no debe hacer, de
manera que cada lugar tiene una identidad cultural que no es similar a ninguna otra,
aunque pueda haber similitud entre ellas. En suma, la cultura es un entramado de
significados compartidos, significados que obtienen su connotación del contexto
(geografía, clima historia y proceso productivos), los contextos son muy variados.
Puede ser el contexto de un lugar de trabajo, de una familia, de un barrio o lugar
poblacional, de una localidad, de una región o nacional, algunos de estos contextos
culturales son más amplios que los otros y los contienen a los demás
recursivamente, como las capas de una cebolla.

Conclusión:
En este resumen, se hace más entendible que la cultura, es todo aquello que se ha
creado con el paso del tiempo desde generaciones antiguas, las cuales han creado
las normas de ética, moral y los valores de una sociedad, así como los rasgos que
caracterizan a la gente que pertenece a ella.
Aunque cabe mencionar que, de igual manera, la cultura lo hacen todas las
personas de una sociedad como se menciona en la lectura, una parte de la cultura
está conformada por todos los individuos de una sociedad, los cuales hoy en día
tienen diferente punto de vista sobre lo que es una cultura.

Jesus Abelardo Araujo tec.


UNA APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE CULTURA
ORGANIZACIONAL

García A. Claudia (2005). Una aproximación


al concepto de cultura organizacional.
Universidad Piloto de Colombia- Pontificia
Universidad Javeriana

En este ensayo se intenta explorar el concepto de cultura organizacional a partir de


la revisión de perspectivas que se han desplazado de las comprensiones de las
organizaciones basadas en la racionalidad de los actores, para centrarse en miradas
que empiezan a reconocer los aspectos subjetivos que orientan la acción colectiva.
Sin embargo en el seno de las teorías que abordan la realidad organizacional a
partir de la cultura, existen a su vez diversidad de miradas que evidencian el con-
flicto y debate que hay alrededor de estas perspectivas y que dan cuenta de las
posiciones e intenciones de los mismos académicos cuando hablan acerca de lo
que es cultura organizacional.
El concepto de cultura aplicado a la organización se fue gestando desde el aporte
de la escuela de las relaciones humanas, cuando a partir de los experimentos
desarrollados por Elton Mayo (1972), se empiezan a reconocer los aspectos
subjetivos e informales de la realidad organizacional. Mayo (1972), se interesó por
indagar acerca de los factores que inciden en el desempeño del trabajador,
llegando a la conclusión que el ambiente del grupo al cual pertenece el individuo
incide significativamente en la percepción que éste tiene acerca de los aspectos
objetivos de la organización. Desde esta perspectiva se empiezan a reconocer los
elementos subjetivos que inciden en el comportamiento de los individuos y de los
grupos, elementos que según Mayo configuran patrones de interacción implícitos
en los grupos, fenómeno al que Mayo denominó organización informal de los grupos
(Dávila, 1985). A partir de este estudio de Mayo en la fábrica de Hawthorne y sobre
todo a partir de su última etapa en la que participó el antropólogo Lloyd Warner
quien introdujo metodologías antropológicas, se inicia una serie de estudios acerca
de la cultura en las organizaciones desde perspectivas antropológicas (Dávila,
2000). De acuerdo a Dávila, no sería sino hacia finales de los setenta que los
estudios relacionados con la cultura organizacional experimentan cierto ímpetu,
sobre todo a partir del estudio comparativo que William Ouchi (1985) desarrolla
entre empresas norteamericanas y japonesas.

La cultura se entiende como un fenómeno nacional que influye en el desarrollo y


refuerzo de creencias en el contexto organizacional. Las similitudes y diferencias
en los valores y actitudes de las personas en las diversas organizaciones
provienen, en primera instancia, de la influencia que ejerce la sociedad en la
cultura organizacional. En este sentido las organizaciones son manifestaciones
de sistemas culturales más amplios.
La cultura como una variable interna. A través de esta metáfora se entiende a
las organizaciones como fenómenos que producen cultura; son vistas como
instrumentos sociales que producen bienes, servicios y subproductos tales como
artefactos culturales. La cultura se define desde esta perspectiva como un
pegamento social que mantiene a la organización unida, expresa los valores y
creencias compartidos por los miembros de la organización; valores que se
manifiestan a través de mitos, historias, leyendas, lenguaje especializado.
(Smircich, 1983)
La investigación, desde esta concepción, generalmente está basada en el marco
de la teoría de sistemas, que tradicionalmente ha considerado variables como el
tamaño, la tecnología, la estructura, y cómo estas variables están determinadas por
el ambiente organizacional. El ambiente impone imperativos que los gerentes
deben tener en cuenta para ajustar la organización a dichas demandas, y la cultura
se considera por tanto como una dimensión que contribuye al balance y eficiencia de
la organización. Para promover la adaptación de la organización a los imperativos
ambientales, es necesario cambiar la cultura organizacional.
El cambio organizacional se considera como un imperativo ante las exigentes
circunstancias del entorno. Hoy en día se habla de diferentes estrategias
gerenciales de cambio, como por ejemplo reingeniería, planeación estratégica,
gerencia de la calidad total, cambio cultural, etc. Para lograr el cambio
organizacional deseado, entonces es necesario cambiar las conductas de las
personas, y debido a que las conductas están guiadas por valores, es necesario
cambiar la cultura de la organización para lograr un verdadero cambio
organizacional. Desde esta concepción se asume que las organizaciones poseen
una cultura, es decir, la cultura es una variable que puede ser modificada a través
de diversas estrategias gerenciales.
Las organizaciones se entienden como culturas; es decir la cultura no es algo que
las organizaciones tienen, sino es algo que las organizaciones son, “Las
organizaciones son entendidas y analizadas no principalmente en términos
económicos o materiales, sino en términos de sus aspectos expresivos y
simbólicos.” (Smircich, 1983, p. 347). Según la clasificación de Smircich, dentro de
esta aproximación a la cultura organizacional, existen diferencias derivadas de las
diversas conceptualizaciones de cultura desde la antropología moderna:
antropología cognitiva, simbólica y estructural Lo que hace el etnógrafo de acuerdo
a Geertz (1973), es hacer descripciones densas, las cuales implican la identificación
de las estructuras significativas, que permiten entender las acciones sociales; estas
acciones son simbólicas ya que se producen e interpretan a partir del significado
colectivo La cultura se entiende como un sistema de símbolos y significados
compartidos, producto de negociaciones de las personas en su interacción. El uso e
interpretación de símbolos permite a las personas mantener y crear su cultura, y es
por eso que a través de la observación de la construcción y uso de símbolos, que el
investigador comprende la cultura (Hatch, 1997).
Esta manera de entender la realidad organizacional como una realidad socialmente
construida se enmarca en lo que las ciencias sociales se han conocido con el nombre
de paradigmas emergentes, en los cuales a su vez confluyen diferentes perspectivas
tales como el socio constructivismo, el socio construccionismo y las perspectivas
críticas. A diferencia de las anteriores metáforas, esta forma de entender la realidad
organizacional explora el fenómeno organizacional como una producción social,
mirada que a su vez se deriva de las transformaciones que han habido tanto en las
aproximaciones al concepto de cultura desde la antropología como al concepto
mismo de organización.

En general los industriales se perciben como educadores de la clase trabajadora


dentro de una ambivalencia paternalista que busca ‘proteger’ y orientar al
trabajador, pero que supone una superioridad del patrono y un relativo desprecio
hacia el trabajador. La educación de la clase trabajadora incluye la lección moral
del patrón de la que habla Mayor, según la cual el obrero aprendería ‘la ética del
trabajo’ siguiendo el ejemplo de su patrón. Para los hombres, la fábrica se
presenta como escuela técnica y moral; para las mujeres puede ser un convento
de trabajo, un medio de redención que exige sacrificio y castidad como lo
muestra el caso de Fabricato.
Las actitudes paternalistas de los empresarios hacia los trabajadores, buscaban
ubicar a la fábrica como eje central de la vida de los obreros generándoles una
identificación con ella. Adicionalmente las políticas de los empresarios de construir
viviendas para sus trabajadores alrededor de las fábricas (empresas
providencia), pretendían estabilizar a la población obrera en torno a la fábrica.
Este disciplinamiento se ejerce de manera diferenciada sobre las mujeres
sometidas a peores condiciones salariales y a controles disciplinarios especiales,
evidentes en el caso de Fabricato donde las obreras son reclutadas en un internado
y obligadas a mantener una “soltería forzosa”. En esta misión moralizadora del
trabajador participa activamente la Iglesia colombiana que desarrolla estrategias en
sintonía con el taylorismo para disciplinar y estabilizar a las poblaciones obreras.
Conclusión

En este ensayo se busca desarrollar una comprensión del concepto de cultura


organizacional con el fin de hacer evidente el carácter instrumental del
concepto de cultura aplicado a las organizaciones, siendo importante hacerlo
porque el mismo concepto de organización implica el establecimiento de un
orden social a partir de significados que logran volverse hegemónicos en el
marco de un contexto particular. La Psicología organizacional, a pesar de su
pretensión de neutralidad, no es ajena al papel instrumental que han tenido
las ciencias sociales en el contexto organizacional; sin embargo, en este
ensayo se presentan alternativas desde perspectivas críticas que vislumbran
formas de comprensión y por qué no, de intervención, a partir de apuestas
abiertamente políticas.

Eleazar Hernandez Ramos


Pesca y acuicultura ribereña en los Pantanos de Centla: cultura,
sociedad y ambiente en la comunidad pesquera
Organización y desarrollo rural,
cinco experiencias campesinas
Tesis dirigida por Arturo
León López.Blanca Acuña Rodarte
Edit. Mundos Reales
Pag. 16-89.

En este resumen reflexionaremos sobre un ejemplo de Sociología Rural,


veremos cómo fue la experiencia d e apropiar tecnología para reproducción y
repoblación de peces nativos en una comunidad ribereña de los Pantanos
de Centla, Tabasco. El tema es importante por la crisis productiva y ambiental,
la cual es causa de sobreexplotación de recursos pesqueros y también fuente
principal de ingresos para muchas comunidades rurales e indígenas.
Conoceremos el caso de la sociedad cooperativa Acuario Centleco, S.C.L. en la
colonia Revolución, Municipio de Centla Tabasco. Comprenderemos la
importancia de que se incentive la acuicultura y cómo influye para que los
pescadores intervengan en la estabilidad y disponibilidad de sus recursos.

Desde la conquista y durante poco más de cuatro siglos, la pesca mantuvo


un perfil de autoconsumo; en un régimen tributario, creó mercados que
aceptaban lo mismo el trueque que la moneda como instrumentos de
cambio, sobre todo en regiones costeras y riberas más pobladas (Sepesca,
1988). En el siglo xx se organizó el sector pesquero en México mediante
la promoción del cooperativismo como una estrategia de Estado para
incluir la incorporación de la pesca a la economía formal y reclutar la
organización social y económica a fin de fortalecer las bases del partido
político gobernante (Medina,1982).

La estructuración del sector se mantuvo estimulada durante dos décadas


por un mercado altamente demandante en el contexto de la economía
nacional en crecimiento, generadora de mercados y empleos y, en términos
relativos, promotora de bienestar y movilidad social. El siglo xxi recibe a la
pesca ribereña nacional con saldos negativos como los siguientes: 1)
retiro definitivo del fomento estatal a la pesca y consolidación de una
política restrictiva y punitiva contra pescadores ribereños; 2) aplicación
de políticas privatizadoras incompatibles con el universo de la pesca
ribereña; 3) consumo per c a p i t a nacional bajo e importación de
pescados y mariscos sustitutos; 4) ausencia de autonomía y dinamismo
en circuitos de organización de pescadores; y 5) pérdida de capacidad
productiva y obsolescencia de medios de producción. La combinación de
estos factores y sus efectos configuran un estado de crisis económica que
se expresa en su carencia de bienes y servicios básicos y en la ausencia
de perspectivas para los pescadores. En 2002 había en México 106,434
embarcaciones, 97% de ellas dedicadas a la pesca ribereña. Casi 300
mil personas practicaban la pesca y, junto con sus familias, subsistían
directamente de la actividad. En 2008 se contabilizaron 95,245
embarcaciones, 91,847 de ellas ribereñas (96.43%) y 282 ,389
pescadores. De estas cifras, en Tabasco se registraron 22,052 personas
dedicadas y 9,649 embarcaciones, 9,601 de las cuales se destinaban a
la pesca ribereña. El valor de la pesca en México supera ya los 16 mil millones
de pesos anuales. Sardina, camarón y atún, pesquerías de altura del
Pacífico Norte y Golfo de California, representan más de 50% del coral. Los
ribereños de la colonia Revolución pescan en e l r í o Grijalva- Usumacinta
y el arroyo Polo, cauces de referencia para la comunidad, y en pequeñas
laguneras de la zona. Navegan en cayucos de madera o fibra de vidrio
habilitados con remos y linterna o candil. Las artes de pesca son atarrayas,
trampas (nasas), fisgas, anzuelos y cordeles. En la Reserva de la Biosfera
Pantanos de Centla está prohibido el tendido de redes para evitar captura
de organismos inmaduros y procurar su reproducción futura. Se permite
el uso de artes de pesca selectivas y de bajo impacto como anzuelo,
fisga o arpón, que capturan sólo un organismo a la vez. En teoría, esto
asegura el mantenimiento de poblaciones de peces y crustáceos, así
como la estabilidad de recursos pesqueros, principal fuente de ingresos
para las comunidades ribereñas. En Revolución, la pesca es prácticamente
la fuente de ocupación e ingreso.

Los hombres son quienes se encargan principalmente de la pesca. Las mujeres


también pescan, pero fungen sólo como ayudantes de sus esposos. Las niñas,
por su parte, aprenden el trabajo doméstico y participan con menor
intensidad en la pesca, pero cuando crecen y se casan acompañan
a sus esposos para continuar su adiestramiento, sus habilidades básicas
son suficientes para definirse y ser reconocidas como pescadoras. El
área de exploración pesquera es común ,antaño respetaban el lugar que otros
utilizaban para pescar, la pesca era abundante, pero ahora reconocen que la pesca
ha mermado y ya todos ven por su subsistencia. La pesca en el mar es diferente:
es ribereña por la tecnología y los equipos utilizados, por la distancia de
la línea costera, pretendidamente no mayor a l 2 millas, y por las especies
que captura. Se hace en embarcaciones de fibra de vidrio de hasta siete
metros de eslora equipadas con motores fuera de borda de 60 a 115
caballos de fuerza. La pesca dependen de la temporada y de condiciones
ambientales.
La pesca ribereña es una práctica relativamente reciente en Tabasco. Llegó
con pescadores veracruzanos experimentados atraídos por la apertura de
pesquerías en la década de 1960. Ellos adiestraron a pescadores tabasqueños
que antes recolectaban moluscos en lagunas costeras y pescaban en aguas
interiores. La pesca marina es peligrosa; con frecuencia hay muertes por
ahogamiento cuando las tormentas atrapan embarcaciones y los
pescadores no pueden retornar. Por el riesgo e intenso esfuerzo físico que
la pesca exige, los pescadores son hombres jóvenes y adultos, los niños no
van al mar hasta que tienen 13 o 14 años y las mujeres no van a ninguna
edad. Aunque en apariencia los ingresos de un proceso productivo
instantáneo y de inmediata conversión en dinero son muy buenos,
la pesca es irregular y su estabilidad depende de factores como las
condiciones meteorológicas. Cuando hay tormentas y frentes fríos,
los pescadores se quedan en tierra; en ocasiones, si el temporal se
prolonga, pasan hasta 10 días sin pescar. Además, muchas ¡ornadas,
aun en condiciones óptimas de navegación y operación, son
improductivas o de una producción tan pobre gue no retribuye
siquiera los costos. Para los pescadores no hay cosecha, sino
persecución, y no siempre alcanzan los peces marinos que están en
constante movimiento, invisibles. .

En el 2000, ocho hombres y dos mujeres habitantes de la colonia


Revolución, Centla, Tabasco, localidad ribereña con unas 100 familias
incursionaron en una experiencia acuícola de reproducción y repoblación
de mojarras nativas de los pantanos tabasqueños para contribuir con una
iniciativa de conservación de b i o d i v e r s i d a d i m p u l s a d a por el
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). La Acuicultura
no fue fácil introducirla en su localidad, debido a la renuencia y poca fe de sus
pobladores, según testimonio de estas familias. Sobre todo porque no tuvieron
retribuciones pronto, pero ahora después casi 20 años, tienen el reconocimiento
de sus vecinos, pues su experiencia les permite ser distribuidores y asesores
de cría de casrarrica y tilapia a otros criaderos del estado. Los procesos de
organización y apropiación de tecnología, producción, comercialización y
repoblación de cuerpos de agua que se gestaron en la experiencia se
describen y analizan como aportaciones a una cultura productiva fincada
en el uso libre del tiempo y el espacio. Esta libertad es parte de la cultura
ribereña en las tierras bajas de Tabasco, pero la sedentarización de
prácticas productivas puede extenderse para ofrecer opciones de
permanencia a las comunidades pesqueras y espacios de p a r t i c i p a c i ó n
a sus habitantes.

Conclusión

Los pescadores de la región pesquera de Frontera adolecen de


consistencia en la acción concertada y no logran construir una
propuesta de política sectorial favorable a sus necesidades e
intereses. En ese escenario adverso, la acuicultura de reproducción
para fortalecimiento de poblaciones de peces nativos es una práctica
de conservación, protección y estabilización de recursos pesqueros.
También es trabajo productivo vinculado a procesos de organización
local con beneficios económicos tangibles y relativamente inmediatos.
La Acuicultura de reproducción de especies nativas con repoblación a
cargo de los r i b e r e ñ o s se extiende como parte de una iniciativa colectiva,
compartida y acordada en un proceso amplio de transformación de
la pesca y acuicultura. Su aprovechamiento tendría un sentido de
corresponsabilidad y compromiso al aportar y no sólo extraer, dar ,
y a la par de recibir, reponer después de tomar.

Diana Mendoza del Ángel

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