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ESTRATEGIA: OYEME CON LOS OJOS

EL CHULLACHAQUI
Planteamos preguntas para crear el ambiente de expectativa:
¿Ustedes saben qué significa "Chullachaqui"?, ¿quién es?, ¿qué es lo que hace?,
¿en qué lugares habita?, ¿cómo se lo imaginan?

Comentamos el lugar de donde proviene la leyenda.


¿Cómo es ese lugar?, ¿a qué tiempo se hace referencia?, ¿cómo es la existencia
de este personaje mágico?, ¿cuál es su función en ese contexto?

Creamos curiosidad en los oyentes.


¿Quieren saber quién es este personaje?, ¿qué es lo que
hace?, ¿de qué se alimenta?
Explicita el objetivo de la narración.
"Les contaré una historia para conocer nuestras creencias regionales y establecer
criterios para narrar oralmente".

EL CHULLACHAQUI
Calixto era un joven que vivía en la zona rural, muy distante del pueblo. Todos los
fines de semana iba al pueblo para vender sus productos agrícolas y se hospedaba
donde su tío. El lunes muy temprano retornaba por un angosto camino que lo
conducía hasta su casa, atravesando un amplio monte lleno de animales peligrosos.
No tenía miedo, era valiente.

Un fin de semana se adelantó en volver. Era domingo 7.

¿Qué creen que le sucederá a Calixto en un domingo 7?

–Calixto, quédate. Es un día malo –dijo su tío.

El joven no hizo caso a su tío. Llegó a su casa al atardecer y escuchó silbar a las
perdices al filo de la chacra. Cogió su escopeta y salió a cazarlas. Ya en el lugar, se
fue acercando con mucha precaución hasta el punto donde las había escuchado gritar
la última vez. Avanzaba agazapado y vio moverse una rama. Efectivamente, allí
estaban posadas las perdices. Levantó la escopeta, apuntó y disparó hacia el bulto.
Las aves volaron, pero una cayó al suelo. Calixto se puso a buscarla hasta que
escuchó que algo pataleaba: la perdiz daba sus últimos alientos de vida. Entonces
Calixto apoyó su escopeta en un árbol, y cuando se proponía levantar la presa,
apareció un ser muy raro, un ser exótico que le impidió el paso. Calixto estaba
completamente desconcertado. Lo que sucedía era algo increíble.
¿Cómo crees que era este ser tan exótico?

El ser extraño era enano, panzoncito, con dientes negros y sobresalientes,


completamente peludo como un oso, tenía una melena larga que llegaba hasta el
suelo, un pie al revés, y usaba hojas como vestido. En realidad era horrible.

El hombrecillo agarró al joven para morderlo y se pusieron a pelear durante un


largo rato. De pronto, Calixto aprovechó un descuido de su adversario y le dio un
golpe tan fuerte que el Chullachaqui lo soltó.

¿Qué crees que hará Calixto?

Con mucha agilidad, Calixto saltó hacia donde estaba su escopeta y disparó
contra el extraño ser en todo el vientre. El enanito cayó de espaldas al suelo, las tripas
se le desparramaron… pero él las cogió con desparpajo y se las fue metiendo en su
abultado vientre.

Calixto, al ver esa escena, botó su escopeta y se olvidó de la perdiz. Corrió y


corrió pidiendo auxilio. Llegó a su casa, botando espuma por la boca, subió dos
gradas y cayó desmayado al piso.

¿Qué sucederá luego?

Su padre salió a la puerta y corrió a socorrerlo.

–¡Mujer, algo extraño le ha sucedido a Cali!


La mujer escuchó los llamados de su esposo y corrió para ayudar a su hijo.
Rápidamente, el padre cogió su machete y el candil y salió diciendo:

–¡Cuida al Cali, iré a buscar al curandero!

Después de un cierto tiempo llegaron los dos hombres. El curandero le tomó el


pulso a Calixto.

–Pronto estará bien –afirmó el curandero, quien se puso a fumar su cachimba, y


con el humo iba soplando por la cabeza y resto del cuerpo de Calixto. Este
permanecía echado en el emponado, sin poder hablar. El curandero hizo tres veces la
misma operación.

–Ya está curado.


–¿Qué ha tenido? –preguntó el padre.
–¿Qué ha sufrido mi hijito? –preguntó la madre, agitada.
–Señor –se sentó y se le dibujó una sonrisa irónica en el rostro–, fue el
Chullachaqui que lo asustó.

–¿El Chullachaqui? –repitieron los padres.


Fuera de casa, el curandero narró cómo sucedió. Los padres se asombraron: –El
Chullachaqui es el diablo de la selva y se les aparece a todas las personas que no
creen en Dios, o no están bautizadas. El muchacho estará bien, ya pasó todo el
peligro.
Ellos decidieron que regresaría a aquel lugar para recoger las pertenencias de
Calixto.

¿Qué creen que encontraron cuando volvieron al lugar?

Al día siguiente Calixto relató a sus padres lo que le había pasado. Luego se
dirigieron al lugar de lo ocurrido para recoger la escopeta. El terreno donde lucharon
estaba todo revuelto. Las hormigas estaban comiéndose a la perdiz, y a un costado se
encontraba un pequeño tronco podrido con un agujero en medio.
–Regresemos a casa -dijo el padre-. Ahora pensemos en los padrinos para
bautizar a Cali.

–Sí, los padrinos -dijo la mujer.


Fuente: Los guardianes de la Isla Sagrada (adaptado)

Preguntamos a los estudiantes:

a. Sobre la comprensión de la historia:


– ¿Dónde y cuándo ocurre la historia? ¿Quién es el personaje? ¿Cómo era?
¿Qué le sucede? ¿Qué creencias y valores podemos apreciar en la historia? A estas
preguntas, puedes añadir otras que consideres convenientes.

b. Sobre la narración del docente:


– ¿Cuál ha sido mi papel? ¿Cómo he narrado? ¿Cómo he usado mi voz? (tono
de la voz, pausas) ¿Cómo he usado mis gestos y mi cuerpo? ¿Cómo he usado el
espacio? ¿Qué he hecho para crear un ambiente de expectativa? ¿Cuándo hacía
pausas? ¿Cuándo aceleraba la narración?

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