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CAPÍTULO 9

Hígado
Thomas G. Nyland, Martha Moon Larson y John S. Mattoon

La ecografía se ha convertido en una herramienta de imagen El líquido en la porción dependiente del estómago facilita la
esencial para evaluar el hígado. Un examen completo requie- evaluación del hígado actuando como una ventana acústica.
re una evaluación sistemática del parénquima hepático, las El transductor sectorial o curvilíneo de 5,0 MHz es el
venas porta y hepáticas y la vesícula biliar y el sistema biliar. más utilizado para iniciar el examen ecográfico del hígado
Las indicaciones más habituales para la ecografía hepática en los perros de tamaño mediano a grande. Un transductor
son hepatomegalia o masas en la región del hígado, posibles de 7,5 MHz o más es adecuado para perros pequeños y gatos.
metástasis, ictericia, fiebre de origen desconocido, pérdida de En los perros de raza grande o gigante, puede ser necesario
peso inexplicable o dolor, ascitis y traumatismo. La ecografía un transductor de 3,0 MHz para penetrar los aspectos dor-
también se puede utilizar para dirigir las biopsias hepáti- sales del hígado.
cas percutáneas o evaluar la respuesta al tratamiento de las La evaluación del hígado se empieza colocando el trans-
patologías inflamatorias o neoplásicas. La ecografía Doppler ductor en la posición subxifoidea y poniendo el haz de so-
añade información importante sobre la hemodinámica del nido en ángulo craneodorsalmente en un plano mediosagital
flujo sanguíneo dentro del hígado y puede ayudar a diferen- (Figura 9-1A y B; ver también la Figura 4-8Aa). Esto coloca
ciar entre patologías benignas y malignas de acuerdo a los el transductor craneal al estómago en la mayoría de los casos
patrones vasculares. y ayuda a evitar la interferencia del aire del estómago. Los
exámenes del hígado se hacen entonces con un barrido del
haz en forma de arco desde la izquierda a la derecha en la
TÉCNICA totalidad del hígado (ver Figura 4-8Ab y Ac). El transductor
debería permanecer en la posición subxifoidea lo máximo
Se recomienda un examen abdominal completo para cada posible durante todo el barrido. El haz se angula dorsalmente
animal, aunque la imagen hepática se enfatiza en este capítu- o ventralmente en barridos sucesivos para asegurarnos que
lo. Hay que afeitar el pelo desde el décimo espacio intercostal se visualiza todo el hígado. El haz se orienta entonces en
caudalmente a lo largo del abdomen ventral y hasta la mitad un plano mediotransverso y barrido en un arco a través del
de las paredes abdominales laterales. Se aplica gel ecográfico hígado desde ventral hacia dorsal. Los barridos sucesivos se
libremente sobre la piel y se trabaja entre el pelo cortado. hacen haciendo un ángulo con el transductor a la izquierda
También se puede utilizar alcohol para limpiar y humedecer y la derecha de la línea media para asegurar que se visuali-
la superficie cutánea. za todo el hígado. El hígado también se visualiza en ambos
El aire en el estómago es una barrera para examinar eco- planos moviendo el transductor lateralmente a lo largo del
gráficamente el hígado con éxito. Por lo tanto, habría que aspecto caudal del arco costal hacia la izquierda y la derecha
evitar dar comida o los procedimientos que provoquen ae- de la línea media si el aire del estómago no interfiere con la
rofagia. El animal debería inmovilizarse en una mesa en de- imagen. El hígado debería visualizarse a través de un abor-
cúbito dorsal o lateral (Figura 9-1; ver también el Capítulo 4, daje intercostal para optimizar la detección de las lesiones
Figura 4-8A). Si hace falta se utiliza tranquilización. (Figura 9-1C). El examen del hígado a través del décimo y
Visualizar mientras el animal está de pie, sentado o en el doceavo espacio intercostal izquierdo y derecho puede ser
decúbito esternal también puede ayudar a reposicionar el aire especialmente útil en pacientes que tienen un hígado peque-
del estómago si hay una pobre visualización del hígado. Si ño, excesivo aire intestinal o tórax profundo. La proyección
hay excesivo aire en el estómago, el animal también se puede intercostal derecha se requiere frecuentemente para visualizar
posicionar en una mesa de plexiglás en la que se haya hecho de manera óptima la vena cava caudal, las venas hepáticas, las
un agujero para permitir el acceso al abdomen por debajo. venas portales, los conductos biliares comunes y los ganglios

385
386 CAPÍTULO 9 • Hígado

linfáticos en la región de la porta hepática.1 Es necesario un


transductor sectorial para encajar en la pequeña área de con-
tracto entre las costillas y se coloca transversalmente (paralelo
a las costillas) sobre el onceavo espacio intercostal, de 5 a 10
cm ventral a la columna vertebral. La porta hepática nor-
malmente está localizada en este nivel, pero se puede hacer
“caminar” el transductor hacia el espacio intercostal craneal
o caudal, y desplazarlo dorsal o ventralmente, para encontrar
la mejor ventaja. Si se encuentra aire pulmonar, el transductor
debería moverse uno o dos espacios intercostales caudalmen-
te. Si se ve el riñón izquierdo, el transductor debería moverse
cranealmente. La porta hepática se localiza cuando el hígado
y la proyección de sección cruzada de la aorta, la vena cava
A caudal y la vena portal se ven en una única ventana.
Después del examen de la ventana intercostal dorsal, el
transductor se mueve craneal y ventralmente, hacia el es-
ternón. La vesícula biliar se puede visualizar a través de esta
ventana, junto con el conducto quístico y las ramas de la vena
hepática izquierda y la vena portal.

ANATOMÍA

PUNTOS DE REFERENCIA

El hígado está limitado cranealmente por el diafragma, ven-


B
tralmente por el ligamento falciforme, y caudalmente por el
riñón izquierdo a la derecha, el estómago centralmente, y el
bazo a la izquierda. La línea ecogénica curvilínea vista craneal
al hígado en la ecografía se refiere habitualmente como el
diafragma, pero en realidad es la interfase entre el diafragma y
el pulmón. Esta línea ecogénica se refiere como el diafragma
a lo largo de este capítulo por conveniencia. El diafragma real
sólo se ve cuando hay líquido peritoneal o pleural adyacente
o ambos. El ligamento falciforme descansa ventral al hígado,
y en el perro tiene una ecogenicidad variable que puede
ser isoecogénica, hipoecogénica o hiperecogénica respecto
al parénquima hepático. En el gato, el ligamento falciforme
es habitualmente isoecogénico a hiperecogénico respecto al
parénquima hepático.
C
ANATOMÍA DE LOS LÓBULOS Y VASCULAR
Figura 9-1. Posicionamiento para el examen ecográfico del hígado. A, De-
cúbito dorsal con posicionamiento subxifoideo para examinar el hígado. B, De-
cúbito lateral izquierdo con el transductor colocado subcostal en la línea media.
El hígado está dividido en los lóbulos izquierdo, derecho,
C, Decúbito lateral izquierdo con el transductor localizado para una proyección cuadrado y caudal (Figura 9-2). El lóbulo izquierdo descansa
transversa en el espacio intercostal derecho del décimo al doceavo. hacia la izquierda de la línea media y se divide en los subló-
bulos lateral izquierdo y medial izquierdo; el lóbulo derecho
descansa hacia la derecha de la línea media y se divide en
los sublóbulos medial derecho y lateral derecho. El lóbulo
cuadrado descansa en el plano medial y está parcialmente
fusionado al sublóbulo medial derecho. La vesícula biliar está
CAPÍTULO 9 • Hígado 387

A B
Conductos hepáticos

Medial derecho Cuadrado


Medial izquierdo
Arteria hepática Lateral derecho
Arteria celíaca
Conductos biliares

GB

Lateral izquierdo
Arteria
Arteria mesentérica
pancreático- craneal
duodenal craneal Caudal
Arteria PV
gastroepiploica
derecha CVC

C D

10

1 2,3 4 5 6

Figura 9-2. A, Representación esquemática de las principales relaciones anatómicas de la región hepática mostrando el aporte arterial aórtico y hepático (rojo), vena
cava caudal y venas hepáticas (azul), venas portales (púrpura), y tracto biliar (verde). B, Representación diafragmática de las principales ramas venosas hepática y
portal hacia los lóbulos hepáticos. CVC, Vena cava caudal; GB, vesícula biliar; PV, vena portal. C, Planos sagitales de 1 a 6 correspondientes a las imágenes ecográficas
en la Figura 9-3A a F. D, Planos transversos 7 a 10 correspondientes a las imágenes ecográficas en la Figura 9-3, G a J.
388 CAPÍTULO 9 • Hígado

localizada entre estos dos lóbulos y, junto con la vena porta, se sitúa en la fosa renal del proceso caudal del lóbulo caudal.
divide el hígado en los lóbulos izquierdo y derecho. El lóbulo Las divisiones entre los lóbulos hepáticos no se ven ecográ-
caudal consiste en los procesos caudal y papilar, que están ficamente excepto cuando hay líquido peritoneal. Las ramas
conectados por un pequeño istmo limitado ventralmente de la arteria hepática y los conductos biliares también se ven
por la vena portal y dorsalmente por la vena cava caudal. El poco dentro el hígado. Sin embargo, la localización de las ar-
proceso papilar, localizado más centralmente, se confunde a terias hepáticas se puede determinar por sus señales arteriales
veces con el cuerpo o la rama izquierda del páncreas ya que características utilizando la ecografía Doppler.
el transductor se desplaza caudalmente a través del hígado La identificación ecográfica de los lóbulos hepáticos y de
en los planos transversos. El polo craneal del riñón izquierdo la anatomía vascular venosa hepática y portal se ha descrito en

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A B

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C D

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E F

Figura 9-3. Exámenes ecográficos del hígado correspondiente a los planos sagital y transverso en las Figuras 9-2, C y D. A, Plano 1, riñón derecho (RK) y lóbulos
hepáticos derechos (L). La ecogenicidad del parénquima hepático es normalmente igual o ligeramente superior a la del córtex del riñón derecho. (D) diafragma. B y C,
Plano 2 y plano 3. Dependiendo del plano exacto de examen, la vesícula biliar (GB), la vena porta (PV) y la vena cava caudal (CVC) pueden visualizarse por separado o
juntas. La vesícula biliar aparece como una estructura anecogénica con una pared delgada, poco visible. El conducto hepático común (CHD) puede visualizarse ventral
a la vena porta. Las venas hepáticas (HV) se pueden ver entrando en la vena cava caudal cerca del diafragma (D). D, Plano 4, aorta. En este plano, se ven la aorta (A), la
vena hepática izquierda (LHV) y la vena porta izquierda (LPV). E, Plano 5, lóbulos hepáticos izquierdos (L). La vena porta izquierda (LPV) se puede distinguir de la vena
hepática izquierda (LHV) por los ecos periféricos ecogénicos que rodean todas las estructuras portales. (D) Diafragma. F, Plano 6, lóbulo hepático lateral izquierdo (L).
Se puede visualizar las ramas terminales de la vena porta izquierda (LPV) y la vena hepática izquierda (LHV). La cabeza del bazo (S) también se ve caudal al hígado.
El bazo normalmente es más ecogénico que el hígado. (D) Diafragma.
CAPÍTULO 9 • Hígado 389

detalle y se ha comparado con angiografía y con hallazgos en el lóbulo cuadrado y el lóbulo medial derecho se localizan
exámenes post-mortem en perros normales.2-5 El conocimien- mejor en un plano transverso desde una localización subxi-
to de la anatomía venosa ayuda a identificar regiones especí- foidea. Estas venas convergen para entrar en la vena cava
ficas del hígado en los exámenes ecográficos (ver Figura 9-2). caudal ventral izquierda en una única localización cerca del
Las venas portales se identifican por sus paredes brillan- diafragma. La vena hepática cuadrada, localizada a la izquierda
tes ecogénicas. Las venas hepáticas carecen de estas paredes de la vesícula biliar, se une a la vena hepática medial derecha
prominentes y aparecen como estructuras tubulares aneco- localizada a la derecha de la vesícula biliar. La vena hepática
génicas. La composición distinta de las paredes de las venas del lóbulo izquierdo se forma a partir de la confluencia de
hepáticas da lugar a un reflejo especular, haciendo que sean las porciones más distales medial izquierda y lateral izquierda
hiperecogénicas sólo cuando el haz de sonido es perpendi- hacia la izquierda. Más caudalmente, la vena hepática lateral
cular a la pared del vaso.6 Debido a su composición, la pared derecha y la vena hepática caudal derecha entran en la vena
de la vena porta tiene un aspecto hiperecogénico desde mu- cava caudal separadamente. Estas venas son más difíciles de
chos ángulos. Las venas hepáticas se pueden seguir hasta su ver, especialmente desde el abdomen ventral.
terminación en la vena cava caudal a la altura del diafragma La vena caudal entra ligeramente más caudal a la vena
(Figura 9-3). Las venas hepáticas hacia el lóbulo izquierdo, hepática lateral derecha, y ambas se siguen mejor desde la

39
9&
39

$ &9&

G2

G1

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39
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539


H I

Figura 9-3 continuación. G, Plano 7, imagen de tomografía computerizada (CT) (G1) e imagen ecográfica correspondiente (G2) de la proyección transversa lateral
derecha en el onceavo espacio intercostal. Esta posición del transductor permite la visualización de la aorta (A), la vena cava caudal (VC o CVC) y la vena porta (PV)
utilizando los lóbulos hepáticos caudal y derecho como ventana acústica. La parte superior de la imagen ecográfica representa el lado derecho del perro, y la ventral
es hacia la derecha debido a la orientación del transductor (ver la Figura 9-1C). La visualización de esta región desde el abdomen ventral es difícil debido a la interfe-
rencia del aire en el estómago. H, Plano 8, vena porta derecha. La vena porta derecha (RPV) se puede ver ramificándose desde la vena porta (PV) en este nivel. Craneal
a este punto, la vena porta continúa ventralmente y hacia la izquierda como la vena porta izquierda. GB, Vesícula biliar. I, Plano 9, vena porta izquierda (LPV) y vena
hepática izquierda (LHV). Las venas porta izquierda y hepática izquierda ahora son paralelas al plano de examen. También se ve una porción de la vesícula biliar (GB).
390 CAPÍTULO 9 • Hígado

J
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Figura 9-3, continuación. J, Plano 10, vena porta izquierda (LPV), vena cava
caudal (CVC) y venas hepáticas (HV). La vena porta izquierda y la entrada de
   las venas hepáticas en la vena cava caudal se ven claramente. El diafragma
PV (D) y una porción de la vesícula biliar (GB) también son visibles. K, Imagen
longitudinal del hígado normal del gato con la vena porta (PV), la vena cava
caudal (CV) y el conducto biliar (BD, flecha). L, Imagen longitudinal del con-
ducto biliar en un gato. Se ve como un tubo anecogénico entre los calíperos

%' (0,27 cm). La imagen de Doppler color muestra falta de flujo dentro del con-
ducto biliar, lo cual lo distingue de la vena porta. La arteria hepática se ve
L justo dorsal al conducto biliar en el campo lejano.

vena cava caudal desde un abordaje lateral derecho a través el abdomen ventral como desde un abordaje intercostal de-
del noveno al onceavo espacio intercostal en un plano lon- recho a través del noveno al onceavo espacios intercostales.
gitudinal craneal al riñón derecho. Los vasos portas lateral derecho y caudal normalmente salen
La distribución de la vena porta difiere ligeramente de juntos de la vena porta.
la de las venas hepáticas (ver las Figuras 9-2 y 9-3). La vena Las ramas intrahepáticas de las arterias hepáticas no se ven
porta izquierda, que se visualiza mejor en un plano transverso normalmente dentro del hígado. Sin embargo, la principal
desde una localización subxifoidea o intercostal derecha ven- arteria hepática puede identificarse ocasionalmente dorsal a la
tral, se ve caudal y dorsal al cuello de la vesícula biliar entre la vena porta y el conducto biliar común, sobretodo en la venta-
vesícula biliar y las venas hepáticas. La vena porta izquierda se na intercostal lateral derecha. Se distingue mejor del conducto
ramifica en las porciones lateral izquierda y medial izquierda biliar común o las venas porta mediante ecografía Doppler.
ligeramente caudoventral a la vesícula biliar. La vena porta
lateral izquierda se puede seguir más lejos periféricamente TAMAÑO
hacia el hígado que la vena porta medial izquierda. La vena
cuadrada portal se origina en la vena porta propiamente o La determinación del tamaño del hígado se basa en la eva-
se ramifica desde la vena porta medial izquierda. Esto está luación subjetiva. Los criterios radiográficos de la extensión
en contraposición al sistema venoso hepático, en el que la del borde del hígado más allá del arco costal se pueden utili-
vena hepática cuadrada normalmente se une a la vena he- zar para la evaluación ecográfica. La raza y la conformación
pática medial derecha. La vena porta medial derecha sale de deben tenerse también en cuenta. Por ejemplo, los perros de
la vena porta para entrar en el lóbulo medial derecho hacia tórax profundo pueden parecer que tienen hígados más pe-
la derecha de la vesícula biliar. Las ramas de la vena porta queños que las otras razas incluso aunque no haya evidencias
hacia los lóbulos lateral derecho y caudal son más difíciles clínicas o bioquímicas de patología hepática. Los gatos tie-
de identificar y no se pueden ver en el mismo plano que la nen menos variabilidad debido a que su tamaño corporal es
vena porta izquierda. Estas ramas se pueden ver tanto desde más uniforme pero la determinación del tamaño del hígado
CAPÍTULO 9 • Hígado 391

0
0

1 1
1
2
2
3

4
3

4 6
STOM LIVE LT SAG
A
A B
B 7
5

Figura 9-4. Tamaño normal del hígado (A) y hepatomegalia (B). A, El borde ventral del hígado normal (flechas) es delgado, tiene un borde agudo y no se extien-
de mucho más allá del estómago (entre los calíperos, 0,29 cm) ventral o caudalmente. B, La imagen sagital muestra un hígado aumentado de tamaño con bordes
engrosados, redondeados caudoventralmente (entre las flechas) y un parénquima con una textura fina e hiperecogénica. Se observa un estómago vacío en el campo
lejano. El perro tenía lipidosis hepática.

puede ser confusa a veces debido al ligamento falciforme, más o menos ecogénica7 (ver la Figura 9-3A). El bazo tiene
que es isoecogénico. una intensidad ecogénica algo más alta que el hígado, pero las
Debe sospecharse aumento del tamaño del hígado cuan- comparaciones directas en el animal normal son difíciles a la
do hay (1) un aumento en la distancia entre el diafragma y el misma profundidad excepto en el abdomen craneal cerca de
estómago, (2) un aumento en la extensión del hígado ventral la cabeza del bazo (ver Figura 9-3F). Habitualmente, hay una
hacia el estómago o ventral hacia el riñón derecho, y (3) diferencia mayor de ecogenicidad entre el córtex del riñón
bordes hepáticos redondeados (Figura 9-4). izquierdo y el bazo que entre el córtex del riñón derecho
Debería sospecharse un tamaño reducido del hígado y el hígado. Esto, indirectamente, sustenta la observación de
cuando hay (1) pobre visualización del hígado incluso sin que el bazo es ligeramente más ecogénico que el hígado en
un exceso de aire en el estómago, (2) disminución de la dis- animales normales. En la práctica, parece que hay bastante
tancia entre el diafragma y el estómago, y (3) disminución variabilidad individual como para hacer difícil el reconocer
de la extensión del hígado ventral hacia el estómago o pobre los cambios sutiles en la ecogenicidad difusa del hígado, el
visualización del hígado craneal hacia el riñón derecho. En bazo o el riñón como para ayudar en el diagnóstico. Por lo
los casos dudosos, deberían utilizarse radiografías abdomi- tanto, los cambios en la ecogenicidad deben ser sustanciales
nales para evaluar el tamaño del hígado, y la interpretación para concluir con seguridad que uno o más de estos órganos
ecográfica siempre debería correlacionarse con los síntomas es anormal.
y los resultados de las analíticas.
VESÍCULA BILIAR Y SISTEMA BILIAR
PARÉNQUIMA HEPÁTICO
La vesícula biliar se ve como una estructura anecogénica, de
El parénquima hepático tiene una ecogenicidad uniforme, de redonda a ovalada justo a la derecha de la línea media en la
nivel medio (ver Figura 9-3). Sólo las venas hepática y porta mayoría de los exámenes hepáticos (ver Figura 9-3B, H a J).
interrumpen este patrón ecogénico uniforme. Las arterias El tamaño es variable, en función de cuando ha comido el
hepáticas y los conductos biliares transcurren adyacentes a las animal, llegando al 53% de acumulación de la bilis producida
venas porta tal como se ha descrito anteriormente, pero habi- dentro de la vesícula biliar durante ayunos prolongados.8 Está
tualmente no se pueden ver en el animal normal. La textura documentado que el volumen normal de la vesícula biliar es
del parénquima hepático es más áspera que la del bazo. A la de 1,0 mL/kg o menos después de un ayuno de 12 horas.9
misma profundidad de examen y los mismos parámetros de Puede haber una pequeña cantidad de sedimento móvil, de
ganancia del ecógrafo, la ecogenicidad del hígado es normal- ecogenicidad variable, sin sombra (barro biliar) dentro del lu-
mente igual a la del córtex del riñón derecho o ligeramente men en los perros normales.10 Informes más recientes indican
392 CAPÍTULO 9 • Hígado

que cualquier barro biliar puede ser anormal.11 La pared de en la actividad cardíaca, la respiración y la presión intraabdomi-
la vesícula biliar se ve muy poco o aparece como una línea nal.19,20 Por lo tanto, las ondas de la vena cava caudal y la vena
ecogénica delgada (1 a 2 mm) en perros.12 En los gatos, el hepática deberían obtenerse con el animal quieto y al final de
grosor de la pared de la vesícula biliar normal se considera la espiración normal siempre que sea posible. La vena cava se
inferior a 1 mm.13 visualiza tanto con un abordaje ventral como con un intercos-
El refuerzo acústico distal se ve habitualmente en pro- tal derecho. Se localiza primero en una proyección transversa
fundidad en la vesícula biliar. Los conductos biliares intrahe- ventral y hacia la derecha de la aorta y ligeramente dorsal y
páticos no se visualizan en los perros y los gatos normales. hacia la derecha de la vena porta (ver Figura 9-3G). Las medi-
Los conductos biliares extrahepáticos también se ven poco ciones Doppler de la vena cava caudal en la región hepática se
debido al aire intestinal superpuesto, aunque el conducto obtienen con la vena cava caudal en una proyección longitu-
biliar común proximal puede verse bajo condiciones óptimas dinal y el transductor colocado cranealmente para obtener un
como dos paredes ecogénicas paralelas separadas por 2 a 3 ángulo de incidencia inferior a 60 grados (ver Figura 9-3C).
mm, ventral a la vena porta principal (ver Figura 9-3C). Se ha La onda Doppler pulsada de la vena cava caudal normal
documentado que el diámetro del conducto biliar común en y la vena hepática demuestra la marcada variación en la di-
los gatos normales es de 4 mm o menos15 (ver Figura 9-3K rección y la velocidad del flujo debido a la actividad auricu-
y L). El conducto biliar común se puede identificar inme- lar derecha cuando se visualiza bajo condiciones ideales19,20
diatamente dorsal a la vena porta, rodeado de tejido hipere- (Figura 9-6). El flujo venoso hepático es retrógrado hacia el
cogénico, y distinguible de las arterias hepáticas propias que hígado durante la contracción auricular derecha (onda A).
también se ven en la región de la porta hepática mediante Después de la contracción auricular derecha, hay un flujo
ecografía Doppler. rápido de sangre desde las venas hepáticas y la vena cava
caudal hacia la aurícula derecha durante un llenado auricular
rápido (onda S). El flujo se enlentece a medida que la aurícu-
EVALUACIÓN DOPPLER DEL HÍGADO NORMAL la derecha se llena, y la velocidad empieza a volver a la línea
base (onda V). Cuando se abre la válvula tricúspide y se llena
Se puede encontrar una descripción general de las técnicas el ventrículo derecho, sale una segunda onda de flujo rápido
Doppler en el Capítulo 1. La evaluación Doppler del hígado de las venas hepáticas hacia la aurícula derecha (onda D);
normal se presenta aquí, y los hallazgos anormales asociados esta onda es ligeramente menor que la primera. La aurícula
a patologías hepáticas específicas se presentan en sus secciones derecha se contrae de nuevo, y el ciclo se repite. Por lo tanto,
concretas. La ecografía Doppler del hígado se puede utilizar el flujo pulsátil dentro de las venas hepáticas y la vena cava
para evaluar la velocidad del flujo, la dirección del flujo, los caudal se define como trifásica porque hay dos pulsos ante-
patrones espectrales de las arterias hepáticas, la vena cava cau- rógrados (ondas S y D) y un pulso retrógrado (onda A). La
dal y las venas hepáticas y porta (Figura 9-5). La velocidad
de flujo se determina habitualmente mediante el método de
insonación uniforme en la que se utiliza una muestra grande
de volumen Doppler para solapar las paredes del vaso.16,17 El 0
método de la velocidad máxima también se puede utilizar;
en este método, se multiplica la velocidad máxima medida en
el centro del lumen del vaso por 0,57 para determinar la ve- .06

locidad media de flujo.18 Este método puede ser preferible si


hay un grado considerable de artefacto debido al movimiento
de la pared con el método de insonación uniforme. Ideal-
mente, deberían utilizarse ángulos de incidencia inferiores a .06
m/s 5
60 grados con ambos métodos para obtener medidas fiables.
Estas dos técnicas Doppler para determinar la velocidad del
flujo, si se utilizan adecuadamente, no muestran diferencias
significativas en cuanto a la fiabilidad.16
LIVER LT TRANS

VENA CAVA CAUDAL Y VENAS HEPÁTICAS


Figure 9-5. Imagen doppler color de un híagado canino normal. Imagen
transversal del lado izquierdo del hígado que muestra las venas hepáticas
Los patrones espectrales de Doppler de la vena cava caudal y (azul, flujo alejándose del transductor y hacia la vena cava caudal) y las
las venas hepáticas son complejos y dependen de los cambios venas portales (rojo, flujo en dirección al transductor, alejándose de la zona
porta-hepática hacia la periferia del hígado).
CAPÍTULO 9 • Hígado 393

onda A se llama así porque ocurre durante la sístole auricular, VENA PORTA
mientras que las ondas S y D se llaman así porqué ocurren
durante la sístole y la diástole ventriculares, respectivamente. La vena porta se visualiza tanto desde un abordaje ventral
La actividad respiratoria normal también afecta a la ve- como intercostal derecho, a través del que se puede ver en-
locidad de flujo en las venas hepáticas y la vena cava caudal. trando en el hígado a la porta hepática. Está ventral y ligera-
Durante la inspiración, hay aumento del flujo hacia el cora- mente hacia la izquierda de la vena cava caudal. La relación
zón debido a la disminución de la presión intratorácica y el de la aorta, la vena cava caudal y la vena porta son más fáciles
aumento de la presión intraabdominal. Estos efectos se re- de reconocer en la proyección transversa (ver Figura 9-3G).
vierten durante la espiración. La contracción de los músculos Sin embargo, las medidas Doppler de la vena porta principal
abdominales contra una glotis cerrada después de la inspira- en la porta hepática se obtienen con la vena porta en la pro-
ción, conocida como la maniobra Valsalva, provoca presión yección longitudinal, y el transductor dirigido cranealmente
intratorácica y causa flujo para disminuir o parar dentro de para obtener un ángulo de incidencia inferior a 60 grados
la vena cava caudal. Esto puede ocurrir en animales durante (ver Figura 9-3G). Se ha propuesto un protocolo de examen
el esfuerzo o la vocalización. para la evaluación ecográfica sistemática del sistema porta.21
Un informe adicional describe el uso de la rama de la vena
porta derecha más que la vena porta principal para la eva-
11:05:11 AM luación Doppler.22
La ecografía Doppler se ha utilizado para evaluar el as-
pecto y el tiempo de cierre de los conductos venosos en los
neonatos de Irish Wolfhound.23 En este estudio, el conducto
venoso se cerró a los 9 días del nacimiento. Esto es algo
más tarde que lo que se ha documentado utilizando técnicas
más invasivas.24 La evaluación del cierre del conducto veno-
so en otras razas no se ha documentado pero se espera que
sea similar. Hasta que no haya más estudios disponibles, un
conducto venoso patente detectado después de las primeras
0.18
a semanas de vida debería ser considerado anormal. Sin em-
bargo, la confirmación mediante otros métodos, tales como
v analíticas, escintigrafía u otros estudios de imagen, es esencial.
m/s La velocidad del flujo sanguíneo portal normal (PBFV)
en la vena porta principal es relativamente lento y casi uni-
forme con pequeñas ondulaciones en el patrón espectral de
Doppler (Figura 9-7). La vena porta tiene capilares intestina-
D les en un extremo y los sinusoides hepáticos en el otro, por lo
S 0.18
que está aislado de las presiones variables y el flujo que nor-
Figura 9-6. Imagen Doppler de onda pulsada de una vena hepática normal. malmente existe en las arterias y las venas sistémicas. Se cree
Aquí hay un ejemplo de una imagen doble que muestra la imagen de modo B, que las pequeñas ondulaciones que se deben al movimiento
ECG y trazado espectral. La imagen de modo B muestra la vesícula biliar, los
lóbulos hepáticos medial derecho y cuadrado, las venas hepáticas y la muestra
respiratorio del diafragma, con la velocidad aumentando du-
con el ángulo correcto, colocado en el afluente común de estas dos venas. Las rante la espiración y disminuyendo durante la inspiración.16,18
ondas consisten en dos ondas retrógradas (a y v), las cuales representan el flujo Se ha documentado que la PBFV media en la vena porta
sanguíneo que sale del corazón, y dos ondas anterógradas (S y D), las cuales principal en los perros normales no sedados es 18 ± 7,6 cm/
representan el flujo sanguíneo hacia el corazón. Los diversos componentes de la
onda son el resultado de las diferencias de presiones dentro del atrio derecho y seg,18 14,7 ± 2,5 cm/seg,16 y 19,2 ± 0,5 cm/seg.25 En otro
las venas hepáticas. La onda a ocurre después de la onda P en el ECG. Resulta estudio, la PVFV media se determinó basándose en el peso:
de una presión atrial derecha elevada causada por la contracción atrial derecha 16,95 ± 5,79 cm/seg en perros que pesan hasta 10 kg; 16,98
que crea un pico de flujo reverso hacia las venas hepáticas. La onda S ocurre
después del complejo QRS. Es el resultado de una presión negativa en el atrio ± 3,04 cm/seg en perros que pesan entre 10,1 y 20,0 kg; y
derecho con el flujo correspondiente desde las venas hepáticas hacia el corazón. 17,39 ± 4,77 cm/seg en perros que pesan 20,1 kg o más.22
Esta presión negativa se crea debido a la relajación atrial derecha y el movimien- Por lo tanto, el rango normal de la PBFV es aproximadamen-
to del anillo tricúspide hacia el ápex cardíaco. La onda v tiene lugar hacia el final
de la onda T en el ECG. Es el resultado del aumento en la presión atrial derecha
te de 10 a 25 cm/seg (ver Figura 9-7A). Se ha documentado
secundario a un sobrellenado contra una válvula tricúspide cerrada. La onda D que la PBFV media en gatos sanos no sedados es de 10 a 12
es una onda diastólica que es el resultado de la presión negativa creada en el cm/seg26 o 17,1 cm/seg27 (rango 9,7 a 18,1 cm/seg) (ver
atrio derecho secundario al flujo sanguíneo hacia el ventrículo derecho (lejos de
Figura 9-7B). Se ha documentado que el flujo sanguíneo
las venas hepáticas) a través de la válvula tricúspide abierta.
394 CAPÍTULO 9 • Hígado

0
0

1 1
2
.12 .06
2
3

4 3
5
.12 .06 4
m/s 6 m/s
39.36 27.90

cm/s cm/s

PV 1 PV
A
A 5.35 48.10
B
B 3.5s 34.98

Figura 9-7. Evaluación Doppler de las venas portas normales en un perro (A) y un gato (B). A, Esta imagen triple muestra una imagen sagital en modo B de la
vena porta de un perro con Doppler color y una imagen espectral del trazado de una onda pulsada (PW). La imagen de Doppler color marca el flujo sanguíneo portal
en azul (alejándose del transductor, hacia el hígado a la izquierda). La imagen espectral PW muestra un flujo sanguíneo de la vena porta bastante uniforme de -23 cm/
seg (en el punto de los calíperos, +). El flujo sanguíneo es inferior a la línea basal (alejándose del transductor). Las pequeñas ondas positivas marcan el flujo sanguíneo
arterial adyacente. B, La imagen triple de la vena portal del gato muestra una velocidad de la vena porta de aproximadamente -10 cm/seg.

portal medio (PBF) en perros es de 31 ± 9 mL/min/kg,18,28 ARTERIAS HEPÁTICAS


40,9 ± 13 mL/min/kg,16 y 33,8 ± 1,2 mL/min/kg;25 51,7
± 20,55 mL/min/kg en perros que pesan hasta 10 kg; 38,28 El flujo sanguíneo normal de las arterias hepáticas tiene una
± 8,15 mL/min/kg en perros que pesan de 10,1 a 20,0 kg; onda arterial típica de resistencia baja con un componente
y 32,19 ± 13,23 mL/min/kg en perros que pesan 20,1 kg o sistólico y diastólico distinto. El índice de resistencia (RI) es
más22 de acuerdo a cuatro investigadores diferentes. El PBF una medida sin unidades de la resistencia del flujo sanguíneo
medio (mL/min/kg) se calcula multiplicando el área trans- a través de un órgano. Se calcula restando la velocidad al
versa (cm2) de la vena porta por la PBFV media (cm/seg) final de la diástole de la velocidad sistólica pico y después
y dividiendo por el peso corporal (kg). Se sabe que comer dividiendo el resultado por la velocidad sistólica pico. La ve-
aumenta el flujo portal normal, mientras que el ejercicio y locidad sistólica pico media y el RI de la arteria hepática en
la postura vertical pueden disminuirlo. Estas consideraciones perros normales, en ayunas es de 1,5 ±0,4 m/seg y 0,68 ±
deberían tenerse en cuenta a la hora de interpretar la PBFV y 0,04, respectivamente.17
el PBF, pero todavía se desconoce cómo se aplican la magni- En personas, se cree que el RI es un indicador fiable de
tud y la variabilidad de estos efectos en los casos clínicos. Por resistencia vascular hepática, el cual no está afectado por la
lo tanto, es importante realizar una evaluación Doppler de la presión sanguínea.29 Sin embargo, el RI puede estar afectado
PBFV y el PBF de una manera consistente (p. ej., animales por la frecuencia cardíaca. Se observó que un aumento de
no sedados, antes de comer, en decúbito lateral o dorsal) para la frecuencia cardíaca disminuye el RI en las arterias renales,
reducir la variabilidad y proporcionar resultados con sentido. aunque el efecto era pequeño a menos que la frecuencia
El índice de congestión de la vena porta (CI, cm x seg) cardíaca sea marcadamente anormal.30 El RI arterial hepá-
es una medida de la resistencia vascular y puede aumentar tico se ha utilizado para evaluar las patologías que causan el
con cirrosis hepática y otras patologías hepáticas.18 El CI se aumento de la resistencia al flujo sanguíneo arterial hepático
determina dividiendo el área transversa de la vena porta (cm2) (RI aumentado) como la cirrosis.31-33 El RI también es útil
entre la velocidad media del flujo sanguíneo (cm/seg). El para detectar el aumento del flujo arterial hepático (RI dis-
CI para perros normales, no sedados, es aproximadamente minuido) en ciertos tipos de hepatitis viral34,35 y trombosis de
0,04 ± 0,015 cm x seg.18 Un segundo informe enumera el la vena portal.36 EL RI también se puede utilizar para evaluar
CI como 0,022 ± 0,01 cm x seg en perros que pesan hasta el pronóstico de los transplantes de hígado.37-39
10 kg, 0,039 ± 0,009 cm x seg en perros que pesan de 10,1 En los perros, la importancia de las medidas del RI arterial
a 20,0 kg, y 0,043 ± 0,009 cm x seg en perros de al menos hepático en los casos clínicos aún está por determinar. Dos pe-
20,1 kg.22 rros con fístulas arterioportales congénitas tenían un RI me-
CAPÍTULO 9 • Hígado 395

dio más bajo de lo normal, pero en tres perros con trombosis hematomas, abscesos, necrosis y neoplasia hepática primaria
de la vena porta y en dos perros con insuficiencia hepática o metastática. Está indicado hacer una biopsia hepática (o
adquirida, el RI era normal.17 El RI en los perros con comu- aspiración con aguja fina para una citología), pero el aspecto
nicaciones portosistémicas congénitas no se ha documentado, histológico puede no ser diagnóstico o difícil de distinguir
pero se ha visto que el flujo arterial hepático aumenta después de un adenoma hepatocelular o un carcinoma hepatocelular
de las comunicaciones portosistémicas de lado a lado creadas bien diferenciado.49 La neoplasia metastática habitualmente
experimentalmente.40 Por lo tanto, las determinaciones del RI puede descartarse basándose en los resultados de la biopsia.
arterial hepático pueden ser potencialmente útiles para diag- Por lo tanto, una biopsia hepática sirve principalmente para
nosticar comunicaciones portosistémicas congénitas o para la descartar una neoplasia u otras patologías, no para confirmar
evaluación seriada de los cambios en el flujo arterial hepático la hiperplasia nodular.
después de una intervención quirúrgica. Sin embargo, las dife- La ecografía armónica de contraste se ha demostrado pro-
rencias en el flujo sanguíneo hepático en perros de diferentes metedora para diferenciar los nódulos hepáticos benignos de
edades o razas pueden limitar la utilidad del procedimiento; los malignos.50 Todos los nódulos malignos eran hipoecogé-
por lo tanto está indicado realizar más estudios.17 nicos respecto al parénquima hepático en el momento álgido
de refuerzo de contraste, mientras que los nódulos benignos
eran isoecogénicos respecto al hígado normal de alrededor
PATOLOGÍA FOCAL O MULTIFOCAL con refuerzo de contraste.
El aspecto ecográfico de la hiperplasia nodular hepática
Las lesiones focales en el hígado de 5 mm o inferiores se pue- en el gato no se ha descrito de acuerdo a nuestro conoci-
den visualizar en el examen ecográfico, sobre todo cuando la miento. Sin embargo, las lesiones nodulares múltiples encon-
imagen está optimizada por la resolución espacial utilizando tradas durante la laparotomía exploratoria en un gato joven
frecuencias elevadas y parámetros adecuados del haz del foco. se evaluaron histopatológicamente y se vio que recordaban a
Sin embargo, el aspecto ecográfico de la patología focal no es la hiperplasia nodular focal en personas.51
específico, presentando una larga lista de posibles etiologías.
QUISTES
HIPERPLASIA NODULAR
Los quistes hepáticos habitualmente se detectan accidental-
La hiperplasia nodular tiene un aspecto variable y no se pue- mente. Sin embargo, los síntomas pueden estar presentes si
de diferenciar basándose sólo en la ecografía (Figuras 9-8 y la patología poliquística diseminada remplaza el parénquima
9-9). Puede ocurrir hasta en el 70% de los perros viejos,41 hepático, si hay compresión mecánica de una estructura vital,
pero no se detecta con esta frecuencia durante los exámenes o si el quiste se infecta de manera secundaria. Los quistes
ecográficos del hígado porque las lesiones con frecuencia hepáticos típicos se caracterizan por paredes delgadas y bien
son isoecogénicas respecto al parénquima hepático que las definidas, ausencia de ecos internos, bordes distales agudos,
rodea. La edad más precoz a la que se han detectado los zonas periféricas reflexivas y refractarias, y fuerte refuerzo
nódulos han sido 6 y 8 años en un grupo de 50 exámenes acústico distal52 (Figura 9-10A). Puede haber artefactos de
post-mortem consecutivos de perros, mientras que todos los reverberación en la porción proximal del quiste y no debería
perros mayores de 14 años tenían nódulos.41 Estas lesiones confundirse con una pared irregular o detritus interno. Los
benignas pueden tener un aspecto isoecogénico, hipoeco- quistes pueden ser congénitos o adquiridos y pueden ser so-
génico, moderadamente hiperecogénico, cavitario o en for- litarios (Figura 9-11C ver también Figura 9-10B y C) o múl-
ma de diana, o tener ecogenicidad mixta.42-47 Los patrones tiples (ver Figura 9-10A). Pueden afectar al parénquima o al
mixtos aparecen cuando hay sinusoides venosos dilatados, tracto biliar. Los quiste adquiridos (bilomas o pseudoquistes
necrosis central o hemorragia. Un estudio documentó que biliares) que se forman en el exterior del tracto biliar pueden
los hematomas pueden ocurrir en aproximadamente el 35% aparecer debido a un traumatismo o una patología inflama-
de los casos.48 Las lesiones diana tienen un borde hipoeco- toria, pero este diagnóstico requiere una historia compati-
génico con un centro isoecogénico o hiperecogénico (ver ble.53 Las estructuras de tipo quístico pueden originarse a
Figura 9-9A). Una lesión diana es un hallazgo infrecuente partir del trato biliar en los Cairn Terriers,54 West Highlang
con la hiperplasia nodular y se asocia más habitualmente a White Terrier,55 y otras razas.56-58 Los riñones deberían eva-
neoplasia.47 La experiencia clínica indica que la hiperplasia luarse siempre porque la patología renal poliquística puede
nodular puede tener un aspecto similar a algunas formas de acompañar a los quistes hepáticos tanto en el perro como
hepatopatía vascular y hematopoyesis extramedular. Cuando en el gato.54,55,57-61 El examen cuidadoso a veces sugiere la
la hiperplasia nodular es de gran tamaño, puede recordar a comunicación de la estructura de tipo quístico con el tracto
396 CAPÍTULO 9 • Hígado

AA BB

LIVER

CC
D
D

FF
EE

Figura 9-8. Hiperplasia nodular hepática, espectro de patrones en el perro. A,


Las lesiones (flechas) asociadas a la hiperplasia nodular focal pueden ser isoeco-
génicas y no visualizarse ecográficamente a menos que aparezcan como un nódulo
cerca del borde del hígado. Sin embargo, a veces tienen un aspecto más ecogénico
(B y C), menos ecogénico (D) o ecogenicidad mixta en comparación al parénquima
hepático de alrededor (E). F, Se ven grandes nódulos hepáticos de hiperplasia en
la sección transversa de un espécimen de un hígado de perro. Nótese la convexi-
dad moderada de la superficie hepática en asociación con los nódulos. G, Sección
macroscópica de un hígado de perro mostrando múltiples nódulos hiperplásicos
benignos, pequeños, difusos. (L) Hígado (F Cortesía del Dr. R. Fairley, Gribbles Vete-
rinary Pathology. En Zachary JF, McGavin MD: Pathologic basis of veterinary disea-
se 5ª edición, Elsevier, St Louis, 2012; G Cortesía del Vashington State University
College of Veterinary Medicine, Washington Animal Disease Diagnostic Laboratory,
G
G
Pullman, WA).

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