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REVISTA LITERARIA

NUESTRA PORTADA

“Goé pajari I (canto después de la muerte)”


©Walkala. Colombia
CONSEJO EDITORIAL. Editores: Ana Isabel Alvea Sánchez, Susana Báez Ayala, Lourdes
Bueno, Anabel Cornago, Judy García Allende, Puerto Gómez Corredera, Ángel González
Gónzález, José Gutiérrez-Llama, Pedro Herrero, Carlos Hidalgo Villalba, Elisa Luengo, María
Jesús Manzanares, Emilia Oliva, Christian Peytavy, Vilma Reyes Díaz, Valeria Tittarelli,
Montserrat Tomás García Fotografía: Adriana Toledo, Josep Vilaplana. Asistente
Editorial: Juan Pablo Varela Cordero. Colaboradores: Víctor Cázares Albarrán

EN SENTIDO FIGURADO. Año 3 Número 12. Octubre, 2010, es una publicación de José Gutiérrez-Llama.
Es una revista literaria de publicación mensual de difusión vía red de cómputo. Allende 215, Colonia
Clavería. C. P. 02080 México, D. F. Teléfono: 54.81.55.60. www.ensentidofigurado.com. Reservas de
Derechos al Uso Exclusivo No. 04–2007–062511400100–203. ISSN: 2007-0071. Esta publicación se
terminó de editar el 3 de Octubre de 2010.
Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la
publicación.
El contenido de los textos es responsabilidad del autor. EN SENTIDO FIGURADO los incluye en apoyo a
la libertad de expresión y el respeto a la pluralidad.
Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la
publicación sin previa autorización de EN SENTIDO FIGURADO.
La revista en su conjunto, así como cada página se consideran como una obra derivada protegida por
Derechos de Autor.
Publicación sin fines de lucro que no admite patrocinios y es sufragada con recursos propios.
Portada.- Ángel González González. Entrecuentos.- Montserrat Tomás García y Christian Peytavy. Entre
ensayos y tanteos.- Judy García Allende y Susana Báez Ayala. En pocas palabras.- Pedro Herrero y Valeria
Tittarelli. Palabra en verso.- Emilia Oliva, Puerto Gómez Corredera, Ana Isabel Alvea Sánchez y Ángel
González González. Cine desde el diván.- Carlos Hidalgo Villalba. Letras pequeñas.- Vilma Reyes. Para
escribir mejor.- Emilia Oliva. Teatro.- Lourdes Bueno. Traducciones.- Elisa Luengo. Pie de Foto.- Josep
Vilaplana. Recomendaciones literarias.- Judy García Allende y Susana Báez Ayala. Especiales del
mes/Conjuros contra la amnesia/Las buenas nuevas.- José Gutiérrez-Llama. Galería Fotográfica.- Josep
Vilaplana y Ángel González González. Galería de Imagen.- María Jesús Manzanares. Galería de Poesía
Visual.- Emilia Oliva y Puerto Gómez Corredera. Coordinación General.- José Gutiérrez-Llama.
Editada en: Alemania – Andorra – Argentina – España – EEUU – Francia – México – Puerto Rico
PROHIBIDA SU VENTA.
índice

Título Página

Especiales del mes:


1.- Entrevista a Jerónimo López Mozo – Lourdes Bueno…………………………….. 7
2.- Almandrade: El poeta vive en una cantera de obras – Miguel Moreno D.... 15
3.- En memoria de Luis Alfredo Duarte-Herrera – José Gutiérrez-Llama…..… 19
4.- Miradas inciertas (Pie de foto) – Juan Pablo Varela…..………………………….. 26

En pocas palabras (microrrelatos):


5.- Microrrelatos – Sandro Centurión……………………………………………………….. 27
6.- Cosas familiares – Patricia Nasello………………………………………………………. 28
7.- Decisiones – Daniel Sánchez Bonet……………………………………………………… 30
8.- El huésped – José Gutiérrez-Llama……………………………………………………… 31
9.- Toma Falsa – Pedro Herrero……………………………………………………………….. 32

Entre cuentos (relatos):


10.- Preludio – Emilia Oliva…………………………………………………………………….. 33
11.- El intercambio – Montserrat Tomás García…………………………………………. 36
12.- Sinfonía de órganos – Francisco Vaz………………………………………………….. 40

Entre ensayos y tanteos (ensayos):


13.- Amebas (historia de amor y de música) – Ángeles Prieto……………………… 46
14.- Las fronterizas-juarenses en las fronteras de la política de las identida-
des – Clara Eugenia Rojas…………………………………………………………………. 50
15.- Insomnio – José Gutiérrez-Llama………………………………………………………. 53
16.- Un hermano bastardo y otro legítimo – Sigfredo Rodríguez…………………. 55

Palabra en verso (poesía):


17.- El elegido – Eduardo Gómez……………………………………………………………… 57
18.- Pan para los hambrientos del mundo (poema visual) – Nel Amaro……….. 58
19.- Hay que saber – Catalina Zentner………………………………………………………. 59
20.- Vispoheads 79 (poema visual) – John Bennett……………………………………. 61
21.- Amanecer – Andrés Norman Castro A………………………………………………… 62
22.- Slide 1 (poema visual) – Sergio Monteiro de Almeida………………………….. 63
23.- Un pájaro visita en noviembre un patio de guzmanas – Ana Patricia
Santaella Pahlén………………………………………………………………………………. 64
24.- Si tú fueras la misma (poema visual) – Sergio Pinto Briones………………… 66
25.- Mi rostro apagado – Ángel González………………………………………………….. 67
26.- Sin título (poema visual) – Toni Prats………………………………………………… 68

Entremés (diversas secciones):


27.- Cine desde el diván – Carlos Hidalgo Villalba……………………………………… 69
28.- Letras pequeñas – Vilma Reyes Díaz / Judy García Allende…………………. 74
29.- Teatro – Lourdes Bueno
- María Galiana. El sueño de una noche de teatro – Jerónimo López
Mozo…………………………………………………………………………………………….. 82
30.- Traducciones – Elisa Luengo…………………………………………………………….. 92
31.- Pie de foto – Josep Vilaplana…………………………………………………………….. 97
32.- Video-arte – María Jesús Manzanares……………………………………………….. 98
índice

33.- Recomendaciones literarias – Judy García Allende / Susana Báez


- A propósito de tordos sobre lilas – Clara Eugenia Rojas Blanco………….. 99
- Una escritora capaz de unir mucho más que dos ríos – Judy García
Allende………………………………………………………………………………………….. 102
- Alegrías y remembranzas en los 50 años de Guajana – Judy García
Allende………………………………………………………………………………………….. 104
34.- Las buenas nuevas – José Gutiérrez-Llama………………………………………… 106

Galerías:
35.- Fotográfica – Muestra de Luis López………………………………………………….. 110
36.- Poesía visual - Muestra de Almandrade……………..………………………………. 113
AVISO IMPORTANTE

A últimas fechas y con una frecuencia y número mayor del esperado, recibimos
en nuestros correos invitaciones para presentaciones de libros, noticias acerca
del lanzamiento de nuevas publicaciones, convocatorias literarias, etc.

Desafortunadamente la periodicidad mensual de nuestra revista no siempre nos


permite estar a tiempo –como sería nuestra intención– para informar a nuestros
lectores respecto a estos acontecimientos.

Por tal motivo y con objeto de abrir un espacio acorde con el dinamismo del
“mundo literario”, a partir de ahora hemos abierto el foro “Rabiosa Actualidad”
donde daremos cuenta –en tiempo y forma– de estos sucesos.

La mecánica que hemos diseñado prevé dos opciones:

1.- Que nos envíes a nuestros correos la nota que deseas difundir entre nuestros
lectores y nuestros editores la montarán en el foro descrito. La nota puede
incluir una imagen en formato JPG (i.e. portada de un libro, cartel, etc.) o un
archivo en formato WORD o PDF (texto de convocatoria, bases, etc.)

2.- Que tú mismo montes en este foro la nota que pretendes difundir. Para
hacerlo simplemente necesitas registrarte previamente en nuestros foros, el
proceso es muy sencillo. De cualquier forma para cualquier ayuda técnica
quedamos atentos en el correo: en-corto@ensentidofigurado.com

Así que, desde ya, visita nuestros foros con la frecuencia que creas conveniente
para mantenerte informado a través de este nuevo canal de comunicación que
está a tu disposición (www.ensentidofigurado.com/phpBB3/)

Atentamente

En sentido figurado
Insistimos en que la belleza es capaz y
por ello publicamos…

Autores: Adriana Alonso, Julián Alonso, Ana I. Alvea Sánchez, Elena


Carmona, Tina Casanova, Anabel Cornago, Héctor Cediel, Carmen
Córdoba, Ginés S. Cutillas, Dante, Julio Díaz, Javier Díaz Guinot, Claudio
Duarte, Nélida G., Silvia Gallego, Sylvia García, Judy García Allende,
Rubén García García, José Gutiérrez-Llama, María del Carmen Guzmán,
Miguel Hernández Martín, Pedro Herrero, Carlos Hidalgo Villalba,
Lucrecia Ingignolli, Tita Joos, Porfirio Mamani Saucedo, María Jesús
Manzanares, Eva Mañana, Juan Antonio Marigil, Víctor Montoya, Ángel
Olgoso, Emilia Oliva, Jesús Ortega, Guillermo Ortíz, Plácido Ramírez,
Rolando Revagliatti, Vilma Reyes, MIckel Riggs, Julián Sánchez, Enrique
Sánchez Sotelo, José Manuel Solá, Valeria Tittarelli, Adriana Toledo,
Montserrat Tomás García, Karol Urien, Gloria Valdés-Bango A., Carmen
Amaralis Vega, Josep Vilaplana, Miguel Ángel Zapata y Lina Zerón.

EN CONGRUENCIA CON NUESTRO PROYECTO, TODAS LAS GANANCIAS


QUE GENEREN LAS VENTAS DEL LIBRO, SERÁN DONADAS A:

venta exclusiva en

www.bubok.com/libros/7548/Mar-de-por-medio
ENTREVISTA A JERÓNIMO LÓPEZ MOZO
Por: Lourdes Bueno

Jerónimo López Mozo es, como lo fue Lope de Vega en su época, un “monstruo
de la naturaleza”. Ha escrito más de cuarenta obras, tanto largas como cortas, y
un sinnúmero de artículos críticos sobre el teatro. Casi todas sus obras han sido
publicadas y representadas; varias de ellas también han sido traducidas a otros
idiomas, y no pocas premiadas. Ha obtenido, entre otros premios, el Nacional
de Literatura Dramática 1998, el Tirso de Molina, el Álvarez Quintero de la Real
Academia Española, el Castilla-La Mancha de Teatro, el Enrique Llovet, El
Hermanos Machado, el Fray Luis de León, el Carlos Arniches o el Ciudad de San
Sebastián. Además, ha recibido dos reconocimientos por su extensa producción
teatral: la Medalla de la ADE y el homenaje de la Muestra de Teatro Español de
Autores Contemporáneos. Y su carrera se encuentra todavía en pleno apogeo.

1.- Para no romper la “tradición”, quiero comenzar esta entrevista con la


pregunta que, a veces contestada, a veces no, puede ofrecer a los lectores de En
sentido figurado una imagen más íntima del personaje: ¿Quién es Jerónimo
López Mozo..., según Jerónimo López Mozo?

R.- Soy un autor de teatro que va camino de los sesenta y nueve años. Nací,
pues, en 1942, poco después de que concluyera la Guerra Civil. Mi nacimiento
tuvo lugar en Gerona, ciudad catalana a la que mi padre, telegrafista, había sido
destinado como represalia por haberse mantenido fiel a la derrotada República.
Allí viví hasta los cuatro años y otros cuatro en Quintanar de la Orden, pueblo
manchego al que mi padre fue trasladado. En 1950, nos instalamos en Madrid,
ciudad en la que he residido desde entonces. En ella nació, a edad temprana, mi
afición por la lectura. Devoraba todo lo que caía en mis manos. Basta saber que
alternaba las novelas de Julio Verne o de Emilio Salgari con las de escritores
como Pérez Galdós, Baroja, Blasco Ibáñez, Machado y otros muchos. A éstos
tenía acceso porque mi abuelo, empleado de la Institución Libre de Enseñanza,

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En sentido figurado – Revista literaria

rescató un estimable número de libros de la biblioteca cuando un grupo de


falangistas hizo una hoguera con ellos. Ese fue el germen de mi vocación de
escritor. Si me decanté por el teatro fue porque los primeros espectáculos que vi
me atraparon. Entre ellos, recuerdo La muerte de un viajante, de Miller, y Las
Meninas, de Buero. Empecé a frecuentar los camerinos en busca de autógrafos y
el conocimiento de la trastienda del teatro me fascinó, fascinación que aún hoy
sigue viva. De aquellos años, inicios de la década de los sesenta del pasado siglo,
son los primeros textos que escribí, historias inspiradas en las de otros
escritores. La muerte de Sócrates, a partir de los diálogos de Platón; El deicida,
de un relato de Curzio Malaparte; otra cuyo título no recuerdo, de Sin novedad
en el frente, de Remarque… Luego vendría el descubrimiento del teatro del
absurdo, a uno de cuyos autores, Ionesco, imité en la primera obra mía que
subió a los escenarios, Los novios o la teoría de los números combinatorios.
Una representación de Esperando a Godot a la que asistí por entonces y otra del
Living Theater titulada Paradise Now orientaron definitivamente mis pasos
hacia la vanguardia. Como curiosidad, diré que, cuando hice el bachillerato,
opté por estudiar ciencias en lugar de letras. Había razones para ello. Las
ciencias ofrecían mejores perspectivas laborales y, además, me gustaban las
matemáticas. La escritura era por entonces una afición a la que pensaba dedicar
mi tiempo libre. Está claro que me equivoqué, aunque no me arrepiento.

2.- Además de las más de cuarenta obras que te consolidan como una de las
figuras clave dentro de la dramaturgia española, tienes diversos artículos en los
que analizas la trayectoria del teatro español desde los años 60 hasta nuestros
días, de forma general, y la del tuyo propio, de manera más particular. Me llama
la atención tu visión tan lúcida y tu ojo crítico a la hora de diseccionar el teatro,
tanto propio como ajeno, en una época en la que la separación entre autores y
críticos parece estar muy clara. Como inciso, permíteme recordar cómo un
investigador como Francisco Gutiérrez Carbajo, en un reciente seminario de la
UNED, comentaba lo sorprendente de tu actuación al estar presente en todas las
ponencias que se ofrecían en dicho seminario en vez de aparecer sólo en la tuya,
como suele hacer el resto de ponentes invitados. ¿A qué se debe ese deseo tuyo
por adentrarse en el mundo de la crítica?

R.- No voy a valorar mi propia obra ni mi aportación al conocimiento del teatro


español, pues no es asunto de mi competencia, sino de los estudiosos del teatro,
a los que agradezco profundamente la atención que prestan al mío, incluyendo a
sus detractores. Dicho esto, he de añadir algo que me parece muy importante.
Yo me considero autor de teatro. Sólo eso. Las demás actividades que desarrollo
en ese terreno son un apéndice. Y ahora sí, respondo a tu pregunta. Todo tiene
un por qué. Cuando inicié mi actividad como dramaturgo, en pleno franquismo
y con la censura en todo su apogeo, era difícil estrenar y publicar. De mis obras
premiadas poco se sabía. Como mucho, el título y el nombre del autor. Sentí la
necesidad de escribir sobre ellas. Al principio lo hacía sobre su contenido y, más
adelante, sobre el proceso de escritura. Ese fue el primer paso. El siguiente llegó
como consecuencia de mi pertenencia al consejo de redacción de alguna revista
y a las invitaciones que empecé a recibir para participar en congresos, semina-

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rios y otros foros. Para atender esta demanda hube de redactar artículos,
conferencias y ponencias, tanto en torno a mi propia obra como sobre la
situación del teatro español en general. Entre los años 1995 y 1998 ocupé el
cargo de Secretario General de la Asociación de Autores de Teatro y el número
de invitaciones para participar en este tipo de actividades creció. Entendí que
muchas no eran personales, sino formuladas en razón de mi cargo. En tales
casos me parecía poco oportuno hablar de mí y mucho más razonable hacerlo de
mis colegas. De estas actividades, la más espinosa y quizás difícil de entender es
la de crítico. Me inicié en ella en los años 80 por no saber decir no a un amigo
que me propuso ejercerla en la prestigiosa revista Reseña. ¿Es compatible esa
tarea con mi condición de autor? Depende, es mi respuesta. No, si se ejerce de
forma profesional en un medio de gran difusión, en el que los juicios emitidos, si
son negativos, pueden causar perjuicio. Sí si, como es mi caso, soy yo el que
elige los espectáculos sobre los que quiere escribir, y la crítica, además de llegar
solamente a un público minoritario, suele aparecer cuando las obras han dejado
de representarse. Después de tanto tiempo de ejercerla, no me arrepiento.
Contribuyo, bien que modestamente, a la difusión de trabajos que me parecen
interesantes, algo que los profesionales de la escena agradecen. Y para mí es una
experiencia enriquecedora.

3.- En más de una ocasión has demostrado tu interés por las obras actuales
escritas por autores más jóvenes y el amplio conocimiento que tienes sobre
ellas. Frente a la indiferencia, el asombro o incluso el desprecio que
normalmente el escritor veterano demuestra por la escritura más reciente, tú, de
nuevo rara avis, te dedicas a leer, estudiar y observar los textos de autores que
están empezando a despuntar en el panorama teatral. Sin embargo, también te
quejas de que esta generación ha ignorado por completo a la que le precedía en
un afán por romper con el pasado, más que de encontrar nuevas fórmulas que
hicieran avanzar el teatro. ¿Por qué ese interés y preocupación por la
dramaturgia más actual?

R.- No hay que ignorar ni mucho menos despreciar a los jóvenes creadores.
Carecen de la experiencia de los mayores, pero, a cambio, no han tenido tiempo
de caer en la rutina. Hay que borrar la idea de que sólo se aprende de los
veteranos y de que, los nuevos, deben hacerlo de nosotros. Los conceptos de
maestro y alumno no deben aparecer ligados a la edad. Se aprende de quien
sabe, tenga los años que tenga. García Lorca contaba con poco más de treinta
cuando murió y ya era un genio. Hoy, a esa misma edad, todavía hay que cargar
con la etiqueta de joven promesa. Mi interés, no exclusivamente por la nueva
dramaturgia, sino, en general, por la surgida después de mi incorporación al
quehacer teatral tiene que ver con todo esto. Es evidente mi deuda con muchos
hombres de teatro que me han precedido. Podría mencionar una decena o más,
desde el citado Beckett a Tadeusz Kantor. Menos visible es la contraída con
algunos de los que han llegado después, pero existe, aunque me sería muy difícil
citar nombres concretos. Leyéndolos, he conocido, por poner un solo ejemplo,
nuevos lenguajes y formas de expresión surgidos de los cambios que ha
experimentado el mundo en materia de comunicación. Sin embargo, no es oro

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En sentido figurado – Revista literaria

todo lo que reluce. También hay aspectos negativos en el teatro más reciente. La
queja a la que te refieres tiene que ver con el convencimiento que tienen
bastantes autores de que sus obras son absolutamente originales y fruto
exclusivo de su talento. Presumen de no deber nada a nadie. Desprecian cuanto
han creado y crean los demás y lo malo es que lo hacen sin haberse tomado la
molestia de conocerlo. Demuestran una ignorancia supina, consecuencia de no
mirar más allá de su ombligo. Me irrita leer o ver piezas presentadas como
rupturistas que son calco de otras escritas en épocas anteriores. No lo puedo
evitar.

4.- Si volvemos, por un instante, la vista hacia atrás observamos una constante
sobre la que vuelves una y otra vez en tus trabajos, y es la gran injusticia sufrida,
tanto durante el franquismo como en democracia, por la generación del Nuevo
Teatro, generación “marcada” o “quemada” según tus palabras, en la que tú te
incluyes. Si pudieras volver al pasado y cambiar algo, ¿qué cambiarías?

R.- No cambiaría nada. No podría cambiar el régimen político que me tocó vivir
ni el modelo de transición a la democracia que tuvimos, ejemplar en muchos
aspectos, pero que hizo muy poco por recuperarnos para el tiempo de libertad
que se avecinaba. El Nuevo Teatro Español sufrió los rigores de la censura
franquista y el desprecio de quienes debieron recuperarlo en la democracia. No
lo hicieron porque, en su opinión, los que nos dimos a conocer durante la
dictadura no estábamos en condiciones de adaptarnos a la nueva situación. En
el hipotético caso de que me fuera posible volver atrás, haría lo mismo que hice,
pues escribir lo que escribí y combatir a mi manera contra aquel régimen
abominable, fue una decisión tomada libremente, de la que no me arrepiento.
Nunca caí en la tentación de renunciar a mi postura crítica o de practicar otra
escritura más “recomendable”, como hicieron otros. Si entonces no cedí, no creo
que lo hiciera si se me diera la oportunidad de rectificar.

5.- En varios momentos has confesado tu defensa a ultranza de la palabra, del


texto teatral como objeto literario, aunque admitas la convivencia con otros
“lenguajes” propios del teatro, entendido éste como representación escénica.
¿Qué te ha supuesto esta postura tan definida en una sociedad en la que, como
tú también apuntas, la palabra está perdiendo su valor ante la invasión de la
imagen?

R.- Hasta muy poco antes de que yo empezara a escribir, la palabra lo era todo
en el teatro. El autor era un dios. Pero el creciente protagonismo de los
directores, el progreso de los medios técnicos empleados en las puestas en
escena y otros elementos determinaron que la palabra perdiera peso, hasta el
punto de que algunos proponían su abolición. Yo no entendía que pudiera
existir un teatro sin palabras, pero, en parte, comprendía ese rechazo. Si el
teatro es una suma de artes, todas deben tener cabida en él, de modo que la
palabra debe convivir con otros lenguajes no verbales. Desde mi modesta
trinchera, luché por que así fuera, aunque con poco éxito, pues la palabra acabó
siendo arrinconada y estuvo a punto de desaparecer devorada por la imagen.

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Los autores de teatro de texto hemos vivido una larga travesía del desierto. Por
fortuna para nosotros y para el arte escénico, las cosas han cambiado. La
palabra ha recuperado buena parte de la importancia que tuvo. Ahora convive
con otros signos escénicos, lo que me parece no sólo justo, sino enriquecedor.
He de reconocer que me siento cómodo con el nuevo reparto.

6.- Y centrándonos ahora, más específicamente, en tus obras y teniendo en


cuenta, como mencioné con anterioridad, tu faceta de crítico, ¿cuáles son, desde
tu punto de vista, las claves o las características más sobresalientes de tu teatro?

R.- No me resulta fácil contestar a esta pregunta. No me siento capaz de


enjuiciar mi propia obra. Prefiero que lo hagan otros. Pero no voy a eludir la
respuesta. Desde el punto de vista formal, situaría mi teatro en el marco de las
vanguardias del pasado siglo. De todas he tomado algo y, de la fusión de esas
apropiaciones, ha nacido mi propia estética. En todo caso, siempre he
considerado que a cada obra le corresponde un molde concreto, de modo que no
me siento esclavo de un solo estilo. Quizás por ello, en los últimos años no he
tenido reparos en incorporar el realismo a mi escritura, a pesar de que siempre
lo he rechazado. La razón es que la temática abordada en piezas recientes así me
lo aconsejaba. Esto no significa que haya dejado a un lado mi vocación
experimental, que sigue muy viva. En cuanto a los contenidos, mi teatro ha sido
y es comprometido. Lo fue, en el plano político, cuando tocaba enfrentarse a la
dictadura y lo es también ahora. El hecho de que vivamos en democracia no es
razón para que abandonemos la denuncia de los excesos del poder, que se
producen con más frecuencia de la deseada. Un recorrido por mi obra pone de
manifiesto que, en general, abordo asuntos que interesan y preocupan a la
sociedad: la guerra y sus turbios negocios, el terrorismo, el maltrato femenino,
el racismo, el exilio, la inmigración…

7.- Varios estudiosos de tu teatro señalan un cambio (tal vez una ruptura) entre
tu producción más reciente y la que escribiste durante la dictadura. A pesar de
ello, tú te mantienes firme en la idea de que sigues fiel a tu estilo a lo largo de tu
trayectoria como escritor. ¿Cómo se compaginan esas dos interpretaciones, a
primera vista contradictorias?

R.- Ya he respondido en parte a la pregunta. Puedo añadir que, en contra de


esas interpretaciones a las que aludes, desde mi punto de vista, en mi teatro no
se ha producido ningún cambio sustancial ni mucho menos ruptura. Todo lo
más, una evolución en función de mis necesidades expresivas. Quizás la
incorporación más llamativa sea la del realismo, pero, incluso en este caso, he
procurado que fuera compatible con ese teatro experimental al que no tengo la
más mínima intención de renunciar.

8.- Qué escritores, españoles o foráneos, clásicos o contemporáneos, han dejado


una huella más profunda y consciente en tus obras?

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En sentido figurado – Revista literaria

R.- Muchos, muchísimos. Entre los clásicos, Shakespeare y Cervantes. De los


que conocí en mis primeros años, me vienen a la memoria, Artaud, Brecht, Peter
Weiss y Samuel Beckett. Más recientemente, Tadeusz Kantor se convirtió en un
modelo a seguir. Entre los españoles, Valle Inclán, el García Lorca surrealista,
Alfonso Sastre y el Buero de Las meninas, Un soñador para un pueblo y El
concierto de San Ovidio. Hay otros nombres cuya huella no ha sido tan
profunda, pero a los que en algún momento me he sentido próximo. Entre los
extranjeros, Genet, y, entre los españoles, Gómez de la Serna, Brossa. También
debería mencionar a algunos profesionales de la escena que no son escritores,
como Julian Beck y Judith Malina, ambos fundadores del Living Theater, y
Peter Brook.

9.- De todos los numerosos premios que has conseguido, tanto por textos
individuales como por todo el conjunto de tu obra, ¿cuál es el que recuerdas con
más cariño y por qué?

R.- El primero, el Sitges, que gané en 1968 con Moncho y Mimí. El jurado no
votaba sobre el texto leído, sino sobre el representado. El fallo se hizo público en el
curso de una cena y nunca he olvidado la emoción que sentí cuando oí mi nombre.
Luego he recibido otros, algunos seguramente más importantes, pero aquella
sensación no se ha repetido.

10.- En un artículo que escribiste, a propósito de Ahlán, sobre la inmigración


decías: “No creo que el teatro deba proponer soluciones a los problemas del ser
humano. Mucho menos actuar sobre la conciencia de los espectadores para
estimular el afloramiento de sus sentimientos humanitarios”. Según esta
afirmación, ¿cuál sería el objetivo de obras tuyas que tratan de la violencia
doméstica, el terrorismo, la inmigración y otros temas de gran impacto en nuestra
sociedad contemporánea?

R.- En general, no me gusta resolver los finales de mis obras, sino dejarlos
abiertos para que el lector o el espectador pueda formular sus propias
conclusiones. El autor tiene su opinión sobre lo que sucede en el escenario, pero
no está en posesión de la verdad y, por tanto, no debe imponer la suya. Tampoco
adoctrinar, predicar o añadir moralejas. Casi siempre hay varios finales posibles y
eso es bueno, porque propician el debate. Es lo que ha sucedido con Ella se va, por
poner un ejemplo reciente. Para algunos espectadores, la verdadera víctima es el
maltratador de la protagonista, señal evidente de que las cosas no son, como
parece a primera vista, blancas blancas o negras negras.

11.- Si nos centramos en el texto que se publica en este número de En sentido


figurado, cuéntanos cómo se originó este proyecto y, sobre todo, la relación que
estableciste con María Galiana durante el proceso de gestación de la obra.

R.- Cuando escribí la obra, yo era miembro del consejo de lectura del Centro
Dramático Nacional, cuya sede estaba en el Teatro María Guerrero. Su director,
Juan Carlos Pérez de la Fuente, había convertido la cafetería en una sala de poco

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aforo para ofrecer piezas de pequeño formato. Para su inauguración programó
un ciclo de monólogos en los que sus intérpretes debían hablar de ellos mismos.
De ahí que el ciclo fuera bautizado con el nombre de “Confidencias”. Algunos
redactaron su texto, pero otros prefirieron que alguien se los escribiera. Yo
recibí el encargo de ocuparme del de María Galiana, actriz de la que sabía poco.
Había visto la película Solas y algún capítulo de la serie televisiva Cuéntame, de
enorme éxito, en la que hacía el papel de madre de la protagonista. Gozaba de
tal popularidad entre los miles de teleespectadores seguidores del programa que
se la conocía como “la abuela de España”. Acordamos mantener un breve
encuentro en el despacho del director para conocernos y establecer el calendario
de las conversaciones que deberíamos mantener para que yo dispusiera del
material necesario para escribir el texto. Estaba previsto que aquellas
conversaciones fueran grabadas. Pues bien, tras aquella primera cita, que no fue
tan breve, pues se prolongó durante bastantes horas, llegué a la conclusión de
que podíamos prescindir de los demás encuentros. Sabía de María Galiana
cuanto necesitaba saber y, sobre todo, de sus palabras deduje que su gran
frustración era haber triunfado en el cine y la televisión y no haberlo hecho en el
teatro, su gran y verdadera pasión. Sobre eso versaría la obra y de ahí el título de
El sueño de una noche de teatro. No tardé mucho en escribirla y cuando nos
reunimos de nuevo para leer el texto, no quiso que lo hiciera yo. Lo hizo ella.
Cuando concluyó, estaba emocionada. Yo también., porque le había gustado y
no había formulado ni un solo reparo.

12.- Cuando pienso en el juego de espejos tan interesante que se crea entre la
actriz que representa el personaje y el personaje que “representa” a la actriz,
recuerdo unos comentarios de David Hare a propósito de su obra Vía Dolorosa,
recientemente publicada en Primer Acto. Hare comentaba la reacción positiva
del público ante el hecho de que fuera el propio dramaturgo también actor de su
obra, porque, según Hare, el contenido se hacía más creíble. ¿Sucedió algo
similar con la representación de María Galiana. El sueño de una noche de
teatro?

R.- No he leído todavía la obra de Hare ni conozco su comentario, pero estoy de


acuerdo con él. Cuando la actriz y el personaje que interpreta se funden y
confunden, la idea de ficción desaparece. Por eso es creíble. Y en este caso
concreto más aún, porque estoy convencido de que buena parte del público, esa
que no suele leer el programa de mano, ignoraba que existía un intermediario
entre él y la actriz que se confesaba. Se diría que estaba improvisando su
discurso, que no lo había memorizado previamente.

13.- ¿Qué te ha supuesto, como escritor, esta experiencia de escribir una obra de
encargo sobre una persona específica y que esa misma persona la represente en
escena? ¿Volverías a repetirla?

R.- Ha sido un ejercicio interesante de cuyo resultado me siento satisfecho. La


experiencia tiene algo de juego y el teatro, en el fondo, es juego. Con éste he
disfrutado, así que no tendría el menor inconveniente en repetirlo, siempre,

13
En sentido figurado – Revista literaria

claro está, que entre autor e intérprete se diera eso que ahora se llama “buena
química”.

14.- Para finalizar, con un buen sabor de boca, esta entrevista, me gustaría que
nos hablaras un poco de tus proyectos futuros a corto o largo plazo: ¿alguna
obra nueva en marcha? ¿participación en Congresos o Seminarios? ¿tal vez
algún tipo de actividad docente o didáctica sobre el teatro?

R.- Hoy me siento contento. Dentro de unas horas se estará representando en


Nueva York, en el Gene Frankel Theatre, mi obra La diva, interpretada por Ana
Asensio, actriz que ya la había representado hace dos años en Madrid. Por otra
parte, estoy dando los últimos retoques a una obra titulada La bella durmiente,
en cuya escritura me embarqué por “culpa” tuya. En febrero del año pasado,
cuando nos conocimos en Boston, me invitaste a participar en un proyecto cuyo
punto de partida eran los cuentos infantiles. En el viaje de regreso a Madrid di
bastantes vueltas al asunto sin que se me ocurriera nada que encajara con tu
propuesta. Pero poco después surgiría la idea de esta bella durmiente un tanto
extraña y destinada a un público adulto, cuya escritura me ha ocupado año y
medio. Al margen de mi actividad creativa, preparo artículos para distintas
publicaciones, una conferencia que he de dar en la Universidad de Rabat y poco
más.

La diva se representó el pasado septiembre en Nueva York como un paso más


(que no el primero ni el último) en la sólida y espléndida trayectoria
dramática de nuestro autor. Su buen estado de salud, su extraordinaria
energía y su lúcida cabeza nos auguran todavía muchas obras que podremos
disfrutar leyendo o viendo sobre un escenario.

Con toda seguridad, Jerónimo López Mozo, como Lope, dejará una huella
indeleble en la historia del teatro español, en particular, y de la literatura, en
general.

©Derechos Reservados

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Estimado lector,

A fin de contextuar debidamente la muestra de poesía visual de Almandrade que


te presentamos en nuestra Galería, abajo te acompañamos la entrevista que
realizara Miguel Moreno D., a este estupendo artista.

Esperamos sea de tu agrado.

José Gutiérrez-Llama
Editor

ALMANDRADE: “EL POETA VIVE EN UNA CANTERA DE OBRAS”


Por: Miguel Moreno D.
Entrevista publicada en: http://www.poesias.cl/reportaje_almandrade.htm

El nombre Almandrade -en realidad el artista se llama Antonio Luiz M.


Andrade- está asociado a una singular estrategia dentro de lo que se llama arte
contemporáneo. El artista plástico, poeta y arquitecto ha producido una obra
que se encamina hacia una estética minimalista, hacia una poética que se
expresa utilizando un vocabulario mínimo, ya sea pictórico o lingüístico.

Almandrade es uno de los principales nombres de la poesía visual de Brasil de


los años 70.

Según Nicolás Bernard, la ciudad de Bahía, en Brasil, tiene sus supersticiones y


sus sorpresas culturales, entre ellas Joao Gilberto, Dorival Caymmi y Glauber
Rocha y por qué no, se pregunta, Almandrade. En definitiva, un artista que
viene sorprendiendo desde hace treinta años con el rigor, la sutileza y la

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En sentido figurado – Revista literaria

coherencia de trabajar con distintos soportes seguido por una tradición de un


saber singular.

1.- El poeta es el cuidador de la memoria. Usted ha dicho que existe una forma
de saber perdida o despreciada que el poeta se encarga de recuperar. ¿Cómo ve
la salud de la poesía en Brasil?

R.- Parece que la poesía ha vuelto a ser parte de la ciudad estos últimos años en
Brasil. Tardes, recitales, debates, publicaciones se van expandiendo y ocupando
pequeños espacios en los centros urbanos, barras, cafés, bibliotecas. Páginas en
Internet. Pero ¿una ilustración de la crisis de la lengua, del pensamiento y de la
ciudadanía? A fin de cuentas, la poesía pasó a ser todo lo que alguien escribe
movido por una "inspiración", una rebelión, una pasión, un discurso libre y
aleatorio, como: la frase de la mesa del bar, el billete de la novia, el discurso de
protesta, etc. El poeta que ya se fue de la ciudad, vuelve al escenario urbano en
la condición de síntoma de la gran ciudad. En un tiempo caracterizado por la
desaparición de lo duradero, la rápida transmutación de los valores, sin
tradición poética, la poesía vuelve como un lugar de experiencias
contradictorias, para atender una necesidad de ocio y una diversión, incluida
una voluntad de saber.

2.- ¿Cuál es su relación con la obra del grupo de trabajo compuesto por Haroldo
de Campos, Décio Pignatari y Augusto de Campos?

R.- Pertenezco a una generación que apareció en los años 70, al final de las
vanguardias. El contacto con la poesía concreta, el poema proceso fue
fundamental para el desarrollo de mi trabajo no solamente poético sino también
visual. Realicé innumerables poemas visuales. Me convertí en amigo de Décio
Pignatari que escribió un texto sobre mis pinturas y mis objetos.

3.- La poesía concreta es un movimiento fuerte y de gran impacto


latinoamericano y mundial, ¿Existen hoy otras corrientes literarias en Brasil de
la importancia de este movimiento? ¿Qué hay con las nuevas generaciones?

R.- La poesía concreta es producto de un momento histórico de Brasil. Formó


parte de nuestras primeras manifestaciones definitivamente modernas. No hay
otro movimiento ni es más posible, como ya no es posible una vanguardia.
Existen los poetas independientes de los movimientos.

4.- ¿Es más importante el significante (el signo de la palabra como tal) que el
significado?

R.- En la poesía el significante no es más importante que el significado. Sucede


que la poesía es un hacer sobre el lenguaje, una experiencia con éste. En la
poesía visual hay un enfoque de las artes gráficas y un alejamiento de la
literatura, a mi entender, la forma (el significante) pasó a ser la esencia de la
poesía.

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5.- ¿Hasta qué punto el uso del lenguaje llevado al minimalismo, a la expresión
de la forma o del signo, es un vehículo de comunicación eficaz para la gente? ¿o
es privilegio del grupo de intelectuales?

R.- La función del arte no es ser un vehículo de comunicación, aunque también


funcione como tal. El arte es una forma de intervención, de provocación con el
lenguaje. Para Cézanne, un cuadro no representa nada. Es eso que percibimos,
su sentido no es aquello que se transforma en idea, en palabra; es lo que es antes
de ser encuadrado en cualquier tema o teoría. Es algo que toca en determinado
punto la sensibilidad del observador. Sólo se tiene acceso al arte a partir de la
propia obra, a través de un contacto directo con ella, un proceso vinculado a la
experiencia y al pensamiento. Mirar una obra de arte es adquirir una sabiduría y
un estilo de ver.

6.- Según su opinión ¿Para qué sirve la poesía?

R.- La poesía es una forma de relación del hombre con el mundo, diferente de la
ciencia y de la filosofía. La poesía es un conocimiento alejado de la razón
tecnócrata que regula a la sociedad contemporánea, hoy día, el hombre se
enfrenta con otros tipos de lenguajes, otros conocimientos, que dejó de lado el
hábito de la lectura, principalmente la lectura de poesías. Delante de la
informática, de la música popular, del discurso político, no hay lugar para la
poesía (lamentable).

7.- ¿Con que artistas chilenos siente usted algún nivel de cercanía por sus obras?

R.- Conozco muy poco de los artistas chilenos. Estamos aislados aquí en
América Latina. Tengo interés en conocer más sobre el arte chileno. He tomado
más conocimiento por Internet.

8.- Tiene tribuna abierta para decir lo que desee.

R.- El poeta vive en una cantera de obras. La musa, el acaso, la razón, el


sentimiento, los pensamientos abstractos son materias primas para su poesía. Él
produce a partir de la lectura de textos ajenos, articulando ideas y cosiendo el
lenguaje. La poesía es un trabajo que exige de quien hace una cantidad de
reflexiones, de decisiones, de elecciones y combinaciones. Las lecturas y las
experiencias modifican la escritura, las palabras no son completamente
espontáneas, como en las pinturas de un Pollock, hay un trabajo y un cálculo de
la escritura. El lenguaje poético difiere del que utilizamos para la comunicación
diaria. Cada poeta lo explora en la búsqueda de un acontecimiento inesperado,
de una experiencia singular. La lengua cotidiana desaparece al ser vivida, es
substituida por un sentido. La poesía no, se hace expresamente para renacer de
sus cenizas y venir a ser indefinidamente lo que acabó de ser.

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En sentido figurado – Revista literaria

Imagen:
Almandrade en: www.google.com.mx

Links a sitios con artículos sobre Almandrade y su obra.


www.expoart.com.br/almandrade
http://www.imperios.com/monse/escultor/almandrade/almandrade.
http://www.palavreiros.hpg.ig.com.br/criticaliteraria_entrevistacomalmandrade.htm
http://www.sobresites.com/poesia/poeta/almandrade.htm
http://www.livrariasoletrando.com.br/Arsclara/Artecontemporanea/artecont-p.htm

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EN MEMORIA DE LUIS ALFREDO DUARTE-HERRERA
Hace unos días nos enteramos del lamentable fallecimiento del Dr. Luis Alfredo
Duarte-Herrera, quien fuera fundador de YAGE (Asociación Pro-Arte, Ciencia y
Cultura Latinoamericanos en Austria) y un activo y entusiasta impulsor de la
creatividad del continente que le vio nacer. A través de innumerables proyectos
dentro de los que destacan el “Magazín Cultural Latinoamericano XICóATL
(Estrella errante)”, “Puentes culturales” y el programa radial “Poesía y música
latinoamericana”, Luis Alfredo realizó concursos literarios, pictóricos y
fotográficos, y consiguió que multitud de artistas latinoamericanos expusieran
su talento en Alemania, Suiza y Austria; país donde residía desde 1989.
A Luis Alfredo nos unió, fundamentalmente, su capacidad para establecer
vínculos de cooperación con todas aquellas organizaciones que de alguna forma
difundimos un arte que tiene en común el lenguaje, y dentro de este contexto
recientemente nos había hecho el honor de invitarnos a participar como parte
del jurado en el “V Certamen Literario XICóATL”.
He de decir que bajo el pseudónimo de Walkala, Luis Alfredo fue un lúcido y
habilidoso pintor y por ello, a manera de homenaje, a continuación presentamos
una muy breve muestra de su arte y un fragmento de la nota “Se nos fue el
constructor de puentes”, publicada en “Radiofabrik” y traducida por nuestros
colegas de la revista “Aurora Boreal”, el día posterior a su muerte.
José Gutiérrez-Llama
Editor
Imagen: “Tus manos”, de Luis Alfredo Duarte Herrera
De su última exposición “El maravilloso e interminable sendero de tu cuerpo.
http://galeria.walkala.eu/v/der_pfad_deines_koerpers/003_tus_manos.jpg.html

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En sentido figurado – Revista literaria

SE NOS FUE EL CONSTRUCTOR DE PUENTES


Por: Georg Von Wimmer

Salzburgo, 28 de Agosto de 2010.- Hoy lloramos la muerte de Luis Alfredo


Duarte-Herrera. Nuestro querido colaborador y amigo falleció el día de ayer,
luego de sufrir un accidente de bicicleta que le ocasionó lesiones graves en la
cabeza y le provocó un coma que se prolongó durante seis semanas.

A través de los últimos diez años, Luis Alfredo realizó su programa “Lyrik und
Musik aus Lateinamerika (Poesía y música de América Latina)”, como una
emisión fija dentro de nuestra barra de programación en “Radiofabrik”.

Luis Alfredo nació el 1 de noviembre de 1958 en Colombia, estudió Derecho y


Ciencias Sociales, y aunque su profesión era la abogacía, su amor era el arte.
Vivió en Austria desde 1989. Desde entonces se vio como un puente entre las
culturas. Bajo el seudónimo de Walkala se le conoció como pintor y poeta, pero
la música contemporánea fue su principal pasión.

Gracias a él, muchos creadores latinoamericanos vivieron su debut en Austria,


no sólo en la radio sino también en el escenario. Como constructor de puentes
sabía que lo que más necesitan los artistas es el reconocimiento. Luis Alfredo
construyó muchos vínculos y organizó concursos internacionales para
compositores, poetas y fotógrafos, y siempre buscó que los ganadores de estos
concursos pudieran llegar hasta Salzburgo.

En este lugar, Walkala expuso por primera vez sus dibujos en tinta. Luego
vinieron otras exposiciones en Alemania y Suiza. La última, bajo el título “El
maravilloso e interminable sendero de tu cuerpo”, tuvo lugar en julio de este
año en el “Artforum”. En 1993 fundó YAGE, la Asociación Latinoamericana de
Arte, Ciencia y Cultura y además fue el portavoz de la revista cultural
“XICÓATL, Estrella errante", en tres idiomas.

En Salzburgo no sólo disfrutó de la vida cultural y de sus muchos amigos sino


que gozó de diversas actividades deportivas. Luis Alfredo fue un hombre
fascinante. En los diez años de nuestra colaboración, conocimos siempre a una
persona positiva que nunca estuvo de mal humor o irritada. Increíble que
alguien pueda ser así, pero él era un enamorado de la vida y por ello nos duele
tanto su pérdida.

Traducción libre:
©Aurora Boreal.
http://www.auroraboreal.net
©Texto original e imagen, en la página digital de “Radiofabrik”.
http://www.radiofabrik.at/home/home-news-einzelansicht/article/luis-alfredo-duarte-herrera-
1958-2010-1.html

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Concierto para computador y orquesta para Rodolfo Coelho de Souza
©Walkala

El oro para Mesías Maiguashca


©Walkala

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En sentido figurado – Revista literaria

El otro amanecer para Fernando Maglia


©Walkala

Fortaleza y aves
©Walkala

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Huellas 1 para Martin Matalon
©Walkala

La danza no conoce fin


©Walkala

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En sentido figurado – Revista literaria

Los cuatro elementos: agua


©Walkala

Misa murucuyá para Rolando Cori


©Walkala

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Sendas lunares para Javier Parrado
©Walkala

Wenu-mapu, la región celeste del cielo para Ramón Gorigoitia


©Walkala

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En sentido figurado – Revista literaria

ESPECIAL PIE DE FOTO

MIRADA INCIERTA

Sin darse cuenta siquiera, una vez más caminó por esas calles llenas de
recuerdos distantes, recuerdos en los que nunca había reparado. Esta vez fue
distinto, las fachadas de las viviendas desfilaron por su mente con fantástica
sincronía de formas y de colores; de pronto tuvo la certeza de haber estado antes
en ese sitio. Sin saber realmente por qué, se dirigió a la casa blanca de la
esquina; la del pequeño balcón adornado con una que otra planta a medio
morir, y que reconoció de golpe. Entró. Ahí la luz era intensa y le impedía
distinguir con claridad los objetos y ubicarlos en la memoria, aún cuando el
entorno mantenía un ambiente familiar que la inquietaba. Cuando llegó a la
alcoba y lo encontró en la cama, entre borracho y dormido, los recuerdos al fin
fluyeron como un alud inagotable de sombras. Aturdida salió en silencio. Sabía
que hay cosas que es mejor diluir entre la luz y el olvido.

Aquel día cegó sus ojos y nunca más regresó.

Juan Pablo Varela


México, 2010
Derechos reservados

Imagen:
©“Mirada incierta”, de Rosaura Serrano Sierra. España, 2010

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REGALO DEL DÍA DEL NIÑO
- ¡Gracias papá! es lo que siempre quise, un amigo imaginario.

VASO MEDIO LLENO


Murió, ahogado en un vaso de agua. Se confió en que estaba medio vacío.

LOS CUENTITOS DE SHEHEREZADE


- ¿Qué desea mi señor?
- Cuéntame una historia, dulce Scheherezade.
- ¿Otra vez? pero mi señor no desea mejor verme danzar desnuda.
- No. Anda mujer. Dame el gusto y cuéntame uno de tus cuentitos. Ése donde
conoces a un genio moreno, enorme y musculoso.

CUENTA REGRESIVA
- 5 pum.
- 4 pum.
- 3 pum.
- 2 pum.
- (pum).
- La ruleta rusa es mi juego favorito ¿quién sigue?
Sandro Centurión
Argentina, 2010
©Derechos reservados

Imagen:
www.google.com

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En sentido figurado – Revista literaria

COSAS FAMILIARES

Los Hombres Invisibles tenían mucho territorio para elegir, sin embargo
escogieron un pozo y en el fondo de ese pozo abrieron calles y cuando cada calle
tuvo su vereda y cada vereda sus jacarandaes, sus paraísos y sus lapachos,
declararon fundada la ciudad que llegó a ser próspera, con casa de altos estudios
y de trabajo frenético, una ciudad cuya pujanza llevó a sus habitantes a moverse
con ritmo propio.

En la ciudad de los Hombres Invisibles los ruidos chocaban contra las paredes,
agigantándose, y las alimañas corrían en círculo siguiendo el rastro viscoso que
otra había dejado luego de picar o morder, rabiosa, porque no encontraba la
salida, y en los días de calor, un viento ardiente confundía el sabor de los
alimentos y desdibujaba el contorno de los objetos volviendo extrañas las cosas
familiares.

Una siesta de verano, la ciudad entera pareció extraña, y por extraña, enemiga.
Los Hombres Invisibles la atacaron.

El hombre descubre asombrado que en la base de la barranca, entre las copas de


los árboles, se divisan algunas ruinas. Intenta fotografiarlas pero pisa mal y
desde el borde donde está parado cae rodando hacia el fondo. Algo le impide
volver a incorporarse de modo que se arrastra hasta apoyar la espalda contra el
tronco de un lapacho. Cree que está solo, grita de dolor.

Los Hombres Invisibles lo miran con furia: odian los ruidos. Y desde hace
mucho tiempo eligieron olvidar, ya nadie recuerda la Universidad ni las
fábricas, ni aquel ritmo, ni el motivo del odio. Sólo el hambre los mantiene
unidos.

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Para resolverlo organizan interminables partidas de caza girando alrededor del
único territorio que conocen. El jefe de la partida calcula que ese ser ruidoso que
tiene enfrente es buena presa, ha de valer por cuarenta ratas gordas.

Patricia Nasello
Córdoba (Argentina), 2010
©Derechos reservados

Imagen:
©Pedro Herrero, Barcelona (España), 2010

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En sentido figurado – Revista literaria

DECISIONES

Leocadio nunca decidió venir a este mundo aquella madrugada de septiembre.


La comunión la tomó porque así lo marcaba la tradición familiar. Sus
sobresalientes en la escuela llenaron durante mucho tiempo el orgullo
maltrecho de su padre. Su primer y único amor, Lucía, le traía en mente una
foto en blanco y negro de su madre. Su boda, fue el día más importante para sus
familiares más cercanos. De su trabajo, siempre le dijeron que dignificaría su
alma. La hipoteca logró por fin pagarla después de 35 años…

Una noche, Leocadio apareció colgado de una cuerda en la cocina de su


apartamento recién costeado. Ese mismo día, nadie supo a dónde se dirigía, ni
siquiera sus padres.

La longitud y grosor de la cuerda las eligió él mismo.

Daniel Sánchez Bonet


Castellón de la Plana (España), 2010
©Derechos reservados

Imagen:
www.google.com

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EL HUÉSPED

“Cualquiera puede dominar un sufrimiento, excepto el que lo siente.”


– William Shakespeare –

Nunca concedió mayor importancia al desasosiego que le provocaba dejar un


cuarto de hotel en el que se había hospedado durante varios días, pese a que la
sensación de olvidar algún bien preciado, en el vientre de aquella habitación a la
que no regresaría, se había acrecentado con el correr de los años y el ritual de
salida (por llamarlo de algún modo) había derivado en revisiones cada vez más
exhaustivas y escrupulosas. Marcharse y cerrar la puerta perfilaba un camino
sin retorno que oprimía sus pulmones hasta amoratar uñas y labios. Bien
recordaba un sinnúmero de ocasiones en que previo a cruzar los linderos del
dormitorio, realizó nuevas inspecciones para cerciorarse que su negligencia o
torpeza (como quiera definirse) no abandonaban algo importante en aquel sitio.
Aún así, la desazón se extendía hasta que la distancia entre el hotel y su persona
se revelaba insalvable. Nunca imaginó que el inquieto temperamento que le
apremiaba a registrar pertinazmente las desoladas gavetas, el mobiliario del
baño, por debajo de la cama o entre las sábanas, tuviera trascendencia. Nunca,
hasta esta noche que lidia con todas las manías que olvidó el último huésped.

José Gutiérrez-Llama
México, 2010
©Derechos reservados

Imagen:
http://pepepereza.blogspot.com/2009/10/despedida.html

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En sentido figurado – Revista literaria

TOMA FALSA
Al visionar la secuencia en que la joven protagonista de la película es atacada de
manera salvaje por una pandilla de malhechores, el director se percata de que el
vestido de la chica se ha subido un poco más de la cuenta, dejando al
descubierto un sugestivo detalle de su ropa interior. Tras verla de nuevo, le
parece que se trata de una imagen fugaz e intrascendente, casi subliminal, que
seguramente pasará inadvertida en el contexto de una escena que no persigue
ese tipo de exhibiciones.
No obstante, el director vuelve a ver la secuencia en compañía del operador de
cámara y del jefe de fotografía, teniendo en cuenta sobre todo la voluntad de la
actriz -claramente estipulada en su contrato- de no incluir desnudos ni
imágenes provocativas en la historia. También convoca al guionista y al jefe de
vestuario para que aporten su punto de vista. Y ante la falta de consenso, se les
unen el productor asociado y el productor ejecutivo, cuya opinión como
responsables financieros se estima de vital importancia. El debate, llevado a
cabo en la oscuridad de una pequeña sala de proyecciones, resulta intenso y
contradictorio, y obliga a contemplar la toma en cuestión varias veces más,
primero a cámara lenta y luego deteniéndola en el momento crítico, con el fin de
centrar el tema y facilitar la exposición de los argumentos. Al final, sin otra
opción que ponerse de acuerdo sobre la dichosa secuencia, todos acaban
admitiendo que no habrá más remedio que repetirla.
Pedro Herrero
Barcelona (España), 2010
©Derechos reservados

Imagen:
©Pedro Herrero, Barcelona (España), 2010

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PRELUDIO

Era febrero. Las crisálidas, en sus corsés de primavera, devanaban ya con


impaciencia los primeros sueños antes de eclosionar. En las calles, las luces del
carnaval brillaban como luciérnagas. Los turistas se reagrupaban por los
rincones de las callejuelas como flores exóticas abiertas antes de tiempo. Los
fuegos artificiales no habían estallado todavía, pero el recuerdo de pólvora
quemada se despertaba en el estallido de los petardos bajo los soportales de la
plaza y, a través de las alcantarillas, alcanzaba el espíritu tumefacto de la ciudad
dormido todavía bajo las nieves del invierno. Capullos de luz renacían tejidos en
secreto por las arañas metálicas suspendidas por las avenidas. La ciudad se
desperezaba tras el letargo invernal; los gestos ordinarios revestidos ahora con
una mezcla de frenesí y de expectativas. Ligera de ropa y nieblas, desbordaba
sus calles una multitud enfebrecida.

Desde la ventana, miraba sin hacer nada, sin esperar nada. Al otro lado del
cristal quedaba todavía un aliento de día, pero el hálito de la noche empañaba
ya las montañas; la carne de las horas se desgarraba en la aguja de la catedral y
dejaba hilachas sanguinolentas asomándose desde tejados y terrazas. Fuera de
la ciudad, el mundo era tomado de improviso y el silencio germinaba, nota
indefinida y fúnebre que precedía el estrépito de las bandas. Siempre en la
ventana, el hombre acechaba este preludio de orgía que llegaba a la plaza en el
momento mismo en que el estallido de los petardos resonaba en lo más
profundo de las entrañas. Un perfume olvidado de vida después de la muerte
brotaba de los primeros acordes que salían de la carpa, atrayendo a la multitud

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En sentido figurado – Revista literaria

como a polillas. Un único temblor hacía vibrar los cuerpos, se propagaba por el
suelo hasta los cimientos y transmitía un oscuro deseo de renacimiento. Él
también, sin máscara, había entrado mecánicamente en el carnaval como quien
cree que los caminos no llevan a ninguna parte.

—Ven, baila conmigo

Un ser anónimo en medio de la multitud, le abrazaba. Una mujer cubierta con


una túnica griega, completamente vestida de negro, la cara velada. El hombre se
deshacía del abrazo blando de los brazos que le envolvían a la vez que intentaba
penetrar el misterio que escondía el velo. La multitud, sometida a fuerzas
ancestrales, parecía una galaxia dando vueltas en espiral, la mujer de negro en el
centro.

—¿No me conoces?
—¿Cómo quieres? —dijo él dejándose arrastrar.

Incrédulo, inspeccionaba el cuerpo de la mujer que caminaba delante de él y


cuyas formas angulosas emergían de la tela con centelleos de astros en la noche.
La mano blanca, un poco húmeda, tiraba de él cuando, de golpe, un fantoche
vestido de ejecutivo, al caer del cielo, les obligó a detenerse. Todos los
personajes de la ensalada televisiva les rodeaban. Barrigudos, achaparrados,
lamentables, se disputaban el títere, caricatura de hombre sometido a los
caprichos de las máscaras en plena orgía de risas. La desconocida reía también a
carcajadas. Sólo él permanecía grave ante el espectáculo del fantoche que subía
queriendo aferrarse a las estrellas pero volvía a caer siempre en los brazos de un
monstruo tentacular que lo acosaba.

Pero la mujer vuelve a cogerle de la mano, le arrastra más lejos.


¿Qué había hecho de su vida? Un destino mezquino le había acompañado
siempre. Hay gentes que tejen sus hilos de estrella a estrella y allí bailan y otros,
cuyas telas desgarradas por el paso del viento, les hacen olvidar que un día
tuvieron sueños y proyectos, que el horizonte se les abría un poco más lejos y
prosiguen como la cucaracha que da vueltas en el mismo plato. Había fracasado
en todo.

—¡Ven ! Te espero.
—Nadie me espera.
—Hace mucho tiempo que te espero.

Desde que camina detrás de la mujer se siente acosado, atravesado por una
mirada que viene de muy lejos. Sin embargo, fuera del estallido de color de los
fuegos artificiales nada brilla. Allá arriba no existe más que lo que el hombre
pone. De golpe, una lluvia de estrellas cae directa sobre la tierra. Bajo las briznas
todavía ardientes el gentío se dispersa, se reúne de otra manera. De pronto,
tropieza con el fantoche tirado a sus pies como su sombra. Le hubiera gustado
amar. Había amado claro pero como el que cae en una trampa, lucha y al final se

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escapa para no doblegarse ante la fuerza oscura que se apodera de él en el
deslumbramiento del cuerpo del otro, en esa inquietud de carne, de calor, de
miradas, de palabras que se llama amor y nos atrapa. ¿Dónde están ahora los
fuegos de artificio del amor? Todo ha caído en el olvido salvo el remordimiento.
Lo que no hicimos y en lo que todavía pensamos sin cesar, constituyen el único
contenido de nuestra conciencia. El recuerdo se disipa pronto.

—Déjame ver tu cara

La mujer se le ofrece con una risa obscena. La blancura de su piel bajo la tela
brilla como los astros en las noches de estío. La abraza y, por primera vez, siente
el frío del cuerpo que le atrae.

Ella levanta su velo. Él no ve más que la noche, completamente negra, de sus


pupilas. Quiere abrazarla pero el cuerpo de la mujer se escapa y siente los velos
negros escurrirse de sus manos como si fueran agua. Cae al suelo en el agujero
negro dejado por la mujer en medio de la multitud, que embriagada por el
sonido de los tambores, no forma más que un solo cuerpo golpeando con los
pies el vientre de la tierra. Pierde el sentido del espacio. Deambula por los
territorios perdidos de la infancia. Sabe que el tiempo se le escapa. Del fondo de
la noche en la que se sumerge, la mirada de un niño le alcanza; un rostro
familiar que le incomoda.

—¿Qué has hecho de mí?

Después, ya nada.

Emilia Oliva,
España, 1989
©Derechos reservados

Imagen:
©“Dibujo a tinta sobre papel envejecido”, Claudio Duarte, 2006.

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En sentido figurado – Revista literaria

EL INTERCAMBIO

La cita tuvo lugar a las siete de la mañana ante el mamut del parque de la
Ciutadella. Cuando llegué Martes, así me dijo que se identificaría, ya me
esperaba y todo sucedió muy rápido. Se trataba de un hombre de unos cincuenta
años, pelo canoso, vestido con frac y una larga capa de piel negra. Tras un
escueto “buenos días, soy Martes” extendió su mano derecha con un paquete
muy mal envuelto en papel de periódico. Algo confundido respondí con el
mismo gesto acercándole el sobre que contenía los manuscritos. Ambos
tomamos lo que se nos ofrecía a la vez y, sin más, Martes se giró y se marchó.

Quise preguntarle qué me había dado, si tenía que devolvérselo o qué quería que
hiciera con ello, pero no me dio tiempo.

Hacía mucho frío y aún chispeaba bajo los árboles después de la lluvia de la
noche anterior. En aquel gélido martes de invierno aún no había amanecido y ya
comenzaban a llegar los primeros jardineros para iniciar su jornada laboral. Les
extrañó verme allí tan temprano, algo rígido, ante el famoso mamut y mirando
repetidas veces un paquete que ni yo mismo sabía qué contenía. Tan raro les
pareció que acabaron llamando a un urbano que no tardó en acudir. Cuando lo
tuve ante mí y me preguntó si me encontraba bien, si sabía dónde estaba, abrí la
boca para responderle pero no pude emitir palabra alguna y, como si me
hubiera activado, comencé a caminar hacia la salida principal del parque. A mi
espalda sentí cómo el agente suspiraba y se iba en dirección contraria.

Afuera todo era diferente: en la calle la vida se reactivaba con multitud de


coches, autobuses llenos y gente caminando a toda prisa. Se acercaba la hora de
entrada al trabajo y a la escuela.

Hubo un momento en que sentí cómo varios ojos me vigilaban: una mujer que
acababa de llegar a la parada del 51, un barrendero que barría ofuscado una sola

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baldosa, una señora que pedía, demasiado pronto, pensé, al lado de un
semáforo... Decidí quitármelo de la cabeza y seguí andando, a mi ritmo, poco a
poco, pensando en ese hombre con el que me había citado y que me había hecho
entrega de algo totalmente inesperado.

Si no hubiera sido porque cerca de mi casa, entre unos setos, encontré aquellos
extraños manuscritos nunca hubiera puesto el anuncio para localizar a su dueño
y nunca me hubiera citado de esa manera con un desconocido que, por cierto,
¡vaya pinta! ¡Y yo con mis tejanos y mi cazadora viejos y mis botas manchadas
de barro! ¿Qué habrá pensado de mí?, pensé.

Me costó, pero cuando di con un banco seco me senté para echar un vistazo al
misterioso paquete.

Claro, yo le he devuelto sus manuscritos y él me ha querido recompensar con


algo. ¿Será un regalo o será dinero?, razoné, no tenía que haberlo aceptado y
ahora es tarde, a saber dónde está en estos momentos. Cuando llamó
reclamándolos tras leer el anuncio y le hice preguntas sobre ellos para
asegurarme de que eran suyos me los describió con detalle y me pareció un tipo
normal aunque, eso sí, preocupado por la pérdida. Los otros que dijeron ser sus
propietarios pero que no supieron responder a mis preguntas sí que me dieron
mala espina.

Eso no quita que los dichosos manuscritos tuvieran algún sentido para mí.
Constaban de cuatro folios de un papel muy basto, y ya amarillento, cuyo título
era Llegó la Nueva Era (año 1856) y aparecían términos como: sección, normas,
cambio de gestión, gran maestro, nuevo ideario, nuestra misión... No tenía la
más remota idea de a qué se referían.

Respiré hondo y me dispuse a abrir el dichoso paquete. Al menos no tenía prisa,


le había dicho a mi socio que necesitaba el día libre y que hasta el miércoles no
volvería por el restaurante. Lo malo es que comenzó a preguntarme con mucha
insistencia si era por una chica y acabé explicándoselo. Yo soy así, al final lo
suelto todo. Por supuesto, al despedirnos me dijo que si necesitaba ayuda le
llamara.

Supongo que sería por el frío pero mis movimientos eran lentos. Además, no sé
por qué, mis dedos buscaban la forma de deshacer el envoltorio sin romperlo.
Cuando conseguí quitarlo vi que se trataba de una pequeña cajita de plástico con
una nota y una llave.

Saqué el papel y comencé a leer:

Sea bienvenido a nuestra Bien Amada Organización.

Ahora usted es uno más de nosotros y tendrá que aprender nuestras reglas.

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En sentido figurado – Revista literaria

Alguna de ellas sé que las conoce a través de los manuscritos. Irá sabiendo de
las demás en los próximos días. Para empezar tendrá que hacer lo siguiente:
diríjase a la Estación de Francia y con la llave que ya obra en su poder abra la
taquilla número 25. En ella encontrará algo que espero sepa apreciar por lo
que representa junto con una nueva nota.

Repito, sea bienvenido y le deseo lo mejor.

Martes

Quizá fuera por lo que acababa de leer o porque en ese momento apareció un
grupo de escandalosos y desorientados turistas que decidí no perder el tiempo y
me levanté con decisión para ir a la estación que quedaba muy cerca. En cuanto
llegué, para no perder el tiempo, pregunté por la consigna y cuando me encontré
ante la taquilla volví a sentirme indeciso. ¿Pero qué diablos estoy haciendo?, me
reñí a mí mismo, ¿cómo puedo haber entrado en este juego? Me hice muchas
preguntas y la gente comenzó, de nuevo, a mirarme con recelo. No podía dejar
que llamaran a la policía por lo que tenía que actuar rápido. La abrí y, como era
de esperar, dentro de una bolsa del Corte Inglés había un nuevo paquete, esta
vez mayor. Cargué con ella y decidí largarme de allí lo antes posible pero,
mientras salía de la estación, escuché detrás de mí que alguien decía, “cuidado,
que se va”. Eran dos mossos1 que señalaban hacia donde yo estaba. Comencé a
correr, crucé la plaza Palacio y entré en la calle de las tiendas del puerto sin
mirar atrás. Cuando llegué al otro lado di de lleno con un grupo de alemanes
jubilados y me escondí entre ellos.

Afortunadamente les hice gracia y sintiéndome algo más seguro me giré y vi


como la policía ya estaba cerca y que contaba con refuerzos pues ahora eran
cinco los mossos. En ese momento entendí, con certeza, que el lío en el que
estaba metido era serio.

Cuando estuve lo suficientemente lejos de los agentes salí del grupo y caminé
rápido hacia el Maremagnum. Allí busqué un banco lo más apartado posible del
camino de turistas y empleados y sin ninguna cámara de seguridad cerca. De
todas maneras no tenía mucho tiempo pues la policía portuaria debía estar
avisada. Miré dentro de la bolsa y encontré una nota escrita a mano y algo
envuelto en papel de celofán. Mis manos comenzaron a temblar e incluso me
mareé por un momento. Intenté controlarme, respiré hondo y, cuando me
tranquilicé, comencé a leer:

Le agradezco haya llegado hasta aquí.

Cuando le vi supe que usted era el hombre más adecuado y he decidido


entregarle la capa negra con la que me conoció hace unos minutos. Ahora es
suya.

Sepa que de no haberme convencido este paquete estaría vacío.

38
A partir de ahora usted será el nuevo Maestro de nuestra Bien Amada
Organización.

Después de haber perdido los manuscritos por los que nos regimos no puedo
volver a ejercer como líder máximo. Mi conciencia no me lo permite y creo que
usted es la persona más indicada.

Esté atento al diario en el que usted publicó su anuncio. En los próximos días
convocaré una reunión para hacer pública su nominación quedando a sus
órdenes tras su presentación.

Sea bienvenido.

Martes

Eso es todo lo que pasó. No, no le conozco pero si tienen suficientes pruebas
gracias a las cámaras de seguridad de la estación seguro que es el asesino. En
cuanto al cuerpo que encontraron en los lavabos es cierto, es Martes. Bueno,
como ustedes han dicho antes, Sebastián Montero Medina. Parecía un buen
hombre, no creo que fuera capaz de hacerle daño a nadie. Supongo que el
asesino se enteró de que perdió los manuscritos y lo consideraría una gran
ofensa. No quiero líos, no me metan en problemas. Yo sólo quería hacer un
favor entregando algo a alguien que lo había perdido pero no formaré parte de
la acusación de ese otro sujeto. Les he contado cuál ha sido mi pequeña relación
con la Organización pero no formo parte de ella y, aunque no estoy seguro del
todo, creo que nunca hubiera aceptado. Por supuesto, si necesitan algo saben
dónde encontrarme pero ahora me voy, en mi restaurante mi socio me espera.
Lo que sí les agradecería es que no desvelaran en ningún momento mi
identidad.

Aunque no se sabe hasta dónde puede llegar esta gente, el futuro no lo conoce
nadie y uno puede cambiar de opinión de aquí a un tiempo. El caso es que por
fin me han dejado salir de la comisaría. Espero no tener que volver.

Montserrat Tomás García


Barcelona (España), 2010
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En sentido figurado – Revista literaria

SINFONÍA DE ÓRGANOS

Río de Janeiro (Brasil)

Desde el Este vino. Un bombeo de sangre, el sol que poco a poco moldeó un
cielo de geometrías iluminadas.

Allí la soledad únicamente es desgarrada por los ahogados gritos de las ratas.
Roen todo entre los restos del basurero: sobras de fruta, piel de verduras, papel,
plástico... la carne de Tomasito.

En la periferia de la ciudad aire y agua tienen tacto sórdido, mirada de olvido,


oquedad en el alma y chabolas desvencijadas suplican a Eolo no ser pasto de su
ira. Más atrás, al otro lado del monte, sobre la podredumbre que invade su
ladera, el basurero es un pesebre de cenizas vaporosas y, sobre él, como un
ángel yace desnudo Tomasito: su aura sólo es oscurecida por las órbitas vacías
de sus ojos.

A nadie sorprenderá la joven sangre derramada. La mayoría ni se enterarán,


para los informados resulta algo tan cotidiano...

Ohio (Estados Unidos)

Johnattan vio a Dios de golpe. Siempre lo imaginó con larga barba blanca y
túnica dorada, en cambio era lampiño, usaba bata verde y sostenía unas vendas
arrugadas en las manos.

Desde el accidente -cinco años atrás, cuando contaba sólo siete, lo abismó en las
tinieblas- nada puede recordar sino la oscuridad de un túnel sin resquicios. Y

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ahora, de repente, como un milagro, la presencia de tantos matices irisados
horadan unos ojos, ya suyos, penetrando en cada célula de su cuerpo como
temblor indómito e incontenible. Ante él surge el Universo hasta en las cosas
más pequeñas: sus zapatillas, las grietas de sus manos, la transparencia de las
lágrimas que sobre ellas caen...

La vida vuelve a Johnattan en hálito diáfano, sagrado. Ansía comerse a besos el


alma de quién le hizo tal regalo.

Quito (Ecuador)

"El Piraña" es el agente más temido por la escoria de maleantes. Aquélla noche
un sudor frío crispa su cuerpo mientras una vaharada ardiente de ron de garrafa
escapa volátil por la ventanilla del coche. Esperaba el momento propicio.

Solitaria al fin la calle, eco silente de las pisadas del agente, fue única testigo de
los acontecimientos. "El Piraña" empuñó su revolver, acercó el cañón gélido
como hiel a la sien cálida del sin nombre y... ¡BANG! Tomasito despertó
asustado y su visión primera fue la muerte de su amigo entre la manta que lo
arropa. Luego tembló adhiriéndose a la piel marmórea de la fachada del
comercio. Sabor a pólvora impregnaba su paladar, la pistola lo apuntaba...

Fue guiado al coche y, una vez allí, conducido al averno. La tersura fresca de sus
nalgas prolongó unos instantes su vida antes de ser arrojado al vertedero.

De vuelta "El Piraña" sostiene el bote de los ojos en la mano y bebe y bebe
imparable, piensa que en este mísero mundo todo es cuestión de supervivencia.

Ottawa (Canadá)

Ya desde pequeño apuntaba inclinaciones solidarias. Sus arraigadas


convicciones católicas le llevaron en su adolescencia a abandonar Puerto Cartier
e ingresar en un seminario de Quebec para forjarse misionero. Sin embargo, el
hallazgo prematuro del amor carnal en sus relaciones con Alberta Brunswik, le
hizo olvidar el deseo de vestir hábitos, no así su afán de ayudar a los
necesitados.

Hoy el Doctor Laurier, eminente oftalmólogo, está orgulloso de haberlo


conseguido. Todas las noches, en sus oraciones agradece a Dios el Don
otorgado, unas manos hacedoras de milagros.

Ahora, mientras libera a Johnattan de la venda que le cubre los ojos, evoca la
conversación que mantuvo con Alberta en el desayuno acerca de un titular
aparecido en la prensa (ASESINADOS 500.000 NIÑOS EN SUDAMÉRICA EN
UN AÑO). Dijo a su mujer que, a veces, pensaba dejarlo todo e irse allí a

41
En sentido figurado – Revista literaria

difundir la palabra de Dios y ayudar a los que sufren. Ella, lúcida le rebatió,
mientras retiraba los cubiertos de plata:

—Has de estar aquí, donde hay personas que requieren un trasplante y precisan
tus manos mágicas.

Al descorrer Johnattan los párpados, el Doctor Laurier se sintió desbordado por


la esplendorosa sonrisa que florecía en el iris de esos ojos, y piensa:

—Es cierto, éste es mi lugar.

Cali (Colombia)

Sus manos alzan pústulas. Sus labios quebrados por la dilatación del cilindro
metálico al fumar crack no eclipsan la magnificencia de sus ojos verdes, ni
siquiera las palizas terribles de su madre pudieron apagar el brillo de la vida en
ellos, tampoco los golpes de porra y culatazos de escopeta de la policía, ni los
navajazos de otros niños abandonados o fugados y asesinos como él.

Nómada desde hace tres años deambuló por adoquines y barro, por lupanares
de olor a vinagre y antros colmados de cocaína y pólvora. Desgajó poco a poco
su alma de pureza en los tugurios de ese maldito barrio a las afueras de Cali.

Ahora domina las leyes de la supervivencia y se siente poderoso. A sus catorce


años Tomasito es el jefe de la banda y, a veces, es solicitado por algún cártel de
narcos como emisario de un paquete o para liquidar a un traidor. Se cree
autosuficiente, y más aún en este momento, aspirando el humo del cilindro. La
sangre se agolpa en su cabeza y comienza a volar a la imposible cima de su
sueño: ver algún día la maravillosa Norteamérica.

Apoyado sobre la pared de un comercio, ante la borrosa imagen de los faros de


los automóviles y las trémulas luminarias, resbala hasta el suelo vencido por el
cansancio y mirando sonriente a su amigo le dice:

—Como no saben qué hacer con tantas ratas, construyen más alcantarillas.

Horas después su sueño se hace realidad. Tras un fugaz paseo por las tinieblas
de un basurero logra volar al fin para despertar en Norteamérica.

Hong-Kong (Colonia Británica)

Para Mister Hill la noticia fue una patada en el pecho que le arrancó el oxígeno:
"Su hija necesita un hígado urgentemente". El ingeniero de la Cia. WHARP
sudó, lloró, comprimió rabioso los dientes. Los médicos lo consolaban:

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—No se abata Mister Hill, esto tiene solución, confíe en nosotros… el único
problema es que es algo costoso.

Salió del hospital destrozado. A su hija se le iba la vida. Olvidó sus obligaciones
laborales y comenzó su andadura por el desasosiego de las finanzas, tras varias
negativas lo consiguió gracias a la televisión, así halló el significado de la
palabra solidaridad.

Helmut Krieger, administrador del Hospital Royal Green, acaba de llegar a


Macao y camina por sus calles malolientes, todos desconfiarían de su traje de
sastre y su maletín si no lo conociesen bien, se detiene ante una puerta y golpea
dos veces su aldabón, al entrar todo parece agrietarse excepto la penumbra, lo
esperan en los confines de la estancia y, como siempre sin mediar palabra, le
muestran el catálogo. "Hembra, entre catorce y diecisiete años, de unos
cuarenta y dos kilos y un metro sesenta de estatura", eran las instrucciones que
le dieron los doctores. Su elección fue breve.

Días más tarde, Mister Hill asía la mano de Joan e, inundado de ternura, besaba
con la mirada la sonrisa de su hija, pensaba con agrado en aquellas personas
que la hicieron posible.

Kuei-Lin (China)

Nacer mujer en China significa venir al mundo marcada con el estigma de la


miseria. Fue educada para agradecer a los dirigentes de la Dictadura el exiguo
plato de arroz diario, pues ello implicaba que en su país se vive mejor que en el
resto del mundo.

No era corriente ver a un occidental por la pequeña cuidad de Kuei-Lin, sin


embargo a Tom-Ashita no le llamó la atención su cabello rubio ni el color de su
piel, al contrario, su curiosidad quedó fijada en su extraño atuendo y, sobre
todo, en su magia: ¿cómo era posible hacer germinar alimentos de una lata?

A la luz de Luna, entre arbustos de camelias, fundieron sus cuerpos anulando


linajes, derramando fuego fértil sobre la tierra. Con el paso de los años en este
mismo lugar crecería hasta el cielo un árbol del pan.

De vuelta a la comuna compartió las latas regaladas con sus amigas. Una de
ellas la delató, nunca supo cuál. Acusada de prostitución fue condenada a
muerte. En la prisión de Kuang-Si sólo halló amagos de humanidad hasta el día
que aparece un funcionario de Macao para fotografiarla desnuda, después los
continuos golpes y la desaparición del más mínimo alimento la apoca a tal
infierno que desea con premura la llegada del día fatal.

Comparecieron al alba. La condujeron afuera del edificio, junto al hoyo que


sería su tumba. Se acercaron tres armados con estacas, la munición es

43
En sentido figurado – Revista literaria

demasiado valiosa para tales menesteres. Sólo golpearon su cabeza. Ya no siente


dolor. Yaciente sobre la hierba, con el sabor acre de la sangre anegando su
garganta, aún advierte cómo le abren el vientre, cómo seccionan el hígado.

Los seis metros cúbicos de tierra la ocultarían más aún en el anonimato de no


existir el catálogo de Macao.

Tokyo (Japón)

Suiko Yoshina era famoso en Japón como innovador televisivo, al ser el


precursor de los reality-show americanos adaptados a las producciones niponas.
Cuando apareció el padre de Yo Hana reclamándole ayuda para posibilitar el
trasplante auguró en la historia un gran éxito de audiencia.

Se movió rápido, en pocos días consiguió prendas y enseres cedidos por las
mayores celebridades del país: la cámara con que Oshima rodó su primera
película, el primer piano usado por el músico Yamamoto... además de otros
bártulos que dotarían al programa de una suntuosidad que daría más sentido al
altruismo requerido.

Primero proyectó imágenes de un vídeo doméstico realizado por el padre donde


aparecía plena de salud, (publicidad) luego planos en la habitación del hospital
resaltando la lividez de la niña y el dolor del padre echado a sus pies,
(publicidad) finalmente consternación, lloros, súplicas de familiares y amigos
salpicando los amplios descansos publicitarios.

Se dio comienzo a la subasta y la carrera desaforada de las cifras aniquiló toda


previsión. Éxito inmejorable. Todos los ciudadanos japoneses se erigieron
aquella noche en única hermandad.

Tanger (Marruecos)

Abdu Ibn Tomasito flota en las aguas del Estrecho de Gibraltar. El Sol restalla
en su torso desnudo y la sal acumula su cristalina solidez sobre la pequeña
cicatriz que asoma en su baja espalda.

Él siempre anheló unos zapatos, sus cuarteados pies notaban demasiado el


invierno. En boca de los que en el reencuentro veraniego exhibían sus ínfulas
norteñas creyó adivinar un camino, más que virtuoso de lógica razón -la filosofía
carece de arraigo en estómagos áridos-. De modo que se vio inmerso en
cabalistica experiencia que lo mutase invisible a las fronteras. Así, con la
promesa de que un riñón bien valía la libertad, dio con sus huesos en un
cuartucho perdido en las arenas de Malabata, primer peldaño en la culminación
de las más básicas necesidades.

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Una lámpara solitaria alumbraba su espalda. Contuvo la respiración ante el
tosco relleno de chilaba que se le aproximaba. Unas manos profilácticas a la
altura de sus ojos y... una congoja expansiva desbordó su corazón. Agarró
frenético el brazo del individuo y preguntó:

—¿Oiga, esto no dolerá más que el hambre?

Mientras se anestesiaba fumando hashish sintió amenazador la caricia del


bisturí sobre su piel. Semanas más tarde una ola traicionera descarnó sus
ilusiones.

Toledo (España)

La familia entera estuvo obligada durante años a prescindir de vacaciones, así


que cuando Juanito no tuvo por exigencia engancharse a la máquina que
evacuaba sus líquidos decidieron formalizar el esperado asueto.

La falta de riñones dibujó una palidez desmedida en el rostro del niño, nada
mejor que el sur, donde el Sol es más profundo y la brisa produce una sabrosa
quemazón en las arterias.

Cuarenta grados de temperatura hierven sobre la Meseta Manchega. Ante los


ojos la uniformidad de un paisaje se pierde en el horizonte y la carretera se hace
interminable. En el coche sus padres ocupan los asientos delanteros, atrás
Juanito, acurrucado junto a su abuela deja a medias el yogur. La abuela,
rezumando una riada de dulzura en la caricia, le susurra al oído:

—Si no te lo comes todo vendrá el hombre del saco y te llevará para sacarte la
manteca.

La madre mira fijamente a la anciana recriminándola:

—Por favor mamá, no asustes al niño con supersticiones.

Juanito no se entera de nada, absorto en la visión de unos siniestros buitres que


vuelan tan alto y tan lejanos que parecen estar más allá del mar, sobre África.

Francis Vaz
Huelva (España), 2010
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En sentido figurado – Revista literaria

AMEBAS
Historia de amor y de música

Cuentan que Isaac Albéniz, mientras impartía clases de piano por las tardes
para mantener a su familia, un buen día escuchó cómo un aventajado alumno,
muy formal, le regaló una interpretación del Claro de Luna de Beethoven
absolutamente perfecta, sin ninguna tacha o error técnico que pudiera
reprocharle, pero con idéntica pose fría, el mismo rostro hierático y aplicado con
el que entró.

—¿Usted tiene esposa, muchacho?, le preguntó.


—No, maestro, soy muy joven para siquiera planteármelo.
—Entonces, ¿tendrá novia?
—No tengo tiempo, tengo mucho que estudiar, aprender y practicar.
—Pues mejor que vaya dejando esto pronto, caballerete, para la música no
sirven aquellos que tienen en las venas sangre de horchata.

La brusca respuesta de Albéniz respondía a su carácter expeditivo, enérgico y


apasionado, pero tenía razón. Pues nulo arte puede mostrar quien nada tiene
que ofrecer. Así, si reducimos música, pintura o escritura a la mera exhibición
glamourosa de la inteligencia o supuesto talento de sus autores, sin intento
alguno de comunicación con quien pueda mirarlos, aspiración de la que brota
esa emoción necesaria, todo quedará en humo, en nada.

Pues el amor, ese esfuerzo irracional que debemos realizar para comprender,
armonizar, entrar en una misma sintonía con alguien distinto, no compatibiliza
nada con la egoísta contemplación del ombligo propio, ni siquiera del ajeno, si
ese otro no sirve más que para adornar el nuestro, para ser objeto de envidias al
contar con compañía supuestamente grata.

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Las relaciones entre hombres y mujeres han variado muchísimo en estos
últimos años, volviéndose ahora increíblemente hoscas tras la lucha, el éxito y la
celebración conjunta de la tan añorada igualdad por los dos sexos que se llevó a
cabo en los años sesenta y setenta, tan lejanos. La equivocada traducción que
realizaron hombres y mujeres de la palabra feminismo por la de competición, ha
conducido al varón a la lejanía y a la indiferencia, cuando no al rechazo frontal
del compromiso y el esfuerzo necesario para la perdurabilidad de toda relación
enriquecedora, esa que sólo puede darse entre inteligencias y sensibilidades
parejas, iguales.

Del mismo modo, las mujeres a diario cumplen con sus roles público y privado,
ambos con altos niveles de exigencia y competición, obligadas a demostrar
siempre su valía, apresuradas, frustradas, corriendo de un lado a otro, sin
apenas tiempo para el cuidado e imaginación que su pareja necesita y al que
frecuentemente relega, debiendo colocar entre sus disponibilidades temporales
al varón mucho después del eficaz ejercicio de su trabajo y del cuidado amoroso
de los hijos.

Pero aún en estos tiempos “profesionales” el amor no sólo es factible, sino


también muy necesario. La naturaleza acaba por rebelarse dado que nadie
puede continuar mucho tiempo en este mundo brutal sin siquiera una caricia
comprensiva, un hombro en el que apoyarse.

Algo tan sencillo de resolver como adoptar ante quien nos interese una actitud
distinta. Abierta, honesta y gentil en el trato, comprensiva y no agresiva. Toda
esa magia que estalla cuando, en creativa armonía, uno puede comprender
todos los guiños que le hace el otro, cobrando sentido cada vieja y cada nueva
palabra que en el diálogo amoroso se establece, sin otro fin ni aspiración que la
de llegar al corazón ajeno, es lo que se ha perdido. El diálogo, verdadero
vehículo del amor, constituyendo el preponderante y sobrevalorado sexo tan
sólo una prolongación gimnástica del mismo.

Lo que Cortázar intuyó y definió como la comunicación amorosa cómplice y sin


censuras, con aspiración a convertirse en interminable, que sólo puede darse
con la premisa del respeto admirativo, de una confianza absolutamente
inquebrantable cuando uno es capaz de amar con verdades, con los ojos sabios y
bien abiertos, aceptando debilidades, indecisiones, defectos, no hablemos
siquiera en cuestiones de pareja de la falta de peculio o de un currículum
académico o artístico por el que esta sociedad tan competitiva, ciega e injusta, se
guía para premiar siempre a los mismos listos. Sociedad fascistoide que nos
divide en arañas sin escrúpulos, trepadoras y encumbradas, frente a patéticos
insectos aspirantes, mucho menos miserables.

Porque siquiera en nuestros días, ¿el diálogo se puede conseguir? ¿El amor
eterno, acaso perdurable, es posible? Existe, yo soy testigo y puedo exponeros
un ejemplo. Pues hace años, durante la reproducción en vídeo de un documental
biográfico, contemplé a una muy risueña pareja de ancianitos que entablaron

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En sentido figurado – Revista literaria

ante las cámaras una conversación brillante. Mucho más que eso: una plática
tan llena de humor, tan inteligente y chispeante que me hizo de inmediato
rebobinar la cinta cuando terminó, a fin de que constatar de nuevo lo que allí
había sentido y escuchado. Pues aquellos abuelos, llamados Igor y Vera, no sólo
se limitaron a repasar su vida entre convulsiones sociales e históricas, grandes
nombres propios, reflexiones filosóficas, amigos famosos y otros por completo
desconocidos, defectos y problemas mutuos que lograron solventar apoyados el
uno en el otro; no, más bien se dedicaron gestos, ideas y palabras tan alegres,
lúcidas y jóvenes, que dejaron fuera a la cámara por completo, que lograban
parar el tiempo. Eran ellos dos, la alegría que se transmitían el uno al otro, lo
que te atraía. Si el amor es el menor espectáculo del mundo porque sólo dos así
lo ven y así lo sienten, aquello trascendía y podíamos contemplarlo todos.

Y más tarde, yo sólo pude agradecer que el viejecito Igor se apellidara, además,
Stravinsky y que hubiera sido el mayor compositor que nos legara el siglo
pasado, para lanzarme como una loca a conocer su historia mutua y sus
secretos, pues llevaban así de felices sesenta y siete años, tiempo que va desde
que se conocieron en París en 1921, hasta 1968 en que fue realizado aquel
reportaje.

Sí, pues a Igor Fiódorovich Stravinsky (1882-1971) un amigo común, tras una
época de fama, vida loca y francachelas, años de juventud disipada en soledad
acompañada, lo notó muy triste y deprimido. No era para menos, pues en
aquellos tiempos Igor pensaba tirar por completo la toalla de la composición y
volver a Rusia para vivir allí dando clases, quizá bajo la sombra atroz de la culpa
pues, mientras ganaba y dilapidaba dinero en París, acompañado de las estrellas
del momento, como su amante Coco Chanel, en Rusia permanecía su familia, su
esposa Katerina Nossenko y sus cuatro hijos, uno de los cuales, junto a su
mujer, aquejados seriamente de tuberculosis.

Así pues, este amigo decidió que para animar al feo maestro de “La
consagración de la primavera”, a fin de que aparcara el alcohol y las fiestas y
volviera a componer, debería presentarle a alguien muy especial, como resultó
ser aquella rusa parisina, la alegre bailarina Vera Sudeykina de Bosset, bastante
más conocida en el mundillo por su carácter risueño, sus agudas contestaciones
y sus chistes insidiosos, que por el arte de su danza.

Vera tampoco era feliz, pese a su carácter divertido y bromista ante las penurias
y adversidades de la vida bohemia. Pues toleraba un matrimonio complicado y
sin hijos con Serge Sudeikin, pintor y diseñador de escenarios, de quien se
separó al poco tiempo de conocer a Igor, cuando decidieron buscar un refugio
donde poder encontrarse a ratos.

Porque su encuentro no supuso un flechazo, ni siquiera un fulminante amor fou


que les hiciera tirar todo por la borda y hacer daño ajeno dado que, durante
dieciocho años, Vera e Igor decidieron que en modo alguno su amor debía

48
molestar a la familia rusa de Stravisnky, por lo cual en este periodo la vida del
compositor transcurrió entre Moscú y París continuamente.

Sin duda, en estos tiempos a él todas lo criticaríamos sin piedad: ¡oh, el sagrado
compositor burgués que, con su doble vida, arrastra el nombre de la esposa por
el fango!, ¡debería él también haberse divorciado! Pero el caso es que la vida, si
algo nos enseña, es a intentar comprender y no juzgar, vidas ajenas. De hecho,
la enfermiza Katerina conocía bien la existencia de Vera e incluso la aprobaba.
Murió en 1939, tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, junto con la
madre de Stravinsky y su hija menor, Mika. Y en 1940, Vera e Igor, ante la
situación bélica no exenta de riesgos, a Nueva York marcharon iniciando allí
una larga y plácida vida feliz de la que todos fueron testigos hasta la muerte del
maestro, que ahora yace en Venecia, en la isla de San Michele, muy cerca de la
tumba de su amigo el gran Diaghilev.

El caso es que la influencia de Vera en la vida de Igor fue creciendo hasta


convertirse en imprescindible e irrenunciable, pues su conjunta afición por la
literatura (W. H. Auden, Eliot, André Gide) hizo que éste emprendiera una
carrera musical increíble e inquieta, plena de transformaciones, con muy
diversas etapas de las que hoy podemos disfrutar todos: Octeto (1923), Oedipus
Rex (1927), la increíble ópera The Rake progress (1951) basada en las pinturas
de William Hogarth, Tres canciones de Shakespeare (1953), In memoriam
Dylan Thomas (1954) entre otros muchos títulos.

Pero antes de que los prejuicios actuales nos lleven a lamentar que Vera sólo
fuera sombra tras los despliegues virtuosos del gran maestro, déjenme
recordarles que el compositor genial, así como la simpática Vera, fueron
también sombra tras esa obra musical, aquel despliegue de amor que nos
legaron y lo único que debe importarnos. Ellos fueron felices.

Todos seremos huesos, polvo, ceniza y olvido. Pero mientras, no podemos ser
más que amebas tristes, arrastrándonos penosas, si no contamos con el cálido
amor de otro.

Ángeles Prieto
España, 2010
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En sentido figurado – Revista literaria

LAS FRONTERIZAS-JUARENSES EN LAS FRONTERAS DE LA POLÍ-


TICA DE LAS IDENTIDADES

“Dale nombre a lo innombrable para que pueda ser pensado.”


– Audre Lorde –

En múltiples ocasiones me han hecho el comentario de que las mujeres de


Ciudad Juárez somos diferentes. Esto, en principio, significa que no somos
iguales a las otras. ¿Cuáles otras? ¿Qué nos hace diferentes? Cuando he
preguntado qué significa eso, se me responde que somos mujeres “muy libres”,
(¿libertinas?), “difíciles” y “problemáticas”, (¿autónomas?) ¿Todas las que
vivimos en Juárez somos así o sólo algunas? Parto de la premisa de que todas
las mujeres en Juárez somos diferentes porque vivimos Juárez de manera
diferente; Juárez nos impacta de modo distinto. Todas tenemos distintos puntos
de partida o modos de ver y entender nuestra realidad, al igual que todas las
mujeres que viven en el resto del estado, del país y del mundo.

En primera instancia, creo que vale la pena preguntar: ¿Quién nombra o ha


nombrado a las juarenses?, ¿con qué propósito? y ¿qué implicaciones políticas,
sociales y culturales ha tenido y tiene el hecho que te-o nos- nombren versus la
posibilidad de nombrarnos? He aquí el meollo de la política de las identidades
socio-culturales, que van más allá de la localización geográfica. En otras
palabras, esta política es la lucha por el sentido en el terreno de las
significaciones. Por ejemplo, es de todas conocido –y por muchas
documentado– que históricamente el discurso nacional e internacional nombró
y reconoció a Juárez como “la ciudad de vicio”. Este nombramiento colocó a las
mujeres juarenses tabula rasa en posiciones de identidad estigmatizada como
libertinas, disponibles o prostitutas por vivir en lugar impropio para las
mujeres. Este proceso devaluatorio sustentado en la construcción simbólica de
la identidad de las juarenses, a partir de una conciencia sexista, tuvo

50
implicaciones políticas y sociales devastadoras que en mucho justificaron no
sólo la negligencia y la impunidad de las autoridades ante el feminicidio, sino la
indiferencia de comunidad local, nacional e internacional por muchos años.

En otros espacios he discutido que las mujeres que radicamos en Ciudad Juárez
–y que vivimos o hemos vivido Juárez en carne propia– debemos nombrarnos
primero como fronterizas a partir de nuestra ubicación geopolítica, al igual que
miles de mujeres que viven en comunidades localizadas en ambos lados de la
frontera México-Estados Unidos. Pero más importante aún es reconocernos y
nombrarnos como fronterizas-juarenses.

Esta posición identitaria sigue la lógica de las fronteras territoriales del Estado-
Nación.

Aunado a lo anterior, las fronterizas juarenses nos ubicamos en la intersección


de una multiplicidad de fronteras metafóricas. En otras palabras-- y siguiendo a
Gloria Anzaldúa– fronteras cultural y socialmente construidas, como son las de
género, sexo, etnia, raza, clase, región, ocupación, edad, entre otras. Sólo
revelando y negociando estas fronteras, podremos reconocer, abordar, y
empezar a entender la problemática social, política y económica de las mujeres
de Juárez de manera contextualizada.

En este orden de ideas, el giro cultural de lo político parte también del


reconocimiento de que cada comunidad, en este caso localizada en ambos lados
de la franja fronteriza, no sólo se caracteriza por fronteras territoriales, sino
tiene contextos socioculturales diferentes que impactan de diversas maneras los
procesos políticos, económicos y sociales, por tanto requieren de miradas y
acciones diferenciadas.

Así, el punto de partida que nos permite nombrarnos de tal o cual forma
necesariamente debe incluir nuestro contexto y circunstancia específica, tanto
individual como social. En consecuencia, considero que las mujeres que vivimos
en Juárez tenemos que asumir que entre nosotras tenemos puntos de partida
—epistémicos y políticos— diferentes, aún más en relación con otras mujeres en
el resto del estado, del país o del mundo. Lo que nos hace diferentes –que no
inferiores ni superiores— son nuestras circunstancias socio-políticas y
culturales. Para comprender esto se requieren maneras de entender y de
aproximar la realidad de las mujeres de manera diferenciada.

En este sentido, hace ya varias décadas, la poetisa africano-americana Audre


Lorde advirtió que no son las diferencias lo que nos separa, sino nuestra
negativa de hablar de esas diferencias. No son las diferencias, sino los silencios
los que sostienen y refuerzan las diferencias como desigualdad y no como parte
de la riqueza de la diversidad. El problema no es que se nos considere
diferentes, sino el que esa supuesta diferencia sea colocada en una relación de
poder inequitativa y discriminatoria, que se justifica y racionaliza en función de
ideologías de género, de raza, de clase, de región, entre otras.

51
En sentido figurado – Revista literaria

Las diferencias deben encontrar una enunciación pertinente, deben ser


expuestas desde las estructuras del sentimiento y desde la inestabilidad que (re)
producen. Sólo así pueden ser desarticuladas y re-escritas en sus propias
lenguas, para evidenciar sus tensiones y choques con los sistemas normativos
impuestos y naturalizados. Las diferencias socio-culturales deben manifestarse
por sí mismas, deben nombrarse con su propio léxico.

Borrar o minimizar las diferencias –intencionalmente o no– como en el caso de


afirmar que todas somos iguales, o que todas debemos ser iguales, es higienizar
las relaciones de poder. Es como decir “aquí no pasa” nada. En otras palabras,
es no querer asumir la responsabilidad política de desarticular y cambiar los
procesos discriminatorios.

Paradójicamente, hoy en día, el discurso de aceptar las diferencias se ha vuelto


políticamente correcto –retórica demagógica— pues tendemos a decir
públicamente que todas tenemos derecho a ser diferentes, pero en la práctica
seguimos jerarquizando las diferencias justificando y racionalizando el derecho
que se han atribuido grupos dominantes para nombrar, descalificar, asignar,
excluir y empobrecer a vastos sectores de población en el mundo. Así el simple
hecho de decirlo o aceptarlo no nos exime de la responsabilidad de no
reproducirlo y menos de contribuir en resarcir el daño moral y material que han
dejado las prácticas discriminatorias y la insensibilidad cultural de abordarlas.

En este sentido, el que nos nombren de tal o cual forma tiene implicaciones
distintas al hecho de nombrarnos a nosotras mismas. Aunque ambos procesos
están políticamente fundados o inmersos en relaciones de poder; el que nos
nombren nos coloca en la posición de objetos, nombrarnos nos coloca como
agentes con historia y voz propia. El respeto a la diferencia, se sustenta
principalmente en nuestra negativa de apuntalar las relaciones de poder y la
jerarquización de esas diferencias. En otras palabras, la tendencia de pensar de
manera binaria que coloca esas diferencias en una escala de valores negativos o
positivos a través de los cuales estereotipamos, ya sea idealizando o
minimizando.

Entonces, nombrarnos es reconocernos, es reflexionarnos o pensarnos a partir


de una circunstancia compartida; un proceso necesario para poder constituirnos
como agentes políticas. Sólo a partir del auto-reconocimiento de la posición –de
privilegio o no– que ocupamos en las relaciones sociopolíticas, económicas y
culturales es que podemos comprometernos activamente, desde nuestra
condición de ser mujeres, en la construcción y aplicación de políticas públicas
que avancen los derechos de todas y todos de manera equiparada y justa.
Clara Eugenia Rojas
España, 2010
©Derechos reservados
Imagen:
http://serta-airsoft.iespana.es/varias%20armas.jpg

52
INSOMNIO

“Quien habla de tiempo, habla de la muerte”


– Harry Mulisch –

Las tres de la mañana. La densa oscuridad ocupa la habitación que se ilumina


levemente al encender el cigarrillo habitual, el de costumbre, el que sirve para
trepar por sus columnas intermitentes y extraviar el pensamiento en el techo, en
algún rincón donde acechan las arañas. Las tres de la mañana y, como siempre,
no sé, bien a bien, qué ha sucedido primero, si el oligofrénico ladrar de ese perro
que aún a distancia pareciera estar detrás de mi nuca, o el insomnio que suele
acosarme peor que recurrente pesadilla. ¿Habrá alguna rama en la oniromancia
capaz de interpretar la vigilia? No sé, no lo creo. Debería preguntarlo. Sí,
debería, por mi bien y el del perro, quien no parece ajeno al problema.

Aunque a decir verdad, nunca he sido afecto a los perros, como tampoco lo he
sido a otros animales y aquí entre nos, padezco entomofobia. Ahora que, a este
le he tomado un poco de aprecio. Ese que se tiene al desconocido que con
periodicidad se encuentra en la cantina y con el que se comparte un trago a lo
lejos, la soledad, las horas que se sepultan bajo las rocas que flotan en el whisky.
Aquel con el que no nos une ni una palabra siquiera, ni un cruce de ojos y sin
embargo, en el anonimato acompaña el pernocte. Supongo que así será este
cuadrúpedo con el que muchas veces, y siempre a deshoras, me embriago de
penumbra; mientras absorbe el alquitrán que despido, mientras respiro su
chillido. Las tres de la mañana, una hora propicia para el desvarío; ambos lo
sabemos. Esta noche su ladrido es más agudo y tenaz, lo sé porque los cristales
se agrietan y mi paladar se reseca.

Nunca lo he visto; a las horas que ando en la calle debe estar dormido para
reponer el sueño. ¡Miserable! Confieso que ha habido mañanas que he tenido
ganas de hacer sonar la bocina del auto y despertarlo, desquiciarlo y empujarlo a
romper su ayuno con un tabaco.

53
En sentido figurado – Revista literaria

No, no lo conozco pero puedo imaginarlo. Llegan a mi mente, “Los olvidados”,


aunque no estoy seguro que se trate precisamente de esa cinta; el cine mexicano
está lleno de escenas semejantes. Escenas que nos plantan frente a un perro que
a duras penas cubre su huesudo armazón con una fina túnica de pellejo y que
ladra como energúmeno en áridos ambientes; siempre de noche, siempre en la
opacidad del blanco y negro. No hay duda. No puede ser distinto. Un famélico y
prieto animal de hocico blanco por las manchas de su piel y la baba que secreta
su vigoroso gruñido. Una bestia de lamentable estampa, propia de su pedestre
genealogía y educación rudimentaria. ¡¿Por qué demonios ladras?! Las tres de la
mañana, mi cigarrillo está por extinguirse y tu berrido no mengua. ¡Carajo! ¿A
qué le temes? Comprendo que la oscuridad perfile sombras extrañas que
deforman la realidad, tanto, que nuestra fantasía ha germinado en su entraña
espeluznantes leyendas. Pero a ti no pueden embaucarte; tu intuición es certera
como tu olfato. No te inquieta la ficción, ni las visiones te asustan. ¿Entonces?
Entonces sólo puedes temerle a la muerte. ¡Vaya!, ahora entiendo la causa de tu
ladrido, violento, convulso. Lo haces para ahuyentarla, para mostrarle tu
enfado, el odio de quien se siente ultrajado. Si no supiera lo inútil que es la rabia
hacia tu enemigo, me envalentonaría contigo para escupirle a la cara mi
desprecio. No sé si serás imbécil o mucho más astuto de lo que pienso, pero si
conocieras algo de metafísica y esquemas trascendentales, cambiarías tu ladrido
por una pinche1 plegaria; suplicante y muda, reverente, hospitalaria. Tal vez
entonces, dormirías tranquilo, enfervorizado, y me dejarías en paz mientras me
doy al insomnio.

José Gutiérrez-Llama
México, 2010
©Derechos reservados

1. Pinche. adj. despectivo. Despreciable. Voz malsonante. Se usa generalmente antes del
sustantivo. Diccionario Breve de Mexicanismos. FCE. Guido Gómez Silva.

Imagen:
www.bligoo.com/tag/insomnio

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UN HERMANO BASTARDO Y OTRO LEGÍTIMO

Por lo menos vemos algo positivo para la humanidad en la crisis económica. El


reportero del New York Times, Thom Shanker, en un reciente artículo (Bad
Economy Drives Down American Arm Sales, 12 de septiembre, 2010) dice que la
mala situación económica ha bajado las ventas de las armas letales fabricadas en
Estados Unidos de Norteamérica. El país mayor productor de armas del mundo
bajó sus ventas en un 8.5% en el 2009 comparadas con el año 2008. La cantidad
de 57.5 billones de dólares sigue siendo un ingreso considerable en una
industria que produce y mercadea instrumentos para matar.

Este negocio para destruir al ser humano, lícito porque paga impuestos al
gobierno, se ha hermanado con el negocio de la drogas, ilícito porque no paga
impuestos.

En la frontera con México, del lado de Estados Unidos, existen alrededor de


7,000 armerías vendiendo armas de fuego de todo tipo con sus respectivas
municiones que luego se utilizan en el lado Sur por los carteles de la droga para
llevar a cabo sus matanzas y fechorías.

El cartel de la droga y el de las armas se financian mutuamente alrededor del


mundo. Los que se lucran de este negocio multimillonario, usualmente se
mueven en los mismos círculos sociales; disfrutan de sus mansiones
extravagantes; se recrean en yates lujosos, y viajan en sus aviones privados
donde mismo hacen las transacciones más lucrativas. Son hermanos queridos;
uno bastardo y el otro legítimo.

Almacenan fortunas en los bancos más exitosos del mundo, así como en barriles
enterrados bajo tierra en lugares apartados de Centro y Suramérica. Su
ambición por acumular capital es insaciable no importa cuánto daño pueda
hacer a la sociedad. El informe anual que es producido por el Servicio
Congresional de Investigaciones, una División de la Librería del Congreso de

55
En sentido figurado – Revista literaria

Estados Unidos de Norteamérica, también señala que Rusia hace un segundo


lugar lejano en la venta de armas, seguido de Francia, Alemania, Italia, China y
Gran Bretaña.

El autor de este informe se jacta de que la recesión no ha limitado la


modernización ni el desarrollo del aparato militar, ya que las naciones
persiguen hacer sus fuerzas armadas más letales aunque sus presupuestos sean
más ajustados.

¿Cómo pueden estos países presentar una imagen benévola ante el mundo
civilizado mientras obtienen ganancias exorbitantes promoviendo la miseria
humana a través del mercadeo de las armas y sufragando el financiamiento de
las drogas, destruyendo así a su propia juventud? Como diría el gran hidalgo,
Don Quijote de la Mancha: ‘’cosas veredes, querido Sancho’’.

Sigfredo Rodríguez
Puerto Rico, 2010
©Derechos reservados

Imagen:
http://www.google.com.pr/imgres

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EL ELEGIDO

Solamente existe en verdad el oficiante


el elegido por cadenas de sucesos
infinitos hacia atrás
inescrutables.
El póstumo celebrante del misterio
el que ya sabe cuando aprende
el que más aprende cuando enseña
el que aprehende sensitivamente matemáticas
y gusta doctamente de la lírica.
Aquel a quien encuentran aún de noche
aún en sueños
abriendo, silencioso, su camino en selva oscura.
El musical sin instrumento
en aire abstracto
y subterráneos mares buceador hierático.
El que tamiza la luz
y matiza
—luminoso—
la sombra.
El que hace una síntesis con síntomas apenas
y descubre el punto exacto por difusas señales.
El que no necesita, en la experiencia, sino débiles comienzos,
el que ensambla
—cotidiano—
laberintos
y sueña
—dorado por los soles—
catacumbas.

Eduardo Gómez
Colombia
De Movimientos sinfónicos, 1980
©Derechos reservados
Imagen:
©“La amorosa presente a la intersección”, Julio Belmont. España, 2009

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En sentido figurado – Revista literaria

PAN PARA LOS HAMBRIENTOS DEL MUNDO


(Poema visual)

Nel Amaro
©Derechos reservados

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HAY QUE SABER

A la Negra Sosa

Hay que saber


que cuando el alma es grande
la voz se hace instrumento y melodía
la pasión estremece
el cielo se abre
y se iluminan versos y guitarras.

Hay que entender


que existen comuniones
milagrosas vertientes
resplandores
que trascienden el cuerpo
perdurando
cuando todo parece transitorio.

Hay que entender, Mercedes,


aunque duela
saberte y no encontrarte
hecha de selva y barro
sol y lágrimas
como tu tierra herida, tucumana.

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En sentido figurado – Revista literaria

Aquí estarás entre notas perdidas


que olvidaste llevar cuando te fuiste
en el dolor del indio
en la costura
costal de la memoria
pachamama.

Si hasta veo más triste a mi bandera


si vuelan las palomas, cabizbajas.

Catalina Zentner
Argentina, 2009
©Derechos reservados

Imagen:
©La otra isla II”, Rafael M. Calvo González. Cuba, 2006

60
VISPOHEADS 79
(Poema visual)

John Bennett
©Derechos Reservados

61
En sentido figurado – Revista literaria

AMANECER

El volar y el cantar de los pájaros


me han dicho
que de tirarte al cielo,
ahí donde ellos,
te convertirías en amanecer.

Andrés Norman Castro A.


San Salvador (El Salvador), 2010
©Derechos Reservados

Imagen:
©“Cielo anaranjado”, Julian Cervini. Argentina, 2010

62
SLIDE 1
(Poema visual)

Sergio Monteiro de Almeida


©Derechos reservados

63
En sentido figurado – Revista literaria

UN PÁJARO VISITA EN NOVIEMBRE UN PATIO DE GUZMANAS

Sintió en el costado
la fuerza incontenible de la noche,
la trémula venida de lo indecible,
el patio a oscuras,
la oscura maroma del brocal
y la negritud del alba
sumergida en lo profundo.

Un pájaro se guareció en la galería,


miró
la roja retirada de los pétalos,
la cobriza horajasca,
la enea
resplandecer por la escarcha.
Acongojado saltó
al musgo abúlico del pozo,
a las hojas lacias de los ficus,
a los yermos tiestos.

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Sintió
el frío intransigente de lo gris,
el agua incolora de las demoras,
la tierra,
sin embargo,
caudalosa del brotar.

Ana Patricia Santaella Pahlén


En "Córdoba en mayo", 2008
©Derechos reservados

Imagen:
©“Pesadilla”, Julia Vázquez. España, 2010

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En sentido figurado – Revista literaria

SI TU FUERAS LA MISMA
(Poema visual)

Sergio Pinto Briones


©Derechos reservados

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MI ROSTRO APAGADO
Te hablo del rostro apagado:
Ese dibujo inaccesible
que se enreda
en todas las circunferencias.
La chispa de la vida
que a cada momento
está más oculta,
más perdida,
más extinta,
mas yo:
El único y verdadero nombre;
la única palabra
que vino de las sombras.
Esa verdad tan dura
con la acepción.
El agua turbia,
nunca cristalina,
siempre barro...,
mi barro,
mi propio lodo.
Ángel González
Madrid (España), 2010
Del poemario “Muñeca Rusa”, Colección Planeta, Clandestino Ediciones, 4 de
agosto 2010
©Derechos reservados
Imagen:
©“Autorretrato 2001”, Ángel González González, 2010

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En sentido figurado – Revista literaria

SIN TITULO
(Poema visual)

Toni Prats Oriols


©Derechos reservados

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CINE DESDE EL DIVAN

COME, REZA, AMA

Mi amiga Deborah es una psicóloga excelente.

Una vez le pidieron que prestara ayuda psicológica


a un grupo de refugiados camboyanos que habían vivido
los peores de los padecimientos
que un ser humano puede soportar: genocidio,
violación, tortura, vejación, inanición…

¿Cómo podía comprender el nivel de sufrimiento


que habían padecido?, pensaba Deborah.

Pues de lo único que hablaban en la asistencia


psicológica era de los romances o amoríos
llevados a cabo
dentro del campo de concentración,

Es como si el amor fuera el que más sufrimiento


nos pudiese provocar.
Todo lo demás tiene solución.

Si en la actualidad existe una película de la que todo el mundo habla esa es


Come, Reza, Ama.

Basada en una novela de Elizabeth Gilbert (Eat, Pray, Love), el film narra la
historia personal de una mujer (la escritora del libro) que, después de diversas
frustraciones, sobre todo en el terreno amoroso, decide dar un giro a su vida y
tomarse un año sabático, para encontrarse a sí misma.

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En sentido figurado – Revista literaria

Ryan Murphy, a quien se le valora por la película Recortes de mi vida y la


exitosa serie de Televisión Glee, es director y guionista.

Si su intención, como el título ya indica, era mezclar gastronomía, misticismo y


emociones, lo consigue.

Podríamos denominar la cinta como mezcolanza entre comedia romántica y


libro de autoayuda.

Elizabeth Gilbert (Julia Roberts) es la protagonista principal y sobre la que


recae todo el peso de la película.

No existe en todo el elenco de actores y actrices mundiales una sonrisa tan sana,
natural y contagiosa como la suya. Afortunadamente el director lo sabe y nos
regala varios primeros planos de su hipnótica sonrisa.

Elizabeth es la típica mujer americana que consigue todo lo soñado desde


siempre (¿american way of life?): una exitosa carrera, un buen trabajo, una
bonita casa y… un buen marido.

Una vez logrado, se da cuenta de que cumplir sus sueños dorados le dejan un
vacío espiritual tan grande que se ve en la necesidad de romper con todo y
cambiar de lugar y de forma de vida, con el fin de encontrar el sentido a su vida.

Su primera crisis metafísica no sale en la película, pero si en el libro y sucedió en


su décimo cumpleaños. La transición de un dígito (9) a dos (10) le produjo un
pánico existencial, propio de la crisis de los 40.

Miró hacia atrás y se dio cuenta que hacía muy poco tiempo que estaba en
párvulos y que ahora ya tenía diez años.

De la misma manera pensó que en un abrir y cerrar de ojos se plantaría en los


20, los 30, los 40, los 50… en definitiva, que le quedaba poco para morirse.

Ese miedo hizo que viviera deprisa, muy deprisa. Quería vivenciarlo todo, con
rapidez: quería tirar del freno de mano, pedir un tiempo muerto, que se parara
en mundo, pero se dio cuenta que cuanto más pensaba en el paso del tiempo,
más rápido pasaba.

Este vivir desbocado lo paró cuando, después de su divorcio, dijo un ya no


puedo más, necesito una parada para rearmarme.

Llegados a este punto, decide realizar tres escalas geográficas que se


corresponden con otras tantas etapas de búsqueda interior.

La primera de las tres estaciones es Italia. Elige Italia porque por su


gastronomía, su arte y su gente, considera que es el lugar ideal para volver a

70
sentir los placeres cotidianos; quiere notar que está viva, volver a gustar y
degustar.

Pero esto tampoco le es fácil. Hay una escena en que ella se encuentra en una
encrucijada, entre cuatro calles, mirando sin ver y sin saber que dirección
tomar. Esa es una metáfora excelente de cómo es su vida.

Por fin, lo consigue. Después de mucho tiempo, logra sentirse viva gracias a los
placeres terrenales. Comer un plato de spaguetti con tomate, degustando un
buen vino, en una mesita en la calle, mientras un ciclomotor la roza, escuchando
a la gente hablar a gritos mientras gesticula, se convierte en uno de los placeres
que la hace sentir que ha vuelto a la vida.

Transcurridos varios meses visita el mausoleo de Augusto, el primer emperador


romano.

Este monumento, situado frente al Ara Pacis, está concebido como una
estructura circular de casi 100 metros de diámetro. El interior estaba repleto de
pasillos concéntricos unidos entre sí, donde se albergaban las cenizas de los
diferentes personajes de la familia imperial.
Pero con el paso del tiempo, el que en otros tiempos fuera el lugar de
enterramiento más importante de Roma, ha sido saqueado en diferentes
ocasiones y se ha convertido en la letrina de los sin techo. Una ruina de lo que
fue en su día.

Contemplando el edificio, llega a la conclusión de que para construirse de nuevo


se debe hacer desde las cenizas, desde la destrucción total, desde las cenizas.
Está convencida de que ese es su caso y decide pasar a la segunda de sus
intenciones, la espiritualidad, en el segundo de sus viajes, India.

Su segunda parada es un ashram indio.

Un ashram es un lugar de meditación y enseñanza hinduista, donde los


alumnos suelen convivir con los maestros y donde se suelen impartir cursos de
meditación.

Vendría a ser algo así como un retiro, posada, de vida sencilla y serena con el fin
de facilitar la meditación y la introspección.

Con la meditación se busca que la mente se disuelva y se vea libre de sus propios
pensamientos, por medio de una focalización de la mente en un único objeto de
percepción, como por ejemplo la respiración o una recitación de palabras
constante (mantra: sílaba, palabra, frase o texto que, al recitarse y repetirse,
lleva a la persona a un estado de profunda concentración).

Pronto descubre que la meditación no es lo suyo. Cuando lo intenta, como ella


mismo describe en su libro, se encuentra siempre con sus pensamientos

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En sentido figurado – Revista literaria

cáusticos y odiosos; según sus propias palabras, son como los agentes de
telemarketing que siempre llaman en el momento más inoportuno.

El pensamiento intrusivo siempre es el mismo: su fracaso matrimonial. Es como


si toda su vida estuviese centrada tan sólo en el desastre amoroso, obviando
todo lo demás.

Como si el amor o el desamor fuera lo único importante.

Es entonces cuando recuerda la historia que le contó una amiga psicóloga, y que
es con la comienza este ensayo, sobre la historia de los refugiados camboyanos.

En el asrham conoce a Richard (Richard Jenkins), un arquitecto tejano,


angustiado por el abandono de su esposa e hijo, debido a su adicción al alcohol,
que a punto estuvo de convertirse en una tragedia familiar.

Richard, como hacemos todos cuando tenemos la conciencia sucia por algún
mal comportamiento en el pasado, está intentando perdonarse a sí mismo

Aprender a perdonarse a uno mismo, es un aspecto básico de la autoestima.


Esto se refiere a aprender a perdonarnos por los errores cometidos o por las
cosas que no hicimos como deberíamos haber hecho.

Pensemos que el pasado no podemos cambiarlo, pero si podemos cambiar


nuestra percepción sobre él.

La solución nunca es dejarse consumir por la culpa, sino rectificar en lo posible


el rumbo, procurando aprender, intentando recuperar lo perdido.

Su estancia en la India le había aportado tanto, aunque en otro sentido, como


los meses que estuvo en Italia.

Pero como bien ya apuntamos más arriba, viendo que la meditación no es su


fuerte y la espiritualidad conlleva más fe de la que tiene, decide realizar un
último viaje.

Próxima parada: Bali.

Bali es una isla y una provincia de Indonesia. Allí llega, finalmente, buscando el
deseado equilibrio entre cuerpo y mente, entre Italia y el placer de los sentidos,
y la India con su espiritualidad.

Allí, conoce a Felipe (Javier Bardem) un comerciante de joyas instalado en la


isla y que lleva diez años sin entregarse al amor por miedo a que le hagan daño,
por miedo a sufrir.

El amor no tarda en surgir, poniendo un final de cuento de hadas.

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La propia autora se sonroja por un final tan rosa, pero es la realidad, se ha
enamorado por completo y el sentimiento es recíproco.

Por fin es feliz y ha hallado el equilibrio.

Felipe le ha ayudado a conseguirlo, pero en el fondo ha sido ella, sus ganas de


ser feliz y su vigor quienes han conseguido esa transformación.

Carlos Hidalgo Villalba


España, 2010
©Derechos Reservados

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En sentido figurado – Revista literaria

LETRAS PEQUEÑAS
Vilma Reyes y Judy García Allende

UN DIA NO TERMINADO

Mi día no comienza cuando mis ojos se abren, ni cuando mi mente se despierta.


Mi día no comienza cuando empiezo a hacer trabajos en la escuela. Y menos
cuando, en el almuerzo, César Álvarez me empuja de los columpios. Mi nombre
es Alfredo Castro y mi día comienza cuando me monto en mi bicicleta. Todas las
tardes después de terminar mis asignaciones y ayudar a mí hermano Ignacio
con las de él, me monto en nuestra bicicleta y la corro por la calle. Ahí inicia mi
día porque me gustan las cosas que inician bien. Me explico; me gusta empezar
un viaje con todo ya preparado, me gusta colorear en mis libretas con todos los
lápices de colores que necesito y me encanta conocer personas que sonríen. Por
eso yo digo que mis días empiezan cuando le doy la vuelta a toda la calle: desde
donde vive doña Ana hasta mi casa que esta al final de mi calle sin salida.
Pedaleo hasta llegar al tope de la cuesta y entonces bajo la cuesta con la
exquisita brisa que trae los olores de tocino cocinándose, el talco de doña
Carmen y el río que esta a las afueras de la urbanización. Así sigo hasta que
mamá me llama para cenar.

De ahí en adelante mi día tiene principio, medio y final. Bicicleta, cena/tele y la


hora de dormir. La bicicleta que tengo me queda un poco grande pero solo me
he caído dos o tres veces. A mamá no le gusta que yo esté en casa porque soy
muy activo y tumbo a veces el televisor o a veces la lámpara en la sala, así que
ella me deja cansarme en la bicicleta. Bueno, eso es lo que le dice a las vecinas
cuando habla de mí. Las doñitas siempre me tratan bien y me explican con
mucho amor que me tengo que tranquilizar porque a mamá se le va a poner el
pelo blanco. Yo no entiendo muy bien qué es lo que quieren decir pero sé que a
mamá nunca le ha importado mucho su pelo. Por ejemplo, cuando llegamos a la
escuela (tarde por supuesto) ella no está ni peinada ni con los dientes lavados.
¡Me pregunto por qué será que ella nos ajora a mí y mi hermano a lavarnos la
cara cuando ella apenas está vestida!

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Bueno, hoy fue un día no terminado. Fue un día que el sistema de bicicleta, cena
y dormir fue alterada. Cuando terminé de ayudar a Ignacio con un cuento de la
clase de Inglés mamá recibió una llamada. Habló por mucho tiempo, o más bien
escuchó, y ya yo estaba por media cuesta cuando ella me llamó. Fui para casa lo
más lento posible pero cuando llegué Ignacio tenía mahones y una camisa de
manga larga puesta. Mamá me dio un abrigo y dijo que nos íbamos al hospital.
Nos montamos en el carro y a las millas de chaflán mamá guió hacia el hospital.
Cuando le pregunté quién estaba enfermo, ella dijo que era abuelito. Mamá
estaba muy seria y guió.

A lo mejor el abuelo se le había acabado la medicina y necesitaba dinero de


mamá para poder tenerlas aunque en el hospital no regalan medicinas, sólo las
recetan. Ignacio y yo empezamos a pelear y mamá gritó que paráramos. Nos
quedamos pasmados porque mamá no es de esas madres gritonas. Pero su grito
no fue lo que mandó un rayo de miedo a mi corazón, fueron las lágrimas que se
escuchaba en su voz. Llegamos al hospital y no vi al abuelo. Esperamos y
esperamos y se nos pasó la hora de dormir. Nuestra cena fueron unas papitas de
la máquina. Nuestra cama fueron las sillas de la sala de espera. Y mi corrido en
bicicleta fue el sueño que tuve; fui al pasado cuando no sabía cómo correr
bicicleta y el abuelo me estaba enseñando. Soñé de su sonrisa y de su aplauso
cuando baje la cuesta yo solo. Fue el mejor día de mi vida.

Aleyda Isabel Ruiz Olivo


13 años, Puerto Rico
©Derechos reservados

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om

75
En sentido figurado – Revista literaria

CALENDARIO DE LA HORMIGA

Fui en el mes de enero


y me compré un sombrero.

Me miré al espejo
y entrando febrero
decidí que en marzo
me compraría un lazo.

Con flor de jazmín


me adorné en abril.

Se le dobló el tallo
para el mes de mayo.

Lloré mi infortunio
todo el mes de junio

que causó un diluvio


para el mes de julio

poniéndome angosto
mi traje en agosto.

No hallo qué ponerme


llegando septiembre.

Una hoja me cubre


todo el mes de octubre.

76
Me dormí en noviembre,
desperté en diciembre.

Me miré al espejo
y pensé sería bueno
comprarme un sombrero
para el mes de enero.

Isabel Arraiza Arana*


Puerto Rico, 2010
©Derechos reservados

Imagen:
http://www.google.com.pr/imgres?imgurl=http://2.bp.blogspot.com

LA MARIPOSA OLOROSA

Voló la abejita,
y, parada en la flor,
vio una mariposa
de bello color.

La atrajo su olor,
más que cualquier cosa.
“¿Quién te perfumó?”
preguntó curiosa.

Levantó sus alas


y gritó furiosa:

77
En sentido figurado – Revista literaria

“Nadie me perfuma,
yo nací olorosa”.

No creyó la abeja
su contestación
y voló buscando
una explicación.

Vio usar al rosal


pétalos de flor
para hacerle alas
de multicolor.

Continúa su vuelo
hoy la mariposa;
perfuma el jardín
con alas de rosa.

Vuelas por el aire


linda mariposa
perfumando el aire
con alas de rosa.

Isabel Arraiza Arana*


Puerto Rico, 2010
©Derechos Reservados

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78
PAJARITA SOÑADORA

En una jaula dorada, todas las aves cantaban... menos una pajarita de soñadora
mirada. Se escapaba e iba en busca de pedazos de papel. Y decía, ¡qué delicia,
huelen a flor del laurel! Con sus patas delanteras, a lápiz, la noche entera,
practicó el abecedario. Luego, palabras muy largas que sacó del diccionario. Y
así comenzó a escribir todo lo que se decía donde ella pudiera oír.

Sus alitas amarillas aprendieron maquinilla. Ahora tic-tic y tac-tac, en un


santiamén, ya está. Nadie entendía por qué su afán de llenar con letras cada
trozo de papel. La mayor preocupación en su jaulita dorada seguía siendo tener
una garganta afinada. Hasta el día que llegó el canario jibarito, que era el de
mejor voz, además del mejor pico.

—Ando buscando ayudante, desde ahora, siempre y antes. Ideas vuelan por
aquí, ideas flotan por acá, yo quiero que alguien me ayude, porque las quiero
atrapar —dijo el jibarito autor, músico y también cantor.

—Pajarita soñadora, al fin te llegó tu hora —dicen cerca de su jaula.

—¡Qué gran honor para mí trabajar con una estrella!

Una mañana de sol, dijo el pájaro cantor: "Tilín, tilín, tilán; así suenan las
campanas, campanitas de cristal". Ella no entendía nada, pero igual tic-tic, tac-
tac. Todo aquello ella copiaba. Con su ayuda en ese día, él compuso la canción
con la más brillante letra y la más dulce melodía.

No se le ha vuelto a escapar ni una idea al jibarito. La pajarita ayudante, todo lo


que él dice ha escrito. Y las ideas que vuelan y las ideas que flotan, en una libreta
gorda la pajarita le anota.

79
En sentido figurado – Revista literaria

Isabel Arraiza Arana*


Puerto Rico, 2010
©Derechos reservados

*Isabel Arraiza Arana, mejor conocida como "Chabela", es una escritora de literatura infantil. Su
primera publicación se tituló: Cuentos musicales. En el 2009 obtuvo el Primer lugar en el
Certamen El Barco de Vapor de Puerto Rico con su novela La escuelita Do- re- misteriosa. Es
uno de esos adultos que escribe diariamente porque disfruta inmensamente el oficio de la
creación.

Imagen:
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EL PROFESOR CÁNTICO Y SU GATO ESFÉRICO SE VAN DE


VACACIONES

En una pequeña casa redonda, muy cerca del mar, vivía un señor muy
simpático. De su hogar salían siempre hermosas melodías de violín. Por eso
todos le llamaban el Profesor Cántico. Todas las mañanas, el Profesor Cántico
salía a pasear por la orilla del mar con Pipo, su gato esférico. Al llegar, sacaba su
viejo violín del estuche, se sentaba en una gran piedra y comenzaba a tocar.

Sus melodías viajaban y viajaban hasta llenar todos los rincones del pueblo.
Entonces los pescadores trabajaban más animados, el panadero horneaba el pan
más delicioso, la costurera confeccionaba los vestidos más hermosos y los
estudiantes escribían con su más hermosa caligrafía.

En las tardes, el Profesor Cántico enseñaba a los niños del pueblo a tocar el
violín. Era en ese momento cuando más feliz se sentía. A Pipo no le hacía mucha
gracia que la casa estuviera llena de chicos que lo quisieran acariciar y agarrarle

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la cola, así que escurría su cuerpo esférico hasta el patio redondo y allí tomaba
una buena siesta hasta la hora de cenar.

Una mañana el pueblo amaneció muy callado. Todos se extrañaron porque no


lograban escuchar la melodía del violín. Muchos tenían una explicación para
esto tan extraño. El anciano que predecía el clima pensaba que el viento había
cambiado de dirección y por eso no llegaban hasta allí las notas musicales. El
policía temía que un ladrón de instrumentos hubiera robado el violín. Y uno de
los estudiantes más revoltosos pensaba que las cuerdas del violín estaban
pegadas con goma de mascar. El caso es que nadie supo nada del Profesor
Cántico ni esa mañana, ni la siguiente, ni ninguna mañana de esa semana.

Todos estaban muy preocupados de modo que decidieron hablar con el cartero,
que sabía dónde quedaban todas las casas, para que les ayudara a encontrar al
Profesor Cántico. El cartero fue casa por casa, pueblo por pueblo, pero nadie
sabía dónde podía estar. La gente se acostumbró a realizar sus labores en
silencio, pero ya nada era igual.

Una mañana cualquiera, la dulce melodía del violín volvió a escucharse en el


pueblo. Todos salieron de sus casas, felices y corrieron a recibir al Profesor
Cántico y a su gato esférico, quienes habían estado de vacaciones. Hubo una
gran fiesta con banderines de colores, un gran pastel rosado y alegre música de
violines interpretada por los alumnos del Profesor Cántico. Todos se divirtieron
muchísimo escuchando las aventuras que el Profesor Cántico y su gato esférico
habían tenido durante su viaje y el Profesor Cántico se sintió muy contento al
darse cuenta de cuánto lo apreciaban todos.

Maricarmen Rodríguez**
Puerto Rico, 2010
©Derechos Reservados

**Maricarmen Rodríguez es profesora de Español de escuela secundaria. Ha trabajado como


colaboradora de textos escolares y otros materiales didácticos. En esta edición comparte con los
lectores su primer cuento de literatura infantil.

Imagen:
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En sentido figurado – Revista literaria

TEATRO

Queridos lectores,

Una vez más acudimos a la cita del teatro para ofrecerles una obra que posee
una gran calidad por partida doble: por su autor, Jerónimo López Mozo, y por la
actriz que la interpretó y sobre la que versa la obra en sí, María Galiana. La obra
nos aproxima a los sueños y deseos de una persona que, en sus facetas de mujer
y actriz, ha logrado llegar a niveles muy altos de admiración y respeto por parte
del público. Después de leer este magnífico monólogo (y, al mismo tiempo,
diálogo con sus voces interiores), la imagen que nos hemos formado de María
Galiana cambiará completamente. Se lo aseguro.

Lourdes Bueno
Editora

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MARÍA GALIANA
EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE TEATRO
de
JERÓNIMO LÓPEZ MOZO

María Galiana es el único personaje de la obra, pero presta su voz a otras


personas de su entorno: sus alumnos del instituto, su esposo Rafael y sus hijos.

Escenario desprovisto de escenografía. El mobiliario es escaso: un sillón


amplio y acogedor; cerca, una mesita, en la que destaca, entre algunos
pequeños objetos, una estatuilla. María Galiana entra. Luce un discreto
vestido de fiesta. Se dirige al público.

MARÍA.- Buenas noches. Como sabrá la mayoría de ustedes, yo he sido muchos


años profesora. El público no ha sabido de mí como actriz hasta el relativamente
reciente éxito de una película. Mis alumnos se enteraron y me acorralaban a
preguntas en clase…

ALUMNO.- Escucha, María. ¿De verdad eres artista?

MARÍA.- ¿Artista yo?

ALUMNOS.- De cine.
- Sales en una película.
- Se llama Solas.

MARÍA.- Bueno, ¿y qué?

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En sentido figurado – Revista literaria

ALUMNO.- ¿Nos la cuentas?

MARÍA.- Es lo que faltaba.

ALUMNO.- ¿De qué haces?

MARÍA.- ¡De nada! Vamos a lo nuestro. Hoy toca el arte gótico.

Se oye un murmullo de protesta.

MARÍA.- El que quiera saber de qué va la película, que la vea. Aquí se viene a
estudiar.

ALUMNO.- ¿Dónde la echan?

MARÍA.- ¿Dónde va a ser? ¡En los cines!

ALUMNO.- ¿En cual? En los de Dos Hermanas, no.

MARÍA.- En los de Sevilla.

ALUMNO.- Sevilla está muy lejos.

MARÍA.- Yo vengo todos los días y no me quejo.

ALUMNO.- Porque tienes coche.

MARÍA.- Cuando os conviene, está a dos pasos.

ALUMNO.- Además, el cine es muy caro.

MARÍA.- Que os la cuente el que la haya visto.

ALUMNO.- Mejor nos la cuentas tú, que eres la prota.

MARÍA.- Aquí soy la profesora, que para eso me pagan.


ALUMNO.- No nos la quieres contar porque al final te mueres.

MARÍA.- ¡Pues claro que me muero! ¿Pasa algo? (Pausa) ¡Ea, vamos a lo
nuestro! Decíamos el otro día que el arte gótico se desarrolló en Europa del siglo
doce al Renacimiento. En Andalucía tenemos algunas muestras importantes…

ALUMNO.- ¡Corta el rollo, María!

MARÍA.- ¡Vaya! ¿Se puede saberse qué ocurre? ¿Y tú qué miras, Bernabé?
¿Tengo monos en la cara?

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ALUMNO.- Es que no te imagino muerta. ¿En qué estabas pensando cuando la
espichabas?

MARÍA.- ¿De verdad queréis saberlo? Me acordaba de otras muertes que yo


había visto en el cine y me habían impresionado, como aquella del protagonista
de Muerte en Venecia. Vosotros no habíais nacido cuando yo vi la película. El
hombre estaba en la playa, sentado en una tumbona, siguiendo con los ojos los
pasos de aquel joven bellísimo que le quitaba el sueño. De pronto, su rostro
adquiría una expresión relajada, como la de quien siente una paz infinita y se
abandona a la muerte. Reclinaba la cabeza contra el respaldo del asiento y así
moría. Lo mío era algo parecido. Los colores se iban difuminando y acabaron
reducidos a uno sólo: un gris de contornos vagos. Hasta que la vida desapareció
de los ojos. Ya lo dijo el poeta: cómo se marcha la vida, como se viene la muerte,
tan callando. (Pausa) ¿Qué? ¿Os ha gustado? Pues, ¡todo mentira! ¿Cómo iba a
concentrarme con tanta bulla como había? ¡Que si las cámaras! ¡Que si los
focos! ¡Que si los cables! ¡Y tantísima gente yendo de un lado a otro sin parar de
dar voces! Vosotros no sabéis lo que es un rodaje. Un caos, una locura. Así que
una se fija en cualquier cosa que tenga a mano y la mira, la mira intensamente,
hasta que se aísla de cuanto la rodea. Yo me fijé en el escudo del Betis que
llevaba en la camiseta un muchacho que estaba sujetando algo a dos palmos de
mis narices… Y con esa imagen me fui para el otro barrio. Lo que importa es que
quedó bonito. ¿A que sí? (Hace una breve pausa) Me han dado muchos
premios. Yo creo que me los gané a pulso y justifiqué con creces, ante mi
familia, mi nueva profesión de actriz, que desde luego no habían tomado muy en
serio.

TODA LA FAMILIA.- ¿Tú artista? ¿A estas alturas?

HIJO.- Mamá…

RAFAEL.-María, por Dios, piénsalo bien.

MARÍA.- ¡Está decidido, Rafael! (En un aparte) Rafael es mi esposo. (Regresa


al relato) Se quedaron de piedra. Se hizo un silencio tan espeso que se podía
cortar.

RAFAEL.- ¿Y las clases del instituto?

MARÍA.- Lo uno no está reñido con lo otro.

HIJO.- ¿Quién se va a ocupar de la casa?

MARÍA.- Vosotros. Ya sois mayorcitos. La decisión está tomada. Vuelvo a


actuar. (Al público) Hoy hubiera añadido: como María Jesús Valdés. No lo pude
decir entonces, porque ella volvió tres años después… Mis hijos no tenían idea
de quién era la Valdés, pero a Rafael me lo imagino con los ojos como platos
diciendo…

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En sentido figurado – Revista literaria

RAFAEL.- ¿Cómo la Valdés? ¡Que disparate! Cuando ella se retiró, era una
actriz consagrada, pero tú… Si dejaste de hacer teatro al acabar la carrera. Fíjate
lo que ha llovido desde entonces.

MARÍA.- ¿Ya no te acuerdas de Madre in Japan?

RAFAEL.- ¿Aquella película que hicieron unos chavales con cuatro duros que
juntaron?

MARÍA.- ¡La hicieron con mucha dignidad!

RAFAEL.- Pero a ti te contrataron…

MARÍA.- ¡Porque se enteraron de que había hecho teatro en la Facultad!

RAFAEL.- Porque buscaban a alguien con pinta de marujona de pueblo.

MARÍA.- (Al público) En parte, era verdad. Pero yo no lo hubiera reconocido. Al


contrario, le hubiera recordado que después de aquella, hubo otras películas, y
teatro… Aunque él, tal vez me hubiera respondido que eran pinitos de
aficionada. Caprichos míos. Un hobby. ¿No es así como se dice? (Pausa) No, no
lo era. El gusanillo lo llevaba dentro y despertó. Lástima que llevara dormido
tanto tiempo. Sí, hay un momento en que una se engancha otra vez al teatro y ya
no se arrepiente. Yo volví haciendo un pequeño papel de ocho frases en Amor de
Don Perlimplín con Belisa en su jardín. Recuerdo que cada noche me
emocionaba hasta el tuétano cuando el protagonista recitaba aquellos versos de
Federico. (Recitando) “Amor, amor/ que está herido./ Herido de amor huido;/
Herido,/ muerto de amor”. (Suspira hondo) Merecía la pena haber pedido la
excedencia. Algo más hice de teatro, menos de lo que me hubiera gustado. Fui la
Poncia en La casa de Bernarda Alba. Y pude ser, sí se hubiere hecho, la madre
de Ocaña, aquel mariquita andaluz que se ganaba la vida en Barcelona pintando
paredes y cuadros. ¿Quién se acuerda ya de él? Yo, porque llegué a aprenderme
el texto. Me tocaba hacer mujeres de pueblo. No me quejo. La madre de Solas lo
era. Y ya ven… Lo que pasa es que eran personajes secundarios, de carácter. Y
además… (Decidida, después de dudar) Reviento si no lo digo. Ahora que lo he
catado, el cuerpo me pide personajes con sustancia, de esos que no pasan de
puntillas por el escenario, sino que se quedan en él y no hay quien los saque. A
veces siento como una voz dentro de mí que me insiste sobre los personajes con
los que yo disfrutaría tanto…

María se vuelve hacia un espejo imaginario y dialoga con su propia imagen.

MARÍA DESDOBLADA- ¿Qué personajes, María? Alguna vez la gente se


emocionaba viéndote actuar.

MARÍA.- No sé, no estoy segura...

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MARÍA DESDOBLADA.- ¿Prefieres otros que nunca hayas interpretado?

MARÍA.- Quizás.

MARÍA DESDOBLADA.- Adelante.

MARÍA.- No te los digo. Pasó el tiempo y pasó la ocasión.

MARÍA DESDOBLADA.- Vamos…

MARÍA.- Adivínalos.

MARÍA DESDOBLADA.- ¿Doña Inés?

MARÍA.- ¿Doña Inés dices? No creo que tuviera su candor.

MARÍA DESDOBLADA.- ¿No? ¿Acaso Julieta?

MARÍA.- ¿¡¿Julieta?! ¿La de Romeo?

MARÍA DESDOBLADA.- ¡Adela!

MARÍA.- ¿La hija de Bernarda? Anda, deja de decir disparates.

MARÍA DESDOBLADA.- ¡Entonces la Acacia!

MARÍA.- ¿La de La malquerida? Me tomas el pelo. Tengo edad para ser su


madre. ¿Necesitas que te enseñe el carné de identidad?

MARÍA DESDOBLADA.- Estaba de broma. (Pausa) ¿Harías La Raimunda? El


personaje te va como anillo al dedo.

MARÍA.- (Se queda pensativa. Luego, empieza a desgranar un parlamento de


la obra) “No llores, Esteban, no escondas la cara, que tiés que levantarla como
yo. Límpiate esos ojos, sangre tenían que haber llorao. ¡Bebe un poco de agua!
¡Veneno había de ser! No bebas tan aprisa, que estás tóo sudao. ¡Mira como
vienes, arañao de las zarzas! ¡Cuchillos habían de haber sío! ¡trae aquí que te
lave, que da miedo de verte!”

MARÍA DESDOBLADA.- ¿No se te están subiendo los humos con tanto premio
y tanto aplauso?

MARÍA.- No. ¿Sabes lo que te digo? Si hubiese querido, yo hubiera podido hacer
todos esos papeles con los que me has restregado las narices, y más. Pero no me
dio la gana ser actriz. Yo era una rebelde y no me gustaba cómo se hacía el
teatro. Era pura arqueología.

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En sentido figurado – Revista literaria

MARÍA DESDOBLADA.- Y entonces, la universitaria progre se casó, sacó plaza


de profesora de instituto y parió seis hijos, uno detrás de otro.

MARÍA.- ¿Qué me reprochas? Hice lo que quise y no me arrepiento.

MARÍA DESDOBLADA.- No dices la verdad.

MARÍA.- La verdad es esa. No hay otra. Bien sabe Dios que cuando hice mutis,
me corté la coleta, como los toreros.

MARÍA DESDOBLADA.- ¡Mientes! Nunca perdiste la afición...

MARÍA.- La conservé como espectadora.

MARÍA DESDOBLADA.- ¿Sólo eso? Ni tú te lo crees.

MARÍA.- Si no me hubieran engatusado aquellos chiquillos con su película…

MARÍA DESDOBLADA.- ¿Qué?

MARÍA.- Que no hubiera pasado lo que ha pasado.

MARÍA DESDOBLADA.- Vivirías como una matrona, esperando la jubilación.

MARÍA.- No te quepa la menor duda.

MARÍA DESDOBLADA.- Cuando ibas al teatro, ¿nunca te imaginabas en el


escenario, ocupando el lugar de la protagonista?

MARÍA.- ¡Calla! (María se ríe) ¿Para qué andarnos con rodeos? ¡Claro que sí!
Algunas veces porque estaba segura de que yo lo hubiera hecho mejor y otras,
por pura envidia.

(Vuelve a dirigirse al público) Después de un éxito tan grande, una, que es


buena gente y muy confiada, espera a que la ofrezcan algo importante. Y
mientras aguarda a que el teléfono suene, sueña. Sueña con meterse en la piel
de esos personajes que llenan el escenario con su presencia. Soñé con ser doña
Ana Luna, la protagonista de La vida que te di, esa señora que asiste a la muerte
casi repentina de su único hijo y contempla su cadáver sin derramar una sola
lágrima, convencida de que, al cabo de un tiempo, volverá. ¿Me imaginan blanca
y alucinada, ajena a los que me rodean, hablando como en un delirio lúcido,
como pedía Pirandello? Algo parecido al trémulo aliento de un fuego interior
que me devora.

Se dirige hacia el sillón, pero antes de llegar a él se vuelve hacia el público.

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MARÍA.- Yo no sé si a ustedes les gusta el escenario como está, casi sin
decorado. A lo mejor el sillón y la mesa les parece poco y echan de menos alguna
cosilla más. Si no la hay, la culpa es mía. Me fascinan los espacios vacíos. En
cuanto a los escenarios, me encanta que estén desnudos y que la luz los vaya
vistiendo. Con la luz basta. Así le gustan a Peter Brook. Por eso me atrae tanto.
No le conozco personalmente. Lástima. ¡Cuánto me gustaría! Algún día… tal
vez… De momento mantenemos una relación un poco rara, a distancia. Es como
si siguiera un cursillo por correspondencia o me hubiera matriculado en la
UNED. El problema es que no sabe que me tiene por alumna. Aunque nadie lo
diría… Yo hago lo imposible por que parezca que lo nuestro es otra cosa más…
más, ¿cómo diría? Más entrañable, más romántica. (Hace un aparte) ¡Ay, si me
oyera Rafael! Tendría que explicarle que es una metáfora.

(Regresa al relato) Cuando cojo un libro de Brook, hago como que es él el que
me acompaña. Y al leer sus páginas consigo hacerme a la idea de que
conversamos. Él me dice: “Una obra de teatro es juego. Y para jugar, cualquier
lugar es bueno. No importa que esté vacío. Incluso es mejor. Allí puede
desarrollarse un acto teatral. Sólo se necesita una persona dispuesta a contarnos
algo y otra, a escucharla”. Mejor si son varias. ¿No es justamente eso lo que en
este preciso momento estamos haciendo ustedes y yo? Peter… (Alzando la vista
al techo) ¿Puedo llamarle Peter? (Espera la respuesta con una sonrisa) Gracias.

(Continúa) Decía que Peter, para demostrarme el grado de sugestión que tiene
el teatro, suele contarme la experiencia vivida en una sala alemana después de la
guerra. Apenas quedaban en pie las paredes. Por pura necesidad todo lo que es
habitual en una representación se había esfumado. Un actor sentado en una silla
empezó a decir con un tono de voz serio y suave que corría el año mil
ochocientos y pico y un joven estudiante… Fue suficiente para quedar atrapado.

Se sintió niño y adulto al mismo tiempo. Niño embelesado como cuando, ya


acostado, les cuentan historietas. Adulto, porque era plenamente consciente de
lo que estaba presenciando. Teatro vivo. Aquello era la esencia de un arte que
surge del narrador que, tras abarcar con la mirada a su auditorio, comienza a
hablar. Un momento después, se abrió una puerta y apareció el actor que
representaba al joven estudiante. Para entonces ya estaba sumido por entero en
el drama, de modo que nada de lo que estaba sucediendo ante sus ojos le
sorprendía. Un buen actor como el que tenía delante era capaz, sin más
herramienta que la palabra, de trasladar al espectador de un espacio a otro. Un
día me convenció de que, en las tablas, el aporreo de un cubo puede servir de
llamada para la batalla.

La cuestión es dónde empieza y dónde acaba la ilusión. Otra vez me dijo que
cuanto más nos acercamos a la verdadera desnudez del teatro, más nos
aproximamos a un escenario que tiene mayor ligereza y amplitud que las del
cine o la televisión. Bueno, Peter, le dije la última vez que charlamos, me parece
que cargar sobre los hombros del actor todo el peso de la representación le
obliga a hacer un esfuerzo enorme. “¿No habíamos quedado en que el teatro es

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En sentido figurado – Revista literaria

un juego?”, respondió. “Si, ¿y qué?” “Que si es juego, el trabajo, sin dejar de ser
duro, se hace más llevadero” (Hace una larguísima pausa. Luego, con cierto
rubor, confiesa algo) Por trabajar con Peter Brook sería capaz de todo. Hasta de
hacer un casting. Así, como lo oyen. Tengo preparado un ejercicio por si llegara
el caso. A esto, yo lo llamo soñar despierta. Soñar dormida es otra cosa.

Entonces los sueños vienen solos, sin pedir permiso, cuando a ellos se les antoja.

A mi me pasa que a veces, cuando me acuesto, la alcoba se me llena de


personajes. (A los imaginarios personajes) ¿Qué hacen aquí? ¿Es que no me
van a dejar dormir? ¿Personajes? ¿Qué ustedes son personajes? Si necesitan un
autor… ¿Qué no es un autor lo que andan buscando? ¿Qué ya han sido creados y
lo que ahora necesitan es una actriz que los interprete? ¿Y quieren que sea yo?

(Al público) ¿Qué les parece? En una ocasión, allí se me presentó nada menos
que la Reina Castiza. Había que verla a los pies de la cama, así como era ella, tan
pechugona, tan puesta… ¡Un papel de caramelo! Pero yo, al teatro, le tengo
mucho respeto. Fuera de él soy capaz de hacer lo que me pidan, aunque no me
guste. Es como el que va a la oficina. Despacha lo que le manda el jefe y, cuando
acaba, se marcha. Yo, esto lo siento de otra manera. Ustedes me entienden. Si
no se cree en el personaje, ¿para que hacerlo? Valle fue muy cruel con la pobre
reina que le inspiró su farsa. Isabel II no se merecía esa burla. Yo la aprecio,
aunque nadie más lo haga. El manco la acusaba de frecuentar los bailes de
candil y de tener risa chispona cuando le daba al frasco. También decía que, en
ese trance, su pechuga parecía hiperbólico acordeón. Ponía en su boca que había
aceptado que un soldado la convidara a buñuelos y aguardiente y alguien
aventuraba que el recluta llegaría pronto a general. ¿No era eso llamarla puta?
¿Cómo no iba a ser un poco puta con la tropa que la escoltaba? Una cuadrilla de
vejestorios rijosos, espadones, demagogos y reaccionarios. Y encima la casaron
con aquel pobre hombre al que apodaban Paquita y, con eso, está dicho todo. La
pobre tenía catorce años cuanto la hicieron mayor de edad. ¿Qué podía hacer?
¡Lo que hizo! Seguro que Dios la ha perdonado. ¡Jesús, que retrato tan poco
favorecido le hizo Valle! Claro, que le vino muy bien para ir diseñando el
esperpento. El caso es que la Reina Castiza se fue por donde había venido. Otra
vez se me presentó un personaje masculino solicitando mis servicios. Mis
servicios de actriz, se entiende. ¿Qué pretende, que yo haga de hombre?, le solté.

Me gustaría, puede resultar una experiencia interesante, respondió. Rechacé la


propuesta, pero no por lo que ustedes piensan, sino porque, cuando le pregunté
que como se llamaba, me dio el nombre de un personaje de Calderón. ¡Y eso, no!
¡Por ahí no paso! A Calderón, ni agua. Es el culpable de los males de España. Le
tengo fobia. Era un retrogrado y un mesetario. (Un poco arrepentida de lo que
acaba de decir) Lo siento. Reconozco que no he estado muy afortunada. (Hace
una breve pausa) Algunos de aquellos sueños fueron auténticas pesadillas. El
mismísimo fantasma del padre de Hamlet y hasta el Comendador don Gonzalo
de Ulloa hecho estatua anduvieron dando vueltas a mi cama… ¿Se imaginan los
sudores que me entraban? Pero yo seguía soñando despierta, buscando sin

90
parar. Por fin sonó el teléfono. Preguntaron por mí, por María Galiana. No era
una equivocación. Me ofrecían trabajo. (Pausa) En televisión. Para hacer un
papel en una serie. Acepté. ¿Cómo iba a decir que no? Y fui, y sigo siendo aún, la
que ustedes ya saben. Herminia, la de Cuéntame. De madre me convertí, en un
abrir y cerrar de ojos, en abuela. Dicen que en la abuela de España. Si lo dicen,
será verdad. (Con pesar) Me toca seguir siendo espectadora de teatro. Ver,
desde la sala, como se abre el telón. Una actriz emboscada en el patio de
butacas, pensando que sería hermoso que, de repente, alguien reclamara su
presencia en las tablas. Paciencia. Mantengo la esperanza de que llegará el día
en el que pueda cambiar la popularidad, esa cosa por la que algunos están
dispuestos a vender su alma al diablo, por los riesgos de la aventura del teatro.

(Dirigiéndose a algún espectador de la primera fila) Perdón. ¿Tiene hora? (Si


el espectador tiene reloj, se la dirá) Gracias. Se ha hecho un poco tarde. Si
ustedes me disculpan, debo retirarme. Mañana tengo rodaje. Seré, de nuevo,
Herminia. Herminia y otro personaje. Eso nadie lo sabe. Mientras espero a que
me toque intervenir, leo obras de teatro. Cuando alguna me gusta, me la
imagino representada. Monto la función en mi cabeza y me adjudico el papel de
protagonista. La última, ni se lo imaginan. ¡Madre Coraje! Amo tanto a esa
mujer, siempre tirando de su carreta y de sus contradicciones.

(Calla. Permanece abstraída durante unos instantes. Luego dirige la mirada a


la sala) Y ahora sí, adiós.

(María va retrocediendo hacia el fondo del escenario) ¿Adiós? ¿Por qué adiós?
El mundo entero es un teatro, y todos los hombres y mujeres somos
comediantes. Lo somos cuando, de niños, lloriqueamos y babeamos en los
brazos que nos sostienen. También cuando llegamos a la edad de estudiar y, con
la mochila a cuestas, nos arrastramos de mala gana, con parsimonia de caracol,
camino de la escuela. Y cuando nos enamoramos y suspiramos, convertidos por
dentro en hoguera. Y así, a medida que corre el tiempo, hasta que llegamos,
después de muchas vueltas y revueltas, a viejos, que es lo mismo que decir a la
segunda infancia, en la que la voz adulta vuelve a ser atiplada o de pito, como la
del niño que fuimos. Cada edad tiene su papel y, cada papel, su oportunidad
para representarle. Aunque la espera se nos antoje eterna. Pero llega.

La oscuridad se va apoderando del escenario. El último haz de luz que se


extingue es el que ilumina a María Galiana.

Jerónimo López Mozo


©Derechos reservados

Imágenes:
Cortesía del autor

91
En sentido figurado – Revista literaria

TRADUCCIONES

Tres textos emblemáticos del escritor y pintor Jean-Pierre OTTE. Su mirada


sobre el paisaje nos descubre un mundo tanto interior como exterior cuyas
sensaciones son difíciles de compartir. En eso consiste precisamente el reto de
este libro, Paisajes compartidos, ilustrado con fotografías de Henry de Frahan
que expresan magistralmente esa sensibilidad ottiana que él conoce tan bien.

En la actualidad Jean-Pierre Otte comparte su tiempo entre la pintura y la


escritura; da conferencias para distintas instituciones y universidades
extranjeras y acaba de publicar un nuevo libro donde dibuja el perfil de los
muchos artistas que se han afincado en la región del Lot; nuestro escritor y su
mujer, la también escritora Myette Ronday, viven allí desde hace veinte años.

Tres botones de muestra, tres miradas…

Elisa Luengo Albuquerque


Editora

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LE COEUR CATHARE

À l’aridité des pierres affûtées, aux forteresses naturelles des rochers de crête,
aux syllabes de la carline, correspond le cœur confirmé. Le cœur parfait, pur,
évidé de sa substance charnelle, érodé tel un crâne d’outarde, telle une géode
pleine de gemmes et de cristaux.

C’est encore le cœur libéré des biens de ce monde ; il est un creux engorgé par la
rumeur de l’abîme ; il est le calice, à force d’ascèse, de prières et de
mortifications. Il est à présent le don absolu.

Il s’agit de se retrancher du corps par des rites de commencement, de transition


et d’achèvement. Il s’agit d’affaiblir ses membres par des saignées répétées. On
tente d’entrer déjà dans l’autre monde, de perdre toute matière et de conserver
que l’énergie, la flamme encerclante de l’âme.

Ordalie du feu : le cœur est en geôle ; il est pourchassé, il est massacré, pressé
comme une grappe de raisin. On le force à passer aux aveux, on le force au
reniement. Il choisit, sans compromis possible, de se consumer sur le bûcher.

Pour s’empêcher de féconder, les femmes ont recours à des amulettes, aux
feuilles sombres de l’armoise ou à l’ergot de seigle. L’amour n’enfante pas ; il ne
livre pas ses fruits, il n’engendre rien. Il s’enfante sans cesse lui-même, se
boucle en coquille de mer au hasard d’un long développement. Le geste gratuit
produit une aimantation merveilleuse.

À la cour d’amour, le cœur courtois porte la femme aux nues, l’idéalise et la


déifie.

Mais le cœur cache des aventures d’haleine et de jambes, dissimule la liberté


frivole et le plaisir des sens. On plonge dans Boccace. Le cœur est partagé, il est
confluent : l’ascèse qui s’affûte à la déchirure des pierres s’allie à la rondeur
charnelle sous la robe des femmes.

EL CORAZÓN CÁTARO

A la aridez de las piedras afiladas, a las fortalezas naturales de las rocas de


crestería, a las sílabas de la ajonjera, corresponde el corazón confirmado. El
corazón perfecto, puro, vaciado de su substancia carnal, desgastado cual cráneo
de avutarda, cual geoda cuajada de gemas y cristales.

Es además el corazón liberado de los bienes de este mundo; es una cavidad


atrampada por el rumor del abismo, es el cáliz, a fuerza de ascesis, de oraciones
y mortificaciones. Es ahora el don absoluto.

93
En sentido figurado – Revista literaria

Se trata de retranquearse del cuerpo a través de ritos de comienzo, transición y


acabamiento. Se trata de debilitar sus miembros con repetidas sangrías. Se
intenta entrar ya en el otro mundo, perder toda materia y no conservar más que
la energía, la llama envolvente del alma.

Ordalía del fuego: el corazón está en una mazmorra; perseguido sin tregua,
masacrado, exprimido como un racimo de uvas. Se le obliga a reconocer sus
culpas, se le obliga a retractarse. Elige, sin compromiso posible, consumirse en
la hoguera.

Para no dejarse fecundar, las mujeres recurren a amuletos, a las hojas oscuras
de la artemisa o al cornezuelo de centeno. El amor no concibe; no entrega sus
frutos, no engendra nada. Se concibe a sí mismo sin cesar, se ensortija como
concha de mar, al azar de un largo desarrollo. El gesto gratuito produce una
imantación maravillosa.

En la corte del amor, el corazón cortés lleva a las mujeres a las nubes, las
idealiza, las diviniza.

Pero el corazón esconde aventuras de aliento y piernas, disimula la libertad


frívola y el placer de los sentidos. Nos sumergimos en Bocaccio. El corazón está
dividido, es confluente: la ascesis que se afila en la desgarradura de las piedras
se alía a la redondez carnal bajo el vestido de las mujeres.

FAIRE SOUCHE

D’ordinaire on abat l’arbre arrivé à maturité. L’arbre s’est dépouillé, détroussé


de ses feuilles rousses ; il s’est lentement étiolé avec des couleurs d’or et de sang.
Effeuillé, il dévoile au regard les gélivures éclatées, les nœuds, les miroirs, les
chancres pansus, les entailles recouvertes d’une épaisseur vitreuse : la mâture
d’un navire en dérive englouti par les remous de la terre.

On tronçonne, on tranche les branches, on écorce, on fait des feux : une fumée
volatile et bleutée, tel un vol de ramiers, envahit le sous-bois. On déloge la
souche : on creuse, on pioche, on racle avec des barres de mine, on l’extrait avec
des treuils comme une grande molaire avec ses crevasses noirâtres et ses caries
incrustées de terre acide. La souche reste sur le terrain. Inerte. Émergée et
morte dans le lieu dénudé d’une « mise à blanc », avec autour de d’elle, le bris
des branches qui se cassent sous les pas, s’effritent en une poussière mordorée
dans un retour empressé à la Terre-mère. Temps mort : le cœur caché bat
chamade. La souche est sans sève : la poussée impatiente d’un lit transparent
qui ne peut s’élancer au-delà –(inonder de ses soies l’arbre sous l’écorce)- est
revenue sur elle-même ; elle s’immobilise, se voile, se trouble, s’éteint
sourdement tel un feu dans la tourbe. La vie s’est retirée de l’encorbellement des
racines repliées, où la contrée s’est recomposée par empreintes profondes.

94
ECHAR RAÍCES

De ordinario se tala el árbol llegado a su madurez. El árbol se ha despojado,


desvalijado de sus hojas rojizas; se ha mustiado lentamente con colores de oro y
sangre. Deshojado, desvela a la mirada las heladuras estalladas, los nudos, los
espejos, los lagrimales panzudos, las entalladuras recubiertas de un espesor
vidrioso: la arboladura de un navío a la deriva, engullido por los remolinos de la
tierra.

Se tronzan, se cortan las ramas, se descorteza, se hacen fuegos: un humo volátil


y azulino, cual vuelo de torcazos, invade la maleza. Se desaloja la cepa: se
excava, se rastrilla con perforadoras, se la extrae con tornos como una gran
muela con sus grietas negruzcas y sus caries incrustadas de tierra ácida. La cepa
se queda en el terreno. Inerte. Surgida y muerta en el lugar pelado de una “tala”
con los pecios de las ramas en derredor, que se rompen bajo los pasos, se
desmoronan en un polvo cobrizo en un retorno apresurado a la Tierra- madre.
Tiempo muerto: el corazón escondido se sale del pecho. La cepa está sin savia:
el empuje impaciente de un lecho transparente que no puede lanzarse más allá -
(inundar con sus sedas al árbol bajo la corteza)- ha retornado sobre sí mismo; se
inmoviliza, se vela, se enturbia, se apaga sordamente como un fuego en la turba.
La vida se ha retirado del voladizo de las raíces replegadas, donde territorio se
ha recompuesto a través de huellas profundas.

LE RAPT DES RACINES

LES RACINES. Leur connaissance et leur reconnaissance nous apprennent


confusément le pourquoi et le comment de ce que nous sommes : des arbres qui
plongent leurs racines dans le territoire de l’être.

Nous sommes enracinés en nous-mêmes. Le paysage s’est imprimé au travers


des pores de la peau et du prisme des yeux, de la même façon qu’une image
s’inverse et se révèle sur la pellicule sensible d’une chambre noire : il s’agit de
décrire la souche pour parvenir à une exploration de soi. Les mots
soigneusement alignés, les paroles approfondies tentent de débusquer,
démasquer, entrouvrir, forcer un feu caché à se formuler enfin.

Les racines fouissent, s’enfoncent, tâtonnent, se divisent autour de l’obstacle,


serpentent et s’éparpillent dans la terre compacte, puisent leurs sucs dans
l’opacité humide. Longs bras noueux, à l’inverse des branches, fasciculées,
traçants, entêtants, raclant les pierres à l’endroit d’un ancien torrent.

EL RAPTO DE LAS RAÍCES

LAS RAÍCES. Su conocimiento y su reconocimiento nos enseñan confusamente


el porqué y el cómo de lo que somos: árboles que hunden sus raíces en el
territorio del ser.

95
En sentido figurado – Revista literaria

Estamos arraigados en nosotros mismos. El paisaje se ha impreso a través de los


poros de la piel y el prisma de los ojos, de la misma manera que una imagen se
invierte y se revela en la película sensible de una cámara oscura: se trata de
describir la cepa para llegar a una exploración de sí. Los vocablos
cuidadosamente alineados, las palabras profundizadas intentan desalojar,
desenmascarar, entreabrir un fuego escondido, forzarlo a formularse por fin.

Las raíces ahondan, se hunden, a tientas, se dividen alrededor del obstáculo,


serpentean y se esparcen en la tierra compacta, sacan sus jugos de la opacidad
húmeda. Largos brazos nudosos, a la inversa de las ramas, fasciculados,
rastreros, mareantes, rascando las piedras en el lugar de un antiguo torrente.

Traducción:
Elisa Luengo
España, 2010
©Derechos reservados

Imagen:
©“Panorama”, Juanma Mendo, España, 2010

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PIE DE FOTO

Continuamos esta sección con una muy sugerente fotografía:

Título: “Gaudi 7”
Autor: Josep Vilaplana
Andorra, 2010
©Derechos reservados

Lo que corresponde, es contemplarla y perderse en ese nuevo y fantástico


mundo al que nos conduce. Después, entra a nuestros foros y compártenos (a
través de un cuento, poema, ensayo, microrrelato o reflexión) tu travesía.

Previo a la nueva edición, se elegirá la mejor creación de acuerdo al criterio de


nuestro Consejo Editorial. Ésta será publicada en el siguiente número de
nuestra Revista.

Josep Vilaplana
Editor

97
En sentido figurado – Revista literaria

VIDEO-ARTE

MUSICANDO
Existe un gran número de grupos de personas que investigan en la creación
musical más innovadora a través de medios electrónicos o simples objetos no
destinados, en un principio, para los acordes musicales.
Os mostramos algunos ejemplos sorprendentes.
La Orchestra Fireluche hace música electrónica con juguetes y todo tipo de
artilugios y chatarra que ellos mismos transforman, son lutiers a la antigua
usanza. Podéis disfrutarlos en:
http://vimeo.com/2709143.
http://www.youtube.com/watch?v=0W1pQfz-mnk

Sobre música mecánica y electrónica en directo:


http://www.lamachine.fr/#/spectacles/1-symphonie-mecanique/

El video clip también es un género que no se ha incluido hasta ahora en el


circuito del arte por tener una finalidad promocional. Os mostramos algunos
ejemplos de éste género tan extendido:
http://vimeo.com/4837575
http://www.youtube.com/watch?v=wLWxvuEYmlY

Y por último Fátima Miranda, una de las vocalistas más arriesgadas que
podemos encontrar en el ámbito musical, es capaz de controlar su voz hasta
límites insospechados.
http://www.fatima-miranda.com/finalok/idiom.html
http://www.youtube.com/watch?v=U5yKC9Qb7vg&feature=related

María Jesús Manzanares


España, 2010
©Derechos reservados
Imagen: www.google.com

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RECOMENDACIONES Y RESEÑAS LITERARIAS
Judy García Allende y Susana Báez

A PROPÓSITO DE TORDOS SOBRE LILAS


Por: Clara Eugenia Rojas Blanco

Título: Tordos sobre lilas


Autora: Magali Velasco Vargas
Editorial: Universidad Veracruzana (2009)

Tordos sobre lilas es un libro entretejido por varios cuentos cortos que aluden a
la complejidad de la condición humana en circunstancias y en espacios diversos.
La autora, Magali Velasco Vargas, nació en Xalapa, Veracruz, México, en 1975.
Magali es doctora en Études Romanes Ibériques (especialidad en Literatura
Latinoamericana), Université de Paris Sorbonne París-IV. Ganó el Premio
Internacional Jóvenes Americanistas por su ensayo: “El cuento: la casa de lo
fantástico”, otorgado por el Congreso Internacional de Americanistas, en
Santiago de Chile (julio, 2003). Con su libro de cuentos “Vientos machos”
obtuvo el Premio Nacional de Cuento Juan José Arreola, otorgado por la
Universidad de Guadalajara (2004).

En Tordos sobre Lilas, Magali muestra ser una tejedora fantástica de la palabra.
Hila la ficción con la crítica social al tiempo que desdibuja las fronteras entre la
ficción y lo vivido como realidad; en donde la imaginación utópica lucha por
sobrevivir ante el acoso de la distopía y se defiende ante la inevitabilidad de
reconocer su realidad. Es un texto que se puede pensar como la tela de una
araña; finamente tejido y apariencia frágil, pero fuerte y profundo.

Así y con el fin de interactuar con el texto de Magali, tuve que pensarme araña;
una araña que a su paso va siguiendo el tejido tendido por la autora, pero a la
vez va destejiendo y retejiendo sus propios horizontes de sentido. En ese afán de
pronto perdía el rumbo en contextos no vividos, pero de inmediato la autora me

99
En sentido figurado – Revista literaria

arrojaba otro hilo como punto de vuelo. Desde allí me tendía otro hilo que me
llevaba a otro, y a otro, hasta lograr ver un tejido complejo que expone los
hondables de la vida cotidiana, representados en el Otro, en el amor, la
esquizofrenia, el terruño, los sueños, la maldad, la impunidad y el olvido.

Voy de cuento en cuento. En el desierto de Sonora en “La tarde de los Yaquis”, la


niña de vestido esmeralda, me coloca frente al escrutinio ideológico lacaniano
del “el Otro”, del que no se ve y de lo que no se ve, pero que siempre está allí
presente en nosotros, en nosotras. Avanzo a “La Piña”, y me encuentro la
narrativa cotidiana de la huída del terruño, eufemísticamente llamada
migración, en donde la autora anuda la narrativa de los y las que viven la utopía
del viaje al norte, pasando por Juárez, y de los dólares “facilitos de ganar”. Y ya
en Juárez, el hilo me lleva a Angelus, una narrativa de violencia de género, en
donde el otrora voz, centro y fuerza centrífuga del núcleo familiar, el varón,
aparece disminuido; de observador a observado, se ha convertido en el otro. El
ocaso de la masculinidad hegemónica, representada en “El desvalido”.

El hilo parece romperse, pero me lleva a observar la bondad en la cotidianidad


de Rojano, un empleado invisible, quien cuida amorosamente a otro ser
invisible, un perro llamado Randi. Rojano vive en el D.F. a un lado del
aeropuerto en donde sobrevuelan su vida sin saber de su existencia, o de la
fragilidad de la vida. Pero además come burritos, ha de ser de Juárez.

Tiendo ahora otro hilo y busco el punto de vuelo de la autora en Vecinos, que me
lleva más cerca de mi mirada. Como Juarense reconozco esos escasos árboles
frondosos y los campos de algodón, reconozco el viento, ese cielo, que Magali
dice, “se tiñe de naranjas, rosas y un inverosímil verde-azul”, y esa “luna que
cuando se llena se viene encima”, así como el timbre estridente de las chicharras
en el sopor del calor juarense. ¡Ay, Juárez!

Pero de inmediato pierdo el equilibrio, la autora me conduce al hilo de la


esquizofrenia de mi ciudad, a la vez que nos asegura que ésta está presente,
aunque invisibilizada por la utopía, en otras ciudades del mundo. Así que, y ni
modo, también sé quiénes son los hebilla dorada, de trocas lujosas que en tres
días pueden gastar millones, y en efectivo, y que pueden comprar una casa para
cavar narco fosas, y claro también conozco los “riñones derechos”.

Tzotl nos lleva a la visitar la profundidad del dolor, convertido en esquizofrenia.


En ese vivir una muerte en vida, el hilo en el que se sostiene la precaria
sobrevivencia de Luisa, quien sólo la mantiene la fantasía de la recuperación de
un hijo abatido por la vida. Sólo las moscas se percatan y dan cuenta del olor a
muerte. Qué vida la de los pingüinos, es una vecina de la autora tocada por la
realidad pavorosa de la violación de la psiquis, del espíritu, del espacio personal.
Situación que le hace añicos el sueño utópico de la vida insulza y sin sentido de
realidad, aderezada por un trasfondo social sustentado por la negligencia e
impunidad. Hasta que no te toca, despiertas de tu utopía. La vida privada de los
pingüinos es de ellos, la tuya es ésta.

100
Recorro el hilo hacia “Tordos sobre Lilas” y me niego a seguir, pero de pronto
recuerdo las palabras de Audre Lorde quien dijo, “nombra lo innombrable para
que pueda ser pensado”. Cómo pensarlo, si el punto de vuelo para destejer y
volver a tejer está ahora en el alma y del alma no es fácil emprender el vuelo y
alejarse de la simulación y el disimulo. Leo, duele y constato cuánta maldad,
cuánta injusticia, cuánta impunidad y cuánta simulación soterrada en este
Juárez que nunca ha querido ver, ni sentir y menos llorar a sus otras y a sus
otros.

Logro alejarme, utópicamente, de los tordos para tender el hilo que me llevará a
un nodo de relatos de la vida cotidiana, de sueños y pesadillas, de espacios y
territorios que me ofrecen visiones nostálgicas de la niñez – de Magali y de
otras- a través del matiz fantástico de la autora, para terminar en el epicentro
del cuerpo de la niña de vestido verde esmeralda, ahora dadora de vida, que
nunca ha dejado de tejer, destejer, y retejer los espacios liminales característicos
de las fronteras tanto metafóricas, como territoriales. No hay ficción que no sea
ya realidad.

Imagen:
http://cafebreria.wordpress.com/2010/02/28/magali-velasco-presenta-su-libro-tordos-sobre-
lilas-jueves-4-de-marzo/

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En sentido figurado – Revista literaria

UNA ESCRITORA CAPAZ DE UNIR MUCHO MÁS QUE DOS RÍOS


Por: Judy García Allende

Titulo: Donde dos ríos se unen


Autora: Tina Casanova
Editorial: Publicaciones Puertorriqueñas, 2010

Quien no ha tenido que emigrar al extranjero para mejorar su calidad de vida y


la de su familia, no conoce el rompimiento desgarrador que esta circunstancia
produce en la vida de un ser humano. Las historias de emigrantes son variadas.
Pero casi siempre escuchamos las historias de los triunfadores. Las otras, esas
de los perdedores, nadie las conoce.

Donde dos ríos se unen (Publicaciones Puertorriqueñas, 2010) es la más


reciente novela de la escritora puertorriqueña Tina Casanova. Enamorada no
solo de su media naranja "Siggy" sino también del pueblito de Arriondas, Tina
ha convertido en ritual sus viajes a Asturias. Sus prolongadas estadías le
permitieron mantenerse en contacto con la historia que nos presenta en esta
ocasión y continuar hilvanándola en el mejor de los ambientes.

Aunque se trata de un pueblo imaginario, Monteabajo, éste se encuentra, según


nos dice, "colgado en la falda del imponente Monte Sueve en Arriondas,
Asturias". Comparte la autora que van desfilando en su historia unos personajes
que luchan por sobrevivir a las vicisitudes de los años previos a la guerra civil
española, entre ellos Severiano, el adolescente que cobra relevancia en la novela
y con el que se vincula a Puerto Rico en un inesperado suceso.

Tal como reseña la novela, se trata de dos familias, dos dramas que se cruzan,
dos pueblos: Asturias y Puerto Rico, "como el abrazo de dos ríos que se unen"
mientras se mire con ojo agudo la vida del emigrante.

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Esta es la séptima novela de Tina Casanova, quien ya posee un largo listado de
títulos de literatura infantil y juvenil reconocidos en Puerto Rico, Estados
Unidos y el Caribe. Tina ostenta el primer lugar del Primer Certamen de Novela
Juvenil El Barco de Vapor de Ediciones SM en Puerto Rico, así como premios
del Pen Club y el Instituto de Literatura Puertorriqueño.

Para aquellos que la conocemos, la leemos y la admiramos, resultó un regocijo


inmenso asistir a la presentación de esta novela en el Centro Asturiano de Casa
España en el Viejo San Juan. Sencillamente, no había espacio para tanta gente,
y quedó demostrado que más allá de su talento literario... son su simpatía,
sencillez y autenticidad las banderas que mejor la acompañan.

Para los interesados en la última novela de Tina, visiten su página para más
información: www.tinacasanova.com

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En sentido figurado – Revista literaria

ALEGRÍAS Y REMEMBRANZAS EN LOS 50 AÑOS DE GUAJANA


Por: Judy García Allende

De izquierda a derecha: Wenceslao Serra Deliz, Carlos Noriega, Vicente Rodríguez Nietzsche ,
Pedro Amador, Marcos Rodríguez Frese y Reynaldo Marcos Padua.

La noche del 23 de septiembre, fecha de la conmemoración del Grito de Lares en


Puerto Rico, el Grupo Guajana celebró entre versos, amigos y seguidores del
arte, su larga trayectoria literaria así como los 50 años de publicación
ininterrumpida de la revista Guajana. En las voces de Wanda Pabellón, Hiram
Collazo y otros, desfilaron los versos de Mariana Arzola, Juan Sáez Burgos,
Ramón Felipe Medina, Marcos Rodríguez Frese, Wenceslao Serra Deliz, Vicente
Rodríguez Nietzsche y otros miembros.

Especial encanto tuvo la lectura de los versos de Ángela María Dávila, integrante
ya fallecida de Guajana, en honor a Julia de Burgos, Homenaje a Julia de
Burgos; y los versos del reconocido cantautor puertorriqueño Antonio Cabán
Vale, poeta que ha popularizado la poesía hermanada en la canción.

Momentos de alegrías, y también de remembranzas… eso vimos en los rostros


de los integrantes de este grupo. Y no es para menos. Guajana, voz indígena
para referirse a la espiga florida de la caña de azúcar, recoge simbólicamente
parte de la historia de unos amigos escritores que comenzaron su faena literaria
cuando cursaban la escuela intermedia, continuaron en la escuela superior y se
afianzaron -afincaron en buen puertorriqueño- durante su época de estudios en
la Universidad de Puerto Rico. Cuando nace la revista, en 1962, nace con ella, el
nombre definitivo que adoptarán estos creadores de la palabra: Guajana.

El recital fue uno de esos momentos para celebrar la música, el ritmo y los
símbolos que han inspirado la poesía en tantos pueblos. El proyecto más
reciente del grupo Guajana ha sido la planificación y celebración del Festival
Internacional de Poesía en Puerto Rico, ya en su tercera edición, con la
importante colaboración de otros escritores y artistas que se han integrado a
este proyecto cultural que implica una proyección mundial de nuestro país.

104
Entre los presentes se encontraban la Prof. Vilma Reyes, actual Presidenta de la
Junta del Festival, y el poeta cagüeño de fina sensibilidad, José Manuel Solá.
Aprovechamos la ocasión para invitar a nuestros lectores a participar en el
Certamen literario que auspicia el FIPPR.

Para las bases del Certamen y más información, visiten la página:


www.festivalinternacionaldepoesiaenpuertorico.com

Imagen:
Cortesía de Judy García Allende

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En sentido figurado – Revista literaria

LAS BUENAS NUEVAS


Por: José Gutiérrez-Llama

INICIA EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA SU CAMPAÑA


EN ENCUENTRO DE AUSPICIADORES
Por: Pepín Vidal

El 3er Festival Internacional de Poesía en Puerto Rico, que será efectuado del 21
al 27 de marzo de 2011, emprendió su campaña publicitaria con dos importantes
anuncios: el 1er Certamen de Poesía Internacional auspiciado por el Festival y la
incorporación del Festival de Puerto Rico a la Red Nuestra América de
Festivales Internacionales.

Tales anuncios fueron dados a conocer durante el Primer Encuentro de


Auspiciadores de la Poesía, organizado por la Junta del Festival, el pasado 3 de
junio en el Hotel “Comfort Inn” de Levittown, en el que se entregaron
reconocimientos a los auspiciadores del primer y segundo Festival. Asistieron al
evento, importantes figuras del arte, la poesía y la cultura como José Luis Vega,
Presidente de la Academia Puertorriqueña de la Lengua, el artista plástico,
Antonio Martorell, quien pronunció el discurso principal; la soprano Tamara
Escribano (Tamy), Gloria Tapia del Instituto de Cultura, los poetas Pedro Juan
Ávila, Vanessa Droz, María Ostolaza, Reynaldo Marcos Padua y una buena
representación de los principales líderes culturales del país.

La celebración de un Certamen Internacional de Poesía, como la incorporación


a la Red Nuestra América, colocan a nuestro Festival a la altura de
importantes festivales internacionales de poesía en el mundo, comunicó Vilma
Reyes, presidente del Festival.

Entre los festivales que mencionó, se encuentran los festivales de Medellín, el


más grande del mundo; el de la Habana, Cuba; el de Tabasco, México; el de
Granada, Nicaragua; el de Buenos Aires, Chile, Panamá y Quetzaltenango, en
Guatemala y muchos otros.

106
Ambos acontecimientos tienen importantes implicaciones para la poesía
puertorriqueña, comenta Reyes. La incorporación a la Red de Festivales, por
ejemplo, viene a garantizar la participación de poetas puertorriqueños en los
festivales representados en la Red, a la vez que convierte al Festival en punto
de referencia y enlace. De esta forma se cumple, según Reyes, uno de los
objetivos fundamentales que es la creación de un espacio para los poetas de
Puerto Rico. El Certamen, por su parte, dará nuevos impulsos a la creación
poética en el mundo hispano, puntualizó.

Para más detalles sobre el Certamen o la Red Nuestra América de Festivales,


pueden acceder a la página Web del Festival Internacional de Poesía en Puerto
Rico: www.festivalinternacionaldepoesiaenpuertorico.com o enviar un correo
electrónico a la siguiente dirección: festintpoesiapr@gmail.com

Por nuestra parte, vaya una muy sincera felicitación a nuestra editora y amiga,
Vilma Reyes, por todos estos logros que como Presidente del Festival está
teniendo.

CAMPEONES QUE LUCHAN PARA COMUNICARSE


Por: Rosa Montero
Publicado en www.elpaís.com el 8 de agosto de 2010

A primeros de julio leí una noticia aterradora. En un registro más o menos


rutinario del poblado chabolista de la Cañada Real (el llamado hipermercado de
la droga de Madrid), la Guardia Civil encontró a una chica de diecisiete años,
con un alto grado de autismo, encerrada en un chamizo de dos metros por dos
metros, desnuda, durmiendo sobre sus propias heces. Los padres, que fueron
detenidos, dijeron que la tenían encerrada porque “les daba mucha guerra”. La
pobre criatura estaba en los huesos y fue trasladada al hospital Gregorio
Marañón.

Como la gente tiene una idea del autismo completamente errónea, algunos tal
vez intenten calmar la desazón que produce esta horrible historia diciéndose
que una autista profunda no se entera tanto de las cosas. Y es que muchos creen
que los autistas son personas insensibles, una especie de leños que ni se dan
cuenta de nada ni padecen. De hecho, la palabra autista se utiliza a menudo
para acusar a alguien de una falta total de sentimientos y emociones. Este
periódico ha publicado alguna vez una carta de protesta de alguna madre de
autista, quejándose precisamente de ese uso insultante e ignorante.

Anabel Cornago es una de esas madres peleonas. Tiene un hijo de cinco años,
Erik, que es autista o, como dice ella, “un campeón que lucha para
comunicarse”. Anabel ha escrito un breve texto para explicar lo que le pasa a su
hijo. El autismo es un conjunto de síntomas: no hay dos autistas iguales. Afecta
a una de cada 10,000 personas, y es tres veces más común en los varones. Se
trata de un trastorno grave del desarrollo que produce alteraciones en la

107
En sentido figurado – Revista literaria

comunicación y el lenguaje (sólo habla el 50% de los autistas), una falta de


flexibilidad mental y de comportamiento (para no entrar en pánico todo tiene
que ser repetitivo y rutinario) y una incapacidad para relacionarse normalmente
con las personas. Esto es, no es que no quieran relacionarse con los demás, es
que no saben cómo hacerlo. Por eso se habla de la “soledad autista”, explica
Anabel: es un repliegue defensivo ante la incomprensión.

El autista, en fin, es como un habitante de un mundo distinto al nuestro, un


alienígena con pautas de entendimiento diferentes, y el reto es aprender a
traducir ese idioma mental. Anabel Cornago cuenta una elocuente escena que
permite atisbar esa otra realidad: la chaqueta preferida de Erik da vueltas en la
lavadora, y el niño la mira aterrorizado. Sabe que es su chaqueta roja, y debería
estar colgada en el perchero de la entrada o, si no, él debería llevarla puesta.
Solo caben esas dos posibilidades para la chaqueta: en su cuerpo o en el
perchero. Pero de pronto ha descubierto que la chaqueta está dando vueltas en
la lavadora. Eso es imposible, eso es impensable, eso es el horror. Erik empieza
a gritar de pánico, se golpea. Su madre acude a la carrera, lo abraza, intenta
calmarlo. Pero no hay manera de tranquilizar a alguien que está atrapado en el
devastador horror de lo imposible: el niño sigue chillando y pataleando (“daba
mucha guerra”, decían los brutales padres de la pobre niña chabolista). Así que
hay que abrir la lavadora de inmediato, sacar la chaqueta roja y colgarla de
nuevo, chorreando, en el perchero de la entrada. Y ahora sí. Ahora Erik se
calma. “Y hemos aprendido”, explica Anabel: “La próxima vez, es Erik quien
coge la chaqueta (está sucia, le aclara mamá) para meterla él mismo. Conecta el
aparato y sonríe mientras la chaqueta da vueltas. Ha entendido que los objetos
pueden cambiar de sitio. Un logro, un paso más”. En realidad, son niños muy
sensibles y frágiles. Espanta pensar los terrores que debió de sufrir la chica de la
Cañada Real.

Poco a poco, con afecto y ayuda, el autista puede ir aprendiendo a traducir el


mundo. Hace un par de años escribí sobre un libro de memorias, Nacido en un
día azul (editorial Sirio), de Daniel Tammet, un autista británico de 29 años.
Daniel tiene el síndrome de Asperger, que es un trastorno de la familia del
autismo, aunque algo más leve. Además es epiléptico (de la epilepsia también
habría que hablar algún día) y es uno de los cincuenta savants que hay
registrados en el mundo: personas que sufren discapacidades muy graves, pero
que por otro lado pueden ejecutar proezas cognitivas espectaculares. Daniel, por
ejemplo, recita de memoria 22,500 decimales de Pi, habla once idiomas y
dominó el islandés en solo una semana. Pero lo verdaderamente maravilloso de
Tammet no es eso. Lo maravilloso es que aprendió a coger un autobús solo; que
se independizó; que montó un negocio; que se enamoró de otro chico y vive con
él en pareja. Es decir, lo maravilloso es que aprendió a tener una vida normal.
Eso sí que es una proeza extraordinaria y un esfuerzo heroico.

http://www.elpais.com:80/articulo/portada/Campeones/luchan/comunicarse/elpepusoceps/2
0100808elpepspor_20/Tes

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DE “LA NÁUSEA” AL AGRADO

El pasado 24 de septiembre, nuestra editora y amiga, Puerto Gómez Corredera,


publicó en “La náusea” el extraordinario artículo “Emilia Oliva García, tejiendo
y destejiendo”. En él, con lujo de lucidez hace un estupendo recorrido por la
obra poética de Emilia que, sin lugar a dudas, no debes perderte. Aquí te
dejamos el link para que puedas disfrutar de éste. Para Puerto, nuestra más
sincera felicitación por su sensibilidad y destreza.

http://lanausea2000.blogspot.com:80/

DONDE DOS RÍOS SE UNEN, DE TINA CASANOVA

Simplemente para felicitar y enviar un muy cariñoso saludo a nuestra amiga y


colaboradora, Tina Casanova, por la publicación de su séptima novela “Donde
dos ríos se unen” (Publicaciones Puertorriqueñas). Le deseamos sinceramente el
mayor de los éxitos con este nuevo proyecto y desde ya, quedamos a la espera de
la siguiente.

EL TESORO ESCONDIDO, DE JOSÉ MANUEL CORREDOIRA

La editorial de la luna libros nos comparte la reciente publicación del libro de


teatro infantil “El tesoro escondido”, de José Manuel Corredoira.

José Manuel Corredoira Viñuela (Gijón, 1970) es Licenciado en Filosofía y


Ciencias de la Educación por la Universidad de Oviedo. Dramaturgo, profesor,
guionista de T.V., ensayista y traductor, su obra dramática ha sido saludada
como una de las más originales e innovadoras en lengua española del panorama
actual, habiendo recibido reiterados elogios por parte de autores fundamentales
como Fernando Arrabal, Domingo Miras, Luis Riaza, Jerónimo López Mozo,
Miguel Murillo, o los novelistas Julián Ríos y Juan Goytisolo. Su producción
dramática comprende hasta el momento una docena de obras, entre las que
destacamos las trilogías Bestiario de amor, Iluminaciones al público, y la
monumental Retablo de ninfas. El tesoro escondido es su primera obra de
teatro pensada para el público infantil.

NUESTRAS GALERÍAS

Como siempre en esta edición nuestras galerías están llenas de arte. En esta
ocasión en la Galería de Poesía Visual te traemos una muy interesante muestra
de la obra de Almandrade. La Galería Fotográfica te presenta un ejemplo del
extraordinario talento de Luis López. En nuestra Galería de Sonido damos
testimonio de lo “mejor del tango electrónico” y, finalmente, la Galería de
Imagen te presenta el artículo “Musicando”, de María Jesús Manzanares.

Imagen:
Vilma Reyes Díaz.

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En sentido figurado – Revista literaria

GALERÍA DE FOTOGRAFÍA

1.- Gold street 2.- Al cuadrado

4.- Azul

3.- Almaraz

5.- Muelle

6.- Duero en azul

110
8.- Reflejo
7.- Cielo 1

10.- Villafáfila

9.- Sorolla

Muestra Fotográfica de:


Luis López
Santander, España.
©Derechos reservados

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En sentido figurado – Revista literaria

Luis López (Santander, 1957).

EXPOSICIONES: Primera exposición individual “En blanco y negro” en Cafetín La Luna de


Soria (1980); Exposición “Blanco y negro” junto a Roberto Lázaro, Caja de Ahorros de Soria
(1981); Muestra colectiva de fotografía en el Colegio Universitario de Soria (1982); Exposición
“Londres, tercer milenio 1” en Cafetín La Luna de Soria (2004); Exposición “Londres, tercer
milenio 2 “ en Café El Son de Soria (2005); Muestra colectiva de la selección del II Premio de
Fotografía Fundación Grupo Norte. Universidad de Salamanca (INICO). Salamanca (2005);
Muestra colectiva en la Carpa “Pobreza 0” (Plaza de Guipúzcoa) San Sebastián (2005); Muestra
Colectiva (4 fotos seleccionadas) XXI Certamen Nacional sobre la Semana Santa, Sala de
Exposiciones de Caja España, Zamora (2006); Exposición “Esencia” en Cafetín La Luna de Soria
(2006); Exposición “Esencia” en Café El Son de Soria (2007); Exposición “Esencia” en Hotel
Meliá de Zamora (2007); 5a Feria Internazionale dell ´arte moderna e contemporanea di
Bolzano, Italia (2008); Carrousel du Louvre (Art Shopping) París, Francia (2008); Centro
Hispano-Ecuatoriano de Madrid (2008); Atelier Galería "Geraldes da Silva" de Oporto, Portugal
(2008); Colegio de Farmacéuticos, ArtSalud. Tarragona (2008); Hotel “Casa Grande de
Alpandeire”, Málaga (2008); "Noviembre fotográfico" Orense (2008); Sala d'exposicions del
Castell de Masricart, La Canonja, Tarragona (2008); Club Financiero de Vigo, "Correspondencia
personal" (2009) y Galería de Arte "Visol" de Orense (2009).
OBRA PERMANENTE: Hotel Meliá de Zamora; Fundación ALCER; IES Villajunco
(Santander); Hotel “La Casa Grande de Alpandeire” Málaga.
PREMIOS EN ESPAÑA -Primera mención especial y selección en el XXI Concurso Nacional
de Fotografía sobre la Semana Santa, de Zamora (2005); Fotografía finalista y selección en el 1º
Concurso de Fotografía SOS Racismo. Guipúzcoa (2005); Fotografía finalista y selección del II
Premio de Fotografía Fundación Grupo Norte. Universidad de Salamanca (INICO) Salamanca
(2005); Selección de 3 fotografías para la III Muestra de Fotografía de la REVISTA ALMIAR,
Madrid (2006).
PREMIOS EN ARGENTINA: Mención Especial y 3ª Mención en el Certamen sobre
ABSTRACTOS de Foto Revista de Buenos Aires (2006); Mención Especial en el CONCURSO DE
FOTOGRAFÍA SOBRE EL MAR. Foto Revista de Buenos Aires (2006); Mención del Jurado en el
CONCURSO DE FOTOGRAFÍA SOBRE TEMPLOS. Foto Revista de Buenos Aires (2006);
Segundo premio en el CONCURSO SOBRE ESCALERAS. Foto Revista de Buenos Aires (2009).
PREMIOS EN ESTADOS UNIDOS: Varias fotografías premiadas “Awards” en la página web
de USA EyeFetch (2006); CONTESTS B&W (Blanco y negro). 2 primeros premios en la web
EFBETA de USA (2006); 2º. Premio en el Concurso “Thinking Spot” con la foto Rocks and sand
de USA, FOTOFIGH (2006).

112
GALERÍA DE POESÍA VISUAL

1.- Campo
2.- Escultura

3.- Maquete 1 4.- Maquete

5.- Objeto borracha madeira plastico 6.- Objeto ferro vidrio dola de gude

113
En sentido figurado – Revista literaria

8.- Projeto ARQ


7.- Pintura acrílico sobre tela

9.- Sin título 10.- Visual 5

Muestra de Poesía Visual


Almandrade
Brasil
©Derechos reservados

114
DIRECTORIO
Contacto: José Gutiérrez-Llama Suscribirse a:
en-corto@ensentidofigurado.com suscripciones@ensentidofigurado.com

PARA ENVIAR COLABORACIONES

Micros: Pedro Herrero y Valeria Tittarelli Teatro: Lourdes Bueno y Christian Peytavy
micros@ensentidofigurado.com teatro@ensentidofigurado.com

Cuentos: Montserrat Tomás y Vilma Reyes Traducciones: Elisa Luengo


cuentos@ensentidofigurado.com elisa-luengo@ensentidofigurado.com

Ensayos: Judy García Allende y Ana Alvea Fotografía: Josep Vilaplana


ensayos@ensentidofigurado.com fotografia@ensentidofigurado.com

Poesía: Puerto Gómez y Emilia Oliva Ilustraciones: Miryam Álvarez


poesia@ensentidofigurado.com miryam-alvarez@ensentidofigurado.com

Poesía visual/escribir mejor: Emilia Oliva Video: María Jesús Manzanares


emilia-oliva@ensentidofigurado.com video@ensentidofigurado.com

Letras pequeñas: Vilma Reyes Artes plásticas/audio: ESF


vilma-reyes@ensentidofigurado.com jgllama@ensentidofigurado.com

Revista editada en:


Alemania – Andorra – Argentina – España – EEUU – Francia – México – Puerto Rico

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